domingo, 30 de septiembre de 2012

Lituania


Lituania (nombre oficial, Lietuvos Respublika, República de Lituania), república del noreste de Europa, limita al norte con Letonia, al este y al sur con Bielorrusia, al sureste con Polonia y el oblast (región administrativa) de Kaliningrado, perteneciente a Rusia, y al oeste con el mar Báltico. Lituania tiene una superficie de 65.300 km² y una población (según estimaciones para 2008) de 3.565.205 habitantes. Vilna, la capital y principal ciudad de Lituania, está en la parte suroriental del país y tiene (según estimaciones para 2004) 553.038 habitantes. Como Letonia y Estonia, Lituania pertenece a la región báltica.
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TERRITORIO Y RECURSOS
Lituania es una llanura baja interrumpida por pequeñas colinas en el oeste y en el sur. La mayor parte del territorio del país tiene una altura inferior a los 200 m. Cuenta con 99 km de costa y con muchos lagos y ríos, 22 de los cuales tienen una longitud total de 100 km o más. El más largo de ellos es el Nemunas que abastece al país de energía hidroeléctrica. Destacan las marismas y los terrenos anegadizos, especialmente en el norte y en el oeste, aunque se han drenado la mitad de los humedales originales. El clima está dominado por influencias marinas, pero las condiciones son más variables en la parte oriental de la República. En el oeste, los veranos son más frescos y los inviernos más templados. El promedio anual de precipitaciones varía desde menos de 600 mm en el centro del país hasta más de 850 mm en el oeste. Los bosques, que cubren un 32,1% del área total, permiten la existencia de una enorme variedad de vida natural, destacando la presencia de ciervos, lobos, zorros y jabalíes. Cerca de la costa se han encontrado pequeños yacimientos de petróleo y gas, y es probable que, mar adentro, existan reservas mayores.
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TEMAS MEDIOAMBIENTALES
Al igual que muchas naciones de la ex-Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), Lituania tiene importantes problemas medioambientales relacionados con la contaminación. A pesar del aumento de la conciencia medioambiental del país desde su independencia de la URSS en 1991, la ausencia de tecnología, equipamiento y fondos dificultan el tratamiento adecuado de las emisiones industriales y la sustitución de equipos desfasados. Las fuentes de contaminación móvil, como los coches y los camiones, contribuyen significativamente a la contaminación del aire. Los centros industriales como Vilna y Kaunas, con sus plantas de energía, de fertilización y de cemento, también han contribuido a la elevada contaminación del aire. Ésta ha derivado en lluvia ácida, que a su vez degrada la calidad del suelo y del agua.
Lituania se está esforzando por actualizar sus plantas de tratamiento de aguas residuales, debido a que gran parte del agua superficial del país está contaminada con bacterias. El exceso de fertilizantes y pesticidas agrícolas también contribuye a la contaminación de las aguas subterráneas y muchos de sus ríos. La contaminación de los ríos, a su vez, afecta las zonas costeras en las que desembocan.
Lituania depende de la energía nuclear casi por completo para generar electricidad. La planta nuclear de Ignalina suministra electricidad a Lituania y a algunos países vecinos. Construida en la década de 1980, la planta constituye una importante amenaza medioambiental; sus reactores tienen el mismo diseño que los de la planta nuclear de Chernóbil, que en 1986 protagonizó el peor accidente nuclear de la historia.
Durante la década de 1990, Lituania se concentró en la reconstrucción de su economía, pero el país también ha sido capaz de realizar algunos cambios medioambientales. Las regulaciones medioambientales aprobadas a principios de la década de 1990, apuntaban a una reducción de la contaminación y a un sistema de supervisión más efectivo en las cuestiones medioambientales. Estas regulaciones también apuntaban a terminar con el secretismo gubernamental, característico de la era soviética, sobre los problemas medioambientales.
Lituania ha ratificado acuerdos que protegen la biodiversidad, la capa de ozono y los humedales. También forma parte de tratados internacionales relativos al cambio climático y la contaminación naval.
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POBLACIÓN
Los lituanos constituyen más del 80% de la población del país. Hablan lituano, una lengua báltica relacionada con el letón. La proporción de lituanos aumentó en los años siguientes a la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1991, debido a que muchos regresaron de otras partes de la URSS y del extranjero, mientras que miembros de las minorías étnicas, especialmente eslavos, abandonaron el país en gran número. De acuerdo con las estimaciones oficiales de 1994, los rusos suponían el 8,5% de la población y los polacos, el 7%. Otras minorías están compuestas por ucranianos, judíos y bielorrusos. Los lituanos son católicos. También se practican otras formas de cristianismo.
