Bosnia-Herzegovina (nombre oficial, Bosna
i Hercegovina, Bosnia y Herzegovina), república del sureste de Europa
situada en la península de los Balcanes; limita al norte y oeste con Croacia,
al este con Serbia y al sur con Montenegro. Parte constituyente de la antigua
Yugoslavia, declaró su independencia en 1992, lo que provocó el estallido de
una guerra, inscrita en la llamada guerra de la antigua Yugoslavia. Su
territorio ocupa 51.129 km² de superficie y Sarajevo es la capital.
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TERRITORIO Y
RECURSOS
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Presenta un paisaje montañoso y húmedo
por el norte, en Bosnia, con prados y bosques; por el sur, en Herzegovina, destacan
las mesetas calizas poco fértiles. Los Alpes Dináricos atraviesan el norte del
país. Gran parte del territorio se sitúa dentro de la región del Karst, una
meseta caliza alterada por depresiones y crestas. Su cumbre más elevada es el
Maglic, con 2.386 m de altitud. Su litoral es de unos 20 km de longitud en la
vertiente del mar Adriático.
El principal río es el Sava,
afluente del Danubio y que traza frontera por el norte, destacando el río
Neretva por el sur, que desemboca en el mar Adriático. Los macizos boscosos de
Krajina, al noroeste, y Stari Viah, al noreste, no sobrepasan los 1.500 m de
altitud y han sido profundamente labrados por los afluentes del Sava.
El clima es mediterráneo en el sur
costero, pero se continentaliza hacia el norte y el interior.
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TEMAS
MEDIOAMBIENTALES
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La contaminación del aire causada por
la industria metalúrgica, la deforestación y la escasez de agua son algunos de
los problemas con los que se enfrenta el país, todavía en vías de recuperación
tras la destrucción de sus infraestructuras debida al conflicto civil de la
década de 1990. Ha firmado varios acuerdos internacionales relacionados con la
biodiversidad y la naturaleza, como la Convención de Ramsar.
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POBLACIÓN
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4.1
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Características de
la población
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Antes de la guerra, en 1990, la
república yugoslava de Bosnia-Herzegovina tenía 4.423.646 habitantes. En 2008,
su población era de 4.590.310 habitantes. En 2004 la tasa de urbanización era
solo del 45%.
Los bosnios (mayoritariamente musulmanes
suníes) constituyen el mayor grupo étnico (48% de la población); los serbios
(de religión cristiana ortodoxa principalmente), el 37,1%, y los croatas
(cristianos católicos en su mayoría), el 14,3%.
Bosnia-Herzegovina cuenta con tres lenguas
oficiales: el bosnio, el croata (ambas se escriben en alfabeto latino) y el
serbio (que utiliza el cirílico), las tres variedades de la lengua serbocroata
(una de las denominadas lenguas yugoslavas).
4.2
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Ciudades y unidades
administrativas
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Sarajevo, con 579.000 habitantes en 2003,
Zenica (128.495 habitantes), Banja Luka (142.644 habitantes), Tuzla (133.861
habitantes) y Mostar (105.448 habitantes) son las principales ciudades.
Sarajevo es la capital, si bien la
ciudad de Banja Luka es, desde la conclusión de la guerra, la sede del gobierno
de una de las entidades administrativas y políticas que la forman: la República
Serbia de Bosnia (también conocida como República Serbobosnia). La otra entidad
que integra Bosnia-Herzegovina es la Federación Croata-musulmana, cuyo nombre
oficial es el de Federación de Bosnia y Herzegovina. El distrito de Brčko forma
una tercera unidad administrativa, incluida en la República Serbia de Bosnia.
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ECONOMÍA
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En 1993, a causa de la
guerra, la economía estaba estancada y la mayor parte de la población subsistía
gracias a la ayuda humanitaria exterior. Al deterioro de la economía se unió el
bloqueo económico por parte de Serbia y Croacia. Es un país inmerso en un
proceso de reconstrucción de la infraestructura destruida por la guerra y de
cambio de un sistema comunista a una economía de mercado, además de estar
llevando a cabo la transición de una economía dependiente de la ayuda
internacional a una economía autosuficiente. En 2005, subsistían varios problemas,
como la alta tasa de desempleo (45%), un elevado déficit comercial (las
importaciones superan tres veces el nivel de las exportaciones) y el fuerte
sector informal generador de riqueza no cuantificada. En 2003 se exportaban
principalmente metales y ropa y se importaban alimentos y productos químicos.
