Eslovaquia (nombre oficial, Slovenská
Republika, República Eslovaca), república del centro de Europa que limita
al norte con Polonia, al este con Ucrania, al sur con Hungría, y al oeste con
Austria y la República Checa. Eslovaquia y la República Checa, que formaban
parte de Checoslovaquia, se convirtieron en repúblicas independientes el 1 de
enero de 1993. El país tiene una superficie de 49.035 km² y una población de
5.455.407 habitantes (censo de 2008). Bratislava es la capital y ciudad más
grande.
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TERRITORIO Y
RECURSOS
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La cordillera de los Cárpatos
atraviesa y rodea la parte occidental de Eslovaquia. Al norte, en la alta
cordillera de los Tatra, se encuentra la cumbre más alta del Estado, el pico
Gerlachovský (a 2.655 m de altitud). Al este se encuentra la llanura de
Hungría, formada por tierras bajas. Varios ríos fluyen a través de la
República, como el Váh, el Hron, el Bodrog, el Poprad, el Hornad y el Ondava.
El río Danubio forma parte de la frontera meridional con Hungría y el río
Morava establece la frontera con la República Checa. Hay numerosos manantiales
naturales, comercializados para atraer a los turistas.
Eslovaquia tiene un clima continental
en líneas generales, con veranos cálidos e inviernos fríos. En la cordillera de
los Cárpatos los inviernos son más duros y se producen abundantes
precipitaciones. Las regiones llanas del este, por su parte, tienen veranos
calurosos y las precipitaciones son bastante menores.
La picea y el abeto son los
árboles más frecuentes en los bosques de la República, sobre todo a mayor
altura, mientras que los bosques mixtos de robles, fresnos y arces abundan en
zonas más bajas. El área boscosa corresponde al 39,4% del territorio nacional.
Las llanuras no cultivadas están cubiertas principalmente de trébol, junco y
retama.
La fauna comienza a escasear
debido a la polución y la deforestación, pero todavía existen lobos, osos
pardos, jabalíes, gatos monteses, águilas blancas, gamuzas y zorros en la
región montañosa de los Cárpatos. El pato común y otras aves acuáticas como el
águila pescadora, el cormorán y la garza son frecuentes en los pantanos y en
las cuencas fluviales de las llanuras.
El terreno más fértil se encuentra al
sur; la cordillera de los Cárpatos, donde hay pocas tierras fértiles, está
cubierta en su mayoría de terreno rocoso. El suelo de las regiones montañosas
es delgado e inadecuado para el cultivo.
El carbón es el recurso natural
más abundante y rentable de Eslovaquia, en especial el carbón graso y el
lignito. Desafortunadamente, una explotación abusiva y el uso de carbón como
principal fuente energética han causado estragos en la calidad del aire y el
agua que posteriormente han afectado a la salud de la población, lo que obligó
al gobierno eslovaco a principios de 1993 a promulgar leyes medioambientales
para combatir la contaminación.
La principal fuente de energía del país
es la energía hidroeléctrica, un sector que también ha causado problemas en el
medio ambiente, además de disputas internacionales. En 1978 comenzó el proyecto
de la presa de Gabíkovo, un esfuerzo conjunto con Hungría que implicaba la
construcción de dos presas y el desvío del río Danubio. En 1989, cuando Hungría
descartó el proyecto debido a las repercusiones medioambientales, el gobierno
eslovaco decidió cumplir con lo prometido en el proyecto. Esta acción tuvo como
resultado el desvío del Danubio a un canal de Eslovaquia y también provocó un
descenso en el nivel del río, lo que interrumpió la navegación por el mismo. En
abril de 1993, tras fracasar varias mediaciones internacionales, la disputa se
trasladó al Tribunal Internacional de Justicia de la ONU.
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TEMAS
MEDIOAMBIENTALES
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El 39,4% de la superficie de
Eslovaquia está arbolada. Varias especies de abetos son comunes en la mayoría
de las áreas montañosas. En elevaciones inferiores predominan los robles,
abedules y tilos. Los bosques de Eslovaquia albergan conejos, ardillas,
comadrejas y ratas almizcleras, mientras jabalíes y lobos son vistos algunas
veces en remotas áreas de montaña. La riqueza de flora y fauna en Eslovaquia ha
disminuido a consecuencia de la contaminación, la urbanización y la
deforestación.