Lituania es un país altamente urbanizado, con aproximadamente el 67% de población urbana. A diferencia de otras repúblicas de la antigua Unión Soviética, Lituania no se vertebra alrededor de un único núcleo urbano. Aunque Vilna, su capital, es la ciudad más grande, el país cuenta con otras ciudades importantes como Kaunas (368.917 habitantes) y la ciudad portuaria de Kláipeda (190.098 habitantes). La esperanza de vida en 2008 era de 69,7 años para los hombres y de 79,9 años para las mujeres. La densidad de población es de 55 hab/km² aproximadamente.
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ECONOMÍA
Aunque la agricultura dominó la economía antes de la anexión soviética en 1940, la industria se ha convertido en el principal sector económico; ésta aporta el 35,3% (2006) del producto interior bruto (PIB) que engloba al 29% de la población activa total. Las industrias más importantes son las dedicadas a la transformación de alimentos, los astilleros y las productoras de maquinaria eléctrica. Otras producciones destacadas son cemento, textiles, electrodomésticos y papel. En 2006 el producto interior bruto de Lituania fue de 29.766 millones de dólares, lo que equivale a 8.768,90 dólares per cápita (según estimaciones del Banco Mundial).
La agricultura supone aproximadamente el 14% del total de la población activa. La cría de ganado y la producción láctea son las actividades agrarias dominantes. Los cultivos principales son los cereales, las patatas (papas), la remolacha azucarera y el lino. Los recursos minerales son limitados; destacan el yeso y la arcilla (barro).
Aunque la producción de energía puede cubrir gran parte de las necesidades del país, su economía empezó a resentirse cuando Rusia exigió que se pagaran los cargamentos de combustibles fósiles a precios internacionales. Los dos reactores nucleares del tipo de Chernóbil de la planta de Ignalina en Lituania, son la única instalación civil nuclear en las repúblicas del Báltico y cubre casi la mitad de las necesidades energéticas del país. Esta planta se ha visto obligada a cerrar brevemente en más de una ocasión debido a problemas técnicos. En el área de Kláipeda se han descubierto pequeños depósitos de crudo que podrían servir para mantener activa la refinería de Mažeikiai, la única refinería de petróleo en las repúblicas bálticas, que se vio obligada a cerrar por un cierto periodo de tiempo debido a la falta de crudo. Esta central abastece al oblast ruso de Kaliningrado, lo que convenció a los gobernantes en Moscú a reanudar las entregas regulares de petróleo. La ruptura de los lazos económicos con las antiguas repúblicas soviéticas supuso una grave crisis para la economía lituana; el PIB descendió en 1992 un 25 por ciento. En 2004 la producción de crudo era de 2.833.610 barriles por año.
Después de conseguir su independencia, Lituania empezó a planear la emisión de su propia moneda, el litas, para reemplazar al rublo ruso. Los mandatarios lituanos decidieron poner primero en circulación cupones suplementarios a los escasos rublos que estaban en circulación. Los talonas (nombre que se da en lituano a los cupones) se distribuyeron gratuitamente, ya que se creía que una amplia circulación de cupones, ayudaría a los consumidores lituanos, y traería unas consecuencias económicas negativas mínimas. Pero con la conmoción de los precios energéticos y la política de gastos y pensiones, la inflación aumentó y el valor de los talonas descendió rápidamente. Se introdujo el litas (plural litai) como única moneda de curso legal en 1993. Poco después, el suministro de litai experimentó una fuerte fluctuación. En marzo de 1994 el Parlamento aprobó una ley para fijar la equivalencia de la moneda nacional con el dólar; en 2006 se mantenía en 2,80 litai por dólar.
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GOBIERNO
De acuerdo con la Constitución ratificada en octubre de 1992, el presidente es la máxima autoridad de la República de Lituania. El poder legislativo reside en el Seimas (Parlamento), órgano unicameral integrado por 141 miembros elegidos por un periodo de cuatro años. Setenta y uno de sus escaños se eligen por sufragio universal directo, mientras que el resto de los escaños se distribuyen según un criterio proporcional; cada partido debe recibir el 4% o más del total de los votos. Los partidos de las minorías étnicas, como la Unión de Polacos, están exentos del mínimo de votos requeridos. El presidente nombra al primer ministro, sujeto a la aprobación del Seimas.