La unidad monetaria es el marka o marco
convertible (que equivale a 0,51 euros). En 1991, el producto interior bruto
(PIB) era de 14.000 millones de dólares, pero decreció hasta los 5.599 millones
de dólares en 2002; las estimaciones, en ese último año, por sectores
económicos, eran: primario, el 14,2%; secundario, el 30,8%, y terciario, el
55%. La deuda exterior se eleva al 52% del PIB.
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GOBIERNO
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La Constitución de Bosnia-Herzegovina
fue redactada originalmente en 1974 a imagen y semejanza de la Constitución
federal yugoslava de ese mismo año, en la que el control del poder comunista
daba paso a un mayor grado de descentralización en los niveles federal y
republicano. Revisada entre 1989 y 1991, la entonces república yugoslava
adoptaba el sistema multipartidista; en las elecciones celebradas en 1990, los
principales partidos que concurrieron fueron la Comunidad Democrática Croata,
la Organización Bosnia Musulmana (HDZ), el Partido de Acción Democrática (SDA),
el Partido Democrático Serbio (SDS), la Alianza Socialista y el Partido Social
Demócrata. Para reflejar el proceso de democratización en la república, la
Asamblea General consideró oportuna, en 1991, la elaboración de un nuevo texto
constitucional, si bien este esfuerzo fue impedido por la creciente
polarización entre las tres etnias mayoritarias en el país.
La Constitución de 1974, una vez
revisada, garantizaba a los ciudadanos varios derechos civiles, incluido el
sufragio universal a los 18 años de edad. También establecía una estructura de
gobierno claramente definida; no obstante, dicho organigrama funcionó de forma
irregular durante la guerra civil. El texto constitucional preveía la
existencia de un órgano legislativo bicameral, compuesto por una Cámara de
Ciudadanos, integrada por 130 diputados, y una Cámara de Comunas, formada por
110 miembros. La presidencia colectiva (también denominada tripartita o
colegiada, y constituida por nueve miembros) y el primer ministro debían ser elegidos
entre los integrantes de ambas cámaras. Todos los cargos oficiales tenían un
mandato de cuatro años, excepto del presidente, quien debía ser elegido de
entre los nueve miembros de la presidencia colectiva para un periodo de un año.
Los representantes gubernamentales podían ser reelegidos. La estructura de la
presidencia y del resto del gobierno pretendía reflejar la diversidad étnica de
la república, con puestos designados para los diferentes grupos étnicos de
acuerdo a su proporción en el total de la población de Bosnia. El ministro de
Justicia y Administración del Estado se encargaba de supervisar todos los
tribunales en Bosnia-Herzegovina. La Corte Suprema y la Corte Constitucional
eran los órganos judiciales más importantes de la república.
En marzo de 1992, los
nacionalistas del Partido Democrático Serbio se retiraron formalmente del
gobierno como medida de protesta ante la declaración de independencia. El
gobierno siguió estando respaldado por musulmanes, croatas y serbios moderados.
El conflicto se agravó al mes siguiente, cuando los nacionalistas serbios
crearon su propia entidad estatal, conocida como República Serbia de Bosnia,
bajo el liderazgo de Radovan Karadzic. Los serbobosnios rehusaron reconocer la
autoridad y legitimidad del gobierno bosnio y, en su lugar, trataron de
encontrar su lugar como un Estado independiente afín a Serbia. En respuesta, el
gobierno bosnio declaró el estado de emergencia y suspendió la rotación
presidencial de carácter anual estipulada en la Constitución.
Mientras, en las áreas del oeste de
Herzegovina y el centro de Bosnia, controladas por los croatas, surgió un
‘Estado dentro del Estado’ con su propia estructura gubernamental y militar;
establecido de manera formal en julio de 1992, este Estado fue conocido como Herzeg-Bosna.
En marzo de 1994, bajo la presión de la comunidad internacional, los dirigentes
musulmanes y croatas de Bosnia firmaron un acuerdo en la ciudad estadounidense
de Washington, por el que se dio por finalizado el conflicto entre ambos grupos
y se establecía la Federación Croata-musulmana, oficialmente llamada Federación
de Bosnia y Herzegovina. Esta entidad estaba integrada por ocho cantones
(subdivisiones territoriales) administrados por un gobierno central fuerte. La
presidencia, vicepresidencia y el cargo de primer ministro tenían un carácter
rotatorio con el fin de dar cabida a miembros de las dos comunidades étnicas.