Eslovaquia sufre una de las peores
poluciones atmosféricas de Europa. Fábricas de carbón y centrales eléctricas
arrojan al aire enormes cantidades de sustancias contaminantes. Elevados
niveles de dióxido de nitrógeno, anhídrido sulfúrico y polvo en la atmósfera
constituyen un riesgo para la salud de las personas y contribuyen a incrementar
los peligrosos niveles de lluvia ácida que caen sobre Europa central. La
contaminación del aire y la lluvia ácida son causa de la defoliación que aqueja
al 16% de los bosques de Eslovaquia. La contaminación del agua es también grave
en muchas poblaciones. Los expertos opinan que la mitad de los ríos eslovacos
están contaminados hasta tal grado que no soportan, en estos momentos, vida
acuática.
La preocupación de los ciudadanos por
el medio ambiente –en especial por la polución atmosférica y del agua– aumentó
en Eslovaquia en la década de 1990. Sin embargo, los esfuerzos por conseguir el
cierre de plantas industriales contaminantes se vieron obstaculizados por
consideraciones económicas, que incluían la alta tasa de desempleo. El 25,2%
(2007) de la superficie nacional está protegida. El gobierno ha ratificado
acuerdos medioambientales internacionales relativos a la polución del aire, el
Tratado Antártico, la biodiversidad, el cambio climático, las especies en
peligro de extinción, la alteración del medio natural, los vertidos peligrosos,
el derecho marítimo, la prohibición de pruebas nucleares, la protección de la
capa de ozono, la contaminación naval y los humedales.
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POBLACIÓN
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Los eslovacos, un pueblo eslavo,
constituyen el 85% de la población del país. La mayoría de los ciudadanos
practican la religión católica. El eslovaco es la lengua oficial y pertenece al
subgrupo del eslavo occidental, dentro de la familia de las lenguas
indoeuropeas; se diferencia poco del checo. Unos 570.000 húngaros (cerca del
10% de la población) viven también en la República al igual que pequeños grupos
de gitanos, polacos, alemanes, rusos y ucranianos.
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DIVISIONES
ADMINISTRATIVAS Y CIUDADES PRINCIPALES
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Eslovaquia está dividida a efectos administrativos
en ocho regiones y 79 distritos; las regiones están directamente subordinadas
al gobierno federal y los representantes regionales son nombrados por el
Parlamento federal. Los distritos administrativos dependen de forma directa de
las regiones y sus representantes son elegidos por los ciudadanos mediante
sufragio universal. Hasta 1996 la república se dividía en cuatro regiones:
Západoslovenský (Eslovaquia Occidental), Stredoslovenský (Eslovaquia Central),
Východoslovenský (Eslovaquia Oriental) y Bratislava con una extensión de
368 km2. La capital, Bratislava, tiene una población de 425.000
habitantes según el censo de 2003. Otras ciudades importantes son Košice
(235.509 habitantes), Nitra (86.958 habitantes), Preov (92.488 habitantes) y
Banská Bystrica (82.493 habitantes). La mayoría de los ciudadanos de Eslovaquia
viven en ciudades y pueblos. La población urbana supone el 58% del total y la
densidad es de 112 habitantes por kilómetro cuadrado.
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ECONOMÍA
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Para facilitar la transición de la
antigua Checoslovaquia a la existencia de dos nuevos Estados, los gobiernos
checo y eslovaco acordaron mantener una moneda común, la unión aduanera y una
frontera abierta entre ellas. Aunque estos dos últimos puntos se han respetado,
las dos repúblicas empezaron a utilizar moneda diferente el 8 de febrero de
1993, lo que reflejaba las tensiones continuas entre ambos Estados. En un
principio el valor de ambas monedas fue parejo, pero la koruna eslovaca se
devaluó un 10% en julio de 1993. La tasa de cambio en 2006 era de 29,70 koruna
por dólar. Al mismo tiempo, el comercio entre los dos países descendió en una
tercera parte. A pesar del acuerdo con Polonia y Hungría para establecer una
zona de libre comercio, durante la primera mitad de 1993 ambos Estados
mantuvieron sus problemas comerciales.
