miércoles, 19 de septiembre de 2012

Países: Austria


Austria (nombre oficial, Republik Österreich, República de Austria), república de Europa central. Limita al norte con la República Checa, al noreste con Eslovaquia, al este con Hungría, al sur con Eslovenia, Italia y Suiza, y al oeste con Liechtenstein, Suiza y Alemania. Austria tiene 580 km de longitud entre sus puntos extremos y 83.858 km² de superficie. Viena es la capital del país y su ciudad más grande.
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TERRITORIO Y RECURSOS
Austria es predominantemente un país montañoso, con una altitud media de 910 metros. La mayoría del terreno está dentro de la sección oriental de los Alpes. En general, la principal alineación montañosa de Austria discurre en dirección este-oeste y está separada de otras por valles extensos. La serie de cordilleras más al norte incluye los Alpes del norte del Tirol y de Salzburgo. Entre las alineaciones centrales están los Hohe Tauern, que culminan en el Grossglockner, la elevación más alta del país (3.797 m); el glaciar Pasterzen, uno de los más grandes de Europa, desciende desde este pico. Las cadenas más meridionales comprenden los Alpes de Ötztal, los de Zillertal, los Alpes de Carintia y las montañas Karawanken. Además de estas cordilleras de desarrollo latitudinal, una serie de estribaciones montañosas se extienden en dirección norte-sur. Numerosos puertos atraviesan estas barreras orográficas, entre los que destacan el paso del Brennero y el paso Semmering.
Las áreas principales de Austria que no están dentro de los Alpes son las secciones fronterizas del norte y del este. El norte consiste en una meseta ondulada, mientras que el este comprende parte de la cuenca del Danubio, donde se encuentra Viena.
El río principal es el Danubio, que entra en Austria por Passau, en la frontera con Alemania; continúa su curso hacia el sureste, pasa por Linz y Viena, hasta Bratislava, en la frontera eslovaca. Los afluentes austriacos del Danubio incluyen los ríos Inn (que forma parte de la frontera entre Austria y Alemania), Traun, Enns e Ybbs. En el sur, los cursos fluviales más importantes son el Mur y el Mürz. Además de los ríos, el sistema hidrográfico del país se compone de numerosos lagos, en especial el lago Constanza (Bodensee), que forma la frontera oeste con Liechtenstein y Suiza, y el lago Neusiedler, en el Burgenland, cerca de Hungría. El Burgenland constituye la parte más baja del país (115 m).
2.1
Clima
El clima en Austria varía con la altitud, la localización en relación al predominio de las masas de aire atlánticas y mediterráneas, y a la presencia de ciertos vientos locales. Las regiones montañosas están sometidas parcialmente a los efectos moderadores del Atlántico y reciben más precipitaciones que las tierras bajas del este, sujetas a las influencias continentales. La primavera y el otoño son normalmente templados en todo el país. Los veranos son cortos, con temperaturas suaves. Los inviernos, fríos y a menudo rigurosos, duran alrededor de tres meses en los valles, donde normalmente se produce el llamado efecto foehn, consistente en que los vientos secos y cálidos procedentes del sur, que descienden por las laderas de sotavento de las cadenas montañosas y hacen ascender el aire húmedo por encima de éstas, originan una rápida elevación de las temperaturas, nieblas húmedas y deshielos repentinos que pueden provocar peligrosos aludes de nieve. La temperatura media anual oscila entre los 6,7 ºC y los 8,9 °C en todo el país. La precipitación media oscila entre los 1.000 y los 1.300 mm anuales, aunque se sitúa entre los 1.500 y los 2.000 mm en algunos valles del interior.
2.2
Recursos minerales
Austria tiene yacimientos importantes de mineral de hierro, lignito, magnesita, petróleo y gas natural. Se han explotado algunos depósitos pequeños de carbón bituminoso, así como de plomo, cinc, cobre, caolín, yeso, mica, cuarzo, sal, bauxita, antimonio y talco.
2.3
Flora y fauna
Los árboles de hoja caduca, sobre todo el haya, el roble y el abedul, predominan en las tierras más bajas, mientras que las piceas, abetos, alerces y pinos piñoneros se extienden hasta el límite de la vegetación arbórea. Las altitudes superiores tienen una estación muy corta durante la cual las plantas alpinas, que incluyen edelweis, genciana, primavera, ranúnculo y acónito, muestran una floración espléndida.
La fauna es, por lo general, escasa en Austria. Todavía están presentes rebecos, ciervos y marmotas; el oso, que antes era abundante, ahora se encuentra en peligro de extinción. La caza está estrictamente regulada para proteger las especies que quedan.
2.4
Suelo
En los valles austriacos predominan los suelos fértiles de terra rossa, en las cumbres montañosas el suelo es pardo forestal, y la pradera alpina ocupa normalmente las tierras altas.
2.5
Temas medioambientales
El problema medioambiental más acuciante en Austria es la lluvia ácida, como consecuencia de la combinación de las emisiones de las industrias, del tráfico producido por el turismo y de la contaminación atmosférica procedente de otros países, sobre todo de Alemania, Eslovaquia y la República Checa. Una cuarta parte de los bosques está afectada por esta lluvia ácida y, en algunas zonas, la deforestación es patente. Para combatir este problema, el país ha impuesto las normas de emisión de gases de automóviles más estrictas de Europa. Otras amenazas medioambientales son la expansión de los terrenos agrícolas, la construcción de presas en los ríos para generar energía hidroeléctrica y la erosión producida por la pérdida del manto de árboles.
Austria tiene la gran ventaja de contar con numerosos ríos montañosos que le permiten producir e incluso exportar buena parte de su energía. Sin embargo, esta capacidad no es continua, por lo que el país se ve obligado a importar energía de sus países vecinos durante los meses de invierno. En la década de 1970, se construyó la única central nuclear de este país, pero debido a la presión popular fue desmantelada antes de empezar a funcionar. La ironía hizo que ocho años después, en 1986, Austria fuese víctima de la contaminación producida por el escape nuclear de Chernóbil, en Ucrania. En 1991, ante el peligro de contaminación que suponían las centrales nucleares de la República Checa, el gobierno austriaco distribuyó comprimidos de yoduro potásico a toda la población para evitar problemas de tiroides como consecuencia de la radiación. Además, el presidente propuso la creación de una zona desnuclearizada que englobase a Austria, Italia, Hungría, República Checa, Eslovaquia, y la ex-Yugoslavia (actualmente Bosnia-Herzegovina, Eslovenia, Croacia, la Ex-República Yugoslava de Macedonia y la actual República Federal de Yugoslavia).
Los bosques cubren el 46,9% (1995) del país y la mayoría de ellos se encuentran en la zona alpina, donde aparecen formaciones boscosas de abetos, pinos y robles o castaños y robles, sobre todo en las cotas más bajas. Aproximadamente el 85% de los bosques se dedican a la explotación forestal. Los humedales tan sólo ocupan hoy en día el 10% de la superficie que ocupaban antiguamente.
El sistema de protección del suelo de Austria difiere en las nueve provincias que forman este país. En total, aproximadamente el 24% del territorio austriaco está protegido de alguna forma. Existen tres parques nacionales, cientos de parques y reservas naturales y numerosos paisajes protegidos. Este sistema permite la práctica de la caza y de la pesca, sujeta a las restricciones locales correspondientes.
Austria posee 18 reservas biogenéticas del Consejo de Europa (CE) y seis reservas de la biosfera concedidas por el programa El Hombre y la Biosfera de la Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, la Ciencia y la Educación (UNESCO). Austria, junto con sus países vecinos, ha elaborado una serie de planes para proteger los Alpes y está intentando hacer desaparecer las fronteras existentes en las zonas protegidas con Alemania y Hungría. Austria firmó y ratificó el Convenio de Berna sobre conservación de la vida salvaje y los hábitats naturales de Europa, así como el Convenio de Ramsar sobre zonas húmedas.
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POBLACIÓN
La población austriaca es en su mayoría de habla alemana, pero el país presenta una variada mezcla étnica —un legado de los tiempos de la plurinacional Austria del periodo de los Habsburgo—. Incluye un destacado número de croatas y magiares (en el Burgenland), eslovenos (en Carintia), checos (en Viena), así como pequeños grupos de italianos, serbios y rumanos. La llegada de refugiados en los años posteriores a la II Guerra Mundial incrementó sus cifras, a las que luego se añadieron los turcos.
3.1
Características de la población
Austria tiene una población (según estimación oficial en 2008) de 8.205.533 habitantes. La densidad media es de 100 hab/km². Alrededor del 66% de la población es urbana; casi un tercio de los habitantes vive en las ciudades más grandes: Viena, Graz, Linz, Salzburgo e Innsbruck.
