Países: La república de Argelia
Bandera e himno de Argelia
Argelia (república) (nombre oficial, al-Jumhuriya
al-Jaza’iriya ad-Dimuqratiya ash-Sha’biya o République Algérienne
Démocratique et Populaire, República Democrática y Popular de Argelia),
república localizada en el norte de África, limita al norte con el mar
Mediterráneo, al este con Túnez y Libia, al sur con Níger, Malí y Mauritania, y
al oeste con Marruecos. Su superficie es de 2.381.741 kilómetros cuadrados.
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TERRITORIO Y RECURSOS
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Gran Erg occidental
También conocido como 'mar de arena', el
término árabe erg designa una extensa región desértica ocupada por dunas,
característica del desierto del Sahara, en cuyo sector septentrional
correspondiente al sur de Argelia se distinguen dos grandes ergs contiguos: al
norte de la meseta (en árabe, tassili) de los Ajjer, el Gran Erg oriental,
enmarcado por Túnicia al noreste y los bordes de la meseta de Tademaït al
suroeste; y el Gran Erg occidental, que se extiende al sur del Atlas sahariano
y limita al oeste con el curso del Saoura, la región de El-Menia al este y la
meseta de Tademaït al sureste. La imagen corresponde a un paraje de este
último.
Argelia posee cuatro regiones
físicas principales, que cruzan de este a oeste el país en franjas paralelas.
En el norte, a lo largo de la costa mediterránea y prolongándose hacia el
interior entre 80 y 190 km, se ubica el Atlas Telliano. La región se
compone de una llanura costera estrecha y discontinua que llega hasta el área
montañosa del Atlas Telliano, en la cordillera del Atlas. Los numerosos valles
de esta región contienen la mayor parte del terreno cultivable de Argelia. El
río principal, el Chelif (725 km), nace en el Atlas Telliano y desemboca
en el mar Mediterráneo; ningún curso de agua se encuentra al sur del Tell. La
siguiente región, situada al sur y suroeste, es la de las altiplanicies, una
región de tierras altas y llanas. Aquí varias cuencas recogen el agua durante
los periodos lluviosos, formando lagos grandes y poco profundos; cuando se
secan pasan a ser llanuras saladas, denominadas chotts o shotts.
Al sur están las montañas y macizos del Atlas sahariano. La cuarta región, que
comprende más del 90% de la superficie total del país, es la gran extensión del
desierto del Sahara argelino. La mayor parte del terreno está cubierto por
grava, aunque el Gran Erg oriental y el Gran Erg occidental constituyen vastas
regiones de dunas de arena. Al sur, sobrepasado el desierto, están las montañas
Ahaggar, que culminan en el monte Tahat (3.003 m), la cima más alta.
2.1
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Clima
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La región del Tell, en
el norte, tiene un clima típicamente mediterráneo, con veranos cálidos y secos
e inviernos templados y lluviosos. Esta es el área más húmeda, con una
precipitación anual que oscila entre los 400 y los 1.000 mm. Las
temperaturas medias de verano e invierno son de 25 °C y 11,1 °C
respectivamente. Durante el verano un viento excesivamente caluroso y seco, el
siroco (conocido localmente como el chehili), sopla hacia el norte desde
el Sahara. Hacia el sur el clima es progresivamente más seco. La precipitación
anual en las altiplanicies y el Atlas del Sahara oscila entre los 200 y los
400 mm. La región del desierto experimenta temperaturas diarias extremas,
vientos y gran aridez; la precipitación anual es inferior a 130 mm en
todas partes.
2.2
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Recursos naturales
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La máxima riqueza natural
de Argelia reside en sus grandes depósitos minerales, principalmente de
petróleo, gas natural, fosfatos y mineral de hierro. Otros minerales
importantes son el carbón, plomo y cinc. La extensión de tierra cultivada
comprende sólo un 3,4% de la superficie total y se localiza principalmente en
los valles y llanuras de la región costera.
2.3
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Flora y fauna
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Las regiones septentrionales de
Argelia han sufrido durante siglos la deforestación y el sobrepastoreo. Restos
de bosques existen en pocas áreas, como las cumbres del Tell y del Atlas
sahariano y sólo cubren el 1% del territorio. Los árboles más destacados son el
pino, el cedro del Atlas y varios tipos de robles, incluido el alcornoque. Las
pendientes más bajas están descubiertas o cubiertas con vegetación de matorral
de enebro y otros arbustos. La inmensa mayoría de las altiplanicies son
estériles, aunque cuentan con zonas de vegetación esteparia que albergan
espartales y monte bajo. La vegetación del Sahara se halla muy dispersa y está
compuesta por hierbas resistentes a la sequía, acacias y arboledas de azufaifo
(jujuba).
La relativamente escasa
vegetación del país sólo puede soportar una limitada población de fauna
salvaje. En la mayoría de las regiones se encuentran especies carroñeras, como
chacales, hienas y buitres. También hay antílopes, liebres, gacelas y reptiles.
2.4
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Suelos
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Los suelos productivos en
Argelia son raros. Los terrenos más fértiles, localizados en la región del
Tell, próxima a la costa, son relativamente pobres en humus y se han degradado
a causa de la sobreexplotación. Las llanuras presentan considerables depósitos
aluviales, mas las tierras altas tienen suelos pobres y sólo pueden soportar un
exiguo pastoreo.
2.5
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Temas medioambientales
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Por un lado la erosión
del suelo, debida a la práctica de la agricultura de rozas y al agotamiento de
los pastos, y, por otro, la contaminación de los ríos, las aguas costeras y, en
particular, el mar Mediterráneo, son los dos grandes problemas. El agua dulce
es escasa, y el consumo per cápita es bajo. La mayor parte de la población
urbana y rural tiene acceso a una adecuada infraestructura sanitaria. Las áreas
naturales protegidas cubren el 5% (2007) de Argelia, y han sido ratificadas por
muchos de los acuerdos mundiales sobre especies animales y naturaleza. En la
última década este país, de baja densidad de población, ha experimentado una
explosión demográfica gracias al aumento de la esperanza de vida y la
disminución de la mortalidad infantil.
3
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POBLACIÓN
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Población de Argelia
La población de Argelia se compone casi
enteramente de bereberes y árabes. El islam es la religión oficial y la
profesada por la gran mayoría de los habitantes del país.