Ese mismo año Eslovaquia se había
convertido en un Estado nación independiente y consiguió el reconocimiento
internacional, pero también heredó una economía en desventaja. Mientras constituyó
parte de Checoslovaquia, Eslovaquia sólo contribuía en un 10% al presupuesto
federal y en un 25% al producto interior bruto (PIB). Esto se puede atribuir en
parte a la tardía industrialización (la construcción de industrias sólo se
comenzó después de 1948) del territorio, lo cual dependía mucho de la antigua
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y de otros países del este de
Europa, por lo que recibió un duro golpe tras el fin de los regímenes
comunistas en estos países a finales de la década de 1980 y principios de la de
1990. Entre 1991 y 1992 la producción industrial eslovaca descendió cerca de un
50%. En 2004 la tasa de desempleo se acercaba al 18,1%, con una inflación del
2,70%. Los dos principales contribuyentes al producto interior bruto son los
servicios y la industria (64,8% y 31,6% respectivamente en 2006); la
agricultura ha sufrido un notable descenso (en la actualidad sólo supone el
3,6%).
Su producción industrial se centra en los
sectores químico, textil, construcción y también se elabora cristal. Sus
principales productos agrícolas son los cereales, la remolacha azucarera, las
patatas (papas) y otras hortalizas además del ganado. Entre los minerales
destacan el lignito y el carbón graso, el plomo, el cinc, el cobre, el mineral
de hierro y la magnesita.
Al contrario que en la República
Checa, el gobierno de la Eslovaquia independiente no adoptó medidas que
facilitaran el desarrollo del libre mercado y se mantuvieron las estructuras
socialistas de la economía, a pesar de que un grupo de estadounidenses de
origen eslovaco organizó un fondo de ayuda a las empresas eslovacas. Las
críticas al monopolio estatal de la economía eslovaca contribuyeron a la caída
del primer gobierno poscomunista a principios de 1994.
Tras la desmembración de la antigua
Checoslovaquia, Eslovaquia se convirtió automáticamente en miembro del Fondo
Monetario Internacional y del Banco Europeo para la Reconstrucción y el
Desarrollo. En marzo de 1993 checos y eslovacos firmaron el Acuerdo General
sobre Aranceles y Comercio (GATT) .
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GOBIERNO
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El presidente de Eslovaquia debe
recibir el apoyo de las tres quintas partes de los diputados del Parlamento
eslovaco para ser elegido en primera votación. La asamblea legislativa eslovaca
es un cuerpo unicameral denominado Consejo Nacional de la República Eslovaca,
que consta de 150 diputados elegidos por los ciudadanos mediante sufragio
universal directo. El presidente nombra al primer ministro, que encabeza el
ejecutivo y, junto al presidente, elige los miembros del gabinete ministerial.
Tras las elecciones legislativas de
junio de 2006, los principales grupos políticos eran Smer (Dirección), Unión
Cristiana y Democrática Eslovaca (SKDU)-Partido Democrático, el Partido
Nacional Eslovaco, el Partido de la Coalición Húngara (SMK), Partido
Popular-Movimiento para una Eslovaquia Democrática (HZDS) y el Movimiento
Cristiano Demócrata (KDH). Son muy frecuentes las alianzas entre partidos para
formalizar y constituir gobiernos.
Las Fuerzas Armadas eslovacas, escindidas
de las fuerzas checas tras la ruptura, tienen un contingente de 20.195
soldados. Los mayores de 18 años deben cumplir un año de servicio militar; las
mujeres se pueden alistar voluntariamente.
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HISTORIA
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Los eslovacos no tuvieron un Estado
independiente hasta 1918. Absorbidos por los magiares de Hungría a comienzos
del siglo X, durante el milenio siguiente fueron un pueblo de agricultores
carentes de preparación cultural y política.