3.2
Principales ciudades
Viena, la capital y la ciudad más grande, tiene una población de 1.651.437 habitantes (2006). Otras ciudades importantes son: Graz, núcleo de la industria pesada, con una población de 244.604 habitantes; Linz, la capital provincial de la Alta Austria y puerto del Danubio, con 188.362 habitantes; Salzburgo, centro cultural y turístico, con 148.473 habitantes; e Innsbruck, la capital del Tirol, de gran atractivo turístico a causa de la belleza de la ciudad y su paisaje, con 116.851 habitantes.
3.3
Religión
El catolicismo es la religión que profesa alrededor del 78% de la población austriaca. Varias confesiones protestantes suponen un 5%. Los musulmanes, cuya religión es el islam, constituyen el 1%, y una pequeña minoría de la población practica el judaísmo.
3.4
Lengua
El alemán es la lengua oficial de Austria. Alrededor del 2% de la población habla otras lenguas además del alemán, principalmente el croata, el esloveno, el checo y el turco.
3.5
Divisiones administrativas
Austria se divide en nueve estados: Burgenland, Carintia, Baja Austria, Salzburgo, Estiria, Tirol, Alta Austria, Viena y Vorarlberg.
3.6
Educación
Los principios del sistema educativo austriaco se estipulan en la ley nacional, que dispone la asistencia escolar para todos los jóvenes entre los 14 años. La larga tradición de Austria en la educación gratuita data desde la Ley de Reforma Educativa de 1774, instituida por la emperatriz María Teresa I. Esta ley, que se amplió en 1867 y, de nuevo, en 1962, explica en gran medida el hecho de que el 99% de la población sepa leer y escribir.
Aunque las bases del sistema educativo presente en Austria fueron asentadas en el siglo XVIII, sus raíces se pueden encontrar en las escuelas monásticas de la edad media. Una escuela como el Schottengymnasium de Viena ha estado en funcionamiento desde 1155, dirigida por la orden de los benedictinos. Bajo la ocupación alemana, entre 1938 y 1945, las escuelas del país sufrieron varios recortes en sus programas de enseñanza. Desde finales de la II Guerra Mundial, se han puesto en marcha varios planes para ampliar y reforzar el sistema educativo.
Austria ha recibido el reconocimiento internacional por la excelente preparación universitaria de sus médicos. En las artes, busca nuevos enfoques para despertar la creatividad artística de los estudiantes. En muchos aspectos, las escuelas austriacas se sitúan entre las primeras del mundo, y destacan por su tendencia general a la innovación en los métodos educativos.
3.6.1
Educación elemental y secundaria
Todos los estudiantes asisten a la volksschule (escuela elemental) durante cuatro años. Los niños que finalizan su periodo escolar a los 15 años, o bien entran en la escuela de formación profesional o bien continúan en la volksschule. La educación secundaria está limitada entre los 10 y los 18 años y se precisa para la entrada en la universidad. En 2000–2001, 392.339 estudiantes asistían a 3.718 escuelas elementales, mientras que 749.135 estudiantes estaban inscritos en unas 3.000 escuelas secundarias.
3.6.2
Escuelas especializadas
Austria tiene un amplio sistema de escuelas especiales y centros de educación para adultos. En 1992 casi 333.000 estudiantes estaban inscritos en las enseñanzas profesionales y en las instituciones de formación del profesorado.
3.6.3
Universidades y colegios universitarios
La Universidad de Viena (1365) es la institución más notable para los mayores de 18 años. Otras universidades importantes son la de Graz, la de Innsbruck y la de Salzburgo. Austria cuenta con dos universidades técnicas, colegios universitarios de Minas, Agricultura, Veterinaria y Comercio, y cinco academias de Bellas Artes y Música, que también ofrecen cursos de verano que atraen a numerosos estudiantes extranjeros. El número de estudiantes universitarios fue de 223.735 en 2001–2002.
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CULTURA
Durante los siglos XVIII y XIX, Viena fue un centro cultural de renombre internacional, sobre todo en música y literatura. Las bellas artes austriacas normalmente se consideran junto con las del sur de Alemania. Sin embargo, se manifestó un estilo austriaco distintivo, patente en la refinada arquitectura y escultura del barroco de los siglos XVII y XVIII, sobre todo en Viena y Salzburgo.
4.1
Bibliotecas y museos
La mayor de las 2.400 bibliotecas de Austria es la Biblioteca Nacional, fundada en 1526. Importantes colecciones están almacenadas en las diversas universidades, en varios monasterios antiguos y en un número de bibliotecas científicas. La antigua Casa Real conserva papeles del Estado fechados desde el año 816, colecciones del Sacro Imperio Romano Germánico, que datan del año 1555, y también documentos relativos a la historia del Imperio Austriaco, la monarquía Austro-Húngara y del periodo posterior al año 1918.
Los museos de arte y ciencias naturales de Viena son conocidos internacionalmente, ya que encierran muchas colecciones particulares. El Kunsthistorisches Museum (Museo de Historia del Arte) es famoso por los cuadros de los miembros de la familia Brueghel y por las obras de pintores holandeses, italianos y alemanes. También son famosas la colección Albertina de grabados y dibujos, las de joyería y reliquias del Sacro Imperio Romano Germánico, la Galería Austriaca, el Museo Técnico y el Museo de Folclore y Etnografía. Salzburgo, lugar de nacimiento de Wolfgang Amadeus Mozart, tiene dos museos que conservan sus manuscritos y recuerdos.
4.2
Literatura
Véase Literatura austriaca.
4.3
Arte
Importantes contribuciones de arte comprenden antiguas tallas en madera, tapices, cofres tallados y pintados a mano, verjas de forja compleja y otras obras de hierro, vidrieras coloridas, porcelanas hechas en Augarten (una localidad inmediata a Viena), encajes y trabajos en cuero. La talla de la madera está muy extendida entre los habitantes de los valles alpinos. Entre los pintores modernos más famosos de Austria están: Gustav Klimt, Egon Schiele, Oskar Kokoschka y Hundertwasser.
4.4
Música
Con frecuencia se denomina a Austria la tierra de la música. Los compositores Wolfgang Amadeus Mozart, Anton Bruckner, Joseph Haydn, Franz Schubert, Johann Strauss padre e hijo, Ludwig van Beethoven, Franz von Suppé, Gustav Mahler, Alban Berg, Anton von Webern, Franz Lehár y Arnold Schönberg, así como los directores de orquesta Felix von Weingartner, Clemens Krauss y Herbert von Karajan, son sólo unos pocos entre aquellos que han enriquecido la vida cultural austriaca. El Coro de los Niños Cantores de Viena y la Orquesta Filarmónica de Viena son instituciones célebres. Viena tiene dos salas famosas de ópera, el Volksoper (Ópera del Pueblo), abierta en 1904, y la Ópera del Estado de Viena, concluida en 1869 y famosa por su destacada arquitectura y la alta calidad de sus representaciones. Además, cada capital provincial tiene su propio teatro. Los festivales de verano en Viena, Salzburgo y Bregenz constituyen destacados acontecimientos musicales.
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ECONOMÍA
La economía austriaca se define por su carácter social de mercado, con empresas privadas y públicas. Todas las actividades básicas se han nacionalizado desde 1946: la producción y el refinado de petróleo, los mayores bancos comerciales, las principales compañías de transporte fluvial y aéreo, las fábricas de material ferroviario, maquinaria y aparatos eléctricos, la minería, la producción de hierro, las manufacturas de acero, los productos químicos y las plantas de producción de gas natural y electricidad.
El producto interior bruto (PIB) fue de 322.001 millones de dólares en 2006, lo que suponía 38.884,80 dólares per cápita. En 2006 el presupuesto nacional estimaba unos ingresos de 128.232 millones de dólares y unos gastos de 135.319 millones de dólares.
5.1
Agricultura
Alrededor del 17,6% de la superficie total se considera apropiada para el cultivo. Los prados y pastos constituyen un 27% aproximadamente, y los huertos y viñedos suponen algo más de un 1%. Casi la mitad de las explotaciones austriacas cuentan con menos de 10 ha de superficie.
Los principales productos y rendimientos anuales en 2006 incluían: remolacha o betabel (2 millones de t), patatas o papas (654.621 t), cebada (1 millón de t), trigo (1,40 millones de t), y maíz (1,47 millones de t). La ganadería consta de 3,16 millones de cerdos, 2 millones de cabezas de ganado vacuno (de las que casi una cuarta parte son vacas lecheras, con una producción de 3,3 millones de litros de leche), 15,1 millones de aves de corral, 325.728 ovejas, y 85.000 caballos.
