Turquía (nombre oficial, Türkiye
Cumhuriyeti, República de Turquía), república cuyo territorio se localiza
en el sureste de Europa y el suroeste de Asia; limita al noroeste con Bulgaria
y Grecia, al norte con el mar Negro, al noreste con Georgia y Armenia, al este
con Irán, al sur con Irak, Siria y el mar Mediterráneo, y al oeste con el mar
Egeo. La capital es Ankara.
La moderna República de Turquía fue
fundada en 1923 por Mustafá Kemal a partir del Imperio otomano, tras su
derrumbamiento después de la I Guerra Mundial. Pasó a ser un Estado
secular en 1928 y en 1950 se estableció un sistema político multipartidista.
Aparte de un breve periodo de gobierno dirigido por una junta militar entre
1960 y 1961, Turquía tuvo gobiernos civiles hasta 1980, cuando en un periodo de
inestabilidad política, de inflación y actos terroristas, el Ejército tomó el
control del país. A finales de 1983 quedó restaurado el gobierno civil en
Turquía.
2
|
TERRITORIO Y
RECURSOS
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El área principal de Turquía,
conocida como Anatolia, está localizada en Asia, entre el mar Mediterráneo y el
mar Egeo. La Tracia turca en Europa abarca aproximadamente el 3% de la
superficie del país. Turquía es relativamente rica en recursos agrícolas y
cuenta con importantes depósitos de carbón, lignito, hierro y cromo, además de
algunos yacimientos de petróleo encontrados al sureste. Las zonas fronterizas
de Turquía son de gran actividad sísmica, lo que hace que el país esté sujeto a
frecuentes terremotos. Tiene 779.452 km² de superficie total.
2.1
|
Regiones
fisiográficas
|
Turquía puede dividirse en siete regiones
geográficas: Tracia y las zonas limítrofes con el mar de Mármara, la región del
Egeo y del Mediterráneo, la región de mar Negro, el oeste de Anatolia, la
meseta de Anatolia central, las tierras altas del este y por último el sureste
de Anatolia.
Tracia y las zonas limítrofes con
el mar de Mármara forman una meseta central con colinas ligeramente onduladas.
Se trata de una zona fértil y bien drenada, de la que casi más de una cuarta
parte es cultivable. La parte oriental de esta región tiene su punto más
elevado en la cumbre del monte Ulu (Olimpo). Los terrenos próximos al Egeo y al
Mediterráneo están formados por montañas y desfiladeros, y sólo una quinta
parte del suelo es cultivable; al este, concretamente en Cukurova, se cultiva
la mayor parte del algodón producido en Turquía. Es una llanura comunicada con
los montes Taurus a través de un paso conocido desde la antigüedad como
'puertas de Cilicia' (Külek Boğazi).
Las zonas de Anatolia próximas al mar
Negro se elevan a partir del nivel del mar hasta altitudes que encuentran su
punto más elevado en los montes Septentrionales de Anatolia (Kuzey Anadolu
Daglari). Las vertientes son muy escarpadas y solamente el 16% del suelo es
cultivable. Anatolia occidental está formada por cordilleras de relieve
irregular y valles interiores que separan la costa del Egeo de la meseta de
Anatolia central; aquí el cultivo está limitado a algo menos de un 20% de la
superficie total cultivable. La meseta de Anatolia central es una de las
regiones geográficas más grandes de Turquía y está totalmente rodeada de
montañas; el punto más alto se encuentra en la cima del monte Erciyas (3.916
m), y el 28% de la región es cultivable.
La región de las tierras altas del
este es la parte más montañosa y accidentada de Turquía; aquí está el monte
Ararat (Agri Dagi), mencionado en la Biblia como el lugar donde se detuvo el
arca de Noé, y el pico más alto con 5.165 m de altitud. Menos del 10% del área
es apta para el cultivo. En las tierras altas del este nacen el Tigris (Dicle)
y el Éufrates (Firat). Anatolia suroriental es una meseta de suave relieve, con
montañas que la enmarcan al norte, este y oeste. Alrededor del 19% de su área
es cultivable, lo que hace que Anatolia se conozca desde la antigüedad como la
'fértil medialuna'.
2.2
|
Ríos y lagos
|
Casi todos los ríos de Turquía son
rápidos y ello hace que no sean aptos para la navegación; una gran parte de los
mismos están secos durante el verano; no obstante, la mayoría de los ríos de
Turquía constituyen importantes fuentes de energía hidroeléctrica y de agua
para regadío. El Kizil Irmak (con 1.150 km de longitud) desemboca en el mar
Negro y es el río más largo de los que discurren por territorio turco. El
Büyükmenderes desagua en el mar Egeo, cerca de Anatolia occidental; es conocido
por sus muchas curvas o meandros. Los ríos Tigris y Éufrates fluyen desde el
este de Turquía hasta su desembocadura en el golfo Pérsico.
El lago más grande de Turquía es
el lago Van; sus aguas son saladas al igual que las del lago Tuz. Los lagos de
agua dulce son el Beyşehir, el Eğridir y el Burdur, todos ellos al suroeste.
2.3
|
Clima y flora
|
Las costas del Mediterráneo y del Egeo constituyen
una amplia región de Turquía, sus veranos son cálidos y húmedos y los inviernos
son lluviosos. Estambul, localizada en esta zona, tiene una temperatura que en
enero oscila entre los 3 y los 9 °C y en el mes de julio entre los 19 y los 28
°C; la precipitación media anual es de 697 mm. Los principales cultivos son
aceituna, cítricos, uvas, algodón y verduras. Los bosques despoblados se
alternan con formaciones herbáceas. La meseta de Anatolia central goza de un
clima continental con veranos cálidos e inviernos más fríos que los de la zona
costera. Ankara está ubicada en esta región y tiene una temperatura media anual
de 12 °C, que oscila entre los -3 °C y los 4 °C en el mes de enero y los 15 y
los 30 °C de julio; la precipitación media anual es de 413 mm. A lo largo de
las costas mediterránea y egea, casi la mitad de las precipitaciones anuales
(710 mm), se dan en Izmir durante los meses de diciembre y enero; la meseta no
recibe más de la mitad de las precipitaciones totales. Son abundantes las praderas
y los campos de cultivo junto con algunos bosques repartidos sobre todo por las
vertientes más altas. Las tierras altas del este tienen los inviernos más
largos y fríos y constituyen una región donde prevalece el pastoreo como forma
de vida. Algunos de los bosques que se hallan repartidos por la zona se
caracterizan por su vegetación alpina en las mayores altitudes.
Tanto los bosques húmedos de hoja
caduca como el monte bajo se dan a lo largo del Egeo por su clima
predominantemente lluvioso y templado. Anatolia suroriental recoge las
temperaturas más altas del verano en Turquía (con un promedio que supera los
30 ºC durante los meses de julio y agosto). Es una región donde predomina
el cultivo, aunque en las zonas más secas se dedican más al pastoreo. En las
mayores altitudes los bosques son parecidos a los de las tierras altas del
este.
2.4
|
Fauna
|
La especie animal más abundante de los
bosques es el jabalí, que es, por otro lado, una codiciada pieza de caza. En
las zonas más alejadas de las poblaciones viven el lobo, el zorro, el gato
montés, la hiena, el chacal, el ciervo, el oso, la marta y la cabra montés.
Como especies domesticadas están el camello, el búfalo y la cabra de Angora.
Además, cabe destacar una gran cantidad de aves locales como el ánsar, la
perdiz, la codorniz y varios tipos de aves rapaces como el águila moteada, el
águila ratonera, el gavilán, el cernícalo y el halcón del Bósforo. La trucha es
muy abundante en los ríos de montaña; en la zona de los estrechos se pesca
bonito, caballa y todo tipo de pescado azul, mientras que el boquerón se da
sobre todo en el mar Negro.
2.5
|
Recursos minerales
|
Además de los grandes yacimientos de
carbón y mena de hierro, Turquía cuenta con un número reducido, pero no menos
importante, de depósitos de mena de cromo cerca de Guleman y Fethoye, y de
magnetita en las proximidades de Divrigi, además de plomo y cinc repartidos por
todo el país. En Boron se ha encontrado cobre y plata, y petróleo en cantidades
más reducidas en la zona suroriental.
2.6
|
Temas
medioambientales
|
Situada en el punto de encuentro
de tres grandes regiones biogeográficas, Turquía alberga 2.400 especies
vegetales endémicas. Las zonas con lagos, lagunas costeras y otros humedales
son numerosas. Aproximadamente el 13,1% (2005) de la tierra está cubierto de
bosques y la tierra para uso agrícola constituye un 34,6% (2005) del país. La
red de zonas protegidas de Turquía incluye 21 parques nacionales y 36 bosques
nacionales además de numerosas reservas naturales, zonas de protección especial
y otros sitios designados, que totalizan un 3,9% (2007) del territorio. No
obstante, las zonas protegidas están amenazadas por la escasa protección legal.
Son muy numerosas las zonas dedicadas a la caza y a la cría con fines
cinegéticos.
La expansión y modernización de la
agricultura constituyen una importante amenaza medioambiental en Turquía. Los
pesticidas y los fertilizantes contaminan con frecuencia las vías de agua y las
zonas naturales, especialmente los humedales, que se utilizan para cultivos y
como tierra de pastoreo. Otros problemas son el desenfrenado desarrollo en la
costa, donde se da la mayor concentración de la población, la caza de especies
amenazadas y en peligro de extinción, la presión sobre lugares protegidos por
parte del incesante turismo, y la reducción del caudal de los ríos debido a la
construcción de presas, como la gigantesca de Ataturk, que podría reducir el
flujo del Éufrates hasta en un 90% y forma parte del GAP, un proyecto
hidroelétrico de gran envergadura en Anatolia. Los ambientalistas se muestran
preocupados por la filtración de aguas utilizadas para regadío, que llevarán
sales y pesticidas al río.
