Estados Confederados
de América o Confederación Sudista, nombre adoptado por la federación de once
estados esclavistas del sur de Estados Unidos que se separaron de la Unión y se
aliaron para luchar contra el gobierno federal durante la Guerra Civil
estadounidense. La asamblea de Carolina de Sur se reunió tras la elección de
Abraham Lincoln como presidente decidiendo por unanimidad abandonar la Unión
tras una votación celebrada el 20 de diciembre de 1860. Durante los dos meses
siguientes, los estados de Mississippi, Florida, Alabama, Georgia, Luisiana y
Texas aprobaron sus respectivos decretos de secesión. El presidente James
Buchanan declaró en los últimos días de su mandato que el gobierno federal no
utilizaría la fuerza para impedir las secesiones. Los estados secesionistas
enviaron representantes al Congreso celebrado en Montgomery (Alabama) en
febrero de 1861. Esta asamblea promulgó una Constitución provisional y eligió a
Jefferson Davis, delegado de Mississippi, y a Alexander Hamilton Stephens, de
Georgia, como presidente y vicepresidente provisionales respectivamente. El 11
de marzo de 1861, este Congreso ratificó por unanimidad una Constitución
permanente, de características similares a la federal, en la que se prohibía el
tráfico de esclavos con África, pero se permitía el comercio interestatal de
esclavos.
La primera tarea
asumida por este gobierno fue prepararse para el inminente conflicto militar.
Entre el 30 de diciembre de 1860 y el 18 de febrero de 1861, los Estados
Confederados habían tomado once fuertes y arsenales entre Carolina del Sur y
Texas y habían atacado Fort Sumter, situado en Carolina del Sur. En su discurso
de apertura del 4 de marzo de 1861, Lincoln rechazó el derecho de secesión pero
intentó la reconciliación con el Sur. Las negociaciones para solucionar el
conflicto de Fort Sumter fracasaron y los confederados comenzaron a bombardear
el fuerte el 12 de abril. Tres días después, Lincoln comenzó el reclutamiento
de voluntarios para sofocar la insurrección.
Entre abril y mayo,
Virginia, Arkansas, Tennessee y Carolina del Norte se unieron a la
Confederación. El Congreso Confederado provisional fue reemplazado por una
Asamblea permanente el 18 de febrero de 1862. La capital de la Confederación se
trasladó de Montgomery a Richmond (Virginia) el 24 de mayo de 1861. Davis y
Stephens fueron reelegidos presidente y vicepresidente, respectivamente, en las
primeras elecciones generales convocadas de acuerdo con la Constitución del 6
de noviembre de 1861. Davis fue investido presidente en febrero de 1862 para un
mandato de seis años.
Aunque la
organización política de la Confederación era casi idéntica a la de la Unión,
el estallido de la guerra acentuó las acusadas diferencias entre ambas
facciones. Al comienzo del conflicto, la Confederación tenía una población de 9
millones de habitantes, entre los que se encontraban más de 3,8 millones de
esclavos. La población del territorio leal a la Unión era de 22 millones, de los
cuales sólo 500.000 eran esclavos.
El proceso por el
cual la Confederación volvió a formar parte de la Unión, una vez acabada la
guerra, se denominó Reconstrucción. En 1869, la Corte Suprema de Estados Unidos
declaró inconstitucional la secesión.