miércoles, 7 de agosto de 2013

Estados Confederados de América


Estados Confederados de América o Confederación Sudista, nombre adoptado por la federación de once estados esclavistas del sur de Estados Unidos que se separaron de la Unión y se aliaron para luchar contra el gobierno federal durante la Guerra Civil estadounidense. La asamblea de Carolina de Sur se reunió tras la elección de Abraham Lincoln como presidente decidiendo por unanimidad abandonar la Unión tras una votación celebrada el 20 de diciembre de 1860. Durante los dos meses siguientes, los estados de Mississippi, Florida, Alabama, Georgia, Luisiana y Texas aprobaron sus respectivos decretos de secesión. El presidente James Buchanan declaró en los últimos días de su mandato que el gobierno federal no utilizaría la fuerza para impedir las secesiones. Los estados secesionistas enviaron representantes al Congreso celebrado en Montgomery (Alabama) en febrero de 1861. Esta asamblea promulgó una Constitución provisional y eligió a Jefferson Davis, delegado de Mississippi, y a Alexander Hamilton Stephens, de Georgia, como presidente y vicepresidente provisionales respectivamente. El 11 de marzo de 1861, este Congreso ratificó por unanimidad una Constitución permanente, de características similares a la federal, en la que se prohibía el tráfico de esclavos con África, pero se permitía el comercio interestatal de esclavos.
La primera tarea asumida por este gobierno fue prepararse para el inminente conflicto militar. Entre el 30 de diciembre de 1860 y el 18 de febrero de 1861, los Estados Confederados habían tomado once fuertes y arsenales entre Carolina del Sur y Texas y habían atacado Fort Sumter, situado en Carolina del Sur. En su discurso de apertura del 4 de marzo de 1861, Lincoln rechazó el derecho de secesión pero intentó la reconciliación con el Sur. Las negociaciones para solucionar el conflicto de Fort Sumter fracasaron y los confederados comenzaron a bombardear el fuerte el 12 de abril. Tres días después, Lincoln comenzó el reclutamiento de voluntarios para sofocar la insurrección.
Entre abril y mayo, Virginia, Arkansas, Tennessee y Carolina del Norte se unieron a la Confederación. El Congreso Confederado provisional fue reemplazado por una Asamblea permanente el 18 de febrero de 1862. La capital de la Confederación se trasladó de Montgomery a Richmond (Virginia) el 24 de mayo de 1861. Davis y Stephens fueron reelegidos presidente y vicepresidente, respectivamente, en las primeras elecciones generales convocadas de acuerdo con la Constitución del 6 de noviembre de 1861. Davis fue investido presidente en febrero de 1862 para un mandato de seis años.
Aunque la organización política de la Confederación era casi idéntica a la de la Unión, el estallido de la guerra acentuó las acusadas diferencias entre ambas facciones. Al comienzo del conflicto, la Confederación tenía una población de 9 millones de habitantes, entre los que se encontraban más de 3,8 millones de esclavos. La población del territorio leal a la Unión era de 22 millones, de los cuales sólo 500.000 eran esclavos.
El proceso por el cual la Confederación volvió a formar parte de la Unión, una vez acabada la guerra, se denominó Reconstrucción. En 1869, la Corte Suprema de Estados Unidos declaró inconstitucional la secesión.



Pará (estado)


