miércoles, 19 de septiembre de 2012

Países: Bélgica


Bélgica (nombre oficial en flamenco, Koninkrijk België; en francés, Royaume de Belgique, Reino de Bélgica), monarquía constitucional al noroeste de Europa; limita al norte con los Países Bajos y el mar del Norte, al este con Alemania y Luxemburgo, y al sur y suroeste con Francia. Junto a los Países Bajos y Luxemburgo, Bélgica forma el Benelux. Su máxima longitud es de 282 km, en dirección sureste-noroeste, su anchura es de 145 km, y tiene una figura triangular. Su superficie es de 30.528 km². Bruselas, su capital y la ciudad más importante, se localiza en el centro del país.
2
TERRITORIO Y RECURSOS
Bélgica tiene tres regiones fisiográficas principales: la llanura costera, la meseta central y las tierras altas de las Ardenas.
En el noroeste, la llanura costera se extiende de 16 a 48 km hacia el interior. A lo largo de esta costa, localizada en el mar del Norte, existe un área de tierras bajas compuesta en su mayor parte por dunas y pólders, que son terrenos ganados al mar y protegidos por diques, que fueron levantados entre los siglos XIII y XV. En su interior abundan pastizales irrigados por canales. La llanura costera alcanza una elevación máxima de 20 metros.
La meseta central es ondulada, escasamente elevada y atravesada por muchos cursos fluviales, en la que se ubican un gran número de amplios y fértiles valles ricos en suelo aluvial. En diversas áreas se encuentran cuevas, grutas y barrancos.
Las tierras altas de las Ardenas forman una altiplanicie con numerosos bosques a una altura media de 490 m. Se extiende hacia el sur de Bélgica, el interior de Luxemburgo y al noreste de Francia. Aquí se localiza el Botrange, el pico más alto de Bélgica (694 m). La región es por lo general rocosa y poco apta para la agricultura.
2.1
Ríos
Los ríos principales son el Escalda (Scheldt) y el Mosa. Ambos nacen en Francia y son navegables en su mayor parte a su paso por Bélgica. A lo largo del Escalda, el principal río de Bélgica, están los puertos de Amberes, Bruselas y Gante. Los principales afluentes del Escalda son los ríos Lys, Dender, Senne (Zenne) y Rupel. Los ríos Sambre y Ourthe son los principales afluentes del Mosa.
2.2
Clima
El clima cerca del mar es húmedo y templado. Hacia el interior, lejos de la influencia marina, se da una amplia gama de temperaturas. En la región de las Ardenas alternan veranos cálidos con inviernos fríos. Las lluvias fuertes se limitan prácticamente a las tierras altas. La humedad y la llovizna son habituales, siendo abril y noviembre los meses más lluviosos. La temperatura media anual en Bruselas es de 10 °C; la media de enero es de 2,2 °C y la media de julio es de 17,8 °C. La precipitación media anual del país es de 699 mm y la temperatura es de 8,3 °C de media.
2.3
Recursos naturales
Los recursos naturales son en su mayoría minerales. El carbón se ha extraído abundantemente durante muchos años, pero la mayoría de las reservas se han agotado, por lo que se han venido cerrando muchas minas desde finales de la década de 1950. También se explotan depósitos de cinc, plomo, cobre y manganeso, pero son de escaso interés comercial.
2.4
Fauna y flora
En Bélgica se encuentran pequeños mamíferos como zorros, tejones, ardillas, comadrejas, martas y erizos. El ciervo y el jabalí se encuentran en las Ardenas. El número de plantas es elevado entre las que destacan el jacinto, la fresa, la vara de San José, la vincapervinca, la dedalera, el aro salvaje y los lirios del valle. Los bosques más importantes son de robles, hayas, olmos y también se pueden encontrar pinares plantados como parte de programas de reforestación.
2.5
Temas medioambientales
Bélgica está muy industrializada y experimenta muchos de los problemas medioambientales comunes a otras naciones industrializadas. Este país es un importante productor de gases con efecto invernadero y emisiones industriales que provocan lluvia ácida. La calidad del aire en Bélgica ha mejorado, no obstante, y las emisiones industriales han bajado continuamente desde la puesta en práctica de los protocolos sobre el azufre de la Comisión Económica para Europa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a comienzos de los años setenta.
Otras directivas de la Unión Europea (UE) que se espera mejoren las condiciones medioambientales de Bélgica se refieren al tratamiento del agua y su calidad, dos aspectos muy importantes en un centro tan industrial. Antes de que aparecieran estas directivas, el Mosa, una significativa fuente de agua potable, se había contaminado por los residuos de la producción de acero. Otros ríos estaban contaminados con residuos animales y fertilizantes. En 1995, el ministro regional flamenco para el medio ambiente intentó restringir el difundido uso agrícola del estiércol. Su iniciativa fue bloqueada inicialmente por una fuerte oposición del sector agrícola, pero la legislación fue aprobada.
Algunas zonas del suelo costero de Bélgica fueron recuperadas al mar y desarrolladas entre los siglos XIII a XV. Estas tierras están particularmente amenazadas por las inundaciones, ya que sólo unos diques de cemento las separan del mar.
Sólo el 3,3% (2007) del suelo de Bélgica está protegido como parques y otras reservas naturales. Es un valor muy bajo al compararlo con el de los países vecinos como Francia (11,8%), Países Bajos (14,3%), y Alemania (30%).
Bélgica es miembro de acuerdos internacionales relativos a la contaminación del aire y del agua, biodiversidad, protección de la capa de ozono y control climático, especies en peligro de extinción, residuos peligrosos y humedales.
3
POBLACIÓN
La población se compone principalmente de dos grupos étnicos: los flamencos (de origen germánico) y los valones (de origen celta aunque con mezcla de elementos alpinos). La distinción también se produce en el ámbito lingüístico: los flamencos hablan flamenco (u holandés) y los valones hablan francés. Las provincias con predominio flamenco se sitúan en la mitad norte de Bélgica, denominada Flandes, y las provincias con predominio de valones están en la mitad sur, denominada Valonia. Una minoría germanoparlante vive al este del país. En Bruselas, la capital, se mezclan las dos poblaciones. Un 57% de la población habla flamenco y un 32% francés; alrededor de un 9% se consideran bilingües y un 0,7% habla alemán.