5.2
Silvicultura y pesca
Aproximadamente el 46,1% de la superficie total del país está cubierta de bosques. Una reforestación extensiva y un programa de conservación se han desarrollado desde principios de la década de 1950 para compensar el daño causado durante la II Guerra Mundial y por las excesivas talas de árboles en la posguerra. Más del 80% de los bosques albergan coníferas, en su mayoría piceas, que son importantes en la industria del papel y la pulpa, así como en la construcción de casas. En 2006 se obtuvieron 19,1 millones de m3 de madera.
El procesado y consumo de pescado es bajo, y la mayoría de las especies son de importación, aunque la pesca en los ríos de montaña es un deporte muy extendido.
5.3
Minería
La producción de los principales minerales en 1994 fue la siguiente: lignito (1,39 millones de t), mineral de hierro (575.000 t), crudo de petróleo (6.543.454 barriles anuales), magnesita (654.100 t), sal (785.000 t) y cinc (20.014 t). Otros minerales extraídos con fines comerciales son: cobre, plomo, antimonio, yeso, caolín, talco y gas natural.
5.4
Industria
La industria austriaca se compone de un número reducido de grandes empresas, bastantes de las cuales funcionan bajo auspicios gubernamentales, así como de muchas unidades de producción de pequeño y mediano tamaño. A causa de la popularidad tradicional de la fabricación de productos en madera, vidrio, tejidos y cerámicas artesanas, un 28% de la mano de obra está empleada en más de 100.000 establecimientos productores de tales bienes. La industria principal se encarga de la producción de lingotes de arrabio de hierro, acero bruto, acero chapado, maquinaria, productos de alimentación, productos químicos, vehículos de motor, cemento, abonos, rayón, algodón e hilos, tejidos de lana y papel. La producción de acero bruto totalizó unos 4,99 millones de t en 1995, mientras que la producción anual de lingotes de arrabio de hierro fue de 3,87 millones de toneladas.
Debido a su extraordinario patrimonio cultural y a la belleza de los paisajes, Austria ha desarrollado una importante industria ligada al turismo; en 2006, visitaron el país alrededor de 20,3 millones de personas.
5.5
Energía
Austria tiene numerosas instalaciones para la producción de energía hidráulica, que en conjunto satisfacen más de dos tercios de las necesidades eléctricas del país. En 2003 tenía una producción aproximada de 55.748 millones de KWh, gran parte de la cual se exporta a otros países europeos.
5.6
Moneda y banca
La unidad monetaria es el euro (el 2 de enero de 2002, un euro se cambió a 0.9038 dólares estadounidenses). Desde el 1 de enero de 1999, el euro se vinculó al valor del chelín austriaco, con un cambio fijo de 13,7603 chelines por euro. El Banco Nacional Austriaco tiene la autoridad sobre la moneda de la nación y las políticas de crédito bancario. Austria posee más de 1.200 entidades bancarias, entre bancos comerciales, cajas de ahorros, cooperativas y bancos hipotecarios.
5.7
Comercio e intercambio
El valor anual de las importaciones en 2004 fue de 104.489 millones de dólares. Los principales productos importados son: maquinaria de construcción e industrial, productos químicos, aparatos eléctricos, equipos de transporte, petróleo y productos alimentarios. Las exportaciones austriacas totalizaron ese mismo año alrededor de 103.742 millones de dólares. Los principales productos exportados incluían hierro y acero, motores y componentes del motor, troncos y madera elaborada, papel, cartón, fibras y tejidos sintéticos, electricidad, maquinaria, bordados y productos químicos. Alemania es su principal socio comercial, aunque también ocupan un lugar importante los países de la Unión Europea (en especial Italia), Japón, Estados Unidos y Suiza.
5.8
Transporte
Austria tiene un sistema altamente desarrollado de transporte ferroviario, aéreo, fluvial y de carreteras. En 2005, el país tenía 5.781 km de vías de ferrocarril (3.418 electrificadas), el 98% de las cuales eran propiedad del Estado. Como Austria no tiene acceso directo al mar y es montañoso, depende del tráfico ferroviario, vial y aéreo para realizar su comercio exterior. Las autopistas y carreteras se extienden por unos 133.928 km. El transporte fluvial está limitado en general al Danubio. El Estado posee la compañía naviera más grande de Austria en este río, que ofrece tanto servicio para mercancías como para viajeros. Muchos transportistas internacionales utilizan los aeropuertos austriacos, siendo el de mayor tráfico el situado en Schwechat, cerca de Viena. Las Líneas Aéreas Austriacas, la compañía aérea nacional, cubre muchas rutas europeas y del interior.
5.9
Comunicaciones
Las redes de radio, televisión, teléfono y telégrafo constituían monopolios estatales hasta que el sistema de radiodifusión se convirtió en una sociedad anónima, en diciembre de 1957. La Compañía de Radiodifusión Austriaca proporciona los servicios de tres emisoras de radio y dos canales de televisión. En 1997, estaban en uso 6 millones de aparatos de radio y 4 millones de televisores. Las comunicaciones por teléfono y telégrafo están organizadas por el servicio postal austriaco. Están en servicio 450 teléfonos por cada mil habitantes. Se editan 17 periódicos diarios y otras publicaciones. La tirada media de los periódicos diarios se sitúa en torno a los 2 millones; los más influyentes son el Die Presse, publicado en Viena, y el Salzburger Nachrichten, en Salzburgo.
5.10
Trabajo
Alrededor del 60% de los 4.041.550 trabajadores austriacos están afiliados a los 15 sindicatos que forman la Federación de Sindicatos de Austria. Ser miembro de ellos es voluntario, pero todos los asalariados están obligados por ley a afiliarse a sus respectivas asociaciones profesionales sectoriales. Éstas se organizan a nivel provincial y representan a los trabajadores en materia legislativa. Las mujeres forman un 44,4% del total de la fuerza laboral.
6
GOBIERNO
Austria es una república federal y democrática gobernada según la Constitución de 1920, mejorada a través de enmiendas en 1929 y modificada más tarde. Como las constituciones de muchas otras democracias occidentales, la de Austria establece una división de poderes entre el ejecutivo, el legislativo y el judicial. Unas leyes que tienen su origen en 1862, y que se ampliaron en 1867, garantizan los derechos humanos y las libertades fundamentales; los derechos de las minorías también están contemplados en la Constitución.
6.1
Poder ejecutivo
El poder ejecutivo es ejercido por el presidente de la República, que es elegido por sufragio universal cada seis años, y por el Consejo de Ministros, que lo dirige un canciller, designado a su vez por el presidente para un periodo no superior a los cuatro años. El sufragio es universal para las personas mayores de 18 años.
6.2
Poder legislativo
El poder legislativo federal recae principalmente en el Nationalrat (Consejo Nacional) o Cámara baja, compuesto de 183 miembros elegidos durante un periodo de 4 años por voto popular y según representación proporcional. El gabinete puede permanecer en el cargo mientras disfrute de la confianza del Consejo Nacional. El Bundesrat (Consejo Federal), la Cámara alta, consta de 64 miembros elegidos por circunscripciones provinciales en proporción a su población y para periodos que oscilan entre 4 y 6 años. Aunque el Consejo Federal es un órgano fundamentalmente consultivo, puede retrasar la adopción de un proyecto de ley.
6.3
Poder judicial
El sistema legal se organiza a través de la división entre los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. Hay tres tribunales supremos: el Tribunal Supremo Constitucional, el Tribunal Supremo Administrativo y el Tribunal Supremo Judicial. Los tribunales judiciales comprenden 4 tribunales superiores provinciales, 17 tribunales provinciales y de distrito, y unos 200 tribunales locales. El Tribunal Constitucional entiende de las materias que afectan a la Constitución del país y examina la legalidad de la Administración y la legislación. El Tribunal Administrativo trata los asuntos que afectan a la Administración.
6.4
Gobierno local
Cada uno de los nueve estados federales cuenta con una asamblea legislativa unicameral, elegida sobre las mismas bases que el Consejo Nacional. El legislativo designa un gobernador del estado, quien ha de presentar la legislación al ministro federal para su aprobación. La legislatura estatal, sin embargo, puede anular un veto del ministro por votación mayoritaria. Las ciudades y pueblos están administrados por los consejos municipales, que eligen a los alcaldes o burgomaestres (intendentes).
6.5
Salud y bienestar social
El sistema austriaco de Seguridad Social es amplio, al incluir seguros por enfermedad, discapacidad, accidente, jubilación y desempleo, así como ayudas para las familias con hijos y subvenciones para el alquiler de inmuebles. El sistema está financiado por las aportaciones obligatorias de empresarios y empleados. Los seguros de salud y algunos otros son voluntarios para aquellos que trabajan bajo el régimen de autónomos.