Turquía ha ratificado acuerdos
medioambientales internacionales relativos a contaminación atmosférica,
residuos peligrosos, prohibición de realizar ensayos nucleares, capa de ozono,
contaminación naval, zonas húmedas y caza de ballenas. Hay dos zonas naturales
que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad. A nivel regional, Turquía
participa en la conservación del mar Mediterráneo y del mar Negro a través del
Plan de Acción del Mediterráneo. Además, se han reconocido tres zonas de
protección especial bajo el Convenio de Barcelona. Según el protocolo del
Consejo de Europa (CE), Turquía tiene tres zonas designadas como reservas
biogenéticas y un lugar ha sido galardonado con el Diploma Europeo. El país
tiene un parque transfronterizo, compartido con Grecia.
3
|
POBLACIÓN
|
El territorio de Turquía ha alojado a
diversos grupos con características étnicas y culturales totalmente distintas:
desde los hititas, frigios y asirios hasta los griegos, persas, romanos y
árabes (véase Asia Menor). Los antepasados nómadas de los actuales
turcos abandonaron Asia central en el siglo XI d.C. y conquistaron los
territorios de árabes y bizantinos. Su llegada supuso la instauración de la
lengua y cultura turcas entre las poblaciones sometidas, favoreciendo que el
islam sustituyera al cristianismo en toda esta zona. No obstante, a finales de
la década de 1980, más del 10% de la población pertenecía a distintos grupos
étnicos que aún conservaban su identidad individual, en especial griegos, kurdos,
árabes, armenios y judíos.
3.1
|
Características de
la población
|
En 2008 la población estimada era
de 71.892.807 habitantes. La densidad de población ese mismo año era de 93
hab/km². La esperanza de vida era de 73,1 años. El 67% vivía en las zonas
urbanas, en comparación con el 25% de 1945. La mayor concentración de población
se daba en Estambul y en las regiones costeras.
3.2
|
Principales
ciudades
|
Según el censo de 2007, la
población de las principales ciudades era de 11.174.257 habitantes en Estambul,
3.428.000 habitantes en la capital Ankara, 2.409.000 en Izmir o Esmirna,
395.388 en Adana y, por último, 459.877 en Bursa. Otras ciudades turcas importantes
son: Kars, Samsun, Mersin, Van, Edirne (antigua Adrianápolis), Elâzığ,
Kırıkkale, Iskenderun, Isparta, Konya, Malatya, Diyarbakır, Gaziantep, Maras,
Adapazarı, Kayseri, Erzurum, Antioquía y Antalya.
3.3
|
Lenguas oficiales y
habladas
|
El idioma oficial es la lengua
turca. Además, entre el 10 y el 15% de la población habla su lengua materna,
generalmente el kurdo o el árabe.
3.4
|
Religión
|
El islam dejó de ser la
religión oficial en 1928. No obstante, el 99% de la población es musulmana,
principalmente suní, mientras que los chiitas se encuentran en el sureste. Los
cristianos suponen menos de 0,1% del total de la población. La comunidad judía
cuenta con unos 20.000 miembros.
4
|
EDUCACIÓN Y CULTURA
|
El sistema de escolarización moderna
iniciado por Mustafá Kemal y continuado por sus sucesores, está basado en el
modelo europeo. Las artes representan temáticas de la tradición turca a la vez
que muestran la influencia occidental. La radio y la televisión han llegado
también a las zonas rurales, lo cual ha supuesto una amenaza a la cultura
autóctona.
4.1
|
Educación
|
En el momento del establecimiento
de la república, más del 90% de la población era analfabeta; el nuevo gobierno
introdujo importantes reformas educativas y la primera Constitución establecía
que la educación elemental era obligatoria para todos los turcos y gratuita en
las escuelas estatales. En 2005 la tasa de alfabetización era del 87,6% de
adultos. La educación es obligatoria entre los 9 y los 14 años. En el curso
2000, 8.014.733 alumnos estaban matriculados en 49.599 escuelas de primaria. La
tasa de escolarización en enseñanza secundaria era del 79% y del 28% en
enseñanza superior.
El acceso a las universidades
turcas es extremadamente difícil; entre las principales instituciones destacan
la Universidad de Estambul (1453), la Universidad Egea (1955) en Izmir, la
Universidad de Ankara (1946), y la Universidad Técnica del Oriente Próximo
(1956), también en Ankara.
4.2
|
Tradición cultural
|
La transición desde las tradiciones
culturales islámicas durante el Imperio otomano (véase Arte y arquitectura
islámicas), hacia una tendencia más occidental, ha ido tomando relevancia en el
país de una forma progresiva. Los actuales pintores turcos se esfuerzan por
encontrar su propia forma de arte, libre de las influencias occidentales. La
escultura está menos desarrollada y los monumentos públicos son, en esencia,
representaciones heroicas de Mustafá Kemal y conmemoraciones bélicas de la
guerra de Independencia turca. La música popular es fuente de inspiración de
importantes obras sinfónicas (véase Música de los países islámicos).
La poesía turca más reciente
sobrevive gracias a la poesía épica de los Manas, poemas que han pasado
de generación en generación a través de los años. La temprana poesía mística
escrita por Yunus Emre y otros autores en el siglo XIV dio paso a una
herencia poética llamada 'poesía de diván'; la más popular era la recitada por
los juglares, una tradición que ha continuado hasta nuestros días. La mayoría
de los críticos señalan a Kemal Tahit como el novelista moderno más importante.
Otros autores destacados son Yasar Kemal y el poeta Nazim Hikmet.
4.3
|
Instituciones
culturales
|
Turquía cuenta con teatros de ópera en
Estambul y Ankara, con una Academia de Bellas Artes en Estambul, tres conservatorios
y un conjunto de música popular nacional, además de varias instituciones
culturales. Las iglesias cristianas se han convertido en mezquitas y las
construidas por el famoso arquitecto Mimar Sinan están localizadas en Estambul,
Edirne, Bursa y otras ciudades. El antiguo palacio del Sultán, es hoy el Museo
Topkapi, que reúne colecciones de objetos que pertenecían a sultanes otomanos.
El Museo de las Civilizaciones de Anatolia, situado en Ankara, cuenta entre
otros valiosos objetos, con reliquias hititas y frigias. Entre las principales
bibliotecas están la Biblioteca Nacional en Ankara y la Biblioteca Estatal de
Beyazit, en Estambul.
4.4
|
Medios de
comunicación
|
Turquía tiene 588 periódicos diarios,
la mayoría de los cuales son de escasa circulación; los de mayor tirada son el Cumhuriyet,
el Sabah, el Hürriyet, el Milliyet y el Türkiye,
todos ellos publicados en Estambul. El país también cuenta con numerosas
publicaciones semanales y mensuales (688 en 2000). El gobierno controla cuatro
emisiones radiofónicas nacionales y cinco canales de televisión, aunque existen
también varias cadenas de radio y televisión privadas. Hay unos 37 millones de
aparatos de radio y 30 millones de receptores de televisión. El país cuenta con
263 teléfonos y 52 equipos informáticos en uso por cada mil habitantes.
5
|
ECONOMÍA
|
El producto interior bruto (PIB) de
Turquía en 2006 fue de 402.710 millones de dólares, que suponía 5.518,50
dólares per cápita. Alrededor del 26,8% lo aportaba la industria, el 9,7% la
agricultura y el 63,5% el sector de servicios. La recuperación económica que se
produjo durante el gobierno del presidente Turgut Ozal ya ha terminado. El
gobierno de la primera ministra Tansu Çiller, con el apoyo del Fondo Monetario
Internacional (FMI), continuó intentando reducir el enorme déficit nacional
tras años de excesivos gastos. Los precios subieron un 150% entre 1994 y 1995,
mientras que los salarios sólo lo hicieron en un 30%. La agricultura todavía
ocupa al 30% de la mano de obra del país, mientras que el desempleo se sitúa en
el 10,3%, según datos de 2005.
5.1
|
Trabajo
|
La población activa está formada por
27,4 millones de personas. Alrededor del 30% trabaja en el sector primario
(agricultura, silvicultura y pesca), el 25% lo hace en el secundario (industria
y minería) y aproximadamente el 46% está empleado en el sector servicios. Más
de un millón de ciudadanos turcos trabajan en el extranjero, especialmente en
Alemania y Arabia Saudí; las aportaciones de divisas de los emigrantes superan
los tres millones de dólares. La organización laboral más importante, la
Confederación de Sindicatos de Turquía, cuenta con unos 2 millones de
afiliados.
5.2
|
Agricultura
|
A partir de 1950 la producción
agrícola ha aumentado gracias a la utilización de más maquinaria y
fertilizantes, además de una mayor variedad de cultivos; sin embargo, la
productividad sigue siendo relativamente baja, ya que la mayoría de los
agricultores todavía utilizan métodos poco eficientes y las unidades de
explotación son extremadamente pequeñas. La diversidad climatológica en Turquía
permite un cultivo especializado, como es el caso del té. En 2006 la producción
anual de los principales cultivos (en toneladas métricas) fue: 34,6 millones de
cereales (20 de ellos de trigo), 25,7 millones de hortalizas, 12,6 millones de
fruta y 1,55 millones de legumbres. Destacan, además del trigo, la cebada, el
maíz, la remolacha azucarera, los tomates, melones, uvas, manzanas, cebollas,
berenjenas, nueces, coles, patatas (papas), centeno, avena, algodón, tabaco,
aceitunas y cítricos. La cabaña ganadera está constituida por 25,3 millones de
ovejas (borregos), 6,52 millones de cabras (chivos), 10,5 millones de cabezas
de ganado vacuno, 423.055 asnos, 104.965 bueyes y 323 millones de aves de
corral.
5.3
|
Silvicultura y
pesca
|
Aunque el 13,1% de la superficie
de Turquía ha sido calificada como zona forestal, la industria maderera es poco
importante; no más de un tercio de los bosques tienen valor comercial. La
producción anual es de 16,8 millones de m³, de los que más de dos tercios se
utilizan como combustible, y el resto se emplea para la construcción.