Los serbobosnios rehusaron reconocer a la Federación.
Por su parte, los Acuerdos de
Dayton, firmados por los tres bandos en liza en noviembre de 1995, esbozaron lo
que sería una nueva constitución nacional especificando las relaciones entre la
Federación Croata-musulmana y la República Serbia de Bosnia, y estableciendo el
mes de septiembre de 1996 como la fecha en la que deberían tener lugar las
elecciones a nivel nacional. De acuerdo con lo firmado en Dayton, las dos
entidades compartirían un órgano legislativo central formado por la Cámara de
Representantes y la Cámara de los Pueblos, y una presidencia colectiva
integrada por tres miembros. Este gobierno central —que estaría constituido, en
sus dos terceras partes, por representantes musulmanes y croatas, dejando el
tercio restante a los representantes serbobosnios— tendría el control de la
política exterior, económica y comercial de la república, así como de los
asuntos de la ciudadanía. La Federación Croata-musulmana también contaría con
una Cámara de Representantes y una Cámara de los Pueblos, junto con una
presidencia rotatoria y asambleas o parlamentos cantonales. La República Serbia
de Bosnia tendría una Cámara de Representantes, una segunda cámara legislativa
llamada Asamblea Nacional, y un presidente elegido por la población de esta
parte del territorio bosnio. Las dos entidades constituyentes se harían cargo
de los impuestos, la sanidad, la agricultura y los asuntos locales. El sistema
judicial mantendría, en lo fundamental, el mismo organigrama que antes de la
guerra.
De acuerdo con los términos del
plan de paz firmado en Dayton, el ‘pseudoestado’ croata de Herceg-Bosna debía
desaparecer en un breve plazo de tiempo, como así sucedió.
Tanto en la Federación Croata-musulmana
como en la República Serbia de Bosnia, han ido surgiendo con fuerza tras la
guerra un número considerable de partidos políticos no nacionalistas de
diversas tendencias: liberales, socialdemócratas, socialistas y agrarios. Estos
partidos son, no obstante, pequeños en número y con escasa capacidad de
captación en cuanto a número de simpatizantes. Los tres partidos nacionalistas
(SDA, SDS, HDZ) de Bosnia han mantenido su base de apoyo social dentro del
país, debido en gran medida a su control sobre los medios de comunicación y
sobre otros resortes de poder.
6.1
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Salud y sistema
sanitario
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El sistema de atención sanitaria y de prestación
de otros servicios sociales en Bosnia permanece bajo control estatal. Durante
la guerra, cerca de un tercio de todas las instalaciones sanitarias fueron
seriamente dañadas o destruidas, y la tasa de mortalidad infantil se duplicó.
El gobierno ha podido evitar mayores desastres en el sistema público sanitario
gracias a la importante asistencia médica y humanitaria recibida de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de varias organizaciones no
gubernamentales y privadas de carácter benéfico.
El gasto sanitario total (suma del
gasto público y privado en salud) como porcentaje del PIB era elevado en 2003:
9,5 %, similar al belga y sueco.
6.2
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Defensa
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La República de Bosnia-Herzegovina
disponía de una Fuerza de Defensa Territorial antes de la guerra, momento en el
que se separó en tres facciones. A finales de 1994 las fuerzas leales al
gobierno de Sarajevo (la Armija) se elevaban a 110.000 miembros; las
serbobosnias ascendían a 80.000 y las bosniocroatas totalizaban unas 50.000. De
las tres, las fuerzas serbias eran las mejor armadas, seguidas de las croatas y
de las musulmanas. Una denominada Fuerza de Protección de las Naciones Unidas
(Unprofor) fue enviada para supervisar el calendario de pacificación previsto
en Dayton; esta fuerza desplegó a comienzos de 1995 efectivos en las áreas de
la antigua Yugoslavia afectadas por la guerra en un número cercano a los
38.000, de los que unos 22.000 se estacionaron en Bosnia-Herzegovina. Las
fuerzas de la ONU fueron sustituidas en enero de 1996 por 60.000 soldados
enviados por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que se
desplegaron a lo largo y ancho del país para vigilar el cumplimiento de los
Acuerdos de Dayton. En diciembre de 1996, estas tropas fueron reemplazadas por
un nuevo contingente de la OTAN, integrado por 31.000 personas. A pesar de los
Acuerdos de Dayton en los que ya se había planteado la reducción de ambos
ejércitos, en 2002, la entidad republicana serbia tenía un ejército de 6.600
efectivos mientras que la federación contaba con más de 13.200 soldados.