6.6
Defensa
Por el acuerdo del 15 de mayo de 1955, se autorizó la constitución de un Ejército austriaco. Bajo los términos de este tratado, que promulgaba la soberanía y neutralidad de Austria, no se puso ninguna limitación sobre las dimensiones del Ejército, pero su equipamiento debe restringirse al uso de armas convencionales. Los varones austriacos tienen que cumplir el servicio militar obligatorio durante seis meses, además de permanecer en la reserva a partir de los 18 años. En 2004 el Ejército contaba con 33.200 miembros.
7
HISTORIA
Al principio de la era cristiana, Austria estaba escasamente habitada por los ilirios y los pobladores celtas que, avanzado el tiempo, entraron en las llanuras del norte de Italia.
7.1
Época antigua
La mayor parte de la región al sur del Danubio era denominada en la antigüedad Noricum. Las tierras altas occidentales situadas entre el alto Rin y el curso bajo del río Inn, Baviera y la meseta subalpina se conocían como Retia. La región de las llanuras al este y sureste constituía la Panonia. Los romanos invadieron completamente las tres regiones en el 15 a.C. y las convirtieron en provincias del Imperio. Bajo control romano, las provincias se convirtieron en posiciones avanzadas para la acción ofensiva y defensiva contra varias tribus bárbaras. En gran medida, la estrategia romana se apoyaba en los importantes pasos de montaña a través de los Alpes orientales y en el control de las vías de comunicación fundamentales entre el norte, sur, este y oeste de Europa. Uno de los primeros puestos militares romanos en la región fue Vindobona (la actual Viena), que estaba localizada sobre el asentamiento de una colonia celta a los pies de los Alpes orientales y en las inmediaciones del Danubio. Vindobona se convirtió en un estratégico cruce de caminos sobre dos destacadas rutas comerciales y en numerosas vías que conducían a la cuenca fértil de la baja Austria. Carnuntum (la actual Petronell), construida en el 73 d.C., fue otro importante centro romano en la región.
Como resultado de la sobrepoblación y las hambrunas periódicas, junto con la presión de otros pueblos del Este y la atracción por la riqueza de las provincias romanas pacificadas, las tribus de los germanos atacaron las fronteras de la provincia varias veces desde el 166 d.C. Las fronteras se derrumbaron completamente durante el siglo IV. Godos, lombardos, vándalos, ostrogodos y hunos cruzaron la frontera en oleadas sucesivas. Los alamanes avanzaron dentro de Retia, los hérulos capturaron Juvavum (la actual Salzburgo) y los godos avanzaron por el río Drau.
Los eslavos y los ávaros se desplazaron por el interior de Panonia, desde el este y sureste, casi al mismo tiempo que los germanos invadían el noroeste. Hacia mediados del siglo VI, los bávaros habían ocupado el Tirol y los alamanes se habían instalado al oeste. Los pueblos eslavos estaban divididos en los ávaros al norte y los bávaros al sur, los cuales luchaban por el control del valle del Danubio. Los ávaros dejaron escasas huellas en el territorio, pero los eslovenos levantaron asentamientos en los valles despoblados de los Alpes orientales. Los germanos finalmente arrasaron las poblaciones de los eslovenos. En unas pocas regiones, donde se sitúan ahora Carintia y Estiria, los eslovenos decidieron establecer asentamientos permanentes.
7.2
Época medieval
Durante el siglo VIII, después de las luchas fratricidas entre los germanos, los francos se afianzaron en el trono de Baviera. La lucha continuó durante aquel siglo entre los ávaros y los bávaros en el valle del Danubio. Al final del siglo, Carlomagno asoló el territorio de los ávaros y estableció una serie de puestos militares avanzados entre los ríos Enns y Raab, para frenar las posibles invasiones procedentes del Este. Uno de estos puestos era la Ostmark (marca del Este), que después se llamó Ost Reich (reino del Este) u Österreich (Austria). Otros puestos fronterizos en el este y sur fueron Carintia y Carniola, más tarde Estiria. Estos puestos fronterizos o marcas, no obstante, eran demasiado débiles para contener las presiones procedentes del Este.
Los magiares, pueblo nómada que emigró desde el Este, avanzaron con facilidad por el valle del Danubio hasta que fueron derrotados por el rey germano Otón I en Augsburgo, en el año 955, en la batalla de Lechfeld. Otón I reactivó la marca del Este y concedió el cargo de margrave a su administrador; estas medidas determinaron el nacimiento de Austria como entidad política. La frontera de la marca del Este se extendió lentamente hacia Oriente hasta principios del siglo XI, cuando alcanzó lo que en la actualidad es Moravia. El margrave de Austria estaba subordinado al duque de Baviera, cuyos dominios incluían esta marca. La función principal del margrave era la defensa del territorio fronterizo y las áreas limítrofes, para lo cual gozaba de poderes excepcionales. Entre el 976 y 1230, los gobernadores Babenberg de Austria contribuyeron mucho al desarrollo de la marca. Construyeron ciudades y caminos, fomentaron el comercio e incrementaron su prestigio por la participación en las Cruzadas.
La muerte del último Babenberg fue seguida de un periodo de disturbios. El rey Ottokar II de Bohemia ocupó Austria, Estiria y Carniola durante su reinado (1230-1278). Su poder iba en contra de Rodolfo de Habsburgo (Rodolfo I), que fue coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en 1273. En 1278 Ottokar fue derrotado y asesinado por las tropas de Rodolfo. Hacia 1283, la mayor parte de los antiguos dominios de Ottokar habían caído en manos de Alberto I, hijo de Rodolfo.
7.3
Austria bajo los Habsburgo
El ascenso de Austria está estrechamente unido a la casa de los Habsburgo. Durante los siglos XIV y XV incrementaron sus dominios en la parte este del Sacro Imperio Romano Germánico. El archiduque Rodolfo IV proclamó la indivisibilidad de las posesiones heredadas de los Habsburgo, que se correspondían aproximadamente con la actual República de Austria. Desde 1438 hasta 1806 (excepto entre 1742-1745), los archiduques de Austria mantuvieron el título de sacro emperador romano.
Durante el reinado del emperador Maximiliano I desde 1486 hasta 1519, el Imperio de los Habsburgo llegó a tener un gran poder, ya que sus posesiones se incrementaron a causa de sus ventajosos compromisos matrimoniales. Su propio matrimonio con María de Borgoña incorporó una gran parte de este territorio al Imperio. También dispuso el matrimonio de su hijo Felipe (después Felipe I el Hermoso de Castilla) con Juana I la Loca, hija de Fernando II el Católico e Isabel I la Católica, estableciendo así los derechos de los Habsburgo en España y sus posesiones en Italia y América. Durante aquel periodo surgieron y se expandieron las principales ciudades americanas de habla castellana, algunas de las cuales forman hoy parte del territorio estadounidense.
Fernando I, hijo de Felipe y emparentado con la casa gobernante de Bohemia y Hungría, se convirtió en el rey de Bohemia en 1526. Carlos, hermano de Fernando, fue coronado emperador con el nombre de Carlos V a la muerte de Maximiliano, en 1519. Carlos acumuló las herencias de sus abuelos: las tierras de los Habsburgo en Austria, los Países Bajos y España, con sus colonias. La extensión del Imperio de los Habsburgo demostró la imposibilidad de gobernar un único monarca. Entre 1521 y 1522, Carlos cedió a Fernando los territorios de Austria y parte de Alemania. La división de la dinastía de los Habsburgo en las ramas española y austriaca se completó cuando Carlos abdicó, en 1556, como rey de España en favor de su hijo Felipe II, y en 1558, como emperador en favor de su hermano Fernando.
7.3.1
Guerras civiles y exteriores
La Reforma rápidamente ganó terreno en el Sacro Imperio Romano, que englobaba a Austria. Carlos V había combatido contra la Reforma en el plano religioso y político. Su lucha para preservar la unidad religiosa como fundamento del poder de los Habsburgo llevó a hacer la guerra dentro del Imperio, al mismo tiempo que se enfrentaba contra Francia y el Imperio otomano. La Paz de Augsburgo (1555) trajo un periodo de tregua al establecer la tolerancia religiosa en Alemania para luteranos y católicos, según el principio de que cada gobernador tenía el derecho a determinar su religión y la de sus súbditos. Este acuerdo fue respetado por los Habsburgo hasta la llegada al poder de Fernando II, dirigente de la Contrarreforma, que pretendía devolver a sus súbditos al catolicismo. Los protestantes de Bohemia se rebelaron en 1618, y de esta manera comenzó la primera fase de la guerra de los Treinta Años. Después de que los rebeldes depusieran a Fernando en 1619, lo que era un conflicto interno austriaco se convirtió en una guerra europea, disputada principalmente en suelo germano. Los Habsburgo fueron derrotados en la contienda y la Paz de Westfalia (1648) debilitó su control sobre el Sacro Imperio Romano, al reducirlo a una unión precaria de diferentes Estados independientes.