Cada año se capturan en torno a
545.673 toneladas de pescado; la mayoría de las capturas, de las que el
boquerón ocupa más de la mitad, se hacen en el Mediterráneo y en el Egeo;
también es destacable un número importante de caballas, sardinas, salmonetes y
carpas.
5.4
|
Minería
|
Turquía mantiene un importante lugar
entre los países de mayor producción minera del mundo. Los principales
productos son: lignito, carbón, crudo de petróleo, cromita, bauxita, mena de
hierro, manganeso, boro, antimonio, plomo, cinc, cobre y azufre. El país es
también fabricante de un producto mineral singular como es la espuma de mar,
utilizada en la manufactura de pipas de tabaco.
5.5
|
Industria
|
Los productos industriales más importantes a
principios de la década de 1990 eran alimentos, textiles, hierro y acero,
productos químicos, cemento, automóviles, papel y cigarrillos. Estambul, Izmir
y Bursa son los más destacados centros fabriles.
5.6
|
Energía
|
Según datos de 2003, Turquía
produce 133.633 millones de KWh de electricidad; el 26,17% de la misma se
genera en plantas hidroeléctricas, destacando la situada a orillas del río
Éufrates, cerca de Elâzığ, y el 73,68% procede de centrales térmicas. En abril
de 1995, Azerbaiyán y Turquía firmaron un importante acuerdo por el que Turquía
aumentaba su inversión en un 6,75% en la explotación de los yacimientos de
petróleo de Azerbaiyán, estimándose en unos 3.800 millones los barriles de
crudo extraído en el mar Caspio, que fueron transportados a través de un
oleoducto hasta el Mediterráneo.
5.7
|
Transporte
|
Turquía cuenta con 8.697 km de vías
férreas, todas bajo el control del Estado. El país está, además, comunicado por
426.906 km de carreteras, el 42% pavimentadas. Hay 108 vehículos por cada mil
habitantes. Los puertos principales están en Estambul e Izmir, aunque cabe
destacar los de Trazbon, Giresun, Samsun y Zonguldak en el mar Negro e
Iskenderun y Mersin en el sur. Las líneas aéreas turcas ofrecen vuelos
nacionales e internacionales, y los aeropuertos de mayor actividad están
situados en Estambul, Ankara, Adana, Antalya e Izmir.
5.8
|
Moneda y banca
|
Desde el 1 de enero de 2005
la moneda de Turquía es la nueva lira turca (denominada YTL en el mercado
nacional y TRY en el internacional); 1 nueva lira turca equivale a 100 nuevos
kurus. La nueva moneda convivirá durante un año con la antigua, la lira turca
(que estaba dividida en 100 kurus); con este cambio se prescinde de los seis
últimos ceros característicos de la moneda anterior, por lo que los billetes de
20 millones de liras, hasta ahora los más valiosos (equivalentes a unos 15
dólares estadounidenses), se corresponden con billetes de 20 nuevas liras
turcas.
El Banco Central, fundado en 1930, es
el responsable de la emisión de moneda; el país cuenta también con algunos
otros bancos estatales determinantes en la evolución de la economía, como es el
caso del Banco Agrícola de la República de Turquía, fundado en 1863, y otros
muchos bancos comerciales. La Bolsa de Turquía tiene su sede en Estambul.
5.9
|
Comercio exterior
|
Los costes por importaciones al año
son, por norma general, mucho más altos que los ingresos por exportaciones; en
2003 las importaciones anuales ascendieron a 69.340 millones de dólares y las
exportaciones fueron de 47.253 millones. Las principales importaciones son
petróleo, maquinaria, productos químicos y farmacéuticos, fertilizantes,
hierro, acero y equipamiento de transporte, mientras que entre las
exportaciones figuraban los productos textiles, alimentos preparados, frutas y
verduras, algodón, compuestos químicos, metales, tabaco y trigo. Los ingresos
más destacados proceden de las divisas de turistas que habitualmente visitan el
país: en 2006, unos 18,9 millones de turistas, gastaron alrededor de 2.743
millones de dólares. Los principales socios comerciales de Turquía son la Unión
Europea, Arabia Saudí, Rusia y otras repúblicas de la antigua Unión Soviética y
Estados Unidos. En marzo de 1995, se firmó un acuerdo de unión aduanera con la
Unión Europea (UE) como paso previo para su plena integración.
6
|
GOBIERNO
|
El intento por parte de los
aliados y de Grecia para dividir el país tras la I Guerra Mundial, provocó
la guerra de Independencia turca, dirigida por Mustafá Kemal. El 29 de octubre
de 1923 se proclamó la República de Turquía; en 1924 fueron abolidos los
tribunales religiosos y en 1934 las mujeres consiguieron el derecho al voto.
El multipartidismo comenzó en 1946, cuando
el recién fundado Partido Democrático obtuvo 62 escaños en el Parlamento en
coalición con el Partido Republicano. En 1950, el Partido Democrático ganaba
las elecciones. Más tarde, las tensiones existentes entre los partidos
provocaron una crisis que desembocó en el control del poder por parte de una
junta militar que gobernó de 1960 a 1961, año en que se adoptó una nueva
Constitución y se celebraron elecciones generales que dieron como resultado la
creación de un gobierno de coalición. Tras un periodo de incertidumbre
económica y violencia política en la década de 1970, una segunda junta militar
se estableció en 1980, imponiendo una ley marcial que ilegalizaba la actividad
de todos los partidos políticos. La nueva Constitución, aprobada después de un
referéndum popular en 1982, fue promulgada el 7 de noviembre de ese año (posteriormente,
sería enmendada en 1987, 1995, 2003 y 2004). A finales de 1983 fue restaurado
el gobierno civil.
6.1
|
Poder ejecutivo
|
De 1980 a 1983 el poder
ejecutivo recayó en el Consejo de Seguridad Nacional, dirigido por el general
Kenan Evren. Con la ratificación de la Constitución de 1982, Evren se convirtió
en presidente de la República; el Consejo de Seguridad, que estaba formado por
militares de alto rango, actuó hasta su disolución en 1989 como Consejo
Presidencial.
6.2
|
Poder legislativo
|
La Constitución de 1982, enmendada en
varias ocasiones con el fin de hacerla más democrática, indica que el poder
legislativo reside en la Gran Asamblea Nacional (o Meclis), un cuerpo
unicameral de 550 miembros elegidos de forma democrática para periodos de cinco
años. El jefe del gobierno es el primer ministro que debe contar con la mayoría
parlamentaria. El presidente, como jefe de Estado, es elegido por la Gran
Asamblea Nacional para un periodo de siete años. Todos los ciudadanos mayores
de 21 años tienen derecho a voto.
6.3
|
Poder judicial
|
Bajo la Constitución de 1982, el
Tribunal Constitucional revisa la legalidad de las leyes aprobadas por el
Parlamento. El Tribunal de Casación es el tribunal de apelación de última
instancia, aunque hay otros muchos tribunales civiles y militares.
6.4
|
Gobierno local
|
Turquía está dividida en 81 provincias (il;
plural, iller), administradas por gobernadores (vali) en
representación del gobierno central. Las provincias están, a su vez, divididas
en distritos y comunas o municipios que pueden establecer impuestos y ejercer
otras iniciativas locales.
Por encima de las provincias,
aunque con un carácter estrictamente geográfico y sin capacidad administrativa,
existen 8 regiones: Tracia (Trakya), Costa del Mar Negro (Karadeniz
Kiyisi), Mármara y Costa del Egeo (Marmara ve Ege Kiyilari), Costa
del Mediterráneo (Akdeniz Kiyisi), Anatolia Occidental (Bati Anadolu),
Anatolia Central (Iç Anadolu), Anatolia Suroriental (Güneydoðu
Anadolu) y Anatolia Oriental (Doðu Anadolu).
6.5
|
Partidos políticos
|
Todos los partidos políticos quedaron
disueltos después del golpe de Estado de 1980, y los líderes de los principales
partidos fueron cesados de sus cargos durante un mínimo de diez años. Entre las
organizaciones que se formaron para concurrir a las elecciones de 1983, se
encontraban el Partido del Movimiento Nacionalista, el Partido Republicano del
Pueblo y el Partido de la Madre Patria, que obtuvo la mayoría parlamentaria en
las elecciones de 1983 y 1987. En las elecciones celebradas en diciembre de
1995, los partidos que obtuvieron escaños en el Meclis, por orden de
importancia, fueron el Partido del Bienestar (Refah Partisi, RP), de tendencia
islamista, el Partido de la Recta Vía (Dogru Yol Partisi, DYP), conservador, al
igual que el Partido de la Madre Patria (Anavatan Partisi, ANAP), los
socialdemócratas del Partido de la Izquierda Democrática (Demokratik Sol
Partisi, DSP) y del Partido Republicano Popular (CHP), el centrista Partido
Democrático de Turquía (Demokratik Türkiye Partisi, DTP) y el Partido de la
Gran Unidad (BBP), de extrema derecha. Tras las elecciones legislativas de
noviembre de 2002 los grandes partidos tradicionales quedaron fuera del
Parlamento, en el que consiguió la mayoría absoluta el Partido de la Justicia y
el Desarrollo, una formación islamista moderada. Otros grupos destacados,
aunque ilegales, son el Partido de la Democracia del Pueblo y el Partido de los
Trabajadores del Kurdistán (PKK).
6.6
|
Salud y bienestar
social
|
El gobierno financia la sanidad pública
a todos aquellos que no puedan sufragar su asistencia sanitaria. Turquía tiene
un médico por cada 641 habitantes (datos de 2006); sin embargo, mientras que en
las zonas urbanas el 96% de la población tiene acceso a los servicios
sanitarios, en las áreas rurales sólo lo tiene el 72 por ciento.
6.7
|
Defensa
|
En 2004 las Fuerzas Armadas de
Turquía estaban formadas por 514.850 hombres, de los que unos 30.000 estaban
destinados a controlar la parte turca de Chipre. El servicio militar es de
quince meses.