Durante la I Guerra Mundial
(1914-1918), los líderes nacionalistas checos Tomás G. Masaryk y Edvard Benes
formaron un gobierno provisional para establecer una república checoslovaca con
el apoyo de líderes eslovacos como Milan Stefánik y de las potencias aliadas.
El 28 de octubre de 1918, inmediatamente después de la guerra, se creó en Praga
la República de Checoslovaquia que comprendía los territorios checos de Bohemia
y Moravia, parte de Silesia y Eslovaquia. Mientras los checos habían
permanecido largos periodos sometidos al gobierno germano-austriaco, los
eslovacos quedaron inmersos en la esfera de Hungría, con todas las diferencias
económicas y culturales que ello suponía.
En el periodo de entreguerras, la
democracia prosperó en Checoslovaquia. El país era una de las naciones más
prósperas e industrializadas de Europa oriental, pero el expansionismo
territorial de Alemania bajo el gobierno nacionalsocialista de Adolf Hitler
acabó rápidamente con todas las expectativas de la República. En 1938 los
ministros de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, Francia e Italia permitieron
que Alemania se anexionara la región checa de los Sudetes, mientras Hungría y
Polonia reivindicaban otras regiones. Los nazis invadieron y ocuparon el resto
del antiguo país, estableciendo un protectorado en Eslovaquia.
La derrota nazi y el final de
la II Guerra Mundial en 1945 permitieron la resurrección de la mayor parte
de Checoslovaquia, a excepción de Rutenia, una pequeña región oriental que fue
ocupada por la URSS. Los comunistas consiguieron el 38% de los votos en las
elecciones de 1946 y dos años más tarde, se hicieron con el control del país.
En 1968, después que las tropas del Pacto de Varsovia aplastaran los intentos
reformistas del gobierno checoslovaco durante la denominada primavera de Praga,
Eslovaquia aceleró su desarrollo económico que, siguiendo orientaciones e
intereses estratégicos del Pacto de Varsovia, se había centrado en la
producción de armamento y en el sector metalúrgico. (Para consultar más
información véase Checoslovaquia).
En la década de 1980, mientras el
cambio político se aceleraba en la URSS y en otros lugares de la Europa
oriental, el gobierno comunista no fue capaz de frenar la demanda de reformas
por parte de la población. Así, en noviembre de 1989, los dirigentes de los
comunistas comenzaron las negociaciones con el principal grupo de la oposición,
el Foro Cívico, dirigido por el escritor checo Václav Havel. En diciembre de
1989, se creó un nuevo gobierno presidido por un eslovaco, Marian Calfa.
Alexander Dubcek fue elegido presidente de la Asamblea Federal, que después
eligió a Havel como presidente de Checoslovaquia. En abril de 1990 la Asamblea
Federal accedió a cambiar el nombre del país por el de República Federal Checa
y Eslovaca, cediendo así a las pretensiones de los eslovacos que deseaban que
el nombre oficial reflejara la igualdad entre ambas repúblicas. Las elecciones
de junio de 1990 —las primeras elecciones libres en el país desde 1946— dieron
al Foro Cívico y a sus aliados la mayoría en ambas cámaras del Parlamento.
Havel fue entonces reelegido durante un periodo de dos años y pidió a Calfa,
antiguo comunista, que encabezara el gobierno de coalición.
