martes, 25 de septiembre de 2012

Letonia


Letonia (nombre oficial, Latvijas Republika, República de Letonia), república situada en el noreste de Europa, limita al norte con Estonia y el golfo de Riga, un entrante del mar Báltico, al este con Rusia, al sur con Bielorrusia y Lituania, y al oeste con el mar Báltico. La superficie de Letonia es de unos 63.700 km². La población (según estimaciones para 2008) era de 2.245.423 habitantes. Riga, además de ser la capital y ciudad más importante es también el principal puerto del país.
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TERRITORIO Y RECURSOS
El territorio está constituido en su mayor parte por una llanura poco elevada, que cuenta con algunas alturas moderadas en el este, la mayor de las cuales apenas supera los 300 m de altitud. En el paisaje quedan numerosos rastros de antiguas glaciaciones, como lagos, arroyos, pantanos y turberas. La línea de costa (531 km) es relativamente rectilínea, con numerosas playas arenosas. El río más importante es el Daugava, que nace en Rusia. En él se encuentran las principales centrales hidroeléctricas del país. El 45,5% del territorio de Letonia se encuentra cubierto por bosques, sobre todo pinos, abetos, abedules y álamos blancos.
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CLIMA
El clima está dominado por influencias marinas, aunque en la parte oriental de la república hay condiciones más continentales, con mayores variaciones climáticas; en el oeste los veranos son más frescos y los inviernos más suaves. La nieve cubre Letonia de dos a más de cuatro meses al año. Los veranos son cálidos, con una temperatura media de 25 °C. Son comunes en el país los ciervos, los jabalíes y una gran cantidad de aves, entre las que se encuentra la cigüeña negra.
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TEMAS MEDIOAMBIENTALES
Al igual que la mayoría de las antiguas repúblicas de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), Letonia sufre el nocivo legado medioambiental de décadas de equivocada gestión ecológica y medioambiental. La política económica soviética favoreció la rápida creación de industrias pesadas que generan más polución que las industrias ligeras. El gobierno soviético no aplicó jamás tecnologías de control de las emisiones y la polución industrial sigue siendo un problema a causa de los altos costos que generaría la puesta al día o sustitución de las tecnologías e instalaciones existentes.
Empresas industriales, agrícolas y municipales han provocado niveles peligrosos de polución del agua. La polución del agua es especialmente grave en el Dvina Occidental y en el golfo de Riga a causa de la entrada de las aguas residuales no tratadas de Riga, que no posee una adecuada planta de tratamiento, y de los desagües industriales de las fábricas que se encuentran a lo largo del Dvina Occidental y de sus afluentes. Además, los productos químicos y petrolíferos en las bases militares han contaminado el suelo y el agua subterránea.
La polución del aire en Letonia es especialmente fuerte cuando no hay viento y los días están nublados. Los principales causantes de la polución del aire son el dióxido de azufre, el amoníaco, el fenol, el formaldehído y los óxidos de nitrógeno. Letonia sufre elevados niveles de lluvia ácida que han defoliado más de la mitad de los árboles del país. Además, la extracción de las reservas de turba sigue dañando los hábitats de flora y fauna. En 2005, el 45,5% de la superficie total del país estaba arbolado. Los asuntos medioambientales comenzaron a debatirse públicamente a finales de la década de 1980, como parte del movimiento independentista de Letonia. El gobierno ha declarado protegido el 13,7% (2007) de la superficie nacional y ha ratificado acuerdos medioambientales internacionales relativos a polución del aire, biodiversidad, cambio climático, especies en peligro de extinción, vertidos peligrosos, protección de la capa de ozono, polución naval y humedales.
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POBLACIÓN
El 58% de la población está integrada por letones, la nacionalidad oficial de la República. Es un pueblo báltico que habla una lengua indoeuropea relacionada con el lituano. Antes de que en 1940 fuera anexionada por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, suponían tres cuartas partes de la población. La minoría más importante es la formada por los rusos, 30% de la población, que habitan sobre todo en las áreas urbanas. Otras minorías presentes son bielorrusos (4%), ucranianos (3%), polacos (2%) y lituanos (1%). La religión más profesada por los letones es el luteranismo. También se practican otros cultos, como el catolicismo, en el este de Letonia.
