jueves, 20 de diciembre de 2012

Papúa-Nueva Guinea



Papúa-Nueva Guinea (nombre oficial en hiri motu, Papua Niuguini; en inglés, Papua New Guinea, Estado Independiente de Papúa-Nueva Guinea), estado independiente situado al este de Indonesia y al norte de Australia, en el suroeste del océano Pacífico. La mitad oriental de la isla de Nueva Guinea, supone más del 80% de la superficie total terrestre que es 462.840 km² aproximadamente. Los grupos de islas más importantes de Papúa-Nueva Guinea (que comprende unas 600 islas e islotes) son el archipiélago de Bismarck, el archipiélago de la Luisiada, las islas Trobriand, las islas D'Entrecasteaux, la isla Woodlark y las islas de Bougainville y Buka. Papúa-Nueva Guinea limita al norte con el mar de Bismarck, al este con el mar de Salomón, al sur con el mar del Coral, el golfo de Papúa y el estrecho de Torres, y al oeste con la provincia indonesia de Papúa (antes Irian Jaya). Los papúes, que son los habitantes originarios de las islas, comparten el territorio con grupos melanesios y de pigmeos procedentes de antiguas migraciones. La capital y principal ciudad es Port Moresby (con una población en 1990 de 195.000 habitantes). Otras ciudades destacadas son Lae (78.038 habitantes) y Madang (27.057 habitantes). La población de Papúa-Nueva Guinea (según estimaciones oficiales para 2008) era de 5.921.144 habitantes, lo que da una densidad de 13 hab/km² aproximadamente. La esperanza de vida era de 64 años para los hombres y de 68 años para las mujeres (según datos de las Naciones Unidas para 2008).
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TERRITORIO Y RECURSOS
La línea de costa del continente de Papúa-Nueva Guinea es de baja altitud en su mayor parte. En el sur está cortada por las desembocaduras de los ríos y por un destacado número de bahías, entre las que se encuentra, en el extremo oriental, la bahía de Milne. El río Daru forma un vasto delta encharcado en el suroeste. Desde aquí el terreno se eleva hasta las accidentadas montañas del interior, que incluyen los montes Bismarck y Owen Stanley. La actividad glaciar es notable y permite la existencia de nieves perpetuas por encima de los 4.400 metros a pesar de su proximidad a la línea del ecuador. La cota más elevada es el monte Wilhelm (4.509 m). Entre los ríos continentales destaca el Fly, también en el suroeste, el Purari en el sur, y el Sepik, el Markham y el Ramu, en el norte. El Fly es navegable en su curso bajo a lo largo de 500 km aproximadamente. Algunas de las mayores islas de Papúa-Nueva Guinea, como Nueva Bretaña, Nueva Irlanda y Bougainville, son montañosas y de origen volcánico, mientras que la mayoría de las pequeñas son atolones coralinos de poca altitud.
2.1
Clima
El clima de Papúa-Nueva Guinea es típicamente monzónico, cálido y húmedo durante todo el año. En las tierras bajas las temperaturas oscilan entre los 21,1º y los 32,2 ºC. En las regiones montañosas se recogen temperaturas inferiores a 3,3 ºC. Las precipitaciones totales anuales son de casi 5.080 mm en la región de la bahía de Milne y de 5.840 mm en la desembocadura del río Fly. Port Moresby, que se encuentra entre estos dos puntos, está protegida por la cordillera de Owen Stanley y recibe sólo alrededor de 1.145 mm anuales.
2.2
Flora y fauna
El 64% de la superficie de Papúa-Nueva Guinea está cubierta por un denso bosque lluvioso tropical. A lo largo de la costa del continente se encuentran áreas húmedas con sagúes y mangles. En las montañas hay grupos esparcidos de pinos, así como bosques de caducifolias y algo de flora alpina.
La fauna de Papúa-Nueva Guinea es abundante y variada. Comúnmente se encuentran mamíferos como el canguro de árbol, el ualabí, el jabalí, el dingo y variedades de ardillas, ratas, murciélagos y ratones. Abundan numerosas especies de mariposas y de aves tropicales, como la mayor mariposa del mundo (ala de pájaro) y el ave del paraíso. También son numerosas las especies de reptiles. Las aguas costeras están habitadas por muchas especies de peces, crustáceos y tortugas.
2.3
Temas medioambientales
Se han destruido parte de zonas forestales ricas en biodiversidad. En el periodo 1990–2005, la tasa de deforestación fue del 0,44% del suelo. En parte debido a esta pérdida de hábitat boscoso, 295 especies del país están en peligro de extinción. Sin embargo, existe un programa de conservación de bosques, y el gobierno incentiva el ecoturismo como fuente de ingresos.
Sólo el 1,9% (2003) del suelo de Papúa-Nueva Guinea es cultivable o está bajo cultivo permanente, pero la agricultura es un componente importante de la economía nacional. Representa el 41,8% (2004) del producto interior bruto (PIB) y emplea al 72% (2000) de la población activa. La erosión del suelo es un problema en las zonas que se alteran para uso agrícola. Entre los principales recursos naturales de Papúa-Nueva Guinea figuran los minerales, como el cobre y el oro. La minería ha provocado graves problemas medioambientales, como la contaminación de las vías de agua con escurridos de metales pesados sin tratar, provenientes de las minas. Papúa-Nueva Guinea forma parte de tratados internacionales relativos a la biodiversidad, el cambio climático, especies en peligro de extinción, vertidos marinos, contaminación naval, bosques tropicales y humedales.
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ECONOMÍA
La agricultura es la actividad económica más importante en Papúa-Nueva Guinea. Sin embargo, los suelos son generalmente de calidad pobre, fuertemente lixiviados, y fértiles solamente en las tierras bajas y en algunas islas exteriores. La agricultura tiene principalmente carácter de subsistencia. Los cultivos más importantes son los cocos (260.000 t), las patatas o papas (900 t), las bananas y el ñame. La pesca y la caza son también actividades de subsistencia. Los cultivos crematísticos, obtenidos en las grandes plantaciones, son el café (67.500 t), el cacao (42.500 t) y la copra. En 2005 la cabaña ganadera contaba con 91.500 cabezas de ganado vacuno, 1,8 millones de cabezas de porcino, alrededor de 2.700 cabezas de caprino y 4 millones de aves de corral.
Desde la década de 1970, la explotación intensiva de los recursos minerales de Papúa-Nueva Guinea ha sido una actividad económica en expansión. En Bougainville y en el continente se han comenzado a explotar grandes minas de oro y cobre. Sin embargo, las minas de cobre de Bougainville se cerraron en 1989, debido a la oposición de la población de la isla. La producción minera de 2004 fue de 173.400 t de cobre, 74 t de plata y 73.000 kg de oro. Papúa-Nueva Guinea también produce cantidades considerables de madera y la pesca (tanto de agua dulce como de agua salada) es una industria en desarrollo. La industria manufacturera del país está limitada a la producción de artículos de consumo básico, como alimentos elaborados y vestidos.
El producto interior bruto (PIB) de Papúa-Nueva Guinea es de 5.654 millones de dólares al año, lo que equivale a 911,70 dólares per cápita (según estimaciones del Banco Mundial para 2006). Se estima que los gastos del presupuesto en 2002 fueron de 672 millones de dólares. La unidad monetaria de Papúa-Nueva Guinea es el kina, dividido en 100 toea (3,10 kina equivalían a 1 dólar estadounidense en 2006). La balanza de pagos en 2002 tenía un deficit del -2,30% del PIB. El oro, el café, el cacao y la madera son sus principales exportaciones. El cobre, que fue la exportación más destacada durante la década de 1980, ha disminuido drásticamente su importancia desde el cierre de las minas de Bougainville en 1989. Las principales importaciones son la maquinaria y el equipamiento de transportes, alimentos y productos petrolíferos. Los socios comerciales de Papúa-Nueva Guinea son Australia, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Singapur, Corea del Sur y Estados Unidos.
El terreno accidentado de Papúa-Nueva Guinea hace que la construcción de rutas de transporte terrestre sea muy difícil, por lo que el país sólo tiene un sistema muy limitado de carreteras; 19.600 km de los cuales sólo un 4% están pavimentados y no posee ferrocarril. En 1997 se utilizaban 26 vehículos de motor por cada 1.000 habitantes, la mayoría con fines comerciales. Los servicios aéreos cubren el servicio de muchas zonas. Air Niugini, las líneas aéreas nacionales, ofrecen conexiones nacionales e internacionales. Port Moresby es un importante puerto marítimo. Se editan 2 periódicos diarios, y emiten dos cadenas comerciales de televisión y una cadena de radio estatal. El número de aparatos de televisión y radio es aproximadamente de 80.000 y 410.000 respectivamente.
La pequeña fuerza defensiva de Papúa-Nueva Guinea cuenta con 3.100 soldados y recibe ayuda de Australia en su larga ofensiva contra los secesionistas del Ejército Revolucionario de Bougainville.
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GOBIERNO
Papúa-Nueva Guinea está gobernada bajo una Constitución que entró en vigor en 1975. Como miembro de la Commonwealth, este Estado está encabezado por el soberano británico, que está representado por un gobernador general. El poder legislativo está en manos del Parlamento nacional unicameral, compuesto por 109 miembros elegidos por el pueblo para periodos de cinco años. El principal cuerpo ejecutivo es el Consejo Ejecutivo Nacional, que es responsable ante el Parlamento. El Consejo está presidido por un primer ministro. Entre los principales grupos políticos destacan el Pangu Pati (fundado en 1967), con base urbana y costera, el conservador Partido Progresista Popular (1970), la Alianza Melanesia, con base en Bougainville, (1978), el Partido Nacional, con base en las tierras altas, (1979) y el Movimiento Democrático Popular (1985), un grupo separado del Pangu Pati. La máxima autoridad judicial es el Tribunal Superior; los cuerpos judiciales menores incluyen tribunales de distrito, locales y de guardia. Papúa-Nueva Guinea está dividida en el distrito de la capital nacional y en 19 provincias.
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HISTORIA
Para más información sobre la historia anterior a 1883 del área que actualmente ocupa Papúa-Nueva Guinea, véase Nueva Guinea.
En 1828 los holandeses formalizaron su control de la mitad occidental de la isla, pero el control colonial de la parte oriental no acabó hasta fines de siglo. En 1883, el gobierno de Queensland (Australia) anexionó la parte suroriental de la isla de Nueva Guinea en nombre de Gran Bretaña para evitar la ocupación de Alemania, que reclamaba la zona nororiental. Al año siguiente, Gran Bretaña estableció en la zona el protectorado de Nueva Guinea Británica. Australia asumió la responsabilidad administrativa en 1901, y la transferencia formal a la jurisdicción australiana se efectuó en 1906. El territorio fue denominado Papúa. A principios de la I Guerra Mundial, Australia también ocupó la zona nororiental controlada por los alemanes, pero las dos partes fueron administradas por diferentes entidades pues la antigua colonia alemana pasó a ser un mandato de la Sociedad de Naciones. Bajo la administración australiana se introdujo un sistema educativo, se perfeccionó la sanidad y se establecieron plantaciones comerciales.