La población se compone
casi enteramente de bereberes y árabes. Hasta 1962, cerca de un millón de
colonos europeos, principalmente franceses, y una comunidad compuesta por
150.000 judíos, vivían en Argelia; el 90% de estos sectores de la población,
sin embargo, emigró al acceder Argelia a la independencia en 1962. El 40% de la
población argelina actual está clasificada como rural, puesto que reside en
pueblos y pequeñas explotaciones agrarias.
3.1
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Características de la población
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Argelia tiene una población,
según estimaciones oficiales para 2008, de 33.739.635 habitantes. La densidad
de población es de 14 hab/km². Aproximadamente la mitad de la población se
concentra en la región costera del Tell.
3.2
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Principales ciudades
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Argel, Argelia
El puerto de Argel, capital de Argelia,
es uno de los puertos principales del noroeste mediterráneo del país y un lugar
para que puedan repostar los barcos. La ciudad tiene dos sectores, la parte
moderna francesa y la kasba, un barrio antiguo denominado según la fortaleza
ubicada en sus estrechas y tortuosas calles, en el siglo XVI.
Argel es la capital del
país, así como su principal puerto y ciudad (población, según el censo de 2003,
3.059.643 habitantes). Otras ciudades importantes son Orán (655.852
habitantes), centro comercial, y Constantina (462.187 habitantes), centro
ganadero enclavado en una región productora de trigo.
3.3
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Lengua y religión
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El árabe es la lengua
oficial y lo habla más del 81,2% de la población; el resto habla principalmente
el bereber en sus variantes dialectales. El francés, no obstante, es empleado
por los argelinos cultos. El islam es la religión oficial y la profesada por
una amplia mayoría de la población.
3.4
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Educación
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La enseñanza primaria es
gratuita y obligatoria entre los 6 y los 15 años; más del 95% de los niños en
edad escolar recibe esta educación básica. El sistema educativo argelino, de
tradición francesa, ha dado paso a un programa de arabización que se inició
poco después de la independencia. El gobierno introdujo nuevos métodos de
enseñanza, empezó a formar a los profesores argelinos y a traer del extranjero
profesores de lengua árabe. En 1976 se cerraron todas las escuelas privadas y
se introdujo un periodo educativo obligatorio de nueve años.
En 1996 unos 4,72 millones
de alumnos asistían a las 15.426 escuelas primarias de las que disponía el país
y unos 2,99 millones estaban inscritos en enseñanza secundaria. El gobierno
también mantiene escuelas de formación profesional y magisterio (profesorado).
Argelia tiene ocho universidades,
científicas y tecnológicas; el número total de alumnos matriculados en las
instituciones de educación superior es de 682.775. La Universidad de Argel
(1879) tiene facultades de Derecho, Medicina, Ciencia y Humanidades. Siete de
las universidades y la mayoría de los 20 colegios universitarios especializados
han sido fundados tras la independencia.
3.5
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Cultura
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La tradición francesa dominó
anteriormente la vida cultural de Argelia. Ya desde antes de la independencia,
sin embargo, se desarrolló un creciente movimiento entre los artistas e
intelectuales de renacimiento del interés nacional por los orígenes
arábigo-bereberes, un movimiento que, desde 1962, se ganó el apoyo oficial.
3.5.1
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Bibliotecas y museos
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La primera en importancia
de entre todas las bibliotecas argelinas es la Biblioteca Nacional (1835), con
sede en la ciudad de Argel, que tiene alrededor de un millón de volúmenes,
entre los que se cuentan importantes obras de temas africanos. Existen también
importantes colecciones en la Universidad de Argel, con más de 700.000
volúmenes, y en la Biblioteca Municipal de Constantina, que tiene unos 25.000
volúmenes.
El Museo de Prehistoria y
Etnografía (1928), el Museo Nacional Arqueológico (1897) y el Museo Nacional de
Bellas Artes (1930) se localizan en la capital. El Museo Cirta (1853), en
Constantina, alberga colecciones de arte y arqueología.
3.5.2
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Literatura
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Kateb Yacine
Kateb Yacine escribió en lengua francesa
y en árabe. En 1956 publicó Nedjma, una novela inclasificable que rompe con
todas las convenciones narrativas.
Aunque muchos escritores
argelinos fueron prohibidos por los franceses durante la década de 1950, la
guerra de la Independencia hizo resurgir el interés por la literatura nacional
en lengua árabe. Destacados escritores argelinos del siglo XX que
escribieron en francés son Kateb Yacine, Mohammed Dib y Malek Haddad. El
novelista francés Albert Camus nació y se educó en Argelia.
4
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ECONOMÍA
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Argelia es una de las
naciones más ricas de África. La agricultura desempeña un declinante pero
destacado papel en la economía argelina, mientras que la producción mineral
supone la partida mayor del producto interior bruto. Desde finales de la década
de 1990 el gobierno ha iniciado grandes programas de industrialización. El PIB
anual para 2006 fue de 114.727 millones de dólares (cifras del Banco Mundial),
lo que equivale a 3.440 dólares per cápita. La inflación media es del
2,50% sobre el índice de precios al consumo (IPC).
4.1
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Agricultura
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Aunque la agricultura da empleo
al 21% de la población activa, sólo supone un 8,5% del producto interior bruto.
La productividad es baja y hay que importar un gran número de productos
alimenticios. Los principales cultivos, según producción anual estimada para
2006 en toneladas, son: cereales (4,02 millones), principalmente trigo (2,69
millones), patatas o papas (2.180.961), oleaginosas (396.882) y frutas (2,59
millones), entre éstas destacan las uvas, las naranjas y los dátiles. En cuanto
al ganado, el número de ovejas en 2006 era de 19,6 millones; había también 3,75
millones de cabras, 1,61 millones de vacas y 286.670 camellos.
4.2
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Silvicultura y pesca
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Los bosques, con espeso
sotobosque, cubren el 1% de la superficie del terreno. En la década de 1970 se
emprendieron proyectos importantes de reforestación. La madera talada es usada
principalmente para calefacción y para cubrir necesidades industriales. La
corteza se usa para curtido de pieles, y el corcho para fines comerciales. El
carbón vegetal también se usa como combustible.
La pesca es un sector
importante; en 2005 las capturas totales ascendían a 126.628 toneladas. La
mayor parte de las capturas corresponden a sardinas, boquerones, espadín, atún
y mariscos.
4.3
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Minería e industria
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Venta de alfombras en Argelia
Este vendedor de alfombras en Ghardaia,
ciudad situada en el centro septentrional de Argelia, ilustra la creciente
importancia de la industria ligera del país. A pesar de que la construcción, la
minería y la producción de crudo y de gas natural todavía dominan la vida
económica, los grandes programas industriales iniciados desde finales de la
década de 1960, demuestran los continuos esfuerzos de Argelia por diversificar
su producción en otros campos, como la cerámica, el vino, el papel y los
tejidos.