Un grave conflicto surgió en la década de 1680, cuando Turquía acordó ayudar a los rebeldes húngaros contra el dominio de los Habsburgo. El punto culminante llegó en 1683, cuando Viena fue asediada por el gran visir turco Kara Mustafá Pasha. La ciudad fue rescatada por un ejército de polacos y germanos bajo el mando del rey de Polonia Juan III Sobieski. Los ejércitos imperiales obtuvieron grandes victorias en las postrimerías del siglo, dirigidos por el príncipe Eugenio de Saboya, que expulsó a los turcos de Hungría.
En 1700, Carlos II de España murió sin herederos. Dejó España, los Países Bajos españoles y sus posesiones en Italia a Felipe, duque de Anjou y nieto de Luis XIV, rey de Francia. El emperador Leopoldo I, un Habsburgo de la línea austriaca, reclamó estos territorios para su hijo José I; esto llevó a la guerra (véase Guerra de Sucesión española). Al final del combate, Felipe fue reconocido como Felipe V, rey de España, pero Austria consiguió el control de los Países Bajos españoles y las posesiones españolas en el norte de Italia.
En 1713, el emperador austriaco Carlos VI promulgó la famosa Pragmática Sanción, que declaró sus posesiones indivisibles y hereditarias, tanto para hombres como para mujeres, en la sucesión a la Casa de Austria. Esta fue la primera ley fundamental común para todos los territorios de los Habsburgo y se proyectó como un intento para su gradual integración. Su carácter unificador se vio debilitado en Hungría, donde sólo se aceptó después de que Carlos ratificara la Constitución y la autonomía húngara, lo que en realidad fortaleció el separatismo húngaro. La mayoría de las monarquías europeas prometieron asumir la Pragmática Sanción a cambio de varias concesiones, pero rechazaron éstas en 1740, cuando murió Carlos sin herederos varones.
7.3.2
Despotismo ilustrado
De acuerdo con la Pragmática Sanción, la hija mayor de Carlos, María Teresa, que en 1736 se había casado con Francisco, duque de Lorena, subió al trono de los Habsburgo. En 1745, Francisco se convirtió en emperador austriaco con el nombre de Francisco I, pero su esposa mantuvo la corona. La subida de María Teresa y las reclamaciones rivales por los dominios de los Habsburgo llevaron a la guerra de Sucesión Austriaca, que continuó con la guerra de los Siete Años (1756-1763). Como resultado de ella, Austria perdió la mayor parte de Silesia (la provincia mejor desarrollada económicamente) y Bohemia, que pasó a poder de Prusia. María Teresa impulsó varias reformas en la administración y en la educación, y disminuyó los gravámenes de los siervos y la autoridad de la nobleza.
El hijo de María Teresa, José II, motivado por las ideas de los ilustrados, abolió la servidumbre, mejoró los procedimientos civiles y criminales, decretó la tolerancia religiosa y la libertad de prensa, redujo el control de la Iglesia católica sobre los asuntos seglares, e intentó centralizar la administración imperial. Sus reformas levantaron una oposición generalizada. A la hora de su muerte, Hungría y Bélgica estaban en plena revuelta y había malestar en Austria y en Bohemia. El hermano de José y su sucesor, Leopoldo II, revocó la mayoría de las reformas y fue forzado a reconocer a Hungría como unidad separada de las posesiones de los Habsburgo. A pesar de este contratiempo, el reinado de José supuso una regeneración de la monarquía y su apertura a las tendencias europeas. Durante la era del despotismo ilustrado, Austria se anexionó parte de Polonia al unirse con Rusia y Prusia en la partición de aquel país.
7.3.3
Guerra con Francia
Desde 1792 hasta 1815, el Imperio de los Habsburgo estuvo implicado casi de continuo en guerras: primero en la Revolución Francesa y después en las Guerras Napoleónicas. Las ideas de los revolucionarios franceses suponían una amenaza para el absolutismo de los Habsburgo, quienes entraron en el conflicto después que Leopoldo II fuera sucedido por su hijo Francisco II, en 1792. La participación militar austriaca empezó con una invasión victoriosa, junto con las tropas prusianas, de Francia, pero las fuerzas francesas hicieron retroceder a los invasores tras la frontera y, durante el invierno de 1794-1795, conquistaron los Países Bajos austriacos. En 1806, tras la conquista de Napoleón I Bonaparte de la mayor parte de Alemania, se disolvió el Sacro Imperio Romano Germánico. Como paso previo, en 1804 el monarca Francisco I se había autoproclamado emperador hereditario de Austria. Sin embargo, pronto cambió la suerte de Napoleón, y Austria fue parte de la coalición que lo llevó al exilio en 1814. El poder y el territorio de Francisco fueron restaurados en parte por el Congreso de Viena, celebrado en 1815. Aunque Austria perdió algunos territorios en Bélgica y el suroeste de Alemania, ganó Lombardía, Venecia, Istria y Dalmacia. La destreza diplomática del canciller austriaco Metternich hizo del Imperio de los Habsburgo el centro del nuevo orden europeo. La influencia austriaca en la Confederación Alemana, que sustituyó al Sacro Imperio Romano Germánico, y en la Santa Alianza estaba en su punto culminante.
7.3.4
La revolución de 1848
Desde 1815 hasta 1848, el curso del Imperio Austriaco, dirigido por Metternich, se dedicó esencialmente a preservar el statu quo. El Imperio era todavía predominantemente rural, aunque había tenido lugar un desarrollo industrial significativo desde finales de la década de 1820. El nacionalismo se mezcló con los problemas sociales y las presiones fueron aumentando por el descontento campesino. En marzo de 1848, una rebelión en Viena forzó a Metternich a dimitir. La revolución se extendió rápidamente cuando alemanes, magiares, eslavos, italianos y otros pueblos se pusieron en contra del régimen imperial. Fernando I abdicó en diciembre y su sobrino de 18 años, Francisco José I, empezó un reinado que duraría hasta 1916. El nuevo emperador promulgó una Constitución para Austria, que establecía un gobierno parlamentario y emancipaba a los campesinos de los gravámenes feudales. Los rebeldes italianos ocuparon el gobierno en Milán, mientras que en Hungría se declaró la plena independencia, vinculada al Imperio sólo a través del monarca Habsburgo. Además, una Asamblea constitucional redactó un plan para la reorganización administrativa del Imperio de acuerdo con las diferencias nacionales.
Las fuerzas revolucionarias se debilitaron en seguida al entrar en conflicto con los intereses de las diferentes clases sociales y nacionalidades. Los ejércitos de los Habsburgo derrotaron a los rebeldes italianos y, con la ayuda de la Rusia zarista, se reprimió la rebelión húngara. Francisco José acabó con todas las pretensiones liberales. Abolió el gobierno constitucional y rechazó el plan para la reorganización del imperio según las diferencias nacionales. La única reforma que sobrevivió fue la abolición de la servidumbre.
7.3.5
Pérdidas austriacas
A mediados del siglo XIX, Austria afrontó los problemas de protegerse frente al creciente nacionalismo, especialmente en Italia y Prusia, así como de los avances rusos en la península de los Balcanes. Durante la guerra de Crimea (1853-1856), Austria amenazó con intervenir del lado de Inglaterra y Francia si Rusia no desocupaba los principados rumanos de Moldavia y Valaquia. Después de que los rusos accedieran en 1854, Austria ocupó los territorios hasta el final de la guerra. Sin embargo, la prolongación del conflicto arruinó las finanzas austriacas. Rusia, su aliado durante muchos años, se convirtió en enemigo al respaldar las políticas antiaustriacas de Francia y Prusia.
Después de una guerra que estalló en 1859, el reino de Piamonte-Cerdeña expulsó a Austria de la península italiana y surgió el Reino de Italia. Después de esta derrota, el emperador intentó fortalecer su gobierno al promulgar un sistema constitucional limitado, que no satisfizo a ninguno de los grupos de la oposición.
A Austria no le fue mejor en su contienda con Prusia por la supremacía de Alemania. El canciller prusiano, Otto von Bismarck, estaba decidido a apartar a Austria de los asuntos alemanes y provocar la unificación de Alemania bajo la dirección de Prusia. El enfrentamiento se dirimió en el campo de batalla de Sadowa (1866) con victoria prusiana. La Confederación Alemana se disolvió y Prusia tomó la dirección en la reorganización y posterior unificación de Alemania. Además, Austria perdió Venecia en favor del aliado de Prusia, Italia (véase Guerra Austro-prusiana).
