Grecia (nombre oficial, Hellēnikē
Dēmokratía, República Helénica), país situado en el sureste de Europa.
Ocupa la parte más meridional de la península de los Balcanes y comprende
numerosas islas. Limita, al noroeste, con Albania; al norte, con la
Ex-República Yugoslava de Macedonia y con Bulgaria; al noreste, con Turquía; al
este, con el mar Egeo; al sur, con el mar Mediterráneo y, al oeste, con el mar
Jónico. Su superficie total es de 131.957 km², de los cuales aproximadamente
una quinta parte corresponden a las islas de los mares Egeo y Jónico. Atenas (Athenai)
es su capital y la mayor ciudad.
La porción continental de Grecia abarca las
regiones de Tracia y Macedonia al norte; Epiro (Epeiros), Tesalia y Grecia
Central en las zonas centrales y, al sur, el Peloponeso, una península unida al
resto del continente por el istmo de Corinto. El canal de Corinto, completado
en 1893, atraviesa el istmo homónimo y convierte en una isla artificial al
Peloponeso. El resto de Grecia se compone de islas, entre las que se incluyen
Eubea (Évvoia), Creta (Kríti), las Espóradas septentrionales, las
Cícladas (archipiélago), el Dodecaneso (grupo de islas) y las islas Jónicas,
Icaria, Quíos (Chíos o Khíos), Lemnos (Límnos), Lesbos, Samos,
Samotracia y Thásos.
Las aguas costeras de Grecia son
profundas y se adentran en el interior del continente. Los golfos de Corinto y
Salónica, a uno y otro lado del istmo de Corinto, separan el Peloponeso de la
Grecia Central y septentrional. El país tiene pocos pero buenos puertos. El
golfo de Egina posee los mejores anclajes, en concreto los del magnífico puerto
natural de El Pireo, puerto de Atenas. Kérkira o Corfú, una de las islas
Jónicas, también cuenta con un puerto excelente.
2
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TERRITORIO Y
RECURSOS
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Grecia tiene fama por su belleza
natural. El terreno es montañoso y escarpado, como escribía el geógrafo griego
Estrabón: “miles de brazos de mar presionan hacia el interior del país”. En
cuanto a sus recursos naturales, es relativamente pobre.
Aunque no cuenta con una gran
superficie, Grecia tiene un relieve muy variado. Sus principales regiones
geográficas son: los montes centrales; la región húmeda, una región montañosa
al oeste; las secas y soleadas llanuras junto con los sistemas montañosos, más
bajos, al este de Tesalia, Macedonia y Tracia; Grecia Central, la extensión
suroriental del continente donde se gestaron las ciudades-estado de Grecia; la
región montañosa del Peloponeso; y las islas, que se encuentran en su mayoría
en el Egeo.
La región montañosa central, los montes
Pindo, que se extienden de norte a sur, componen una de las partes más
accidentadas y de menor densidad de población del país. El Olimpo, la cima más
elevada de Grecia (2.917 m), era considerada en la antigüedad hogar de los
dioses. Las laderas occidentales, que se extienden a través de Epiro hasta el
mar Jónico, son un poco menos escarpadas y más habitables. El extremo
suroriental de Grecia Central, conocido como el Ática, se encuentra dividido
por relieves montañosos en numerosos valles aislados y llanuras. La parte más
famosa de Grecia, la llanura ateniense, está en Ática. La llanura más extensa
de la costa oriental, no obstante, es la de Beocia, al norte de Ática. Tesalia,
una llanura rodeada de montañas, es una de las regiones más fértiles del país.
Las mayores llanuras de Grecia son las de Macedonia. Tracia, al este, tiene un
relieve variado compuesto de montes, valles y algunas llanuras costeras. El
Peloponeso, también montañoso pero en menor grado que Grecia Central, tiene la
forma de una enorme mano, con penínsulas que se extienden como dedos dentro del
mar. Dispersos entre los relieves montañosos hay estrechos valles, aislados
entre sí, pero que se abren al mar. La sección occidental del Peloponeso es menos
montañosa que la sección oriental. Las islas del mar Egeo son por lo general
elevadas, escarpadas, rocosas y secas y, en consecuencia, su aportación a la
economía del país es limitada. Sí son importantes, en cambio, por su gran
belleza e importancia histórica, y además desde el punto de vista militar
tienen un gran valor estratégico.
2.1
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Clima
|
El clima de Grecia es similar al
de los otros países mediterráneos. En las tierras bajas, los veranos son secos,
calurosos y de cielos despejados, y los inviernos lluviosos. Las zonas de
montaña son mucho más frías, con mayores precipitaciones. La nieve y las
heladas no son frecuentes en las tierras bajas, pero cubren las montañas en
invierno. La precipitación varía mucho de una región a otra. En Tesalia,
algunos años caen menos de 38 mm, mientras que en determinadas partes de la
costa occidental se reciben cerca de 1.270 mm. La temperatura media anual en
Atenas es de unos 17 °C; las temperaturas extremas varían de unas mínimas
habituales de -0,6 °C en enero, hasta unas máximas de 37,2 °C en
julio.
2.2
|
Recursos naturales
|
Grecia está dotada de unos recursos
naturales de bajo valor económico. Menos de una tercera parte de la tierra es
cultivable; el resto se compone en su mayoría de montañas improductivas. Los
bosques, muy abundantes en la antigüedad, han disminuido en gran medida, aunque
en la actualidad todavía ocupan un 28,4% de la superficie nacional. La erosión
de los suelos ha dificultado los esfuerzos de repoblación forestal.
Carece de hulla y su lignito
es de baja calidad, aunque, por otra parte, el país tiene considerables
yacimientos petrolíferos y de gas natural. Éstos se hallan localizados bajo el
Egeo, cerca de la isla Thásos. Los yacimientos de bauxita y mineral de hierro
son ricos en contenido de metal, pero las reservas de otros minerales de
importancia comercial tales como el cromo, el níquel, el cobre, el uranio y el
manganeso son relativamente pequeñas. Aunque las aguas que rodean el país están
habitadas por una gran variedad de especies, sólo unas pocas son abundantes.
2.3
|
Flora y fauna
|
Grecia tiene una vegetación muy
variada. Desde el nivel del mar hasta una altura de unos 460 m se cultivan
naranjas, aceitunas, dátiles, granadas, higos, algodón y tabaco. En el
territorio se pueden encontrar bosques caducifolios y perennes, en los que
crecen algunas especies como el roble, el pino negro, el avellano, el haya y el
zumaque. Son característicos del área los tulipanes, jacintos y el laurel. Los
abetos y flores silvestres, como la anémona y el ciclamen, se pueden encontrar
por encima de los 1.220 m; musgos y líquenes predominan sobre los
1.525 m de altitud.
Las especies animales más destacadas son el
jabalí, el oso pardo, el lince, el chacal, la cabra montés, el ciervo, el
zorro, el tejón y la comadreja. Algunas especies de aves son el halcón, el
pelícano, la garceta, el faisán, la perdiz, el ruiseñor, la paloma torcaz y la
cigüeña.
2.4
|
Suelos
|
Los suelos son por lo general de
alto contenido rocoso (roca madre) y secos, pero intercalados con pequeños
valles de ricos suelos de la variedad mediterránea terra rosa, o tierra
roja.
2.5
|
Temas
medioambientales
|
Atenas es la ciudad más altamente industrializada
y la más densamente poblada de Grecia. Debido en gran parte a la rápida
industrialización del país y a la emisión de sus automóviles, la contaminación
del aire es un grave problema en esta ciudad. Cada año, son hospitalizados
cientos de habitantes de Atenas con afecciones respiratorias provocadas o
complicadas por la contaminación. La contaminación del aire también ha
degradado a muchas antigüedades clásicas, especialmente en Atenas. En un
esfuerzo por combatir la contaminación del aire, el Gobierno ha restringido el
número de automóviles autorizados para circular por la ciudad, especialmente
los días con elevado nivel de contaminación. El Gobierno también incentiva el
uso de automóviles con bajo nivel de contaminación. Otra medida importante para
combatir la contaminación ha sido la utilización de paneles solares para
aprovechar la energía.
La contaminación del agua es otro de
los problemas que enfrenta Grecia. Los residuos de cerca del 50% de los puntos
de actividad industrial, además de todas las cloacas de Atenas, desembocan en
el golfo de Egina. Gran parte de estos residuos no son tratados. La
contaminación del agua en Grecia ha contribuido a la grave contaminación del
mar Mediterráneo. El Plan de Acción para el Mediterráneo, diseñado por el
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUM) en los años
setenta, ha contribuido a reducir la tasa a la cual se contaminaban las aguas
en torno a Grecia. El plan, junto con muchos de sus protocolos de
contaminación, ha sido adoptado por todos los países que rodean el mar
Mediterráneo, además de los miembros de la Unión Europea (UE).
Muchos humedales del interior de Grecia
padecen el drenaje con fines agrícolas o para otras actividades humanas y están
bajo riesgo de sufrir una mayor degradación. Varios humedales han sido
designados para participar en programas de conservación. Grecia es miembro de
tratados relativos a la contaminación del aire, biodiversidad, cambio
climático, especies en peligro de extinción, residuos peligrosos, vertidos
marinos, contaminación naval, bosques tropicales y humedales.
3
|
POBLACIÓN
|
Grecia es un país rural de
pequeñas ciudades y pueblos. Famosas y antiguas ciudades como Argos, Corinto y
Esparta son hoy pequeñas poblaciones. Alrededor de un 98% de la población es
griega. Un 1% es, según el gobierno griego, musulmana. La mayoría de los
musulmanes son de origen turco. Cerca de 100.000 musulmanes viven en Tracia. El
resto de la población está formado por eslavos, albaneses y armenios.