En 1942, durante la II Guerra Mundial, los ejércitos japoneses ocuparon la parte nororiental y penetraron 56 km hacia Port Moresby, hasta que a finales de año una contraofensiva estadounidense y australiana les expulsó de Papúa.
Después de la guerra, Australia (que recibió el fideicomiso de toda la mitad oriental de Nueva Guinea) unió la administración de los antiguos territorios de Gran Bretaña y Alemania y continuó sus intentos por ampliar la educación y desarrollar la economía de la zona. Con el fin de preparar al país para su independencia política, los australianos alentaron la existencia de instituciones democráticas de estilo occidental. Los ayuntamientos se establecieron en 1950 y al año siguiente se creó un consejo legislativo para todo el territorio. Este consejo dio lugar en 1964 a la Cámara de la Asamblea.
En 1972 se formó un gobierno central en Papúa, y el 1 de diciembre de 1973 el Estado soberano de Papúa-Nueva Guinea pasó a gobernar los territorios de ambas zonas. El país consiguió la independencia plena el 6 de septiembre de 1975, con Michael T. Somare, a la cabeza del Pangu Pati, como primer ministro. Cesado de su cargo por un voto de desconfianza en 1980, le sustituyó sir Julius Chan, dirigente del Partido Progresista Popular. Posteriormente el gobierno envió tropas a su vecino Vanuatu para reprimir un levantamiento. Somare volvió al poder después de las elecciones de 1982. Su gobierno cayó en 1985 y fue sustituido por una coalición gubernamental dirigida por Paias Wingti. Rabbie Namaliu se convirtió en primer ministro en 1988, pero en 1992 volvió al poder.
Desde su independencia, el secesionismo ha sido un problema para Papúa-Nueva Guinea. La introducción de un gobierno provincial descentralizado en 1976 ayudó a reducir el problema durante un tiempo, pero resurgió de nuevo en 1988, en Bougainville. La isla tiene una fuerte tradición separatista, que a finales de la década de 1980 había crecido por el impacto ambiental que había ocasionado la explotación de las minas de cobre durante 15 años por parte de compañías australianas. En 1989, un movimiento secesionista, el Ejército Revolucionario de Bougainville, comenzó una insurrección que consiguió el cierre inmediato de las minas de cobre. Se obligó a las tropas de Papúa-Nueva Guinea a abandonar la isla en marzo de 1990 y el Ejército Revolucionario declaró Bougainville república independiente dos meses más tarde. En enero de 1991 se firmó el acuerdo de paz, pero las luchas se reanudaron cuando las tropas del gobierno volvieron a la isla en octubre de 1992. Las incursiones del ejército gubernamental en las islas del archipiélago Salomón para intentar acabar con las líneas de abastecimiento de los secesionistas llevaron a protestas por parte del gobierno de las islas Salomón y a enfrentamientos entre las patrulleras de Papúa y de las islas Salomón en 1993. A principios de 1994, el ejército de Papúa-Nueva Guinea tenía bajo control el puerto de Bougainville, su aeropuerto y la capital, Arawa.


República Palau



Palau (república) o Belau (nombre oficial en palaucano, Belu’u era Belau; en inglés, Republic of Balau, República de Palau), grupo insular localizado en el sector occidental del océano Pacífico, dentro de la región de Micronesia, compuesto por 200 islas; es el más occidental de las islas Carolinas. El grupo engloba, entre otras, las islas de Koror, donde se encuentra la actual capital, del mismo nombre, que tiene una población (2003) de 14.000 habitantes, Babelthuap (la isla mayor, con 1370 km2, en cuya parte oriental se está construyendo una nueva capital), Arakabesan, Malakal y Peleliu. La superficie de la república es de 488 km² de tierra firme y en cadena abarcan unos 650 km aproximadamente. Las islas se pueden dividir según su formación en volcánicas y coralinas. La cota más alta, 628 m de altitud, está en Koror. Los habitantes descienden de malayos, melanesios, filipinos y polinesios. La población (2008) era de 21.093 habitantes, lo que da una densidad de población de 46 hab/km² aproximadamente.
En las aguas que bañan Palau viven dugones, cocodrilos, medusas y almejas gigantes, así como más de 1.500 especies de peces. La riqueza de su medio ambiente submarino explica la expansión de determinado tipo de turismo atraído por sus profundidades. Por lo que respecta a sus hábitats, en las islas de Palau predomina la pluvisilva tropical, pero también existen manglares e, incluso, sabanas.
Las principales actividades económicas son la pesca y la agricultura de subsistencia. Las fuentes de divisas más importantes proceden del turismo, la artesanía, la pesca del atún y la producción de copra. La población está representada por el Congreso Nacional de Palau, dividido en dos cámaras y encabezado por un presidente elegido cada cuatro años.
El gobierno de Palau ha tomado medidas para conservar y proteger su rico medioambiente marino. Las numerosas islas rocosas conocidas como las 'Islas del Jardín Flotante' son una notable reserva biológica en la laguna coralina al oeste del principal grupo de islas. En la zona se encuentra el dugón, o vaca marina, especie en peligro de extinción. Muchos habitantes de Palau se han opuesto a la estancia de las tropas militares de Estados Unidos, presentes desde la II Guerra Mundial, y especialmente contra sus intentos de establecer alguna central nuclear. La Constitución de Palau prohibe las armas nucleares.
La localización de las islas entre varios continentes favoreció que distintos pueblos se asentaran en ellas hace al menos 3.000 años. Los primeros europeos que visitaron las islas fueron los españoles al mando de Ruy López de Villalobos; España mantuvo el control hasta 1899, año en que fueron vendidas a Alemania. Japón, como potencia aliada, se apoderó de las islas en 1914 al estallar la I Guerra Mundial y pasó a ejercer un mandato bajo el control de la Sociedad de Naciones en 1922. Los japoneses establecieron una base naval en las islas, que fue tomada por Estados Unidos en 1944, durante la II Guerra Mundial. Después de la contienda, pasó a ser una dependencia fiduciaria de Estados Unidos. En 1981 se adoptó una Constitución para la semi independiente República de Palau (Belau). En la década de 1980 y comienzos de la de 1990, fue rechazado, tras varios referendos, un Tratado de Libre Asociación, que permitiría a la República de Palau conseguir una completa independencia de Estados Unidos en todos los aspectos, excepto en el terreno militar, puesto que se negaba a permitir la estancia de barcos estadounidenses con armas nucleares en los puertos de la república. Después de que Estados Unidos anunciara en julio de 1992 que sus barcos no llevarían armas de este tipo, el tratado se aprobó en el noveno referéndum y la república consiguió el 1 de octubre de 1994 la independencia.


Nueva Zelanda



Nueva Zelanda (nombre oficial inglés, New Zealand; nombre oficial maorí, Aotearoa, ‘tierra de la blanca nube’), estado insular situado en el sur del océano Pacífico y miembro de la Commonwealth. Localizada a unos 1.600 km al sureste de Australia, comprende dos islas de gran extensión: la isla del Norte y la isla del Sur, separadas por el angosto estrecho de Cook y otras muchas islas de menor tamaño, entre las que se encuentra la isla de Stewart, situada al sur de la isla del Sur. Tiene una extensión de 270.534 km². Los territorios de ultramar gobernados por Nueva Zelanda son la Dependencia de Ross en la Antártida y Tokelau en el océano Pacífico, al norte del archipiélago de Samoa. Las islas Cook y las Niue, también en el Pacífico, son territorios autónomos asociados libremente a Nueva Zelanda. La capital del país es Wellington y la ciudad más grande es Auckland, ambas situadas en la isla del Norte.
2
TERRITORIO Y RECURSOS
El paisaje de Nueva Zelanda queda expresamente definido por las líneas de falla que atraviesan el país, dividiéndolo en bloques. El movimiento de estos irregulares bloques de montañas que se crearon hace unos 26 millones de años, y que dominan la isla del Sur, son la causa de una constante actividad volcánica que caracteriza el centro de la isla del Norte. Ambas islas están claramente cortadas por las altas montañas, caso de los Alpes neozelandeses en la isla del Sur y de cordilleras de menor altitud localizadas en la isla del Norte. Casi tres cuartas partes de la isla del Sur y un quinto de la isla del Norte son de relieve montañoso, lo que hace que dos tercios de la superficie de Nueva Zelanda, estén entre los 200 y los 1.000 m sobre el nivel del mar, con más de 220 montañas conocidas que superan los 2.300 m. El monte Cook (en maorí Aorangi, ‘el que traspasa las nubes’), situado en los Alpes neozelandeses, es, con sus 3.754 m de altitud, el pico más elevado del país.
Nueva Zelanda es un país que cuenta con numerosas cuencas hidrográficas, pero los ríos son generalmente cortos, rápidos y de difícil navegación. Sólo la isla del Sur cuenta con grandes extensiones aluviales en las llanuras de Canterbury que se prolongan hasta el este de los Alpes neozelandeses. La cascada de Sutherland, con una caída de 580 m desde un valle inclinado próximo al estrecho de Milford, en la isla del Sur, es la quinta catarata más grande del mundo. Los lagos de Nueva Zelanda se localizan principalmente en los viejos cráteres volcánicos de la isla del Norte, como en el caso del lago Taupo, que ocupa 606 km², lo que le convierte en el mayor de Nueva Zelanda y de los valles glaciares asociados a los Alpes neozelandeses. La costa neozelandesa tiene 15.134 km de longitud, con bahías, fiordos, golfos y estrechos. La línea costera de la isla del Norte es bastante irregular, especialmente en la región meridional o área peninsular del norte de Auckland. La isla del Sur tiene pocas calas naturales, a excepción de la zona suroccidental, repleta de fiordos y estrechos.
2.1
La isla del Norte
Esta isla tiene una extensión de 114.690 km² y cuenta con mayor potencial económico que la isla del Sur, además de ser la más poblada de Nueva Zelanda. En el centro de la isla hay una meseta volcánica que se eleva de forma abrupta desde la orilla meridional del lago Taupo. Es una zona volcánicamente activa y foco de frecuentes temblores y terremotos a pequeña escala. Los tres volcanes activos del área de la meseta son: el monte Ruapehu (2.797 m) y punto más elevado de la isla, el monte Ngauruhoe y el monte Tongariro, junto con varios géiseres, charcas cenagosas y manantiales de agua caliente (pertenecientes al Parque nacional de Tongariro). Al este y sur de la meseta, las cadenas montañosas se prolongan desde el cabo Este hasta el estrecho de Cook y sus vertientes occidentales son lugar de cría del ganado lanar y vacuno. Al oeste de la meseta volcánica, el relieve montañoso aporta una vía de acceso a las tierras de labranza de la zona de Taranaki. El monte Taranaki (Egmont), es un volcán extinto y aislado situado cerca del extremo occidental de la isla (donde se extiende el Parque nacional Egmont). El río Waikato (425 km de longitud), el más largo de Nueva Zelanda, parte del lago Taupo avanzando hacia el norte hasta su desembocadura en el mar de Tasmania, al oeste. Riega una de las regiones económicamente más importantes del país, localizada en los alrededores de Auckland. Entre las principales actividades económicas de esta región cabe destacar la silvicultura, la industria lechera y la fruticultura. Auckland domina un estrecho istmo que en algunos puntos no mide más de 10 km de ancho. Al norte de la ciudad, la región septentrional va adoptando poco a poco una flora y fauna de carácter subtropical, con playas arenosas a lo largo de la costa occidental y manglares que se extienden por la costa oriental.