Los principales productos
minerales son crudo de petróleo y gas natural del Sahara. En 2004 se extrajeron
588 millones de barriles de crudo; la producción de gas natural totalizó 82.401
millones de metros cúbicos.
Otros importantes productos
minerales son hierro y piritas, carbón, cinc, plomo, mercurio y cobre. Se cree
que existen más de 500 millones de toneladas de fosfatos en las regiones
montañosas del monte Onk, en el norte. Prácticamente toda la minería y la
actividad industrial está controlada por el Estado. La mayor parte de la
industria está localizada en torno a las ciudades de Argel y Orán. Destacan la
elaboración de alfombras y tejidos, productos químicos, refinados de petróleo,
plásticos, materiales de construcción, aceite de oliva, vino y labores de
tabaco. Entre las industrias en proceso de expansión se encuentran aquellas que
producen hierro y acero, papel y artículos eléctricos.
4.4
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Moneda y banca
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La unidad monetaria de
Argelia es el dinar argelino de 100 céntimos (72,60 dinares equivalen a 1 dólar
estadounidense al cambio de 2006). Todas las actividades bancarias y
financieras fundamentales, así como la emisión de moneda, son desarrolladas por
el Banco Central de Argelia. En 1966 se nacionalizaron todos los bancos
extranjeros y privados.
4.5
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Comercio
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Las principales exportaciones
argelinas son el gas natural, petróleo, mineral de hierro, verduras, tabaco,
fosfatos, frutas, corcho y pieles. Las mayores importaciones son de maquinaria,
tejidos, azúcar, cereales, hierro, acero, carbón y gasolina. La Unión Europea
es el principal socio comercial, pues adquiere casi dos tercios de sus
exportaciones, incluyendo la mayor parte de su petróleo. Otros socios
importantes son los Estados Unidos y Japón. En 2004, las exportaciones anuales
totalizaron 32.083 millones de dólares y las importaciones 18.386 millones. El
volumen de los intercambios de Argelia y su balanza comercial dependen
fuertemente de los precios del petróleo.
4.6
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Transporte
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Carretera transahariana
Esta carretera africana, que une Argel
(Argelia), en la costa mediterránea, con Lagos (Nigeria), en la costa
atlántica, atraviesa el desierto del Sahara. La acumulación de arena del
desierto dificulta el desplazamiento en muchos de sus tramos.
Los sistemas de ferrocarril
y de carreteras cubren principalmente el tercio norte del país. Cinco líneas de
ferrocarril se extienden al norte del límite del Sahara y las carreteras unen
los campos de petróleo del Sahara con la costa. En 2005, Argelia tenía 3.572 km
de trazado ferroviario. La red de carreteras abarca 108.302 km, de los cuales
el 70% está pavimentado. El segmento argelino de la autopista transahariana,
que se extiende desde la costa del Mediterráneo hasta la frontera de Níger
pasando por Tamanghasset, se concluyó en 1985. Air Algérie, la compañía aérea
nacional, es la encargada de efectuar los enlaces aéreos, tanto nacionales como
internacionales.
4.7
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Comunicaciones
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Todos los medios de información,
que incluyen los 17 periódicos diarios del país, están controlados por el
gobierno. La publicación de libros, así como las emisoras de radio y las
cadenas de televisión, están bajo los auspicios de las agencias
gubernamentales. En 1997, había 7 millones de aparatos de radio y 3 millones de
televisores; la población disponía de 78 teléfonos y 11 equipos informáticos en
uso por cada mil habitantes.
4.8
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Trabajo
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La Unión General de Trabajadores
Argelinos, fundada en 1956 durante la lucha por la independencia, cuenta con un
millón de afiliados, organizados en diez secciones en función de la actividad.
En 1973 se formó la Unión Nacional de Campesinos de Argelia, que reúne a
700.000 agricultores. La población activa incluye a 13,9 millones de personas,
de los que un 26% están ocupados en la industria, el 21% en la agricultura y el
53% en el sector servicios. La población activa femenina supone tan sólo un 31%
del total.
5
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GOBIERNO
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Por la Constitución adoptada
en 1976, Argelia era declarada una república socialista, dirigida por el Frente
de Liberación Nacional (FLN) en régimen de partido único. La Constitución
aprobada en febrero de 1989, tras producirse un año antes la denominada
‘revuelta del pan’, suprimía toda referencia al socialismo y definía a Argelia
como una república pluripartidista, a la vez que contemplaba la figura de un
presidente elegido por sufragio universal para un periodo de cinco años.
Previamente, en 1987 se había elegido una Asamblea Popular Nacional, de
carácter unicameral, integrada por 295 miembros.
La segunda vuelta de las
elecciones legislativas celebradas en 1991, que debía celebrarse a comienzos de
1992, fue anulada y la Asamblea suspendida por el Ejército argelino en enero de
ese año para así evitar que el Frente Islámico de Salvación, un partido de
carácter islamista, obtuviera la mayoría absoluta, tal y como había sucedido en
las municipales; desde entonces, y hasta que concluyó en 1997 el proceso de
reorganización de las estructuras políticas acometido a partir de 1996, Argelia
fue gobernada por un Consejo Superior de Estado, integrado en su mayoría por
militares y encabezado por el presidente de la República. Tras la celebración
de un referéndum constitucional, la Carta Magna fue de nuevo revisada en 1996,
principalmente para impedir la legalización de grupos políticos basados en
criterios étnicos, religiosos o separatistas, así como para crear un nuevo
poder legislativo, esta vez de carácter bicameral.
5.1
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Poder ejecutivo y poder legislativo
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El presidente de Argelia es
el jefe de Estado. Es elegido mediante sufragio universal para un periodo de
cinco años sin posibilidad de ser reelegido. El presidente nombra un primer
ministro como jefe de gobierno, quien, a su vez, designa al consejo de
ministros que le ayuda en las tareas de gobierno.
Argelia dispone de un poder
legislativo bicameral integrado por una Asamblea Popular Nacional (al-Majlis
al-Sha'abi al-Watani/Assemblé Populaire Nationale), o cámara baja
(integrada por 380 miembros), y un Consejo de la Nación (al-Majlis
al-Umma/Conseil de la Nation), o cámara alta (integrada por 144 miembros).