3.1
|
Características de
la población
|
La población de Grecia (según
estimaciones para 2008) es de 10.722.816 habitantes, lo que equivale a una
densidad de 82 hab/km². Su población es alta en proporción al tamaño y la
capacidad económica del país, en el que hay bastante pobreza. Tanto la tasa de
natalidad (antes una de las mayores de Europa) como la de mortalidad han
descendido en los últimos años, y la tasa anual de crecimiento, que en el
periodo 1950–1960 era de un 1%, en 2008 se situaba en el 0,15%. Cerca de un 61%
de la población es urbana. Gran parte de ésta se concentra alrededor de Atenas,
Salónica (Tesalónica), en Macedonia, al oeste del Peloponeso y en las islas
Corfú, Zante y Quíos, algunas de las de mayor aglomeración urbana.
3.2
|
Divisiones
administrativas
|
Según el plan de reorganización
presentado en 1987, Grecia está dividida en trece regiones (diamerismata),
subdivididas a su vez en departamentos (nomoi). Estas trece regiones,
junto con sus poblaciones (con datos de 1991), son: el Egeo Norte (199.231
habitantes), el Egeo Sur (257.481 habitantes), Ática (3.523.407 habitantes),
Creta (540.054 habitantes), Epiro (339.728 habitantes), Grecia Central (582.280
habitantes), Grecia Occidental (707.687 habitantes), islas Jónicas (193.734
habitantes), Macedonia Oriental y Tracia (570.496 habitantes), Macedonia
Central (1.710.513 habitantes), Macedonia Occidental (293.015 habitantes),
Peloponeso (607.428 habitantes) y Tesalia (734.846 habitantes). La Constitución
de 1975 reorganiza Monte Atos como distrito autónomo con una población (con
datos de 1981) de 1.472 habitantes.
Los municipios o demos (ciudades
de más de 100.000 habitantes) son administrados por un alcalde y un consejo de
la ciudad, y las comunidades de 300 a 10.000 habitantes por un presidente y un
consejo comunitario.
3.3
|
Ciudades
principales
|
La ciudad más grande e importante
es Atenas, la capital, cuya población es (estimaciones para 2003) de 3,22
millones de habitantes. El Pireo, puerto de Atenas, es el mayor de Grecia y
tiene una población de 175.697 habitantes. Salónica, con una población de
363.987 habitantes, es un importante centro textil, y Patras (Pátrai),
al norte del Peloponeso, es un gran puerto de mar, con 163.446 habitantes.
Otras grandes ciudades son Heraklion (137.711 habitantes) y Larisa (126.076
habitantes).
3.4
|
Religión
|
Alrededor de un 97% de la
población pertenece a la Iglesia ortodoxa de Grecia. El 3% restante está
formado por musulmanes, católicos, protestantes y monofisitas (cristianos
armenios).
3.5
|
Lenguas oficiales y
habladas
|
La gran mayoría de la población
habla griego. La lengua vernácula del griego moderno y de la literatura popular
es el demotiké, que se diferencia del kazarévusa en que ésta es una variedad
más formal del griego moderno o puro griego. El demotiké se convirtió en la
lengua oficial de Grecia mediante el acta parlamentaria de 1976. Es la lengua
empleada por el gobierno, la prensa y las universidades. Existen grandes
diferencias entre la lengua hablada por las clases cultas y la utilizada por la
mayoría del pueblo.
3.6
|
Educación
|
La educación es gratuita y obligatoria
desde los 6 hasta los 14 años. En 1928, un 40% de la población mayor de quince
años era analfabeta. En 2005, la tasa de alfabetización había ascendido hasta
el 97,7 por ciento.
3.6.1
|
Escuelas primarias
y secundarias
|
En todas las ciudades y pueblos hay
escuelas primarias y secundarias, y en muchos de ellos también institutos. En
2000, 6.853 escuelas primarias tenían 636.460 alumnos. Ese mismo año 743.462
estudiantes acudían a los centros de enseñanza secundaria, formación
profesional y preparación de profesorado.
3.6.2
|
Universidades y
escuelas especializadas
|
Grecia tiene nueve universidades: la
Universidad Nacional y Capodistriana de Atenas (1837), la Universidad Aristotélica
de Salónica (1925), la Universidad Técnica Nacional de Atenas (1836), la
Universidad Demokritos de Tracia (1937), en Komotini, la Universidad de Ioanina
(1964), la Universidad de Patras (1964), la Universidad de Creta (1973), la
Universidad Técnica de Creta (1977) y la Universidad del Egeo (1984) con campus
en Atenas, Quíos, Mitilene, Rodas y Samos. Otras instituciones de educación
superior son la Escuela Americana de Estudios Clásicos (1881), en Atenas; la
escuela de Atenas de Economía y Ciencias Empresariales (1920); el Instituto de
Bellas Artes (1836), en Atenas; el Colegio Británico de Atenas (1886); el
Colegio Francés de Atenas (1846) y la Escuela de Graduación en Estudios
Industriales en Salónica (1957). Un total de 527.959 estudiantes cursan
estudios superiores en 2001–2002.
3.7
|
Cultura
|
La cultura de la antigua Grecia
tuvo una influencia esencial en el desarrollo de las civilizaciones de
Occidente. Para más información sobre la cultura griega, véase Teatro y
arte dramático; Arte y arquitectura de Grecia; Literatura griega; Filosofía
griega; Mitología griega; Juegos olímpicos en la antigüedad.
3.8
|
Museos y
bibliotecas
|
Muchos museos guardan antigüedades y muestras
de arqueología griega. Entre ellos, el Museo Arqueológico Nacional, el Museo
Bizantino y el Museo de la Acrópolis, todos ellos en Atenas. El Museo
Arqueológico, en Limpia, alberga la colección de geometría griega y bronces
arcaicos más grande del mundo. El Museo Arqueológico de Candi, en Creta, expone
una destacada colección de antigüedades griegas y de la civilización Minoica.
Otros museos relevantes en Atenas con exposiciones de arte más moderno son la
Galería Nacional de Arte y el Museo de Alexander Soutzos, así como el Museo
Benaki. La Biblioteca Nacional de Grecia, también en Atenas, contiene unos dos
millones de volúmenes.
4
|
ECONOMÍA
|
La agricultura representa un papel muy
importante en la economía de Grecia. Las industrias creadas durante el periodo
posterior a la I Guerra Mundial fueron en su mayoría destruidas durante la
II Guerra Mundial y la siguiente guerra civil. Desde entonces, el
desarrollo del sector manufacturero de la economía se ha visto obstaculizado
por la falta de combustibles y las dificultades surgidas con el uso de la
energía hidroeléctrica del país. En 1970, no obstante, la contribución de las
manufacturas a la producción nacional anual superó por primera vez a la de la
agricultura. Dos importantes fuentes de ingreso para Grecia son la construcción
naval y el turismo. La extracción de petróleo de los campos del norte del mar
Egeo fue una gran ayuda para la economía a principios de la década de 1980.
Grecia pasó a ser miembro de la Comunidad Económica Europea (hoy, Unión
Europea) en 1981. El presupuesto nacional para 2006 se calculó en 103.487
millones de dólares de ingresos y 93.854 millones de gasto.
4.1
|
Agricultura
|
Un 12% de la población activa
trabaja en la agricultura, que constituye el 3,3% del producto interior bruto
(PIB). Pero su productividad es inferior a la que cabría esperar de este sector
de la economía. El 29,2% de la superficie nacional está cultivada, pero las
explotaciones son pequeñas, debido al minifundio creado (3,4 ha de media)
como consecuencia de la subdivisión hereditaria, lo cual dificulta el uso
eficaz de equipos mecánicos. Además, el rendimiento es bajo a causa de la
sequía y la erosión de los suelos. El tabaco es el cultivo principal y aporta
cerca del 3% de los ingresos por exportación. La producción anual de los
cultivos más importantes (en toneladas), según datos de 2006, es: tabaco,
125.503; trigo, 1,38 millones; fruta (destacan naranjas y uvas), 3,61 millones;
hortalizas, 3,94 millones; maíz, 1,71 millones; oleaginosas, 4,46 millones;
patatas (papas), 891.063, y algodón, 400.000. La cabaña ganadera totaliza 8,79
millones de cabezas de ganado ovino, 5,42 millones de caprino, 617.128 cabezas
de vacuno, 31,6 millones de aves de corral y 948.715 cerdos.
4.2
|
Silvicultura y
pesca
|
El gobierno griego ha tomado medidas
para replantar los árboles que fueron destruidos durante la II Guerra
Mundial. Se producen anualmente 1,52 millones de m³ de madera. El 75% proceden
de los bosques de coníferas.
La pesca es limitada. En 2005 la
captura anual ascendía a 198.951 toneladas, la mayor parte de las cuales se
consumía en el país. Las esponjas son el principal producto marino destinado a
la exportación.
4.3
|
Minería
|
Aunque la minería tiene escasa
importancia para la economía griega, se explota una considerable variedad de
recursos minerales. La producción anual (en toneladas) en 2004 fue: lignito,
35,9 millones; bauxita, 2,44 millones, y mineral de hierro, 575.000. También se
extrajeron cerca de 279.200 m3 de mármol, además de petróleo, sal,
cromo, plata, cinc y plomo.
4.4
|
Industria
|
Alrededor de un 22% de la
población activa trabaja en este sector, que aporta un 20,8% al producto
interior bruto anual. Sus principales artículos son los metales básicos y los
productos metálicos, alimentos, bebidas, tabaco, textiles y confección,
productos químicos, cemento y vino. Atenas es el centro industrial de Grecia.
4.5
|
Energía
|
El 89,17% de la electricidad se
genera en instalaciones termoeléctricas de lignito, carbón o derivados del
petróleo, y, el resto, en instalaciones hidroeléctricas ubicadas principalmente
en el río Akhelóös, en los montes Pindo. En 2003 la producción eléctrica anual
fue de 54.560 millones de KWh.
