Reino Unido (nombre oficial, United
Kingdom of Great Britain and Northern Ireland, Reino Unido de Gran Bretaña
e Irlanda del Norte), monarquía constitucional del noroeste de Europa, miembro
de la Unión Europea y de la Commonwealth. El Reino Unido constituye la parte
más grande de las islas Británicas. Comprende, junto a numerosas islas más
pequeñas —como la isla de Wight, la de Anglesey y los archipiélagos de Scilly,
Orcadas, Shetland y Hébridas—, los antiguos reinos independientes de Inglaterra
y Escocia y el principado de Gales. Irlanda del Norte, también conocida (aunque
de modo incorrecto) como Ulster, ocupa la parte noreste de la isla de Irlanda.
El Reino Unido limita al sur con el canal de la Mancha, que lo separa de la
Europa continental, al este con el mar del Norte y al oeste con el mar de
Irlanda y el océano Atlántico; la única frontera terrestre separa a Irlanda del
Norte de la República de Irlanda. El Reino Unido tiene una superficie total de
244.110 km². Londres es su capital y su ciudad más grande.
Inglaterra y Gales se unieron
administrativa, política y legalmente en 1542. Las coronas de Inglaterra y
Escocia se unificaron en 1603, aunque ambos países continuaron siendo entidades
políticas separadas hasta la Union Act de 1707, a partir de la cual
surgió el Reino Unido de Gran Bretaña. Desde 1801, año en que Gran Bretaña e
Irlanda se unieron, hasta la creación del Estado Libre de Irlanda en 1922, el
reino se designó oficialmente Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda.
La isla de Man y las islas
Anglonormandas son dependencias directas de la Corona británica y no forman
parte del Reino Unido. Las dependencias del Reino Unido son: Anguila, Bermudas,
el Territorio Antártico Británico, el Territorio Británico del Océano Índico,
las islas Vírgenes británicas, las islas Caimán, el archipiélago de las
Malvinas, Gibraltar, la isla Montserrat, la isla Saint Helena y las
dependencias de Saint Helena (Ascension y Tristán da Cunha), las islas Georgias
del Sur y Sandwich del Sur y las islas Turks y Caicos. Hong Kong, donde habitan
doscientos mil de los seis millones de habitantes de las dependencias, pasó a
pertenecer a China en 1997, una vez concluido el contrato de arrendamiento
británico sobre el territorio.
2
|
TERRITORIO Y
RECURSOS
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El Reino Unido tiene una longitud
máxima de 1.264 km; el punto más septentrional es Out Stack, en las islas
Shetland; el más meridional es Saint Agnes, en las islas Scilly.
El territorio del Reino Unido es muy heterogéneo;
su diversidad se debe en parte a las rocas subyacentes, que varían de las
antiguas montañas precámbricas de las Highlands (Tierras Altas) de Escocia a
los recientes depósitos cuaternarios del este de Inglaterra. Todo el Reino
Unido —a excepción del área de Inglaterra situada al sur de los estuarios de
los ríos Támesis y Severn— estuvo cubierto de hielo durante la era glacial del
pleistoceno.
2.1
|
Gran Bretaña
|
Gran Bretaña es la octava isla más
grande del mundo. Tiene una superficie de 229.870 km², poco más del 90% del
área total del Reino Unido. Tradicionalmente se divide en dos regiones
principales, las Highlands (por encima de los 100 m de altitud) y las
Lowlands (Tierras Bajas). Escocia y Gales se encuentran dentro de la región de
las Highlands, al igual que el norte, el noroeste y el suroeste de Inglaterra.
Escocia se divide en tres regiones: las Highlands, donde se encuentra el punto
más alto del Reino Unido, el Ben Nevis (1.343 m), las Central Lowlands y las
Southern Uplands (Tierras Altas Meridionales). Gales comprende básicamente los
montes Grampianos; el sistema montañoso más elevado de Inglaterra y Gales es el
macizo de Snowdon (1.085 m). Inglaterra se divide en tres regiones montañosas y
dos zonas de tierras bajas —East Anglia y el sureste— conectadas generalmente
por ricas llanuras agrícolas. La zona elevada de la península del suroeste
comprende Dartmoor, Exmoor y Bodmin Moor; al norte se halla la cadena Penina y
al noroeste el macizo de Cumbria del Lake District (Distrito de los Lagos).
2.2
|
Irlanda del Norte
|
Las montañas Antrim y Sperrin, al norte
y al noreste, son una extensión de las Highlands escocesas; incluyen el lago
Neagh, que con sus 396 km² de extensión, es el lago de agua dulce más grande
del Reino Unido.
2.3
|
Principales ríos y
lagos
|
Los principales ríos de Inglaterra
incluyen al Támesis, con Londres al pie de su ribera, el Humber al noreste, el Mersey
al oeste y el Severn al suroeste. En Gales, el Dee nace en el lago Bala, el
lago natural más grande de Gales, y fluye a través del norte de Gales e
Inglaterra. Los abruptos valles de Gales meridional son atravesados por
numerosos ríos. Escocia es conocida por su abundante número de ríos y lagos (lochs,
en escocés). Entre los lagos más destacables están el Lomond (el más grande),
el Ness, el Tay, el Katrine, el Alto Erne y el Bajo Erne. Los principales ríos
de Escocia son el Tay (el más largo), el Foyle y el Bann.
2.4
|
Clima
|
El clima del Reino Unido es
relativamente templado para su latitud, que coincide con la de la península del
Labrador, en Canadá. La suavidad del clima es un efecto de las influencias
marinas, en especial de la cálida corriente del Golfo. La temperatura anual es
de 6 °C de promedio en la parte más septentrional de Escocia y de
11 °C al suroeste de Inglaterra. El promedio de las precipitaciones
anuales supera los 1.000 mm, y oscila entre más de 5.000 mm en las
tierras altas del oeste de Escocia y menos de 500 mm en zonas de East
Anglia.
2.5
|
Recursos naturales
|
Hay gran variedad de suelos en el
Reino Unido, desde los suelos delgados, a menudo ácidos, de las Highlands a las
ricas margas de East Anglia. En total cerca de las tres cuartas partes de la
superficie es adecuada para la agricultura. La mayor parte del terreno está
cubierto de hierba y se dedica al pastoreo de ganado. Buena parte del ganado
bovino y lanar se cría en las tierras altas escocesas y en las colinas y
páramos de Gales, Irlanda del Norte y el norte y suroeste de Inglaterra.
Los bosques y montes cubren cerca
del 7% de Inglaterra, el 15% de Escocia, el 12% de Gales y el 5% de Irlanda del
Norte; un total de un 12% de la superficie del país. Aún así, los bosques bajo
administración del gobierno se han duplicado desde la fundación en 1919 de la
Comisión Forestal.
En relación, los recursos minerales son
escasos. Se produce cinc, estaño, mineral de hierro y cobre en pequeñas
cantidades. En cambio, el Reino Unido posee los recursos energéticos más ricos
de la Unión Europea, entre los que se encuentran los grandes yacimientos de
carbón (explotados durante más de 300 años), el petróleo y el gas natural,
principalmente en el sector británico del mar del Norte, cerca de la costa
oriental de Escocia e Inglaterra respectivamente. En 1969 se descubrió petróleo
por primera vez y la producción comenzó en 1975; a principios de la década de
1990, el Reino Unido era el décimo productor mundial de petróleo. La producción
de gas natural se inició en 1967; en la actualidad el Reino Unido es el quinto
productor mundial de gas.
Gracias a los yacimientos de carbón de
Gales, Escocia y el norte y centro de Inglaterra, y a los depósitos de mineral
de hierro del área de la cadena Penina, el Reino Unido se convirtió en la
primera nación industrial del mundo. Las antiguas minas de estaño de Cornwall
han sido básicas para la prosperidad de Inglaterra desde la época medieval.
Después de la II Guerra Mundial, las industrias mineras de mineral de
hierro, carbón y estaño han sufrido una grave crisis.
2.5.1
|
Flora
|
En la antigüedad, la mayor parte
del Reino Unido, con la excepción de las montañas y los páramos del norte, el
oeste y las zonas pantanosas, estuvo cubierta de bosques de hoja caduca
dominados por el roble. Las plantaciones de coníferas de crecimiento rápido en
Gales y el noreste de Escocia constituyen una buena parte del 10% del
territorio del Reino Unido que todavía está arbolado. Alrededor de una cuarta
parte del Reino Unido, principalmente en Escocia, el suroeste de Inglaterra,
Gales e Irlanda del Norte, está formado por brezales y páramos. Abundan plantas
como el brezo, el tojo, el romero y el arándano.
2.5.2
|
Fauna
|
Animales salvajes autóctonos como el ciervo
rojo de las Highlands y Exmoor y el corzo de los bosques de Escocia e
Inglaterra meridional son los únicos mamíferos grandes que han sobrevivido en
el Reino Unido, aunque hay ponis semisalvajes en Exmoor, las islas Shetland y
en New Forest. Otros mamíferos autóctonos son el zorro, el tejón, la nutria, el
armiño, la comadreja, el gato montés, el turón, la ardilla roja, el erizo, el
topo, la rata parda y la liebre parda. Los gatos monteses sólo habitan en zonas
de Escocia y la ardilla roja principalmente en la isla de Wight y Escocia.
En muchos aspectos, el Reino Unido es
un paraíso para los ornitólogos. Se pueden observar con regularidad unas 200
especies; gorriones, mirlos, pinzones y estorninos son los más numerosos y
residen durante todo el año. Los peces de agua dulce más destacados son el
salmón, la trucha, el escarcho, la perca y el lucio.
2.5.3
|
Conservación
medioambiental
|
Cuatro agencias gubernamentales son responsables
de la conservación del medio ambiente en el Reino Unido. A principios de la
década de 1990, estas corporaciones administraban el 22% (Inglaterra), casi el
25% (Gales), el 13% (Escocia) y el 20% (Irlanda del Norte) de los parques
nacionales y áreas de belleza natural. Una ley de 1981 protege a los animales
salvajes del Reino Unido.
2.6
|
Temas
medioambientales
|
El Reino Unido emite cantidades
significativas de dióxidos de azufre, que contaminan tanto el aire del propio país
como el de Escandinavia. No obstante, las emisiones han bajado desde 1980 y se
espera que sigan bajando en respuesta a las directivas de la Unión Europea (UE)
y a los Protocolos sobre el Azufre de la Comisión Económica para Europa de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU). La calidad del aire urbano también
está amenazada por el floreciente sector del transporte.
La buena calidad del agua en los
ríos y playas del Reino Unido se ha incrementado poco en los últimos 20 años,
pero ahora rige un programa de inversiones para mejorar el tratamiento de las
aguas. Los residuos urbanos plantean un problema en aumento, ya que los lugares
para situar vertederos son escasos. Los campos de petróleo del mar del Norte
han proporcionado al país energía e importantes ingresos, pero también han
contribuido a una severa contaminación del mar por ese mismo petróleo. La
industria nuclear en las primeras etapas de su formación se deshacía de los
residuos radioactivos mediante vertidos en el océano, dando así lugar a una grave
herencia de contaminación, particularmente en el mar de Irlanda.
La energía nuclear de 23 reactores
proporciona el 22,84% (2003) de la energía del país. En cierto momento parecía
que la energía nuclear terminaría desplazando por completo al carbón como
principal fuente de energía del país y de hecho promovió el cierre de muchas
instalaciones de quema de este combustible que eran altamente contaminantes.
Pero la conciencia medioambiental y los elevadísimos costos de la tecnología
nuclear han demorado el desarrollo de este tipo de energía nuclear. El carbón y
la energía hidroeléctrica todavía suministran la mayor parte de la electricidad
que se consume en el país.
El Reino Unido tuvo alguna vez
bosques que cubrían dos tercios del territorio, pero tras miles de años de
impacto humano la superficie boscosa se ha reducido hasta el 11,7% (2005). Los
pantanos de turba son otro ecosistema amenazado. La modernización de la
agricultura también plantea numerosas amenazas ambientales; los pesticidas y
los fertilizantes contaminan las cuencas de drenaje, y los métodos de la
agricultura moderna con frecuencia eliminan los setos vivos y los campos de
barbecho, que fueron durante mucho tiempo importantes refugios de la fauna
silvestre que permitían mantener la biodiversidad.