Bosnia-Herzegovina es miembro de la Organización
para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU).
7
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HISTORIA
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El territorio de lo que en la
actualidad es Bosnia-Herzegovina formaba parte de la antigua región de Iliria.
Tras la caída del Imperio romano, en el siglo V, los vándalos y los eslavos
conquistaron la región y prolongaron su hegemonía hasta finales del siglo XI,
cuando Hungría pasó a dominar el área, convirtiendo Bosnia en un banato
bajo el control de un ban (virrey), que extendió la autoridad húngara sobre el
principado de Hum. Stephan Tvtko extendió las fronteras y en 1376 se proclamó
rey de Serbia y Bosnia.
Tras su muerte, un jefe bosnio
ocupó la región de Hum, que pasó a llamarse Herzegovina. Los dos territorios se
convirtieron en provincias del Imperio otomano a finales del siglo XV, bajo el
sultanato de Mehmet II el Conquistador. Los otomanos, que a raíz del Tratado de
San Stefano (1878) otorgaron una considerable autonomía a la región, dominaron
el país hasta finales del siglo XIX; esta época se caracterizó por el gran
número de disturbios que se produjeron entre los grupos étnicos presentes (croatas
católicos, serbios ortodoxos y musulmanes). El Imperio Austro-Húngaro se
anexionó Bosnia y Herzegovina en 1908, y la región devino en un centro de
agitación nacionalista. No obstante, Bosnia y Herzegovina se mantuvieron al
margen de las Guerras Balcánicas de 1912 y 1913.
En 1914, Francisco Fernando de
Habsburgo, heredero al trono austro-húngaro, fue asesinado en Sarajevo, lo que
precipitó la I Guerra Mundial. Cuatro años más tarde, ya finalizado este
conflicto, Bosnia y Herzegovina pasaron a formar parte del Reino de los
Serbios, Croatas y Eslovenos, bajo la monarquía del rey Pedro I Karagjorgjevic,
quien era rey de Serbia desde 1903. En 1929, el nuevo Estado adoptó el nombre
de Yugoslavia.
Durante la II Guerra Mundial, las
potencias del Eje invadieron y desmembraron Yugoslavia. En 1945, al finalizar
la guerra, Josip Broz (Tito) convirtió Yugoslavia en una república federal,
bajo el dominio del Partido Comunista Yugoslavo (denominado, desde 1952, Liga
de los Comunistas de Yugoslavia); una de sus repúblicas constituyentes fue
Bosnia-Herzegovina. No obstante, las tensiones étnicas continuaron, e incluso
empeoraron tras la muerte de Tito, en 1980.
7.1
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Independencia y
guerra
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En 1990, la Liga de los
Comunistas de Yugoslavia dejó de ser el partido único en Yugoslavia. En las
elecciones a la Asamblea de Bosnia-Herzegovina, celebradas en noviembre y
diciembre de ese año, el musulmán Partido de Acción Democrática (SDA, en sus
siglas en serbocroata), envuelto ya en conflictos con los partidos serbios y
croatas, obtuvo 86 asientos en la cámara. El Partido Democrático Serbio (SDS),
fundado por el ultranacionalista serbio (en puridad, serbobosnio) Radovan
Karadzic, consiguió 72 escaños, y la Comunidad Democrática Croata (HDZ) se hizo
con 44 actas. Estos tres partidos alcanzaron, asimismo, los nueve puestos en la
presidencia colegiada. El musulmán Alija Izetbegovic, del SDA, se convirtió en
el presidente de la entidad colegiada.
Durante 1991, las tensiones étnicas se
extendieron por toda Yugoslavia, lo que en Bosnia provocó un debilitamiento de
la situación política. Cuando Croacia y Eslovenia declararon su independencia
en junio de 1991, gran parte de los serbios que vivían en esas repúblicas
comenzó a proclamar su lealtad a la Yugoslavia dominada por Serbia. En Bosnia y
en Croacia, donde el número de serbios era mayor que en el resto de repúblicas
yugoslavas (salvo Serbia, evidentemente), crearon las denominadas ‘repúblicas
autónomas serbias’ (RAS). El rechazo del gobierno bosnio a la existencia de
tales entidades condujo al estallido de conflictos armados entre serbios y el
resto de la población. Estos conflictos aumentaron una vez que Macedonia obtuvo
su independencia de Yugoslavia, en noviembre de 1991, antes de que la comunidad
internacional le otorgara el nombre de Ex-República Yugoslava de Macedonia.