4.6
|
Moneda y banca
|
La unidad monetaria es el euro (el 2 de
enero de 2002, un euro se cambió a 0.9038 dólares estadounidenses). Desde el 1 de
enero de 1999, el euro se vinculó al valor del dracma griego, con un cambio
fijo de 340,75 dracmas por euro. La institución bancaria central y
controlada por el Estado es el Banco de Grecia, emisor de la moneda. Los bancos
comerciales más importantes son el Banco Nacional de Grecia, con unas 470
sucursales en el país, y el Banco Agrario de Grecia, con 420 filiales. El
gobierno ha establecido instituciones financieras especiales para conceder
préstamos a los sectores industrial y agrícola.
4.7
|
Comercio exterior
|
Grecia gasta por lo general más en
importaciones de lo que obtiene en exportaciones. Este desequilibrio se nivela
en cierta medida con los beneficios obtenidos gracias al turismo y a las rentas
de los griegos que residen fuera del país. Además, el país también depende de
préstamos extranjeros e inversiones para cubrir la diferencia existente entre
gastos de importación y beneficios por exportación. En 2004 las importaciones
ascendían a 52.809 millones, y las exportaciones a 15.224 millones de dólares.
Los principales productos importados son maquinaria y equipos de transporte,
petróleo y productos derivados, alimentos, animales, productos químicos y
materias primas para la industria. Los productos exportados son frutas y
hortalizas, confección, textiles y pieles, bebidas, tabaco, productos derivados
del petróleo, metales no ferrosos y hierro y acero. Los principales países con
los que comercia Grecia son Alemania, Italia, Japón, Estados Unidos, Francia,
Países Bajos y Gran Bretaña. Un 60% del comercio anual global de Grecia se
realiza dentro de la Unión Europea.
4.8
|
Turismo
|
En 2006 unos 16 millones de
turistas eligieron Grecia como destino de sus vacaciones, para visitar sus
antigüedades y relajarse al sol del Mediterráneo. Ese año, las cifras
reflejaron una entrada de dinero por turismo de 2.992 millones de dólares.
4.9
|
Transporte
|
Después de la II Guerra Mundial,
se revisó y amplió a fondo el sistema de transporte. Grecia tiene un total
aproximado de 114.931 km de carreteras, de las que un 92% están pavimentadas.
En 2004 había 476 vehículos por cada mil habitantes. Casi el total de los 2.576
km de líneas ferroviarias operativas del país pertenecen al sistema de
ferrocarril del Estado. La flota mercante, propiedad del Estado y compuesta por
1.478 barcos, que tiene una capacidad de 35.704.485 toneladas brutas
registradas, es una de las más grandes del mundo. Los principales puertos de
mar son El Pireo, Patras, Salónica y Eevssís. El canal de Corinto constituye un
nexo importante entre el golfo de Corinto y el de Salónica. La línea aérea
nacional es la Olympic Airlines, que realiza vuelos internos e internacionales.
Los aeropuertos de mayor tráfico son los de Atenas, Salónica y Alexandrópolis.
4.10
|
Comunicaciones
|
Grecia cuenta con servicios de radio y
televisión, tanto privados como estatales. En 1997 el país tenía unos 5
millones de receptores de radio y 5 millones de aparatos de televisión. La
mayoría de la prensa diaria griega se publica en Atenas o Salónica. Entre los
diarios de mayor tirada están el Apogevmatini, el Eleftherotypia
y el Ta Nea, todos ellos impresos en Atenas.
4.11
|
Trabajo
|
La organización de sindicatos es
gremial. Los miembros de cada gremio están afiliados a federaciones nacionales.
La mayoría de los centros de trabajo y federaciones funcionan bajo las
directrices de la Confederación General de Trabajadores Griegos.
5
|
GOBIERNO
|
En septiembre de 1968, el electorado
griego aprobó la nueva Constitución redactada por la junta militar que
gobernaba en ese momento. Mantenía la monarquía hereditaria y declaraba a
Grecia monarquía democrática, aunque la Constitución de 1952 reducía en mucho
la autoridad del monarca. El 1 de junio de 1973, el Consejo de Ministros abolió
la monarquía y proclamó la república en Grecia. La junta dimitió y se restauró
un gobierno civil en julio de 1974; los votantes griegos rechazaron en el
referéndum de diciembre de ese año la restauración de la monarquía. El 11 de
junio de 1975 entró en vigor la nueva Constitución de la República, cuyo texto
sería enmendado en 1986 y 2001.
5.1
|
Poder ejecutivo
|
Según la Constitución de 1975, incluidas las
enmiendas, el presidente de Grecia es cabeza del Estado y comandante en jefe de
las fuerzas armadas. El presidente, elegido por el Parlamento por un mandato de
cinco años, nombra un primer ministro del partido mayoritario (o el más votado)
en sesión parlamentaria y debe aceptar el gabinete creado por el primer
ministro; sin embargo, y bajo circunstancias especiales, el presidente puede
cesar al primer ministro y al gabinete una vez consultado el Consejo de la
República. El presidente también puede vetar leyes, suspender el Parlamento
hasta un máximo de 30 días y disolverlo para convocar nuevas elecciones.
5.2
|
Poder legislativo
|
El Parlamento nacional griego es un cuerpo
unicameral formado, a principios de la década de 1990, por 300 miembros. La
legislatura se reparte en tres secciones de trabajo. El pleno del Parlamento
trata los asuntos de Estado más importantes y puede formular acusación al
presidente o a otro cargo oficial siempre que cuente con una mayoría de dos
tercios; acto seguido el cargo es sometido al juicio de un tribunal especial de
jueces.
5.3
|
Poder judicial
|
Los juicios de casos civiles y
criminales ordinarios se resuelven en tribunales de primera instancia, desde
los que cabe recurrir ante tribunales de apelación y, por último, al Tribunal
Supremo. La Constitución de 1975 establecía el Tribunal Supremo Especial para
tratar importantes asuntos constitucionales.
5.4
|
Gobierno local
|
Véase Población: Divisiones
administrativas.
5.5
|
Partidos políticos
|
La Constitución de 1975 garantiza el
derecho a la libre asociación y participación en partidos políticos. En la actualidad,
los más importantes son el Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK), la
conservadora Nueva Democracia y el Partido Comunista de Grecia.
5.6
|
Defensa
|
El servicio militar es obligatorio y
dura un periodo máximo de 24 meses. En 2004 el Ejército griego tenía 110.000
hombres; la Marina, 19.250), y las Fuerzas Aéreas, 23.000. Grecia es miembro de
la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
6
|
HISTORIA
|
Desde el neolítico, la península griega
está culturalmente ligada a las islas del Egeo y las costas occidentales de
Asia Menor. Sus numerosos puertos naturales a lo largo de las costas y la gran
cantidad de islas cercanas han contribuido al desarrollo de una civilización
marítima homogénea. Pero su homogeneidad cultural no implicaba la política. Los
sistemas montañosos y los profundos valles dividieron la península en pequeñas
unidades políticas y económicas, ligeramente mayores en extensión que una ciudad
y su territorio circundante. Para una información más detallada sobre estas
ciudades-estado, véase Atenas; Corinto; Esparta; Tebas.
6.1
|
Prehistoria
|
Los restos arqueológicos indican que algunos
primitivos pueblos del Mediterráneo, estrechamente ligados a las culturas del
norte de África, habitaron las regiones meridionales del Egeo hasta bien
entrado el periodo neolítico, antes del 4000 a.C. Estas pruebas muestran
la evolución cultural desde la edad de piedra hasta la edad del bronce, que en
Grecia empezó en el 3000 a.C. A principios del III milenio a.C., la
denominada civilización del Egeo evolucionó hasta niveles extremadamente altos.
La civilización de la edad del bronce en el Egeo se dividía en dos culturas,
cada una de ellas con sus propias etapas y subdivisiones cronológicas. Una, la
civilización de Creta o minoica, ubicada en el centro de la isla de Creta, a
sólo 660 km al noroeste de Egipto y directamente relacionada con las rutas
marinas hacia los antiguos países del Oriente Próximo. La otra civilización, la
Heládica (micénica, en su periodo más reciente), florecía al mismo tiempo en la
porción continental de Grecia, concretamente en el Peloponeso. Sus grandes
centros estaban en Micenas, Tirinto (cerca del actual Návplion) y Pilos. La
cultura y el comercio cretense dominaron el Mediterráneo hasta después del año
1500 a.C., cuando Micenas tomó el relevo.
A finales del III milenio a.C.
comenzaron una serie de invasiones de tribus del norte que hablaban una lengua
indoeuropea. Existen pruebas de que estos pueblos del norte vivieron en la
cuenca del río Danubio, al sureste de Europa. De los primeros pueblos
invasores, los más destacados, los aqueos, se habían visto con toda
probabilidad obligados a emigrar presionados a su vez por otros invasores. Los
aqueos invadieron el sur de Grecia y se establecieron en el Peloponeso. Según
algunos especialistas, un segundo pueblo, los jonios, se asentó principalmente
en Ática, la zona central del este de Grecia y en las islas Cícladas, donde
asimilaron la cultura de los pueblos heládicos. Los eolios, un tercer pueblo de
características poco definidas, se asentaron en principio en Tesalia.