6.8
|
Organizaciones
internacionales
|
Turquía es miembro de la Organización
de las Naciones Unidas (ONU) y de la Organización del Tratado del Atlántico
Norte (OTAN), además de ser país candidato de la Unión Europea (UE).
7
|
HISTORIA
|
Para consultas sobre la historia de la
actual Turquía antes del Imperio otomano véase Asia Menor.
La primera civilización importante en Anatolia
fue la de los hititas, en torno al 1900-1200 a.C., un pueblo originario de
la meseta central. Esta civilización quedó destruida por las invasiones de los
'pueblos del mar', quienes arrasaron Asia Menor y Siria a finales del siglo
XII a.C. La destrucción de Troya, ciudad de Anatolia occidental, fue todo
un acontecimiento que ocurrió con probabilidad durante estas invasiones y que
después fue conmemorado en las leyendas griegas.
Uno de los grupos de los
'pueblos del mar', los frigios, establecieron un reino que pasó a ser el poder
dominante en Anatolia entre los siglos IX y VIII a.C. Durante este
periodo, los griegos fundaron Mileto, Éfeso, Priene y otras muchas ciudades en
Jonia, área situada a lo largo de la costa del mar Egeo. Alrededor del 700 a.C.
la hegemonía de los frigios acabó a manos de los cimerios, un pueblo nómada que
se instaló en el oeste de Asia Menor. En el siglo VII a.C., los lidios
fundaron un reino en las costas del Egeo cuya capital fue Sardes. Este reino
fue ocupado por los persas bajo Ciro II el Grande en el 546 a.C.
Desde mediados del siglo VI hasta
el 333 a.C. la mayor parte de los territorios de Asia Menor, incluyendo
Anatolia, pertenecieron al Imperio persa, aunque las ciudades griegas gozaron a
menudo de una considerable autonomía. En el siglo IV a.C., el poder persa
declinó y poco después del 333 a.C. el territorio fue ocupado por el
macedonio Alejandro III el Magno. En los siglos II y I a.C., Asia
Menor fue ocupada de forma progresiva por los romanos.
Tras la división del Imperio
romano en el siglo IV d.C., Asia Menor pasó a formar parte del Imperio
bizantino, cuya capital era Constantinopla o Bizancio (hoy Estambul), situada
en el lado europeo del Bósforo, en el centro de la costa occidental de
Anatolia. Durante el siglo XI, Asia Menor fue invadida por los selyúcidas
turcos. En el 1071 vencieron al ejército bizantino en la batalla de Manzikert y
durante el siglo XII ocuparon la mayor parte de la Anatolia central.
Aunque en ese momento el objetivo de los selyúcidas no era atacar a los
bizantinos sino eliminar la amenaza heterodoxa de los chiitas islámicos,
representada por los fatimíes de Egipto, algunos miembros de la dinastía
Selyúcida establecieron el sultanato de Rum (cuya capital era Konya), desde
donde gobernarían Anatolia central durante los siglos XII y XIII.
La mayoría de las tribus nómadas
que hicieron posibles las primeras victorias de los selyúcidas, fueron
rápidamente empujadas hacia el oeste de Anatolia, donde se enfrentaron contra
las últimas defensas bizantinas. Aunque el sultanato de Rum imitó el gobierno
selyúcida de Bagdad, la presencia de un importante número de cristianos dentro
de sus fronteras generó un ambiente distinto al que se respiraba en el resto de
los estados islámicos, facilitando la base de los sistemas de gobierno y
sociedad otomanos que surgirían en el siglo XIV.
Los selyúcidas de Bagdad y Konya fueron
pronto derrotados por las invasiones del pueblo mongol, bajo mandato de Gengis
Kan, que culminarían con la ocupación y saqueo de Bagdad en 1258. En Anatolia
los nómadas turcomanos se aprovecharon de la consiguiente anarquía para formar
una serie de principados, nominalmente bajo la soberanía de Rum que estaba ya
dominado por los mongoles. Estos principados se mantuvieron gracias a las
incursiones que realizaban entre sí y a las correrías efectuadas en los últimos
territorios bizantinos que resistían en Anatolia occidental.
7.1
|
El auge de los
otomanos
|
En este enfrentamiento contra los bizantinos
en Anatolia occidental pronto se distinguieron los otomanos, que se colocaron a
la cabeza de los principados turcomanos. Osmán I, fundador de la dinastía
otomana, supo aprovecharse al máximo de la debilidad del enemigo y asegurarse
buenos botines en sus incursiones a territorio cristiano, atrayendo a su
servicio a miles de nómadas turcomanos y a un gran número de árabes e iraníes
que huían de los mongoles. Las conquistas de Osmán en Anatolia estuvieron
coronadas con la ocupación, en 1326, de la capital provincial de Bursa por
parte de su hijo Orjan (reinó en 1326-1369), lo cual permitió a los otomanos
controlar el sistema administrativo, financiero y militar de la zona. Así
comenzó a expandirse el poder otomano a costa de los estados cristianos occidentales
en declive, pero no en contra de los principados turcomanos situados al este,
con los que se alcanzaron acuerdos mediante compras o matrimonios, lo que
sirvió para que los otomanos tomaran así posesión de todos los territorios de
Anatolia occidental.
7.1.1
|
Incursiones
europeas
|
La expansión otomana en Europa empezó
con el reinado de Orjan. Los soldados otomanos (jenízaros) lucharon como
mercenarios en apoyo del emperador bizantino Juan VI Cantacuceno, quien pudo
así asegurar su posición en el trono bizantino en 1347. A cambio, los otomanos
ocuparon varios territorios bizantinos en Tracia y Macedonia y la hija del
emperador fue entregada a Orjan en matrimonio. Los otomanos ocuparon Gallípolis
(1354) y llevaron a cabo continuos ataques a las posesiones bizantinas que
quedaban en Europa.
La transformación del principado otomano en
un vasto imperio que abarcaba el sureste de Europa, Anatolia y el mundo árabe,
se consumó entre los siglos XIV y XVI. El reciente Imperio otomano, que se
extendía desde el Danubio hasta el Éufrates, fue fundado por Murat I y
desarrollado por su hijo Bayaceto I. Murat alcanzó el Danubio después de
derrotar en la batalla de Kosovo (1389) a las fuerzas aliadas de serbios,
bosnios y búlgaros. A la muerte de Murat, su hijo Bayaceto completó la victoria
de los otomanos. Durante los diez años siguientes, Bayaceto rompió la tradición
y conquistó la mayoría de los principados turcomanos de Anatolia, con lo que el
recién creado imperio llegó a su culminación.
7.1.2
|
Caída y
restauración
|
No obstante, esta conquista debilitó
las bases del Estado otomano. Los elementos musulmanes y los nobles turcos,
quienes ayudaron a los otomanos a conseguir sus victorias en Europa, se negaron
a participar en la campaña de Anatolia, y en su lugar Bayaceto buscó el apoyo
de los cristianos. Al mismo tiempo, el resurgimiento de los otomanos como
máxima potencia en Anatolia amenazaba los flancos laterales del Imperio mongol
de Tamerlán, que hacía poco había conquistado gran parte de los territorios de
Irán y Asia central; en 1402 Tamerlán ocupó también Anatolia, capturando a
Bayaceto, quien murió prisionero en 1403.
El hijo menor de Bayaceto,
Mehmet I, restauró el Imperio otomano después de haber eliminado a sus
hermanos en la lucha por el poder, y haber sometido a los vasallos cristianos y
turcomanos de Europa y Anatolia. Su hijo Murat II restableció el dominio
otomano hasta el Danubio, después de derrotar a los diferentes príncipes
cristianos de Serbia y Bulgaria, territorios donde se instaló una
administración otomana directa. Esta política continuó con el reinado de Mehmet
II el Conquistador, quien acabó con los últimos príncipes cristianos
establecidos al sur del Danubio. Sus conquistas culminaron con la toma de
Constantinopla (1453) y el sometimiento de Anatolia hasta los territorios
situados en el Éufrates. Bayaceto II consolidó los territorios que habían sido
ocupados durante los reinados anteriores. Su hijo, Selim I, prosiguió las
campañas militares, arrebatando a los mamelucos en 1517 Siria, Palestina,
Egipto y Arabia, incorporando así, al Imperio otomano, el corazón del antiguo
califato islámico. Solimán I el Magnífico completó la expansión del Imperio al
cruzar el Danubio para conquistar Hungría después de la batalla de Mohács (1526)
y asediar Viena en 1529; en el este, conquistó los últimos reductos de Anatolia
y el antiguo centro Abasí y Selyúcida de Irak.
7.2
|
Sociedad y Estado
otomano
|
Con las conquistas de Solimán I,
el Imperio otomano estableció varias instituciones sociales, gubernamentales y
administrativas, ya desarrolladas en el siglo XIV, formalizándolas en una
serie de códigos que perduraron hasta el fin del Imperio. Tal y como aparecía
reflejado en estos códigos, la sociedad quedaba sometida a la voluntad del
sultán, que imponía su autoridad sobre todo el Imperio, y era considerado la
sombra de Dios en la tierra.