Los miembros de la Asamblea son elegidos para un periodo de cinco años mediante
un sistema de representación proporcional; ocho escaños de la cámara baja están
reservados para los argelinos que viven en el extranjero. El Consejo de la
Nación, por su parte, está integrado por 144 miembros cuyo mandato es de seis
años; 96 de ellos son elegidos por los consejos comunales y los 48 miembros
restantes son nombrados por el presidente.
Las elecciones legislativas para
cubrir por vez primera desde su creación los escaños de ambas cámaras tuvieron
lugar, respectivamente, en los meses de junio y diciembre de 1997.
5.2
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Poder judicial
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El Tribunal Supremo de
Argelia funciona como tribunal superior de apelación y consejo de Estado. Tres
tribunales argelinos de apelación y tribunales especiales (para crímenes
económicos contra el Estado) se localizan en Argelia, Orán y Constantina.
Numerosos jueces de paz y tribunales comerciales completan el sistema judicial.
5.3
|
Gobierno local
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Argelia se divide en 48
vilayatos (departamentos). Estos se subdividen en unos 700 municipios. Cada
vilayato está dirigido por un gobernador nombrado por el gobierno. Los consejos
municipales promulgan leyes locales y eligen todos a los funcionarios
administrativos.
5.4
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Salud y bienestar
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El gobierno auspicia: programas
de bienestar social que incluyen subsidios por jubilación, desempleo e
incapacidad y beneficios para los trabajadores no agrícolas; planes de
desarrollo de la reforma agraria; y programas de obras públicas y de
construcción de viviendas de protección oficial.
Desde 1974, la asistencia
médica es gratuita para todos los argelinos. Según datos de 1998, hay una cama
de hospital por cada 476 habitantes y un médico para cada 1.182 personas. La
esperanza media de vida es de 73,8 años. Los servicios sanitarios se esfuerzan
por eliminar enfermedades epidémicas como la malaria y la tuberculosis. Otros
problemas de salud son la malnutrición generalizada y las enfermedades oculares
como la tracoma. Se han controlado la viruela y el cólera.
5.5
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Defensa
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El presidente de la República
es el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. El núcleo del Ejército,
integrado por 120.000 hombres, se formó por las fuerzas de liberación una vez
que quedó asegurada la independencia argelina. La fuerza aérea, constituida por
10.000 hombres, está equipada con aviones y helicópteros de fabricación
soviética y francesa. En 2004 la fuerza naval estaba compuesta por 7.500
soldados.
6
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HISTORIA
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El Imperio cartaginés
Cartago, fundada hacia el 800 a.C., fue
una de las más grandiosas ciudades de la antigüedad. Su ejército, que combatió
contra las tropas de Roma, tuvo a generales tan eminentes como Amílcar Barca y
Aníbal.
Los primeros habitantes de lo
que en la actualidad es Argelia fueron los bereberes, grupos tribales de origen
desconocido. Las pinturas encontradas en las cuevas de la región del Ahaggar
representan un pueblo que criaba ganado y cazaba en el área, entre el 8000 y el
2000 a.C. Mucho después, hacia el 1100 a.C., los fenicios, un pueblo
marinero del este del Mediterráneo, fundaron un estado norteafricano en
Cartago, en el actual territorio de Túnez. Durante las Guerras Púnicas libradas
entre Cartago y Roma entre los siglos III y II a.C., Masinisa, un jefe
bereber aliado de Roma que reinó del 202 al 148 a.C., estableció el primer
reino argelino de Numidia. Su nieto, Yugurta, fue sometido por Roma en el
106 a.C.
Restos romanos en Argelia
Estas ruinas arqueológicas corresponden
a los restos de la ciudad romana de Yamila.
Numidia prosperó bajo el dominio
de Roma. Se produjo tanto grano y aceite de oliva que la región llegó a ser
conocida como ‘el granero de Roma’. Un sistema de vías militares y ciudades con
guarniciones protegían a los habitantes de las tribus nómadas. Con el tiempo,
estas ciudades crecieron como auténticas ciudades romanas en miniatura.
El declive del Imperio
romano trajo muchos cambios. Se retiraron las legiones romanas para defender
otras fronteras y en el siglo III d.C. se desarrolló en la región el
movimiento donatista, una secta cristiana propia del norte de África. Los vándalos,
un pueblo germánico, invadieron la región en el siglo V y se establecieron
constituyendo su propio reino. Apenas un siglo después estos guerreros fueron
expulsados por las tropas del emperador bizantino Justiniano, cuyo sueño era
restaurar la gloria del Imperio romano.
6.1
|
Dinastías islámicas medievales
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El sueño de Justiniano tuvo
escasa duración. En el siglo VII los árabes invadieron el norte de África,
trayendo una nueva religión, el islam. Los habitantes de lo que hoy día es
Argelia, no obstante, presentaron resistencia, dirigidos por una mujer, Kahina,
la suma sacerdotisa de una tribu supuestamente convertida al judaísmo, pero con
el tiempo tuvieron que someterse al islam y a la autoridad árabe; Argelia se
convirtió en una provincia del califato Omeya. Los árabes, sin embargo,
permanecieron en gran parte como una clase dominante urbana.
Un conflicto interno sobre
la sucesión al trono califal permitió a los bereberes formar su propio gobierno
islámico en el siglo VIII. Muchos de ellos se unieron a una rama de los
chiitas del islam y fundaron varios reinos tribales. Uno de los más destacados
fue el de los rustamidas, localizado en Tahert, en el centro de Argelia. Tahert
prosperó durante los siglos VIII y IX. Entre los siglos XI y XIII dos
dinastías bereberes sucesivas, los almorávides y los almohades, sometieron el
norte de África y el sur de la península Ibérica a una autoridad central única.
Tremecén (actual Tlemcen o Tilimsen), la capital de los almohades, se convirtió
en una ciudad de hermosas mezquitas y escuelas de enseñanza islámica, así como
en un centro artesano de renombre. Los puertos de Argelia como Bejaia, Annaba y
la cada vez mayor ciudad de Argel llevaron a cabo un activo comercio con las
ciudades europeas suministrando los famosos caballos de Berbería, cera, cuero
de calidad y tejidos para los mercados europeos.
6.2
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Dominio del Imperio otomano
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Imperio otomano, a partir de 1600
Los turcos otomanos musulmanes habían
conquistado las regiones bañadas por el mar Mediterráneo, incluidos algunos
territorios europeos, a finales del siglo XVI. El Imperio quedó reducido y
debilitado a causa de una serie de guerras contra Rusia, Austria y Polonia en
los siglos XVII y XVIII y, finalmente, se disolvió después de la I Guerra
Mundial.