2.2
La isla del Sur
Esta isla tiene una extensión de unos 150.460 km². La cadena plegada de los Alpes neozelandeses se prolonga algo más de 480 km en dirección suroeste-noreste. Además del monte Cook, en esta cordillera hay otros quince picos que superan los 3.000 m de altitud y más de 300 glaciares; el más importante, y el más grande del país, es el glaciar de Tasmania, que se extiende al pie de la ladera oriental del monte Cook. Las vertientes occidentales de los Alpes son generalmente zonas forestales húmedas, mientras que las vertientes orientales destacan por su aridez y escasa altura. En su extremo septentrional, los Alpes se abren en numerosas cordilleras de menor altitud de las cuales, las orientadas al oeste son ricas en depósitos minerales. Más al sur, los Alpes están densamente arbolados y ofrecen numerosos entrantes ocupados por fiordos que configuran un espléndido escenario, como el del Parque nacional de Fiordland. El extremo suroriental de la isla comprende la meseta de Otago, área de altas planicies que fue en su día foco de la fiebre del oro y lugar donde hoy se concentra gran parte de la ganadería del país. Las llanuras de Canterbury constituyen el área de terreno llano más extensa de Nueva Zelanda y la región principal en cultivo de cereales. La mayoría de los ríos de la isla del Sur nacen en los Alpes y entre ellos cabe destacar el Clutha, que con sus 338 km se convierte en el más largo del país. Por otro lado, el lago más grande es el Te Anau que mide 342 km y está situado en la parte meridional de los Alpes neozelandeses. Véase Parque nacional del Monte Cook.
2.3
Clima
Nueva Zelanda está localizada en una zona templada, por lo que su clima es normalmente suave y húmedo y las diferencias entre estaciones no son muy acusadas. La región septentrional es la que goza del clima más cálido, mientras que la vertiente suroccidental de los Alpes neozelandeses es la más fría. Las precipitaciones son por norma general de moderadas a abundantes, pues se recogen, como promedio, más de 500 mm al año, a excepción de una pequeña área en la parte meridional del centro de la isla del Sur. Las precipitaciones de carácter torrencial (unos 5.600 mm al año), se dan en torno al estrecho de Milford, en la costa suroccidental de la isla del Sur. El promedio de la temperatura en Wellington oscila entre los 20,1 ºC en enero (el mes más cálido) y los 5,6 ºC en julio (el mes más frío), mientras que la pluviosidad anual está en torno a los 1.230 mm de promedio. En Auckland, la temperatura en enero y julio oscila entre los 23,4 ºC y los 7,8 ºC respectivamente de promedio, con una precipitación anual de 1.851 milímetros.
2.4
Geología
Algunas zonas de Nueva Zelanda tienen más de 550 millones de años. No obstante, el país, tal y como hoy se conoce, se formó casi en su totalidad durante la última fase de formación montañosa del periodo terciario (hace unos 26 millones de años). Las islas están dotadas de importantes cadenas de rocas sedimentarias de origen marino. Las más antiguas datan del periodo cámbrico, aunque las rocas que conforman el 75% de la actual Nueva Zelanda comenzaron su formación durante el periodo carbonífero (hace unos 315 millones de años).
2.5
Recursos naturales
El recurso natural más importante de Nueva Zelanda es su propia tierra. Más de la mitad del suelo es apto para el cultivo y alrededor de una cuarta parte es zona forestal. En las islas principales se han encontrado depósitos minerales, pero de todos ellos sólo unos pocos son de valor comercial; los más significativos son los de carbón, oro, arenas ferruginosas y minerales industriales como la bentonita, piedra pómez, piedra caliza, arcilla, dolomita, arenas de cuarzo y grava. En bloques aislados, se han encontrado uranio y torio, aunque es posible que también existan depósitos mayores de estos minerales.
Nueva Zelanda cuenta con ricos recursos energéticos; aparte de carbón tiene una meseta volcánica generadora de energía geotérmica, y cuenta además con el considerable potencial hidroeléctrico que suponen los rápidos del país y los importantes yacimientos de gas natural de la isla del Norte, en su costa suroccidental.
2.6
Flora y fauna
El aislamiento de Nueva Zelanda de otros continentes y lo tardío de los asentamientos humanos en las islas (véase el capítulo de Población a continuación) han favorecido el desarrollo de una flora única en el mundo. De las 2.000 especies autóctonas, unas 1.500 son exclusivas del país; claros ejemplos de esta flora lo constituyen el kowhai dorado y el pohutukawa rojo. Antes del último poblamiento europeo a gran escala, la vegetación dominante de Nueva Zelanda era el bosque mixto de hoja perenne, que se daba especialmente en la cálida isla del Norte, además de espesos sotobosques poblados de musgos y helechos. La gran excepción la constituye la pradera de la meseta volcánica en la isla del Norte. Hoy, este denso bosque o monte bajo de arbustos sobrevive sólo en las zonas en las que no se permite el paso, en los parques nacionales y reservas naturales. La costa occidental de la isla del Sur contiene una de las áreas más grandes de bosques mixtos autóctonos, y además aporta la mayor cantidad de madera natural utilizada con fines comerciales, como es el caso del kauri, rimu, kahikatea y totara. Las tierras bajas de la isla del Sur son actualmente praderas que se elevan hasta los 1.525 m de altitud. Las falsas hayas autóctonas crecen en las bajas latitudes de los Alpes neozelandeses, mientras que en las zonas altas se da la vegetación alpina.
Desde 1900 se han venido introduciendo gran cantidad de especies de flora exótica, en concreto las coníferas de rápido crecimiento y de gran importancia comercial, como es el caso del abeto de Douglas y el pino de California. La incorporación de algunas de estas especies ha causado serios problemas ecológicos; el tojo se ha convertido en una amenaza para la flora autóctona, pues prolifera de forma rápida, tanto por terreno rico como pobre, a expensas de otras especies.
Al contrario de lo que ocurre con la rica flora autóctona, Nueva Zelanda cuenta con pocas especies animales propias. Cuando tuvo lugar el primer asentamiento maorí, Nueva Zelanda contaba con dos especies de lagartos: el geco y el tuátara —especie residual prehistórica que mantiene un tercer ojo—, varias clases de ranas y dos especies de murciélagos que son considerados los únicos mamíferos autóctonos.
Los primeros asentamientos de colonos de raza blanca encontraron aquí una especie característica de perro y rata negra traída por los maoríes, y que hoy está prácticamente extinguida. La fauna actual de Nueva Zelanda engloba el ciervo rojo, conejos comunes, cabras, cerdos, comadrejas, hurones y la zarigüeya australiana; todos descendientes de las primeras especies apuntadas por los colonizadores. Sin la presencia de depredadores —en Nueva Zelanda no hay serpientes—, estos animales se han multiplicado de una forma incontrolada y son los causantes de graves daños del medio ambiente, aunque también han permitido que el país pueda albergar una enorme variedad de aves, entre las que se encuentran veintitrés especies únicas. Las variedades autóctonas son aves canoras como el bellbird y el tiu que, aunque incapaces de volar, son las más asociadas a Nueva Zelanda. El avestruz tipo moa, hoy extinguido, constituyó en su día la familia de aves no voladoras más numerosa. El kiwi es la más conocida de las especies actuales sin dejar de mencionar el kakapo, el takahe y el weka. La escasez de hábitat y la caza indiscriminada en el pasado han hecho que la mayoría de las familias autóctonas de animales y muchas especies de aves estén hoy fuertemente protegidas ya que se encuentran en peligro de extinción. El gorrión, el mirlo, el tordo, la alondra, la urraca y la mina se encuentran entre las especies importadas que más se han desarrollado, aunque en Nueva Zelanda también abundan las variedades de aves marinas y aves migratorias.
Muchos de los ríos del país acogen una gran diversidad de pescado para consumo doméstico, como el chanquete, la anguila, la lamprea y crustáceos de río como el cangrejo. La trucha y el salmón son de importación. En las aguas oceánicas de los alrededores confluyen corrientes frías y cálidas, lo cual permite que sean ricas en especies marinas. Las corrientes cálidas aportan atún, pez volador y aguja, además de tiburones atraídos por las especies locales como el snapper y el trevally. Por otro lado, las corrientes frías traen bacalao azul, mientras que el hapuku y el tarakihi se localizan a lo largo de toda la costa. Entre los mariscos destacan las ostras, mejillones y toheroas como variedades comestibles.
2.7
Temas medioambientales
Nueva Zelanda tiene una biota notable y aproximadamente el 75% de las especies son endémicas. Sus recursos naturales, en el pasado abundantes, han estado bajo presión desde la primera colonización conocida de seres humanos, con la llegada de los antepasados de los maoríes. La cultura europea aceleró el declive de muchas especies, diezmó casi todos los bosques de kauri y acabó con especies que habían sido abundantes como el moa, un ave gigantesca similar al avestruz. La mayoría de los bosques originales de Nueva Zelanda han desaparecido y la superficie de bosque del país ronda ahora el 30,7%, si bien gran parte de ella ha sido poblada con coníferas importadas tanto en bosques comerciales como en zonas de malezas.
Nueva Zelanda genera el grueso de su energía a partir de recursos hidroeléctricos debido a sus numerosas corrientes de montaña. Utiliza en menor medida los combustibles fósiles. Su paisaje con gran actividad volcánica ha permitido que la energía geotérmica adquiriera una moderada importancia. Al contrario de muchos otros países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el suministro de energía por unidad de producto nacional bruto (PNB) está en aumento desde 1970. Al igual que en otras áreas urbanas del mundo, la contaminación industrial y por automóviles en Auckland, que es la principal ciudad, es un problema, si bien las concentraciones de contaminantes como el dióxido de azufre han descendido significativamente entre 1980 y 1990. Además la agricultura juega un papel relativamente importante, y el índice que refleja el uso de fertilizantes y pesticidas está entre los más altos del mundo.
En 1987, la administración de programas de conservación en Nueva Zelanda creó un sistema más eficiente y con gestión centralizada, además de ampliar la superficie protegida. Los nativos maorí e iwi participan de las decisiones políticas. Actualmente cerca de un 19,6% (2007) del país está protegido, distribuido entre varios parques nacionales y numerosas reservas de otro tipo. Se han designado dos reservas bajo los auspicios del Convenio sobre el Patrimonio de la Humanidad, y se han declarado cinco áreas de humedales protegidos bajo el Convenio de Ramsar. La política del gobierno de Nueva Zelanda es asegurar una utilización sostenible de los recursos naturales.