Pará (estado), estado brasileño situado en la región Norte, atravesado por la línea del ecuador y por el río Amazonas. Limita al norte con Guyana, Surinam y el estado del Amapá; al noreste con el océano Atlántico; al este con los estados de Maranhão y Tocantins; al sur con el estado de Mato Grosso, y al oeste con el estado de Amazonas y Roraima. Tiene una superficie de 1.253.164 km², lo que le convierte en el segundo estado de Brasil en cuanto a extensión, el equivalente al 14% del territorio nacional. Su capital es la ciudad de Belém (con una población de 1.408.847 habitantes en 2007), el mayor puerto de la Amazonia.
2
GEOGRAFÍA FÍSICA
El aspecto físiográfico predominante en Pará lo impone el río Amazonas, que atraviesa 800 km del estado, de oeste a este, hasta alcanzar el océano Atlántico, con una descarga que equivale a la cuarta parte de las aguas que vuelcan en los océanos todos los ríos del mundo. Recibe por la margen derecha a sus grandes tributarios, el Tapajós, el Xingu y el Tocantins; por la margen izquierda, a los ríos Trombetas, Paru y Jari. En la ribera del Amazonas, cerca de la frontera con el estado homónimo, se encuentran numerosos lagos, como el Grande y el de Curaí.
En la desembocadura del Amazonas se encuentra la isla de Marajó, con una superficie de 42.964 km2. El río Tocantins se corresponde con la mayor parte del río Pará en el lado sur de la isla, mientras que la corriente principal del Amazonas discurre por el norte. Los ríos Pará y Amazonas están ligados por numerosos canales.
El territorio del estado abarca cuatro regiones geomorfológicas diferentes: tierras bajas o vega del valle del Amazonas; tierra firme o bajas altiplanicies sedimentarias terciarias; depresiones formadas en los basamentos cristalinos en la Amazonia septentrional y meridional; y, finalmente, altiplanicies residuales de la Amazonia septentrional y meridional.
La humedad y la temperatura son muy elevadas en el estado de Pará, como lo demuestra el hecho de que las temperaturas medias anuales están por encima de los 26 °C. Hay grandes oscilaciones térmicas entre el día y la noche, principalmente en el interior, debido al fenómeno de la continentalidad, pero las variaciones anuales son pequeñas y solamente las marca la mayor o menor presencia de lluvias. Predomina en todo el estado la floresta amazónica con dos rasgos distintivos: la vegetación de tierra firme, en la que sobresale el castaño, y la de la ribera, donde crece la siringa. También se encuentra vegetación de campos en Marajó y vegetación de sabana en el sur.
3
ECONOMÍA
Manganeso en la cuenca del río Vermelho, afluente del Itacaiuna, bauxita en el valle del Trombetas, piedra calcárea en Itaituba y Marabá y sal gema en el curso medio del Amazonas son las grandes riquezas de la región.
El estado se destaca, además de por las industrias extractivas minerales ya mencionadas, por la explotación maderera, la cría de bovinos y de búfalos, el cultivo de arroz, yute, mandioca, pimienta y sisal y la producción de castaña, látex, plantas oleaginosas y animales salvajes.
4
HISTORIA
El territorio del actual Pará, que por el Tratado de Tordesillas debería haber pertenecido a la Monarquía Hispánica, no comenzó a ser colonizado hasta finales del siglo XVI, con la unión de las monarquías ibéricas (que se prolongó entre 1580 y 1640). Este impulso se produjo, en gran medida, porque la desembocadura del Amazonas estaba siendo ocupada por holandeses, ingleses y franceses, quienes construyeron fuertes y pequeños núcleos de población para la explotación de las ‘drogas del sertão’ (maderas, animales salvajes).
Después de la expulsión de los franceses de la isla de São Luís, en Maranhão, el gobierno portugués fundó el fuerte de Presépio, origen de la futura Belém, en enero de 1616, creó el estado del Grão Pará y Maranhão —que se separó del estado de Brasil en 1621— e incentivó la cosecha de las ‘drogas del sertão’, el cultivo de la caña de azúcar, el algodón, el café, el cacao y la llegada de colonos. Encaró, además, la evangelización de la inmensa población indígena existente con la instalación en el territorio de varias órdenes religiosas. Surgieron muchos conflictos entre misioneros y colonos por la explotación de la mano de obra indígena, lo que motivó la expulsión del padre António Vieira en 1661. Más tarde, se creó la Compañía General del Comercio del Grão Pará y Maranhão para el fomento de la región y se introdujeron esclavos negros procedentes de África.
Como los conflictos perduraron, Pombal expulsó a los jesuitas, proclamó la libertad de los indígenas y publicó el Diretório dos Indios (1758), por el que se establecía la autoridad civil sobre las misiones. Durante el siglo XVIII se aceleró el progreso de Pará con la llegada de muchos colonos de las islas Azores y se elevaron varios núcleos a la categoría de villas.
En el siglo XIX, la provincia del Pará se vio envuelta en conflictos armados, conocidos como la ‘Cabanagem’, y llegó a proclamar la separación del resto de Brasil. A finales de ese siglo, y durante el primer cuarto del siglo XX, la explotación del látex dio un nuevo impulso a la región. El estancamiento económico posterior que siguió al retroceso en el comercio del látex sólo consiguió frenarse con una política gubernamental consistente en crear órganos públicos especialmente dedicados a la Amazonia.
En 1953 se creó la Superintendencia del Plan de Valorización de la Amazonia (SPVEA), con la inversión de numerosos recursos y la elaboración de proyectos. En la década de 1970, la apertura de grandes carreteras, como la Belém-Brasilia y la Transamazónica, y la creación de núcleos agrícolas, tuvieron como finalidad integrar a la región junto con las otras del país y fomentar su población.
El descubrimiento de importantes yacimientos en la región de la serra dos Carajás, sobre todo de hierro y oro, desplazó un nuevo contingente poblacional llegado del Nordeste y de otras regiones del país, lo que provocó numerosos conflictos sociales.
Población del estado (2005), 6.970.586 habitantes.