La larga tradición del país sobre la
conservación medioambiental data de 1014, cuando el rey Canuto proclamó las
Leyes de los Bosques. Actualmente un 12,7% (2007) del Reino Unido está
protegido mediante parques nacionales, parques regionales y pequeñas zonas
protegidas. Los solares y reservas privadas constituyen una gran proporción de
las tierras protegidas y existen numerosas fundaciones locales con fines
conservacionistas por todo el país. La histórica Fundación Nacional de Gran
Bretaña protege y mantiene ella sola más de 250.000 hectáreas. En el Reino
Unido y sus territorios, se han reconocido 48 lugares bajo el Convenio de
Ramsar sobre zonas húmedas y 13 reservas de biosfera se han designado bajo el
programa El Hombre y la Biosfera de la Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
El Reino Unido ha ratificado
acuerdos medioambientales internacionales relativos a la contaminación
atmosférica, Protocolo Medioambiental del Antártico, Tratado del Antártico,
biodiversidad, cambios climáticos, especies en peligro de extinción, cambios
medioambientales, residuos peligrosos, vertido de residuos al mar, vida marina,
prohibición de realizar ensayos nucleares, capa de ozono, contaminación naval,
madera tropical (1983) y caza de ballenas. El Reino Unido también participa en
la conservación de los hábitats marinos del Caribe y el Océano Pacífico sur,
donde reclama territorios.
3
|
POBLACIÓN
|
La mayor parte de la población
del Reino Unido desciende de los numerosos pueblos que invadieron las islas en
los dos milenios anteriores a 1066, como los celtas, los romanos, los anglos,
los sajones, los escandinavos y los normandos, y, desde la década de 1950,
pueblos procedentes del Caribe y el sur de Asia.
El Reino Unido es uno de los
países más urbanizados del mundo, aproximadamente el 89% de la población vive
en ciudades y pueblos y cerca del 40% se agrupa en las siete conurbaciones
situadas alrededor de las ciudades de Londres, Manchester, Liverpool,
Sheffield, Birmingham, Newcastle upon Tyne y Leeds. En los valles del sur se
concentran dos tercios de los habitantes de Gales, mientras que tres cuartas
partes de la población de Escocia lo hacen en las tierras bajas del centro,
alrededor de Glasgow y Edimburgo.
3.1
|
Características de
la población
|
El Reino Unido contaba con una
población de 60.943.912 habitantes en 2008, con una densidad de población de
252 hab/km², una de las más altas de Europa. Inglaterra, con el 83% de la
población total del Reino Unido, es el área más densamente poblada. En Gales e
Irlanda del Norte habita el 5% y el 3% respectivamente de la población
británica.
3.2
|
Ciudades
principales
|
La capital, sede del gobierno y
ciudad más grande del Reino Unido es Londres (la población del área
metropolitana, según estimaciones para 2003, era de 7.619.014 habitantes).
También es la capital de Inglaterra. Las capitales de Escocia, Gales e Irlanda
del Norte son, respectivamente, Edimburgo (449.000 habitantes, según
estimaciones para 2001), Cardiff (305.200 habitantes) y Belfast (277.200
habitantes). Aparte de Glasgow (578.700 habitantes), en Escocia, el resto de
las grandes ciudades del Reino Unido están situadas en Inglaterra, como
Birmingham (976.400 habitantes), en el corazón de la conurbación industrial de
las Midlands, Leeds (715.500 habitantes), Sheffield (513.100 habitantes) y
Manchester (392.900 habitantes), que se desarrolló como el foco de la industria
y la minería del norte de Inglaterra, y los puertos de Liverpool (439.476
habitantes) y Bristol (380.615 habitantes).
3.3
|
Religión
|
Aunque la mayoría de las
religiones del mundo están representadas en el Reino Unido, aún predomina el
cristianismo. Hay dos confesiones establecidas, la Iglesia de Inglaterra y la
Iglesia de Escocia (presbiteriana). El 47% de la población pertenece a la
confesión anglicana representada en su mayor parte por la Iglesia de
Inglaterra, pero que también engloba la Iglesia de Gales, la Iglesia
episcopaliana escocesa y la Iglesia de Irlanda.
Alrededor del 16% de la población
es católica, el 4% es musulmana, un 2% pertenece a otras iglesias protestantes
y otro 2% lo conforman las comunidades de judíos, hindúes y sijs.
3.4
|
Lenguas oficiales y
habladas
|
El inglés es el idioma oficial del
Reino Unido y la primera lengua de la mayoría de sus habitantes. Las lenguas
celtas autóctonas de Escocia y, en especial, Gales, continúan siendo habladas y
en años recientes han gozado de un cierto renacimiento. En Gales el 29% de la
población habla galés. En Escocia hay unos 80.000 hablantes de escocés gaélico,
que en su mayoría viven en las Hébridas.
4
|
EDUCACIÓN
|
Históricamente, gran parte del prestigio de
la educación británica se deriva de algunas de sus escuelas privadas, llamadas
‘escuelas públicas’ localmente debido a que muchas de ellas se fundaron originalmente
en la edad media como escuelas benéficas para la educación de los niños de la
zona, a menudo de escasos recursos. No obstante, instituciones como el Eton
College, la Harrow School y el Rugby School se han convertido en instituciones
privadas que se dedican casi exclusivamente a la educación de los niños de las
clases más acomodadas del Reino Unido.
La educación obligatoria comienza a los 5
años de edad en Gran Bretaña y a los 4 en Irlanda del Norte y se prolonga hasta
los 16 años, aunque el 65% de los alumnos continúa sus estudios. En 2000 había
4,6 millones de alumnos escolarizados en enseñanza primaria y 8,4 millones en
secundaria. La edad normal en la que se pasa de la escuela primaria a la
secundaria es a los 11 años en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte y a los 12
en Escocia.
Las universidades británicas son
completamente autónomas y tienen garantizada la independencia académica. A
finales de 1994 existían unas 90 universidades, casi la mitad de ellas antiguas
politécnicas, como la universidad a distancia. Muchas de las facultades de las
Universidades de Oxford y Cambridge se fundaron en los siglos XII y XIII. Las
Universidades escocesas de San Andrés, Glasgow, Aberdeen y Edimburgo datan de
los siglos XIV y XV. El número de alumnos matriculados en enseñanza superior
fue de 2.240.680 en 2001–2002.
5
|
CULTURA
|
La riqueza de la herencia y la
tradición cultural británica es el principal motivo de la llegada de millones
de visitantes extranjeros cada año atraídos por los numerosos teatros, museos,
pinacotecas y edificios históricos de todo el Reino Unido, al igual que por las
numerosas exposiciones artísticas.
Londres posee la mayor concentración de
teatros, orquestas y pinacotecas y también es la principal sede de los medios
de comunicación de prensa y radiodifusión y de las industrias discográficas,
cinematográficas, editoriales y de la moda. Eventos como el Carnaval de Notting
Hill, al oeste de Londres tienen gran tradición.
La música, el canto y el baile
tradicional de Escocia, en gran parte derivados de la herencia celta del país,
se desarrollan gracias al ceidhlidh (bandas de gaiteros) y a los juegos
de las Highlands. Escocia también es la sede del Festival de Edimburgo; el
segundo festival más importante del Reino Unido, el Mayfest, se celebra en
Glasgow. Las tradiciones corales de Gales se reflejan principalmente en los
coros masculinos y en el Eisteddfod. Cardiff es la sede de la Ópera Nacional de
País de Gales, una de las principales orquestas sinfónicas del país.
Los museos y pinacotecas más
importantes de Londres son el Museo Británico, la National Gallery (Galería
Nacional), el Museo Victoria y Alberto, las Galerías del Instituto Courtwald,
la Tate Gallery, el Museo de Historia Natural y el Museo de la Ciencia. Otros
museos destacados situados fuera de la capital son el Museo Ashmolean, en
Oxford, y el Museo Fitzwilliam, en Cambridge.
El deporte es de suma importancia
para los británicos, que inventaron y desarrollaron formas modernas de varios
deportes como el fútbol, el rugby, el críquet, el tenis, el polo, las carreras
de caballos, el hockey sobre hierba y el croquet.
Para encontrar más información sobre la
cultura y tradiciones del Reino Unido ver las secciones de Cultura de
los artículos sobre Inglaterra, Irlanda del Norte, Escocia y Gales.
Los países que forman el Reino Unido
tiene largas tradiciones artísticas. Entre los siglos XII y XVI, el arte británico
se plasmó en las catedrales románicas y góticas de Inglaterra. En los siglos
XVII y XVIII arquitectos como Inigo Jones y Christopher Wren difundieron la
arquitectura renacentista y barroca en Inglaterra.
La pintura y la arquitectura
británicas, han sido influidas por los adelantos alcanzados en la Europa
continental. Antes del siglo XVIII, los pintores más destacados de Inglaterra
eran extranjeros, como el alemán Hans Holbein, el Joven, en el siglo XVI, y el
flamenco Anthony van Dyck, en el siglo XVII. En el siglo XVIII comenzaron a
surgir pintores con un estilo británico característico, en especial con la obra
de retratistas como William Hogarth, Joshua Reynolds, Thomas Gainsborough y
George Romney en Inglaterra y Henry Raeburn en Escocia. Gainsborough, John
Crome y el pintor galés Richard Wilson, también tuvieron un importante papel en
el desarrollo de uno los aspectos más típicos de la pintura británica, el
paisajismo. Durante el siglo XVIII, se produjo, así mismo, la aparición de
estilos propios en muebles y cerámica, compendiados en los trabajos de Thomas
Chippendale, Thomas Sheraton, y Josiah Wedgwood. Durante el mismo periodo el
estilo naturalista del diseñador de jardines Capability Brown terminó
llamándose ‘estilo inglés’ y se copió en toda Europa.
En los primeros años del siglo XIX
destacó la obra de dos grandes paisajistas, John Constable y Joseph Mallord
William Turner. En 1848, en respuesta a la sombría pintura que había llegado a
dominar el arte británico de mediados del siglo XVIII, se creó la Hermandad
Prerrafaelista, inspirada por el arte medieval y del temprano renacimiento. Sus
principales representantes fueron los pintores William Holman Hunt, Dante
Gabriel Rossetti y John Everett Millais. Las artes aplicadas recibieron
influencias similares, en especial el trabajo de William Morris, cuyos diseños
textiles aún son populares. El movimiento Arts & Crafts, fundado por Morris
en 1861, fue la principal inspiración del Art Nouveau, un movimiento de finales
de siglo, algunos de cuyos principales exponentes surgieron de la Escuela de
Glasgow, como los arquitectos y diseñadores Arthur H. Mackmurdo y Charles
Rennie Mackintosh, cuyo diseño de la Escuela de Arte de Glasgow es uno de los
más importantes ejemplos de dicho estilo.
El siglo XX destaca por el
alejamiento del naturalismo hacia la abstracción, la creciente
internacionalización del arte británico y el renacimiento de la escultura.
Entre los escultores británicos que consiguieron éxito internacional destacan
Jacob Epstein, Barbara Hepworth, Henry Moore y, más recientemente, Elisabeth
Frink. Los pintores británicos más famosos antes de la II Guerra Mundial
son Paul Nash, Stanley Spencer y Graham Sutherland. A partir de 1945, Ben
Nicholson, Victor Pasmore, Francis Bacon, David Hockney y Lucian Freud han
obtenido un gran prestigio.
Para encontrar más información sobre la
historia y los estilos de arte y arquitectura del Reino Unido véase Arte
celta; Iglesia (arquitectura); Arte y arquitectura góticas; Neogriego; Estilo
jacobino; Prerrafaelista; Románico (arte y arquitectura).
5.1
|
Artes escénicas
|
En general, la experiencia de
Inglaterra ha dominado el desarrollo de las artes escénicas modernas en el
Reino Unido. Durante el reinado de Isabel I nació el teatro comercial, vehículo
de las obras de William Shakespeare y Christopher Marlowe. The Globe de
Londres, donde también se representaron las obras de Ben Jonson, fue uno de los
primeros teatros comerciales del Reino Unido. A lo largo del siglo XVI apareció
un destacado grupo de compositores de música sacra, como John Taverner, Thomas
Tallis y William Byrd. Byrd también adquirió renombre como compositor de música
secular, al igual que John Dowland, Thomas Morley y Orlando Gibbons.
Con la restauración monárquica de 1660
tuvo lugar un nuevo desarrollo del teatro que continuó hasta el siglo XVIII.
Los dramaturgos de origen irlandés George Farquhar, Oliver Goldsmith y Richard
Brinsley Sheridan escribieron ingeniosas comedias costumbristas que llegaron a
ser el máximo exponente del teatro de la restauración. El principal dramaturgo
inglés de este periodo fue William Congreve. A finales del siglo XVII comenzó
la producción de las primeras óperas británicas; Henry Purcell es el único gran
compositor inglés de la época. Las óperas y oratorios del compositor de origen
alemán Georg Friedrich Händel, que se estableció en Londres en 1712, dominaron
la música del siglo XVIII.