Tras el derrumbamiento de los
almohades en 1269 se puso de relieve una ardiente competencia comercial entre
los puertos del Mediterráneo, tanto cristianos como musulmanes. Para ganar
ventaja, los gobiernos de las ciudades empezaron a contratar corsarios piratas
dedicados a asaltar barcos mercantes para pedir el rescate de personas y
mercancías. Argel se convirtió en el primer centro de actividades de piratería.
En el siglo XVI los españoles
ocuparon varios puertos del norte de África. Argel fue bloqueada y forzada a
pagar tributo. Otros puertos fueron capturados por completo. Los musulmanes,
desesperados, pidieron ayuda al sultán otomano, por entonces el califa de todo
el mundo islámico. Dos hermanos piratas, los Barbarroja, persuadieron al
Imperio otomano para que los enviara con una flota a África del Norte.
Expulsaron a los españoles de la mayor parte de sus nuevas posesiones y, en
1518, el más joven de los Barbarroja, Jayr ad-Din, fue nombrado beylerbey,
el representante del sultán en Argelia. En 1575 fue hecho prisionero por
piratas berberiscos Miguel de Cervantes, que cumplió cautiverio en Argel
durante 5 años hasta su rescate por padres trinitarios.
A causa de la distancia
con respecto a la capital turca, situada en Constantinopla (actual Estambul),
Argel se gobernó como provincia autónoma. En el exterior, la efectividad de su
flota de piratas berberiscos hizo de Argel una potencia; los piratas argelinos
dominaron el Mediterráneo. Los estados europeos pagaban tributo regularmente
para asegurar la protección de sus barcos. Los rescates de prisioneros suponían
grandes ingresos para la provincia. La seguridad interna se mantuvo gracias a
las guarniciones de jenízaros otomanos.
A finales del siglo XVIII
la mejora en la potencia de fuego y en la construcción de barcos capacitaron a
los europeos para desafiar la dominación berberisca. Para entonces, los días de
los otomanos en Argel estaban contados. Los acuerdos internacionales para
proscribir la piratería hicieron posible una acción conjunta contra la capital
corsaria. En 1815 los Estados Unidos enviaron un escuadrón naval contra Argel.
Al año siguiente, una flota anglo-holandesa destruyó sus defensas y en 1830 la
ciudad fue capturada por el Ejército francés.
6.3
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Colonización francesa
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Francia se anexionó Argelia
en 1834, situación que provocó una violenta resistencia entre las tribus
bereberes, acostumbradas al débil control turco. Su cabecilla, Abd al-Qadir,
que afirmaba ser descendiente de Mahoma, usó tácticas de ataque y retirada que
fueron muy efectivas; no fue sometido completamente hasta 1847 y aún en la
actualidad es venerado como héroe por los nacionalistas argelinos.
Con Abd al-Qadir apartado,
Francia empezó a colonizar Argelia y los colonos europeos llegaron en masa.
Para fomentar este proceso, los franceses confiscaron o adquirieron terrenos de
los propietarios musulmanes a precios bajos. Argelia se convirtió en un
departamento de ultramar de Francia, controlado totalmente por la minoría
europea, los colons (colonos), que pasaron a constituir una elite
privilegiada. Con la ayuda de grandes entradas de capital, desarrollaron una
economía moderna, con industrias, bancos, escuelas, tiendas y servicios
similares a los existentes en su país. La agricultura argelina se adaptó a la
economía francesa; grandes fincas produjeron vinos y cítricos para exportar a
Francia, tal como África del Norte había servido antes a Roma. Algunos europeos
hicieron grandes fortunas, pero la mayoría eran pequeños granjeros,
comerciantes, mercaderes y empleados de fábricas. Todos, sin embargo,
compartieron su creencia apasionada en la Algérie française, la Argelia
francesa.
La población musulmana, aunque
se beneficiaba de los servicios sociales y del desarrollo económico, permanecía
en desventaja aun siendo mayoritaria, estando sujeta a numerosas restricciones.
Según las leyes francesas, no podían celebrar actos públicos, llevar armas de
fuego o dejar sus hogares o pueblos sin permiso. Legalmente, eran súbditos
franceses, pero para convertirse en ciudadanos franceses, con plenos derechos,
tenían que renunciar a sus creencias. Pocos lo hicieron.
La población musulmana creció
rápidamente; hacia 1930 alcanzaba los 5 millones. Una pequeña minoría, educada
en escuelas francesas, adoptó la cultura francesa, aunque no fue aceptada del
todo por los colons. De este grupo surgió el impulso inicial del
nacionalismo argelino.
6.4
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Desarrollo del nacionalismo argelino
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El nacionalismo argelino se
desarrolló después de la I Guerra Mundial entre los grupos musulmanes que,
en un principio, sólo aspiraban a la equiparación con los europeos. Farhat
Abbas y Ahmed Messali Hadj, este último comunista, estuvieron entre los más
destacados líderes argelinos en las décadas de 1920 y 1930. En 1936, el
gobierno francés concibió un plan que contemplaba similar trato para los
musulmanes veteranos de la Gran Guerra y los militares franceses, pero fue
desbaratado por los diputados colons en la Asamblea Nacional francesa.
Frustrado por la resistencia obstinada de estos últimos a la reforma, Abbas
aunó fuerzas con Messali durante la II Guerra Mundial para organizar un
partido de militancia antifrancesa, los Amigos del Manifiesto y la Libertad.
Después de la guerra, por el Estatuto Orgánico de Argelia (1947), se constituyó
la primera Asamblea parlamentaria de Argelia, con un número equivalente de
delegados europeos y musulmanes, lo que no resultó satisfactorio ni para los
nativos ni para los colons, demostrándose ineficaz desde su inicio. Los
nacionalistas más militantes estaban entonces a favor de la lucha armada. A
principios de la década de 1950, muchos se escondieron o se exiliaron.
6.5
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Guerra de independencia
|
Ahmed Ben Bella
Uno de los nueve fundadores del Frente
de Liberación Nacional (FLN) de Argelia fue Ahmed Ben Bella. En 1962, ocho años
después, se convirtió en jefe del gobierno de la nueva nación independiente y
en 1963 en presidente de la República. Resultó derrocado en 1965 por un golpe
de Estado encabezado por su ministro de Defensa, Huari Bumedián, y permaneció
en prisión hasta 1979.
