Masacre de Sharpeville

Masacre de Sharpeville, incidente  ocurrido en 1960, cuando la policía sudafricana abrió fuego contra una multitud de manifestantes negros. El enfrentamiento ocurrió en el municipio de Sharpeville, en lo que hoy es  la provincia de Gauteng, en el noreste de Sudáfrica.

Después de la elección del Partido Nacional en el  poder en Sudáfrica en 1948, una política de segregación racial conocido como apartheid fue introducida. El apartheid fue diseñado para regular la vida de la mayoría de los negros y mantener el  dominio de la minoría blanca. La legislación fue aprobada  donde  se asienta   que  los negros podían vivir y trabajar, y las restricciones masivas fueron colocados en el ejercicio de las libertades civiles. Durante la década de 1950 la protesta contra el apartheid negro  fueron reiteradas. Esto fue organizado por el Congreso Nacional Africano (ANC, fundado en 1912) y por su rival en  el Congreso Panafricano (PAC, fundada en 1959). El PAC había llamado a una manifestación nacional el 21 de marzo de 1960, contra las leyes de países del Sur de África, que controlaban el tránsito  y el empleo de los negros y los obligaban  a llevar «libros de referencia»   documentos de identidad. Como parte de esta gran manifestación, una gran multitud se reunió frente a una estación de policía en Sharpeville, algunas personas queman sus libros de consulta. La policía, por temor a la multitud que era cada vez hostil, entró en pánico y comenzaron a disparar. Los  policíaa  continuaron disparando mientras los manifestantes trataron de huir,  69 negros fueron muertos, entre ellos mujeres y niños. Más de 180 personas resultaron heridas.

El alboroto entre los negros africanos del sur no se hizo esperar, y la semana siguiente hubo  manifestaciones, marchas de protesta, huelgas y disturbios en todo el país. El 30 de marzo de 1960, el gobierno declaró el estado de emergencia, deteniendo a más de 18, 000 personas. El ANC y el PAC fueron prohibidos y obligados a pasar a la clandestinidad o al exilio. A partir de entonces, ambos movimientos abandonado la tradicional estrategia de protesta no violenta y se volvió cada vez más a la lucha armada. Una tormenta de protestas internacionales siguieron a lo  disparos en  Sharpeville, incluida la condena de las Naciones Unidas. Sharpeville marcó un punto de inflexión en la historia de Sudáfrica, el país se vio cada vez más aislado de la comunidad internacional durante los próximos 30 años.