Durante el siglo XIX (hasta 1870)
hubo poco teatro o música original. En el teatro de la época victoriana Arthur
Wing Pinero y Oscar Wilde revivieron la tradición de la comedia, mientras que
Arthur Sullivan y William Gilbert crearon operetas cómicas. A finales del siglo
XIX también surgieron dos formas exclusivamente británicas de teatro, el music
hall y la pantomima. La pantomima debe su origen a la Commedia dell’arte
italiana, aunque tiene muy poco parecido.
Los compositores británicos más importantes
de comienzos de siglo fueron Edward Elgar y Frederick Delius; en la primera
mitad del siglo XX Ralph Vaughan Williams y William Turner Walton. Entre los
numerosos compositores posteriores a 1945 destacan Peter Maxwell Davies,
Richard Rodney Bennet y Harrison Birtwistle. En el siglo XX hubo un renacer de
la ópera británica, gracias a las obras de Michael Tippett y Benjamin Britten.
A finales del siglo XX, el Reino Unido ha sido un importante centro de música
popular, en especial de las distintas manifestaciones de la música rock, como
la de The Beatles y The Rolling Stones en la década de 1960. El trabajo de
Andrew Lloyd Webber contribuyó a hacer del musical la forma teatral de
entretenimiento más popular durante la década de 1980 y principios de la de
1990.
La British Broadcasting Corporation (BBC)
financia seis orquestas y subvenciona uno de los más populares eventos
musicales del año, los conciertos Promenade en el Royal Albert Hall. Además de
la compañía de la Royal Opera House, cuya sede es el Covent Garden, en Londres,
en cada país del Reino Unido hay una compañía de ópera nacional.
El Royal Ballet (Ballet Real), el
Ballet Real de Birmingham, el Ballet Nacional de Inglaterra y el Teatro de
Ballet del Norte son algunas de las principales compañías mundiales. El Ballet
Rambert es la compañía de danza contemporánea más importante del Reino Unido.
A principios de la década de 1920
el teatro británico estaba dominado por las revistas musicales y las obras de
sir Noel Coward. A partir de la II Guerra Mundial, se introdujo una fuerte
tendencia al realismo social, que comenzó con el trabajo de John Osborne, y se
mantuvo la tradición de las comedias ingeniosas en las obras de Alan Ayckbourn.
Otros dramaturgos notables de finales del siglo XX son Harold Pinter, Arnold
Wesker, John Arden, Tom Stoppard, Peter Shaffer y Caryl Churchill que, junto
con algunos de los actores de teatro más renombrados —como lord Lawrence
Olivier, sir Alec Guinness, John Gielgud, Sybil Thorndike, Judi Dench, Maggie
Smith, Ian McKellen, Kenneth Branagh, Vanessa Redgrave y Emma Thompson—
contribuyeron a que Inglaterra fuera uno de los mayores centros dramáticos del
mundo a partir de 1945. Algunos de los teatros británicos más importantes son
el Real Teatro Nacional, el Royal Court, el Old Vic Theatre, en Londres. La
Royal Shakespeare Company actúa en el Barbican Centre, en Londres, y en el
Royal Shakespeare Theatre de Stratford-upon-Avon.
Para encontrar más información sobre
las artes escénicas véase Música religiosa; Música antigua; Real
Academia de Música; Teatros del West End.
6
|
ECONOMÍA
|
El Reino Unido es una de las
principales naciones industriales y comerciales del mundo. En términos de su
producto interior bruto (PIB), es el quinto país del mundo después de Estados
Unidos, Japón, Alemania y Francia. En 2006 el PIB del Reino Unido fue de 2,38
billones de dólares, lo que equivale a 39.256,50 dólares per cápita.
En 1973 el Reino Unido se
convirtió en miembro de la Comunidad Europea (actualmente la Unión Europea).
Durante la recesión mundial de 1974 el desempleo aumentó en más de un millón de
personas, la productividad descendió, los salarios subieron vertiginosamente y
la moneda bajó a unos niveles sin precedentes. Las mejoras más importantes en
la balanza de pagos ocurrieron a finales de la década de 1970 gracias a los
ingresos del petróleo del mar del Norte. A partir de 1979, las políticas
económicas del gobierno han estimulado el sector privado y restringido los
servicios y gastos gubernamentales. El déficit del presupuesto anual nacional a
principios de la década de 1990 equivalía a un 1,1% del producto interior bruto
(PIB).
6.1
|
Agricultura
|
Cerca de un 77% del suelo del
Reino Unido está sometido a algún tipo de uso agrícola. En 2005, la agricultura
ocupaba al 1,4% de la población activa y contribuía con el 1% del PIB. No
obstante, registra altos niveles de eficiencia y productividad.
Extensas zonas del Reino Unido, en
especial en Escocia y Gales, sólo son adecuadas para la cría de ganado. A
principios de la década de los noventa aproximadamente el 39% de la tierra
agrícola eran pastizales y otro 27% consistía en terrenos de pasto de difícil
acceso. En 2005 un 24% de la tierra estaba cultivada o se dejaba en barbecho.
La cabaña ganadera de 2006 estaba compuesta por: 10,2 millones de cabezas de
ganado bovino, 34,7 millones de ovino, 4,9 millones de porcino, y 173,1
millones de aves de corral.
Los principales cultivos (producción de 2006
en t) son: trigo (14,7 millones), cebada (5 millones), centeno (42.718),
oleaginosas (1.919.000), remolacha azucarera (7 millones), y patatas o papas (5,7
millones). Actualmente en el Reino Unido han aumentado las dietas vegetarianas
y se ha difundido la agricultura biológica, aunque aún a pequeña escala.
6.2
|
Silvicultura y
pesca
|
Unos 2,8 millones de hectáreas de
bosque cubren cerca de un 7% de Inglaterra, el 15% de Escocia, el 2% de Gales y
el 5% de Irlanda del Norte. Los árboles más frecuentes son el roble, el haya,
el fresno y el olmo. El pino y el abeto predominan en Escocia. La madera
alcanzó en 2006 una producción de 8,4 millones de m3
aproximadamente.
La industria pesquera aporta alrededor del
55% de la demanda británica de pescado; tiene más importancia en la economía de
Escocia y en el suroeste de Inglaterra. En 2005 se capturaron 842.271 t de
pescado. Los principales puertos pesqueros son Kingston-upon-Hull, Grimsby y
Plymouth, en Inglaterra, y Aberdeen, Lerwick y Ullapool, en Escocia.
6.3
|
Minería
|
El carbón y el hierro fueron
elementos clave en la temprana industrialización del país. La minería tiene
larga historia en el Reino Unido. Las salinas, especialmente en Cheshire, datan
de tiempos prehistóricos. En la era precristiana, los comerciantes fenicios
llegaron a lo que hoy es Inglaterra para comerciar a cambio del estaño de las
minas de Cornwall.
6.4
|
Energía
|
El Reino Unido posee los mayores
recursos energéticos de la Unión Europea y es un importante productor mundial
de petróleo y gas natural. Otras fuentes de energía son el carbón y la energía
nuclear.
Los impuestos sobre la venta de carbón
ayudaron a reconstruir Londres tras el incendio que sufrió en 1666, y el carbón
fue la energía clave en el comienzo de la Revolución Industrial.
La explotación del petróleo del mar del
Norte, cerca de la costa noreste de Escocia, comenzó en 1975. La explotación de
gas natural de los campos del mar del Norte, cerca de la costa oriental inglesa
se inició en 1967 y se ha incrementado paulatinamente. En 1994 el Reino Unido
era el décimo productor mundial de petróleo y el quinto de gas natural. La
producción de crudo ha llegado, según datos de 2004, a los 764.532.530 millones
de barriles anuales y a los 102.841 millones de m³ la de gas natural.
El Reino Unido fue uno de los
países pioneros en el desarrollo de centrales nucleares para la producción de
electricidad; la primera entró en funcionamiento en 1956 en Calder Hall,
Cumberland, siendo pionera en el mundo. En 2003 la energía nuclear generaba el
23% de la electricidad del Reino Unido, cuya producción anual era de 369.873
millones de KWh.
6.5
|
Industria
|
A mediados del siglo XIX el Reino
Unido era una nación industrializada, la primera del mundo. Las principales
causas de su desarrollo fueron el temprano liderazgo británico en el comercio
de la lana, el clima favorable, la riqueza mineral, el desarrollo del control
marítimo y naval de los mares, la adquisición de mercados coloniales, el
aislamiento de las guerras que sufrieron otras zonas de Europa, el desarrollo
de maquinaria y métodos industriales más eficientes, como el sistema industrial
y, en especial, la revolución agrícola, que se desarrolló paralela a la
Revolución Industrial. La mejora de los métodos de producción y de cultivo, el
avance genético en la ganadería y la mecanización aceleraron la producción
agropecuaria, lo que permitió abastecer a las ciudades en vías de expansión;
también permitió que miles de agricultores pudieran trabajar en las nuevas
fábricas.
El flujo de inmigrantes flamencos y
hugonotes en los siglos XVI y XVII durante el periodo de la Reforma proporcionó
un fuerte impulso a la industria de la lana e introdujo nuevas industrias como
la de tejidos de seda, elaboración de prendas de vestir y manufactura de
sombreros, cerámica y cuchillería. Las mejoras y el desarrollo de las máquinas
de vapor realizadas por los ingenieros escoceses James Watt y George Stephenson
tuvieron una importancia capital en la industrialización británica. La riqueza
del Reino Unido a mediados del siglo XIX se basó en la fabricación de hierro y
acero, la industria pesada, los astilleros, la minería de carbón, la industria
textil y el comercio.
En 2006 la industria representaba
el 24% del PIB; desde la década de 1980 ha disminuido la mano de obra
industrial, que alcanzaba el 22% en 2005. Las industrias de alta tecnología,
(farmacéuticas, electrónicas, aerospaciales y de equipos para plataformas
petroleras marinas) han tenido un notable desarrollo. A comienzos de la década
de 1990 el Reino Unido fabricaba cerca del 40% de los ordenadores o
computadoras de oficina de Europa y era el líder mundial en el abastecimiento
de equipo de comunicaciones, como los cables de fibra óptica.
Escocia e Irlanda del Norte han
destacado durante mucho tiempo por la producción de whisky y tejidos, en
especial tweed y lino; en la actualidad, Escocia también es el mayor
productor británico de ordenadores o computadoras. Las principales regiones
industriales de Inglaterra son el Gran Londres y los condados metropolitanos de
Gran Manchester, West Midlands (Birmingham), South Yorkshire y Tyne and Wear.
6.6
|
Moneda, banca y
finanzas
|
La libra esterlina (1£), de cien
peniques nuevos, es la unidad monetaria básica (0,50 libras esterlinas
equivalían a un dólar estadounidense en 2006).
El Banco de Inglaterra, creado en 1694,
fue nacionalizado en 1946, y es el banco emisor de Inglaterra y Gales. Además,
hay cerca de 13 bancos comerciales importantes, con más de 10.000 sucursales
locales y en el extranjero, la mayoría de las cuales son oficinas de los cuatro
bancos principales: Lloyds, Barclays, National Westminster y Midland.
Hay también varios bancos locales de
compensación, casas de descuento y otras instituciones financieras como la
Bolsa de Londres y el mercado de seguros Lloyd’s. La City de Londres, tiene la
mayor concentración de bancos internacionales del mundo y realiza un 20% del
total de los préstamos bancarios internacionales. También es uno de los mayores
mercados de seguros, es el principal centro mundial de capital comercial
extranjero, tiene uno de los mayores mercados de derivados financieros y es el
principal mercado de artículos comerciales como el cobre, el oro, el cacao y el
café.
6.7
|
Comercio exterior
|
El comercio internacional ha sido vital para
el Reino Unido durante cientos de años. El desarrollo de grandes compañías
comerciales como la Compañía de las Indias Orientales o la Compañía de la Bahía
de Hudson, la expansión colonial y el control naval de los mares fueron
factores fundamentales en su desarrollo. La lana era la principal exportación y
los bienes manufacturados las principales importaciones. Bajo el mercantilismo,
la teoría económica que prevaleció en Inglaterra durante los siglos XVII y
XVIII, el gobierno fomentó el comercio exterior, el desarrollo de la navegación
y las compañías comerciales. A la vez que aumentaban las posesiones británicas
de ultramar en los siglos XVIII y XIX, la cría de ganado ovino para la
producción de lana y carne se convirtió en la mayor actividad en las colonias.