En marzo de 1954 Ahmed
Ben Bella, un antiguo sargento del Ejército francés, se unió a otros ocho
argelinos exiliados en Egipto para formar un comité revolucionario que más
tarde pasó a ser conocido como el Frente de Liberación Nacional (FLN). Unos
pocos meses después, el 1 de noviembre, el FLN lanzó su ofensiva para lograr la
independencia de Argelia mediante ataques coordinados a los edificios públicos,
militares, puestos de policía e instalaciones de comunicaciones.
Un continuo aumento en la
acción de la guerrilla durante los siguientes dos años forzó a los franceses a
solicitar refuerzos; en total, 400.000 efectivos de tropas francesas fueron
apostados en Argelia. La estrategia del FLN combinó las tácticas guerrilleras
de Abd al-Qadir con un deliberado uso del terrorismo. De hecho, las tácticas de
la guerrilla paralizaron a las fuerzas francesas más dotadas, mientras los
atentados indiscriminados y los secuestros de europeos y musulmanes que no
apoyaban activamente al FLN crearon un clima de miedo por todo el país, lo que
provocó el surgimiento del contraterrorismo, ya que los colons y las
unidades del Ejército francés atacaban los pueblos musulmanes y asesinaban
brutalmente a la población civil.
En 1956 la guerra se extendió
a las ciudades. En Argel, incluso los cafés, escuelas y tiendas se convirtieron
en objetivos, ya que los nacionalistas buscaban debilitar la moral de los colons
y atraer la atención internacional a su causa. El levantamiento de Argel fue
implacablemente sofocado. Además, los franceses ganaron gradualmente ventaja al
usar nuevas tácticas. Se impusieron castigos colectivos a pueblos enteros
sospechosos de ayudar a las guerrillas. Otros grupos fueron deportados a campos
de refugiados. Las vallas electrificadas a lo largo de las fronteras tunecina y
marroquí separaron al grueso principal del FLN de las unidades diseminadas por
el interior de Argelia.
A pesar de su superioridad
militar, los franceses fueron incapaces de encontrar una solución política que
resultara satisfactoria tanto para los colons como para el FLN. Las
críticas internacionales contra Francia se incrementaron y sus aliados en la
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se preocuparon debido al
compromiso de las fuerzas francesas en una guerra impopular.
En mayo de 1958, los colons
y oficiales del Ejército francés se unieron en Argel para derrocar al gobierno
francés, si bien actuaron de modo titubeante. Un Comité de Seguridad Pública
demandó la vuelta del general Charles de Gaulle, el jefe de la Francia Libre
durante la II Guerra Mundial y el único que podía calmar la guerra y
preservar la Argelia francesa. De Gaulle, sin embargo, fue realista. Una vez en
el poder, reconoció que la guerra era difícil de ganar. En 1959 anunció su
intención de permitir a los argelinos elegir entre la independencia o la
asociación continuada con Francia.
El plan no gustó nada
a los colons. Agraviados, efectuaron una revuelta sin éxito contra De
Gaulle a comienzos de 1960, y en 1961 un grupo de generales intentó derrocarlo.
En ambas ocasiones, sin embargo, la mayor parte del Ejército permaneció leal al
gobierno. Asociado con el complot de los generales estuvo un grupo de militares
y extremistas colons, conocidos como la Organisation Armée Secrète
(OAS), que al mismo tiempo llevó a cabo una brutal campaña de contraterrorismo
contra el FLN y las autoridades francesas.
En marzo de 1962 se aceptó
finalmente un alto el fuego entre el gobierno y los representantes del FLN, en
los denominados acuerdos de Evian. En el referéndum largamente esperado,
celebrado el mes de julio, Argelia votó mayoritariamente por la independencia.
Los colons iniciaron una evacuación masiva; antes de que acabara el año,
la mayoría había abandonado el país. Algunos de ellos, ayudados por el gobierno
francés, se instalaron en el noreste argentino, aunque finalmente optaron por
desistir en su deseo por permanecer en el país.
6.6
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Argelia independiente
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Los acuerdos de Evian
estipularon la independencia inmediata para Argelia, incluyendo la ayuda
especial de Francia para facilitar la recuperación del país tras ocho años de
guerra. Los franceses lograron mantener su presencia en el Sahara argelino,
gracias a los considerables avances realizados por sus técnicos para la
explotación de los depósitos de petróleo y gas. Por su parte, el FLN garantizó
la protección y plenos derechos civiles para el resto de la población europea,
que después de un periodo de tres años elegirían entre la ciudadanía argelina o
francesa.
Los costes materiales y humanos
de la guerra fueron cuantiosos. Las víctimas francesas se elevaron a 100.000 y
las argelinas a más de 1 millón, mientras que 1,8 millones se habían convertido
en refugiados. Alrededor de 150.000 musulmanes favorables al mantenimiento de
la vinculación con Francia fueron represaliados por el FLN después del alto el
fuego.
La salida de los europeos
privó a Argelia de casi toda su mano de obra especializada. Para empeorar las
cosas, las rivalidades entre facciones dentro del FLN, mantenidas en un segundo
plano durante la guerra, se hicieron más evidentes. En un encuentro en Trípoli,
Libia, los líderes del FLN aprobaron una carta que declaraba a Argelia un país
de régimen socialista, con el Frente como la única organización política legal.
La autoridad máxima sería ejercida por el comité central del FLN, en tanto que
la economía estaría controlada por el Estado, pasando las antiguas tierras
propiedad de los colons a ser gestionadas por comités de trabajadores.
En poco más se pusieron
de acuerdo los líderes y pronto estalló una guerra abierta entre las distintas
facciones. El coronel Huari Bumedián, jefe del Estado Mayor del Ejército de
Liberación Nacional, dio su apoyo a Ahmed Ben Bella, quien en septiembre de
1962 fue elegido primer presidente de la Argelia independiente.
Ben Bella fue presidente
durante tres años y dirigió el comienzo de los trabajos para volver a poner al
país en funcionamiento. La primera Constitución, aprobada en 1963, estableció
una forma presidencialista de gobierno. El único obstáculo a los poderes del
presidente venía dado por el voto de censura de los dos tercios de la Asamblea
Nacional. Con tal autoridad sin prácticamente restricciones, Ben Bella,
convertido en máximo mandatario, y gracias a su prestigio personal, pasó a
estar cada vez más preocupado por el liderazgo de las naciones del Tercer
Mundo, al mismo tiempo que se convertía en un gobernante cada vez más
autocrático. A mediados de 1965 Bumedián, entonces ministro de Defensa, creyó
que Ben Bella había ido demasiado lejos; le arrestó en un golpe de Estado sin
derramamiento de sangre y asumió el poder supremo.