3.1
Características de la población
La población es de 10.403.951 habitantes (según estimaciones para 2008). La densidad es de 344 hab/km², una de las más altas de Europa. Las mayores concentraciones están en las zonas industriales de Bruselas, Amberes, Lieja y Gante, así como en la región industrial entre Mons y Charleroi. En décadas recientes, la región de Limburgo ha incrementado su población debido a su expansión industrial. Cerca del 10% de los belgas viven en Bruselas. La población urbana se acerca al 97 por ciento.
3.2
Divisiones administrativas y principales ciudades
Bélgica se divide en tres regiones: Bruselas, Flandes y Valonia y diez provincias: Amberes, la zona flamenca de Brabante, Flandes Occidental, Flandes Oriental y Limburgo, pertenecientes a Flandes, y la zona valona de Brabante, Hainaut, Lieja, Luxemburgo y Namur que pertenecen a Valonia; y en casi 600 communes (municipios). Las principales ciudades y su población (según estimación para 2007) son: Bruselas, la capital (145.917 habitantes sin considerar el área metropolitana); Amberes (466.203 habitantes); Gante (235.143 habitantes); Charleroi (201.550 habitantes); y Lieja (196.632 habitantes).
3.3
Religión
Alrededor del 90% de la población belga es católica, pero este porcentaje y la asistencia al culto está en declive. La libertad religiosa está garantizada y una parte del salario de los eclesiásticos de cualquier religión la aporta el gobierno. Otras confesiones son el protestantismo y el judaísmo.
3.4
Lengua
En 1963 se aprobó una ley estableciendo tres lenguas oficiales: el flamenco, reconocido como lengua oficial en el norte; el francés, en el sur, y el alemán, en la zona oriental. En la ciudad y en los alrededores de Bruselas, el francés y el flamenco son reconocidos oficialmente, aunque los que hablan francés son el grupo más numeroso. En 1971 se aprobó un cambio constitucional por el que se reconocían estas tres comunidades lingüísticas, favoreciendo su autonomía cultural y revisando también la posición bilingüe y administrativa de Bruselas, un enclave en el área de habla flamenca. La ejecución de un programa en tres fases que buscaba incrementar la autonomía fiscal de las tres regiones etnolingüísticas empezó a finales de la década de 1980 y concluyó en 1995 con la formación de un sistema federal de gobierno.
3.5
Educación
Aunque la libertad de educación está estipulada por la Constitución de 1831, la primera ley para la educación pública no se promulgó hasta 1842. En 1914 se decretó la asistencia escolar obligatoria entre los 6 y los 14 años. A partir de 1959 el sistema educativo cuenta con escuelas estatales y escuelas privadas católicas. La controversia educativa en la que están inmersos aspectos lingüísticos y religiosos, surgida en el siglo XIX, ha continuado hasta la actualidad. La educación es obligatoria y gratuita desde los 6 hasta los 18 años. Desde 1963 la enseñanza se ha llevado a cabo en la lengua de la región; sin embargo, en Bruselas se hace en la lengua originaria del alumno. En el curso 2000 asistían a la escuela primaria 771.889 alumnos
La universidad más antigua data de la época medieval. La Universidad Católica de Lovaina, se dividió en 1970 en dos universidades, una de habla francesa y otra flamenca. Fue fundada bajo los auspicios religiosos en 1425. Las universidades de Gante y Lieja se fundaron en 1817, durante el periodo de dominio holandés, y la Universidad Libre de Bruselas se fundó en 1834 a partir de un decreto del gobierno independiente. Gante tiene una facultad de flamenco y Lieja otra de francés. En 1965 se abrieron universidades en las ciudades de Mons y Amberes. En 1970 la Universidad Libre de Bruselas se transformó en dos instituciones independientes, una de enseñanza en flamenco y otra en francés.
En Amberes, Bruselas, Gante, Lieja y Mons se ubican varias academias reales de bellas artes y conservatorios de música, mientras que Gante y Gembloux-sur-Orneau cuentan con institutos de agricultura estatales. En 2002–2003 la tasa de escolarización en las universidades y otras instituciones de enseñanza superior era del 61 por ciento.
3.6
Cultura
Los festivales desempeñan un importante papel en la vida de Bélgica. Uno de los más famosos es el carnaval de tres días en Binche, cerca de Mons, celebrado antes del de Lent. Durante el carnaval, la diversión y el baile son conducidos por gilles, hombres vestidos con sombreros altos y emplumados y brillantes trajes. Otro espectáculo famoso es la procesión de la Sagrada Sangre, celebrada en Brujas en mayo. El 6 de diciembre se conmemora el día de San Nicolás, una destacada fiesta infantil.
3.6.1
Bibliotecas y museos
En todas las grandes ciudades existen bibliotecas generales y especializadas. La que se considera biblioteca nacional y la que cuenta con un fondo más importantes es la Biblioteca Real Alberto I (1837), en Bruselas, con unos 3 millones de volúmenes. Las universidades de Gante, Lieja y Lovaina también tienen destacadas bibliotecas.
El Museo Real de Bellas Artes (1890), en Amberes, es famoso por su colección de pinturas del pintor flamenco Petrus Paulus Rubens. El Museo Real de Bellas Artes de Bélgica (1830), en Bruselas, tiene una colección artística que abarca muchos periodos, una sala de conciertos y una sala de proyecciones.
3.6.2
Literatura
Las subvenciones estatales hacen posible la existencia del Teatro Nacional (1945) en Bruselas. Bélgica ha contribuido a las literaturas flamenca y francesa. Entre los autores más sobresalientes del país están Philippe de Comines y Jean Froissart, que escribieron en francés durante la edad media. Las obras de Charles de Coster y Émile Verhaeren, ambos escritores en francés, y de Hendrik Conscience, que desarrolló la novela en flamenco, fueron famosas durante el siglo XIX. El poeta y autor dramático Maurice Maeterlinck, que escribió en francés, ganó el Premio Nobel de Literatura en 1911. No obstante, probablemente el autor más conocido de descendencia belga es Georges Simenon. Nacido en Lieja, su serie de novelas del inspector Maigret se han leído por todo el mundo. Véase Lengua flamenca; Literatura flamenca.