El atributo básico de la autoridad del
sultán era el derecho a explotar la riqueza del Imperio, que era dividido en
unidades administrativas y financieras gobernadas por representantes
gubernativos, considerados esclavos del sultán, aunque en realidad fueron ellos
quienes constituyeron la clase dominante de la sociedad otomana. Su autoridad,
no obstante, estuvo limitada a funciones relativas a la explotación de la
riqueza del Imperio y a la expansión y defensa del Estado, organizado de tal
forma que pudiera asegurarse el primer propósito. Para que pudieran llevarse a
cabo estas funciones, la clase dominante se organizó en cuatro instituciones
básicas: la corte imperial en la que se encontraban los sirvientes personales
del sultán y otros funcionarios que atendían los servicios externos garantes
del funcionamiento del sistema; la institución militar, que mantenía el orden a
través de varios cuerpos militares, de los cuales el más importante era el de
los jenízaros y la caballería; el tesoro público que asesoraba al sultán y a la
clase dominante en el establecimiento y cobro de los impuestos que garantizaran
la administración del Imperio, y por último la institución religiosa que
otorgaba el liderazgo religioso y cultural al sultán, que era responsable de la
educación y del mantenimiento de la justicia. La clase dominante estaba
constituida por dos elementos diferenciados y, en ocasiones, enfrentados: por
un lado los musulmanes turcomanos, árabes e iraníes quienes formaron la
aristocracia que dominó la administración otomana durante los siglos XIV y
XV, y por otro lado los prisioneros y esclavos cristianos que fueron reclutados,
convertidos y formados en los principios islámicos a través del famoso sistema
de devshirme; a mediados del siglo XVI, este último grupo controló
las principales instituciones del poder.
El resto de las funciones sociales
fueron desempeñadas por comunidades creadas con criterios religiosos y que se
denominaron millets, y otras con criterios sociales y económicos. A los millets
de judíos, griegos ortodoxos, armenios y musulmanes se unieron con
posterioridad los millets formados por católicos, protestantes, y
búlgaros ortodoxos que contaban con autonomía religiosa y cultural.
7.3
|
Caída y reforma
tradicional
|
La decadencia del Imperio otomano
comenzó tras el fin del reinado de Solimán I y continuó hasta el fin de la
I Guerra Mundial. La reacción oficial a este declive pasó por diferentes
fases: la de la reforma tradicional (1566-1807), en la que se llevaron a cabo
varios intentos por restaurar las viejas instituciones, y la de la reforma
moderna (1807-1918), en la que se abandonaron los viejos métodos en favor de
otros más modernos procedentes de Occidente.
7.3.1
|
Razones del declive
|
Hasta mediados del siglo XVI, los sultanes
se apoyaron tanto en la aristocracia turca como en los devshirme
cristianos para llevar a cabo la administración del Imperio, procurando que
existiera un cierto equilibrio entre ambos grupos; sin embargo, durante el
reinado de Solimán, los cristianos convertidos obtuvieron el control del poder
y comenzaron a explotar el Estado en beneficio propio. Al mismo tiempo, el
Imperio comenzó a sufrir un excedente de población como consecuencia, en parte,
del establecimiento de una paz estable. Las altas tasas de natalidad tanto en
las zonas rurales como urbanas, fueron el resultado del desempleo provocado por
la limitada disponibilidad de tierras y por las restrictivas políticas
económicas establecidas a los gremios urbanos. Sin trabajo, las masas oprimidas
formaron grupos de bandidos cuyas actividades afectaron tanto a ciudades como a
pueblos. Con un gobierno formado por una clase dominante incompetente y de
dudosa integridad moral, las tierras dejaron de cultivarse y el Imperio sufrió
graves epidemias endémicas y enfermedades, a consecuencia de lo cual distritos
enteros —a veces hasta provincias— cayeron bajo el control de los notables de
las provincias. Además, los millets y gremios aumentaron su autonomía y
desempeñaron las funciones propias del gobierno siempre que lo consideraban
necesario. Al mismo tiempo, en Europa empezaban a surgir estados nacionales
mucho más poderosos que aquéllos a los que el Imperio otomano había hecho
frente en siglos anteriores.
La reacción otomana ante este declive
no fue muy determinante por distintas razones: en primer lugar, los países
europeos estuvieron muy ocupados en sus propios asuntos, enfrentados por
cuestiones políticas y religiosas; durante al menos un siglo, el Imperio
otomano no realizó esfuerzos para aprovecharse de esta situación; en segundo
lugar, la mayor parte de los miembros que pertenecían a la clase dominante se
beneficiaban de un caos que les permitía obtener enormes ganancias. Por último
los otomanos asumieron que el mundo islámico seguía estando por delante de la
Europa cristiana, por lo que la clase dominante no encontró la necesidad de
cambios o reformas, favoreciendo un aislamiento político y cultural, siendo
incapaces de acrecentar el poder que habían establecido en Europa tiempo atrás.
No obstante, Europa empezó a realizar
intentos para lograr el debilitamiento interno del Imperio otomano. En 1571,
una flota formada por varios países católicos y dirigida por el español Juan de
Austria avanzó hacia el Mediterráneo oriental y destruyó a la flota otomana en
la batalla de Lepanto. Esta victoria quedó contrarrestada con la construcción
de una nueva flota con la que los otomanos reanudaban el control naval del
Mediterráneo oriental que conseguirían mantener durante medio siglo más. No
obstante, en Europa se empezó a tener la impresión de que los otomanos no eran
invencibles, y la guerra contra Austria (1593-1606), obligó al sultán a retirar
los impuestos que Austria se había comprometido anteriormente a pagar; todo
esto hizo que Europa prestara atención a la situación del Imperio otomano.
7.3.2
|
Reformas y pérdidas
|
Sólo cuando se produjeron ataques
extranjeros que afectaban a los privilegios y riquezas de la clase dominante se
aceptó implantar algún tipo de reformas. En 1623, el sha Abbas I el Grande de Irán
conquistó Bagdad y el este de Irak e incitó varias revueltas turcomanas en
Anatolia oriental. En respuesta, el sultán Murat IV estableció las llamadas
reformas tradicionales que fueron apoyadas por la clase dirigente y el
Ejército. Después de la despiadada ejecución de miles de integrantes de los
gremios (sin respetar la ley y tradición islámicas), fueron expulsados los
iraníes de Irak y se iniciaron las conquistas en el Cáucaso (1638). A la muerte
de Murat se reanudó el anterior declive. Estalló una larga guerra con Venecia
(1645-1669), que llegó a bombardear Estambul; la gravedad de la situación hizo
que el sultán Mehmet IV (reinó entre 1648-1687) entregara el gobierno, con
plenos poderes, al gran visir Mehmet Köprülü, miembro de una familia albanesa,
iniciándose así una dinastía de visires (jefes de gobierno) que duró hasta
principios del siglo XVIII y que pretendió llevar a cabo el más importante
intento de reforma del Imperio otomano. La restauración del poder otomano
estimuló al último de los grandes visires Köprülü, Kara Mustafá Pachá, a
realizar nuevos intentos por conquistar Viena en 1683. Tras un largo asedio, el
ejército otomano quedó totalmente derrotado, lo cual hizo posible la creación
de una nueva Liga formada por Austria y Venecia, con el apoyo de Polonia y
Rusia que conquistaron algunas zonas europeas del Imperio otomano. El Tratado
de Karlowitz (1699) confirmó la pérdida de Hungría y Transilvania en favor de
Austria, Podolia y el sur de Ucrania para Polonia, y Azov y las tierras al norte
del mar Negro para Rusia.
7.3.3
|
Pocas ganancias y
muchas pérdidas
|
No obstante, a comienzos del
siglo XVIII, el Imperio otomano mostraba la suficiente fuerza interna como
para corregir los errores y adoptar las nuevas armas y tácticas europeas,
incluso hasta el punto de recuperar algunos territorios. En 1711, los otomanos
destruyeron una campaña organizada por el zar Pedro I el Grande, tras la que le
obligaron a devolver los territorios perdidos en Karlowitz; sin embargo, la
guerra contra Venecia y Austria (1714-1717) significó la pérdida de Belgrado y
el norte de Serbia. Esto estimuló una nueva era de reformas orientadas a la
europeización del país durante el reinado de Ahmed III (1703-1730), que es
conocido como 'periodo de los tulipanes' (1715-1730); el ejército otomano fue
reorganizado y modernizado manteniendo este esfuerzo durante el reinado
(1730-1754) de Mahmud I, cuando el oficial de la artillería francesa
Claude de Bonneval, con la ayuda de Humbaraci Ahmed Pachá, creó un nuevo cuerpo
de artillería al estilo europeo. Al estallar la guerra contra Rusia y Austria
(1736-1739), los otomanos pudieron recuperar la mayoría de los territorios
perdidos en el norte de Serbia y en las costas septentrionales del mar Negro.
Después siguió un periodo de paz con las potencias europeas, en parte, gracias
a las guerras entre ellas; pero esta tregua hizo creer una vez más a la clase
dominante que el peligro había pasado y puso fin a las reformas modernizadoras
del Imperio, manteniendo su decadencia. Los otomanos sucumbieron en las dos
desastrosas guerras que tuvieron lugar entre 1768 y 1792 (véase Guerras
Turco-rusas), y se produjeron nuevas pérdidas de territorios con lo que el
Imperio estuvo cerca de un total derrumbamiento.
7.4
|
Era de las reformas
modernas
|
Durante el siglo XIX, la continua
amenaza de una conquista extranjera fue agravada por la aparición del
nacionalismo entre los pueblos no turcos del Imperio que lucharon por conseguir
su independencia. Grecia fue el primer país en hacerlo en 1829, y siguieron
distintas revueltas por parte de serbios, búlgaros, albanos y armenios de
Anatolia oriental. La supervivencia otomana se debió no tanto a su propia
fuerza, sino al desacuerdo europeo sobre cómo dividir el botín, lo que
históricamente se conoce como la 'Cuestión Oriental'.
7.4.1
|
El Tanzimat
|
La clase dominante otomana respondió a esta
crisis intentando establecer reformas de tipo occidental mediante un movimiento
reformista (1839-1876) conocido como Tanzimat (en turco
'reorganización'). Ideado e iniciado por Mahmud II y culminado con la rígida
autocracia de Abdülhamit II (1876-1909), el Tanzimat modernizó el Imperio
otomano con la expansión del ámbito de gobierno en todos los aspectos de la
vida del país, solapando los millets y gremios autónomos que
anteriormente habían monopolizado la mayor parte de las funciones de gobierno.