Las amenazas más serias a la ecología de Nueva Zelanda provienen de las especies importadas. Se han introducido unas 2.000 especies exóticas, incluidas al menos 30 especies de aves, 20 especies de mamíferos, además de numerosas especies de avispas europeas y abejas. Los animales exóticos más problemáticos son los falangeros y las cabras salvajes. Las plantas introducidas rivalizan en número con las especies nativas conocidas. Las coníferas exóticas actúan como invasoras en algunas zonas y están desplazando rápidamente a la flora nativa.
Nueva Zelanda es un país medioambientalmente activo en el océano Pacífico sur, y participa en varios acuerdos de conservación importantes, especialmente los relativos a la vida marina. Entre otros acuerdos medioambientales internacionales ratificados figuran el Protocolo Medioambiental del Antártico, el Tratado del Antártico y convenios relativos a biodiversidad, cambios climáticos, especies en peligro de extinción, cambios medioambientales, residuos peligrosos, vertidos marinos, prohibición de realizar ensayos nucleares, capa de ozono, madera tropical (1983), humedales y caza de ballenas.
3
POBLACIÓN
Nueva Zelanda fue una de las últimas áreas aptas para el asentamiento del hombre. Los primeros pobladores fueron los maoríes, un pueblo polinesio que llegó aquí hace unos 1.000 años. Los asentamientos europeos no comenzaron hasta la década de 1820, pero en la actualidad aproximadamente el 88% de los neozelandeses son descendientes de europeos, en especial de británicos; el 8,9% son de origen maorí; un 2,9% procede de otras islas del Pacífico, en concreto Samoa, islas Cook, Tonga y Tokelau aunque hay otros grupos étnicos, en particular asiáticos, que configuran el resto de la población.
3.1
Características de la población
La población de Nueva Zelanda, según estimaciones para 2008, era de 4.154.311 habitantes, lo que representa una densidad de población de 16 hab/km², de los que casi tres cuartas partes de la población total viven en la isla del Norte. Aunque la economía de Nueva Zelanda todavía depende de forma acusada del sector agrícola, alrededor del 86% de la población se concentra en las ciudades; algo menos de la mitad de la población vive en las cuatro ciudades más grandes y sus aledaños. En la actualidad, al igual que en el pasado, la isla del Norte reúne a la inmensa mayoría de maoríes (el 95% según el censo de 1991), en especial en la zona de Auckland y sus alrededores, además del cabo Este o Aotearoa, considerado cuna cultural y lingüística de los maoríes.
3.2
Ciudades principales
Con una población en 2005 de 370.100 habitantes, Wellington es la capital comercial y política de Nueva Zelanda, y eje interinsular de comunicaciones y transporte costero. Auckland, con 404.658 habitantes, es la ciudad más grande del país y el principal centro industrial, además de ser la que mayor población de origen polinesio (no sólo maorí) engloba de toda Nueva Zelanda. Otros importantes centros urbanos son: Christchurch (367.800 habitantes), la mayor ciudad de la isla del Sur y segunda área industrial de Nueva Zelanda, además de núcleo fundamental de la producción de cereales; Hamilton (185.100 habitantes), centro de ganado lechero en la isla del Norte, y, por último, Dunedin (114.800 habitantes), centro lanar y aurífero en la parte meridional de la isla del Sur.
3.3
Religión
La mayoría de los neozelandeses se consideran cristianos, principalmente anglicanos (25%), presbiterianos (16%) y católicos (15%). También tienen una destacada presencia entre la población las creencias metodista y protestante. La mayor parte de los maoríes son miembros de las iglesias cristianas de Ringatu y Ratana. Hay pequeñas minorías de judíos, hindúes y confucianos. Alrededor del 18% de la población no profesa ninguna creencia religiosa.
3.4
Lengua oficial y hablada
El inglés y el maorí son los idiomas oficiales de Nueva Zelanda, aunque el país es predominantemente de habla inglesa, pues casi todos los maoríes hablan inglés. Sólo un pequeño porcentaje de la población utiliza otras lenguas polinesias, europeas y asiáticas.
4
EDUCACIÓN
La enseñanza es obligatoria entre los 6 y 16 años, aunque los niños pueden entrar en la escuela a los 5 años y continuar hasta los 19. La educación pública es gratuita y se imparte desde los 5 hasta los 19 años. En la mayoría de las regiones hay escuelas infantiles para niños de 3 a 5 años. Los cursos elementales consisten en dos años de educación infantil seguidos de seis niveles, de los que son comunes los niveles 1, 2, 3, 4 y las etapas I y II. La mayoría de los niños completan su educación elemental en la misma escuela, pero en algunas regiones van a escuelas de enseñanza media para finalizar las etapas I y II. Los niños que superan estas etapas o que ya han cumplido los 14 años pueden acceder a la enseñanza media o secundaria. Como complemento del tercer o cuarto curso de educación secundaria, los alumnos realizan un examen a modo de título de escolaridad. Los que dejan las escuelas para acceder a la universidad deben aprobar un examen de ingreso y, si son mayores de 21 años, deben realizar otro tipo de prueba selectiva.
Los niños maoríes tienen la posibilidad de recibir las clases en su propia lengua hasta la etapa de secundaria, fase en la que el maorí se enseña como asignatura oficial. Las más de 600 escuelas infantiles (o kohanga reo) imparten los primeros años de enseñanza del maorí. Las escuelas elementales ofrecen una o incluso las dos opciones: clases bilingües o de total inmersión lingüística. Tanto las escuelas infantiles maoríes como las de educación elemental, están abiertas a niños no maoríes.
4.1
Escuelas primarias y secundarias
En 1997, Nueva Zelanda contaba con unas 2.296 escuelas estatales de educación primaria, en las que un total de 22.990 profesores impartían clases a 359.555 alumnos. Por su parte, los 336 centros públicos de enseñanza secundaria acogían a 34.506 profesores y 443.882 alumnos. Los niños que viven en zonas alejadas o están incapacitados para asistir a sus clases, reciben educación a través de la Escuela Estatal a Distancia de Nueva Zelanda, que trabaja con emisiones radiofónicas y clases por correo. A principios de la década de 1990 esta modalidad de enseñanza contaba con unos 2.300 alumnos de enseñanza primaria y secundaria. En esa misma fecha se registraron 21 escuelas secundarias privadas y 82 primarias, además de otras tantas de enseñanza media, con un total de casi 24.400 estudiantes.
4.2
Centros de enseñanza superior
Nueva Zelanda tiene siete universidades, veinticinco escuelas politécnicas y cinco escuelas de formación de maestros. Las universidades son: la Universidad de Auckland (fundada en 1882), la Universidad de Waikato (fundada en Hamilton en 1964), la Universidad Victoria de Wellington (1989), la Universidad Massey (1926, en Palmerston Norte), la Universidad de Canterbury (1873, en Christchurch), la Universidad de Otago (1869, en Dunedin) y la Universidad de Lincoln (1990, próxima a Christchurch). En 2002–2003 todas ellas reunían un total de 185.099 alumnos. Algo más de 69.000 estudiantes se inscribieron en las escuelas politécnicas y 8.000 eran estudiantes de magisterio (escuela normal).
En 1991, el gobierno introdujo cambios en la educación superior, pues pasó a retribuir directamente el importe de las becas por estudios a los padres o tutores. En la actualidad, la mayoría de los estudiantes pagan una parte de su inscripción. Nueva Zelanda cuenta con un gran programa de educación continuada para adultos, coordinada por el Ministerio de Educación Nacional.
5
CULTURA
La primera tradición cultural conocida en Nueva Zelanda es la maorí. Se trata de un legado cultural que ha permanecido a lo largo de la historia, a través de cuentos, poemas, leyendas y canciones transmitidos a través de la tradición oral (véase Leyendas maoríes). Las primeras manifestaciones artísticas en Nueva Zelanda también fueron de origen maorí, aunque los colonos europeos, en particular los británicos, aportaron sus propias tradiciones provistas de un sentimiento de destierro, que ha dejado una profunda huella en la vida cultural del país hasta la década de 1940, para después dar paso a un fuerte espíritu nacionalista.
El arte, la literatura y la música contaron con el inestimable apoyo de la Fundación Reina Isabel II para las Artes de Nueva Zelanda, inaugurada en octubre de 1963 con el fin de promover la cultura en todas sus manifestaciones y hacerla accesible al público.
5.1
Bibliotecas y museos
En Nueva Zelanda hay más de 2.000 bibliotecas. La Ley de 1965 sobre Bibliotecas Nacionales instituyó la Biblioteca Nacional de Nueva Zelanda en la ciudad de Wellington, mediante la unión de otras. La Biblioteca Pública de Auckland contiene 1,2 millones de volúmenes. Otras bibliotecas importantes son: la Biblioteca de la Universidad de Otago, en Dunedin (1,2 millones de volúmenes), la Biblioteca Universitaria de Canterbury, en Christchurch (1,2 millones de volúmenes), la Biblioteca Pública de Wellington (525.000 volúmenes) y la de Dunedin con 520.000 volúmenes. Todos los asuntos de gobierno están registrados en los Archivos Nacionales, con sede en Wellington.
En casi todas las ciudades importantes, hay galerías y museos, pero las instituciones más antiguas están ubicadas en Auckland. La Galería de Arte de esta ciudad (fundada en 1888) y el Museo de Auckland (1852), albergan importantes muestras. La Galería Nacional de Arte (1936), situada en Wellington, es famosa por sus colecciones de pinturas australianas y neozelandesas. Las muestras de historia natural y etnológica más destacadas se reúnen en el Museo Nacional de Wellington, en el Museo de Canterbury en Christchurch y en el Museo Otago de Dunedin.
5.2
Literatura
Poco después de la llegada de los europeos a Nueva Zelanda, la historia y leyendas maoríes de transmisión oral, se completaron con los relatos escritos por los primeros viajeros, como los del capitán James Cook, quien visitó el país en 1769. Durante los cien primeros años de asentamientos europeos (de 1820 a 1920), los textos más importantes eran los correspondientes a periódicos o relatos verídicos que hablaban de la vida de los pioneros, como es el caso de El primer año del asentamiento de Canterbury (1863) del novelista inglés Samuel Butler. Sólo unos pocos colonos fueron capaces de plasmar con propia voz la preocupación general por la tradición cultural británica de la época. Entre ellos destacan los novelistas William Satchell y Jane Mander, y los poetas R.A.K Mason y Blanche Edith Baughan, aunque fue Katherine Mansfield, coetánea a todos ellos, quien ganó la atención de los lectores sobre las peculiaridades de Nueva Zelanda. En su corta vida, consiguió una gran reputación internacional y escribió su obra dentro de la tradición literaria de Nueva Zelanda. Hasta la década de 1970, Mansfield, junto con la escritora de novelas policiacas Ngaio Marsh y la novelista Sylvia Ashton-Warner, destacaron de entre el pequeño elenco de escritores conocidos fuera del país.