6.2
|
Grecia antigua
|
En el último periodo de la edad
del bronce en Grecia (1500-1200 a.C.), el continente fue absorbiendo
paulatinamente la civilización cretense. Hacia el 1400 a.C., los aqueos
conquistaron y controlaron las islas y poco después también dominaron el
continente, en especial la región de Micenas. Debido a las exhaustivas
investigaciones de sus ruinas, la ciudad da su nombre a los antecesores aqueos,
aunque también destacaron en importancia otras ciudades-estado. La guerra de
Troya, descrita por Homero en la Iliada, comenzó alrededor del
1200 a.C. y probablemente fue uno de los conflictos bélicos que tuvieron
lugar entre los siglos XIII y XII a.C. Puede que tuviera relación con
la última y más importante invasión del norte, que ocurrió en aquel tiempo e
introdujo la edad del hierro en Grecia. Los dorios abandonaron las montañas del
Epiro y descendieron al Peloponeso y a Creta, utilizando armas de hierro para
conquistar y expulsar a los anteriores habitantes de estas regiones. Los dorios
derrocaron a los monarcas aqueos y se asentaron sobre todo en las regiones
meridionales y orientales de la península. Esparta y Corinto se transformaron
en las principales ciudades dóricas. Muchos aqueos buscaron refugio al norte
del Peloponeso, zona que más tarde se llamó Aquea. Otros resistieron duramente
a los dorios, y tras ser sometidos, fueron reducidos a servidumbre y
denominados ‘ilotas’. Los que lograron huir se refugiaron en el Peloponeso, se
reunieron con sus parientes en Ática y en la isla de Eubea, pero después
emigraron al igual que los eolios a las costas de Asia Menor. En los siglos
posteriores al 1200 a.C. la progresiva colonización de las costas de Asia
Menor, primero por los refugiados procedentes de zonas ocupadas por los dorios
y más tarde por los mismos dorios, convirtieron la región en parte política y
cultural de Grecia. Por cada una de las tres divisiones étnicas griegas se creó
una gran confederación. La parte norte de la costa de Asia Menor y la isla de
Lesbos formaban la Confederación Eólica. La Confederación Jónica ocupaba el
distrito medio, llamado Jonia, y las islas de Quíos y Samos. Al sur de las
islas de Rodas y Cos se estableció una Confederación Dórica. Varios siglos
después (750-550 a.C.), el rápido aumento de la población, la escasez de
alimentos, el florecimiento de la artesanía y el comercio y otros factores
conllevaron una nueva oleada colonizadora. Se fundaron colonias en lugares tan
lejanos como la costa oriental del mar Negro y Massilia (actual Marsella,
Francia), y tuvieron lugar asentamientos en Sicilia y la parte meridional de la
península Itálica. Esta última tenía tal densidad de población griega que se la
conocía como la Magna Graecia.
6.2.1
|
Periodo helénico
|
Una vez finalizadas las grandes migraciones
al Egeo, los griegos desarrollaron una orgullosa conciencia racial. Se llamaban
a sí mismos ‘helenos’, nombre derivado, según Homero, de una pequeña tribu del
sur de Tesalia. El término griegos, empleado por posteriores pueblos
extranjeros, provenía nominalmente de Grecia, nombre en latín de una pequeña
tribu helénica del Epiro con la que los romanos tuvieron contactos. Al margen
de la mitología, que era la base de una compleja religión, los helenos
desarrollaron una genealogía que remontaba sus orígenes a héroes con carácter
semidivino.
A pesar de que los pequeños
estados helénicos mantenían su autonomía, seguían un desarrollo similar en su
evolución política. En el periodo pre-helénico los jefes de las tribus
invasoras se proclamaron monarcas de los territorios conquistados. Entre el 800
y el 650 a.C. estas monarquías se fueron sustituyendo por oligarquías de
aristócratas, ya que las familias nobles compraban las tierras y éstas eran la
base de todo su poder y riqueza. Cerca del año 650 a.C., muchas de estas
oligarquías helénicas fueron sustituidas por plebeyos enriquecidos o
aristócratas desafectos, llamados tiranos. La aparición de las tiranías se
debió sobre todo a un factor económico. El descontento popular surgido frente a
las aristocracias se había convertido en un importante factor político a causa
del aumento de la esclavitud de los campesinos sin tierras; la colonización y
comercio en los siglos VIII y VII a.C. aceleró el desarrollo de una
próspera clase de comerciantes, que supieron aprovecharse del gran descontento
para reclamar el reparto del poder con los aristócratas de las ciudades-estado.
6.2.1.1
|
Las tiranías
|
La era de los tiranos griegos
(650-500 a.C.) destaca por los avances logrados en la civilización
helénica. El título de tirano implicaba el acceso ilegal al poder, no el abuso
del mismo. En general, tiranos como Periandro de Corinto, Gelón de Siracusa y
Polícrates de Samos (reinó entre 535 a.C.-522 a.C.) fueron
gobernantes sabios y populares. El comercio y la artesanía prosperaron. Con el
nacimiento de la fuerza política y económica llegó el florecimiento de la
cultura helénica, de un modo especial en Jonia, donde empezaba a surgir la
filosofía griega con Tales de Mileto, Anaximandro y Anaxímenes. El desarrollo de
objetivos culturales comunes a todas las ciudades helénicas fue uno de los
factores que dieron cierta cohesión a la antigua Grecia a pesar de la división
política existente. En este sentido contribuyó la lengua griega, cuyos muchos
dialectos se entendían en cualquier parte del país o en cualquier colonia. El
tercer aspecto a tener en cuenta fue la religión griega que todos los helenos
compartían: el santuario de Delfos fue el mayor y más respetado. En torno a la
religión, los griegos también tenían cuatro festivales nacionales, llamados
juegos (los olímpicos, los ístmicos, los pitios y nemeos). Los Juegos Olímpicos
eran tan importantes que muchos griegos remontan sus cálculos históricos a la
Primera Olimpiada (el periodo de cuatro años entre la celebración de los Juegos
Olímpicos) celebrada en el año 776 a.C. Relacionada con la religión, en
origen al menos, estaba la Liga de Anfictionía, organización de tribus helenas
que se creó para la protección y administración de los santuarios.
6.2.1.2
|
De la democracia a
la monarquía
|
Las ciudades-estado se unificaron en cierta
medida. Entre los siglos VIII y VI a.C., Atenas y Esparta se habían
convertido en las dos ciudades hegemónicas de Grecia. Cada uno de estos grandes
estados absorbió a sus débiles vecinos en una liga o confederación dirigida
bajo su control. Esparta, estado militarizado y aristocrático, estableció su
poder a base de conquistas y gobernó sus estados súbditos con un control muy
estricto. La unificación del Ática, por el contrario, se realizó de forma
pacífica y de mutuo acuerdo bajo la dirección de Atenas; se otorgó la
ciudadanía ateniense a los habitantes de las pequeñas ciudades. Los nobles, o
eupátridas, abolieron en el 638 a.C. la monarquía hereditaria y gobernaron
Atenas hasta mediados del siglo VI a.C. Los eupátridas retuvieron
autoridad plena gracias a su poder supremo para disponer de la justicia, a
menudo de forma arbitraria. En el 621 a.C. el político Dracón (finales del
siglo VII a.C.) codificó la ley ateniense, por la que el poder judicial de
los nobles quedaba limitado. Un segundo revés para el poder hereditario de los
eupátridas fue el código del político y legislador ateniense Solón de
594 a.C., que no era sino una reforma del código draconiano y que otorgaba
la ciudadanía a las clases bajas. Durante el brillante y prudente mando del
tirano Pisístrato, las formas de gobierno empezaron a adoptar elementos
democráticos. Hipias e Hiparco, hijos de Pisístrato, heredaron el poder de su
padre pero fueron más déspotas. Hipias, que murió después que su hermano, fue
expulsado por una insurrección popular en el 510 a.C. Durante el
consiguiente conflicto político, los partidarios de la democracia obtuvieron,
bajo el mando del político Clístenes de Sición, la victoria total y, alrededor
del 502 a.C., comenzaba una nueva etapa política, basada en principios
democráticos. El comienzo del gobierno democrático supuso el más brillante
periodo de la historia de Atenas. Florecieron el comercio y la agricultura. Más
aún, el centro de las artes y la cultura intelectual, que entonces estaba en
las ciudades de la costa de Asia Menor, pronto se trasladó a Atenas.
6.2.1.3
|
Las Guerras Médicas
|
Creso, rey de Lidia, conquistó las
colonias griegas de Asia Menor en el 560 a.C., en la primera parte de su
reinado (560 a.C.-546 a.C.). Creso fue un gobernador moderado,
respetuoso con los helenos y aliado de Esparta; el gobierno lidio estimuló la
vida económica, política e intelectual de las colonias. En el 546 a.C.,
Creso fue expulsado del trono por Ciro II el Grande, rey de Persia. A
excepción de la isla de Samos, que se defendió con tenacidad, las ciudades
griegas de Asia y las islas costeras pasaron a formar parte del Imperio persa.
En el 499 a.C., Jonia, ayudada por
Atenas y Eretria, se volvió contra Persia. Los rebeldes tuvieron éxito, en
principio, y el rey Darío I el Grande de Persia juró vengarse. Sofocó la
revuelta en el 493 a.C. y, tras saquear Mileto, restableció su control
absoluto sobre Jonia. Un año después, Mardonio, yerno del rey, condujo una gran
flota persa para conquistar Grecia, pero casi todas sus naves fueron hundidas
en el cabo de Athos. Al mismo tiempo, Darío envió emisarios a Grecia para pedir
muestras de sumisión a todas las ciudades-estado. Aunque la mayoría de los
pequeños reinos consintieron, Esparta y Atenas se negaron y mataron a los
emisarios persas en señal de desafío. Darío, encolerizado por tal ofensa, así
como por la pérdida de su flota, preparó una segunda expedición que partió en
el 490 a.C. Después de destruir Eretria, el ejército persa avanzó hacia la
llanura de Maratón, cerca de Atenas. Los dirigentes atenienses pidieron ayuda a
Esparta, pero el mensaje llegó durante la celebración de un festival religioso
que prohibía a los espartanos abandonar la ciudad. Sin embargo, el ejército
ateniense, bajo el mando de Milcíades el Joven, obtuvo una increíble victoria
sobre una fuerza persa tres veces mayor que la suya.