El grado de urbanización es muy elevado. El 66% de la población vive en áreas urbanas, y cerca de un tercio de la misma en Riga, con 735.241 habitantes según estimaciones para 2004. Otras ciudades importantes son Daugavpils (111.231 habitantes) y Liepāja (86.496 habitantes). Un buen número de ciudades y pequeñas poblaciones se localiza junto a los ríos, canales y áreas costeras del país. La esperanza de vida al nacer en 2008 era de 71,9 años. La densidad de población es de 35 habitantes por kilómetro cuadrado.
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ECONOMÍA
Los sectores principales de la economía son la industria y las manufacturas, que en 2006 supusieron el 11,80% respectivamente del producto interior bruto; el PIB fue ese año de 20.116 millones de dólares, lo que suponía una renta per cápita de 8.793,70 dólares (según datos del Banco Mundial). Letonia es un importante productor de maquinaria ferroviaria para trenes eléctricos y bienes de consumo como aparatos de radio y frigoríficos o refrigeradores. Otros productos son acero, alimentos procesados y textiles (especialmente de lana). El centro regional financiero es Riga. Hay tres puertos importantes: Riga, Ventspils y Liepāja.
Las principales actividades agropecuarias son la ganadería y la producción láctea. Entre los cultivos encontramos cereales, patatas (papas), lino y remolacha azucarera. Tienen importancia económica las capturas de pescado (151.160 toneladas en 2005), sobre todo de bacalao y arenque. Letonia es una importante fuente de productos forestales, como el papel o la madera cortada. Los recursos minerales con que cuenta son turba, grava, arena y caliza.
Los dirigentes letones promovieron la independencia económica al abandonar el rublo ruso. El rublo letón, el rublis (que fue emitido por primera vez en mayo de 1992 como una moneda de transición designada para compensar la falta de rublos rusos en el país), se convirtió en la moneda oficial de Letonia en mayo de 1993. Más tarde, ese mismo mes, el lat (la nueva moneda del país) comenzó a sustituir al rublis como la única legal. En 2006 un dólar estadounidense equivalía a 0,60 lat.
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GOBIERNO
La actual República de Letonia es la sucesora legal de la república independiente del mismo nombre que existió desde 1918 hasta 1940. La Constitución de 1922 es el documento legal supremo reconocido en el país, aunque en un futuro cercano está previsto realizar revisiones constitucionales.
La Dieta de Letonia (denominada Saeima) es un cuerpo unicameral compuesto por 100 miembros, elegidos por votación popular para periodos de cuatro años. La Dieta elige un presidente que actúa como jefe del Estado durante cuatro años. Con la aprobación de la Dieta este presidente nombra al primer ministro y al gobierno, quienes se encargan de las tareas diarias de gobierno.
Las leyes electorales no reconocían el derecho al voto a etnias no lituanas, con el fin de restringir la presencia política de ciudadanos rusos. Así, en 1993, sólo pudieron votar los ciudadanos de Letonia que lo fueran antes de 1940 y sus descendientes. Otros habitantes necesitan pasar unos requerimientos de residencia para obtener la ciudadanía y aprobar un examen de conocimiento del letón. La Saeima aprobó en agosto de 1994 una nueva ley que reconocía a otras etnias sus derechos políticos.
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HISTORIA
Los pueblos letones se establecieron en lo que hoy es Letonia durante el siglo IX d.C. Desde el siglo XIII Letonia ha estado dominada sucesivamente por alemanes, polacos, suecos, daneses y rusos. Cruzados alemanes comenzaron a convertir al cristianismo a los pueblos bálticos a comienzos del siglo XIII y desde 1237 hasta 1561 Letonia fue una parte de Livonia, bajo dominio de los Caballeros Teutónicos. Cuando en 1561 Livonia se fragmentó, Polonia absorbió las provincias de Latgale y Vidzeme al norte del río Daugava. Las provincias de Kurzeme y Zemgale, al sur y al oeste, se convirtieron en Curlandia, un ducado independiente bajo control polaco. Suecia conquistó Riga y Vidzeme en 1621 pero perdió ambas ante Rusia a comienzos del siglo XVIII. Hacia 1795, después de las sucesivas reparticiones de Polonia en 1772, 1793 y 1795, Rusia pasó a controlar toda Letonia.
Aunque a comienzos del siglo XIX los rusos abolieron la servidumbre en Letonia (existente desde la dominación alemana) la clase terrateniente alemana y rusa mantuvo un sistema autocrático. Sin embargo, los letones fueron capaces de trabajar por su completa liberación a través de asociaciones políticas y culturales. La Revolución Rusa les proporcionó la oportunidad deseada, y el 18 de noviembre de 1918, Letonia se proclamó república independiente. Más tarde, las tropas bolcheviques tomaron Riga y sustituyeron el gobierno letón por un régimen apoyado por los soviéticos. Después que las tropas aliadas y nacionales expulsaran a las rusas de Letonia en 1920, un tratado de paz entre Letonia y Rusia estipulaba que esta última respetaría la soberanía letona.