Las reformas orientadas a la liberación
económica introducidas durante los dos años siguientes beneficiaron más a la
República Checa que a Eslovaquia. Este hecho y el deseo eslovaco de aumentar su
autonomía provocó graves problemas en el gobierno federal. Las interrogantes
sobre el grado de autoridad que debería tener el gobierno federal respecto a
los gobiernos de las dos repúblicas se convirtió en un asunto político de vital
importancia. Los intentos de la Asamblea Federal por alcanzar un compromiso
fracasaron y los resultados de las elecciones de julio de 1992 reflejaron la
separación creciente entre ambas naciones. El Movimiento para una Eslovaquia
Democrática (HZDS), dirigido por el eslovaco Vladimir Meciar (un antiguo
comunista que ahora defendía posturas nacionalistas), y el Partido Cívico
Democrático, dirigido por el checo Václav Klaus (partidario de una dura
política liberalizadora), emergieron como los partidos con mayor representación
en la Asamblea Federal; cada uno se convirtió en primer ministro de su
república y ambos fueron el centro de una controversia política que no tuvo en
cuenta el papel del nuevo gobierno federal. Mientras los checos votaron a favor
de una rápida ejecución de las reformas liberalizadoras en la economía, los
eslovacos lo hicieron a favor de una ejecución mucho más lenta y de conservar
algunos aspectos de la economía socialista. Las disputas eslovacas en el
parlamento nacional bloquearon la oferta del presidente federal Havel para
establecer un segundo periodo presidencial, y abandonó el cargo en julio de
1992. Ese mismo mes el Parlamento eslovaco votó a favor de la proclamación de
la soberanía de la república con 113 votos a favor y 24 en contra; la minoría
húngara se opuso a la declaración.
En el otoño de 1992, checos y
eslovacos negociaron los detalles del desmantelamiento del gobierno federal. En
noviembre de 1992 la Asamblea Federal votó a favor de la disolución de
Checoslovaquia el día 31 de diciembre de 1992, a pesar de que las encuestas
indicaban que la mayoría de los ciudadanos se oponían a la ruptura. El 1 de
enero de 1993, la República Checa y Eslovaquia se convirtieron en Estados
independientes y soberanos. Los eslovacos lo celebraron en Bratislava, la nueva
capital; no obstante, dos semanas más tarde era evidente que el nuevo gobierno
no era tan liberal como su predecesor. A finales de enero de 1993, el gobierno
de Meciar intensificó su control sobre los medios de comunicación. El 15 de
febrero el Parlamento eslovaco eligió a Michal Kovac primer presidente de la
nueva República. Kovac, miembro del partido en el gobierno, el Movimiento para
una Eslovaquia Democrática (HZDS) no era, sin embargo, un aliado de Meciar, y
pronto se desarrolló un conflicto entre ambos.
En marzo de 1994 el gobierno
de Meciar presentó su dimisión; el presidente Kovac encargó a Josef Morquick la
formación de un gobierno de coalición que se propuso agilizar las
privatizaciones de empresas estatales que atrajeran capital extranjero y
convocar elecciones anticipadas. Los comicios celebrados en septiembre de 1994
dieron la victoria al HZDS de Meciar que formó un gobierno de coalición con la
Asociación de Trabajadores Eslovacos (ZRS) y el ultranacionalista Partido
Nacional Eslovaco (SNS).
El nuevo gobierno comenzó el ejercicio
de sus funciones en diciembre, y Meciar se convirtió, por tercera vez, en
primer ministro. En su intento por revertir el proceso de liberalización
iniciado por Moravcik, el gobierno de Meciar puso de nuevo bajo control estatal
la radio y la televisión eslovacas y bloqueó la privatización de las empresas
públicas. Éstas y otras medidas tenían como objetivo concentrar el poder en
manos de Meciar, lo que provocó el malestar de buena parte de los gobiernos
occidentales.
En meses sucesivos aumentó la tensión
entre el gobierno de Meciar y el presidente Kovac. En mayo de 1995 el Consejo
Nacional Eslovaco presentó una moción de censura contra Kovac, al que se
acusaba de intentar presuntamente controlar las actividades del Servicio
Eslovaco de Información, los servicios secretos del país, que meses antes
habían sido transferidos a la autoridad del gabinete, aunque con anterioridad
dependía del presidente de la República. La votación, que no tenía
consecuencias legales, fue declarada inconstitucional por Kovac. El primer
ministro Meciar respaldó la propuesta de dimisión hecha por el Parlamento, lo
que provocó un incremento de la tensión entre ambos poderes del Estados, a lo
que hubo que añadir que en junio Kovac fuera apartado de su cargo como jefe
supremo de las Fuerzas Armadas eslovacas.