Inmediatamente Darío dispuso una tercera expedición;
su hijo, Jerjes I, quien le sucedió en el 486 a.C., reunió uno de los
mayores ejércitos de toda la época antigua. En el 481 a.C., los persas
cruzaron sobre un puente de naves el estrecho del Helesponto y marcharon en
dirección al sur. La primera batalla tuvo lugar en el paso de las Termópilas,
en el 480 a.C., donde el rey espartano Leónidas I y varios miles de
soldados defendieron heroicamente el estrecho paso. Un traidor griego condujo a
los persas a otro paso que permitía a los invasores acceder al primero por la
retaguardia espartana. Leónidas permitió a la mayoría de sus hombres retirarse,
pero él y una fuerza de 300 espartanos y 700 téspidas resistieron hasta el
final y fueron aniquilados. Los persas marcharon entonces sobre Atenas e
incendiaron la ciudad abandonada. Mientras, la flota persa persiguió a la
griega hasta Salamina, isla situada en el golfo de Egina (anteriormente
denominado golfo Sarónico), cerca de Atenas. En la contienda naval que siguió,
menos de 400 barcos griegos, al mando del político y general ateniense
Temístocles, derrotaron a 1.200 embarcaciones persas. Jerjes I, que había
presenciado la batalla desde su trono de oro en una colina sobre el puerto de
Salamina, huyó a Asia. Al año siguiente, 479 a.C., el resto de las fuerzas
persas fueron destruidas en Platea y los invasores fueron expulsados
definitivamente.
6.2.1.4
|
Hegemonía de Atenas
|
Como resultado de su brillante
liderazgo durante las guerras médicas, Atenas se convirtió en el estado más influyente
de Grecia. Más aún, las guerras demostraron la creciente importancia de su
poder naval, especialmente tras la batalla de Salamina. Esparta, hasta entonces
el mayor poder militar de Grecia, perdió su prestigio en favor de la flota
ateniense. En el 478 a.C., un gran número de estados griegos formaron una
alianza voluntaria, la Liga de Delos, para expulsar a los persas de las
ciudades griegas de Asia Menor. Atenas encabezó la alianza. Las victorias de la
Liga, al mando del general Cimón, liberaron las costas de Asia Menor del
dominio persa. No obstante, Atenas extendió su poder sobre otros miembros de la
Liga de tal manera que, más que en sus aliados, se convirtieron en sus
súbditos. Los atenienses exigieron un tributo a sus antiguos confederados y cuando
Naxos intentó retirarse de la Liga, las fuerzas atenienses arrasaron la ciudad.
El periodo de hegemonía ateniense
durante el siglo V a.C. es denominado como la ‘Edad de Oro de Atenas’.
Bajo el mando de Pericles, la ciudad alcanzó su máximo esplendor. La
Constitución, reformada hacia una democracia interna, contenía cláusulas tales
como el pago por los servicios del jurado, lo que permitía a los ciudadanos más
pobres ser parte de tal institución. Pericles se propuso hacer de Atenas la
ciudad más bella del mundo.
Se construyeron el Partenón, el
Erecteion y otros grandes edificios. El teatro griego alcanzó su máxima
expresión con las obras trágicas de hombres como Esquilo, Sófocles y Eurípides,
y el autor de comedias Aristófanes. Tucídides y Heródoto fueron famosos
historiadores, y el filósofo Sócrates fue otra figura de la Atenas de Pericles
quien hizo de la ciudad un centro artístico y cultural sin rival.
6.2.1.5
|
Guerra del
Peloponeso
|
A pesar de la excelente situación interna
de la ciudad, la política exterior de Atenas no era buena. Surgieron fricciones
entre los descontentos miembros de la Liga de Delos, supervisada por Atenas;
Esparta además envidiaba tal esplendor. Desde el 550 a.C. se había fundado
otra liga entre las ciudades del Peloponeso dominada por Esparta. Esta Liga del
Peloponeso empezó a oponerse a Atenas activamente. En el 431 a.C., se
produjo el enfrentamiento entre Atenas y Esparta con motivo de la ayuda
ateniense a Corcyra (hoy Corfú) durante la disputa que ésta mantenía con
Corinto, aliado de Esparta. La guerra del Peloponeso, sostenida entre las dos
grandes confederaciones, duró hasta el 404 a.C. y concluyó con el
establecimiento de la hegemonía espartana sobre Grecia. Al final de la guerra,
Esparta promovió la oligarquía llamada de los Treinta Tiranos para gobernar
Atenas. Se crearon similares cuerpos regentes en las ciudades e islas de Asia
Menor. Pronto el dominio espartano se mostró más duro y opresivo que el de
Atenas. En el 403 a.C., los atenienses, bajo Trasíbulo, se sublevaron y
expulsaron a la guarnición espartana que había apoyado a los oligarcas, y
restauraron la democracia y la independencia. Otras ciudades griegas también se
rebelaron contra la hegemonía espartana.
6.2.1.6
|
Nuevas alianzas
|
Los estados griegos empezaron a buscar
por separado la ayuda de su tradicional enemigo, Persia. En el 399 a.C.,
los ejércitos persas saquearon la costa de Asia Menor, provocando que Esparta
enviara un ejército. Aunque éste tuvo cierto éxito, se vio obligado a regresar
en el 395 a.C. para hacer frente a la coalición de Argos, Atenas, Corinto
y Tebas. El conflicto que siguió, las Guerras Corintias, continuó por medio de
pequeñas contiendas y escaramuzas hasta el 387 a.C., cuando Esparta, aliada
de Persia, impuso la Paz de Antálcidas sobre sus discrepantes estados súbditos.
Según las condiciones del asentamiento persa-lacedemonio, se cedía toda la
costa oeste de Asia Menor a Persia y se otorgaba la autonomía a las
ciudades-estado de Grecia. A pesar del acuerdo, Esparta invadió Tebas en el
382 a.C. y tomó la ciudad de Olinto, al norte. El general de Tebas
Pelópidas, respaldado por Atenas, dirigió tres años después un levantamiento
que expulsó a las fuerzas de ocupación espartanas. La guerra entre Esparta y
Atenas, aliada con Tebas, continuó y llegó a su fin con la batalla de Leuctra,
en el 371 a.C., en la que los tebanos, al mando de Epaminondas, derrotaron
por completo a sus enemigos y pusieron fin definitivamente a la dominación
espartana. Tebas, en virtud de su victoria, se convirtió en el primer estado de
Grecia, e inauguró un periodo de malestar civil y miseria económica resultado
de las luchas previas. Atenas, en concreto, se negó a someterse a la supremacía
de Tebas y, en el 369 a.C., se alió con Esparta. Para mayor inseguridad,
la hegemonía de Tebas dependía principalmente de la brillante regencia de
Epaminondas y cuando éste murió, en la batalla de Mantinea (362 a.C.),
Tebas se vio privada de su breve hegemonía.
6.2.1.7
|
Supremacía de
Macedonia
|
Durante este periodo de luchas por la
hegemonía en Grecia, Macedonia, al norte de Tesalia, comenzaba su política de
expansión. Filipo II, rey de Macedonia en el 359 a.C., gran admirador de
la civilización griega, era consciente de su gran debilidad y la falta de
unidad política macedonia. Inmediatamente después de subir al trono, Filipo
anexionó las colonias del sur de Grecia, en la costa de Macedonia y Tracia, y
se propuso convertirse en el dueño de la península. Su astucia en las artes
políticas y el apoyo de las fuerzas macedonias contribuyeron al logro de sus
ambiciones, a pesar de la oposición de muchos políticos griegos, liderados por
el ateniense Demóstenes. En el 338 a.C. Filipo era lo suficientemente
poderoso como para convocar un congreso de todos los estados griegos, en el que
reconocieron la superioridad de Macedonia en la península y nombraron a Filipo
comandante en jefe de las fuerzas griegas. Un año después, un segundo congreso
declaraba la guerra a Persia, su enemigo tradicional. Filipo empezó a preparar
la campaña en Asia, pero fue asesinado en el 336 a.C. Su hijo,
Alejandro III el Magno, de veinte años, se convirtió en su sucesor.
En el 334 a.C., Alejandro se
dispuso a invadir Persia. Durante los siguientes diez años, sus conquistas
propagaron la influencia, cultura y lengua griegas por el imperio de Macedonia,
que se extendía hasta el norte de India y hasta Egipto. Al morir Alejandro en
el 323 a.C., la cultura griega se había extendido por la mayor parte del
antiguo mundo.
6.3
|
Periodo helenístico
|
Cuando Alejandro murió, los generales
macedonios iniciaron entre ellos el reparto de su vasto imperio. Los
desacuerdos surgidos por esta división provocaron una serie de guerras entre
los años 322 a.C. y 275 a.C., muchas de las cuales tuvieron lugar en
Grecia. Por ello, una de las características de este periodo que abarca desde
la muerte de Alejandro hasta la conversión de Grecia en provincia romana en el
146 a.C., fue el deterioro como entidades políticas de las ciudades-estado
griegas, además del progresivo declive de la independencia política en
conjunto.
No obstante, el periodo helenístico
estuvo marcado por el triunfo de Grecia como fuente de cultura y, como
resultado de las conquistas de Alejandro, se adoptó su estilo de vida en todo
el mundo antiguo.
6.3.1
|
Los diádocos
|
De los reinos establecidos por los
generales de Alejandro, llamados ‘diádocos’ (en griego, diadochos,
‘sucesor’), los más importantes eran los de Siria, bajo la dinastía Seléucida,
y Egipto, bajo la Tolemaica. La capital del Egipto tolemaico, Alejandría,
fundada por Alejandro en el 332 a.C., se convirtió en foco de rivalidades
culturales, a veces superando la importancia de Atenas en ese campo. Cada
rincón del mundo heleno se dedicó al cultivo de las artes y las actividades
intelectuales. Algunos sabios, como los matemáticos Euclides y Arquímedes, los
filósofos Epicuro y Zenón de Citio y los poetas Apolonio de Rodas y Teócrito,
pertenecen a esta época.