3.6.3
Arte
Durante los siglos XV y XVI, Europa del norte fue uno de los centros del renacimiento. Los pintores flamencos Hubert van Eyck y Jan van Eyck, El Bosco y Pieter Brueghel, el Viejo, están entre los artistas destacados de este periodo. Los más famosos en el siglo XVII fueron Rubens y Anthony van Dyck, que son considerados como los dos pintores flamencos de mayor renombre. En el siglo XX los pintores y artistas gráficos de fama internacional son James Ensor, Paul Delvaux y René Magritte. El arquitecto belga Victor Horta fue uno de los creadores del estilo arquitectónico Art Nouveau, que tuvo una influencia importante sobre los arquitectos europeos del siglo XX. La arquitectura contemporánea belga está representada por los diseños de Henry van de Velde.
4
ECONOMÍA
Bélgica es una de las primeras naciones industrializadas. Su producto interior bruto en 2006 era de 394.033 millones de dólares, resultando un ingreso por persona de 37.381,40 dólares. Bélgica importa grandes cantidades de materias primas que se procesan para su exportación en su mayor parte. La industria pesada belga se compone de empresas de acero, carbón, productos químicos y petróleo, controladas por seis trusts. En 2003 la producción eléctrica fue de 78.771 millones de kWh. En 2006 el presupuesto anual estimaba unos ingresos de 162.169 millones de dólares y unos gastos de 163.062 millones de dólares. Un creciente déficit presupuestario, combinado con altas tasas de desempleo, dificultan el crecimiento de la economía belga desde comienzos de la década de 1980. A finales de esta década y primeros años de la siguiente, el crecimiento se recuperó para volver a caer en 1993.
4.1
Agricultura
Alrededor del 2% de los trabajadores se dedican a actividades agrícolas, que producen un 80% de las necesidades alimenticias belgas. Un 65% de las granjas se cultivan de forma intensiva en explotaciones de unas 10 hectáreas. El 29% del suelo se usa para actividades de cultivo. En 2006 los principales cultivos fueron: remolacha o betabel (6 millones de t), patatas o papas (2,59 millones de t), trigo (1,58 millones t), cebada (367.348 t), fruta (595.450 t), tomates, y lino. El ganado y los derivados lácteos son las principales industrias agropecuarias; Bélgica produce un 95% de su consumo de carne y es autosuficiente en mantequilla, huevos y leche. En 2006 la cabaña ganadera se componía de 6,3 millones de cerdos, 2,7 millones de vacas, 153.976 ovejas y 34.799 caballos.
4.2
Silvicultura y pesca
Los bosques cubren un 22% de la superficie del país y las zonas de bosque se utilizan principalmente para actividades recreativas. En los últimos años, se ha desarrollado una repoblación con coníferas y las actividades silvícolas se han incrementado; sin embargo, la madera se importa aún para la industria del papel.
El principal y mayor puerto pesquero es Ostende. La flota pesquera captura en los bancos del norte del océano Atlántico, desde el mar del Norte hasta Islandia. Las capturas anuales en 2005 ascendían a 25.767 toneladas, principalmente de arenque, lenguado, bacalao, camarón, sardineta y platija.
4.3
Minería
Históricamente, el carbón es el principal recurso minero, pero su extracción ha sido agotada y la producción cayó considerablemente a finales de la década de 1980. La industria extrajo 5,6 millones de t de carbón en 1986, pero la producción se redujo a 634.000 t en 1991 y a sólo 147.000 en 2003. Muchas minas han tenido que cerrar en las regiones carboneras del sur, en torno a Mons, Charleroi, Lieja y Namur; la cuenca de Campine, al norte, produce casi todo el carbón que queda por extraer. Debido a esto, el carbón se debe importar para las acerías y otras industrias. También es destacada la importación de crudo de petróleo.
4.4
Industria
Bélgica es uno de los países europeos más industrializados, principalmente debido a su localización geográfica y a la infraestructura de transporte. La producción industrial se incrementó rápidamente después de la II Guerra Mundial, pero decreció en la década de 1950. Sin embargo, el establecimiento de la Comunidad Económica Europea (hoy Unión Europea) en 1957 y la introducción por el gobierno de un programa de incentivos a la inversión supuso un resurgir industrial. Bélgica está entre los mayores productores de hierro y acero, y más de la mitad de la producción se exporta. Alrededor de 10,5 millones de toneladas de acero en bruto se produjeron anualmente a comienzos de la década de 1990.
La industria textil, que data de la edad media, produce algodón, lana, lino y tejidos sintéticos. A excepción del lino, el resto de las materias también se importan. Los centros de la industria textil son Brujas, Bruselas, Limburgo, Gante, Lieja, Courtrai y Malinas. A principios de la década de 1990 se produjeron anualmente 46.000 toneladas de tejidos de algodón, 32.000 toneladas de tejidos de lana y 38.000 toneladas de rayón y telas de acetato. La elaboración de alfombras es una importante industria en Saint-Nicolas; Bruselas y Brujas se destacan por la manufactura de cintas, linón fino y damasco.
La industria química belga es líder en la producción mundial de cobalto y sales de radio, y también se encuentra entre los mayores productores de alquitrán de hulla, fertilizantes y plásticos. También elabora productos farmacéuticos, equipos fotográficos, objetos de vidrio, muebles, papel y cartón, y cemento.
La industria de metales no ferrosos, suministrada en especial por las materias primas de República Democrática del Congo, proporciona a las industrias metalúrgicas, químicas y otras una amplia variedad de metales, como cobre, cinc, plomo, platino, germanio y uranio.
El tamaño de la industria metalúrgica se ocupa de la producción de maquinaria pesada, estructuras de acero y equipos industriales. Otras industrias importantes son la naval (que se concentra en Amberes) y la construcción de equipos ferroviarios. La industria del tallado de diamantes, instalada en Amberes, es una de las más importantes de este tipo a escala mundial.
4.5
Moneda y banca
La unidad monetaria es el euro (el 2 de enero de 2002, un euro se cambió a 0.9038 dólares estadounidenses). Desde el 1 de enero de 1999, el euro se vinculó al valor del franco belga, con un cambio fijo de 40,3399 francos belgas por euro. A la cabeza del sistema bancario está el Banco Nacional de Bélgica, establecido en 1850, que emite los billetes nacionales.