En la década de 1930 Letonia adoptó una posición neutral que se prolongó hasta el comienzo de la II Guerra Mundial. El 5 de octubre de 1939, Letonia firmó un tratado de asistencia mutua con la URSS, y posteriormente un convenio de reparaciones con Alemania. En junio de 1940, tras la caída de Francia, la URSS acusó a Letonia de formar (junto a la vecina Estonia) una alianza militar secreta anti soviética y sus fuerzas ocuparon el país. Se instaló un régimen comunista tras unas elecciones supervisadas por el Ejército Soviético, y el 5 de agosto de 1940, Letonia se convirtió en una república constituyente de la URSS. Fue ocupada por Alemania desde 1941 hasta 1945, momento en que pasó a formar parte de la URSS. La resistencia letona a las medidas administrativas soviéticas, tales como la colectivización de la agricultura, continuaron durante algún tiempo, pero hacia 1950 la sovietización era prácticamente completa.
La liberalización política en la URSS durante los últimos años de la década de 1980 provocó el despertar del nacionalismo letón. Tras la caída del comunismo y la fragmentación de la URSS en agosto de 1991, el gobierno soviético reconoció formalmente la independencia de Letonia, Estonia y Lituania el 6 de septiembre, y las tres fueron admitidas en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ese mismo mes. Las primeras elecciones parlamentarias desde la independencia tuvieron lugar en Letonia en junio de 1993. El nuevo Parlamento eligió a un economista, Guntis Ulmanis, como presidente, en sustitución de Anatolijs Gorbunovs. Las tropas rusas se retiraron oficialmente el 31 de agosto de 1994, aunque permaneció un pequeño contingente de 3.000 personas pertenecientes al personal militar ruso. Un acuerdo firmado entre ambos países daba derecho a Rusia a utilizar una base de alerta aérea en Skrunda hasta 1998.
En las elecciones legislativas de septiembre de 1995 triunfó una coalición de fuerzas de centro izquierda, Samnieks, cuyo líder, Andris Skele, formó gobierno en diciembre. Skele dimitió en enero de 1997, pero Ulmanis, después de consultar con la Saeima, le confirmó en el cargo. La renuncia, en mayo, del ministro de Defensa, Andrejs Krastins, dio lugar a una serie de investigaciones relativas a casos de corrupción, que culminó, dos meses más tarde, con la caída del gobierno de Skele. Guntars Krasts, hasta entonces ministro de Economía, fue invitado a formar gabinete por Ulmanis. En noviembre de 1997, la Saeima aprobó una enmienda constitucional que ampliaba de tres a cuatro años la duración del mandato presidencial y de la legislatura.
En octubre de 1998 los letones acudieron a las urnas para renovar los 100 escaños del Parlamento y para votar en un referéndum que debía ratificar la liberalización de la ley de ciudadanía vigente. El Parlamento saliente, ante la presión de Rusia y de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) aprobó en julio de ese año una enmienda a la ley de ciudadanía para permitir que los hijos de los rusos nacidos en la república después de 1991 puedan convertirse en ciudadanos con plenos derechos. Sin embargo, los partidos de derecha lograron el número de firmas necesarias que exige la Constitución para obligar a someter esa ley a referéndum. Los llamamientos de los principales partidos, las amenazas de sanciones de Moscú y las presiones de la Unión Europea y de la OTAN dieron resultado: el 53% apoyó las enmiendas a la ley de ciudadanía por las que pasarían a ser letones los niños rusos nacidos después de la independencia, en 1991, a la vez que se facilitaba al resto la obtención de la nacionalidad.