La práctica de exportar lana de Inglaterra e importar artículos de lana
manufacturados fue reemplazada gradualmente por la importación de lana y la
fabricación y exportación de hilo y telas. Los tejidos de algodón, el hierro,
el acero y el carbón se convirtieron en importantes exportaciones británicas.
Hoy el Reino Unido es la quinta
nación comercial y sus exportaciones per cápita superan a Estados Unidos y
Japón. Las principales importaciones son alimentos, productos de madera y
papel, maquinaria, productos químicos, equipos de transporte y equipos de
procesado automático de datos. En cuanto a las exportaciones destacan la
maquinaria, los equipos de transporte, productos manufacturados básicos,
petróleo, productos químicos, instrumentos de precisión y equipo aerospacial y
electrónico. En 2004 las exportaciones alcanzaron los 348.430 millones de
dólares y las importaciones 461.076 millones. Actualmente, más del 50% del comercio
se mantiene con la Unión Europea, un 12% con otros países occidentales europeos
y el 13% con Norteamérica. Alemania, Estados Unidos, Francia y el Benelux son
los más importantes socios comerciales del Reino Unido.
6.8
|
Turismo
|
El turismo es una parte esencial
de los ingresos y un sector económico en alza y contribuye con unos 63.094
millones de dólares anuales a la economía. El Reino Unido es uno de los seis
destinos turísticos principales del mundo y en 2006 atrajo a 30,7 millones de
visitantes extranjeros.
6.9
|
Transporte
|
Las Actas de Navegación de los siglos
XVII y XVIII se instituyeron para favorecer la venta de productos ingleses. Las
victorias navales sobre España y Francia, principales rivales de Inglaterra en el
comercio mundial, dieron a la nación el control de los mares y la supremacía
comercial. Los puertos más importantes del país son Londres, Teesside y
Hartlepool, Grimsby e Immingham, Sullon Voe, Milford Haven, Southampton,
Liverpool, Felixstowe y Dover. Portsmouth y los puertos petroleros de las islas
Shetland y Orcadas pertenecen a las respectivas autoridades locales.
Actualmente hay en Inglaterra unos
3.200 km de ríos navegables y canales; entre estos últimos destacan el
Manchester Ship Canal, el canal más largo del Reino Unido, y el canal
Caledonia.
El primer ferrocarril público a vapor del
mundo, la línea entre Stockton-on-Tees y Darlington, entró en funcionamiento en
1825. Durante los veinticinco años siguientes se construyeron más de
9.600 km de vías férreas. En 2005 estaban abiertos al tráfico 16.208 km de
vía férrea, un 30% de las cuales estaban electrificadas.
A finales del siglo XIX se
proyectó construir un túnel por debajo del canal de la Mancha. Después de
varias paralizaciones, en 1987 comenzaron de nuevo las obras y en 1990 se
terminó un túnel de servicios. El principal túnel del canal, de 52 km de
largo, recorre el trayecto entre Folkestone, en Inglaterra, y Calais, Francia.
Fue inaugurado oficialmente en 1994 por la reina Isabel II y el presidente
francés François Mitterrand.
La compañía aérea British Airways,
privatizada en 1987, es una de las principales líneas aéreas del mundo y
dispone de la mayor red de servicios internacionales programados, cerca de 155
destinos en 72 países. En 1976, junto a Air France, inauguró el primer servicio
supersónico de pasajeros, con el avión Concorde. Los principales aeropuertos de
Londres (Heathrow y Gatwick) se encuentran entre los más activos del mundo.
Heathrow recibió unos 48 millones de pasajeros en 1993 y es el aeropuerto con
mayor tráfico internacional. Gatwick recibió 20 millones de pasajeros ese mismo
año. El Reino Unido tiene 387.674 km de carreteras.
6.10
|
Comunicaciones
|
El Servicio de Correos, fundado en
1635, fue uno de los primeros servicios postales y, a partir de 1830, emitió
por primera vez sellos adhesivos (timbres) como prueba del pago por adelantado
de la correspondencia. Las telecomunicaciones fueron administradas por el
Servicio de Correos hasta 1981, cuando se creó la compañía British Telecom, que
tomó el relevo; se privatizó en 1984 y en 1991 cambió su nombre a BT.
La BBC, la Independent Television
Commission (CIT) y la Radio Authority, todas corporaciones públicas, tienen
licencia para emitir servicios de radio y televisión.
Fundada en 1922, y bajo licencia
real, la BBC administra dos canales de televisión domésticos, cinco nacionales
y unas 38 estaciones de radio locales. También ofrece una serie de servicios de
emisión al extranjero. El World Service, creado en 1932, emite programas de
radio en más de 38 lenguas a una audiencia estimada en más de 120 millones;
está financiado por el gobierno. En 1991 la BBC estableció el World Service
Television como una filial comercial de sus servicios de televisión por
satélite.
En 1955 comenzaron en Londres los
primeros programas regulares de televisión privada, bajo el patrocinio de la
Independent Televisión Authority (ITA). En 1972, la ITA fue reemplazada por la
Independent Broadcasting Authority (IBA), que supervisaba la administración de
televisión y radio.
En el Reino Unido se publican
109 periódicos diarios. También existe un número importante de publicaciones
periódicas. Todos los periódicos nacionales se imprimían en Fleet Street, una
calle del centro de Londres que se convirtió en sinónimo de la industria
periodística. Tres grupos —News International, propiedad de Rupert Murdoch, el
Grupo Mirror y United Newspapers— poseían 13 cabeceras. Entre los periódicos
más respetados y antiguos se encuentran The Times (fundado en 1785), The
Guardian (1821), el Daily Telegraph (1855), el Financial Times
(1888), The Independent (1986) y The Observer (1791), un diario
dominical. Los periódicos más populares —el Sun (1964), el Daily
Mirror (1903) y el Daily Star (1978)— son conocidos también como
tabloides porque se imprimen en hojas de papel más pequeñas de lo normal.
6.11
|
Trabajo
|
El Reino Unido cuenta con una población
activa de 30,8 millones de trabajadores. La industria, que fue la principal fuente
de trabajo (en 1955 comprendía el 42% de la población activa) en 2005 sólo
ocupaba al 22% de los trabajadores.
Los niveles de desempleo, que eran de
un 5% en 2004, han aumentado, aunque varían según la región; la tasa más baja
se registra en East Anglia y la más alta en Irlanda del Norte.
7
|
GOBIERNO
|
El Reino Unido es una monarquía
parlamentaria basada en una constitución no escrita, que ha evolucionado a lo
largo de siglos y comprende leyes estatutarias, derecho común (basado en precedentes
judiciales) y la costumbre. Los principios de la Constitución y de las
prácticas constitucionales son inherentes a las instituciones de gobierno, que
son la Corona, el gabinete de ministros, el Consejo Privado y el Parlamento.
7.1
|
La monarquía
|
El soberano británico es el jefe de Estado y
como tal, según la ley, jefe del ejecutivo, parte integral del legislativo,
jefe del poder judicial, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de la
Corona, y máxima autoridad de la Iglesia de Inglaterra. Además, es el
presidente de la Commonwealth y el jefe de Estado de 15 países de dicha
organización. La monarquía es hereditaria. Por el Acta de Establecimiento
(1700) sólo los descendientes protestantes de la princesa Sofía, electora de
Hannover y nieta de Jacobo I de Inglaterra y IV de Escocia, pueden acceder al
trono. El actual monarca, la reina Isabel II, subió al trono en 1952, tras la
muerte de su padre, Jorge VI. El heredero es su hijo mayor, Carlos, príncipe de
Gales.
La monarquía es la institución de
gobierno más antigua del país; se remonta al rey sajón Egberto que gobernó toda
Inglaterra en el año 829. Sin embargo, sus antiguos poderes absolutos se han
reducido progresivamente y hoy en día el soberano actúa asesorado por sus
ministros, que constitucionalmente no pueden ser ignorados. La monarquía
también elige formalmente al primer ministro y al gobierno, al igual que a
jueces, oficiales de las Fuerzas Armadas, gobernadores, diplomáticos, obispos y
otros cargos superiores del clero de la Iglesia de Inglaterra.
7.2
|
Poder ejecutivo
|
Las funciones ejecutivas son realizadas en
la práctica por el gobierno de Su Majestad, formado por varios ministros
dirigidos por el primer ministro y dependiente del apoyo de la mayoría de miembros
de la cámara baja del Parlamento, o Cámara de los Comunes. En general esto
significa que el partido con mayoría en los Comunes es el encargado de formar
gobierno y que el primer ministro es el líder del partido mayoritario.
El cargo de primer ministro
comenzó a desarrollarse en el siglo XVIII, durante la administración de Robert
Walpole, pero no fue constitucionalmente reconocido hasta 1905. El primer
ministro, nombrado por el monarca tras las preceptivas elecciones legislativas,
escoge a los ministros del gobierno, normalmente miembros de los Comunes,
aunque también pueden pertenecer a la Cámara de los Lores (cámara alta del
Parlamento). El gabinete tiene autoridad suprema de gobierno, decide y ejecuta
la política y coordina los departamentos gubernamentales.
7.2.1
|
El Consejo Privado
|
Antes del desarrollo del sistema de
gabinete de gobierno, el Consejo Privado era la principal fuente del poder
ejecutivo; sus orígenes datan de la época de los monarcas normandos. El Consejo
Privado asesora acerca de la promulgación de edictos reales, como la
convocatoria o la disolución del Parlamento. Sus miembros lo son de por vida, y
comprende a todos los ministros del gabinete en funciones, los antiguos
ministros de gabinete, los arzobispos de Canterbury y York, el presidente de la
Cámara de los Comunes y eminentes figuras públicas. En la actualidad hay cerca
de 400 consejeros privados.
7.3
|
Poder legislativo
|
El legislativo británico, el Parlamento, es una
de las asambleas representativas más antiguas del mundo. Surgió como
consecuencia de la necesidad de los monarcas ingleses medievales de conseguir
medios adicionales de financiación, principalmente para emprender guerras. Su
primera mención data de 1236 y se refiere a las asambleas de los nobles. A
finales del siglo XV el Parlamento tenía una estructura parecida a la de hoy.
Comprende dos cámaras: los representantes de comunidades (Cámara de los
Comunes) y aquellos convocados individualmente (Cámara de los Lores). Según la
Constitución, la autoridad legislativa suprema del Reino Unido es ‘la Corona en
el Parlamento’. En los últimos 280 años, el monarca ha dado, de forma
automática, el consentimiento real a las decisiones legislativas adoptadas.
7.3.1
|
La Cámara de los
Lores
|
La Cámara de los Lores está
compuesta por miembros seculares y religiosos; éstos últimos son los arzobispos
de Canterbury y York, los obispos de Londres, Durham y Winchester, y los 21
obispos diocesanos de más edad de la Iglesia de Inglaterra.
El gobierno puede mandar leyes a esta
cámara desde la instauración de la Ley del Parlamento (1911). La Cámara no
puede bloquear la legislación fiscal. Según las estipulaciones de la Ley
Parlamentaria de 1949, tampoco debe rechazar otros proyectos de ley si se han
aprobado dos veces sucesivas en la Cámara de los Comunes.
7.3.2
|
La Cámara de los
Comunes
|
Los 646 miembros de la Cámara de
los Comunes son elegidos por sufragio universal en distritos electorales. La
edad de voto se rebajó a 18 años en 1969. Según la ley, cada Parlamento tiene
una duración de cinco años, a menos que sea disuelto antes, o aumentado por un
estatuto especial en tiempos de guerra o emergencia nacional. El soberano
disuelve el Parlamento al final del periodo de cinco años o antes por consejo
del primer ministro; a partir de entonces todos los miembros de la Cámara de
los Comunes están sujetos a reelección.
7.4
|
Poder judicial
|
Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del
Norte tienen sus propios sistemas legales, con considerables diferencias en
cuanto a derecho, organización y prácticas.
7.5
|
Partidos políticos
|
El sistema de partidos políticos, que
data de finales del siglo XVII, es un elemento esencial en el funcionamiento de
la Constitución no escrita británica. Aunque varios partidos tienen escaños en
la Cámara de los Comunes, en el Reino Unido ha predominado básicamente un
sistema bipartidista, debido al sistema mayoritario de elección. El partido con
la mayoría forma el gobierno, y el segundo partido es oficialmente reconocido
como la Leal Oposición de Su Majestad.