4.6
Comercio
El comercio exterior de Bélgica y Luxemburgo se realiza conjuntamente. Los dos países formaron la Unión Económica Belga-Luxemburguesa (BLEU) en 1921; hasta 1990 operaba una tasa de cambio dual por lo que el franco belga es moneda de curso legal en Luxemburgo. En 1948 se estableció una unión acordada para algunas materias entre estos dos estados y los Países Bajos. Se amplió en 1958 en un acuerdo para la completa integración económica. En 1960 la Unión Económica del Benelux se hizo operativa, estableciéndose el libre movimiento de trabajadores, capitales y servicios entre los tres Estados. En 2003 las principales importaciones belga-luxemburguesas (incluyendo las de Luxemburgo) se componían de combustibles, menas y minerales, productos químicos, maquinaria y equipo eléctrico, vehículos de motor, metales no preciosos, equipos de transporte, accesorios de ropa y comestibles; tuvieron un valor anual de 235.366 millones de dólares. Las exportaciones, principalmente manufacturas de hierro y acero, textiles, productos químicos, equipos de maquinaria y transporte, alimentos y ganado y diamantes tallados, tuvieron un valor total de 255.301 millones de dólares. Alemania, Francia, Países Bajos, Gran Bretaña y Estados Unidos son los principales socios comerciales. Bélgica ingresó en la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) en 1951. Seis años después, fue miembro fundador de la Comunidad Económica Europea (hoy Unión Europea) y de la Comunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM).
4.7
Transporte
El acceso principal para los barcos se realiza por los estuarios del Escalda y el Mosa, que se encuentran en Holanda. Amberes (a orillas del río Escalda, apartado del mar unos 84 km) es uno de los puertos con más tráfico del mundo. Los ríos de Bélgica están conectados por un importante sistema de canales. La longitud de canales y ríos navegables totaliza del orden de 1.600 km. Además, hay 150.567 km de carreteras, y 3.542 km de ferrocarril. Existen 529 vehículos por cada 1.000 habitantes. Los ferrocarriles son propiedad del Estado; ningún otro país del mundo tiene un trazado de ferrocarril más denso por unidad de superficie. Sabena, la compañía aérea nacional, enlaza con las mayores ciudades del mundo.
4.8
Comunicaciones
Los servicios de emisiones radiofónicas en francés y flamenco son proporcionados por el gobierno, cuyos costes se sufragan a través de una tasa de licencia anual sobre cada aparato receptor, aunque también se permite la emisión comercial y se captan muchas emisoras extranjeras. En 1997 había 8 millones de receptores de radio, 6 millones de aparatos de televisión y estaban en servicio 461 teléfonos por cada 1.000 habitantes. Se publican 29 periódicos diarios.
4.9
Trabajo
La población activa es de 4,5 millones de trabajadores. En torno al 73% se dedican a la manufactura, los servicios y el comercio. Cerca de dos tercios de todos los trabajadores están afiliados a los principales sindicatos: la Federación General del Trabajo, la Federación Cristiana de Sindicatos y la Federación Nacional Liberal de Sindicatos.
5
GOBIERNO
Bélgica es una monarquía constitucional, representativa y hereditaria. La sucesión al trono recae en el primogénito. El actual soberano es el rey Alberto II. La Constitución belga se promulgó en 1831 y ha sido revisada en 1893, 1921, 1970, 1971, 1980, 1989 y 1993. Como respuesta a las tensiones entre las zonas de habla flamenca y francesa de Bélgica, las reformas a partir de 1970 han tendido a la formación de un Estado federal. La mayoría de los poderes gubernamentales esenciales están repartidos ahora en las tres regiones: Flandes, Valonia y Bruselas. Este proceso se completó en mayo de 1993.
5.1
Poder ejecutivo
El poder ejecutivo se confiere a la monarquía, que designa al primer ministro, los ministros y los jueces. El monarca es el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y, con la aprobación del Parlamento, tiene poder para declarar la guerra y firmar tratados. Entre los derechos constitucionales de la monarquía se encuentran el de convocar y disolver el Parlamento, conferir títulos nobiliarios y conceder indultos. Todos los actos reales, sin embargo, deben ser visados por un ministro, que asume la responsabilidad de estos actos ante el Parlamento. En la medida en que los ministros son responsables ante el Parlamento, la monarquía debe elegir un gabinete que represente a la mayoría parlamentaria. Los gabinetes son generalmente coaliciones de varios partidos.
5.2
Poder legislativo
El Parlamento belga, denominado Cámaras Federales, comprende el Senado y la Cámara de Representantes. El Senado consta de 71 miembros, elegidos tanto directa como indirectamente, por un periodo de cuatro años. El número de elección directa equivale a la mitad del número de escaños en la Cámara de Diputados; el resto son elegidos por el Senado y los consejos provinciales. La Cámara de Representantes, con 150 miembros, se elige por sufragio universal directo. Toda persona mayor de 18 años de edad está obligada a votar en las elecciones parlamentarias y puede ser multada por no hacerlo.
5.3
Poder judicial
La Constitución belga estipula una justicia independiente con poderes al mismo rango de aquéllos que disponen los poderes ejecutivo y legislativo. El más alto tribunal es la Corte de Apelación, constituida por un total de cinco, que se sitúan en Amberes, Bruselas, Gante, Lieja y Mons; las cinco cuentan cada una con la Corte de Trabajo y la Corte Suprema de Justicia. Los casos son remitidos a las cortes de apelación por los tribunales auxiliares, que revisan las materias civiles y criminales. En los tribunales auxiliares 12 jurados deciden todos los casos por votación mayoritaria. En 1989 se estableció un Tribunal Superior para resolver conflictos constitucionales surgidos por la transferencia del poder del gobierno central a las autoridades regionales.
5.4
Gobierno local
Cada una de las tres regiones de Bélgica elige su propio Parlamento, que es responsable de la educación, la sanidad y otras áreas de decisión en la región. Dentro de una región, cada provincia tiene un consejo de 50 a 90 miembros elegidos por voto directo. Las provincias se subdividen en distritos administrativos, configurados por ciudades, llamadas communes. Cada commune está administrada por un burgomaestre (alcalde o intendente) designado por el monarca. El ayuntamiento, de elección directa durante seis años, la notifica al monarca para su conformación. El Consejo elige un cuerpo ejecutivo denominado la Mesa del Consejo. El gobierno local en todos los grados posee un gran grado de autonomía, una tradición que ya se originó en tiempos feudales.