En el 290 a.C., las ciudades-estado
de Grecia Central se unieron en la Liga Etolia, una poderosa confederación
militar que había sido inicialmente organizada bajo el reinado de
Filipo II por las ciudades de Etolia para su mutua protección. Una segunda
organización de similares características, la Liga Aquea, se convirtió en el
280 a.C. en la confederación suprema de las ciudades al norte del
Peloponeso. Más tarde se unieron otras ciudades. Sendas alianzas estaban
destinadas a proteger al resto de los estados griegos del dominio del reino de
Macedonia. La Liga Aquea se hizo mucho más poderosa que su rival e intentó
conseguir el control de toda Grecia. Encabezada por el general y político Arato
de Sición, inició un conflicto con Esparta que no se había aliado con ninguna
de las dos. La Liga fue inicialmente vencida, pero, contradiciendo su primera
intención, pidió ayuda militar a Macedonia; la Liga consiguió vencer entonces a
Esparta, pero a costa de caer bajo el dominio de Macedonia.
6.3.1.1
|
Dominación romana
|
En el 215 a.C. Roma empezó a
interferir en los asuntos de Grecia. Filipo V de Macedonia se alió con Cartago
contra Roma, pero los romanos, con el apoyo de la Liga Etolia, vencieron a las
fuerzas macedonias en el 206 a.C., y consiguieron importantes posiciones
en Grecia. Roma, apoyada por ambas ligas, derrotó nuevamente a Filipo V en el
197 a.C. en la batalla de Cinoscéfalos, y Macedonia, totalmente sometida,
aceptó pactar la paz con Roma y reconocer la independencia de los estados
griegos, los cuales, sin embargo, sólo cambiaron un dominador por otro. En un
último intento desesperado por liberarse, los miembros de la Liga Aquea
resistieron a las demandas de Roma en el 149 a.C. Hubo una nueva guerra
que terminó con la destrucción de Corinto a manos de las legiones romanas en el
146 a.C. Las Ligas Etolia y Aquea fueron disueltas y Grecia fue anexionada
en su totalidad por Roma, que creó la provincia romana de Macedonia, cuyo
procónsul extendía su autoridad al resto de Grecia. Sólo Atenas, Esparta y
Delfos escaparon a esta situación, convirtiéndose en ciudades federadas.
6.4
|
Grecia romana
|
Durante los sesenta años posteriores al
146 a.C., Roma administró Grecia. En el 88 a.C., cuando
Mitrídates VI Eupátor, rey del Ponto, empezó su campaña para conquistar
los territorios controlados por los romanos, se encontró con que muchas
ciudades griegas apoyaban a un monarca asiático que les había prometido
ayudarles a recuperar su independencia. Las legiones romanas, bajo el mando de
Lucio Cornelio Sila expulsaron a Mitrídates de Grecia y sofocaron la rebelión
saqueando Atenas, en el 86 a.C., y Tebas un año después. Roma castigó
duramente a las ciudades rebeldes y las campañas realizadas en suelo griego
dejaron el centro de Grecia en ruinas. Atenas seguía siendo foco intelectual y
de la filosofía, pero su comercio prácticamente desapareció. En el 22 a.C.,
el primer emperador romano, Augusto, separó Grecia de Macedonia e hizo de la
primera la provincia de Aquea.
6.4.1
|
Recuperación griega
|
El renacimiento griego tuvo lugar bajo el
Imperio romano, durante los primeros siglos de la era cristiana y en especial
durante el reinado del emperador Publio Elio Adriano. Junto a su contemporáneo,
el cónsul Tiberio Claudio Herodes Ático, Adriano embelleció Atenas y restauró
muchas de las ciudades en ruinas. Pero a mediados del siglo III d.C., los
pueblos germánicos pudieron comprobar este renacimiento y en 267-268 invadieron
la península, conquistaron Atenas y destruyeron las ciudades de Argos, Corinto
y Esparta.
A partir del 395, el Imperio
romano quedó dividido en el Imperio romano de Occidente y el Imperio romano de
Oriente o bizantino, que comprendía toda Grecia y la región del Egeo y se
caracterizaba por el sincretismo de la cultura helénica, influencias orientales
del Oriente Próximo y cristianismo. Grecia se transformó en una provincia
abandonada y oscura. Desde el siglo VI hasta el VIII, sucesivas invasiones
de visigodos, ostrogodos, hunos, eslavos y ávaros procedentes del norte
ocuparon la península, en especial Iliria y Tracia.
6.4.2
|
Ducado de Atenas
|
En el siglo XIII, la cuarta
Cruzada interrumpió el progreso del Imperio bizantino. Constantinopla (hoy
Estambul) cayó en manos de los cruzados en el año 1204, y sus conquistadores,
tras saquear la capital, establecieron el Imperio Latino. Dividieron la
península de Grecia en principados territoriales feudales, entre los que
destacaban el ducado de Atenas. El Imperio Latino cayó en 1261 con la
reconquista de Constantinopla por el emperador bizantino Miguel VIII Paleólogo.
Durante los siguientes dos siglos, el ducado de Atenas estuvo controlado
sucesivamente por franceses, españoles e italianos. El tribunal de Atenas era
uno de los más brillantes de la Europa del siglo XIV.
6.5
|
Ocupación otomana
|
En 1453, Mehmet II el
Conquistador, sultán del Imperio otomano, conquistó Constantinopla y dirigió su
atención hacia el Peloponeso y el Ática; en el 1460 ambos territorios habían
sido anexionados al Imperio otomano.
Durante los dos siglos posteriores, los
turcos expulsaron a venecianos y demás potencias extranjeras de los restantes
enclaves que éstos mantenían en la costa de Grecia y sus islas. Este proceso
terminó con la incorporación turca de Creta en 1691. Durante un breve periodo
(1699-1718), la República de Venecia retomó su control sobre el Peloponeso,
pero el resto de Grecia permaneció bajo el dominio otomano hasta el
siglo XIX.
El dominio turco llegó a ser corrupto e
incluso cruel. Sin embargo, los griegos tenían una posición relativamente privilegiada
dentro del Imperio. El patriarca de Constantinopla era la cabeza espiritual de
la Iglesia ortodoxa. Muchos fanariotas —llamados así por el nombre del barrio
homónimo en Constantinopla— tuvieron puestos de influencia como administradores
otomanos y consejeros políticos.
6.5.1
|
Nacimiento del
nacionalismo
|
En el último cuarto del
siglo XVIII, comenzó a surgir el nacionalismo griego, sentimiento apoyado
considerablemente por Rusia, que incitó a la insurrección a los cristianos
ortodoxos griegos, correligionarios suyos. En 1770, el conde ruso Alexéi
Grigórievich Orlov dirigió una flota a las costas del Peloponeso y encabezó sin
éxito una revuelta contra los turcos. Más tarde, la Revolución Francesa influyó
en los nacionalistas griegos, que empezaron a preparar un movimiento
independentista. El renacimiento literario acompañó la expansión del
nacionalismo. Una poderosa sociedad secreta, la Philiké Hetairía
(Asociación Amistosa), fundada en 1814 para preparar la incipiente revolución,
recaudó fondos y armamento por medio de sus centros en los Balcanes y las
regiones del Mediterráneo oriental. En 1821, Alejandro Ypsilantis, antiguo
ayudante de campo del zar ruso Alejandro I y máximo dirigente de la
Hetairía, entró en Jassy, capital de Moldavia (entonces territorio turco) con
un pequeño ejército y proclamó la independencia de Grecia. Unos meses después,
la revuelta terminó en desastre, puesto que el zar se negó a apoyar el
movimiento revolucionario. Durante la rebelión de Ypsilantis, todo el Peloponeso
se alzó bajo la dirección de Germanos, arzobispo de Patras.
6.5.2
|
Independencia
|
En la primera etapa (1821-1824) de
la guerra de la Independencia griega (1821-1829), los griegos lucharon
prácticamente solos, ayudados tan sólo con dinero y voluntarios procedentes de
otros países europeos, donde la causa griega había ganado muchas simpatías.
Entre los dirigentes griegos se encontraban Marcos Bozzaris, Theodoros
Colocotronis, Alexandros Mavrocordato y Andreas Vókos Miaulis. Mahmud II,
sultán del Imperio otomano, pidió en 1824 ayuda a Mehmet Alí, virrey de Egipto,
que accedió a cambio del control sobre Creta y otras posesiones turcas si ponía
fin a la rebelión. Las tropas egipcias se dirigieron al Peloponeso y, en 1826,
todo el sur de la península estaba en sus manos. El conflicto de facciones
entre sus líderes debilitó a los griegos tanto política como militarmente. En
1827, y por un tiempo, la reconciliación entre ellos posibilitó la aprobación
por la Asamblea Nacional de una nueva Constitución republicana y el
nombramiento del conde Juan Capo d'Istria como primer presidente de la
República de Grecia. Las diferencias entre partidos reaparecieron tras esa
breve tregua.
6.5.3
|
Intervención de las
potencias
|
Dada la importancia estratégica de
Grecia para el continente europeo, las potencias europeas acordaron en 1827 la
intervención militar, ante la amenaza potencial que Mehmet Alí significaba si
conseguía más territorios en el Mediterráneo. Francia, Gran Bretaña y Rusia
pidieron el armisticio, que el gobierno turco rechazó. Las potencias enviaron
fuerzas navales a Grecia. La presencia de éstas y los esfuerzos de Rusia, sobre
todo, obligaron a los otomanos a asumir su hegemonía. El Tratado de
Adrianópolis (1829) puso fin a las Guerras Turco-rusas de 1828-1829, y a las
aspiraciones de Rusia en el sureste de Europa. El Imperio otomano, vencido,
aceptó las condiciones que las potencias impusieran sobre Grecia. En 1830,
Francia, Gran Bretaña y Rusia firmaron el Protocolo de Londres, por el que
negaban la Constitución griega y declaraban la independencia de una Grecia bajo
su protección. La extensión del Estado griego era considerablemente inferior a
lo que los griegos esperaban: la frontera norte se estableció ligeramente más
al norte del golfo de Corinto, por tener que renunciar al sur de Tesalia.