Desde el final de la I Guerra
Mundial, el Partido Conservador y el Partido Laborista han dominado la escena
política. El Partido Laborista, de orientación socialdemócrata, fue creado en
1900 como brazo político de los sindicatos con el impulso intelectual de la
Fabian Society (Sociedad Fabiana). El Partido Conservador existe desde 1830 y es
heredero de otra formación que se retrotrae hasta finales del siglo XVII, el
Partido Tory.
El Partido Liberal, que estuvo en el
gobierno de forma periódica, perdió el apoyo electoral y en 1988 se unió al Partido
Socialdemócrata (formado por disidentes laboristas) para crear el Partido
Liberal Demócrata, la tercera fuerza política británica.
7.6
|
Gobierno
territorial
|
La estructura gubernamental británica es
territorialmente unitaria.
En 1974 entró en vigor una
importante reorganización del gobierno local en Inglaterra y Gales, y en 1975
en Escocia. Un nuevo sistema simplificado reemplazó a los antiguos condados y
municipios. En Inglaterra y Gales (con la excepción del Gran Londres) el concepto
de condado permanece, pero ha sufrido una considerable reestructuración; en
estos territorios se crearon condados, subdivididos en 369 distritos; tanto los
condados como los distritos tienen sus propios consejos representativos. Seis
condados de Inglaterra, que abarcaban importantes áreas urbanas, recibieron el
nombre de condados metropolitanos; el resto se conoce como condados no
metropolitanos o rurales. En Londres se creó el Consejo del Gran Londres en el
que existían organismos representativos inferiores para cada uno de los 32
municipios londinenses y de la ciudad de Londres.
En Escocia, los condados se
reemplazaron por nueve regiones subdivididas en 53 distritos, cada uno con su
respectivo consejo. En las islas Orcadas, Shetland y en las islas occidentales
se crearon tres administraciones insulares unitarias. En Irlanda del Norte se
crearon 26 distritos.
Bajo el gobierno conservador de la
década de 1980 se iniciaron cambios substanciales en el gobierno local. El
Consejo del Gran Londres y los seis condados metropolitanos fueron abolidos.
En 1999, se crearon en Gales y
Escocia sus propios parlamentos. Respecto a Irlanda del Norte, un año antes,
gracias al denominado Acuerdo de Stormont, se creó una asamblea autónoma y un
consejo ministerial interfronterizo Norte-Sur (formado por miembros de dicha
asamblea y por el primer ministro irlandés).
7.7
|
Salud y bienestar
social
|
El Servicio de Salud Nacional
(SSN) todavía proporciona cuidados sanitarios a la vasta mayoría de ciudadanos británicos.
Creado en 1948, el SSN se financia mediante los impuestos generales; los pagos
del seguro nacional contribuyen con un 10% del coste total.
Mediante una ley de 1990, el
gobierno conservador ha introducido muchos y muy controvertidos cambios en la
administración del SSN y en las normas de atención al paciente.
7.8
|
Defensa
|
El Reino Unido depende para su defensa
básica de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y por ello realiza
una mayor contribución para mantener el sistema defensivo de la OTAN. La
política de defensa viene determinada por el Comité de Política Defensiva e
Internacional, presidido por el primer ministro y del que son miembros el
secretario de Estado de Defensa, el ministro de Asuntos Exteriores y el
ministro de Interior.
En 2004 el contingente del Ejército
regular ascendía a 205.890 hombres y mujeres. Una fuerza de reserva nacional,
el Ejército Territorial, tiene más de 68.500 miembros y puede ser convocada en
caso de emergencia. Irlanda del Norte tiene una fuerza especial de reserva de
6.200 hombres, denominada Regimiento de Defensa del Ulster, que apoya en
jornada reducida al Ejército regular.
La Marina Real está comandada por
la Junta del Almirantazgo bajo la dirección del secretario de Estado de
Defensa; sus fuerzas sufrieron un proceso de reducción cuya fecha límite fue
1996, cuando la fuerza operacional pasó a ser de 12 submarinos nucleares, 2
portaaviones y 35 destructores y fragatas.
El Real Cuerpo Aéreo (Royal
Flying Corps) se creó en 1912; en 1914 el ala naval de la fuerza aérea se
convirtió en el Servicio Aéreo de la Marina Real (Royal Naval Air Force)
y en 1918 ambos se fundieron en la Royal Air Force (RAF). Desde 1964 la
RAF ha estado bajo mando del ministerio de Defensa. En 2004 la RAF tenía un
personal de 48.500 soldados.
8
|
HISTORIA
|
Inglaterra y Escocia formaron el Reino
Unido de Gran Bretaña mediante el Acta de Unión (1707) (véase Union Acts).
Inglaterra (que englobaba el principado de Gales, anexionado en el siglo XIV y
unido legalmente a Inglaterra en el siglo XVI) y Escocia habían sido países
distintos desde la alta edad media. No obstante, desde la muerte de
Isabel I (1603), el mismo soberano había gobernado ambos reinos. En 1707
obtuvieron una legislatura única y Londres se convirtió en la capital. Para
consultar la historia de Gran Bretaña antes de 1707, véase Britania,
Inglaterra, Escocia y País de Gales.
8.1
|
Un siglo de
conflictos
|
Uno de los principales propósitos del
Acta de Unión era reforzar un país sumido en el desasosiego por la guerra de
Sucesión española (1701-1714). Bajo la dirección de John Churchill, duque de
Marlborough, Inglaterra (y después Gran Bretaña) y sus aliados habían derrotado
en muchas batallas a Francia, entonces el más poblado y poderoso Estado de
Europa. No obstante, en 1710 ya era evidente que Luis XIV situaría a un
pariente Borbón en el trono español. Marlborough y sus aliados políticos fueron
reemplazados por los tories, que firmaron la paz con Francia. En el
Tratado de Utrecht (1713), Gran Bretaña reconoció los derechos de la dinastía
Borbón a la Corona española (véase Tratados de Utrecht) aunque obtuvo de
Francia las zonas norteamericanas de la bahía de Hudson, Nueva Escocia y
Terranova, mientras que España cedió Gibraltar y la isla de Menorca.
Debido a que la reina Ana Estuardo
no tuvo hijos que sobrevivieran, fue sucedida, de acuerdo con el Acta de Establecimiento
(1701), por su pariente protestante más cercano. Éste fue el elector de
Hannover, que llegó de Alemania en 1714 y fue proclamado rey con el nombre de
Jorge I de Gran Bretaña.
8.1.1
|
Primer gobierno del
siglo XVIII
|
Los primeros años del reinado del rey
Jorge I estuvieron marcados por dos importantes crisis: la revolución jacobita
de 1715 emprendida por los seguidores del hermanastro de la reina Ana, Jacobo
Eduardo el Pretendiente, y la quiebra de la Bolsa en 1720. El reinado de Ana
Estuardo (1702-1714) se había caracterizado por la convocatoria de elecciones
parlamentarias cada tres años y por la intensa rivalidad entre las facciones whig
y tory. Con la llegada de Jorge I, los whigs se hicieron con el
poder. Bajo el Acta Septenal (Act Septennial, 1716), se celebraron elecciones
parlamentarias cada siete años. El Parlamento estaba constituido entonces por
122 miembros de condado y 423 miembros municipales.
8.1.2
|
La era de Robert
Walpole
|
Robert Walpole fue nombrado primer lord
del Tesoro (aunque conocido como primer ministro) en 1721, tras la quiebra
bursátil provocada por el hundimiento financiero de la gigantesca Compañía de
los Mares del Sur. Jorge I, que no sabía hablar inglés, y su hijo, el futuro
rey Jorge II, pasaron la mayor parte de su reinado en Hannover, ocupados en el
gobierno de sus posesiones alemanas, por lo que Walpole pudo crear y dominar la
maquinaria de gobierno. Durante su administración (1721-1742) consiguió
mantener a Gran Bretaña alejada de la guerra, aunque no pudo evitar las
presiones del Parlamento para declarar la guerra a España por el acoso al que
se veían sometidos los mercantes ingleses que deseaban comerciar con las
colonias españolas de América; en 1739 estallaron las hostilidades, en contra
del buen juicio de Walpole. Tres años más tarde, dimitió.
8.1.3
|
Dos décadas de
conflictos
|
Entre 1739 y 1763, Gran Bretaña
estuvo casi sin interrupciones en guerra. La guerra contra España (véase guerra
de la Oreja de Jenkins) pronto se mezcló con la guerra de Sucesión austriaca
(1740-1748) en la que Gran Bretaña apoyó a Austria en su enfrentamiento con
Prusia, Francia y España. En 1745 los escoceses jacobitas, aprovechándose del
compromiso de Gran Bretaña en el continente, realizaron su último intento de
reinstaurar en el trono inglés a la dinastía Estuardo. El príncipe Carlos
Eduardo Estuardo desembarcó en Escocia, y en septiembre tomó Edimburgo y
proclamó rey a su padre como Jacobo III; sin embargo los jacobitas fueron
derrotados en la batalla de Culloden.
A partir de 1755 los británicos
mantuvieron una guerra no declarada contra los intereses de Francia tanto en
Norteamérica como en la India (véase Guerra Francesa e India). En
Europa, el estallido de la guerra de los Siete Años (1756-1763) enfrentó a Gran
Bretaña, aliada con Prusia, y a Francia, aliada con Austria y Rusia. Bajo una
fuerte presión popular, el rey Jorge II encargó a William Pitt (el Viejo) la
organización de la guerra en el extranjero. La flota francesa fue derrotada
cerca de la costa de Portugal, la Compañía Británica de las Indias Orientales
triunfó sobre su rival francés en Bengala y otras zonas y las tropas coloniales
de Norteamérica conquistaron Quebec y Montreal, en Canadá. Aunque Pitt se vio
obligado a dimitir en 1761 y Gran Bretaña negoció al margen de Prusia, el
Tratado de París (1763) fue un triunfo diplomático. Todos los derechos
franceses sobre Canadá y los territorios al este del río Mississippi se
cedieron a Gran Bretaña, al igual que la mayor parte de los derechos franceses
sobre la India. España, que había entrado en la guerra del lado francés en
1762, cedió Florida. El Tratado de París marcó el auge del Imperio Británico en
el siglo XVIII.
8.1.4
|
Crecimiento
económico y demográfico, urbanización e industrialización
|
Entre 1751 y 1801, el año del
primer censo oficial, la población de Gran Bretaña alcanzó los 19,7 millones de
habitantes y en 1851 se había duplicado. Una de las razones fue el descenso de
las muertes por enfermedades infecciosas, especialmente la viruela, después de
que el doctor Edward Jenner descubriera una vacuna en 1796. La rapidez del
cambio económico ya era evidente a partir de 1780, cuando James Watt, el
ingeniero escocés, perfeccionó el motor a vapor como nueva fuente de energía.
Entre 1760 y 1830 la producción de tejidos de algodón se multiplicó por doce,
por lo que se convirtió en la principal exportación de Gran Bretaña. En 1830 la
Revolución Industrial había convertido a Gran Bretaña en el ‘taller del mundo’.
Londres continuó siendo la ciudad más grande
de Gran Bretaña, acentuando su carácter de centro comercial, judicial,
administrativo y de transporte marítimo más que industrial. Su población, estimada
en 950.000 habitantes en 1801, aumentó a 2,5 millones en 1851 con lo que se
convirtió en la ciudad más grande del mundo.
8.1.5
|
Primeros años del
reinado de Jorge III
|
En 1760, el anciano Jorge II fue
sucedido por su nieto de 22 años, Jorge III. En 1770, Jorge III encontró en
Frederick North un líder que gozaba de la confianza del rey y de la mayoría del
Parlamento.
El editor de periódicos, John Wilkes,
abiertamente crítico con el gobierno, fue acusado de libelo sedicioso (1764), encarcelado
y excluido del escaño parlamentario para el que había sido repetidamente
elegido. Una organización creada por sus seguidores, la Sociedad de Apoyo a la
Declaración de Derechos, fue un modelo para los posteriores movimientos de
reforma radical. Su programa demandaba la libertad de prensa, la abolición de
los ‘municipios podridos’ (municipio), la ampliación de la franquicia (derecho
al voto) y un aumento en la frecuencia de las reuniones parlamentarias.
8.1.6
|
La guerra de
Independencia estadounidense
|
El gobierno británico intentó reforzar las
regulaciones mercantiles y poner en segundo plano la legislación colonial de
Norteamérica. La resistencia de los colonos provocó con el tiempo la
celebración del Primer Congreso Continental (1774) y el comienzo de las
hostilidades (1775). Aunque parlamentarios críticos como Edmund Burke
continuaron pidiendo la reconciliación, Jorge III y lord North se inclinaron
por medidas duras.