5.5
Partidos políticos
Las tres fuerzas políticas más importantes, cada una de ellas con una sección flamenca y otra valona, son los democristianos (Partido Popular Cristiano flamenco y Partido Social Cristiano valón), los socialistas y los liberales, que aúnan al Partido Libertad y de Progreso (flamenco, 1961) y al Partido Liberal Reformista (valón, 1979). Hay muchos partidos menores.
5.6
Salud y bienestar social
Los servicios sanitarios y hospitalarios son responsabilidad de las comisiones de asistencia pública localizadas en cada ciudad. Estas comisiones pagan la atención de pacientes en los hospitales privados, administran los hospitales públicos y organizan los servicios de enfermería y clínicos.
La Seguridad Social, basada en una ley aprobada en 1944, se aplica a todos los trabajadores sujetos a contratos de empleo. La Oficina Nacional Central de la Seguridad Social recoge de los empresarios y empleados todas las contribuciones para subsidios familiares, seguros sanitarios, jubilación, vacaciones y seguro de desempleo, y distribuye los fondos a las respectivas secciones administrativas. Este extenso sistema de bienestar ha dado como resultado grandes mejoras en la salud pública y ha traído estabilidad económica a la población, pero también ha incrementado el déficit público.
5.7
Defensa
Bélgica es miembro fundador de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que tiene su cuartel general en Bruselas. El reclutamiento para las Fuerzas Armadas se hace por alistamiento voluntario. El entrenamiento militar y el equipamiento están coordinados con los de Holanda, según un acuerdo de 1948. Para reducir los gastos públicos, los efectivos del ejército disminuyeron drásticamente de 80.000, a 36.900 en 2004.
6
HISTORIA
El nombre de Bélgica procede de los belgas, una antigua tribu celta. La región romana de la Gallia Belgica (Galia belga) abarcaba la actual Bélgica, el norte de Francia, Holanda y parte de Suiza. Tras la caída de Roma, Europa occidental fue dominada por el reino de los francos. Creado en la Galia belga, se expandió hacia Alemania y con el tiempo se extendió desde los Pirineos al oeste, hasta la propia Roma en el sur, después de atravesar los Alpes. Los francos, regidos por Carlomagno, unieron todo el occidente de Europa mediante conquistas durante su reinado (768-814). Cuando el reino franco se dividió en el 843, Bélgica se incorporó a la Lotaringia, que formaba parte de la Francia Orientalis (el reino franco del este o Alemania). En el extremo occidental de este reino se erigió el condado de Flandes, que fue feudo de los reyes de Francia. En 1384, Flandes se unió con Borgoña cuyos duques, a mediados del siglo XV, gobernaron gran parte de Bélgica y Holanda. Mientras, debido a la obediencia a la Corona francesa, el propósito de Borgoña fue fundar un Estado poderoso entre Francia y Alemania. Este esfuerzo se vio interrumpido por la muerte en 1477 del último gobernante de Borgoña, Carlos el Temerario.
6.1
Hegemonía de los Habsburgo
Por el matrimonio en 1477 de María de Borgoña, hija de Carlos el Temerario, con el príncipe alemán Maximiliano (después Maximiliano I, emperador alemán), todos los ricos dominios de Borgoña, excepto el ducado mismo, pasaron al control de la familia Habsburgo. El hijo mayor de Maximiliano, Carlos, heredó los Países Bajos (donde se ubicaba la actual Bélgica) en 1506. Carlos I ascendió al trono de España en 1516 y después fue elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico con el nombre de Carlos V. En 1549 decretó que los Países Bajos se unieran formalmente a sus dominios españoles.
Cuando Felipe II de España, el sucesor de Carlos, intentó suprimir el protestantismo y establecer un mayor control comercial, provocó una rebelión en los Países Bajos que empezó en 1566. Este levantamiento fue en parte de carácter religioso y económico, y en parte un intento por preservar las tradiciones de gobierno autónomo. Los ejércitos españoles fueron derrotados en un principio, pero la contienda continuó entre los católicos del sur y los protestantes del norte. En 1581 las siete provincias del norte (Güeldres, Frisia, Holanda, Groninga, Overijssel, Utrecht y Zelanda) declararon su independencia con el nombre de Provincias Unidas de los Países Bajos, mientras las provincias del sur (Bélgica) permanecieron leales a España.
Felipe II intentó la reconquista del norte sin éxito. En 1609, incapaces ambos contendientes de una victoria decisiva, Felipe III firmó una tregua de 12 años con los rebeldes. Al punto de concluir, se declaró la guerra de los Treinta Años (1618-1648) y los Países Bajos españoles fueron de nuevo campo de batalla. En 1635 las fuerzas de Holanda y Francia se unieron para dividir los Países Bajos españoles, pero todavía no pudieron desalojar los tercios del rey español Felipe IV. Una sucesiva serie de victorias franco-holandesas forzaron finalmente al monarca español a aceptar una paz separada con Holanda en 1648. El sur (los actuales Bélgica y Luxemburgo) se mantuvo bajo el dominio español. Por el Tratado de Münster, Holanda ganó algunos territorios en la frontera sur, concretamente Maastricht (Mastrique), y España acordó cerrar la navegación del río Escalda, que discurre por territorio de Holanda, lo que dejó a Amberes sin acceso al mar. La gran ciudad portuaria, un centro del comercio, entró con ello en un periodo de declive.
Francia, con una coalición de potencias europeas, continuó la guerra contra España. A lo largo de su reinado, el rey de Francia, Luis XIV, no quiso abandonar sus demandas sobre los Países Bajos holandeses. Por el Tratado de los Pirineos en 1659, Francia incorporó varias áreas fronterizas y posteriormente ocupó varias ciudades. Los Países Bajos españoles se convirtieron en pieza importante del siguiente gran conflicto europeo, la guerra de Sucesión Española. La Paz de Utrecht (1713-1715) dio a Francia parte de Flandes, incluyendo Dunkerque y Lille. La mayor parte del territorio, sin embargo, se convirtió en los Países Bajos austriacos, con la estipulación de que sus fortalezas en la frontera francesa serían guarnecidas por holandeses.