El Ejército Popular Yugoslavo (JNA)
mostró su oposición a la secesión de las tres repúblicas; ante la virtual
separación de Bosnia, atacó varios objetivos, incluida la ciudad de Mostar,
principal urbe de Herzegovina, en el sur de la república federada. El partido
ultranacionalista serbio SDS rechazó las propuestas hechas por la presidencia
de la República y por el musulmán nacionalista bosnio SDA. Las negociaciones
entre varios partidos bosnios finalizaron sin acuerdo alguno. Los políticos
serbobosnios disconformes formaron la denominada Asamblea del Pueblo Serbio y,
en noviembre de 1991, convocaron un referéndum sobre si la población serbia de
Bosnia debía permanecer como parte integrante de Yugoslavia. Mientras que una
mayoría aplastante votó en esa consulta a favor de la permanencia en la
reducida federación, los votantes que acudieron al referéndum convocado en
marzo de 1992 para toda la población bosnia (pero boicoteado por la mayor parte
de los serbios) se mostraron de acuerdo con la secesión. Ese mismo mes,
Bosnia-Herzegovina declaró su independencia. A comienzos de abril, los serbios,
respaldados por el JNA, iniciaron los ataques contra habitantes musulmanes y
croatas de la república. Acaba de comenzar una guerra civil, inscrita en el
marco general de la llamada guerra de la antigua Yugoslavia, de la cual fue, de
hecho, su principal conflicto.
Pese al reconocimiento internacional de la
independencia de Bosnia-Herzegovina, primero por parte de Estados Unidos (en
abril) y posteriormente por la ONU (en mayo), el conflicto, lejos de aminorar,
fue en aumento. Para el mes de mayo de 1992, cuando Serbia y Montenegro se
habían convertido ya en la República Federal de Yugoslavia (RFY, la heredera de
la desmembrada Yugoslavia), los serbios se habían hecho ya con el control de
las dos terceras partes de Bosnia poniendo, además, cerco a Sarajevo. Los
rápidos esfuerzos tendentes a mediar en el conflicto por parte de la Comunidad
Europea (actual Unión Europea, UE) y de la ONU fracasaron. El 30 de mayo de
1992, la ONU impuso sanciones económicas contra la RFY, entidad que no había
recibido reconocimiento internacional. La guerra dio un nuevo giro cuando un
grupo de croatas, bajo el liderazgo de Mate Boban, formó en Bosnia-Herzegovina
un ‘Estado croata independiente’ llamado República de Herceg-Bosna, con su
propia administración y fuerzas armadas. Durante la segunda mitad de 1992, la
comunidad internacional comenzó a ser consciente y a conocer las numerosas
violaciones de los derechos humanos en Bosnia-Herzegovina, en particular, las
matanzas masivas de campesinos musulmanes y los abusos sexuales cometidos
contra mujeres musulmanas por parte de soldados y paramilitares serbobosnios,
en nombre de la denominada ‘limpieza étnica’.
En mayo de 1993, comenzó el
enfrentamiento abierto entre croatas y musulmanes en Bosnia central. La lucha
estuvo asociada a una brutal ‘limpieza étnica’ que provocó miles de muertes. En
junio, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó una resolución por la
que se creaban seis ‘zonas de seguridad’, inicialmente para áreas con población
musulmana: Bihac, Tuzla, Srebrenica, Zepa, Gorazde y Sarajevo. La resolución
daba luz verde al despliegue de más de 25.000 cascos azules adicionales y les
autorizaba a emplear la fuerza para defender aquellas zonas. En marzo de 1994,
la lucha entre musulmanes y croatas finalizó, toda vez que ambos bandos
estuvieron de acuerdo en crear una federación para combatir a los serbios y para
establecer una alianza con Croacia: la Federación Croata-musulmana
(oficialmente denominada Federación de Bosnia y Herzegovina). La nueva
federación estaba asentada sobre un área que sumaba el 58% de la superficie
total de Bosnia-Herzegovina, incluyendo el territorio reclamado a los serbios
(que todavía seguían controlando cerca de las dos terceras partes del país).
Estaba asimismo dividida en ocho cantones, cuatro de los cuales estarían bajo
control musulmán; dos, controlados por los croatas, y los dos restantes, bajo
control conjunto y con población mixta. Coexistiría con el gobierno establecido
de Bosnia-Herzegovina, a cuyo frente seguía estando el presidente Izetbegovic.