Se creó una nueva administración y se dispuso una fuerte burocracia
centralizada en el Ejército, siguiendo directrices occidentales. Los seculares
sistemas de educación y justicia fueron revisados para aportar personal a la
nueva administración; las obras públicas, realizadas a gran escala,
modernizaron la estructura física del Imperio con la construcción de nuevas
ciudades, carreteras, vías de ferrocarril y líneas de telégrafo, además del
establecimiento de modernos métodos de cultivo, que también contribuyeron a la
revitalización otomana. Otra de las medidas adoptadas consistió en suprimir las
minorías existentes en el interior del Imperio. Esta política tuvo como
resultado la muerte de cientos de miles de súbditos de etnia armenia entre 1894
y 1923. (El gobierno turco rechaza que la política del Imperio otomano hacia
los armenios tuviera carácter genocida, pues arguementa que la mayoría de los
armenios fallecidos lo fueron en el transcurso de la I Guerra Mundial, por lo
que su muerte estuvo causada por el propio conflicto armado, o las enfermedades
y las hambrunas consecuencia de aquél).
7.4.2
|
Intereses europeos
|
Establecer estas reformas Tanzimat suponía
solucionar numerosos problemas económicos, políticos y financieros. Los recién
industrializados estados europeos prefirieron mantener el Imperio otomano como
fuente barata de materias primas y mercado para sus productos. Con la
utilización de los tratados de capitulación —por los que, a partir del
siglo XVI, los sultanes permitieron vivir y trabajar a los europeos dentro
de los dominios del Imperio según sus normas y leyes, y bajo control de sus
propios dirigentes—, los europeos impidieron que los otomanos limitaran las
importaciones extranjeras y evitaron la competencia con sus propias industrias,
que por otro lado estaban en auge. Dado que los otomanos dependían del capital
y tecnología de las industrias extranjeras, los europeos también pudieron
debilitar y destruir todas las tentativas de desarrollo industrial. El Imperio solicitó
préstamos a los bancos europeos que en los últimos años del régimen fueron
destinados a pagar más de la mitad de los intereses. El autoritarismo de la
nueva y moderna burocracia desarrolló un amplio movimiento de oposición.
Un grupo de intelectuales y liberales
conocidos como los Jóvenes Turcos empezaron entonces a reclamar un límite al
poder de la clase dominante y de la burocracia, para, así, reforzar los
derechos del pueblo. Oprimidos por los dirigentes del Tanzimat, los Jóvenes
Turcos tuvieron que marcharse al exilio, donde publicaron sus reivindicaciones
en libros y panfletos que fueron enviados al Imperio a través de oficinas de
correo extranjeras que, al estar protegidas por las capitulaciones, estaban
libres del control gubernamental otomano. Al mismo tiempo, los recién
independientes estados balcánicos comenzaron a organizar revueltas a gran
escala para ocupar Macedonia, donde la población estaba casi completamente
dividida entre musulmanes y cristianos. En Grecia, Serbia y Bulgaria se establecieron
sociedades secretas que lucharon para garantizar sus reivindicaciones mediante
acciones terroristas que dañaron de forma importante la capacidad de los
otomanos para mantener el control del Estado. Finalmente, las muertes de los
principales dirigentes del movimiento Tanzimat alrededor de 1870, pusieron a la
estructura autocrática de gobierno que ellos mismos habían creado en manos de
políticos que reanudaron el régimen de corrupción del gobierno, medida que
inspiró al Tanzimat en primera instancia.
7.4.3
|
Golpe de Estado y
Constitución
|
En este momento de crisis
internacional, las amenazas de guerra contra Rusia y Austria y las aspiraciones
constitucionalistas de un grupo de reformadores, hicieron que, tras un breve reinado,
el sultán Abd al-Aziz fuera destronado en 1876. Se promulgó una Constitución
que establecía un Parlamento representativo bicameral que se reunió en 1877,
pero que pronto quedó disuelto por la guerra con Rusia, que impuso el Tratado
de San Stefano (1878), por el que el Imperio otomano perdía sus dominios
europeos, salvo Estambul. Gracias al apoyo de Gran Bretaña, Abdülhamit II
consiguió que se revisara el Tratado de San Stefano en el Congreso de Berlín de
1878, por el que el Imperio recuperaba sus provincias tracias y macedonias. Fue
entonces cuando se implantaron reformas liberales que pretendían crear un
Estado relativamente moderno y próspero. Sin embargo, ante las continuas
amenazas europeas, el sultán suspendió el parlamento e instauró, en 1878, un
gobierno altamente autocrático. Se suprimió todo tipo de oposición y el poder
gubernamental quedó centralizado en el palacio. Abdülhamit estableció varias
medidas económicas que favorecieron la estabilidad financiera, pero la dura
represión política hizo que se organizara un nuevo movimiento liberal de
oposición dirigido por los Jóvenes Turcos, y que contaba con el apoyo de
jóvenes oficiales del Ejército. El sultán fue obligado a restablecer la
Constitución y el Parlamento, cuyos escaños fueron prácticamente monopolizados
por los Jóvenes Turcos después de las elecciones de 1908. El éxito de un nuevo
régimen constitucional fue inmediatamente socavado por varios desastres en el
exterior: Austria se anexionó Bosnia y Herzegovina, Bulgaria ocupó el este de Rumelia
y las acciones terroristas continuaban en Macedonia y Anatolia oriental.
Abdülhamit y sus seguidores culparon de
estos desastres al nuevo régimen constitucional e intentaron una
contrarrevolución en abril de 1909: el Parlamento quedó disuelto y muchos de
sus miembros fueron arrestados, pero el ejército de Macedonia, dominado por los
Jóvenes Turcos, regresó a Estambul, sofocó la contrarrevolución y destronó al
sultán. Tras estos hechos, los sultanes otomanos se mantuvieron en el trono
pero su poder gubernativo era nulo.
7.4.4
|
El régimen de los
Jóvenes Turcos
|
Los primeros años del periodo de los
Jóvenes Turcos (1908-1918), constituyeron la etapa más democrática de la
historia otomana. La Constitución y el Parlamento quedaron restaurados y se organizaron
varios partidos políticos; el más fuerte fue el Partido de la Unión y el
Progreso, fundado y dirigido por los Jóvenes Turcos.
Las reformas de este grupo, que
llegaron a todos los aspectos de la vida social, culminaron con la
secularización de las escuelas y tribunales musulmanes y la ampliación del voto
a la mujer durante la I Guerra Mundial. El moderno aparato estatal creado
por el movimiento Tanzimat fue democratizado y se desarrolló de forma
importante la industria y la agricultura, además de introducirse nuevas
técnicas presupuestarias. La primera de las Guerras Balcánicas, provocó que en
el seno del partido de la Unión y el Progreso triunfara el sector más
autoritario, que impuso un triunvirato en el gobierno, dirigido por Enver Bajá.
El triunvirato consiguió aprovechar las disensiones entre los estados
vencedores en la primera Guerra Balcánica para recuperar, en la segunda de
estas guerras, el reducido territorio que hoy es la Turquía europea.
7.4.4.1
|
I Guerra Mundial
|
Al estallar la I Guerra Mundial el
triunvirato en el gobierno intentó evitar cualquier tipo de participación en la
misma, pero los alemanes les ofrecieron recuperar las provincias perdidas en
Europa y los barcos de guerra turcos confiscados por los británicos, por lo que
Turquía entró en la guerra en 1914. Las Fuerzas Armadas turcas llevaron a cabo
un importante papel en la campaña de Gallípoli, en la que capturaron a toda una
fuerza expedicionaria británica en Kut-al-Imara (Irak). Sin embargo, la campaña
a través de la península del Sinaí con el propósito de hacerse con el control
del canal de Suez y Egipto, no fue tan exitosa, provocando la intervención
británica para dirigir una revuelta árabe en los territorios bajo dominio
turco. Con la ayuda de los árabes, las fuerzas británicas invadieron Siria
desde Egipto y ocuparon el sur de Anatolia justo cuando terminó la guerra. La
campaña de Enver Bajá en el Cáucaso al comienzo de la guerra fue sofocada por
los rusos en menor medida que por las revueltas de las provincias orientales;
posteriormente, los rusos invadieron Anatolia oriental y central en 1915 y
1916, momento en el que las campañas llegarían a su fin cuando en 1917 estalló
la Revolución Rusa. Los efectos destructivos de estas invasiones extranjeras provocaron
revueltas internas, hambre y enfermedades. Más de seis millones de personas de
todos los credos religiosos (lo que suponía una cuarta parte de la población
total) murieron, y la economía se vino abajo.
7.4.4.2
|
Ocupación y guerra
de la Independencia
|
Tras la rendición, el gobierno turco
pasó a estar bajo la autoridad de las fuerzas de ocupación aliadas, dirigidas
por los británicos. Por el Tratado de Sèvres, firmado en agosto de 1920, el
territorio que permanecía en manos turcas englobaba parte de Anatolia central y
septentrional, mientras que se establecían zonas de influencia francesa e
italiana, se autorizaba la independencia de Armenia y el acceso a la autonomía
de la Región Cultural Kurda, la zona de los estrechos quedaba internacionalizada
y Grecia obtenía Tracia y la región alrededor de Esmirna (Izmir). El ejército
griego ocupó Izmir en 1922 y extendió su acción por Anatolia suroccidental con
el apoyo aliado. En reacción a los tratados de paz y a la invasión de Grecia,
surgió un movimiento nacionalista turco en Anatolia bajo el mandato de Mustafá
Kemal Atatürk. Durante la guerra de la Independencia turca (1918-1923) Atatürk
expulsó a las fuerzas de ocupación griegas, inglesas, francesas e italianas y
consiguió firmar el Tratado de Lausana (1923) según el cual las zonas turcas de
Tracia oriental y Anatolia formarían parte de un único Estado. Tras esta
victoria, se proclamó la república con capital en Ankara y en 1923 se abolió el
sultanato.