En otro orden de cosas, desde que
el país accediera a la independencia, una de las prioridades de la política exterior
eslovaca había sido mantener buenas relaciones con la República Checa y otros
países centroeuropeos. No obstante, los vínculos de Eslovaquia con Hungría
habían sido conflictivos debido a la situación en la que se encontraba la
numerosa población húngara que vive en el sur del país —que representa el 11%
del total y aspira a un mayor grado de autonomía política, cultural y
educativa—, así como por el temor entre los eslovacos al 'expansionismo
húngaro'. Ese miedo al expansionismo de la vecina Hungría hizo que, a
principios de 1994, Eslovaquia ingresara en la Asociación para la Paz, lo que
suponía el paso previo a su entrada en la Organización del Tratado del
Atlántico Norte (OTAN).
No obstante, en marzo de 1995 los dos
gobiernos dieron un importante paso hacia el establecimiento de relaciones
pacíficas cuando los primeros ministros de ambos países firmaron el histórico
Tratado de Amistad y Cooperación; el acuerdo confirmó la frontera
húngaro-eslovaca existente y estableció garantías por parte de los dos
gobiernos para proteger y fomentar los derechos de las minorías étnicas
residentes en sus respectivos países.
Con respecto al primer punto del
tratado, cabe señalar que Eslovaquia y Hungría han estado inmersas en una
disputa en torno a la presa de Gabčíkovo, construida en el curso del Danubio,
en la frontera entre Eslovaquia y Hungría. La obra formó parte inicialmente de
proyecto hidroeléctrico conjunto diseñado por los gobiernos de Hungría y
Checoslovaquia. El proyecto requería la desviación del río y la construcción de
dos presas principales, una en cada país. Pero en 1989 Hungría se retiró del
proyecto y canceló las obras en su sector alegando que aquél ocasionaría graves
problemas medioambientales. Checoslovaquia siguió adelante con la construcción de
la presa de Gabčíkovo hasta su finalización en 1992. Hungría mantuvo su
objeción al plan, señalando que al haber desviado el curso del río, el gobierno
checoslovaco había modificado, de manera unilateral, la frontera entre los dos
países. Eslovaquia heredó la disputa cuando en 1993 se convirtió en un país
independiente. Ese año, la Unión Europea (UE) exigió que ambos gobiernos
llevaran el asunto ante el Tribunal Internacional de Justicia de Naciones
Unidas, con sede en la ciudad de La Haya, con el fin de que mediara como
árbitro en la polémica. En septiembre de 1997 el tribunal falló que tanto
Hungría como Eslovaquia habían violado el proyecto hidroeléctrico acordado.
Hungría había incumplido el contrato internacional al abandonar el proyecto,
mientras que Checoslovaquia lo había infringido toda vez que carecía del
permiso de Hungría para alterar el curso del Danubio mediante la construcción
de la presa de Gabčíkovo. Los dos países fueron conminados a compensarse
mutuamente y a renegociar del futuro del proyecto hidroeléctrico. No obstante,
no se alcanzó ningún tipo de resolución vinculante.
Respecto a la evolución de la política
interior, en febrero de 1998 el primer ministro eslovaco, Vladimir Meciar, se
presentó como candidato a la presidencia de Eslovaquia, cargo que su enemigo y
jefe de Estado saliente, Michal Kovac, debía abandonar el 2 de marzo. La nueva
elección debía realizarla el Parlamento, en el que la coalición tripartita
controlaba 82 de los 150 escaños. Al no lograrse la mayoría requerida, puesto
que la elección de presidente debía hacerse con al menos los votos de 90
diputados, gran parte de los poderes del jefe del Estado pasaron al primer
ministro Meciar, que el día 4 anuló el referéndum previsto sobre la posibilidad
de elegir de forma directa al presidente de la República.