No obstante, a comienzos de 1995, tan sólo uno de los ocho cantones, el de
Tuzla, había sido creado, a la vez que surgían las disputas por el control en
el gobierno de la federación.
El alto el fuego entre los
serbobosnios y la Federación Croata-musulmana estuvo en vigor desde enero hasta
abril de 1995. Además, la guerra en la vecina Croacia se reanudó a comienzos de
mayo, lo que introdujo el temor a una generalización del conflicto a nivel
regional. Las fuerzas serbias invadieron en el verano de ese año las ‘áreas de
seguridad’ de Srebenica y Zepa y, según todos los indicios, masacraron a miles
de civiles, musulmanes en su inmensa mayoría. Las fuerzas de la Organización
del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) iniciaron una campaña de ataques aéreos
contra posiciones serbias para prevenir posibles ataques a otras ‘áreas de
seguridad’. Las fuerzas del gobierno bosnio ocuparon amplias áreas del oeste de
Bosnia, lo que provocó la mayor derrota de los serbios a lo largo de la guerra.
El gobierno bosnio aprovechó esta ofensiva para eliminar la rebelión que tenía
lugar en el enclave de Bihac, al noroeste de la república, dirigida por Fikret
Abdic, quien había colaborado con las fuerzas serbias. A finales del verano, la
Federación Croata-musulmana controlaba más del 50% del territorio del país.
En agosto de 1995, Estados Unidos
inició una campaña para conseguir el establecimiento de una paz duradera entre
las tres partes inmersas en el conflicto de la antigua Yugoslavia, del que los
acontecimientos de Bosnia-Herzegovina eran su parte esencial. Las
negociaciones, que se prolongaron durante varios meses, concluyeron con la
firma, el 21 de noviembre de ese año en una base aérea estadounidense cercana a
la localidad de Dayton (Ohio), de unos acuerdos de gran alcance por parte de
los presidentes de Bosnia (Alija Izetbegovic), Croacia (Franjo Tudjman) y Serbia
(Slobodan Milosevic). Los Acuerdos de Dayton (ratificados al mes siguiente, en
París, por los mismos signatarios) tenían como finalidad primordial garantizar
una paz duradera y estable en Bosnia-Herzegovina y reconstruir el país
balcánico desde un punto de vista económico y, lo que es más importante,
político. En este sentido, la república quedaba constituida como un único
Estado integrado por dos entidades: la Federación de Bosnia y Herzegovina
(también conocida como Federación Croata-musulmana), que comprendería el 51%
del territorio, y la República Serbia de Bosnia (asimismo llamada República
Serbobosnia), que integraría el 49%. El acuerdo establecía la capitalidad del
Estado en Sarajevo, ciudad que quedaría bajo el control del gobierno central.
También se preveía la convocatoria de elecciones libres para ocupar los puestos
en los órganos de poder, tanto del gobierno central como de las entidades
constituyentes. Para asegurar la paz, una fuerza de la OTAN (conocida como
Ifor, acrónimo de su nombre en inglés, Implementation Force) fue enviada a
Bosnia en enero de 1996 para cumplir un mandato en la zona de un año. La fuerza
estaba integrada por 60.000 soldados pertenecientes a más de 20 naciones,
incluyendo aproximadamente a 20.000 estadounidenses y un gran número de
franceses, británicos y españoles. Las tropas fueron estacionadas inicialmente
a lo largo de la línea de demarcación entre la Federación Croata-musulmana y la
República Serbia de Bosnia.
Las tres partes cumplieron
inmediatamente con las principales disposiciones militares establecidas en
Dayton: retirada de tropas y armas de las zonas de separación, liberación de la
mayor parte de los prisioneros de guerra, y revelación del tamaño de sus
fuerzas armadas a los negociadores del control de armas, pertenecientes a la
Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Mientras, la
ONU comenzó a tomar las medidas encaminadas a levantar el embargo económico y
militar que había sido impuesto a las repúblicas de la antigua Yugoslavia en 1991.
Otras disposiciones del acuerdo resultaban, no obstante, más difíciles de
cumplir. Así, los nacionalistas serbios y croatas se resistieron a la
integración de las comunidades divididas étnicamente, como, por ejemplo,
Sarajevo y Mostar.
Como resultado de la guerra en
Bosnia-Herzegovina, entre 100.000 y 250.000 personas perdieron la vida, y cerca
de 200.000 resultaron heridas. La inmensa mayoría de los muertos eran
musulmanes. Se estima en 2,3 millones las personas desplazadas por la guerra dentro
y fuera del país.