La Gran Depresión y la II Guerra Mundial ayudaron a reforzar el creciente sentimiento de identidad nacional, que quedó expresado a partir de 1945 por una nueva generación de escritores poscoloniales. A lo largo de las décadas de 1950 y 1960, la poesía floreció de manos de Allen Curnow y James K. Baxter. Entre los poetas de generaciones anteriores y posteriores, cabe destacar a Kendrick Smithyman, C.K.Stead, Dennis Glover y Vincent O'Sullivan, quien además es dramaturgo y exponente del relato corto actual. Las generaciones surgidas en las décadas de 1970 y 1980 cuentan entre sus miembros con Ian Wedde, Bill Manhire, Leigh Davis, Elizabeth Smither y Heather McPherson como figuras más representativas.
La figura más sobresaliente de la novela de ficción de posguerra fue Frank Sargeson, escritor de relatos cortos y novelista cuya obra perduró durante casi cinco décadas, hasta su muerte en 1982. Su plena dedicación a la escritura y a la búsqueda del lenguaje que expresara la voz de Nueva Zelanda sirvió de inspiración a muchos escritores posteriores. Entre sus protegidos están Maurice Duggan y Janet Frame. La primera obra de Frame se publicó en 1952, pero no fue hasta la década de 1980, con la publicación de su autobiografía en tres volúmenes, cuando alcanzó renombre internacional. Otros escritores importantes cuyas obras se publicaron a partir de la década de 1970 son Maurice Gee, Maurice Shadbolt y Keri Hulme.
5.3
Literatura maorí
La mayor parte de la rica tradición oral del pueblo maorí la recogieron los eruditos europeos a finales del siglo XIX, conscientes de que este pueblo estaba abocado a la desaparición como resultado de las guerras y enfermedades traídas del continente. Algunas de las leyendas más importantes fueron publicadas entonces, y de la misma forma que se cuenta la historia de los maoríes —el dios hombre que pescó la isla del Norte del mar—, todas ellas entraron a formar parte de la conciencia nacional. Casi todo el material literario quedó agrupado en las bibliotecas y se consideró un emblema del archivo histórico.
La contribución maorí al desarrollo de la principal corriente literaria de la Nueva Zelanda poscolonial no fue muy significativa hasta mediados de la década de 1960. Jaqueline Sturn, en 1966, fue la primera escritora maorí que apareció en la antología de escritores neozelandeses. Dos años antes, el gran poeta Hone Tuwhare había publicado su primera colección, Un sol poco común. El éxito de los novelistas Witi Ihimaera y Patricia Grace durante la década de 1970, fue la confirmación a lo que los escritores maoríes ya habían establecido por sí mismos en la línea del género literario moderno. Keri Hulmes fue probablemente el escritor maorí más conocido fuera de su país. Su novela, El pueblo hueso, ganó el premio Booker de la Academia Británica de las Letras en 1985. Como la mayoría de los escritores maoríes modernos, el inglés de Hulme y sus expresiones literarias se ciñen al talante europeo. Sin embargo, desde hace unos pocos años, se está experimentando un crecimiento de escritores que utilizan la lengua maorí y formas tradicionales de expresión en sus descripciones, provocado en parte por el redescubrimiento de las formas clásicas de la poesía maorí, por parte de los propios maoríes y otros eruditos en su búsqueda de documentos descriptivos del siglo XIX.
5.4
Arte
El aislamiento físico de Nueva Zelanda significó el desarrollo independiente del arte maorí del resto de Polinesia. El motivo artístico más importante es la doble espiral, utilizada normalmente como base de complejos diseños. Posiblemente la máxima expresión de la tradición clásica está reflejada en los motivos tallados en las canoas ceremoniales y casas de reunión. La llegada de los colonos europeos a partir de 1820, y los efectos devastadores de las enfermedades y la guerra en los últimos años del siglo, hicieron que el arte en general quedara eclipsado y debilitado. Durante los siguientes cien años, el arte maorí quedó postergado a una mera expresión de los valores etnográficos. No fue hasta 1940 cuando empezó a revalorizarse y a adquirir la importancia que merecía, no sólo como herencia artística de todo un pueblo, sino como fuente de inspiración de los artistas neozelandeses posteriores a la II Guerra Mundial. En estos últimos años se ha experimentado un renacimiento de las artes tradicionales maoríes.
Entre la primera generación de colonos destaca un grupo de artistas aficionados que plasmaron su nuevo entorno con gran entusiasmo, aunque con escaso valor académico. De hecho, los primeros ciento veinte años de colonización han dado solamente un artista destacado, la pintora Frances Mary Hodgkins. Al igual que muchos de sus contemporáneos y sucesores que intentaron hacer de las artes un elemento vivo, Frances Mary pasó gran parte de su carrera en Europa. Sin embargo, después de 1940, comienza a apreciarse la fuerza de la identidad nacional reflejada tanto en la literatura como en el arte. A partir de entonces, ha aumentado de forma progresiva el número de pintores y escultores nativos.
T. A. McCormarck, John Weeks y M. T. Woolaston están entre los pintores más destacados de la primera generación que desarrollaron prácticamente toda su vida profesional en Nueva Zelanda. Colin McCahon y Don Binney son los grandes representantes de esta generación, de gran importancia durante la década de 1960 y 1970. La actual generación de artistas cuenta con un número considerable de pintores maoríes, que poco a poco va en aumento.
5.5
Artes escénicas
Las canciones populares o waiata y los cantos acompañados de danzas y otras expresiones rítmicas constituyen una parte integral de la cultura maorí. Fuera de Nueva Zelanda, el más conocido es el haka, canto unido a movimientos marcados y agresivas expresiones faciales que intimidan a los oponentes; es el utilizado por el equipo nacional de rugby, los All Blacks antes de comenzar sus partidos. Son también conocidos los poi, o canciones acompasadas con una graciosa danza en la que se utilizan pequeñas bolas y cuerdas de lino. La waiata-a-ringa, o canción representada, es una expresión moderna de los aspectos de la tradición popular, en la que se combinan movimientos de danza con melodías europeas.
Las subvenciones del gobierno han sido importantes para el desarrollo del teatro, ballet y otras artes escénicas entre las que se encuentra el cine a partir de la década de 1940. En las últimas décadas, estas ayudas han venido de manos de la Fundación Reina Isabel II para las Artes. El teatro, sin embargo, ha experimentado un lento avance; Allen Curnow, Frank Sargeson y otras importantes figuras literarias llevaron sus obras a escena, en los primeros años de la década de 1960, aunque con escaso éxito. No obstante, la década de 1970 y 1980 vio florecer a un importante número de escritores locales como Bruce Mason, Mervyn Thompson, Stuart Hoar, Michael Lord, Hilary Bacon, Stephen Sinclair y Roger Hall. En casi todas las áreas urbanas se abrieron teatros, pero algunos como el Teatro Mercury de Auckland, no sobrevivieron a los difíciles años de la recesión económica y el gobierno retiró su apoyo financiero a principios de la década de 1990. En cuanto a tradición musical se refiere, Nueva Zelanda es conocida por su contribución a la ópera internacional con figuras de la talla de Kiri Te Kanawa, Inia Te Wiata y Donald McIntyre. No obstante, el país cuenta también con varias orquestas de prestigio entre las que cabe destacar la Orquesta Sinfónica de Nueva Zelanda.
La industria cinematográfica de Nueva Zelanda es escasa, aunque poco a poco se va incorporando al espectro internacional. Los directores más destacados son Jane Campion y Peter Jackson. Campion conoció la fama como productora de Un ángel en mi mesa, versión de la autobiografía de Janet Frame, galardonada en 1990, y en 1994 consiguió con El piano el Oscar a la mejor película.
6
ECONOMÍA
El producto interior bruto (PIB), según estimaciones para 2006, era de 104.519 millones de dólares estadounidenses. La agricultura y la exportación de lana, carne y productos lácteos suponen la base del desarrollo de la economía moderna de Nueva Zelanda.
La agricultura sigue siendo importante, como lo demuestra el que los productos tradicionales son los elementos dominantes del comercio exterior, aunque la economía neozelandesa ha experimentado profundos cambios, en particular durante los últimos veinte años. La agricultura representaba en 2001 el 9,4% del PIB, en comparación al 24,9% de la industria y al 65,7% del sector servicios. En 2006, el turismo significó una importante fuente de ingresos: los más de 2.409.000 turistas que ese año llegaron a Nueva Zelanda generaron 2.529 millones de dólares en divisas.
Desde mediados de la década de 1980, la economía de Nueva Zelanda ha pasado del proteccionismo y la regulación, a la liberalización y apertura propia de una nación desarrollada. Fueron necesarios distintos cambios para restaurar el crecimiento económico después de dos décadas de estancamiento que controlaran la inflación y redujeran el déficit presupuestario y la fuerte deuda pública. A mediados de la década de 1990, parecían conseguidos algunos de estos objetivos o, al menos, a punto de lograrse. La inflación del 11% a finales de 1980 bajó hasta el 3,40% en el periodo 2006. El crecimiento económico era del 6% en 1994 en comparación al 2% de la década de 1980. La deuda pública ha pasado de más del 50% del PIB al 38% cuando sólo se esperaba una reducción del 18%, según los pronósticos realizados para 1998. Los presupuestos generales han variado de un déficit constante a unos excedentes de 418 millones de dólares en el año fiscal 1993-1994. No obstante, este ligero excedente presupuestario se debe en parte a los recortes en el gasto público que ha afectado en especial al Estado de bienestar en Nueva Zelanda. La atención médica no es totalmente gratuita y las pensiones de jubilación se han reducido. La liberalización y la reforma económica también han contribuido a disminuir los índices de desempleo.
6.1
Agricultura
Las explotaciones agrarias de Nueva Zelanda se encuentran entre las más productivas del mundo, gracias al uso extensivo de los métodos y maquinaria de alta tecnología, y al carácter húmedo y templado de su clima. Las precipitaciones se reparten en todo el año, lo que proporciona constantes y abundantes pastos para la cría de ganado lanar, la producción de carne de vacuno y lácteo, que es por otro lado, la principal fuente de riqueza del país. En 2006 había más de 9.651.600 cabezas de ganado vacuno y 40.106.800 de ovino, lo que significa una relación cuantitativa de 20 animales por persona.
El cultivo se centra en la producción de trigo (256.000 t en 2006), maíz (162.000 t) y otro tipo de cereales (803.200 t). Otros cultivos importantes son hortalizas, cítricos, patatas (papas) y avena. A partir de 1970, los granjeros han dirigido sus objetivos hacia otros productos, como parte de los esfuerzos realizados por encontrar nuevos mercados (véase la sección Comercio exterior). Ha habido un rápido crecimiento de la cría de venados, y a partir de los primeros años de la década de 1990, se han venido capturando más de 1,1 millones de cabezas. El kiwi o grosella china constituye el cultivo de mayor éxito, lo que ha convertido a Nueva Zelanda en el mayor exportador de esta fruta. También es de destacar la industria vinícola, centrada en Malborough, en la isla del Sur, y en Wairarapa y Manuwato, en la isla del Norte.