7.4
La Monarquía Dual
Después de la guerra, en 1867, el emperador Francisco José fue forzado a llegar a un compromiso (en alemán, Ausgleich) con la nación húngara, representada por la nobleza. El compromiso dio a Hungría su propia Constitución y casi una situación de independencia. A partir de 1867, el imperio se conoció como el Imperio Austro-Húngaro y popularmente se llamó la Monarquía Dual. Austria y Hungría eran Estados separados, cada uno con su propia constitución, gobierno, parlamento y lengua. Los magiares predominaban en Hungría, mientras que los alemanes gozaban de privilegios en Austria. Los dos Estados estaban unidos por una única monarquía, donde el soberano era emperador de Austria y rey de Hungría, con los mismos ministros de Asuntos Exteriores, Guerra y Finanzas.
El compromiso de 1867 inspiró los movimientos a favor de la autonomía entre los grupos nacionales dentro del Imperio. Además de los magiares y los alemanes (alrededor de 10 millones cada uno), el territorio imperial también acogía nueve grandes nacionalidades: checos, polacos, rutenos (ucranianos), eslovacos, serbios, rumanos, croatas, eslovenos e italianos. Alrededor de 6,5 millones de checos, que vivían en Bohemia, Moravia y la Silesia austriaca, formaban la minoría más extensa, más avanzada, pero también la más descontenta. Todos los esfuerzos de los grupos nacionales por conseguir la autonomía fueron obstaculizados por la determinación húngara y austriaca de no alterar nunca la estructura política creada por el compromiso.
La Constitución de 1867 reguló el sistema político en la mitad austriaca de la Monarquía Dual hasta 1918, pero sus disposiciones liberales fueron restringidas en la práctica. La votación estaba limitada a algunos propietarios y la aristocracia conservaba una influencia considerable. Los ministros eran responsables ante el emperador, que tenía poderes especiales para gobernar sin el Parlamento. Cuando Austria experimentó un significativo crecimiento económico, se incrementaron los conflictos sociales, los movimientos nacionalistas, el surgimiento de los partidos políticos de masas y un antisemitismo virulento. Desde la década de 1880, la vida política estuvo marcada por los conflictos entre las diversas nacionalidades.
Pero junto con estos aspectos conflictivos de la vida política austriaca, se cosecharon algunos éxitos constatables. Bajo el alcalde de Viena Karl Lueger, un programa de reformas, que incluía la construcción de hospitales, escuelas y parques, situó a la ciudad entre las más modernas de Europa. Viena también fue escenario de una extraordinaria innovación artística e intelectual.
7.4.1
Alianza con Alemania
La creación del Imperio Alemán en 1871 supuso la reorientación de la política exterior de los Habsburgo hacia la península de los Balcanes. La intención del ministro de Asuntos Exteriores, el húngaro conde Gyula Andrássy, era preservar la situación establecida en la zona. Al adoptar una política de amistad con Alemania, Andrássy prometió que Austria-Hungría no interferiría en los asuntos internos alemanes; a cambio, Alemania apoyó los intentos austro-húngaros para limitar la influencia de Rusia en el sureste de Europa. Cuando Rusia derrotó a los turcos en 1878, Austria-Hungría, apoyada por Alemania y Gran Bretaña, intervino para evitar que los rusos se hicieran con toda la Turquía europea. El Congreso de Berlín (1878) restringió las adquisiciones rusas; también permitió a Austria-Hungría administrar las provincias turcas de Bosnia-Herzegovina. En 1879, Alemania y Austria-Hungría firmaron una alianza formal, y con la incorporación de Italia en 1882 se creó la Triple Alianza. Desde un principio, esta alianza (el punto de apoyo de la política internacional de Austria-Hungría) estuvo dominada por Alemania, que subordinaba el interés de la política exterior de Austria-Hungría a la suya.
Serbia, que se independizó de Turquía por el Congreso de Berlín, fue un país satélite de Austria-Hungría hasta 1903, fecha en que nuevos dirigentes pretendían unificar todos los eslavos del sur de la monarquía de los Habsburgo, incluyendo Bosnia-Herzegovina, dentro de un amplio Estado serbio. En 1908, tras una revolución en Turquía, Austria-Hungría se anexionó las dos provincias. Los serbios, apoyados por Rusia, protestaron vehementemente. Sólo el sostén de Alemania a Austria-Hungría evitó la guerra. Al tiempo que Serbia emergía de las Guerras Balcánicas victoriosa y territorialmente agrandada, los dirigentes austro-húngaros estaban convencidos de que la guerra con Serbia era inevitable.
7.4.2
I Guerra Mundial
El 28 de junio de 1914, el heredero al trono austro-húngaro, el archiduque Francisco Fernando de Habsburgo, y su esposa fueron asesinados en Sarajevo, la capital de Bosnia, por Gavrilo Princip, un nacionalista serbio. Después de recibir garantías de apoyo por parte de Alemania, el Ministerio de Asuntos Exteriores austro-húngaro envió un duro ultimátum al gobierno serbio, al considerarlo responsable del asesinato y requerir la total aceptación de las demandas de Austria-Hungría en tres días. A pesar de la respuesta conciliadora que aceptaba las demandas solicitadas, excepto dos de ellas, y los esfuerzos mediadores de las potencias europeas, Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia el 28 de julio. La declaración de guerra por parte de Alemania a Rusia y Francia a principios de agosto transformó el conflicto en la I Guerra Mundial.
La actividad militar austro-húngara durante el primer año de la guerra se centró en Rusia y Serbia. En mayo de 1915, Italia, que había declarado su neutralidad en 1914, dejó la Triple Alianza y entró en la guerra del lado de los aliados. Las tropas austro-húngaras sufrieron muchos contratiempos y la monarquía, debilitada por la disensión interna durante décadas, empezó a desintegrarse después de la muerte de Francisco José I, en 1916. Fue sucedido por su sobrino nieto, Carlos I de Austria. En 1917, el nuevo emperador fracasó en varios intentos secretos para lograr una paz separada con los aliados, lo cual enojó a los alemanes. Al mismo tiempo, los parlamentarios checos, polacos y eslavos del sur establecieron representaciones en los países aliados para conseguir su apoyo y reconocimiento. A finales de 1917, las actividades nacionalistas hicieron incrementar la inestabilidad de la monarquía.
Durante la primavera y verano de 1918, las fuerzas austro-húngaras fueron derrotadas en todos los frentes militares; la escasez de alimentos y otras necesidades desencadenaron huelgas y manifestaciones en el interior, así como motines en el Ejército y la Armada. Al reconocer que el colapso de la monarquía era inevitable, los grupos nacionalistas dentro del Imperio organizaron consejos nacionales que actuaron como gobiernos autónomos. Los eslavos del sur, reunidos en Zagreb el 7 de octubre de 1918, preconizaban la unión con Serbia, y, el 28 de octubre, los checos proclamaron una república independiente en Praga. El gobierno húngaro declaró su separación completa de Austria el 3 de noviembre. Aquel mismo día, Austria y Hungría, cada una por separado, firmaron un armisticio con los aliados. El 12 de noviembre, Carlos renunció por completo a la dirección del Estado y abandonó Austria. En el plazo de unos días, Austria y Hungría se proclamaron repúblicas.
7.5
La I República austriaca
La República austriaca constituía un Estado desorganizado y empobrecido con unos siete millones de personas. La disolución de la monarquía privó a Austria de las zonas industriales de Bohemia y Moravia, y disolvió el gran mercado interno creado por la unión entre Austria y Hungría. Los austriacos alemanes deseaban la unión con la nueva República de Alemania, pero ésta fue prohibida por los Tratados de Versalles y Saint-Germain. La nueva Constitución (1920) creó un Estado federal, con un legislativo bicameral y sufragio democrático.
La reconstrucción económica tuvo lugar con la ayuda de agentes extranjeros. Entre 1919 y 1920, las organizaciones humanitarias de Estados Unidos, Gran Bretaña y Suecia proporcionaron alimentos para aliviar su desesperada situación. La elevada inflación aumentó los problemas del país, y en 1922 Austria solicitó ayuda a la Sociedad de Naciones. La organización dispuso un gran préstamo para prevenir el colapso económico. A cambio, Austria prometió permanecer neutral durante los próximos veinte años. Las políticas deflacionistas, que eran una de las condiciones del préstamo, causaron muchas dificultades económicas y una alta tasa de desempleo, pero las finanzas austriacas se estabilizaron lentamente.