7.2
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Después de la
guerra
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A comienzos de 1996, el Tribunal
Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (establecido a finales de 1993
en La Haya, Países Bajos, para juzgar a los sospechosos acusados de crímenes de
especial gravedad durante la guerra de la antigua Yugoslavia) aumentó su
actividad. Más de 50 bosnios, la mayor parte serbios, fueron procesados por el
tribunal acusados de asesinar a ciudadanos indefensos durante la guerra. Entre
los inculpados se encontraban Radovan Karadzic, el presidente de la República
Serbia de Bosnia, y el general Ratko Mladic, militar que comandaba las fuerzas
serbobosnias. Ambos fueron excluidos de los Acuerdos de Dayton por el
presidente serbio Milosevic, si bien se mantuvieron, en la práctica, al frente
de la República Serbia de Bosnia. En julio de 1996, el tribunal ordenó el
arresto de Karadzic y Mladic por los cargos de genocidio y crímenes contra la
humanidad. Después de un mes, los oficiales estadounidenses consiguieron que Karadzic
dimitiera. Mladic fue apartado del poder en noviembre por Biljana Plavsic, que
había reemplazado a Karadzic como presidenta de la República Serbia de Bosnia
al haber moderado el lenguaje ultranacionalista que había mantenido al inicio
del conflicto.
Las elecciones nacionales se celebraron en
septiembre de 1996, bajo la supervisión de la OSCE. Los partidos nacionalistas
musulmán, serbio y croata lograron los primeros puestos, consiguiendo cada uno
de ellos cerca del 80% de los votos de sus circunscripciones étnicas. El
musulmán Partido de Acción Democrática (SDA) consiguió el mayor número de
escaños en la cámara legislativa de Bosnia. Para ocupar los tres puestos de la
presidencia colectiva fueron elegidos el musulmán Alija Izetbegovic, el serbio
Momcilo Krajisnik y el croata Kresimir Zubak. Izetbegovic recibió el mayor
número de votos y, de este modo, accedió al cargo de presidente en primer
lugar. El Partido Democrático Serbio (SDS) logró la mayor parte de los escaños
en la asamblea de la República Serbia de Bosnia, y Biljana Plavsic, miembro del
SDS, pudo continuar al frente de la presidencia serbobosnia. El SDA se hizo con
la mayoría en la cámara legislativa de la Federación Croata-musulmana, seguido
por la Comunidad Democrática Croata de Bosnia-Herzegovina (HDZ).
En octubre, Izetbegovic y Milosevic
acordaron establecer plenas relaciones diplomáticas entre Serbia y
Bosnia-Herzegovina. En diciembre, la OTAN creó una fuerza de estabilización (en
inglés, Strong Stabilitation Force, Sfor), integrada por 31.000 efectivos, para
reemplazar a los 60.000 miembros de la Ifor, cuyo mandato de un año expiraba
ese mes. La misión de la Sfor consistía en disuadir a los contendientes de
iniciar nuevas hostilidades y de procurar crear un clima de seguridad en los
esfuerzos por pacificar el territorio bosnio. Estados Unidos contribuyó con
8.500 soldados a la nueva fuerza de paz, cuya permanencia en la zona se
prolongaría hasta junio de 1998.
En septiembre de 1997, se produjo en la
República Serbia de Bosnia una conflictividad creciente entre los seguidores de
la ‘moderada’ Biljana Plavsic (localizados en la región de Banja Luka y
apoyados por Milosevic) y los de los ‘radicales’ Radovan Karadzic y Momcilo
Krajisnik (mayoritarios en el sureste de la república y repudiados por sus
antiguos mentores de Belgrado). En este sentido, la presencia de la Sfor fue
determinante para conseguir bloquear el intento de los radicales por hacerse
con el control de los órganos de poder en la República Serbia de Bosnia. Los
días 22 y 23 de noviembre de ese año 1997, tuvieron lugar elecciones
parlamentarias en la República Serbia de Bosnia. Plavsic se presentó al frente
de un nuevo partido de corte nacionalista moderado, la Alianza del Pueblo
Serbio (SNS). En los comicios, se constató la división política de la República
Serbia de Bosnia: el este del territorio autónomo quedó en manos del SDS y de
los ultranacionalistas del Partido Radical Serbio, en tanto que en la parte
occidental venció un conglomerado integrado por la SNS, social-liberales, socialistas
y grupos musulmanes. La SNS obtuvo 15 escaños, los mismos que los
ultranacionalistas del Partido Radical Serbio, en tanto que el Partido
Democrático Serbio (SDS), pese a perder la mayoría, logró 24 diputados. Aunque
eran mayoría, los partidos nacionalistas fueron incapaces de formar un gobierno
de coalición, por lo que, en enero de 1998, el Parlamento eligió primer
ministro a Milorad Dodik, el candidato apoyado por Plavsic. El primer ministro
trasladó la capital de la República Serbia de Bosnia desde Pale, bastión
nacionalista durante la guerra, hasta Banja Luka, donde los seguidores de
Plavsic tenían mayor influencia. El nuevo gobierno realizó renovados esfuerzos
por cumplir con lo acordado en Dayton, incluida la búsqueda de supuestos
criminales de guerra.
