Chaco o Gran Chaco (del quechua Chacú, ‘país de
las cacerías’), llanura aluvial que se extiende por la región centro-meridional
de América del Sur; abarca el sector suroriental de Bolivia, la mitad occidental
de Paraguay, una porción del noreste y centro de Argentina y una mínima parte
del sur de Brasil. Sus límites están determinados al norte y al sur,
respectivamente, por los llanos del Mamoré (extensa área de bosques tropicales)
y por una franja de transición entre el sector norte de la provincia argentina
de Córdoba y el tramo de la provincia de Santa Fe por el que discurre el río
Salado; al oeste, por las sierras Pampeanas y las sierras Subandinas, y hacia
el este, por el eje fluvial Paraná–Paraguay.
Con una superficie que supera los 675.000 km2,
la región se divide en: Chaco boreal, la más extensa de las divisiones, al
norte del río Pilcomayo; Chaco central, que se sitúa entre los ríos Pilcomayo y
Bermejo (que tienen sus nacientes en la cordillera de los Andes y desembocan en
aguas del Paraná-Paraguay tras seguir una dirección noroeste-sureste), y Chaco
austral, al sur de éste último, que se prolonga entre el Bermejo y el Salado
hasta su contacto con la Llanura pampeana. El primer sector está dividido entre
Bolivia, Paraguay y, en menor medida, Brasil, mientras que los otros dos se
hallan en territorio argentino, divididos a su vez en cuatro subunidades
morfológicas: Chaco alto, Chaco deprimido, Chaco bajo y Diagonal fluvial de
Santiago del Estero. La llanura tiene en su conjunto un gran desarrollo
horizontal, con pendiente noroeste-sureste, pese a lo cual la red carretera y
ferroviaria ha conocido un escaso desarrollo, entre otras razones, por el
escaso poblamiento que la región ha conocido.
Desde un punto de vista estructural se trata de una
cuenca endorreica sedimentaria rellenada por la erosión de los macizos vecinos.
Los agentes que colmataron la cuenca son de origen eólico, fluvial, lacustre y
marino. Predominan suelos arenosos y rocas sedimentarias arcillosas; estas
últimas dan lugar a la aparición de terrenos anegadizos en el sector chaqueño
oriental argentino-paraguayo. Así, durante la estación lluviosa (de diciembre a
abril) los ríos inundan ese sector, lo que da lugar a la aparición de amplias
áreas pantanosas. La dureza de la citada arcilla, que constituye unas de sus
características, dificulta aún más la puesta en cultivo de sus suelos.
Posee en general un clima subtropical árido y
caluroso, por lo que las diferencias zonales vienen dadas por las variaciones
de temperatura (que aumentan de sur a norte) y por una disminución de las
precipitaciones de este (húmedo) a oeste (árido). A lo largo de los cauces
presentes en la zona oriental crecen altas cañas de palma que dan paso tierra
adentro a formaciones de monte bajo y sabana (ésta última aprovechada para la
puesta en marcha de explotaciones ganaderas), mientras que en el oeste se
desarrolla una densa vegetación de arbustos espinosos y yermas extensiones
áridas. En el bosque chaqueño de Paraguay y el norte de Argentina crece el
quebracho, en concreto su variedad roja, que proporciona madera y tanino para
el curtido de pieles, y cuya explotación permitió el asentamiento humano en
Argentina y Paraguay. En la actualidad, el quebracho se encuentra en total
regresión debido, entre otros motivos, a su lenta repoblación. Por su parte, en
el Chaco austral se cultiva algodón. La fauna es abundante y variada, e incluye
jaguares, ocelotes, tapires, osos hormigueros, capibaras, pecaríes y agutíes.
Pájaros, reptiles, e insectos también están bien representados.
El Chaco argentino fue explorado durante el siglo XVI,
pero su ocupación no prosperó debido a la belicosidad de los pueblos indígenas
del lugar, que fueron sometidos militarmente a finales del siglo XIX; a partir
de entonces, se inició la colonización agrícola y ganadera. Las principales
ciudades de la región chaqueña son: Mariscal Estigarribia, localidad surgida a
partir de un destacamento (fortín) levantado por el Ejército paraguayo, y
Filadelfia, cabecera de la colonia menonita de Fernheim, ambas en el sector
paraguayo del Chaco boreal; varios puertos fluviales levantados en la margen
occidental del río Paraguay, entre los que destaca Villa Hayes; y las ciudades
argentinas de Formosa y Resistencia. Entre 1932 y 1935 tuvo lugar en el sector
boreal de esta inmensa llanura la denominada guerra del Chaco, librada entre
Paraguay y Bolivia por el control de las reservas petrolíferas descubiertas en
la región. El Tratado de Buenos Aires (1936) fijó los actuales límites
fronterizos de la región.
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