Un mes después de las elecciones de octubre de 1998 se formó un gobierno de coalición de tres partidos, a cuyo frente se encontraba Vilis Kristopans, de la formación centrista Vía Letona. El Partido Popular obtuvo 24 escaños en la Saeima, pero finalmente, tras prolongadas negociaciones, no formó parte de la coalición. El primer ministro saliente, Krasts, fue nombrado viceprimer ministro. En abril de 1999 fue abolida la pena de muerte, y en julio de ese mismo año, elegida por la cámara, Vaira Vike-Freiberga se convirtió en la primera mujer que accedía a la jefatura de Estado en un antiguo país comunista de Europa del Este. Una de las primeras disposiciones de la presidenta fue vetar un proyecto de ley que iba a convertir al letón en lengua oficial del Estado (discriminando, por tanto, a la minoría rusa) y que ya había suscitado protestas desde Rusia y la Unión Europea. Tras la dimisión de Kristopans, también motivada por el fracaso de su ejecutivo en la resolución de los crecientes problemas económicos, la jefatura de gobierno recayó en Skele, quien se comprometió a revisar la ley lingüística. La disputa surgida en torno a la futura dirección de la Agencia de Privatización Letona, finalizó con la ruptura de la coalición gubernamental. Se forjó otra y Andris Berzins, alcalde de Riga, pasó a ser primer ministro. El nuevo equipo ministerial, integrado por miembros del Partido Popular, Vía Letona, Patria y Libertad, y Nuevo Partido, fue aprobado por la Saeima a comienzos de mayo de 2000. El panorama político comenzó a cambiar desde finales de ese año, y las elecciones municipales de marzo de 2001 indicaron el incremento de respaldo a la oposición de cara a los comicios generales previstos para el 5 de octubre de 2002. En mayo de este año, el Parlamento votó a favor del cambio de la ley que exigía que los candidatos a diputado hablaran letón. Esta disposición se había convertido en un obstáculo para la futura adhesión del país a la Unión Europea (UE); días después, esta organización, con la que Letonia había comenzado a negociar en 1995 su posible incorporación, fijó en 2004 el año de ingreso en su seno de este país.
Las antedichas elecciones de octubre de 2002 dieron la victoria al recientemente fundado partido Nueva Era, grupo centrista que obtuvo 26 escaños y cuyo líder, Einars Repse, accedió al cargo de primer ministro de un nuevo gobierno de coalición de centro-derecha. El programa electoral de Repse había tenido como pilares básicos la reducción de impuestos y el ingreso del país en la OTAN y en la UE. En 2003, Letonia dio los últimos pasos para incorporarse a esta última: el 16 de abril firmó en Atenas, junto a otros nueve países, el Tratado de Adhesión a dicha entidad; y el 20 de septiembre siguiente, se celebró un referéndum en el que el 67% de los votantes letones dio el “sí” al futuro ingreso del país en la UE.
La ruptura de la coalición gubernamental, entre enero y febrero de 2004, provocó una crisis en el gabinete que motivó la dimisión de Repse al mes siguiente, cuando Indulis Emsis (líder de una alianza de verdes y agraristas) pasó a ser el primer ministro de un nuevo gobierno de coalición (del que formaron parte los populares). Durante ese año 2004, Letonia se convirtió en miembro de la OTAN (29 de marzo) y de la UE (1 de mayo). En diciembre, Aigars Kalvitis, del Partido Popular, sustituyó a Emsis como primer ministro. El 2 de junio de 2005, la Saeima ratificó el contenido de la Constitución europea, la llamada a ser Carta Magna de la UE.
El 8 de julio de 2007, tras su elección parlamentaria el anterior 31 de mayo, Valdis Zatlers sucedió a Vaira Vike-Freiberga en la presidencia del país. En diciembre de ese año, tras dimitir Kalvitis, el liberal Ivars Godmanis, miembro de Vía Letona, pasó a encabezar un nuevo gobierno.


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4.3
Minería
Islandia tiene pocos recursos minerales, así que es difícil su desarrollo rentable. Los minerales de valor comercial son la arena conclúfera, la perlita, la piedra pómez y la diatomita, la cual se refina a partir del barro de diatomeas extraído del lago Mývatn.
4.4
Industria
Aparte de la transformación del pescado, las industrias tradicionales son principalmente de pequeña escala y están ajustadas al mercado interior. Los productos principales son abonos, ropas, zapatos, jabones y productos químicos. La industria editorial y la producción de aparatos eléctricos también son importantes. Por otro lado, las mayores instalaciones orientadas a la exportación que producen diatomita, aluminio (a partir de bauxita importada) y ferrosilicio se han establecido desde la década de 1960 por empresas extranjeras gracias a la ventaja que supone disponer de recursos energéticos baratos.
4.5
Energía
Islandia tiene un vasto potencial energético. Se estima que sólo se ha aprovechado hasta ahora una décima parte del potencial de energía hidroeléctrica de sus ríos y un 5% de su potencial de energía geotérmica. El 83,90% de la electricidad se produce en instalaciones hidroeléctricas. La producción total en 2003 fue de 8.354 millones de KWh, basada en la capacidad de generación instalada, de más de 1 millón de kW. El agua caliente de los manantiales se aprovecha para la calefacción de las casas, el cultivo en invernaderos y para algunas actividades industriales.