Sin embargo, las exportaciones de carne, leche y lana continúan siendo cruciales para la economía del país. Durante los primeros años de la década de 1990, significaron alrededor de un tercio de los ingresos por exportación. Nueva Zelanda es el mayor exportador del mundo de mantequilla y queso, uno de los mayores exportadores de carne y el segundo en producción y exportación de lana después de Australia. La cantidad anual de lana esquilada en 2006 era de 209.250 toneladas métricas.
6.2
Silvicultura y pesca
Nueva Zelanda cuenta con una importante industria maderera. La producción en 2006 era de unos 4.269.000 m3 anuales, de los que alrededor del 40% se utilizaron para pasta de papel. Más del 96% procede de las familias de árboles traídos de otros lugares, en particular de los pinos californianos —el pinar de Kaingaroa es uno de los bosques repoblados más grandes del mundo—. La producción de madera autóctona, en particular de rimu, miro y abedul, está en declive. Entre 1988 y 1992 la producción descendió a una quinta parte del total, esto es a 63.000 metros cúbicos.
El sector de la pesca se ha expandido rápidamente. Las exportaciones han aumentado en un tercio de su valor desde los últimos años de la década de 1980; los ingresos por este concepto a principios de 1990 alcanzaban los 720 millones de dólares. Durante el mismo periodo, el volumen de pesca incluyendo crustáceos, aumentó en torno al 15%, hasta alcanzar un total de 640.845 t en 2005. Las especies predominantes son el granadero (en maorí, hoki), la pescadilla azul, la caballa, la barracuda y el calamar.
6.3
Minería
La producción minera tradicional se basa en el carbón (5,18 millones de toneladas en 2003), arenas ferruginosas (2,3 millones de t), la caliza (2,7 millones de t), la bentonita (1,4 millones de t), la piedra pómez (52.644 t) y el oro, que durante el periodo de poblamiento europeo constituyó la mayor exportación. Durante los primeros años de la década de 1990, la producción de oro aumentó en casi un 50% hasta alcanzar los 7.300 kg anuales en 2004. En la década de 1970, el sector minero se expandió rápidamente a consecuencia del descubrimiento de los nuevos depósitos de petróleo y gas natural. El volumen anual de crudo en 2004 fue de 23.992 barriles diarios, 4.773 millones de m³ de gas natural y 265.500 m3 de gas de petróleo.
6.4
Industria
En 1992, el sector industrial ofrecía trabajo a unas 240.000 personas. Las industrias agrícola y alimenticia se sitúan entre las más importantes. Otros sectores de relieve son el dedicado a la producción de papel, compuestos químicos, componentes de metal, maquinaria, vestido, madera, automóviles, maquinaria eléctrica, refino de petróleo y material de imprenta. El sector fabril se ha expandido de una manera uniforme, ayudado a mediados de la década de 1980 por la política gubernamental que protegía la industria de ámbito familiar. A principios de 1990, la economía de Nueva Zelanda estaba abierta casi completamente a las importaciones, lo que suponía un gran impacto para los sectores de recambios del automóvil y de piezas electrónicas. La escasez de materias primas y sus elevados costes de importación han limitado el desarrollo de la industria pesada. Auckland es hoy el principal centro industrial del país.
6.5
Energía
Alrededor de tres cuartas partes de la electricidad de Nueva Zelanda, se produce en las plantas hidroeléctricas y prácticamente el resto, se genera en las plantas térmicas de carbón o gas natural. Además, el vapor geotérmico de los valles volcánicos centrales de la isla del Norte supone hoy una importante fuente de energía. La mayoría de las centrales hidroeléctricas están ubicadas a orillas del río Waikato en la isla del Norte, y en los ríos Clutha y Waitiki en la del Sur. El cable que recorre el estrecho de Cook transporta electricidad desde la isla del Sur hasta la del Norte, que es, por otro lado, la que más población concentra. A principios de la década de 1990, la capacidad de generación de electricidad en Nueva Zelanda, era de unos 7,4 millones de kW; la producción total anual aproximada en 2003 era de unos 39.821 millones de KWh.
6.6
Moneda y banca
Nueva Zelanda introdujo en 1967 un sistema de moneda de carácter decimal, el dólar neozelandés, que sustituyó a la libra neozelandesa como unidad monetaria. El dólar neozelandés está dividido en 100 centavos (1,50 dólares neozelandeses equivalían a 1 dólar estadounidense en 2006). El Banco de Reservas de Nueva Zelanda (fundado en 1934) es el responsable de la emisión, ejecución y formulación de la política monetaria. A principios de la década de 1990 pasó a ser independiente del gobierno, con un contrato que le comprometía a mantener por debajo del 2% la inflación.
El sistema financiero también comprende varios bancos comerciales, mercantiles y confederaciones de cajas de ahorros regionales —agrupadas dentro del fideicomiso bancario—, cajas postales de ahorro, sociedades inmobiliarias, compañías financieras y bolsa. El sector financiero estuvo dominado por algunos bancos extranjeros y estatales hasta principios de la década de 1980, cuando fue regularizado como parte del programa gubernamental de reestructuración económica. Desde entonces ha sido un sector altamente competitivo; en 1992, había 20 bancos oficiales entre los que se encontraban los de capital extranjero.
6.7
Comercio exterior
La economía de Nueva Zelanda depende en gran medida de su comercio exterior. Hasta principios de 1970, casi todas las exportaciones se dirigían a Gran Bretaña, y los productos que constituían el mayor volumen de exportación eran la carne, el queso y la mantequilla. No obstante, en 1973 este importante recurso de mercado se vio limitado cuando Gran Bretaña entró en la Comunidad Europea (hoy Unión Europea). Además, Nueva Zelanda ha tenido que hacer frente a un creciente proteccionismo por parte de los países industrializados contra sus exportaciones agrícolas. Como resultado de todo ello, ha tenido que reorientar su comercio y ampliar el alcance de sus exportaciones. Australia, Japón y Estados Unidos son los destinatarios de aproximadamente la mitad del valor total de sus exportaciones, mientras que Gran Bretaña sólo cubre alrededor del 6% de sus ventas. Aparte de estos países, las transacciones con otros países del Pacífico como China, Indonesia y Malaysia, han aumentado a lo largo de la década de 1990. A principios de esta década Nueva Zelanda exportaba un total de unos 11.000 millones de dólares, en comparación con las importaciones que alcanzaban un total de 9.500 millones.
Los productos agrícolas y de pesca totalizan algo más del 60% de los ingresos totales por exportación; el 25% lo constituyen productos como el kiwi y el pescado, ambos de reciente incorporación. Las estadísticas oficiales indican que las exportaciones no agrícolas están empezando a despegar; entre 1989 y 1994, el volumen de exportaciones no alimenticias creció un 70%. A pesar de ello, las importaciones más importantes son las de maquinaria, componentes eléctricos, automóviles, petróleo, plásticos, productos farmacéuticos, químicos y metales. Hasta comienzos de la década de 1980, la economía interna de Nueva Zelanda estuvo muy protegida. A partir de entonces, se eliminó la mayor parte de los aranceles y hoy es una de las economías más abiertas al resto de los países; más o menos la mitad de las importaciones llegan exentas de impuestos.
6.8
Transportes y comunicaciones
El transporte público está muy desarrollado, llegando incluso a los distritos más alejados. En 2003, Nueva Zelanda contaba con unos 92.931 km de carreteras y 3.898 km de vías férreas, que dependen de la compañía ferroviaria nacional, privatizada en 1993. En 1996 se contabilizaron más de 701 vehículos por cada 1.000 habitantes, de los que 592 eran turismos. Los barcos ofrecen un servicio de transporte nocturno, comunicando las localidades de las costas situadas entre las islas del Sur y del Norte. Los puertos principales son Auckland, Wellington, Tauranga y Lyttelton (próximo a Christchurch). Es muy frecuente la utilización del transporte aéreo; existen aeródromos en todo el país a disposición de los aviones particulares. La compañía nacional es Air New Zealand.
Hasta finales de la década de 1980, la mayoría de los medios de comunicación funcionaban a través de organizaciones estatales. No obstante, en 1991, la Corporación Telecom fue privatizada. Un año antes, había sido introducida la televisión vía satélite como complemento de la televisión de Nueva Zelanda, que sólo contaba con dos canales, además de la TV3, primer canal comercial lanzado en 1989. En 2005, Nueva Zelanda contaba con 422 abonados a la línea telefónica por cada 1.000 habitantes, con aproximadamente 4 millones de aparatos de radio y con 2 millones de televisiones. Existen 28 periódicos con una tirada total de un millón de ejemplares al año; el New Zealand Herald cuya redacción está en Auckland, es el de mayor difusión.
6.9
Trabajo
Alrededor del 7% de la mano de obra de Nueva Zelanda está dedicada a la agricultura y el 22% al sector industrial. Las actividades incluidas en el sector servicios ocupan al 71% de los trabajadores, en el que se incluye el sector financiero. Hasta la década de 1980, el índice de desempleo era relativamente bajo y la población contaba con un alto nivel de vida, apoyado por el extensivo sistema neozelandés del Estado de bienestar y su tradición de proteccionismo industrial y fuerte implantación del sindicalismo. Sin embargo, las reformas económicas introducidas a mediados de la década de 1980, ayudaron a incrementar la tasa de desempleo. Así, en 1991, ascendía al 11%, si bien a finales de 1994 esta cifra había descendido hasta el 7,8%. En 2004, cerca del 3,9% de la población activa, sobre un total de 2,22 millones de habitantes, estaba en situación de desempleo. A principios de la década de 1990 Nueva Zelanda contaba con 80 sindicatos y más de 600.000 afiliados. En 1991 quedó abolida la militancia sindicalista obligatoria en algunos sectores de la economía, y el sistema de negociación colectiva establecida en todo el territorio nacional, quedó sustituida por la práctica de contratos individuales y acuerdos salariales locales.
7
GOBIERNO
Nueva Zelanda es una democracia parlamentaria perteneciente a la Commonwealth. La jefatura del Estado la ostenta la monarquía británica representada por el gobernador general. Su sistema político y judicial es imitación del británico; así, no hay constitución escrita, y la práctica constitucional se basa en la tradición, en el consenso y en la jurisprudencia.
7.1
Poder ejecutivo
Este poder es investido directamente por la monarquía británica y ejercido por el gobernador general de Nueva Zelanda, que debe en todo momento actuar bajo dirección del consejo ejecutivo que lo componen el gobernador general y todos los ministros de gobierno, encabezados por el primer ministro. El cuerpo administrativo lo forma el gabinete, constituido por el primer ministro y los ministros de cada cartera. El gobernador general nombra al primer ministro y resto de representantes ministeriales siguiendo las recomendaciones del primero.
7.2
Poder legislativo
Nueva Zelanda tiene un Parlamento unicameral denominado Cámara de Representantes (la segunda cámara quedó abolida en 1950). Esta cámara se compone de 120 miembros entre los que se encuentran los cuatro representantes del electorado maorí, y se elige por sufragio universal cada tres años. Los cuatro escaños maoríes cubren los distritos electorales de todo el país. Casi el 50% de los maoríes mayores de edad pueden registrarse como electores de estos cuatro escaños. En el caso de que sea así, no podrán apuntarse a las listas electorales generales, pues como el resto de los neozelandeses sólo tienen derecho a un voto.