La autoridad del gobierno inglés en las
trece colonias se colapsó en 1775. Aunque las fuerzas británicas pudieron
ocupar primero Boston y más tarde Nueva York (1776) y Philadelphia (1777), los
colonos no se rindieron. Tras la derrota del general John Burgoyne en Saratoga
(1777), la guerra civil dentro del Imperio Británico se convirtió en un
conflicto internacional. Primero los franceses (1778), luego los españoles
(1779) y por último los holandeses (1780) apoyaron a los rebeldes. Después de
la rendición del general Charles Cornwallis en Yorktown (1781), lord North
dimitió (1782) y sus sucesores firmaron un nuevo Tratado de París (1783). Se
reconoció la independencia de las trece colonias norteamericanas y España
recibió Florida y Menorca.
8.1.7
|
Pitt, reforma y
revolución
|
El Acta de la India (1784)
dio al gobierno la autoridad definitiva sobre la India británica en lugar de la
Compañía de las Indias Orientales. Esta ley fue promovida por William Pitt (el
Joven) que, en 1783, se convirtió, con 24 años, en el primer ministro más joven
de la historia del país. Pitt permaneció en el cargo durante gran parte del
resto de su vida (1783-1801 y 1804-1806) y contribuyó de forma importante a la
configuración del cargo de primer ministro. El estallido de la Revolución
Francesa (1789) contó con el aplauso de reformistas como Charles James Fox y
Thomas Paine.
8.1.8
|
Las Guerras
Napoleónicas
|
A partir de 1790 las guerras
de la Revolución Francesa se mezclaron con las Guerras Napoleónicas cuando
Napoleón Bonaparte se hizo con el poder en Francia.
A pesar de la victoria sobre los
franceses en la batalla del Nilo (1789), Gran Bretaña no pudo frenar el avance
de los franceses en Europa. Los planes de Napoleón de invadir Gran Bretaña se
frustraron con la victoria naval de Horatio Nelson en Trafalgar (1805);
Napoleón intentó entonces conducir a Gran Bretaña a la bancarrota con una
política de bloqueo comercial llamada Sistema Continental. Las dificultades en
llevar a cabo el bloqueo motivaron la invasión de Rusia en 1812, que condujo a
que se formase la Cuarta Coalición (Gran Bretaña, Rusia, Austria y Prusia) y a
la caída de Napoleón dos años más tarde. La aportación británica más destacada
fue la desarrollada por Arthur Colley Wellesley, duque de Wellington que luchó
en España (1809-1813) y, en junio de 1815, tras el regreso de Napoleón de su
exilio en Elba, en la batalla de Waterloo.
8.2
|
Un siglo de paz
|
En 1811 al rey Jorge III le
sucedió su hijo mayor, que reinó primero como príncipe regente y, desde 1820,
como Jorge IV.
8.2.1
|
Gobierno de
posguerra (1815-1830)
|
Robert Banks Jenkinson, segundo conde de
Liverpool, fue primer ministro de un gobierno tory (1812-1827) repleto
de estadistas brillantes como Robert Stewart, vizconde de Castlereagh, el
ministro de Asuntos Exteriores, que representó al Reino Unido en el Congreso de
Viena (1815); antiguas posesiones holandesas como Colonia de El Cabo y Ceilán
(actual Sri Lanka) se añadieron al Imperio Británico.
George Canning, sucesor de Castlereagh como
ministro de exteriores (1822-1827), recibió con satisfacción la independencia
de las colonias españolas de América y dio su apoyo a la rebelión griega contra
el gobierno turco, una causa que también defendió el poeta romántico lord
Byron. Robert Peel, ministro de Interior, reformó el Derecho penal o criminal e
instituyó una moderna fuerza de policía en Londres (1829).
En 1830, tras unas elecciones
adelantadas debido a la muerte de Jorge IV y la subida al trono de su hermano
Guillermo IV, llegó al poder un gabinete de ministros con predominio whig,
presidido por Charles Grey.
8.2.2
|
Las reformas del
periodo 1830-1840
|
La gran cuestión política de los años
1831 y 1832 fue la Ley de Reforma Electoral apoyada por el Partido Whig.
En 1837 el anciano Guillermo IV
fue sucedido por su nieta de 18 años, que reinó con el nombre de Victoria. Ella
y su marido, Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha llegaron a simbolizar con el
tiempo las llamadas virtudes victorianas; una vida familiar muy unida, el
sentido del deber público y la respetabilidad social. Las creencias y actitudes
victorianas también fueron moldeadas por el renacimiento de la religión
evangélica y las nociones utilitarias de eficiencia y práctica honrada en los
negocios.
8.2.3
|
Cartistas y
reformistas de la Ley del Grano
|
El espíritu de la reforma whig
decayó durante el gobierno de lord Melbourne (1835-1841), y la depresión
económica de 1837 provocó la aparición de dos poderosas organizaciones de
protesta. Los partidarios del cartismo, demandaban la inmediata adopción de la
Carta del Pueblo, que habría transformado al Reino Unido en casi una democracia
política con sufragio universal para varones, distritos electorales
igualitarios y voto secreto. El gobierno conservador de sir Robert Peel
(1841-1846) redujo los aranceles británicos pero aumentó el impuesto sobre la
renta para compensar las pérdidas, lo que provocó la división entre los
conservadores y el regreso de los whigs al poder dirigidos por John
Russell (1846). La abrogación de las Leyes del Grano (Corn Laws) no
consiguió aliviar el sufrimiento en Irlanda. La aparición de epidemias provocó
que disminuyera de forma considerable la producción agrícola. Se estima que
cerca de un millón de personas murieron entre 1847 y 1851 debilitados por el
hambre y el desalojo a que fueron sometidos por los propietarios absentistas. (Véase
Hambruna irlandesa).
Durante los años de Peel y Russell
la tendencia hacia el comercio libre continuó, reforzada por la revocación de
las Actas de Navegación (1849).
8.2.4
|
Prosperidad
económica
|
La Gran Exposición (Great Exhibition)
de 1851 en Londres simbolizó la supremacía industrial del Reino Unido. Los
10.600 km de vías ferroviarias existentes en 1850 se doblaron en pocos
años y el número de pasajeros se multiplicaba anualmente por siete. El
telégrafo aumentó la rapidez de las comunicaciones. Fue posible fabricar acero
barato gracias al proceso inventado por Henry Bessemer (1856), y hubo un gran
desarrollo en la construcción de barcos a vapor. El valor de las exportaciones
británicas se triplicó y las inversiones de capital en el extranjero se
cuadruplicaron. Las condiciones de vida de la clase trabajadora mejoraron
también y el crecimiento de los sindicatos permitió en 1868 la celebración del
Congreso Sindical.
En alianza con el rey de Francia,
Napoleón III, el Reino Unido participó en la guerra de Crimea en 1854.
Aberdeen fue reemplazado como primer ministro por Henry John Temple, vizconde
de Palmerston, un nacionalista convencido y defensor del liberalismo en Europa.
En 1857 y 1858, se sofocó la Rebelión de los cipayos, tras lo cual la India se
convirtió en una colonia de la Corona británica. En contraste, se estimuló la
autonomía de las posesiones británicas colonizadas por blancos: Canadá,
Australia, Nueva Zelanda y Colonia de El Cabo (Sudáfrica).
8.2.5
|
La rivalidad
Disraeli-Gladstone
|
Durante los 16 años posteriores a
la muerte de Palmerston en 1865, la rivalidad entre William Ewart Gladstone y Benjamin
Disraeli dominó la vida política británica. Ambos habían comenzado su carrera
política en el Partido Tory, pero Gladstone acabó pasándose al campo liberal.
Disraeli se había convertido en el
líder de los proteccionistas en la Cámara de los Comunes entre 1840 y 1850 y a
partir de este año sirvió en los breves gobiernos de lord Derby, a quien
sucedió como primer ministro a principios de 1868, pero una victoria liberal en
las elecciones de diciembre de ese año dio el puesto a Gladstone. El primer gabinete
de Gladstone (1868-1874) fue responsable de numerosas reformas: la separación
del Estado y la Iglesia de Irlanda, la creación de un sistema nacional de
educación elemental, la total admisión de disidentes religiosos en las
Universidades de Oxford y Cambridge, el voto secreto y la reforma del sistema
judicial y del Ejército. Durante el mandato de Disraeli (1874-1880) los
conservadores desarrollaron una importante legislación social (legalización de
los sindicatos, salud pública y demolición y reconstrucción de los barrios
pobres), aunque Disraeli mostró más preocupación por sostener el Imperio
Británico en África y Asia y conseguir un triunfo diplomático en el Congreso de
Berlín (1878).
8.2.6
|
Economía victoriana
y cambios sociales
|
El Reino Unido mantuvo su liderazgo
como primer constructor de barcos y máxima potencia comercial y financiera del
mundo, y una gran parte de los trabajadores británicos aumentó su poder
adquisitivo. A pesar de los altos niveles de emigración a las colonias
británicas y Estados Unidos —más de 200.000 personas cada año entre 1880 y
1890— la población de Gales e Inglaterra se duplicó entre 1851 y 1911 (más de
36 millones de habitantes) y la de Escocia creció más de un 60% (hasta casi
cinco millones). En Irlanda, la emigración redujo la población a unos dos
millones de habitantes; entre 1847 y 1861 (es decir, los años posteriores a la
hambruna) más de dos millones de personas cruzaron el Atlántico hacia Estados
Unidos.
8.2.7
|
Los años finales
del imperio victoriano
|
Hong Kong y Singapur fueron los
centros del comercio e influencia británica en China y el sur del Pacífico. La
finalización del canal de Suez (1869) indujo a que se estableciera un
protectorado sobre Egipto en 1882. La reina Victoria se convirtió en la
emperatriz de la India en 1876 y los fastos para conmemorar el quincuagésimo
aniversario de su coronación (1897) celebraron la unidad imperial. Los
gobiernos conservadores de Robert Gascoyne-Cecil, tercer marqués de Salisbury
(1885, 1886-1892 y 1895-1902) también se ocuparon de los intereses imperiales.
La política del ministro de Colonias de Salisbury, Joseph Chamberlain,
contribuyó al estallido de la Guerra Bóer (1899-1902), que concluyó cuando la
reina Victoria ya había muerto.
8.2.8
|
Eduardo VII
(1901-1914)
|
Después de la resolución de las
disputas anglo-rusas en Oriente, la Entente Cordiale con Francia (1904) se
convirtió en la Triple Entente (1907) y se enfrentó a la Triple Alianza formada
por Alemania, Austria e Italia. No obstante, cuando comenzó el reinado de
Eduardo VII, la mayor parte de los británicos estaban más interesados en sus
asuntos internos. La Ley de Educación (1902) de Arthur Balfour significó el
inicio del sistema nacional de educación secundaria. El gobierno liberal,
presidido primero por Henry Campbell-Bannerman (1905-1908) y después por
Herbert Henry Asquith (1908-1916), concedió la autonomía a la nueva Unión de
Sudáfrica (1910), así como a algunas zonas de la India Británica (1909). Bajo
la inspiración de David Lloyd George y Winston Churchill, se establecieron las
bases del Estado del bienestar.
8.3
|
La era de las
guerras mundiales
|
Aunque el aumento de la
competitividad naval entre el Reino Unido y Alemania se cita a menudo como
causa de la I Guerra Mundial, fue la amenaza alemana a Francia y la
invasión de Bélgica, rompiendo su estatus de neutralidad, lo que incitó al
Reino Unido a declarar la guerra.
8.3.1
|
El Reino Unido en
la I Guerra Mundial
|
Se envió inmediatamente una fuerza expedicionaria
a Francia que contribuyó a frenar el avance alemán en el Marne. Los esfuerzos
realizados para superar a las potencias centrales (Alemania, Austria y Turquía)
en los Balcanes, en especial en la campaña de Gallípoli (1915-1916),
fracasaron. En la batalla de Jutlandia (1916), los británicos impidieron que la
flota alemana se aventurara más allá del mar del Norte, pero a principios de
1917 los submarinos alemanes amenazaron con el bloqueo comercial al Reino
Unido.
La intervención estadounidense en la guerra
en 1917 trastocó el equilibrio de poder e hizo posible la victoriosa ofensiva
preparada por el general Douglas Haig en el verano de 1918 y la rendición
alemana en noviembre. En las elecciones celebradas inmediatamente después del
armisticio la coalición de Lloyd George consiguió una mayoría aplastante.