La situación política interna permaneció con dificultades a causa del antagonismo entre Viena, dominada por el socialismo, y los estados federales, más conservadores. El 15 de julio de 1927, los socialistas organizaron grandes manifestaciones en Viena para protestar por la absolución de tres miembros de un grupo de extrema derecha, que fueron juzgados por el asesinato de dos personas durante un choque con el Schutzbund (Liga de Defensa) socialista. El Palacio de Justicia ardió y unas cien personas murieron cuando la policía disparó contra los manifestantes.
7.5.1
Fascismo y Anschluss
Una sucesión de gobiernos federales, dominados por el conservador Partido Social Cristiano, no pudo superar ni el continuo malestar ni la miseria provocada por la crisis económica de 1929 (véase Gran Depresión). El surgimiento del nacionalsocialismo en Austria se convirtió en un nuevo factor de desestabilización. Enfrentado con la disminución del poder electoral del partido y el crecimiento de la oposición de la izquierda y la extrema derecha, el canciller social cristiano, Engelbert Dollfuss, disolvió el Parlamento en 1933 y gobernó por decreto. Apoyado por el ejército y la Heimwehr (Defensa Nacional), una organización fascista, en febrero de 1934 el gobierno aplastó a la oposición socialista. Después, todos los partidos políticos fueron abolidos a excepción del Frente Patriótico, grupo que Dollfuss había creado para unir a las fuerzas conservadoras. En abril introdujo una constitución que suprimió el gobierno parlamentario y suponía el control del ejecutivo. Dollfuss fue asesinado en julio durante una tentativa de putsch (toma del poder) nazi. Bajo el nuevo canciller, Kurt von Schuschnigg, el régimen anduvo a la deriva, debilitado por las rivalidades internas pero sostenido por las promesas del dictador italiano Benito Mussolini de mantener la integridad austriaca. Su garantía acabó cuando se estableció en 1936 el Eje Roma-Berlín. Schuschnigg pronto llegó a un acuerdo con Adolf Hitler, que reconoció en Austria “un gran Estado alemán”.
Cuando Schuschnigg exigió un plebiscito sobre la independencia austriaca en 1938, Hitler reclamó y consiguió su dimisión. El Anschluss se produjo entre el 12 y el 14 de marzo de 1938, y se formó un gobierno nazi encabezado por Arthur Seyss-Inquart. Austria, ahora llamada Ostmark (marca del Este), fue dividida en siete distritos administrativos bajo la autoridad central del III Reich alemán.
7.5.2
II Guerra Mundial
En octubre de 1943, los jefes de estado de Gran Bretaña, Estados Unidos y de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) firmaron la Declaración de Moscú, que proclamaba el restablecimiento de una Austria independiente como objetivo de guerra de los aliados. Las tropas soviéticas liberaron la parte oriental de Austria, que incluía Viena, en abril de 1945. En octubre, las potencias de ocupación occidentales reconocieron un gobierno provisional encabezado por el dirigente socialista Karl Renner. Las elecciones parlamentarias se celebraron en noviembre, con la participación de diez partidos políticos. El Partido Popular Austriaco (heredero del Partido Social Cristiano anterior a la guerra) obtuvo 85 de los 165 escaños en la Asamblea Nacional, los socialistas obtuvieron 76 y los comunistas 4 escaños. En diciembre, ambas cámaras parlamentarias eligieron a Renner presidente de la República, al tiempo que se formó una coalición gubernamental, con el dirigente del Partido Popular Leopold Figl como canciller.
7.5.3
Ocupación aliada
Al mismo tiempo, Austria estaba dividida en cuatro zonas de ocupación controladas por Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y la URSS. Viena se dividió de forma similar. Según los acuerdos de junio de 1946, el gobierno austriaco recibió una cierta autoridad sobre el conjunto del país, que incluía el derecho a legislar y a administrar las leyes. Las potencias ocupantes conservaron la autoridad en materias como la desmilitarización y el traspaso de la propiedad de los alemanes. Los activos económicos alemanes en cada zona fueron asignados a la potencia ocupante respectiva. Las leyes aprobadas en 1946 y 1947 impusieron un proceso de desnazificación de la vida pública, pero a los antiguos nazis sin causas criminales se les permitió participar en las elecciones generales de 1949.
El gobierno austriaco se enfrentó a los problemas inmediatos que ponían a prueba los poderes limitados que conservaba. La guerra había destrozado la industria e interrumpido los sistemas de transportes y comunicaciones. La población había sufrido mucho, llegando incluso a pasar hambre. En esta época se produjo una gran emigración, sobre todo hacia América. La primera tarea del gobierno de Figl fue instituir un programa de emergencia. La Administración de Ayuda y Rehabilitación de las Naciones Unidas (AARNU) hizo grandes contribuciones, y a mediados de 1947 el peligro de hambre ya había desaparecido. La recuperación económica, después de 1948, se consiguió en gran medida gracias a la ayuda concedida por Estados Unidos a través del Plan Marshall. Hacia 1951, la producción industrial había superado los niveles anteriores a la guerra y continuó su crecimiento en los años siguientes.
7.5.4
Restauración de la soberanía
El hecho más significativo en la posguerra fue la restauración de la soberanía austriaca en mayo de 1955, tras largas negociaciones que comenzaron en 1947. El asunto principal entre la URSS, por un lado, y Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, por otro, era el futuro de Alemania. Los soviéticos no dejarían su posición estratégica en Austria a menos que Alemania fuera declarada neutral. Entre otros asuntos estaban los derechos soviéticos de las propiedades alemanas en Austria y las demandas territoriales de Yugoslavia. Finalmente, a cambio de las concesiones soviéticas, Austria prometió “no incorporarse a ninguna de las alianzas militares o permitir cualquier base militar en su territorio”. Los cuatro aliados y Austria firmaron el Tratado de Estado el 15 de mayo de 1955, que restableció oficialmente la República Austriaca. El acuerdo prohibía el Anschluss (anexión) entre Austria y Alemania, denegaba a Austria el derecho a poseer o fabricar armas nucleares o misiles teledirigidos, y obligaba a Austria a dar a la URSS parte de su producción de crudo de petróleo durante los años venideros. Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia dejaron las demandas sobre los bienes alemanes, al tiempo que en agosto la URSS renunció al control de los campos petrolíferos austriacos, de las 300 empresas anteriormente en poder alemán y de 97.200 ha de terreno. Todas las tropas de ocupación se retiraron en octubre y el legislativo adoptó una disposición constitucional que garantizaba la neutralidad militar austriaca. En diciembre, Austria se convirtió en miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Seis años después, en 1961, Austria completó el pago a la URSS de 150 millones de dólares por las antiguas posesiones alemanas.
7.6
La II República
Desde 1945 hasta 1966, Austria fue gobernada por una coalición de los partidos Socialista y Popular. El número de cargos que cada partido recibió estaba en función del porcentaje de votos obtenidos en las elecciones parlamentarias. Esta estructura se extendió a la esfera económica; así, los intereses del Estado, la industria, el trabajo y la agricultura se desarrollaron en conjunto y crearon una economía mixta de mercado. En parte, la prosperidad se basó en la nacionalización de algunas industrias, como las plantas generadoras de electricidad y las refinerías de petróleo, y en el control gubernamental de la banca. El desarrollo de una nueva conciencia nacional austriaca se fundamentó en las experiencias compartidas de la devastación de la guerra, el restablecimiento de la soberanía nacional, la reconstrucción acertada del país y el prestigio internacional adquirido desde la excepcional posición de Austria como puente entre el Este y el Oeste.
La coalición superó alguna que otra diferencia y la pérdida de sus más destacados dirigentes. El presidente Renner murió en diciembre de 1950 y fue sucedido por el dirigente del Partido Socialista, Theodor Koerner. Mientras los candidatos socialistas fueron elegidos para la presidencia (hasta 1986), el Partido Popular aportó todos los cancilleres federales hasta 1970. Las elecciones a la Asamblea Nacional en 1956, 1959 y 1962 dieron como resultado pocos cambios en la fuerza relativa de los dos partidos mayoritarios. En 1957, Austria estuvo implicada en una disputa con Italia relativa a la condición de los austriacos en el Südtirol (Tirol Meridional), región que había permanecido bajo dominio italiano desde 1919. El acuerdo alcanzado finalmente en 1970 exigía la aplicación de una resolución tomada ya en 1946, que garantizaba los derechos lingüísticos y culturales de la población austriaca de habla alemana.