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HISTORIA
Varios especialistas creen que los lituanos ya habitaban en el área del Báltico en el 2500 a.C.; otros piensan que emigraron hacia esa zona a principios del siglo I d.C. La primera referencia escrita sobre este pueblo data del 1009 d.C. y se encuentra en un manuscrito medieval prusiano.
7.1
El imperio medieval de Jagellón
Tras conseguir conquistar Grodno, Minsk y Polatsk a los divididos principados rusos en los siglos IX y X, Lituania sirvió durante varios años de corredor entre los avances germánicos desde el oeste y los de pueblos mongoles y tártaros procedentes del este, por lo que estuvo sujeta a constantes invasiones e intentos de conquista. Como consecuencia, las litva (tribus lituanas) formaron una débil federación de príncipes en el siglo XIII, que les permitió resistir los ataques de la Orden Teutónica.
Los lituanos ofrecieron resistencia y aproximadamente en 1260 derrotaron a la Orden. Un siglo después, el gran duque Guedimín (o Gediminas) ocupó Bielorrusia y el oeste de Ucrania estableciendo la capital en Vilna; su hijo, el gran duque Olguerd añadió los territorios entre Ucrania y el mar Negro. Jagellón, hijo de Olguerd, sucedió a su padre en 1377. En 1386 contrajo matrimonio con Eduvigis de Anjou (hija de Luis I, rey de Hungría y de Polonia), por lo que, después de convertirse al catolicismo, fue coronado como Ladislao II Jagellón, rey de Polonia.
Su primo, Vytautas, se rebeló contra él en 1390, y Jagellón le cedió el Gran Ducado de Lituania en 1401. Vytautas y Jagellón, reconciliados, vencieron a la Orden Teutónica en 1410, en la batalla de Grunwald. En 1447, bajo el reinado de Casimiro IV Jagellón, el hijo de Jagellón, Lituania y Polonia se aliaron. Desde 1501, con la subida al poder del hijo de Casimiro, Alejandro I Jagellón, los monarcas reunieron las dos coronas (gran ducado de Lituania y reino de Polonia), y en 1569, por la Unión de Lublin, Polonia y Lituania se fusionaron en una única entidad estatal, que tendría un rey electivo. Esta unión hizo que se produjera una hegemonía de Polonia, no sólo en los órganos políticos, sino también con la extensión del polaco como lengua general y la instalación de numerosos polacos en territorio lituano. Como consecuencia de los sucesivos repartos de Polonia en 1772, 1793 y 1795, Lituania pasó a formar parte de Rusia, excepto una pequeña parte que quedó en poder de Prusia. Los lituanos se convirtieron en un pueblo sometido que organizó repetidos levantamientos nacionalistas en 1812, 1831, 1863 y 1905 demandando la reunificación de Polonia y contra la rusificación lingüística y cultural que se estaba imponiendo.
7.2
Breve periodo de independencia
Durante la I Guerra Mundial, el ejército alemán ocupó Lituania, pero en noviembre de 1918 los nacionalistas declararon la independencia del país expulsando a los bolcheviques rusos que ocuparon Vilna a comienzos de 1919, rompiendo lo pactado con Alemania en la Paz de Brest-Litovsk, donde se reconocía la independencia lituana. El Tratado de Versalles reconoció su independencia en 1919. En agosto de 1922 la asamblea constituyente lituana, reunida en sesión desde mayo de 1920, aprobó una Constitución democrática que proclamaba la República, a pesar de la oposición de Polonia que deseaba la reunificación, y con quien no se reanudarían relaciones diplomáticas hasta 1938.
Durante los dos años siguientes, las facciones conservadoras y liberales del Seimas (Parlamento) estuvieron enfrentadas. El 17 de diciembre de 1926, el ejército y los nacionalistas, encabezados por el estadista conservador Antanas Smetona, tramaron un golpe de Estado. Expulsaron a todos los liberales e izquierdistas del Seimas y eligieron a Smetona como presidente y a Augustinas Voldemaras como primer ministro.