8.3.2
|
Cambios causados
por la guerra
|
Lloyd George representó al Reino Unido como
uno de los tres grandes (junto a Francia y Estados Unidos) en la Conferencia de
Paz de París de 1919. Los tratados resultantes ampliaron el Imperio Británico:
las antiguas colonias alemanas en África y las posesiones turcas en Oriente
Próximo pasaron a ser mandatos británicos. Al mismo tiempo, los dominios
autónomos del Reino Unido (Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica)
firmaron el Tratado y se convirtieron en miembros separados de la Sociedad de
Naciones. En 1922 el gobierno conservador de Andrew Bonar Law representó la
vuelta a la normalidad.
8.3.3
|
El periodo de
entreguerras
|
Las elecciones generales de 1922 dieron la
victoria a los conservadores, pero en la nueva convocatoria electoral que se
celebró un año más tarde a instancias del sucesor de Bonar Law, Stanley
Baldwin, ningún partido consiguió una mayoría clara. Como consecuencia Ramsay
MacDonald, el líder del Partido Laborista, se convirtió en el primer ministro
socialista del Reino Unido.
Entre 1929 y 1932 los efectos de
la Gran Depresión duplicaron la ya alta tasa de desempleo del Reino Unido. La
sociedad de entreguerras conoció el desarrollo de la radio (monopolizada por la
BBC, que se fundó en 1927) y el cine; a pesar del auge de las ideologías
comunistas y fascistas en el continente, éstas afectaron poco a la sociedad
británica. El Imperio permaneció inalterable, incluso cuando el Estatuto de
Westminster (Statute of Westminster, 1931) proclamó la igualdad en la
Commonwealth de todos los territorios miembros, incluidos Canadá y Australia.
La asistencia a los servicios religiosos descendió y el rey Jorge V mantuvo el
prestigio de la monarquía. Cuando su hijo Eduardo VIII insistió en casarse con
una divorciada estadounidense tuvo que abdicar (1936). Bajo el hermano de
Eduardo, Jorge VI, la monarquía se convirtió de nuevo en la familia modelo del
país.
8.3.4
|
El Reino Unido y la
II Guerra Mundial
|
En 1933, Adolf Hitler llegó al poder en
Alemania. Sus decisiones de abandonar la Sociedad de Naciones (1934), rearmar
(1935) y remilitarizar Renania (1936), en claro desafío al Tratado de
Versalles, al igual que la anexión alemana de Austria (1938), no encontraron
oposición entre las potencias occidentales. En sus esfuerzos por mantener la
paz a cualquier precio, el primer ministro británico Neville Chamberlain
también accedió al Pacto de Munich de 1938, por el que Alemania consiguió la
región de los Sudetes de Checoslovaquia. Sólo tras la anexión de Praga (marzo
de 1939) el Reino Unido prestó apoyo militar a Polonia y Rumania.
Cuando Hitler invadió Polonia en septiembre
de 1939, El Reino Unido y Francia declararon la guerra (véase II Guerra
Mundial). Después de la derrota de Polonia y tras medio año de relativa
tranquilidad, en la primavera de 1940 Dinamarca, Noruega, Holanda, Bélgica y
Francia fueron ocupadas por los alemanes. En mayo, Winston Churchill, el
principal detractor de la política de apaciguamiento, que se había vuelto a
unir al gabinete de gobierno en 1939, reemplazó a Chamberlain como presidente
de un gobierno de guerra (1940-1945). A principios de 1941, Estados Unidos,
todavía neutral, aprobó el Programa de Préstamos y Arriendos para ayudar al
Reino Unido.
El curso de la guerra cambió con
la invasión alemana de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en
junio de 1941 y el ataque japonés a Pearl Harbor en diciembre de 1941. Churchill
forjó entonces la ‘Gran Alianza’, junto al líder soviético Iósiv Stalin y al
presidente de Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt, contra Alemania, Italia
y Japón. Tras el ataque japonés se produjo la invasión de gran parte del
Imperio Británico en el Sureste asiático, pero a finales de 1942 la situación
cambió. La contribución británica fue importante en la batalla del Atlántico
norte para romper el cerco de los submarinos alemanes y en la campaña contra el
ejército alemán dirigida por el general Bernard Law Montgomery en el norte de
África. El contacto entre los aliados fue constante, estableciendo las
directrices bélicas; las fuerzas británicas tuvieron un destacado papel en la
invasión de Sicilia e Italia (1943), la invasión de Francia (1944) y la derrota
final de las potencias del Eje en 1945.
8.4
|
Vientos de cambio
|
En las elecciones generales de 1945 el
Partido Laborista consiguió por primera vez la mayoría del voto popular, lo que
le permitió dominar el Parlamento.
8.4.1
|
Mandato de Clement
Attlee (1945-1951)
|
Durante los años posteriores, el
dirigente laborista Clement Richard Attlee, intentó promover la igualdad social
en el Reino Unido, sobrevivir a la austeridad de la posguerra, desmantelar el
Imperio y prepararse para la Guerra fría con la URSS.
El Reino Unido, ayudado por el Plan
Marshall patrocinado por Estados Unidos (1948-1952), se unió a otras potencias
occidentales y a Estados Unidos en la Organización del Tratado del Atlántico
Norte (OTAN), en 1949, para contrarrestar la amenaza soviética. En 1948
abandonó el mandato en Palestina, lo que provocó el establecimiento del Estado
de Israel y la primera Guerra Árabe-israelí. El gobierno laborista concedió la
independencia a la India y Pakistán en 1947, y a Birmania y Ceilán en 1948.
8.4.2
|
Gobierno
conservador (1951-1964)
|
Las elecciones de 1951 permitieron a
los conservadores encabezados por Winston Churchill, regresar al poder. Con
excepción de la privatización de la industria metalúrgica, los conservadores no
hicieron ningún intento para cambiar la legislación del programa de bienestar
establecida por los laboristas. La ceremonia de la coronación de Isabel II en
junio de 1953 fue retransmitida por televisión a todo el mundo.
8.4.2.1
|
Eden y Macmillan
|
El sucesor de Churchill, el ministro de
Exteriores Anthony Eden (1955-1957), consiguió renovar su victoria electoral en
1955.
No obstante, la presidencia de Eden se
vio abruptamente interrumpida por la crisis que siguió a la nacionalización
egipcia del canal de Suez en 1956. Su sucesor, Harold Macmillan (1957-1963),
presidió un periodo de renovado incremento del consumo. En 1959 su partido
obtuvo una tercera victoria electoral sucesiva.
8.4.2.2
|
Descolonización
|
En África, el gobierno de Macmillan siguió
una deliberada política de descolonización. Sudán ya se había independizado en
1956, y durante los siete años siguientes Ghana, Nigeria, Somalia, Tanzania,
Sierra Leona, Uganda y Kenia siguieron su ejemplo. La mayor parte de estos
estados continuaron siendo miembros de la Commonwealth, cada vez más
descentralizada y multirracial, pero la Unión de Sudáfrica, dominada por una
minoría blanca, abandonó la Commonwealth en 1961 y se declaró una república.
Malaysia, Chipre y Jamaica también recibieron la independencia durante el
mandato de Macmillan.
En 1961 Macmillan solicitó la
integración británica en la Comunidad Europea (CE), o Mercado Común
(actualmente llamada Unión Europea), pero recibió el veto del presidente
francés Charles de Gaulle. En 1963 Macmillan fue reemplazado por Alexander
Frederick Douglas-Home. En las elecciones generales de 1964, sin embargo, este
último fue derrotado por un estrecho margen por el Partido Laborista,
encabezado por Harold Wilson.
8.4.3
|
La sociedad
permisiva
|
Durante la década de 1960 el Reino
Unido experimentó un extendido sentimiento de rebelión contra las convenciones
del pasado que se manifestó en moda, música, entretenimientos populares y
comportamiento social.
El gobierno laborista de Harold Wilson
(1964-1970) simpatizó con algunas de estas tendencias. En 1970 los
conservadores volvieron al poder con Edward Heath a la cabeza.
8.4.4
|
Batalla contra la
inflación
|
Un importante tema en la historia británica
posterior a la década de 1960 ha sido la lucha para eliminar la inflación de
doble dígito. La política de Heath de deliberada expansión económica no
consiguió este objetivo y el intento de frenar el poder de los sindicatos
(1971) provocó un ambiente de desobediencia civil entre los dirigentes
sindicales. Cuando Heath apeló al público en las elecciones generales de 1974,
los resultados fueron indecisos. Sin embargo, el apoyo prestado por el Partido
Liberal permitió a Harold Wilson formar un gobierno laborista minoritario que
bajo su liderazgo, y el de James Callaghan desde 1976, duró cinco años.
8.4.5
|
Problemas en
Irlanda y Escocia
|
Durante la década de 1970, los
sucesivos gobiernos británicos también afrontaron problemas en Irlanda y
Escocia. En 1969 el gobierno británico envió tropas a Irlanda del Norte para
mantener el orden, y en 1972 se suspendió el Parlamento del país. A esta acción
siguió una campaña de terrorismo del Ejercito Republicano de Irlanda o IRA (Irish
Republican Army) cuyo objetivo era unir Irlanda del Norte con la República
de Irlanda, mientras que la mayoría protestante deseaba que Irlanda del Norte
continuara siendo parte del Reino Unido. En Escocia, un partido nacionalista
consiguió unos resultados impresionantes en las elecciones de 1974, y el
gobierno de Callaghan (1976-1979) intentó sin éxito establecer un Parlamento
semiautónomo en Edimburgo.
8.4.6
|
Dificultades
económicas bajo los laboristas
|
El gobierno laborista de 1974 a 1979 terminó
con todas las restricciones legales a las subidas de salarios y precios, pero
la tasa de inflación anual alcanzó un máximo del 25% en 1975. A finales de esta
década, la política británica se había polarizado entre el ala izquierda del
Partido Laborista y los conservadores, que esperaban restaurar un papel mayor
para la empresa privada y la iniciativa personal.
8.5
|
El Reino Unido
desde 1980
|
Con los resultados obtenidos por los conservadores
en los comicios celebrados en 1979 se inició una nueva etapa en la historia del
Reino Unido, caracterizada por la puesta en marcha de una política económica de
austeridad, con recortes presupuestarios en los gastos sociales, y una política
exterior definida por su actitud de reforzamiento de los lazos con Estados
Unidos en detrimento de su papel dentro de la Comunidad Europea (denominada
Unión Europea desde 1993).
8.5.1
|
La década de
Thatcher
|
En las elecciones de abril de
1979, los conservadores, presididos por Margaret Thatcher, emergieron con una
mayoría sustancial en el Parlamento, siendo la primera mujer en presidir un
gobierno en la historia británica y europea; permanecería en el cargo los once
años siguientes, el mandato continuado más largo desde el final de las Guerras
Napoleónicas.
En 1981 y 1982 su política de
restricción de los servicios sociales obtuvo cierto éxito, pero sólo a costa de
las tasas de desempleo más altas desde la década de 1930. El gobierno se
conmocionó en abril de 1982, cuando Argentina ocupó por la fuerza las islas
Malvinas, un archipiélago del sur del Atlántico que Argentina reclamaba desde
hacía mucho tiempo. Thatcher envió una fuerza que consiguió reconquistar las
islas en junio (véase Guerra de las Malvinas).
Las decisivas victorias conservadoras en las
elecciones de junio de 1983 y junio de 1987 fueron consecuencia no sólo del
extendido apoyo popular a la política del gobierno en las Malvinas, sino
también de las agudas divisiones en las filas de la oposición. En 1980 un grupo
de miembros del Partido Laborista, encabezados por David Owen, se escindieron y
formaron en 1981 el Partido Socialdemócrata.
Entre 1982 y 1988 el aumento
del consumo estimuló el desarrollo económico en el Reino Unido. Las industrias
británicas se hicieron más eficientes y Londres mantuvo su papel como uno de
los principales centros financieros del mundo.
Aunque Thatcher no abolió el Estado del
bienestar, los críticos a la política de la ‘dama de hierro’ evidenciaron el
deterioro de varios servicios sociales como la educación y el Servicio Nacional
de Salud. Su dimisión en noviembre de 1990 fue el resultado de una división
interna entre los conservadores. Las tropas británicas formaron parte de la
coalición multinacional en la guerra del Golfo Pérsico.