Durante la guerra de Sucesión Austriaca en 1744, el país fue ocupado por los franceses, pero volvió a Austria por el Tratado de Aquisgrán en 1748. Exceptuando esta invasión, el periodo de dominio austriaco en Bélgica fue en principio pacífico. Esta tranquilidad se interrumpió en 1781, cuando el emperador austriaco José II decidió arrasar las fortalezas fronterizas y reabrir el estuario del Escalda. Los holandeses montaron un bloqueo efectivo y cerraron el río al comercio. Entonces, en 1787, como parte del esfuerzo para centralizar la administración de los dominios más lejanos de los Habsburgo, José abolió la autonomía provincial en los Países Bajos austriacos. La pérdida del control local llevó a un levantamiento general que coincidió con el estallido de la Revolución Francesa. La mayoría de las fortalezas austriacas se vieron forzadas a capitular y el 11 de enero de 1790 se proclamó la República de Bélgica. Las disputas entre las facciones sociales y religiosas sacudieron al nuevo Estado hasta sus raíces. En el mismo año de la muerte de José (1790), su sucesor Leopoldo II restableció el control. Gobernador conciliador e ilustrado, revocó los decretos de su predecesor, pero el nuevo régimen obtuvo poco apoyo popular. Después de que Leopoldo fuera sucedido por Francisco II en 1792, Austria entró en guerra con el gobierno revolucionario de Francia. Bélgica fue ocupada dos veces por el ejército francés y el país fue cedido formalmente a Francia por el Tratado de Campo Formio en 1797.
6.2
Dominio francés y holandés
El régimen instalado por los franceses fue por lo general impopular, pero Bélgica se benefició del dominio francés. Expandió su superficie después que Francia conquistara la próspera ciudad de Lieja y la anexionara al territorio de Bélgica; lo que supuso un beneficio económico al abrir los franceses el río Escalda a la navegación, logrando un resurgimiento de Amberes como centro comercial y abriendo nuevos mercados para la industria local.
En 1814 el país fue ocupado por los ejércitos de las naciones alineadas contra Napoleón Bonaparte. Al año siguiente se libró en suelo belga la batalla de Waterloo, la última gran batalla de las Guerras Napoleónicas.
Los acuerdos de paz que se adoptaron en el Congreso de Viena en 1815 unieron de nuevo Bélgica y Holanda, en el Reino de los Países Bajos, siendo nombrado rey el holandés Guillermo I. Los católicos belgas, sin embargo, no querían un soberano protestante, y demandaban una mayor autonomía política y cultural. El estallido revolucionario en julio de 1830 en Francia incitó un levantamiento belga en agosto. Expulsadas las tropas holandesas de Bruselas, el 4 de octubre una coalición de católicos y liberales proclamó la independencia de Bélgica. En la Conferencia de Londres (1831), las grandes potencias Austria, Francia, Gran Bretaña, Prusia y Rusia aceptaron la independencia de Bélgica, a pesar del rechazo de Holanda.
6.3
Independencia y neutralidad
Los belgas redactaron una Constitución que estipulaba un poder legislativo bicameral elegido por propietarios varones y con un rey cuyos actos ejecutivos tenían que ser refrendados por un ministro responsable. Eligieron monarca a Leopoldo I, de Sajonia-Coburgo-Gotha. Fue modelo de monarca constitucional, cuya destreza política hizo posible que ejerciera un considerable poder dentro de sus fronteras y se convirtiera en una figura influyente entre los gobernantes europeos. Los holandeses reconocieron la independencia de Bélgica en 1839 y se firmó un tratado de paz entre ambos. En el acuerdo, la mitad de Luxemburgo pasó a ser provincia belga, mientras a los holandeses se les confirió el control nominal del resto del Gran Ducado, como también Limburgo, al este del río Mosa. En su disposición más importante, las potencias europeas confirmaron a Bélgica como 'Estado independiente y perpetuamente neutral'.
A pesar de la extraña alianza interna entre católicos y liberales anticlericales, sobrevivió el constitucionalismo belga. El declive económico tras la separación de los mercados de Holanda fue contrarrestado por el primer programa de una nación europea en la construcción del ferrocarril, que conectó todas las grandes ciudades belgas en 1840. Bélgica llegó a ser política y económicamente viable en 1865, cuando murió Leopoldo I y fue sucedido por su hijo.
Bajo el reinado de Leopoldo II, Bélgica se enfrentó a numerosos problemas interiores. Los liberales y católicos lucharon por el control de la educación, y finalmente acordaron que los gobernantes locales decidieran si se subvencionaban o no las escuelas parroquiales. La industrialización durante la década de 1880 y el aumento de la población, que provocó la más alta de Europa, habían producido unas condiciones inhumanas de vida en las ciudades. Como la mano de obra del sector primario disminuyó y el número de personas ligadas a la industria se triplicó, los distintos gobiernos establecieron una legislación para mejorar las condiciones de las viviendas y del trabajo. Los trabajadores, que todavía no tenían reconocido el derecho al voto, empezaron a organizarse con el fin de obtener los mismos derechos. La huelga general de 1893 forzó al Parlamento a instituir el sufragio universal entre los hombres adultos, modificado para quedar limitado a graduados universitarios, mayores de 50 años y propietarios.
Otro problema interior fue la carencia de un idioma común. Los habitantes del país se dividían entre flamencos de habla holandesa (en Amberes, Flandes Oriental y Occidental y Limburgo), y valones de habla francesa, en el resto de las provincias. La provincia de Brabante, donde se ubicaba Bruselas, albergaba ciudadanos que hablaban ambas lenguas. Los flamencos excedían en número a los valones, pero el francés era el idioma de las clases dirigentes, que controlaban la mayoría de las instituciones políticas y la riqueza del país. La expansión del sufragio empezó a compensar este desequilibrio, forzando al ejecutivo a acordar un trato igualitario para ambas lenguas en los asuntos oficiales.
A comienzos de su reinado, Leopoldo II financió personalmente una expedición al río Congo, y en la Conferencia de Berlín de 1885 se le reconoció como soberano del Estado Libre del Congo, concebido como propiedad personal del monarca, cuya administración quedó en manos de una empresa. Después de 1900, sin embargo, los informes de malos tratos a los nativos africanos violentaron a la opinión pública belga y se tuvo que legislar en 1908 la transferencia del control total de esta empresa al Estado.