4.6
Moneda y banca
La unidad monetaria de Islandia es la króna (corona), que consta de 100 aurar (céntimos). En 2006, 70,20 coronas equivalían a 1 dólar estadounidense. En 1981 el gobierno introdujo una nueva corona, equivalente a 100 coronas antiguas. Este cambio formó parte de los esfuerzos por controlar la inflación, al que siguieron varias devaluaciones de la corona, durante la década de 1980 y comienzos de la de 1990, la última fue en 1992. El banco central (1961), propiedad del Estado, emite la moneda. Para cumplir con los requisitos del mercado interno de la Unión Europea (UE), el gobierno ha reducido considerablemente los fuertes controles previos sobre el sector bancario y financiero desde mediados de la década de 1980. Sin embargo, todavía posee dos de los tres bancos comerciales; los cuatro bancos de propiedad privada se fusionaron en 1989-1990 para formar Íslandsbanki.
4.7
Comercio exterior
El valor anual de las importaciones es normalmente mayor que el de sus exportaciones. En 2004 las importaciones supusieron unos 3.644 millones de dólares anuales, y las exportaciones ascendieron a 2.821 millones de dólares. Las principales importaciones se componen de petróleo refinado, maquinaria, equipos de transporte, tejidos y ropas, productos químicos, manufacturas básicas y productos alimenticios. La pesca y los productos pesqueros forman el 80% de los ingresos anuales por exportación; los metales no ferrosos suponen el 9% del total. Se realizan relaciones comerciales con Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, Dinamarca, Holanda, Suecia, Francia, Noruega, Italia y Japón.
4.8
Transporte y comunicaciones
Islandia tiene 12.972 km de carreteras, principalmente localizadas en áreas costeras. Sólo 2.682 km están pavimentados, entre los que se encuentran la mayor parte de la Hringvegur (carretera de circunvalación) que forma un círculo alrededor de la isla de 1.440 km. En 2004 había 685 vehículos por cada mil habitantes, de los cuales 601 eran automóviles. La isla no tiene ferrocarriles ni ríos navegables. El país tiene varios puertos entre los que destacan Akranes, Keflavík, Reykjavík y Siglufjördur. La compañía Icelandair proporciona el servicio aéreo interior e internacional.
Se publican 3 periódicos diarios en Reykjavík y Akureyri, con una tirada diaria de 93.000 ejemplares. El gobierno posee y administra los servicios telefónicos y telegráficos. El monopolio estatal sobre las transmisiones de radio y televisión a través del Servicio de Radiodifusión Nacional Islandés finalizó en 1986; en 1993 estaban en servicio ocho estaciones o emisoras de radio y un canal de televisión de propiedad privada. En 1999, el país contaba con 300.000 aparatos de radio y 143.000 televisores.
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GOBIERNO
Islandia se gobierna por la Constitución que entró en vigor cuando el país obtuvo la plena independencia el 17 de junio de 1944. No tiene fuerzas armadas a excepción de 130 miembros de la guardia costera, pero es miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). En junio de 1993, había 3.000 militares de Estados Unidos en la base aérea de Keflavík según el acuerdo bilateral firmado en 1951.
5.1
Poder ejecutivo
El jefe del estado de Islandia es el presidente, que se elige cada cuatro años por sufragio universal por los habitantes mayores de 18 años. La Constitución confiere el poder ejecutivo al presidente y a un consejo de ministros, aunque en la práctica es sólo éste último el que ejerce el poder ejecutivo. Un primer ministro dirige el gabinete, que es responsable ante el Parlamento.
5.2
Poder legislativo
El órgano legislativo de Islandia es el Althing, que se ha reunido casi de continuo desde el 930 d.C., y que pasó de ser un órgano bicameral a contar con una sola cámara en 1991. Tiene 63 miembros, 54 elegidos para un periodo de cuatro años bajo un sistema de representación proporcional y 9 asignados a los partidos políticos según sus resultados electorales.
5.3
Partidos políticos
Los partidos tradicionales de Islandia, formados antes de 1930, son el Partido del Progreso (agrario reformista), el Partido de la Independencia (conservador) y el Partido Popular (socialdemócrata); la Alianza Popular (de tendencia socialista), se constituyó en 1956. En la década de 1980 el sistema cuatripartito empezó a resquebrajarse; así, en 1983 se formó la feminista Alianza de las Mujeres, y en 1987 el Partido de los Ciudadanos, agrupación disidente del Partido de la Independencia de carácter populista y existencia efímera.