7.5
|
La República turca
|
Dirigida por Atatürk durante sus
primeros 15 años de existencia, la República turca fue fundada sobre seis
principios incorporados en la Constitución: el republicanismo (basado en la
premisa de que la soberanía pertenecía al pueblo), el nacionalismo turco (que
enfatizaba las glorias del pasado turco y la necesidad de que los turcos
formaran su propio Estado según los principios modernos y sin intervención
extranjera), el populismo (la idea de que el pueblo gobernara a través de la
Gran Asamblea Nacional, donde estarían representados todos los intereses
económicos y sociales), el secularismo (que dictaba una total separación entre
la religión musulmana y el Estado), el estatismo (que significa el
intervencionismo estatal en casi todos los sectores de la economía y su control
sobre el resto, con el fin de garantizar un rápido desarrollo económico) y una
actitud revolucionaria, que dictaba que todos estos cambios fueran instituidos
de una sola vez y en su totalidad para que la sociedad turca pudiera desarrollarse
lo más rápidamente posible. Los años de gobierno de Atatürk fueron años de un
sustancial progreso económico y de desarrollo general. Turquía evitó cualquier
tipo de reivindicación territorial, estableciendo buenas relaciones
diplomáticas con sus vecinos balcánicos y al mismo tiempo enfatizaba su
política secularista, evitando alianzas con los países musulmanes en el este.
7.5.1
|
De la neutralidad a
la alianza occidental
|
Atatürk fue sucedido como presidente
por Ismet Inönü, quien continuó su política interna. Consciente de la terrible
experiencia que supuso la I Guerra Mundial, Inönü mantuvo al país neutral
durante casi toda la II Guerra Mundial, hasta febrero de 1945 en que
Turquía declaró la guerra a Alemania y Japón. Tras la guerra, la Unión
Soviética intentó incluir a Turquía dentro de su esfera de influencia a través
del control de las provincias occidentales turcas y de los estrechos. En
respuesta, Turquía aceptó la ayuda a gran escala ofrecida por Estados Unidos,
estableciendo acuerdos de cooperación económica y militar; en 1952 pasaba a ser
miembro integrante de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Al mismo tiempo, Inönü democratizó el régimen y permitió la introducción de
partidos políticos de oposición. En 1950 triunfó en las elecciones generales el
Partido Democrático que defendía la introducción de la empresa privada,
mientras que el Partido de la República de Atatürk entraba a formar parte de la
oposición.
Dirigido por el presidente Celal Bayar,
junto con el primer ministro Adanan Menderes y el ministro de Asuntos
Exteriores, Fuat Köprülü, el Partido Democrático controló el gobierno turco
entre 1950 y 1960. La economía turca se expandió rápidamente durante este
periodo como resultado del nuevo liberalismo económico y la ayuda extranjera a
gran escala, sobre todo de Estados Unidos tras la entrada de Turquía en la
OTAN. No obstante, la mala gestión de este rápido crecimiento económico llevó a
duras estrecheces económicas y sociales y al aumento del descontento político,
encabezado por el Partido Republicano, mientras que los demócratas aumentaban
la represión. En 1960 un golpe de Estado militar derrocó el gobierno dirigido
por Menderes, algunos de cuyos miembros estaban asociados a casos de
corrupción, y en 1961 instauró una nueva Constitución.
7.5.2
|
Proceso hacia el
caos
|
Después de 1961, Turquía pasó a estar
dirigida por una serie de débiles gobiernos. El rápido desarrollo económico de la
década de 1950, en combinación con la legislación liberal sobre trabajadores
autónomos y sociedades, provocó la creación de un número de organizaciones que
asumían el poder y la autoridad ostentada en principio por el gobierno, la
asamblea legislativa y los partidos políticos. Al mismo tiempo, un movimiento
de izquierdas cada vez más activo dio lugar a la aparición de grupos
extremistas que llevaron a cabo actos terroristas para la consecución de sus
propósitos. En respuesta, surgieron grupos terroristas de extrema derecha,
aumentando la violencia en el país, que quedó totalmente dividido. Los
sindicatos creados después de 1950, se fundieron en dos grandes confederaciones
de trabajadores, el Partido del Trabajo de Turquía, que representaba a los
grupos más moderados, y la Confederación de la Unión de Sindicatos que
incorporaba a grupos comunistas y a otros partidos de izquierda. A mediados de
la década de 1960, la influencia de estas organizaciones se extendió por toda
Turquía.
La situación interna provocó el
enfrentamiento entre los dos partidos con mayor representación; el Partido
Republicano, bajo liderazgo de Bülent Ecevit, tendió a incorporar ideales de
tipo socialdemócrata, y el Partido de la Justicia, encabezado por Süleymán
Demirel, mantenía en mayor o menor medida las viejas tradiciones de Atatürk.
Varios partidos comunistas y socialistas minoritarios representaban los
distintos ámbitos de la izquierda, mientras que el Partido de Acción Nacional
lideraba las opciones nacionalistas y el Partido de Salvación Nacional
reclamaba la vuelta a un régimen islámico. La representación proporcional que
establecía la Constitución de 1961 hacía difícil que los partidos obtuvieran la
mayoría necesaria para desarrollar un completo programa de gobierno.
7.5.3
|
Política exterior
|
A pesar del caos de gobierno
de este periodo, Turquía permaneció fiel a su alianza con Occidente, aportando
bases militares para la OTAN y para las fuerzas militares estadounidenses. Esta
alianza estuvo sujeta a una considerable tensión en 1974, cuando Turquía ocupó
el tercio norte de Chipre, en respuesta a una rebelión civil griega en la isla,
que pretendía declararla república independiente. Tras estos hechos, Estados
Unidos suspendió la ayuda militar y económica a Turquía que respondió con el
cierre temporal de todas las bases militares estadounidenses del país. Las
tropas turcas permanecieron en el norte de Chipre, y Turquía continuó su
política de separación de los gobiernos chipriota y turco, desafiando a Estados
Unidos y a las resoluciones de la ONU.
Los diferentes gobiernos europeos iniciaron
negociaciones durante la década de 1990, tanto con Grecia como con Turquía,
para admitir a la Chipre dividida como miembro integrante de la Unión Europea.
El Congreso de Estados Unidos reanudó su ayuda económica, consiguiendo que los
turcos reabrieran las bases estadounidenses, aunque el incidente provocó entre
la población un fuerte resentimiento contra la presencia militar
estadounidense, que fue acrecentado por las manifestaciones de los grupos
izquierdistas. Los grupos islámicos también empezaron a oponerse a la presencia
de Estados Unidos y solicitaron una mayor aproximación a sus vecinos árabes,
beneficiándose así de la riqueza que aportaban los yacimientos petrolíferos y,
por tanto, del poder político que de esto se derivaba.
7.5.4
|
El golpe de Estado
de 1980
|
Entre 1979 y 1980, el gobierno de
Süleymán Demirel decidió frenar la alianza con los países occidentales, y con ello,
la esperanza de desarrollo del sector privado de la economía, que se apoyaba en
la ayuda extranjera. El Partido Republicano solicitó el control estatal de los
medios elementales de producción y el establecimiento de nuevas alianzas con el
Tercer Mundo y el bloque comunista. Los grupos extremistas de izquierda y
derecha volvieron a cometer asesinatos de figuras políticas y a llevar a cabo
acciones terroristas. El 12 de septiembre de 1980, el Ejército se hizo con el
control del gobierno y suspendió la Constitución. Los nuevos gobernantes
impusieron la ley marcial, prohibieron la actividad política, limitaron el
derecho de prensa y encarcelaron a miles de ciudadanos, acusados de
terroristas.
El Ejército gobernó a través del
Consejo de Seguridad Nacional, que nombró jefe del Estado al general Kenan
Evren, mientras que el almirante Bülent Ulusu pasó a ser primer ministro.
7.5.5
|
Retorno a la
democracia
|
El mayor avance para el
establecimiento de un gobierno civil se llevó a cabo en 1982, cuando se
promulgó una nueva Constitución, por la que Evren fue nombrado presidente de la
República. Las elecciones parlamentarias de noviembre de 1983 supusieron una
abrumadora victoria del Partido de la Madre Patria (que contó con el apoyo del
Ejército por su carácter conservador derechista), cuyo máximo dirigente, Turgut
Ozal, fue nombrado primer ministro. En 1989, Ozal fue elegido como primer jefe
civil del Estado desde 1960, y Yilidirim Akbulut le sustituyó como primer
ministro. Akbulut fue reemplazado por Mesut Yilmaz en 1991, sustituido a su vez
por la economista Tansu Çiller en 1993, dirigente del Partido de la Recta Vía.
Turquía colaboró con las fuerzas internacionales en la expulsión iraquí de
Kuwait entre 1990 y 1991, aunque las tropas turcas no participaron en la guerra
del Golfo Pérsico. Tras la guerra, y a raíz de un desafortunado levantamiento
de los kurdos iraquíes, cientos de miles de refugiados cruzaron la frontera
hacia Turquía, aunque se establecieron campos de refugiados bajo la
administración aliada en las proximidades de la frontera turca.
A partir de 1984 se ha venido
desarrollando una guerra no declarada entre los sucesivos gobiernos turcos y el
Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), un grupo marxista-leninista
que está intentando conseguir la autonomía de las tierras de quince millones de
kurdos por métodos terroristas. El conflicto está localizado sobre todo en el
sureste del país donde se reúne la mayor concentración de población kurda. En
marzo de 1995 el gobierno de Tansu Çiller mostró su intención de destruir el
movimiento separatista, invadiendo cuarenta kilómetros de la región kurda
situada al noroeste de Irak y que era zona protegida de las Naciones Unidas. Al
mismo tiempo, el gobierno aprobó leyes más liberales que permitían la
legalización de grupos nacionalistas kurdos moderados y la reapertura de las
escuelas kurdas.