Después de la llegada al poder de Adolf Hitler en Alemania, las desavenencias entre lituanos y alemanes por la ciudad de Memel (actual Kláipeda) aumentaron rápidamente. En 1939 un ultimátum de Hitler obligó a Lituania a restituir el territorio de Memel a Alemania. Con el estallido de la II Guerra Mundial y el reparto de Polonia entre Alemania y la URSS, los gobiernos lituano y soviético anularon su tratado de ayuda mutua en octubre de 1939. Un gobierno prosoviético asumió el poder en Lituania en junio. Poco después el Bloque de los Trabajadores, el único partido político permitido, hizo campaña para la inclusión de Lituania en la URSS. Los disidentes políticos se manifestaron en contra, y el electorado votó, los días 14 y 15 de julio de 1940, en una elección parlamentaria con una sola lista de candidatos. El nuevo Parlamento aprobó por unanimidad la incorporación de Lituania a la URSS. Los poderes democráticos occidentales se negaron a reconocer la legalidad de la anexión soviética.
7.3
República soviética
Según los términos del Pacto Germano-soviético Molótov-Ribbentrop (1940) Alemania reconoció la integración lituana en la URSS. Los levantamientos anti soviéticos continuaron tras la invasión de la URSS por parte de los alemanes el 22 de junio de 1941. Incapaces de contener las revueltas y el ataque violento alemán, el ejército soviético se retiró. Los alemanes invadieron Lituania, saquearon sus principales recursos y, llevaron a cabo, en represalia al movimiento de resistencia nacional, una fuerte represión que provocó mas de 200.000 víctimas.
En el verano de 1944 los soviéticos volvieron a ocupar Lituania, que se restableció como república soviética. Se estima que los soviéticos ejecutaron a 2.000 personas por colaborar con los alemanes y deportaron a Siberia a muchos anticomunistas. En 1949 el régimen comunista cerró numerosas iglesias, deportó a muchos sacerdotes y persiguió a aquellos que poseían iconografías religiosas. Posteriormente, Lituania empezó a estabilizarse y muchos estados aceptaron tácitamente su condición de república soviética.
7.4
La nueva independencia
A finales de la década de 1980, los rápidos cambios políticos de Europa del Este y la URSS, reavivaron el nacionalismo lituano. En febrero de 1990 se celebraron elecciones en las que el independentista Movimiento Lituano de Reforma (conocido como Sajudis) acaparó la mayoría absoluta del Soviet Supremo de Lituania (asamblea legislativa). El principal dirigente de Sajudis, Vytautas Landsbergis, fue elegido presidente del Consejo, y en marzo de 1990 proclamó la independencia de Lituania. La URSS no reconoció su independencia, por lo que las presiones económicas y militares fueron muy fuertes. Después del fracasado golpe de Estado de agosto de 1991, el 6 de septiembre la Unión Soviética reconoció la independencia de Lituania, Estonia y Letonia; asimismo, las Naciones Unidas reconocieron a las tres nuevas repúblicas inmediatamente.
Al igual que en otras antiguas repúblicas soviéticas, como Azerbaiyán y Georgia, los antiguos comunistas de Lituania fueron quienes organizaron el nuevo panorama político tras la independencia. Además, la coalición Sajudis no pudo mantener su liderazgo político. Su popularidad decayó a causa de las diferencias políticas en el seno de la coalición, una severa crisis económica causada por la ruptura de los lazos comerciales con las antiguas repúblicas soviéticas, una acelerada privatización que desorganizó la producción agraria, una legislación restrictiva por la que sólo se reconocía ciudadano lituano a quien mostrara conocimiento de la lengua autóctona (lo que impedía votar no sólo a la minoría rusa, sino también a numerosos polacos) y un empeoramiento de las relaciones internacionales con los países vecinos.
Como consecuencia, el Partido Democrático del Trabajo (antiguo Partido Comunista de Lituania) obtuvo la mayoría de los escaños del Seimas en febrero de 1992, y su jefe, Algirdas Brazauskas, fue elegido presidente del mismo y presidente en funciones de la República de Lituania hasta que se celebraron las elecciones presidenciales directas, que él mismo ganó en febrero de 1993. El apoyo popular al nuevo gobierno pronto decreció, ya que Brazauskas también fracasó en la resolución de los problemas económicos del país. En 1993 Lituania se convirtió en el primero de los estados bálticos sin presencia militar rusa. La última unidad del Ejército ruso abandonó el país el 31 de agosto de ese año. En junio de 1995 se firmó el acuerdo de asociación de Lituania con la Unión Europea, previo periodo de transición hasta 1999.