5.4
Gobierno local
La unidad local básica es el municipio, gobernado por un consejo electo. En 1992 Islandia tenía 197 municipios, de los que 31 son ciudades. Las elecciones en áreas urbanas son por representación proporcional; en los municipios rurales por simple mayoría.
5.5
Poder judicial
El tribunal superior de Islandia es el Tribunal Supremo, formado por un juez principal y otros siete jueces elegidos por el presidente. En 1992 la jurisdicción de casos civiles y criminales se transfirieron desde los juzgados provinciales a ocho nuevos tribunales de distrito, que separan la magistratura del enjuiciamiento. Además de los tribunales de distrito existen tribunales especiales.
6
HISTORIA
Algunos monjes irlandeses llegaron a Islandia antes del 800 d.C., pero la isla estuvo básicamente sin colonizar hasta el 870. El vikingo noruego Ingolfr Arnalson y su mujer fueron los primeros colonizadores permanentes, estableciéndose en Reykjavík en el 874. Durante los siguientes 60 años, otros colonizadores llegaron a la isla principalmente desde Noruega, pero también de otros países nórdicos y de las islas Británicas. Hacia el 930, y paralela a la independencia, se desarrolló el Althing, asamblea de hombres libres, que actuó como órgano de gobierno.
6.1
Estado acéfalo
El régimen establecido carecía de autoridad ejecutiva o jefe de Estado. Los poderes legislativo y judicial eran ejercidos por el Althing, pero la aplicación era responsabilidad de la parte agraviada, a veces asistido por los godi, poderosos jefes religiosos que en la práctica constituían la clase dirigente. Sin embargo, el Estado prosperó durante más de 300 años. El terreno tenía recursos abundantes de pesca, focas y aves, y suficiente terreno de cultivo. Los comerciantes islandeses mantuvieron relaciones comerciales con Escandinavia, el continente europeo y las Islas Británicas, y la cultura floreció en una edad de oro que produjo el gran conjunto de literatura medieval islandesa. A finales del siglo X los islandeses colonizaron Groenlandia, y a comienzos del siglo XI, según la tradición, Leif Ericson, llegó al continente americano, denominando Vinland a las costas avistadas, pero el intento de colonización se frustró.
El cristianismo fue adoptado en el siglo X y en el 1000 d.C., el Althing decidió la conversión forzosa de todos los islandeses. Esta aparición de la Iglesia desestabilizó la autoridad secular; en primer lugar, socavó la antigua estructura de poder dominada por el Althing y además supuso la irrupción de potencias extranjeras que apoyaron a la Iglesia en su pugna con los poderes seculares. Islandia estuvo bajo la archidiócesis de Nidaros (hoy Trondheim), en Noruega y en 1262 el rey Haakon IV el Viejo de Noruega se aprovechó de la situación interna del país y fue reconocido como rey por los islandeses.
6.2
Decadencia
El dominio noruego trajo consigo una fuerte decadencia de las fortunas islandesas, tendencia que se mantuvo cuando Islandia (entonces dependencia noruega), acompañó a ésta en su unión en 1380 a Dinamarca, que buscaba expandir su navegación y comercio, y no quiso que el lucrativo comercio de pescado islandés tuviera como destino Inglaterra o Alemania, los dos países que tenían el mayor interés en la isla. De forma gradual, la corona danesa redujo sus actividades comerciales en Islandia, y hacia mediados del siglo XVI había expulsado a casi todos los comerciantes extranjeros. Al mismo tiempo, Dinamarca interfirió progresivamente en otras esferas de la vida islandesa. Desde 1540 se impuso el luteranismo en la isla, a pesar de la fuerte resistencia, que se mantuvo hasta la ejecución sin juicio del obispo católico, Jón Arason, y dos de sus hijos en 1550. En 1602 se estableció el monopolio danés sobre el comercio de Islandia. Desde esa fecha hasta 1787, se permitió el comercio con Islandia sólo a los comerciantes con licencia, la cual era concedida exclusivamente por la corona. Como consecuencia, los precios de los artículos de primera necesidad, como grano, madera y productos de metal subieron vertiginosamente, mientras los productos islandeses (en su mayoría pesca y lana) eran infravalorados a causa de que sus precios eran fijados por los mismos comerciantes. A largo plazo, el sistema de opresión económica redujo a Islandia a la miseria.