6.7
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El régimen de Bumedián
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Bajo Bumedián Argelia empezó a
capitalizar sus vastos recursos. El Ejército, más que el FLN, llegó a
convertirse en una fuerza dominante en la vida política, económica y social del
país. Bumedián formó un Consejo de la Revolución, integrado por 26 miembros,
que pasó a ser la autoridad suprema; sus miembros eran comandantes del Ejército
y compañeros de la época de la guerra de liberación. Se prohibieron las
facciones en el partido único, así como el gobierno personal —aunque Bumedián
asumió los cargos más importantes del Estado: presidente, primer ministro y
ministro de Defensa—, y se mantuvo el principio de liderazgo colegiado.
Además del rápido desarrollo
económico, Bumedián introdujo en el país un sistema político viable a corto
plazo, con una estabilidad política incontestada. La Constitución de 1976
definía a Argelia como Estado socialista bajo el liderazgo del FLN, a la vez
que Bumedián pasaba a ser presidente legalmente. Cuando murió, en 1978, el
coronel Chadli Benyedid fue elegido para sucederle. Benyedid continuó la
política de su antecesor pero relajó algunos de los controles estrictos de
Bumedián; en 1980 puso en libertad y perdonó al anterior presidente Ben Bella.
Benyedid fue reelegido en 1984, sin apenas oposición.
6.8
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Acontecimientos recientes
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Abdelaziz Buteflika
En la imagen, correspondiente al 10 de
abril de 1999, Abdelaziz Buteflika es aclamado por sus seguidores en
Tamarasset, a 2.000 km al sur de Argel. Cinco días más tarde se iban a celebrar
elecciones presidenciales y Buteflika se presentaba a las mismas como candidato
independiente, aunque contaba con el respaldo del oficialista Frente de
Liberación Nacional (FLN). Tras vencer en aquellos comicios, a los que sólo
concurrió su candidatura después de retirarse todas las de la oposición,
accedió a la jefatura del Estado argelino el día 26 de aquel mismo mes. En 2004,
Buteflika sería reelegido presidente del país.
En 1988, estalló una crisis
económica que no hizo sino evidenciar la fractura social y política que se
había ido abriendo en el país a lo largo de últimos años. Debido a las huelgas
y a los numerosos enfrentamientos entre los manifestantes, en su mayoría
jóvenes, y las fuerzas de seguridad, Benyedid optó por iniciar una tímida
reforma política con el fin de asegurar el monopolio del FLN en la vida
política del país. Reelegido en diciembre de ese año para un tercer periodo de
cinco años, se aseguró la aprobación de una nueva Constitución en febrero de
1989, que se ratificó por referéndum, y mediante la que se permitió el libre
acceso de otros grupos a la escena política.
En las elecciones departamentales
y municipales de 1990, los integristas del Frente Islámico de Salvación
derrotaron al FLN por un amplio margen. En enero de 1992, después de haberse
celebrado la primera vuelta de las elecciones legislativas, en las que el FIS
había quedado en primera posición, y ante el temor de que los fundamentalistas
islámicos se hicieran con el control de la Asamblea, un grupo de militares y
funcionarios civiles forzaron a Benyedid a dimitir. Anularon la segunda vuelta,
declararon el estado de emergencia, disolvieron el Parlamento y establecieron
un denominado Comité Superior de Estado con Mohammed Budiaf como presidente.
Esto precipitó el inicio de un conflicto violento entre el gobierno y las
fuerzas de seguridad, por un lado, y los extremistas islámicos, por otro.
Los islamistas pasaron entonces
a crear un brazo armado (el Ejército Islámico de Salvación, del que poco
después surgiría una escisión mucho más violenta y siniestra, el Grupo Islámico
Armado) que inició su campaña de atentados contra soldados, oficiales, policías
y sus familias, así como contra extranjeros, intelectuales y profesores,
destacadas mujeres ‘no islámicas’ y cualquiera que fuera sospechoso de
tendencias prooccidentales o progubernamentales. El gobierno respondió con
detenciones (y ejecuciones sumarias) de cualquiera que fuera sospechoso de
estar implicado con los islamistas.
Cuando Budiaf fue asesinado
en junio de 1992, Alí Kafí fue nombrado para sustituirlo en la jefatura del
Estado. Se estableció entonces una presidencia colectiva formada por cinco
miembros, conocida como el Consejo Supremo, con Kafí a su frente. En marzo de
1993 Argelia suspendió sus lazos diplomáticos con Irán y Sudán, a los que acusó
de apoyar la violencia integrista. En enero de 1994, el Consejo Supremo nombró
al ministro de Defensa, Liamín Zerual, presidente de Argelia durante un periodo
interino de tres años, que se esperaba condujera a nuevas elecciones
multipartidistas, momento en el que sería sustituido.
Antiguo diplomático y soldado de
carrera que luchó por la independencia de Argelia desde Francia, Zerual dio un
amplio margen para negociar con el Frente Islámico de Salvación y otros grupos
islamistas. La violencia continuó durante 1994, y en octubre Zerual admitió que
había fracasado en su intento por comenzar un diálogo constructivo con los
militantes del FIS. La propuesta de paz (conocida como Plataforma de San
Egidio, por ser en esta comunidad católica próxima a Roma donde se firmó)
diseñada en enero de 1995 por varios grupos de oposición al régimen, incluido
el FIS, fue rechazada por el gobierno. En noviembre de ese mismo año se
celebraron elecciones presidenciales que dieron la victoria a Zerual, quien
llevó a cabo tímidos cambios constitucionales que no dejaron satisfecha a gran
parte de la población argelina.
Ejército y grupos armados
integristas, como el Grupo Islámico Armado, el más radical de todos ellos,
continuaron entregados a una sangrienta guerra que ha causado ya la muerte a
unas 100.000 personas. La violencia fue especialmente cruenta desde los primeros
meses de 1997, coincidiendo con el mes del Ramadán.
Las elecciones legislativas,
celebradas el 5 de junio de ese año con el fin de configurar la nueva asamblea
integrada por 380 escaños, fueron ganadas por la Agrupación Nacional
Democrática (RND), grupo creado en torno al presidente Zerual, que contó con el
respaldo de varios grupos de ideología diversa. La oposición que participó en
los comicios (Frente de Liberación Nacional, Frente de Fuerzas Socialistas,
Movimiento de la Sociedad por la Paz, Partido de los Trabajadores) denunció
numerosas irregularidades, en tanto que el Frente Islámico de Salvación y el
Movimiento por la Democracia en Argelia los boicotearon.