Como el estallido de la guerra parecía inminente en Europa, el carácter neutral de Bélgica causó una controversia interior sobre el presupuesto militar. Los defensores de su incremento se oponían a los que creían que la neutralidad de la nación hacía innecesario más armamento. Desde 1909, cuando Alberto subió al trono, hasta que finalizó su reinado en 1934, hubo intentos para fortalecer el ejército nacional. Su gobierno, liderado por católicos, utilizó una victoria electoral en 1912 para incrementar las cuotas de poder sobre la oposición de liberales y socialistas.
6.4
I Guerra Mundial
El 4 de agosto de 1914, una semana después de comenzada la contienda, las tropas alemanas cruzaron la frontera de Bélgica, ignorando su estatuto de neutralidad. El Gobierno se resistió a la invasión y solicitó ayuda a Francia, Gran Bretaña y Rusia. El ejército belga realizó una heroica defensa contra las fuerzas alemanas; durante cuatro años sus tropas resistieron en una franja de territorio entre el río Yser y la frontera francesa. Los alemanes, mientras tanto, llevaron a cabo una dura ocupación de Bélgica, confiscando propiedades y deportando civiles. Aunque intentaron capitalizar la cuestión de la lengua al establecer administraciones separadas para flamencos y valones, sólo una pequeña parte de flamencos colaboró con los alemanes. Un millón de belgas huyeron del país. Durante la guerra murieron más de 80.000 soldados y civiles belgas.
La gran ofensiva aliada, que empezó el 28 de septiembre de 1918, liberó por completo la costa de Bélgica y llevó a los alemanes a acordar un armisticio y a retirarse según las propuestas de los aliados. Por el Tratado de Versalles, Alemania cedió Eupen, Malmédy y Moresnet a Bélgica, incorporando al reino 989,3 km2 y 64.500 habitantes.
Bélgica se enfrentó a la tarea de reconstruir las zonas devastadas. Aunque el daño fue enorme, el país logró una recuperación notable. La introducción del voto para los hombres no cualificados después de la guerra incrementó el número de votantes socialistas, que ahora suplantaron a los liberales en el papel de rivales políticos de los católicos. Mientras tanto, abandonó la neutralidad y en 1920 firmó una alianza militar con Francia. En 1925 firmó los acuerdos de Locarno, en los que Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia confirmaron la inviolabilidad territorial de Bélgica.
6.5
II Guerra Mundial
En 1936, después de que Francia consintiera la remilitarización alemana en la zona del Rin, Bélgica de nuevo volvió a la neutralidad en la creencia de que Gran Bretaña y Francia intervendrían en su defensa contra la agresión extranjera. A pesar de ello, fue atacada por segunda vez por Alemania el 10 de mayo de 1940. Sin previo aviso, los aeródromos de Bélgica, las estaciones de ferrocarril y los centros de comunicaciones fueron bombardeados por la aviación alemana y unidades armadas alemanas cruzaron la frontera. El ejército y las tropas francesas y británicas que vinieron en ayuda de Bélgica fueron arrollados por la superioridad de las fuerzas invasoras. El 26 de mayo los aliados fueron empujados hasta un estrecho cerco alrededor de Dunkerque (Francia), cerca de la frontera con Bélgica. El rey Leopoldo III se rindió incondicionalmente junto al resto de sus fuerzas el 28 de mayo y fue hecho prisionero. El gabinete belga, que había huido a París, rehusó reconocer la derrota y declaró la rendición del rey 'ilegal e inconstitucional'. El 30 de mayo los ministros acordaron despojar a Leopoldo III de todos los poderes y derechos a gobernar, una decisión apoyada por el Parlamento belga. Tras la caída de Francia, el gobierno belga en el exilio se trasladó a Londres. El 8 de septiembre de 1944 regresó a Bélgica, tras el abandono de los alemanes. Transcurrido un mes, el Parlamento eligió al hermano de Leopoldo, el príncipe Carlos, como regente.
6.6
La Bélgica de la posguerra
Aunque estaba en mejor situación económica terminada la II Guerra Mundial que después de la Primera, políticamente estaba desorganizada a causa del enfrentamiento entre el Partido Social Cristiano (católicos) y la coalición de liberales, socialistas y comunistas. Intensificando la disputa política estaba la cuestión relativa al rey Leopoldo, que se había quedado en Austria esperando la determinación sobre su futuro. A pesar de la presión de los católicos (ahora fortalecidos por la concesión de privilegios políticos a las mujeres), que permitió el regreso del rey, el Parlamento belga en el verano de 1945 prolongó indefinidamente la regencia del príncipe Carlos, quedando Leopoldo fuera del poder a causa de su supuesta derrota en 1940. Mientras continuaba la lucha por el control político, Bélgica volvió a recuperar su anterior posición en el concierto de las grandes naciones mercantiles del mundo.
Como socio fundador el 26 de junio de 1945 de las Naciones Unidas (ONU), Bélgica dio un apoyo sólido a otros Estados occidentales durante la Guerra fría frente a la influencia de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en Europa del Este colaborando en la recuperación económica de Europa occidental. En abril de 1949 Bélgica ingresó en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
6.7
La polémica monárquica
El 12 de marzo de 1950, después de más de un año de sucesivas crisis de gobierno, se suscitó la polémica sobre el rey. El electorado belga acudió a las urnas en un plebiscito consultivo sobre el retorno del rey Leopoldo. La respuesta de un 57,6% de los votantes fue afirmativa. El 20 de julio, el Parlamento belga ratificó el sentir popular. Durante las siguientes semanas las huelgas, manifestaciones y alborotos organizados por sectores contrarios a Leopoldo se sucedieron en muchas áreas urbanas, aumentando la posibilidad de una guerra civil. El 1 de agosto, después de consultar con el gobierno y los líderes políticos, Leopoldo acordó ceder sus privilegios reales a su hijo, el príncipe heredero Balduino, y abdicar al año siguiente, cuando su hijo alcanzara la mayoría de edad. Así, Leopoldo abdicó el 16 de julio de 1951 y Balduino fue proclamado rey al día siguiente.