6.6
|
La Grecia moderna
|
A la guerra de la Independencia
le sucedió un periodo de gran inestabilidad civil. El conflicto de facciones
seguía existiendo y los griegos, que habían previsto un renacimiento de su país
acorde con la antigua Hélade, se opusieron firmemente a la reducción de su
territorio. Mientras que las potencias buscaban un rey para Grecia, la
administración del país recayó sobre Capo d´ Istria, quien gobernó en régimen
dictatorial hasta su asesinato en 1831. Estalló la guerra civil; por fin, y
tras constituirse Grecia en reino, Otón de Baviera aceptó en 1832 el trono que
le ofrecían las potencias europeas y fue coronado al año siguiente como Otón I
de Grecia.
Otón tenía sólo 17 años de edad
cuando subió al trono. Los regentes bávaros negaron la Constitución a los
griegos, les cargaron de impuestos y trataron de establecer una burocracia
centralizada. Aunque fueron cesados en 1835, la situación no mejoró mucho. El
resentimiento griego llegó a su cenit con la revolución de 1843, tras la cual
el rey se vio obligado a conceder una Constitución. El descontento popular
contra Otón aumentó en 1854 cuando el rey, en contra de la voluntad de su
pueblo, aprobó la invasión franco-británica de El Pireo como medio para impedir
una alianza greco-rusa durante la guerra de Crimea (1853-1856). En 1862 parte
del ejército griego se sublevó contra Otón, que en octubre de ese mismo año
abdicó. El príncipe Alfredo, segundo hijo de la reina Victoria de Inglaterra,
fue elegido rey por plebiscito nacional, pero el gobierno británico rechazó la
oferta y designó al príncipe Jorge de Dinamarca, segundo hijo del rey Cristián
IX de Dinamarca. Los griegos aceptaron al candidato, y el príncipe fue coronado
con el nombre de Jorge I, en 1863. Para demostrar su aprobación, el gobierno
británico cedió las islas Jónicas, protectorado británico desde 1815, para
poder así reconstituir la monarquía. Al año siguiente se promulgó una nueva
Constitución, más democrática, que garantizaba el sufragio universal masculino
y una legislatura unicameral.
6.6.1
|
Luchas por el
territorio
|
Durante las últimas décadas del siglo XIX,
el mayor objetivo de la política exterior griega era extender el territorio del
reino. Tras la derrota sufrida en la Guerra Turco-rusa de 1877-1878, el
Congreso de Berlín recomendó a Turquía que reajustara la frontera norte con
Grecia. Turquía se negó y Grecia le declaró la guerra en 1878. No obstante, las
grandes potencias intervinieron y recomendaron a Turquía que concediera Tesalia
y parte del Epiro a Grecia. Turquía se negó. En 1885, Rumelia oriental se
rebeló contra el dominio turco y se incorporó a Bulgaria. Grecia tomó
definitivamente las armas y exigió a Turquía los territorios reclamados en
1878. Nuevamente las potencias obligaron el desarme de Grecia, esta vez
bloqueando sus principales puertos hasta que Grecia se rindió. La anexión de Macedonia
y Creta constituía un objetivo prioritario de Grecia. La sociedad militar
secreta, la Ethnike Hetairía (Asociación Nacional), se fundó en 1894
para fomentar la insurrección en las provincias turcas. Cuando los cretenses se
sublevaron contra sus dirigentes en 1896, Grecia acudió en su ayuda. El
gobierno griego se negó a retirarse de Creta, como le habían pedido las
potencias. Unos meses después, los miembros de la Ethnike Hetairía
atacaron las posiciones turcas en Macedonia, incitando a Turquía a declarar la
guerra, conflicto para el que Grecia no estaba preparada. Tras varias semanas
de lucha, el ejército griego huyó ante las tropas turcas. Las grandes potencias
evitaron el desastre total, y Rusia pidió a los turcos poner fin a la lucha.
Grecia tuvo que indemnizar a Turquía con una fuerte cantidad, lo que empeoró
aún más su precario estado financiero y su deuda externa la expuso aún más al
control de las potencias europeas. En 1898 las potencias obligaron a Turquía a
desmantelar su ejército en Creta; el príncipe Jorge (1869-1957), segundo hijo
de Jorge I, fue nombrado alto comisionado de Creta bajo la protección de
las potencias. Durante los siguientes diez años, Creta sufrió graves conflictos
internos, consecuencia directa de la oposición de las potencias a su unión con
Grecia. Las desavenencias entre el príncipe Jorge y Eleuterios Venizelos, el
líder político defensor de la integración de Creta en Grecia, llevaron al
príncipe a abdicar en 1906. Dos años después, la asamblea cretense proclamó la
tan deseada unión. Las potencias, a su pesar, retiraron sus fuerzas de la isla
y, en 1912, representantes cretenses se sentaban por primera vez en la cámara
legislativa griega.
6.6.2
|
Las Guerras
Balcánicas
|
Mientras tanto, la cuestión de
Macedonia se había complicado, pues Grecia no era el único país balcánico que
ambicionaba esta región. La progresiva desintegración del Imperio otomano
estimulaba las corrientes nacionalistas que surgieron en los Balcanes. Durante
casi todo el siglo XIX, los incipientes estados balcánicos mantenían
relaciones de paz entre sí, basadas en su mutuo antagonismo con Turquía;
formaron alianzas y se contempló incluso la posibilidad de crear una
confederación de estados balcánicos. No obstante, el reparto de Macedonia provocó
grandes desacuerdos. El conflicto entre las distintas ambiciones políticas fue
el resultado del énfasis dado a las diferencias religiosas entre musulmanes y
cristianos, que provocó las disputas entre algunos pueblos balcánicos. En 1903,
estalló una insurrección en Macedonia, cuyo objeto era obtener la unión con
Bulgaria. Grecia decidió ayudar a Turquía en secreto y animó a las guerrillas
griegas a cruzar la frontera y atacar a los búlgaros y vlachs de Macedonia.
Turquía, dispuesta a restaurar el orden y asentar su hegemonía, envió en 1912
tropas para erradicar todos los grupos bélicos. Con esta acción, Grecia,
Bulgaria, Serbia y Montenegro olvidaron sus desavenencias y formaron alianzas
militares, declarando la guerra a Turquía (véase Guerras Balcánicas). Turquía
fue derrotada en la primera Guerra Balcánica (1912-1913); mediante las
condiciones del Tratado de Londres cedió sus territorios de Creta y la Europa
continental, excepto una pequeña región que comprendía Estambul. La
disconformidad sobre el reparto del anterior territorio turco entre los aliados
balcánicos condujo a la segunda Guerra Balcánica, en la que Grecia y Serbia
lucharon contra Bulgaria. Esta última fue derrotada en un mes. El Tratado de
Bucarest de 1913 duplicó la superficie y la población de Grecia, puesto que
anexionó Macedonia, que incluía Salónica y Cavalla.
6.6.3
|
I Guerra
Mundial
|
Al principio de la I Guerra
Mundial, Grecia se declaró neutral. Pero la neutralidad absoluta era imposible.
El rey Constantino I, hijo y sucesor de Jorge I, apoyó a Alemania en 1913.
El dirigente de la facción proaliada era el primer ministro Eleuterios
Venizelos que, después de la unión de Creta con Grecia, se había convertido en
cabeza del Partido Liberal y en una de las figuras políticas más destacadas de
Grecia. En 1915, el gobierno de Venizelos quiso ayudar a los aliados en dos
ocasiones, pero en ambas el rey se lo impidió. En sucesivos ministerios,
Constantino mantuvo relaciones tanto con los aliados como con los Imperios
Centrales, evitando un compromiso abierto. En 1916, Venizelos marchó a
Salónica, donde estableció un gobierno griego enfrentado a Constantino. Gran
Bretaña y Francia reconocieron este gobierno. En 1917, las fuerzas aliadas
obligaron al rey a abdicar en favor de su segundo hijo, Alejandro I;
Venizelos regresó triunfante y Grecia participó en la guerra en el bando
aliado.
Tras la Conferencia de Paz celebrada en
París una vez finalizada la guerra, Grecia recibió Tracia occidental de
Bulgaria, Tracia oriental de Turquía y la mayoría de las islas del mar Egeo, y
reclamó además Esmirna (hoy Izmir). Las tropas griegas llegaron allí en 1919 y
sostuvieron violentas luchas con la población y las tropas turcas.
El rey Alejandro I murió en 1920.
Su hermano menor, Pablo, renunció al trono y el rey Constantino regresó,
reafirmado por un plebiscito, a pesar de la desaprobación de los aliados.
Debido a la consiguiente pérdida del apoyo aliado, la expedición a Esmirna en
1922 acabó en una completa derrota. El ejército se sublevó e impuso una
dictadura militar bajo el general Nikolaos Plastiras. Constantino fue obligado
a abdicar. Le sucedió su hijo mayor, Jorge II, pero el ejército le manejaba a
su antojo. En 1923, según los términos del Tratado de Lausana, Esmirna fue
devuelta a Turquía y más de un millón de residentes griegos en Asia Menor
fueron repatriados, así como también lo fueron los residentes turcos en Grecia.
6.6.4
|
República
provisional
|
Los refugiados griegos, fuertemente antimonárquicos,
y la poderosa facción militar se sublevaron sin descanso contra el rey, que en
1923 tuvo que abandonar Grecia bajo presión. Después del plebiscito que
favorecía la implantación de un régimen republicano, el Parlamento proclamó en
1924 la república en Grecia. Lo que siguió fue un periodo de inestabilidad
política. En 1925, el general Theodoros Pángalos tomó el control del gobierno.