7.5.5.1
|
El efímero gobierno
islamista y sus consecuencias
|
El triunfo del Partido del Bienestar (de
tendencia islamista) en las elecciones generales anticipadas celebradas en
diciembre de 1995 supusieron un importante giro en la política de la Turquía
moderna. Pese a que los grupos laicos de derecha (ANAP y DYP) formaron en marzo
de 1996 un gobierno de coalición con el fin de evitar la llegada al ejecutivo
del país de los islamistas, finalmente, en junio de ese año, su dirigente,
Necmettin Erbakan, acabó formando un gobierno de coalición con el Partido de la
Recta Vía, de la anterior primera ministra Tansu Çiller, que se convertía en
viceprimera ministra y ministra de Asuntos Exteriores. Ante la reacción
negativa que se produjo por tal motivo entre los altos mandos del Ejército
turco y en Occidente, Erbakan manifestó su intención de mantener el carácter
laico del Estado y sus compromisos internacionales.
La presión ejercida sobre la coalición
hizo que, finalmente, en junio de 1997 se produjera una crisis gubernamental
que se tradujo en la dimisión de Erbakan y en la formación de un nuevo gabiente
integrado por el ANAP y el centroizquierdista DSP, con el apoyo externo del
socialdemócrata CHP. Mesut Yilmaz (ANAP) se convirtió en julio en primer
ministro, en sustitución de Erbakan.
Pese a la nueva situación, con un
gobierno laico y prooccidnetal en el poder, en diciembre Turquía rechazó las
condiciones de adhesión y rompió el diálogo político con la Unión Europea,
debido al contencioso existente con Grecia respecto a Chipre.
En enero de 1998, el Partido
del Bienestar fue ilegalizado, acusado de atentar contra la laicidad del Estado
turco proclamada en su Constitución. En febrero, Erbakan afrontó una acusación
del Tribunal Constitucional, que le amenazaba con un proceso penal que le
llevara a la cárcel, si bien finalmente la pena fue de cinco años de inhabilitación.
Por su parte, los 157 diputados del Refah (y sus militantes de base) hubieron
de incorporarse a las filas del minúsculo pero legal Partido de la Virtud
(Fazilet Partisi, FP), también de tendencia islamista, dirigido por Racai
Kutan, amigo y colaborador de Erbakan. En marzo los islamistas volvían a formar
el mayor grupo en el Parlamento turco.
En esa coyuntura, en el mes de
junio, el primer ministro turco Mesut Yilmaz informó del adelantamiento de las
elecciones a abril 1999, para así poner fin a una crisis política que amenazaba
gravemente la estabilidad del país.
Respecto a la denominada “cuestión
kurda”, en febrero de 1999 se produjo la detención de Abdalá Ocalan, que en
agosto de 1998 había decretado una tregua unilateral de sus 10.000 hombres. La detención
y posterior traslado a Turquía para ser juzgado por un tribunal especial
provocó una inmediata reacción del PKK: a las manifestaciones de sus seguidores
en las principales ciudades de Turquía y Europa siguió una ola de atentados en
Estambul y Ankara que se cobró la vida de varias personas.
El presunto apoyo brindado por Siria a
la guerrilla kurda de Ocalan provocó, en octubre de 1998, un conflicto
diplomático y fronterizo entre Turquía y Siria que no degeneró en guerra
abierta gracias a la mediación de varios países, encabezados por Egipto.
A la dimisión de Yilmaz en
diciembre de ese mismo año, le siguió, un mes después, la creación de un nuevo
gabinete dirigido por Ecevit y de carácter interino hasta la celebración de las
elecciones.
En éstas el partido vencedor fue
el de la Izquierda Democrática, del primer ministro en funciones Ecevit,
seguido del ultraderechista Partido de Acción Nacionalista (MHP en sus siglas
en turco). El islamismo, representado por el Partido de la Virtud, sufrió un serio
revés, reduciendo el número de sus diputados en el Parlamento, del que quedó
fuera el socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo. Por su parte, las dos
formaciones de la derecha turca (el Partido de la Madre Patria, de Mesut
Yilmaz, y el Partido de la Recta Vía, de Tansu Çiller) sufrieron una reducción
considerable en el porcentaje de votos recibidos. En los comicios participó el
Partido de la Democracia del Pueblo (HADEP), el único grupo político kurdo
legalizado por las autoridades turcas.
A finales de mayo, seis semanas
después de las elecciones que le habían dado la victoria, el dirigente
socialdemócrata Bülent Ecevit formó gobierno de coalición con los conservadores
del ex primer ministro Mesut Yilmaz y con los derechistas del Partido de Acción
Nacionalista. Estos grupos políticos sumaban 351 escaños de los 550 con que
cuenta el Parlamento turco.
El día 31 de ese mismo mes se
inició el juicio contra el dirigente separatista kurdo Ocalan, quien realizó un
llamamiento a los miembros del PKK para que abandonaran las armas. La cúpula
del Partido de los Trabajadores del Kurdistán hizo público un comunicado en el
que aceptaba la propuesta para poner fin a un conflicto que se había prolongado
a lo largo de 15 años. No obstante, algunos sectores del grupo independentista
mostraron su disconformidad con poner fin a las acciones terroristas y
señalaron que el cambio de actitud de Ocalan obedecía al temor de éste a que el
tribunal que le juzgaba pudiera condenarle a muerte. El 25 de noviembre de
1999, el Tribunal Supremo ratificó la sentencia que en junio había condenado a
muerte a Ocalan. Al mes siguiente, la Unión Europea (UE) decidió elevar el
estatuto de Turquía desde la categoría de país asociado a la de país candidato
a integrarse en dicha organización. El 12 de enero de 2000, el gobierno de
Ecevit decidió aplazar la ejecución de Ocalan y un mes después el PKK abandonó
la lucha armada para pasar a defender los derechos de la minoría kurda dentro
del sistema político democrático, todo ello ligado a la situación de su máximo
dirigente encarcelado.
Ahmed Necdet Sezer, hasta entonces
presidente del Tribunal Constitucional, fue elegido en mayo de 2000 por el
Parlamento para suceder a Süleymán Demirel al frente de la presidencia de la
República, cargo que este último venía ejerciendo desde hacía siete años. En
febrero de 2001 se produjo una grave crisis económica que tuvo sus orígenes en
el enfrentamiento político entre el nuevo jefe del Estado y Ecevit. El
inmediato derrumbe bursátil amenazó con llevar a la quiebra al sistema
financiero del país, ya atenazado por sus tendencias hiperinflacionistas, ante
lo cual el gobierno de Ecevit dejó fluctuar libremente la lira turca y efectuó
un reajuste de su política económica. La situación del país, sumido en esta
profunda crisis financiera, empeoró a partir de julio de 2002; con Ecevit
hospitalizado, se produjo una crisis gubernamental que culminó con la renuncia
de varios ministros y diputados socialdemócratas y con la convocatoria de
elecciones anticipadas para el siguiente 3 de noviembre. Las urnas otorgaron la
victoria al Partido de la Justicia y el Desarrollo, islamista moderado, que
consiguió 363 escaños (lo que le proporcionaba mayoría absoluta en la Gran
Asamblea Nacional), por los 178 logrados por el Partido Republicano del Pueblo,
mientras que los grandes partidos tradicionales quedaron sin representación
parlamentaria. Ecevit presentó su dimisión al día siguiente y Ahmed Necdet
Sezer encargó formar gobierno a Abdullah Gül, número dos de la formación
triunfante. El líder de ésta, Recep Tayyip Erdogan, no había podido aspirar a
la condición de diputado (obligatoria para ejercer el cargo de primer ministro)
al ser inhabilitado por leer un poema islámico en un acto público (lo que fue
interpretado como una instigación al odio religioso). Una reforma electoral
posterior sí le permitió presentar su candidatura por la provincia de Siirt,
circunscripción en la que hubo que repetir los comicios el 9 de marzo de 2003.
Erdogan consiguió el acta de diputado y, en el transcurso de ese mismo mes,
tras dimitir Gül y su gobierno, se convirtió en primer ministro y formó un
nuevo gabinete, en el que Gül pasó a ser viceprimer ministro y titular de la
cartera de Asuntos Exteriores.
Con anterioridad, y de forma simultánea
a estos hechos, Turquía intentó acercarse a la exigencia de respeto a los
derechos humanos requerida por la UE para que ésta la incluyera en su proceso
de ampliación. En este sentido, el Parlamento turco aprobó en agosto de 2002 un
proyecto de ley para la abolición de la pena de muerte (disposición que dos
meses más tarde derivó en la conmutación de la condena de pena capital por la
de cadena perpetua para Ocalan). Asimismo, a finales de noviembre el gobierno
levantó el estado de excepción vigente durante los 15 años anteriores en Sirnak
y Diyarbakýr (provincias con mayoría de población kurda). En octubre de 2005,
la UE, que consideró notables los progresos turcos en lo referente a su
consolidación como Estado democrático y de Derecho, así como los avances
relativos al respeto de los derechos humanos y de las minorías, acordó iniciar
con Turquía las negociaciones para su adhesión.
En 2007, próximo a expirar el
mandato presidencial de Sezer, Erdogan se postuló para sucederle en la jefatura
del Estado. La posibilidad de que esta pudiera ser desempeñada por un político
de manifiesta confesionalidad islámica generó protestas y manifestaciones por
parte de los partidarios del mantenimiento del laicismo del Estado, igualmente
defendido a ultranza por el propio presidente saliente, Sezer, y por el
Ejército. Ante la presión, Erdogan, finalmente, renunció a su candidatura, cuyo
titular pasó a ser el igualmente islamista moderado Gül. En abril, parte del
Parlamento boicoteó la única votación que llegó a producirse (que, además, fue
posteriormente invalidada por el Tribunal Constitucional). En un clima de
profunda crisis política e institucional, Erdogan convocó comicios legislativos
anticipados para julio de ese año 2007. El triunfo del Partido de la Justicia y
el Desarrollo (que consiguió una cómoda mayoría absoluta al lograr 341 escaños)
propició la ulterior elección presidencial de Gül en el renovado Parlamento.
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