Los días 25 y 26 de septiembre
de ese mismo año se celebraron elecciones legislativas en las que Meciar y su
partido, pese a quedar en primer lugar, sufrieron una severa derrota. En
efecto, la opositora Coalición Democrática Eslovaca (SDK, Slovenská
Demokratická Koalícia), integrada por liberales y conservadores y encabezada
por el democristiano Mikulas Zurinda, obtuvo el 26,3% de los votos y 42
escaños, en tanto que el partido del primer ministro fue votado por un 27% de los
electores, lo que equivalía a 43 escaños. Pero, con el fin de poner fin a la
'era Meciar', la coalición de centro-derecha se alió para formar gobierno con
el también opositor Partido de la Izquierda Democrática —que alcanzó el tercer
puesto, con el 14,6% de los votos y 23 diputados—, con el Partido de la
Coalición Húngara (SMK, Strana Mad'arskej Koalície), que obtuvo el 9,12% de los
votos y 15 escaños, y con el Partido del Entendimiento Civil (SOP, Strana
Občianskeho Porozumenia), que consiguió un 8% y 13 asientos. De este modo, la
hasta entonces oposición parlamentaria logró la mayoría absoluta en la cámara
legislativa eslovaca y pudo formar un nuevo gobierno presidido por Zurinda.
En mayo de 1999 se celebraron
las primeras elecciones presidenciales directas en los seis años de historia de
Eslovaquia como país independiente, puesto que el primer jefe de Estado
eslovaco, Michal Kovac, había sido elegido por el Parlamento en febrero de
1993. Con los comicios se intentaba poner fin a un periodo de inestabilidad en
la república centroeuropea. Debido a que en la primera vuelta, celebrada el día
15, ninguno de los candidatos logró la mayoría necesaria, hubo de celebrarse
una segunda votación el 29 de mayo en la que compitieron los dos aspirantes a
la presidencia más votados en la primera ronda. Rudolf Schuster, líder del
liberal SOP y candidato de la coalición gubernamental integrada por
reformistas, ex comunistas, liberales y conservadores, fue el vencedor, con el
57,18% de los votos frente al 42,82% conseguido por el ex primer ministro
Vladimir Meciar, que se presentaba al frente de su partido, el Movimiento para
una Eslovaquia Democrática. Schuster, un antiguo comunista, era partidario de
la incorporación de Eslovaquia a la UE y a la OTAN, así como de iniciar una
apertura al exterior más decidida que la de Meciar.
Los días 20 y 21 de septiembre
de 2002 se celebraron nuevas elecciones legislativas. Al igual que sucediera
cuatro años antes, el Movimiento para una Eslovaquia Democrática fue la
formación más votada, pero sus 36 escaños resultarían insuficientes para formar
gobierno ante los 78 obtenidos por la coalición de los partidos de centro
derecha: la Unión Cristiana y Democrática Eslovaca del primer ministro, Mikulas
Zurinda (28 diputados), el Partido de la Coalición Húngara (20), el Movimiento
Cristiano Demócrata (15) y la liberal Nueva Alianza Cívica (15).
En abril de 2003, Eslovaquia firmó
en Atenas (Grecia) el Tratado de Adhesión a la UE. En un referéndum
desarrollado al mes siguiente, más del 90% de los votantes dio su apoyo al
ingreso del país en la Unión, que se produjo de modo oficial el 1 de mayo de
2004. Poco antes, el 29 de marzo de este último año, Eslovaquia se incorporó
igualmente a la OTAN. En el mes de abril, entre ambos acontecimientos, se celebraron
elecciones presidenciales; el vencedor fue el candidato del Movimiento por la
Democracia, Ivan Gasparovic, el cual tomó posesión del cargo el siguiente 15 de
junio.
En los comicios legislativos celebrados
el 17 de junio de 2006, la formación más votada fue la socialdemócrata Smer
(Dirección), que logró 50 escaños y superó a la coalición conservadora de
Zurinda. Dos días después, como consecuencia de estos resultados, Gasparovic
encomendó constituir gobierno a Robert Fico, líder de Smer, quien inició las
pertinentes negociaciones para sellar alianzas con otros grupos. Durante la
campaña electoral, Fico (que tomó posesión como primer ministro el 4 de julio)
había insistido en la necesidad de poner fin a las reformas económicas
aplicadas por la coalición gubernamental de Zurinda.
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