Estados Pontificios


Estados Pontificios, territorio italiano que estuvo bajo la autoridad directa y temporal del papa desde el 756 hasta 1870. También reciben la denominación de territorios del Papado. Los papas pasaron a ser los gobernantes de la ciudad de Roma y de las zonas circundantes hacia el siglo VI d.C. Este dominio fue cedido oficialmente al papa Esteban II por Pipino el Breve, rey de los francos, en el 756 como agradecimiento por haberle nombrado rey. Sus posesiones se fueron ampliando mediante diversas donaciones, adquisiciones y conquistas, recibiendo en conjunto la denominación de Patrimonio de San Pedro. Finalmente los Estados Pontificios llegaron a abarcar prácticamente toda la zona central de Italia, alcanzando su mayor extensión en el siglo XVI. La mayor parte de las anexiones se mantuvieron bajo el poder del papado hasta 1797, año en que las tropas francesas de Napoleón Bonaparte se apoderaron de este territorio, creando la República Romana. En 1801 el papa Pío VII recuperó parte de su poder y en 1815 el Congreso de Viena restituyó casi todas sus antiguas posesiones al Papado y mantuvo esta zona bajo la protección de Austria.
Los Estados Pontificios se disolvieron definitivamente en 1870, cuando Víctor Manuel II los anexionó al reino unificado de Italia, incluida Roma. La juridiscción del papado quedó reducida al Vaticano, en el que cada uno de los sucesivos papas permaneció como prisionero voluntario en protesta por la ocupación italiana hasta 1929, cuando quedó reconocida la soberanía independiente y completa de la Santa Sede en la Ciudad del Vaticano en virtud de los Pactos de Letrán.



Estados Generales (Francia)


Estados Generales (Francia), asamblea nacional de representantes de la Francia prerrevolucionaria, anterior a 1789. Su función principal era dar su aprobación al sistema tributario real. Sus miembros estaban divididos en tres clases o estados: el clero, la nobleza (ambos minoritarios) y el tercer estado, que representaba a la gran mayoría del pueblo. Los Estados Generales, convocados por primera vez por el rey Felipe IV en 1302, alcanzaron su mayor poder en el siglo XIV y comienzos del XV. La monarquía comenzó a encontrar otras fuentes de ingresos durante el reinado de Carlos VII y fue retirando su confianza a esta cámara. Después de 1614, la asamblea no volvió a reunirse hasta 1789, cuando Luis XVI congregó a sus miembros para hacer frente a la crisis financiera en que estaba sumida Francia inmediatamente antes del estallido de la Revolución Francesa. En junio de 1789, el tercer estado, al que se sumaron algunos miembros del clero y de la nobleza, comenzó la Revolución al desafiar al rey y erigirse en Asamblea Nacional.



Estados Bálticos


Estados Bálticos, denominación dada a las repúblicas independientes de Estonia, Letonia y Lituania. Situadas a lo largo de la costa este del mar Báltico, los tres países tienen un tamaño parecido, y sus capitales son Tallin, Riga y Vilna, respectivamente. Al norte, el golfo de Finlandia separa Estonia de Finlandia, que a veces se incluye en los estados bálticos. Letonia y Lituania limitan con Rusia, Bielorrusia y Polonia. Aunque los tres países bálticos tienen cultura, historia y lenguas distintas, la geografía de la región los une. Están formados en su mayor parte por una suave llanura, con colinas redondeadas y un gran número de pequeños ríos y lagos, predominando las marismas y zonas pantanosas. Las principales masas de agua son el lago Peipus, en la frontera oriental de Estonia con Rusia, y el lago Võrtsjärv, al sureste de Estonia. El río Nemunas abastece a Lituania de energía eléctrica. El río Daugava (o Dvina Occidental) cruza Letonia y desemboca en el golfo de Riga, en el mar Báltico. A lo largo de la costa hay largas playas de arena. Alrededor de una cuarta parte de la región está cubierta de bosque; ciervos y jabalíes forman parte de la fauna del lugar.
La actividad económica principal es la agricultura y entre sus cultivos destacan la cebada, el centeno y el lino. Los estados bálticos proclamaron su soberanía como repúblicas en el año 1918, aunque estuvieron de cierta forma anexionados a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) hasta que durante la II Guerra Mundial fueron ocupados por Alemania. Tras la guerra, se reincorporaron a la antigua Unión Soviética hasta lograr cada uno de ellos su independencia en 1991.