En julio y agosto de 1998, y
ante la presión del Consejo Internacional para la Aplicación de los Acuerdos de
Paz de Dayton, los tres miembros de la presidencia colegiada de
Bosnia-Herzegovina acordaron precipitadamente aprobar tres de los puntos que
les exigía la comunidad internacional: un pasaporte común, una ley de
ciudadanía y una ley sobre el funcionamiento del Consejo de Ministros. En
septiembre de 1998, se celebraron elecciones generales, las segundas desde el
final de la guerra, para elegir a los representantes a la presidencia
tripartita o colectiva, el Parlamento estatal y las alcaldías, así como a la
presidencia de la República Serbia de Bosnia. Los primeros puestos fueron
ocupados, una vez más, por los partidos étnicos, pese a los deseos de la
comunidad internacional de que los grupos políticos más moderados fueran los
triunfadores.
El dato más relevante fue la victoria
del ultranacionalista Nikola Poplasen, candidato del Partido Radical Serbio en
las elecciones que tuvieron lugar en la República Serbia de Bosnia. Poplasen,
que se había declarado partidario de utilizar las vías constitucionales
existentes para unir la República Serbia de Bosnia con Serbia (algo prohibido
por los Acuerdos de Dayton), derrotó a Plavsic, que se había convertido en la
valedora del proceso de paz en esa entidad constituyente. Por contra, el
representante serbio elegido para ocupar el asiento en la presidencia
tripartita de Bosnia-Herzegovina fue Zivko Radisic, representante del
‘moderado’ Partido Socialista de la República de los Serbios, próximo al
presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic. Por su parte, el musulmán Alija
Izetbegovic fue reelegido para ocupar la presidencia tripartita de
Bosnia-Herzegovina, en tanto que por la parte croata el elegido era el
representante del sector nacionalista.
En marzo de 1999, el español
Carlos Westendorp, alto representante de la ONU en Bosnia (figura reconocida en
Dayton como máxima autoridad de la especie de protectorado o tutela de la ONU
en que había quedado convertido Bosnia-Herzegovina), destituyó a Poplasen. De
forma simultánea, el Comité Internacional de Arbitraje decidió que la ciudad de
Brčko, que desde la conclusión de la guerra en Bosnia hasta ese momento había estado
bajo control serbio, fuera declarada neutral y quedara bajo la tutela de dos
administraciones, una serbia y otra croata-musulmana. El Parlamento de la
República Serbia de Bosnia votó de forma mayoritaria en contra de la
destitución de Poplasen y rechazó el laudo sobre la ciudad de Brčko. Mirko
Sarovic reemplazó a Poplasen en febrero del año siguiente. Bosnia-Herzegovina
restableció relaciones diplomáticas con la República Federal de Yugoslavia
(actual Estado conocido como Serbia y Montenegro). A comienzos de 2001, accedió
a la presidencia croato-musulmana Karlo Filipovoc; en tanto que la presidencia
tripartita o colectiva estaba constituida por Radisic, Beriz Belkic y Jozo
Krizanovic. Desde marzo de ese año, los nacionalistas croatas del HDZ exigieron
la “autoadministración” del territorio croata en Bosnia-Herzegovina y la salida
de este de la Federación Croata-musulmana. En cualquier caso, desde finales de
2000, el descenso electoral de los partidos nacionalistas, el SDA, el SDS y el
HDZ, comenzó a hacerse cada vez más evidente. En febrero de 2004, accedió a la
presidencia tripartita de la República Sulejman Tihic, representante de la zona
bosnia musulmana y perteneciente al SDA; le sustituyó, en octubre de ese año,
el serbio Borislav Paravac, del SDS.
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