8.5.2
|
La sucesión de
Major
|
John Major sucedió a Margaret
Thatcher tanto en la dirección del partido como en la del gobierno. Su gobierno
ha estado marcado por dos cuestiones: orientar la política económica para
cumplir los objetivos del Tratado de Maastricht y alcanzar acuerdos que
permitan la pacificación de Irlanda del Norte. En 1993 se establecieron
contactos entre el gobierno de Major y el Sinn Féin, la rama política
del IRA. Major y el primer ministro irlandés, Albert Reynolds, elaboraron una
declaración que pedía el cese de las actividades terroristas del IRA, después
de lo cual el Sinn Féin se uniría a las conversaciones sobre el futuro
de Irlanda del Norte.
En agosto de 1994 el IRA
declaró un alto el fuego sin condiciones, actitud que en octubre imitaron los
protestantes paramilitares. Las conversaciones directas entre el gobierno
británico y el Sinn Féin comenzaron en diciembre de 1994, aunque
posteriormente la situación se deterioró tras la reanudación de los atentados
indiscriminados por parte del IRA. Por otro lado, la imagen de la monarquía
británica se vio afectada de forma negativa entre otros motivos por la
conflictiva separación del príncipe Carlos de Inglaterra y Diana de Gales.
Las relaciones con la Unión Europea se
deterioraron en 1996 debido a la enfermedad de las ‘vacas locas’, que supuso el
embargo del ganado vacuno británico en el territorio comunitario.
8.5.3
|
El ‘Nuevo
Laborismo’ en el poder
|
En las elecciones celebradas el 1 de mayo
de 1997, el líder laborista Tony Blair venció con rotundidad a John Major,
candidato del Partido Conservador, que presentó su dimisión de forma inmediata.
El nuevo primer ministro, previamente a su victoria, había realizado en el seno
del Partido Laborista una total remodelación, que dio paso al denominado ‘Nuevo
Laborismo’, basada en prestar un mayor protagonismo a los elementos centristas
y en relegar a un segundo plano los postulados más izquierdistas y menos
favorables a la plena adhesión a la Unión Europea, característicos del
laborismo británico durante décadas.
En el mes de julio se dio a
conocer uno de los proyectos más ambiciosos del nuevo gabinete laborista, por
el que se preveía la celebración, en el mes de septiembre, de un referéndum por
el que la población escocesa y galesa se pronunciaría acerca de la concesión de
mayor autonomía a esos territorios y la constitución de parlamentos autónomos
con amplias prerrogativas administrativas, legislativas y fiscales.
A finales de agosto de ese año murió
en accidente automovilístico la princesa Diana de Gales, acontecimiento que
supuso una auténtica conmoción en todo el Reino Unido, donde se produjeron
numerosas muestras de dolor y críticas hacia la familia real por su actitud
ante el trágico acontecimiento.
Los referendos en Escocia y País de
Gales se efectuaron el 11 de septiembre: los escoceses aprobaron por amplio
margen el proyecto de autonomía, en tanto que los galeses se divideron ante la
consulta, resultando vencedor el sí por estrecho margen.
Resuelto con éxito este asunto, Blair
se aplicó en la resolución de uno de los problemas más acuciantes de la
historia contemporánea del Reino Unido, el de Irlanda del Norte; para ello, no
dudó en ahondar en la línea de negociación con las dos comunidades enfrentadas,
ya iniciada por su antecesor John Major. El histórico apretón de manos entre el
primer ministro británico y Gerry Adams, máximo dirigente del Sinn Féin,
en la visita que el primero hizo a la provincia, provocó la indignación de
conservadores británicos y unionistas norirlandeses, pero señaló cuál iba a ser
el derrotero por el que Blair iba a llevar las conversaciones de paz: diálogo
permanente y con todas las partes en conflicto.
En el mes de diciembre se produjo
una entrevista en Downing Street, residencia oficial del primer ministro, entre
Blair y Adams. De ella surgió la firme decisión de los republicanos
norirlandeses de renunciar expresamente a la violencia terrorista y de ser
parte activa en el proceso de pacificación.
Tras meses de negociaciones, el 10 de
abril de 1998 se firmó, en el castillo de Stormont (en las proximidades de
Belfast), después de casi dos años de negociaciones, un acuerdo de paz
histórico que preveía la creación de una asamblea autónoma y de un consejo
ministerial formado por miembros de dicha asamblea y por el primer ministro
irlandés. El tratado, que había sido suscrito por la mayoría de los líderes
republicanos y unionistas del Ulster, y respaldado por el primer ministro
irlandés (Bertie Ahern) y el propio Blair, fue refrendado —de forma mayoritaria
por los católicos de la provincia y por los ciudadanos de la República de
Irlanda, en tanto que los protestantes se dividían prácticamente a partes
iguales, con una ligera ventaja del sí— el 22 de mayo siguiente. Los
meses siguientes vieron cómo el proceso de paz en Irlanda del Norte sufría un
retraso en las fechas acordadas en Stormont, excepto en lo relativo a la
celebración de elecciones para elegir representantes a la Asamblea Autónoma
para Irlanda del Norte. La constitución del resto de las instituciones
previstas, incluido el ejecutivo autónomo, hubo de ser pospuesta.
El proceso de descentralización de las
estructuras político-administrativas del Reino Unido se continuó durante 1999
con los comicios que tuvieron lugar, el día 6 de mayo y de manera simultánea,
en Escocia y Gales para cubrir los escaños de sus respectivas cámaras
legislativas autónomas. Los resultados dieron el triunfo, en ambos casos, a los
laboristas, si bien en Escocia fue necesaria la búsqueda de un socio de
gobierno ante la ausencia de una mayoría suficiente; en Gales, por su parte, el
laborismo obtuvo una holgada ventaja respecto de sus más inmediatos seguidores.
Las dos principales fuerzas nacionalistas (el Partido Nacionalista Escocés y el
Playd Cymru galés) consiguieron unos excelentes resultados, pues ambas se
situaron en segundo lugar. Asimismo, se proyectó la elección directa del
alcalde de Londres, llevada a cabo por vez primera en mayo de 2000.
El Reino Unido participó desde marzo
hasta junio de 1999, en su condición de miembro de la Organización del Tratado
del Atlántico Norte (OTAN), en el bombardeo sobre el territorio de la República
Federal de Yugoslavia que puso fin a la crisis de Kosovo.
El gobierno de Blair suspendió el
15 de julio de 1999 la ejecución del Acuerdo de Stormont tras la negativa del
que debería ser primer ministro norirlandés, David Trimble, a formar gabinete
si el IRA no procedía a su inmediato desarme. En febrero de 2000, la Cámara de
los Comunes aprobó un proyecto de ley que hasta mayo de ese año estableció la
suspensión de la autonomía de Irlanda del Norte ante la actitud del IRA. Por su
parte, siguiendo el proyecto de reforma institucional promovido por Blair desde
su llegada al poder, la Cámara de los Lores votó a finales de 1999 a favor de
la desaparición del rango hereditario de la inmensa mayoría de sus miembros.
En las elecciones generales celebradas
el 7 de junio de 2001, que registraron un alto índice de abstención, el Partido
Laborista consiguió 413 escaños (de los 659 en juego), mientras que el Partido
Conservador (cuyas listas encabezaba William Hague) logró 166, y el Partido
Liberal Demócrata (con Charles Kennedy al frente) obtuvo 52. Estos resultados,
que refrendaban la política de reformas afrontada en su primer mandato por
Blair, garantizaron la reelección de éste como jefe de gobierno. Poco después
de estos comicios, Blair alineó a su país de forma decidida en la coalición
internacional formada por Estados Unidos contra el terrorismo, tras los
atentados que sufrió el 11 de septiembre de ese año y de los que responsabilizó
al terrorista saudí Osama bin Laden. De hecho, fuerzas británicas participaron
el 7 de octubre siguiente en las primeras acciones bélicas de la denominada
Operación Libertad Duradera, desarrollada contra Afganistán en tanto que el
gobierno de este país se negó a la entrega de Bin Laden, al que protegía en su
territorio.
De forma simultánea al desarrollo de
esta crisis, el proceso de paz en Irlanda del Norte vivió un esperanzador
momento el 23 de octubre de 2001, día en que el IRA hizo público que había
comenzado a destruir sus arsenales para salvaguardar la vía política acordada
en Stormont. Un día más tarde, el gobierno de Blair comunicó que, a su vez,
había iniciado el desmantelamiento de determinadas instalaciones militares
localizadas en territorio norirlandés. El paso posterior fue la reanudación de
la actividad de las instituciones autónomas de Irlanda del Norte, cuya jefatura
de gobierno volvió a desempeñar David Trimble, quien había dimitido el 1 de
julio anterior. Sin embargo, el proceso político norirlandés quedó bloqueado en
octubre de 2002, cuando, al descubrirse que el Sinn Féin había realizado
acciones de espionaje en el Ministerio británico para Irlanda del Norte, Blair
suspendió temporalmente de nuevo las instituciones autónomas norirlandesas.
El gabinete de Blair continuó
ofreciendo un sólido apoyo al estadounidense de George W. Bush, lo que se
manifestó especialmente en la crisis de Irak, primero en el ámbito diplomático
y, desde marzo de 2003, en el bélico (en ese mes, tropas británicas
participaron en la coalición internacional que, liderada por Estados Unidos,
invadió aquel país para derrocar a Saddam Husayn y destruir las armas químicas
o biológicas que el régimen de éste hubiera podido mantener ocultas a las
inspecciones de la ONU).
En un hecho inédito, los
laboristas, de nuevo liderados por Blair, revalidaron por tercera vez
consecutiva su preeminencia gubernamental al conseguir una nueva mayoría
absoluta en las elecciones legislativas del 5 de mayo de 2005. El Partido
Conservador, con Michael Howard como candidato, no mejoró lo suficiente sus
anteriores resultados y llegó al 32,3% de los sufragios y a 197 escaños en la
Cámara de los Comunes. El Partido Liberal Demócrata logró el 22% de los votos,
que se tradujeron en 62 escaños. La campaña electoral estuvo muy mediatizada
por la polémica actuación del gobierno de Blair en Irak (donde, finalmente, no
se habían encontrado armas químicas ni biológicas, una de las razones aducidas
para encabezar con Estados Unidos la coalición que había invadido aquel país
dos años antes). Pese a esta circunstancia, que restó votos al Partido
Laborista, la ciudadanía británica volvió a respaldar mayoritariamente sus
políticas, tibias en materia social pero que habían proporcionado notables
éxitos económicos, otorgándole el 35,3% de sus votos y 356 escaños en la Cámara
de los Comunes.
El 7 de julio de 2005, un día
después de que Londres fuera elegida sede de los Juegos Olímpicos del año 2012,
cuatro bombas explotaron en tres estaciones de metro y en un autobús en el
centro de la capital británica. Pocos días más tarde, la cifra de damnificados
por esta cadena de atentados (reivindicados por un grupúsculo de la
organización terrorista islamista Al-Qaeda) ascendía ya a más de 55 fallecidos
y más de 700 heridos. De forma simultánea a estos hechos, Blair actuaba como
anfitrión de los líderes de los países más industrializados del mundo en el
marco de una cumbre del Grupo de los Ocho en la que debían tratarse los
problemas del hambre en África y del calentamiento global de la Tierra. Antes
de que finalizara aquel mes, concretamente el día 28, el IRA realizó un
comunicado anunciando su decisión de poner fin a la lucha armada y de encauzar
sus objetivos únicamente por medio de la vía política; asimismo, el 26
septiembre siguiente, la Comisión Internacional Independiente creada para
controlar el desarme en Irlanda del Norte aseguró que el IRA había inutilizado
la totalidad de sus arsenales. En mayo de 2006, poco después de que los
laboristas sufrieran una rotunda derrota en las elecciones locales de
Inglaterra, Blair efectuó una profunda remodelación gubernamental. Un año
después, en mayo de 2007, Blair hizo público que el 27 de junio siguiente presentaría
su dimisión; casi de inmediato, su partido proclamó a Gordon Brown para
sustituirle al frente del laborismo y en la jefatura gubernamental. También en
mayo de 2007, Irlanda del Norte vivió momentos históricos; como consecuencia de
los avances en el proceso de normalización, las instituciones de autogobierno
fueron restauradas, constituyéndose un nuevo gobierno autónomo conformado por
miembros de las fuerzas representantes de las posturas más radicales y, hasta
entonces, enfrentadas, que habían sido las más votadas en las elecciones
norirlandesas de marzo: el Partido Unionista Democrático (cuyo líder, Ian
Paisley, se convirtió en jefe del gobierno norirlandés) y el Sinn Féin.
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