En los referendos de 1992 y 1993, los neozelandeses decidieron cambiar el tradicional sistema electoral de antaño, por el sistema proporcional de candidaturas mixtas, según el modelo alemán. Se combinaron entonces las candidaturas electorales con los candidatos por listas cerradas (véase Representación proporcional), aumentando el número de escaños parlamentarios hasta 120.
7.3
Poder judicial
La corte suprema de Nueva Zelanda es el Tribunal de Apelaciones que ejerce únicamente la jurisdicción de dichas apelaciones. Las resoluciones del Tribunal son siempre definitivas, a menos que pasen al consejo de ministros de Gran Bretaña. Los tribunales principales son el Superior y el juzgado de distrito. En muchas ocasiones los juzgados de paz pueden ver causas por cargos menores. Hay tribunales especializados para causas de familia y de menores de edad.
Uno de los logros fundamentales en el ámbito legislativo de la era moderna ha sido el Tratado de Waitangi, de 1840 (véase la sección Historia) por el que el pueblo maorí reclamó la devolución y compensación económica de las tierras expropiadas. Desde que fuera firmado, este tratado ha provocado numerosas discusiones sobre su validez e interpretación. No todos los jefes maoríes lo firmaron, y quienes lo hicieron fue sobre una imprecisa traducción del documento que intentaba combinar los conceptos británicos de autoridad y propiedad de la tierra con los de los maoríes, y como resultado se obtuvieron numerosas incorrecciones y ambigüedades. Además, el tratado nunca llegó a ser ratificado por el gobierno de Nueva Zelanda. En 1975, tras varias décadas de revueltas maoríes, el Parlamento sacó adelante la ley del Tratado de Waitangi, que establecía la creación de un tribunal encargado de examinar y hacer las recomendaciones pertinentes sobre las reivindicaciones territoriales por parte de los maoríes. A principios de la década de 1990, estas reclamaciones afectaban a una gran parte del territorio de Nueva Zelanda.
7.4
Partidos políticos
Los partidos Laborista y Nacional, con tendencia a la alternancia en el poder, han dominado la política neozelandesa desde la década de 1930. El Partido Nacional ocupó el poder entre 1975 y 1984, mientras que el Partido Laborista lo hizo entre 1972 y 1975, entre 1984 y 1990, durante la primera mitad de la década de 1990, y a partir de 1999. No obstante, ambos intentaron mantener la regulada economía proteccionista neozelandesa y el Estado de bienestar. A mediados de la década de 1980, los dos partidos adoptaron una política antinuclear (véase la sección Defensa). A partir de 1984 tendieron a limar diferencias e iniciaron reformas fundamentales que afectan a la economía, y al Estado del bienestar. En respuesta a todo ello, nacieron nuevos grupos políticos, como es el caso del Partido de la Alianza (coalición de disidentes de los dos partidos mayoritarios), el derechista Nueva Zelanda Primero, el ACT, Nueva Zelanda Unida o el Partido Maorí. Estos y otros pequeños grupos consiguieron casi el 30% de los votos en las elecciones de 1999 y en la actualidad desempeñan un papel de mayor relevancia política, después de la introducción del nuevo sistema electoral.
7.5
Gobierno local
A partir de las reformas de administración local de 1996, Nueva Zelanda quedó dividida en 16 regiones gobernadas cada una por una junta. Estas regiones son: Auckland, Bahía de Plenty, Bahía de Hawke, Northland, Taranaki, Gisborne, Waikato, Manawatu-Wanganui y Wellington en la isla del Norte, Canterbury, Otago, Nelson, Marlborough, Southland, Tasman y West Coast en la isla del Sur. Están divididas en 15 ciudades y 59 distritos. La mayoría de los representantes del gobierno local son elegidos para periodos de tres años.
7.6
Defensa
El Ejército, Marina y Fuerzas Aéreas de Nueva Zelanda están bajo la coordinación del ministerio de Defensa. En 2004 había 8.660 militares en activo dentro de las Fuerzas Armadas, repartidos entre el Ejército de Tierra, la Marina y las Fuerzas Aéreas; existían además unos 8.500 reservistas. El servicio militar es voluntario.
El Tratado de Seguridad con Australia y Estados Unidos (ANZUS) ha sido el núcleo de la política de defensa de Nueva Zelanda desde 1951. No obstante, la renuncia del gobierno en 1984 a permitir la entrada de buques de guerra nucleares en los puertos neozelandeses tensó las relaciones con Estados Unidos, cuyo gobierno, en 1986 suspendió los compromisos de seguridad con Nueva Zelanda que se habían establecido en el Tratado ANZUS. De esta manera, el tratado continuó funcionando sobre una base de colaboración bilateral entre Estados Unidos y Australia, y entre Australia y Nueva Zelanda. Con el anuncio en 1992, por parte de Estados Unidos, de la no dotación de armas nucleares en sus buques de guerra, se fue consolidando el camino para restablecer las buenas relaciones entre ambos países. En febrero de 1994, Estados Unidos proclamó la restauración de contactos a gran escala con Nueva Zelanda y, dos meses después, el comandante en jefe estadounidense del Pacífico, almirante Charles Larson, visitaba el país.
7.7
Salud y bienestar social
La esperanza de vida es de 76,1 años para los varones y de 82,2 para las mujeres. Nueva Zelanda fue el primer país del mundo que introdujo el Estado del bienestar en 1936. Hasta 1990, los aspectos que cubría eran los considerados más necesarios, como asistencia médica y hospitalización gratuita, pensiones de jubilación y prestaciones por desempleo, además de ayudas a la familia, a personas discapacitadas o con enfermedades crónicas. A partir de entonces, estas ayudas se han visto reducidas en cuantía y disponibilidad, y se han introducido formas de financiación parcial en algunos aspectos de la sanidad siguiendo el sistema británico, lo que ha llevado al descontento público. El gobierno se vio obligado a retirar algunas de sus pretensiones, tras encontrarse con la oposición eclesiástica, de distintos grupos sociales y protestas populares generalizadas.
8
HISTORIA
Un cartógrafo holandés bautizó a Nueva Zelanda con su nombre actual después de que el navegante holandés Abel Janszoon Tasman descubriera las islas en 1642. El explorador y militar británico James Cook visitó y reclamó las islas para Gran Bretaña en 1769. No obstante, pasaron casi setenta y cinco años antes de que el gobierno británico levantara acta sobre esta reivindicación y anexionara formalmente Nueva Zelanda.
8.1
Los maoríes
Las islas de Nueva Zelanda fueron habitadas en un principio por un pueblo originario de Polinesia oriental, posiblemente de la isla de Cook y de Tahití, unos mil años antes de que Tasman llegara a sus costas. El nombre maorí se cree que data de mediados de 1880, cuando los descendientes de los primeros colonos lo adoptaron para distinguirse de los pakeka o europeos. De acuerdo con la tradición maorí, el descubridor del país fue Kupe, quien primero lo bautizó como Aotearoa o ‘Tierra de la gran nube blanca’. Estos primeros pobladores se concentraron fundamentalmente en las zonas costeras de la isla del Norte, pero sus descendientes pronto emigraron a las dos islas deshabitadas. Cuando Cook visitó la isla, la población de Nueva Zelanda se estimó en torno a los 125.000 habitantes.
Los franceses dirigidos por Marion du Fresne siguieron los pasos de Cook. Los enfrentamientos de Fresne con los maoríes finalizaron en 1772, en una batalla que le ocasionó la muerte, junto con otros veinticuatro seguidores y al menos 300 maoríes. En los veinte años siguientes, no se conocen asentamientos europeos en Nueva Zelanda, pero a finales del siglo XVIII y principios del XIX, se reanudaron los contactos. Los europeos, principalmente misioneros y balleneros británicos, fundaron colonias y centros comerciales, sobre todo en las islas de la bahía de la isla del Norte. Aunque hubo cierta oposición, los maoríes aceptaron estas instalaciones, comprobando las ventajas que el intercambio comercial proporcionaba. La inmigración comenzó de forma sistemática en 1839 y 1840 bajo los auspicios de la Compañía de Nueva Zelanda, fundada en Londres por Edward Gibbon Wakefield.
8.2
Soberanía británica
Con el fin de adelantarse a la compra de la tierra por parte de la Compañía, el gobierno británico envió a Nueva Zelanda en 1840 al capitán William Hobson en calidad de cónsul y con plena autoridad para negociar tratados con los jefes maoríes. Según los términos del Tratado de Waitangi que él mismo redactó, los maoríes cedían la soberanía del país a la corona británica a cambio de justos derechos de propiedad como ciudadanos británicos y de permanecer bajo protección de Gran Bretaña; también aceptaron vender sus tierras sólo a la corona. El 6 de febrero de 1840, 45 jefes maoríes de la isla del Norte firmaron el tratado y otros 500 lo hicieron en las semanas sucesivas. El 21 de mayo Hobson proclamó la soberanía británica en la isla del Norte y reclamó la del Sur por los derechos adquiridos por haber sido descubierta por Cook. En 1841, Nueva Zelanda quedó constituida como colonia británica, con Auckland como capital.
La colonización continuó de forma rápida durante las siguientes décadas, y se fundaron dos asentamientos significativos en la isla del Sur, Otago (hoy Dunedin) en 1848 y Canterbury (hoy Christchurch) en 1850. Alrededor de 1851 la población europea era de 26.707 habitantes. Las disputas entre los recién llegados y los maoríes sobre los derechos de la tierra, culminaron con las guerras que tuvieron lugar en la isla del Norte entre 1845 y 1848 y entre 1860 y 1872 (véase Guerras de Nueva Zelanda). La última contienda fue la más dura porque además estuvo recrudecida por la confiscación británica de los territorios maoríes, lo que provocó un gran número de bajas. Después de esa fecha las autoridades coloniales pretendieron aplicar una política más conciliadora que pacificó las relaciones entre la población europea y maorí.
En la isla del Sur, ajena a las guerras, no se interrumpió la formación de colonias, y además contaba con escasa población maorí. El descubrimiento del oro aluvial en la península de Otago en 1860 generó una nueva afluencia de inmigrantes, muchos de los cuales se asentaron en las zonas bajas para dedicarse a la agricultura cuando se agotara el oro. Las principales fuentes económicas del país en la última fase del siglo XIX, fueron la cría de ganado ovino y la explotación minera de las cuencas meridionales. Las introducción de buques frigoríficos en 1882 permitió que Nueva Zelanda abriera sus puertas a la exportación de carne, lo que estimuló los asentamientos y el cultivo intensivo.