En 1960, Austria fue uno de los países firmantes del pacto que establecía la Asociación Europea de Libre Comercio (más conocida por sus siglas en inglés, EFTA). El gobierno anunció en julio de 1961 su intención de lograr una asociación con la Comunidad Económica Europea (CEE), hoy conocida como Unión Europea (UE), que fuera compatible con su neutralidad militar. La oposición inicial del Partido Socialista a la participación disminuyó gradualmente, y en 1972 Austria firmó un acuerdo de libre comercio bilateral con la CEE.
La coalición gubernamental se rompió en octubre de 1965, a causa de una disputa presupuestaria que forzó a la dimisión del canciller Joseph Klaus. Sin embargo, su partido ganó por mayoría simple en las elecciones de marzo de 1966 a la Asamblea Nacional, lo que permitió a Klaus formar el primer gobierno del Partido Popular en la II República.
7.6.1
El canciller Kreisky
Los socialistas consiguieron la victoria por un estrecho margen en las elecciones de marzo de 1970, que por primera vez les hizo ser el partido mayoritario en la Asamblea Nacional. Sin embargo, al ganar por tan pocos votos de diferencia, el dirigente socialista Bruno Kreisky intentó, sin éxito, formar una coalición con el Partido Popular. En mayo, fue elegido canciller y constituyó el primer gabinete austriaco completamente socialista, apoyado en la Asamblea Nacional por el minoritario Partido Liberal. En las elecciones de 1971, los socialistas alcanzaron la mayoría absoluta con 93 escaños y pudieron gobernar en solitario. La era Kreisky estuvo marcada por la modernización y un crecimiento impresionante en el nivel de vida de la población de todas las clases sociales. Se introdujeron muchas reformas sociales y laborales. Las iniciativas en política exterior de Kreisky dieron a Austria una posición sobresaliente en los asuntos internacionales. A pesar de su popularidad y sus éxitos, la oposición sacó partido de los escándalos financieros, los incrementos de impuestos y de los problemas medioambientales, especialmente de la construcción de una central nuclear cerca de Viena. Cuando las fuerzas antinucleares ganaron el referéndum de 1978 por una estrecha victoria, el gobierno se vio forzado a paralizar la central casi terminada. Kreisky dimitió en 1983, después de que los socialistas perdieran su mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.
7.7
Nuevos retos
El nuevo canciller, el socialista Fred Sinowatz, formó una coalición con el Partido Liberal, pero la alianza se rompió en 1986, cuando el Partido Liberal dio un brusco giro a la derecha. La mala administración y los despidos en el sector público se sumaron a la polémica sobre la privatización, que incrementaron el descontento de los austriacos con el gobierno, los socialistas y el sistema de promoción política. La elección presidencial de 1986 la ganó el candidato del Partido Popular Kurt Waldheim, antiguo secretario general de las Naciones Unidas, a pesar de las alegaciones que habían surgido sobre sus actuaciones en el Ejército alemán durante la II Guerra Mundial. El voto reflejó la actitud ambigua de muchos austriacos hacia su pasado nazi.
Después de las elecciones parlamentarias de noviembre, el canciller Sinowatz dimitió y Franz Vranitzky, otro socialista, asumió el cargo y formó una coalición con el Partido Popular. Su gobierno tuvo que afrontar las continuas privatizaciones en el sector público, el alto déficit presupuestario y la preocupación internacional por la elección de Waldheim. La coalición sobrevivió a las elecciones de octubre de 1990, en las que los socialistas consiguieron 80 escaños en la Asamblea Nacional. Sin embargo, el Partido Popular perdió 17 de sus 77 escaños y el Partido Liberal ganó 15, pasando a tener un total de 33 escaños. El electorado, especialmente la nueva clase media, parecía haber cambiado. Sin embargo, en 1992, el candidato del Partido Popular, Thomas Klestil, diplomático de carrera y antiguo embajador en los Estados Unidos, fue elegido presidente. Prometió acelerar el ingreso de Austria en la Unión Europea (UE), cuya solicitud se había presentado en 1989. Las negociaciones para el ingreso en 1993 se interrumpieron, porque Austria insistía en que el tráfico de camiones de gran tonelaje por sus carreteras alpinas debía mantenerse restringido hasta el 2004. La UE acordó limitarlo hasta el 2001, con una opción para ampliarlo durante tres años más. El Parlamento Europeo aprobó el ingreso de Austria en la UE en mayo de 1994, y en enero de 1995 finalmente se incorporó.
El 18 de enero de 1997, el canciller Franz Vranitzky, jefe de gobierno desde 1986, presentó su dimisión. Fue sucedido por el hasta entonces ministro de Economía, Viktor Klima, que puso en marcha una reforma presupuestaria con el fin de permitir a Austria enfrentarse a los estrictos criterios económicos que exigía formar parte de la UE, así como un discutido proyecto para privatizar uno de los bancos más importantes del país.
El presidente de la República, Thomas Klestil fue reelegido el 19 de abril de 1998. En las elecciones legislativas del 3 de octubre de 1999, la ultraderecha liderada por Jörg Haider (Partido Liberal) avanzó un 6%, consiguiendo un 27,2% de los votos. Aunque los socialdemócratas del canciller Viktor Klima obtuvieron el mayor número de escaños parlamentarios en juego, con un 33,4%, ese porcentaje se convirtió en su peor resultado desde la II Guerra Mundial. El democristiano Partido Popular logró el 26,9 por ciento. Klima ejerció como primer ministro interino hasta que en enero de 2000, tras el fracaso de las conversaciones con los democristianos, decidió acabar con la coalición formada entre éstos y los socialdemócratas, que desde hacía 13 años gobernaba Austria, e intentó, también sin éxito, encabezar un gabinete integrado por independientes. Se ponía así fin a 30 años de gobiernos presididos por los socialdemócratas y se iniciaba una crisis en la que el ultraconservador Partido Liberal ingresó en el nuevo gabinete, encabezado desde el 4 de febrero de 2000 por el democristiano Wolfgang Schüssel, ex ministro de Asuntos Exteriores de Klima y líder del Partido Popular. Días antes, los jefes de Estado y de gobierno de la UE habían amenazado con la suspensión de relaciones con Austria si los ultraderechistas del Partido Liberal entraban en el gobierno, al mismo tiempo que la Comisión Europea anunciaba que no iba a actuar contra dicho país en tanto que no incumpliera los principios de la construcción europea. Las sanciones diplomáticas, aplicadas de inmediato tanto por la UE como por Estados Unidos, fueron de escasa importancia (y la UE, de hecho, las levantó en 2000), no así las manifestaciones que tuvieron lugar en las fechas siguientes, especialmente en Viena, contra el nuevo gobierno, integrado por varios ministros ultraderechistas.
Las graves disensiones surgidas en septiembre de 2002 entre Haider y algunos de los miembros de su partido que se encontraban en el ejecutivo, desembocaron en la ruptura de la coalición de gobierno (Schüssel se negó a reestructurar éste, como le solicitó Haider), y en la convocatoria de elecciones anticipadas para el 24 de noviembre de ese mismo año. En éstas, la victoria fue para el Partido Popular, que obtuvo aproximadamente el 42% de los sufragios emitidos, mientras que los socialdemócratas se convirtieron en el segundo partido más votado (en torno al 37%). Especialmente significativo fue el varapalo sufrido por el Partido Liberal, cuyo 10% implicaba un severo retroceso con respecto a los comicios que, en 1999, permitieron al grupo de Haider entrar en el gobierno. Tras estos resultados, Klestil encargó formar gabinete a Schüssel, quien optó por repetir la coalición entre su partido y el Liberal. El nuevo ejecutivo no tardó en promover un polémico proyecto de reforma del sistema de jubilaciones, ante el cual la Confederación de Sindicatos Austriacos reaccionó convocando un paro laboral general para el 6 de mayo de 2003.
En las elecciones presidenciales que tuvieron lugar el 25 de abril de 2004, la victoria fue para el socialdemócrata Heinz Fischer, el cual recabó algo más del 52% de los votos. Fischer tomó posesión del cargo el siguiente 8 de julio; dos días antes, fallecía en Viena su predecesor, Klestil.
En los comicios parlamentarios del 1 de octubre de 2006, se impusieron los socialdemócratas, que obtuvieron 68 escaños en el Nationalrat, por 66 del Partido Popular, 21 del Partido Liberal, 20 de Los Verdes, y 8 de la Alianza por el Futuro de Austria (organización que Haider fundara, en 2005, al abandonar las filas liberales). Tras conocerse estos resultados, Schüssel y su equipo ministerial dimitieron. En enero de 2007, después de que socialdemócratas y conservadores alcanzaran un acuerdo, se formó un gabinete de gran coalición presidido, como canciller federal, por el líder y candidato del Partido Socialdemócrata, Alfred Gusenbauer.


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