En las elecciones legislativas de octubre de 1996 resultó vencedor de nuevo el Sajudis, dirigido por Vytautas Landsbergis, que obtuvo 70 de los 141 escaños con los que cuenta el Seimas; los cristiano-demócratas lograron 16 escaños y el Partido Democrático del Trabajo obtuvo tan sólo 12. El nuevo gabinete, integrado por el Sajudis y los cristiano-demócratas, tuvo entre sus prioridades atajar la crisis financiera y los casos de corrupción que habían hecho caer al gobierno de izquierdas saliente.
Las elecciones presidenciales celebradas, a dos vueltas, en diciembre de 1997 y enero de 1998 dieron la victoria, sorprendentemente, al candidato de centroizquierda Valdas Adamkus, apoyado por socialdemócratas y ecologistas; a continuación quedó Arturas Paulauskas, del PDT, seguido del conservador Vytautas Landsbergis. El 8 de octubre de 2000, las urnas otorgaron 51 escaños a la denominada Coalición Socialdemócrata Algirdas Brazauskas, 34 a la Unión Liberal de Lituania, y 29 a la Nueva Unión. Tras estos resultados se formó un gobierno de coalición (integrado por Nueva Unión, Unión Liberal, Unión del Centro, y los cristiano-demócratas), a cuyo frente, como primer ministro, estaba el líder de la Unión Liberal, Rolandas Paksas. El programa de este gabinete, aprobado a comienzos de noviembre por el Seimas, dispuso como prioritarias la profundización de las reformas de la economía de mercado y la revisión del sistema de educación, así como la aceleración del proceso para la incorporación lituana a la Unión Europea (UE) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). En junio de 2001 dimitieron los seis ministros de la Nueva Unión, que mostraron su desacuerdo con la política de privatización del ejecutivo, y muy poco después se produjo la renuncia de Paksas. Eugenijus Gentvilas desempeñó la jefatura del gobierno de modo provisional, hasta que el Seimas designó primer ministro al ex presidente Brazauskas.
A finales de 2002 se fijó la incorporación de Lituania a la UE y a la OTAN en 2004, viéndose así cumplidos en parte dos de los principales objetivos internacionales del país en los años anteriores. En las elecciones presidenciales celebradas, en segunda vuelta, en enero de 2003, Ronaldas Paksas derrotó a Adamkus (lo que supuso una gran sorpresa, pues éste se había impuesto en diciembre en la primera vuelta) y un mes más tarde accedió a la jefatura del Estado. Poco después, el 16 de abril, Lituania firmó junto a otros nueve estados candidatos el Tratado de Adhesión a la UE; en un referéndum celebrado al mes siguiente, los lituanos refrendaron el ingreso de su país en la UE, lo que tuvo lugar el 1 de mayo de 2004. El 29 de marzo de este último año, Lituania se había convertido, igualmente, en miembro de la OTAN.
Estos importantes acontecimientos se desarrollaron de forma simultánea a la crisis política generada por el proceso parlamentario de destitución abierto a Paksas, acusado de corrupción; finalmente, en abril, Paksas resultó depuesto y la presidencia pasó a ser desempeñada, de forma interina, por Arturas Paulauskas, presidente del Parlamento. En las elecciones presidenciales convocadas para junio, la victoria fue para Valdas Adamkus, quien volvería, así, a ejercer el cargo. En octubre de ese mismo año 2004, se celebraron igualmente comicios legislativos; el grupo más votado fue el Partido Laborista, formación conservadora liderada por Víktor Uspaskitch que consiguió 39 escaños. A continuación quedaron la coalición gubernamental de socialdemócratas y social-liberales de Brazauskas, Trabajando para Lituania (31 diputados); Unión por la Patria (25); Unión Liberal y del Centro (18); la coalición del ex presidente Paksas, Por el Orden y la Justicia (11); y la Unión del Partido Agrario y el Partido Nueva Democracia (10). Poco después, el 11 de noviembre de 2004, antes de constituirse el nuevo Seimas, el Parlamento saliente dio su voto favorable a la Constitución europea, emanada durante ese mismo año, y Lituania se convirtió así en el primer país de la UE que ratificaba la que habría de ser su Ley Fundamental.
A finales de mayo de 2006, Brazauskas presentó su dimisión a Adamkus; esta circunstancia estuvo precedida por la ruptura de la coalición gubernamental, luego de que el Partido Laborista (clave para la misma) y su líder, Uspaskitch, se vieran salpicados por un escándalo de corrupción. El 3 de julio siguiente, Gediminas Kirkilas, correligionario de Brazauskas, se convirtió en primer ministro.


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