8.3
Gobierno parlamentario
Establecido un gobierno central con un Parlamento elegido y un gabinete, este gobierno no tuvo poder ejecutivo hasta 1856. A lo largo del siglo XIX, el poder político estuvo dirigido de forma alternativa por algunos grupos liberales sin cohesión, —que instituyeron el sufragio para los hombres y la educación obligatoria—, y por los conservadores que eran en su mayoría terratenientes. En 1891, tras el fracaso de una huelga de pescadores, los sindicalistas dieron su apoyo a los liberales. Posteriormente, y hasta 1912, se sucedieron una serie de legislaturas dominadas por el Partido Liberal, que contaban con la ayuda de los laboristas, hasta que se creó el Partido Laborista Independiente en 1910. Estos gobiernos, dirigidos primero por el periodista John Ballance y tras su muerte por Richard John Seddon y sir Joseph George Ward, realizaron un programa de reforma agraria y una legislación social cuya importancia fue reconocida internacionalmente. Las especulaciones sobre el terreno quedaron suprimidas mediante una legislación que procuraba al gobierno la adquisición de grandes propiedades para su subdivisión, y le autorizaba a la compra de pequeñas propiedades con amplias hipotecas. Otra legislación estableció contribuciones mínimas proporcionadas por un arbitraje obligatorio y la respuesta a la solución de conflictos laborales. En 1893, Nueva Zelanda fue el primer país que dio el derecho de voto a la mujer. Durante este periodo de dominación liberal-laborista se instauró el sistema de Seguridad Social.
8.4
Los primeros años del siglo XX
En 1907 Nueva Zelanda quedó designada oficialmente como dominio del Imperio Británico, aunque su forma de gobierno permaneció inalterable. Los conservadores agrupados en el Partido de la Reforma, alcanzaron el poder una vez más en 1912. Durante la I Guerra Mundial, la coalición reformista-liberal gobernó el país, mientras que 124.211 neozelandeses engrosaron las listas de las Fuerzas Armadas británicas. Estas tropas lucharon en Egipto y en la campaña de Gallípoli de 1915; los Australian y New Zealand Army Corps, fueron popularmente conocidos como divisiones Anzac. En 1916, las unidades neozelandesas, organizadas como división separada, llegaron a Francia para luchar en la batalla del Somme, y el cuerpo de fusileros sirvió más tarde en la campaña de Palestina. Nueva Zelanda perdió más de 16.000 hombres en la guerra y otros 400.000 fueron heridos. No obstante, la I Guerra Mundial contribuyó a generar un nuevo espíritu nacionalista.
El colapso de la explosión especulativa del terreno que floreció tras la guerra fue una causa importante de la recesión económica de 1921 a 1926 que se agravaron con la depresión mundial que comenzó en 1930. En las elecciones parlamentarias de 1935, el Partido Laborista consiguió mayoría absoluta sobre el Partido Nacionalista, formado en 1913 al fusionarse los partidos Liberal y Reformista. El nuevo gobierno, presidido por Michael Joseph Savage, nacionalizó algunos sectores de la economía e instituyó un completo sistema del Estado del Bienestar.
8.5
II Guerra Mundial y Asia
Con el estallido de la II Guerra Mundial en 1939, Nueva Zelanda impuso un control salarial y sobre los precios que reafirmaron la estabilidad financiera, a costa del progreso social. La Armada neozelandesa prestó sus servicios en Grecia, Chipre, África del Norte, Italia y el océano Pacífico y la aviación estuvo presente en todos los escenarios bélicos. Nueva Zelanda tuvo más de 11.600 muertos y 15.700 heridos durante la contienda.
Por otro lado, el Partido Laborista ganó las elecciones de 1949. En política exterior, Nueva Zelanda participó del Plan Colombo para el Sureste asiático en 1950, y en 1951 formó parte del pacto de defensa mutua, ANZUS, con Australia y Estados Unidos. Con otros siete países, en 1954 Nueva Zelanda se integró en la Organización del Tratado del Sureste Asiático (SEATO) y contribuyó en los contingentes que las Naciones Unidas enviaron a la guerra de Corea y a Chipre.
8.6
La segunda mitad del siglo XX
El Partido Laborista reanudó el ejercicio del poder tras las elecciones generales de noviembre de 1957. Su ascensión coincidió con el comienzo de la crisis económica que caracterizó la década de 1960 y que fue debida, en parte, a la reducción de los beneficios procedentes de la exportación. El Partido Nacional volvió al poder en 1960 y bajo la dirección del primer ministro Keith J. Holyoake, mantuvo la mayoría de los votos hasta 1966. El negativo balance económico y la inflación hicieron que el gobierno de Holyoake adoptara políticas de control económico establecidas anteriormente por los laboristas. A principios de 1972 Holyoake se retiró.
En noviembre, los laboristas dirigidos por Norman Eric Kirk vencieron por abrumadora mayoría en las elecciones, y su dirigente fue nombrado primer ministro. En 1973 Kirk y el primer ministro australiano, Gough Whitlam acordaron la cooperación entre ambos países para la mejora de sus respectivas economías. Esta actitud se debió, en parte, a la integración del Reino Unido en la Comunidad Europea, que se hizo efectiva a principios de año. En ese mismo año, Nueva Zelanda estableció relaciones diplomáticas con la República Popular China.
Cuando Kirk murió en 1974, Wallace Edward Rowling le sucedió en la jefatura del gobierno. En 1975, el Partido Nacional volvió al poder bajo la dirección de Robert Muldoon, quien fue reelegido durante un breve periodo de dos años, entre 1978 y 1981. Muldoon intentó, sin demasiado éxito, arreglar los cada vez más graves problemas económicos de Nueva Zelanda. Las elecciones de 1984 devolvieron el control del Parlamento al Partido Laborista, encabezado por David Lange. Bajo su gobierno se iniciaron grandes reformas económicas y se redujo el control estatal sobre la economía y las barreras arancelarias. Aunque muchas de sus medidas contaron con la desaprobación popular, el gobierno laborista volvió a ganar las elecciones de 1987. Conocedor del precario estado de su salud, Lange dimitió en 1989 y le sucedió Geoffrey Palmer. En septiembre de 1990, las diferencias internas de un partido cada vez menos popular, provocaron que Palmer dimitiera en favor de Michael Moore. En las elecciones de octubre, en las que se luchó principalmente contra las premisas económicas de la oposición, los laboristas fueron derrotados por el Partido Nacional, dirigido por James Bolger. El gobierno de Bolger llevó a cabo un más amplio proceso de reforma, ampliando la privatización de las industrias estatales e imponiendo fuertes reducciones en los servicios de bienestar social. Contó con una dura oposición a todas estas medidas políticas y, en 1992, los neozelandeses votaron en referéndum el cambio del sistema electoral por un sistema proporcional mixto que incrementaría el poder de los partidos minoritarios del país. El cambio se confirmó en el referéndum de 1993, que coincidió con unas elecciones generales. El gobierno Bolger sobrevivió, pero sólo por mayoría simple. Varios miembros abandonaron el Partido Nacional en septiembre de 1994 para fundar un partido de centro-derecha con el que Bolger tuvo que formar coalición para conservar su mayoría parlamentaria. El sistema de reforma electoral fue incorporado en las elecciones generales de 1996.
En estas elecciones, además de una alta participación, se produjo un vuelco en la situación política neozelandesa: el Partido Nacional obtuvo el mayor número de votos y de escaños (44), pero no la mayoría absoluta; el Partido Laborista logró 37 escaños y quedó en segundo lugar. Con estos resultados, la novedad no fue la falta de un claro vencedor, sino el surgimiento de una fuerza política, denominada Nueva Zelanda Primero, de carácter nacionalista y populista, que con 17 escaños se convirtió en el verdadero árbitro de la situación. La nueva ley electoral permitió, además, la entrada de otros partidos minoritarios, tanto de derechas como de izquierdas. Tras varias conversaciones, se formó un gobierno de coalición entre el Partido Nacional, dirigido por James Bolger, y Nueva Zelanda Primero, de Winston Peters.
En noviembre de 1997 Jenny Shipley, antigua ministra de Bienestar Social, se convirtió en la primera mujer que accedía al cargo de primera ministra en la historia de Nueva Zelanda. El nombramiento fue aprobado por el Partido Nacional, en el poder, después de una larga negociación con Jim Bolger, que había dimitido de sus cargos de responsabilidad en el gobierno y en el partido (al frente del cual llevaba 12 años) tras haber perdido la confianza de sus allegados ante el desafío lanzado por Shipley, una firme rival de la labor de gobierno desarrollada por el dimisionario primer ministro.
8.6.1
La cuestión maorí
Una de las cuestiones claves del tiempo de posguerra, y en concreto de los últimos treinta años, ha sido la que atañe a los derechos de la población maorí. El activismo maorí para el logro de derechos sociales y económicos fue particularmente intenso durante las décadas de 1960 y 1970; demandaban la utilización de la lengua maorí en la enseñanza, medios de comunicación y actos oficiales, además de programas que preservaran su cultura y arte. Sus peticiones estaban, no obstante, unidas a la devolución de la tierra según las disposiciones del Tratado de Waitangi. El Tribunal de Waitangi quedó establecido en 1975, encargado de examinar y hacer recomendaciones sobre la utilización de las tierras maoríes y sobre las declaraciones de compensación. A principios de la década de 1990, se presentaron cerca de 400 demandas ante los tribunales, pero la cuestión que presentó mayores contenciosos fue la que se refería a grandes extensiones de la corona, de propiedad estatal. Se establecieron así una serie de acuerdos individuales con las distintas tribus (como el de 1994 entre la tribu de los waikato y el gobierno), aunque el lento proceso de negociaciones aumentó las protestas por parte de los activistas maoríes durante 1994 y 1995. En este último año, las reivindicaciones se centralizaron en la isla del Norte, provocando detenciones temporales y la ocupación de algunos lugares de interés cultural, entre los que estaban el Instituto de Artes y Oficios maoríes, situado en Rotorua. El 22 de mayo del mismo año, Bolger y Arkinui Te Atairangikaahu, reina de Tainu (máxima federación tribal del país), firmaron un acuerdo por el que se establecían las reclamaciones definitivas sobre la utilización de 50.000 ha de terreno cedidas ilegalmente a los europeos durante la década de 1860. Esta petición suponía el pago en metálico y la devolución de la tierra, bajo una tasación gubernamental de un total de 116 millones de dólares. Las tierras vendidas a los colonos no quedaron contempladas en dicho acuerdo.
8.6.2
Cambio de gobierno
Después de nueve años de gobierno conservador, el Partido Laborista se alzó con la victoria en las elecciones legislativas del 27 de noviembre de 1999, al obtener el 38,9% de los votos. La candidata laborista Helen Clark derrotó a la conservadora Jenny Shipley, cabeza de lista del Partido Nacional, que logró el 30,7 por ciento. El eje de la campaña electoral de Clark fue la política social; según su programa, de perfil claramente socialdemócrata, la sanidad, la educación pública, los transportes, el seguro de desempleo, así como la creación de empleo y de nuevos impuestos para las rentas más altas, serían prioritarios. Finalizada la legislatura tres años después, el Partido Laborista repitió victoria en las urnas el 27 de julio de 2002. Pese a no lograr mayoría absoluta en la Cámara, los 52 escaños que ganó, gracias al respaldo del 41,4% de los votos emitidos, garantizaron la continuidad de Clark al frente del gobierno. De igual forma, el nuevo triunfo electoral laborista del 17 de septiembre de 2005 (obteniendo 50 escaños) permitió una nueva investidura de Clark.