6.8
Cooperación europea
La década de 1950 estuvo marcada por el esfuerzo concentrado de los líderes europeos para efectuar una unión política y económica de los Estados de Europa occidental. Con un papel activo en este movimiento, Bélgica, junto con Francia, la República Federal de Alemania, Luxemburgo, Italia y los Países Bajos, se convirtió en miembro constituyente de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) en 1952. Cuando Francia rechazó ratificar el tratado estableciendo la Comunidad Europea de Defensa en 1954, el ministro de Asuntos Exteriores belga Paul Henri Spaak inició el segundo 'lanzamiento de Europa'. Su esfuerzo fue contribuir a la fundación, en 1957, de la Comunidad Económica Europea (CEE). Bruselas se convirtió en la sede de la comisión de gobierno y de la mayoría de su burocracia, reflejando el papel clave que Spaak había desempeñado en la formación del nuevo orden europeo. Aquel mismo año el país se convirtió en miembro de la Comunidad Europea de Energía Atómica (EURATOM). Bélgica se ha beneficiado mucho por su condición de miembro y es pieza clave en estas organizaciones supranacionales.
6.9
Fin del imperio y crisis nacional
En 1960, las revueltas en el Congo Belga forzaron a Bélgica a retirarse. El 30 de junio de 1960, el rey Balduino proclamó la independencia de la colonia (llamada en la actualidad República Democrática del Congo). En 1962, los administradores belgas de la ONU a cargo del territorio de Ruanda-Urundi llevaron a cabo la independencia de Ruanda y Burundi.
Dentro de Bélgica, la permanente rivalidad entre flamencos y valones acabó con frecuencia en alborotos durante la década de 1960. Una disposición gubernamental efectuada en septiembre de 1963 cambió los límites de la lengua oficial, pero el problema no se resolvió fácilmente. En enero de 1968 las disputas entre valones y flamencos llevaron al hundimiento del gobierno. El líder socialcristiano Gaston Eyskens formó una coalición con los socialistas en junio. La coalición conservó su mayoría en 1971, pero el gabinete dimitió en noviembre de 1972. Siguió una coalición de tres partidos bajo liderazgo socialista pero, debilitado por las tensiones lingüísticas y culturales, se rompió en enero 1974. Después de las elecciones de marzo, el líder socialcristiano, Léo Tindemans formó una coalición con los liberales y la agrupación valona. Mantuvo el cargo hasta febrero de 1977 a pesar de la recesión económica. Las elecciones se celebraron en abril, pero los resultados hicieron imposible la formación de un nuevo gobierno hasta lograr un acuerdo que otorgaba una mayor autonomía regional. Ese acuerdo fue rechazado por el Parlamento y las elecciones de diciembre de 1978 resultaron poco concluyentes.
En la década de 1980, los socialcristianos formaron los gabinetes ministeriales, generalmente bajo el liderato de Wilfried Martens, que formó su octavo gobierno en 1988; en enero de 1989 el Parlamento aprobó un programa para transferir el poder desde el gobierno central a las tres regiones etnolingüísticas (véase Lengua, más arriba). La puesta en práctica de esta ley se aplicó lentamente y en noviembre de 1991 las elecciones dieron como resultado una mayoría reducida para los socialcristianos. Martens dimitió como máximo dirigente del partido y su sucesor, Jean-Luc Dehaene, formó un nuevo gobierno de centro-izquierda en marzo de 1992. Bélgica decidió apoyar el crecimiento económico y la cooperación política en Europa al ratificar el Tratado de Maastricht sobre la Unión Europea al finalizar 1992. En mayo de 1993, Bélgica se convirtió oficialmente en un país federal con tres regiones o estados. El rey Balduino murió el 31 de julio de 1993 y le sucedió su hermano Alberto II al no tener descendientes de su matrimonio con la española Fabiola de Mora y Aragón.
En 1994, la muerte del presidente de Ruanda en un accidente aéreo desencadenó una sangrienta guerra civil entre las tribus tutsi y hutu en la que posiblemente murieron un millón de personas. Las tropas belgas desempeñaron un papel destacado en los intentos iniciales de la ONU por finalizar el enfrentamiento étnico.
El partido del primer ministro, Dehaene, y los otros tres que integraban la coalición gubernamental (en la que estaba incluida el Partido Socialista) fueron derrotados en las elecciones del 13 de junio de 1999, por lo que aquél presentó su dimisión y fue sustituido un mes después al frente del gabinete por Guy Verhofstadt, líder del partido Liberales y Demócratas Flamencos (VLD). Se ponía así punto y final a más de 40 años de participación de los socialcristianos en el poder. El nuevo gobierno, integrado por grupos liberales (VLD y Partido Reformador Liberal), socialistas (Partido Socialista y Partido Socialista Flamenco) y verdes (Ecolo y Agalev), promovió durante los siguientes cuatro años una legislación netamente progresista en lo social (con hitos como la despenalización parcial de la eutanasia o la legalización del matrimonio entre homosexuales) y preocupada por el respeto al medio ambiente (especialmente en cuestiones relativas a la energía nuclear). Asimismo, logró un importante crecimiento económico, y la disminución progresiva de la deuda pública y del índice de desempleo. En los comicios legislativos que tuvieron lugar el 18 de mayo de 2003, los votantes depositaron de nuevo su confianza en los socialistas (que mejoraron notablemente sus resultados) y los liberales (en cambio, los verdes sufrieron una gran pérdida de votos respecto a la anterior cita con las urnas). Verhofstadt podría así seguir al frente de un gabinete continuador del que durante la anterior legislatura había estado integrado por la llamada coalición arco iris.
En las elecciones de junio de 2007, la coalición gubernamental sufrió pérdidas significativas; VLD solo consiguió 18 escaños y de inmediato Verhoftstadt presentó su dimisión, disponiéndose a formar un nuevo gobierno de coalición Yves Leterme, líder de la formación con mejores resultados electorales, los Cristianodemócratas Flamencos. Sin embargo, Leterme, partidario de una mayor autonomía regional, tuvo graves problemas para alcanzar el esperado pacto de gobernabilidad con otras fuerzas y las negociaciones para ello condujeron a un periodo de incertidumbre y crisis política que habría de prolongarse durante los nueve meses siguientes a los comicios. Ante una situación que parecía no tener salida, Verhofstadt fue incluso investido de nuevo jefe de gabinete mientras las conversaciones continuaban. Finalmente, en marzo de 2008, Leterme pudo tomar posesión del cargo de primer ministro.


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