La proliferación de matanzas
de civiles, atribuidas a los islamistas, durante el verano de 1997 provocó la
publicación, por vez primera, de un llamamiento del FIS en el que se instaba a
luchar contra el terrorismo, aunque de modo ambiguo. Por su parte, el EIS,
brazo armado del FIS, emitió un comunicado en el que declaraba un alto el fuego
incondicional a partir del 1 de octubre. Ese mismo mes se inició la campaña de
las elecciones municipales y departamentales, salpicada de nuevas matanzas.
Liamín Zerual
En 1994, quien fuera hasta entonces
ministro de Defensa, el general Liamín Zerual, pasó a ser el jefe de Estado de
Argelia. Durante su gobierno, el Ejército y los grupos armados integristas
continuaron entregados a una sangrienta guerra, iniciada dos años antes. La
violencia fue especialmente cruenta desde los primeros meses de 1997.
Con estos comicios, el
régimen argelino pretendía cerrar el proceso de constitución de un nuevo
sistema institucional puesto en marcha por Zerual tras su confirmación en el cargo
dos años antes. De este modo, la reforma constitucional votada en referéndum en
noviembre de 1996 y las legislativas de junio de 1997 quedaban completadas con
la elección de cargos municipales y departamentales, que serían los encargados
de designar a los dos tercios de los miembros del Consejo Nacional (cámara
alta), en tanto que el tercio restante sería nombrado directamente por el
presidente.
Pese a ello, la abstención
fue la nota dominante en los comicios, ganados por los partidos gubernamentales
y cuyos resultados no fueron reconocidos por la oposición, que decidió
boicotear la constitución de las asambleas locales y departamentales. En el mes
de diciembre de 1997 y enero de 1998, coincidiendo de nuevo con el Ramadán, se
produjeron nuevas matanzas.
Las matanzas se sucedieron
a lo largo de 1998 y, en menor medida, en 1999, año en que se celebraron
elecciones presidenciales después de que el presidente Zerual hubiera anunciado
su retirada de la jefatura del Estado en septiembre de 1998.
Los comicios, que tuvieron
lugar el 15 de abril, se caracterizaron por la prohibición expresa de que se
presentaran candidatos bajo las siglas del FIS y por la retirada, en la última
semana de la campaña, de los candidatos de la oposición, por lo que Abdelaziz
Buteflika, el candidato oficialista, venció al ser el único contendiente en
liza. La oposición denunció lo que consideró un fraude electoral masivo y la
elección de un presidente controlado por los militares. Por ello, rechazó los
resultados y negó toda legitimidad al nuevo jefe del Estado, que tomó posesión
del cargo el 26 de ese mismo mes.
El programa de reconciliación
nacional promovido por Buteflika se plasmó en julio de 1999 con el indulto
otorgado a miles de islamistas y con la aprobación parlamentaria de la Ley de
Concordia Civil, un mes después de que el Ejército Islámico de Salvación (EIS),
brazo armado del FIS, anunciara el cese definitivo de sus acciones. El 16 de
septiembre de ese año, un referéndum, en el que participó el 85% de la
población, dio la victoria al proyecto pacificador de Buteflika al aprobar
dicha ley el 98,63% de los votantes.
En agosto de 2000 dimitió
el primer ministro, Ahmed Benbitour, como consecuencia de las diferencias
surgidas en cuestiones políticas y económicas con Buteflika. Éste designó jefe
de gobierno a Alí Benflis, quien durante el mes siguiente también accedió al
cargo de secretario general del FLN. En el transcurso del siguiente año estalló
una grave rebelión en la Kabilia, ante la cual el gobierno anunció una reforma
constitucional que reconocía al bereber como “lengua nacional”. Esta medida no
satisfizo a los líderes de la revuelta, y la tensión se hizo de nuevo latente
durante las elecciones legislativas del 30 de mayo de 2002. En estos comicios,
que fueron boicoteados en dicha región, el FLN consiguió 199 escaños y, por
tanto, la mayoría absoluta.
El 5 de mayo de 2003,
Buteflika destituyó a Benflis y designó primer ministro a Ahmed Uyahia, líder
del partido Reagrupamiento Nacional Democrático. Esta situación se produjo tras
agudizarse los desacuerdos entre el jefe de gobierno y el presidente en torno a
cuestiones económicas (Benflis se mostró reticente al programa de
privatizaciones pretendido desde la presidencia) y a la cuestión de la Kabilia
(en la que Benflis manifestó una clara postura tendente al diálogo con los
bereberes). El día 21 de ese mismo mes, un fuerte terremoto causó millares de
muertos y heridos en Argel y otras ciudades próximas (muy especialmente,
Boumerdas). Este hecho tuvo también consecuencias políticas, ya que en las
poblaciones afectadas se produjeron numerosas protestas contra Buteflika, a
cuyo nuevo ejecutivo se acusaba de no haber reaccionado con presteza en la
disposición de ayuda urgente para los damnificados.
En octubre de 2003, el
FLN, que gozaba de mayoría en la Asamblea Popular Nacional, retiró a sus
ministros del gobierno tras una larga disputa con el presidente. El FLN acusaba
a Buteflika de intentar apartar a su líder, Benflis, de las elecciones
presidenciales que habrían de celebrarse en abril de 2004. En febrero de este
último año, Buteflika anunció que aspiraría a la reelección. Mientras tanto,
los principales dirigentes de la minoría bereber declararon su propósito de
boicotear los comicios. Finalmente, Buteflika recibió el 85% de los votos
(Benflis, el 6%), garantizándose un nuevo mandato. Afrontó el mismo con la idea
de reafirmar definitivamente la pacificación del país, soterrando todo vestigio
de la violencia que se había adueñado del Estado desde los inicios de la
anterior década. Para ello, promovió la denominada Carta para la Paz y la
Reconciliación Nacional, que amnistiaría a islamistas radicales que no hubieran
perpetrado crímenes de especial gravedad, eximiría de responsabilidades a
miembros de las fuerzas de seguridad vinculados a la represión, e indemnizaría
a las familias de las víctimas de esta última. Sometida a un referéndum popular
el 29 de septiembre de 2005, dicha Carta recibió la aprobación de algo más del
97% de los votantes.
En mayo de 2006, tras
dimitir Uyahia, Buteflika nombró primer ministro a Abdelaziz Beljadem, del FLN.
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