6.3
Autocracia
En 1661, el rey Federico III implantó la monarquía absoluta en Dinamarca y Noruega; al año siguiente los dirigentes islandeses se vieron forzados, bajo amenaza de intervención armada, a aceptar tal régimen. Se sucedieron con rapidez la derogación de los poderes legislativos del Althing y la supresión de su función judicial. El país quedó despojado de todo poder político.
Durante el siglo XVIII, Islandia alcanzó el umbral de su decadencia. Se estima que al final de la época de colonización, en el 930, vivían entre 60.000 y 90.000 personas en el país; en los primeros años del siglo XVIII, cuando se realizó el primer censo nacional, la población había descendido a 50.000 habitantes. Una serie de desastres (entre las que se cuentan una epidemia de viruela entre 1707 y 1709, las hambrunas de mediados de siglo y la erupción del volcán Laki en 1783) redujo la población a unos 35.000 habitantes, la mayor parte empobrecidos. Dinamarca contempló seriamente la posibilidad de evacuar a los islandeses supervivientes a las tierras baldías de la península de Jutlandia.
6.4
Momento crucial
Desde mediados del siglo XVIII, sin embargo, la situación empezó a cambiar. Poco después de mitad del siglo un funcionario islandés estableció algunas industrias domésticas en Reykjavík, que por aquel entonces sólo estaba constituido por un grupo de cabañas. Aunque su esfuerzo fracasó finalmente, inspiró otros intentos que mejoraron las condiciones del país. El primer signo tangible de tal evolución fue la modificación del monopolio comercial en 1787, al permitirse el comercio con cualquier súbdito danés.
Aunque el siglo XIX comenzó con la supresión de funciones del Althing, finalmente se convirtió en la edad del resurgimiento islandés. Los movimientos revolucionarios en el continente europeo forzaron a un cambio político en Dinamarca, y pronto los islandeses también empezaron a exigir con fuerza sus derechos nacionales. En este conflicto tuvo un papel destacado el político Jón Sigurdsson, hoy venerado como héroe nacional. El Althing fue restablecido en 1843, el comercio quedó abierto a todas las naciones en 1854, y 20 años después se promulgó una Constitución, que otorgaba al Althing el control parcial sobre la economía nacional.
6.5
Progreso rápido
Hasta este momento la economía islandesa había seguido siendo básicamente medieval, pero con la autoridad financiera establecida dentro del país, empezó a modernizarse a un paso relativamente rápido. Al mismo tiempo, el conflicto por la independencia continuaba; en 1904 Islandia alcanzó el autogobierno, y en 1918 fue finalmente reconocida como un Estado independiente, solo unido nominalmente a la corona danesa, aunque Dinamarca conservara de hecho el control de la política exterior. Según este Tratado de Unión, cualquiera de los dos Estados tenía el derecho a revocar el acuerdo transcurridos 25 años. Durante el periodo de entreguerras nacieron los modernos partidos políticos y se hicieron progresos significativos, a pesar de los años de escasez que supuso la Gran Depresión, durante la década de 1930, que también afectó a Islandia.
Cuando Dinamarca fue ocupada por la Alemania nacionalsocialista en 1940, Islandia quedó aislada. Un mes después la isla fue ocupada, en esta ocasión por las tropas británicas. En mayo de 1941 el gobierno islandés nombró a Sveinn Bjornsson, un antiguo ministro islandés en Dinamarca, como regente.
El Tratado de Unión finalizó en 1943 y, ante la imposibilidad de renegociarlo, los islandeses decidieron actuar unilateralmente para no renovarlo. En un plebiscito celebrado a comienzos de 1944, con una participación del 98,6% de los electores, el 97,3% votó romper con todos los lazos que unían a Islandia con Dinamarca, tras lo cual se proclamó la República de Islandia en Thingvöllur el 17 de junio de 1944, con Sveinn Bjornsson como primer presidente.
6.6
Libre pero ocupada
Paradójicamente, Islandia celebró su liberación final del dominio extranjero mientras estaba todavía ocupada por otra potencia exterior. En 1941 el gobierno islandés había sido presionado por Gran Bretaña y Estados Unidos para que aceptara la presencia de fuerzas estadounidenses en su territorio hasta que finalizara la II Guerra Mundial. Sin embargo, contrario a las obligaciones contractuales adquiridas, Estados Unidos no retiró sus fuerzas al final de la guerra. En su lugar, el gobierno estadounidense solicitó bases militares permanentes en el país, aunque esto fue rechazado.
En 1946 se alcanzó un compromiso que permitía a Estados Unidos el control del aeropuerto de Keflavík durante seis años y medio. Sin embargo, en 1949, Islandia se convirtió en miembro fundador de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y en 1951, durante la Guerra de Corea, Estados Unidos consiguió permiso para estacionar tropas en el país, esta vez al amparo de la OTAN. La presencia militar estadounidense, ininterrumpida desde 1941, ha dividido a la opinión pública de Islandia, pese a su incondicional apoyo a las democracias occidentales. En 1985, el Althing aprobó por unanimidad una resolución que prohibía la entrada de armas nucleares en territorio islandés.
Una segunda cuestión planteada desde la II Guerra Mundial ha implicado a otra democracia occidental, Gran Bretaña. El deseo por proteger los bancos de pesca y los puestos de trabajo llevó a Islandia a extender sus aguas territoriales desde las 4 hasta las 12 millas náuticas (de 7 a 22 km) en 1964 y 50 millas náuticas (93 km) en 1972. El gobierno británico respondió con el envío de barcos de guerra para proteger sus barcos de arrastre en las aguas conflictivas; el resultado fueron la dos primeras guerras del Bacalao que duraron hasta 1973 cuando ambas partes llegaron a un acuerdo temporal sobre los límites pesqueros. Un mes antes de que expirara, en octubre de 1975, Islandia extendió el límite hasta las 200 millas náuticas (370 km). El fracaso para alcanzar un nuevo acuerdo dio origen en noviembre de 1975 a la tercera y más seria guerra del Bacalao.
En 1976, Islandia rompió temporalmente relaciones diplomáticas con Gran Bretaña, lo que supuso la primera ruptura diplomática entre dos países pertenecientes a la OTAN. Al final los británicos aceptaron el nuevo límite y la retirada de sus barcos de arrastre en diciembre de 1976 tras largas negociaciones.
El problema económico islandés más grave ha sido la inflación derivada de los altos salarios y la fluctuación de los precios del pescado en el mercado mundial. Desde comienzos de la década de 1980 alcanzó una tasa anual del 38% anual, que forzó la devaluación de la corona islandesa y la introducción de una serie de medidas de austeridad. La inflación se redujo al 20% en el periodo 1985-1989. Hacia 1993, la inflación sólo alcanzaba un 4%. Los islandeses disfrutan de un nivel de vida que se encuentra entre los más altos del mundo. La política islandesa se ha caracterizado desde 1918 por los gobiernos de coalición. Las elecciones legislativas de 1991 dieron el triunfo a una coalición entre el Partido de la Independencia y el Partido Popular, que acordaron nombrar primer ministro al líder del primero, David Oddsson.
La presidenta islandesa, Vigdís Finnbogadóttir, la primera mujer en el mundo que se convirtió en jefe de Estado por sufragio universal, fue elegida por vez primera en la década de 1980. Se mantuvo en el cargo hasta junio de 1996, cuando unas nuevas elecciones presidenciales dieron la victoria a Ólafur Ragnar Grímsson, de la izquierdista Alianza Popular. En 2000, el Parlamento concedió un nuevo mandato a Grímsson, el cual fue reelegido en 2004 por los islandeses para permanecer en el cargo durante otros cuatro años.
En los comicios legislativos celebrados en mayo de 1999 la coalición gobernante de centro-derecha revalidó su mayoría. El conservador Partido de la Independencia, del primer ministro David Oddsson, obtuvo 26 escaños. En segundo lugar quedaron los socialdemócratas, con 17. De esta forma, Oddsson inició su tercer mandato consecutivo, pese a que el otro integrante de la coalición, el liberal Partido del Progreso, vio reducidos a 12 sus representantes en el Parlamento. Una vez expirada la legislatura, que se caracterizó por el crecimiento económico, en mayo de 2003 los islandeses volvieron a las urnas. Aunque con menor respaldo que cuatro años antes, la formación más votada fue de nuevo el Partido de la Independencia (22 diputados). Su socio gubernamental, el Partido del Progreso, conservó sus 12 escaños, lo que permitiría repetir la coalición saliente, con Oddsson al frente del ejecutivo, pese al incremento del voto socialdemócrata (20 escaños). En septiembre de 2004, Oddsson fue reemplazado por el líder del Partido del Progreso, Halldór Ásgrímsson, en virtud del acuerdo alcanzado por ambas formaciones para rotar la jefatura de gobierno.


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