Un año después, fue elegido presidente y estableció un régimen dictatorial. En
agosto de 1926, el golpe de Estado encabezado por el general Georgios Condylis
expulsó a Pángalos. En las elecciones que tuvieron lugar unos meses después, la
mayoría republicana era tan pequeña que debió formarse una coalición de la que
formaba parte incluso el partido popular monárquico. El gobierno de coalición
inició la redacción de una Constitución que se terminó en 1927, año en el que
se promulgó la Constitución de la república. Pero el gobierno, que sufrió
sucesivas crisis, había empezado a perder el control cuando, en 1928, Venizelos
regresó al panorama político griego. Una vez nombrado primer ministro por el
presidente de la República, el almirante Kunduriotis, Venizelos y su Partido
Liberal obtuvieron en las elecciones generales de 1928 una extraordinaria
victoria.
6.6.5
|
Restauración de la
monarquía
|
Durante los siguientes cuatro años,
Venizelos trabajó por la estabilidad de Grecia, tanto interna como externa. En
1928, Grecia firmó un pacto de amistad con Italia y, un año más tarde, otro con
Yugoslavia. En 1930 también firmó un tratado con Turquía. Su política interior,
sin embargo, no tuvo tanto éxito. Aunque era un acérrimo partidario de la
monarquía constitucional, su patriotismo le obligaba a apoyar la república
nacional. De este modo, tanto los monárquicos como los republicanos más
radicales se sintieron molestos. En 1932, se produjo una grave crisis económica
provocada por la caída de la demanda exterior de productos griegos causada a su
vez por la depresión mundial de la época. La desesperante situación económica
se reflejaba en el desprestigio del gobierno de Venizelos y en su derrota en
las elecciones de 1932. Durante los tres años siguientes, la cada vez más
poderosa facción monárquica, liderada por Panyiotis Tsaldharis, y los
venizelistas lucharon por obtener el control del gobierno. Una gran parte del
ejército, fuertemente republicana, se rebeló en 1935 contra la corriente
monárquica. Condylis, líder de la facción militar rival, sofocó la rebelión.
Los dirigentes militares monárquicos forzaron la dimisión del primer ministro
Tsaldharis, quien, a pesar de ser monárquico, había prometido defender la
república. Condylis asumió por segunda vez poderes dictatoriales e influyó
sobre el Parlamento para que votara por la restauración de la monarquía. El
plebiscito, redactado y dirigido por el gobierno de Condylis, sostuvo el voto.
La Constitución republicana de 1927 quedó de lado y se declaró a la fuerza la
versión revisada de la Constitución monárquica de 1911. Jorge II regresó
al trono a finales de 1935. El panorama político se volvió más complicado con
las muertes de Condylis, Venizelos y Tsaldharis en los seis meses posteriores y
el creciente malestar social y la aparición del movimiento comunista de los
trabajadores. En 1936, el general Ioánnis Metaxás, cabeza del Partido de la
Libertad de Opinión, que contaba con el apoyo del ejército, se hizo mediante un
golpe de Estado en agosto de ese año con el control de la situación, y se
convirtió en dictador, proclamando la ley marcial. La dictadura de Metaxás
impuso una rígida censura de prensa, abolió los partidos políticos y los
sindicatos y no aceptó ningún tipo de oposición.
6.6.6
|
II Guerra
Mundial
|
Debido a la amenaza que suponía la
ocupación italiana de Albania, Francia y Gran Bretaña garantizaron la seguridad
de Grecia ante otra posible agresión por parte de Italia. A pesar de todo, las
tropas italianas procedentes de Albania atacaron Grecia en octubre de 1940. No
obstante, el ejército griego actuó con éxito. En diciembre ya habían expulsado
del país a los invasores y habían tomado posesión de una parte de Albania. Pero
los italianos fueron sustituidos por tropas alemanas, que vencieron a la
resistencia griega en abril de 1941. Grecia se vio obligada a firmar el
armisticio el 23 de abril, y cuatro días después los alemanes ocuparon Atenas.
El gobierno griego se derrumbaba; Metaxás había muerto en enero, su sucesor se
había suicidado tras la ocupación alemana. Se estableció un gobierno
nacionalsocialista en Atenas. El rey Jorge huyó a Creta y, tras la ocupación alemana
de la isla, estableció un gobierno en el exilio, primero en El Cairo y después
en Londres.
La ocupación perjudicó mucho a Grecia. A
finales de 1943, sufría el hambre y una grave inflación. Muchos grupos de la
resistencia organizaban la lucha de guerrillas por todo el país. El más
numeroso de ellos, de ideología izquierdista y que contaba con el apoyo de un
60-90% de la población, era el EAM (Ethnikon Apeleftherotikon Metopon,
Frente Nacional de Liberación), una combinación de organizaciones políticas y
sindicales. El EAM tenía ejército propio, el ELAS (Ethnikos Laikos
Apeleftherotikos Stratos, Ejército Nacional Popular de Liberación). Menos
eficiente era el EDES (Ethnikos Demokratikos Ellenikos Syndesmos,
Ejército Nacional Democrático Griego), una organización de resistencia con un
programa político más conservador. A finales de 1943, tras la invasión aliada
de Italia y la perspectiva de la liberación de Grecia, el EAM y el EDES
empezaron a luchar entre sí por el futuro control del país. Los británicos apoyaron
en un principio al EAM, pero luego, temerosos de la implantación de un régimen
comunista, decidieron apoyar firmemente al EDES. La disputa disminuyó en parte
cuando en mayo de 1944 se acordó un gobierno de coalición.
6.6.7
|
Guerra Civil
|
En octubre de 1944, el ejército
alemán se retiró de Grecia y el 18 de ese mes entró en Atenas el nuevo
gobierno. Georgios Papandreu, primer ministro, pidió al ELAS que abandonara las
armas y se reintegrara a la vida social, pero éste se negó. Las tensiones
aumentaron y los británicos reforzaron sus propias tropas en Atenas.
En diciembre estalló la guerra entre el
gobierno y el ELAS. En una manifestación de este grupo, la policía ateniense
abrió fuego contra los manifestantes. El ELAS controló toda Grecia excepto un
sector alrededor de Atenas ocupado por fuerzas británicas. Éstas ayudaron al
ejército gubernamental, que logró una superioridad militar y, en diciembre de
1944, el arzobispo Damaskinos fue investido regente de Grecia, pendiente de
plebiscito para determinar el futuro de la monarquía.
En febrero de 1945, el ELAS
accedió finalmente a una tregua. A cambio de la disolución de su ejército, se
le prometió libertad para realizar actividades políticas y se garantizó un
ejército griego apolítico. En octubre de 1945, Grecia se convirtió en miembro
de las Naciones Unidas.
Después de la guerra, las primeras
elecciones generales tuvieron lugar en marzo de 1946. El resultado fue la
victoria para los monárquicos populares, en una reñida competición con el EAM,
que declaró que el proceso electoral había sido irregular. El plebiscito del 1
de septiembre de 1946, devolvió al rey Jorge II al trono. Meses después,
Jorge II murió y le sucedió su hermano, Pablo I.
El creciente poder de las fuerzas
comunistas en el norte de Grecia era un tema preocupante para el gobierno
griego, que aseguraba que las guerrillas recibían ayuda de tres países
incluidos en la esfera de influencia soviética: Albania, Bulgaria y Yugoslavia.
La disputa entre estos tres países y Grecia se agravó con las respectivas
reivindicaciones del territorio que se extendía a lo largo de su frontera
común. Por los términos de los tratados redactados en la Conferencia de Paz de
París de 1946, Grecia recibió de Italia las islas del Dodecaneso e
indemnizaciones por valor de 45 millones de dólares de Bulgaria.
En febrero de 1947, Gran Bretaña,
incapaz de seguir ayudando a Grecia debido a sus dificultades económicas, pidió
a Estados Unidos que asumiera responsabilidades con el régimen griego que
atravesaba momentos tan difíciles. El presidente estadounidense Harry S. Truman
inició una política de ayuda, denominada ‘Doctrina Truman’, por la que se
enviaron suministros militares y consejeros para apoyar a las fuerzas del
gobierno y abastecer a la población civil. A pesar de la dura ofensiva
gubernamental durante la primavera y el verano de 1948, los rebeldes
consiguieron mantener sus principales bases, en concreto las de las regiones
montañosas a lo largo de la frontera. El gobierno tomó algunos de los más
importantes bastiones defensivos de los rebeldes en el verano de 1949; el 16 de
octubre, el líder rebelde declaró que las operaciones contra el gobierno habían
sido suspendidas.
6.6.8
|
Inestabilidad en la
década de 1950
|
La recuperación de la economía griega progresó
a un ritmo constante después de la guerra civil. A finales de la década de
1950, la tasa de producción industrial era casi un 90% superior a la de 1939.
En 1951, la OTAN aprobó el ingreso en su seno de Grecia y Turquía.
La inestabilidad del gobierno,
consecuencia de los múltiples partidos políticos existentes, dominó el panorama
político interior hasta finales de 1952. En las elecciones celebradas ese año,
el partido Unión Helénica, grupo de ideología conservadora dirigido por el
mariscal de campo Alexandros Papagos, obtuvo la mayoría parlamentaria (239 de
300 escaños). El 19 de noviembre, el nuevo gabinete y su primer ministro,
Alexandros Papagos, tomaban posesión de sus cargos. Papagos murió en octubre de
1955 y fue relevado por Konstandínos Karamanlís. El 4 de enero de 1956,
Karamanlís anunció la formación de un partido de nueva derecha, la Unión
Nacional Radical (ERE), que sustituía al partido Unión Helénica, disuelto tras
la muerte de Papagos. En las elecciones parlamentarias de febrero, la Unión
Nacional Radical obtuvo 165 de los 300 escaños, aunque la Unión Democrática,
coalición de los partidos de la oposición, consiguió la mayoría de los votos.
Durante la década de 1950, Grecia
respaldó cada vez más el movimiento enosis (unión con Grecia) en la isla
de Chipre, dominio británico desde 1878. La petición hecha por el gobierno de
Papagos para la convocatoria de un plebiscito sobre la cuestión de la
unificación fue rechazada por Gran Bretaña, por lo que Turquía insistió en que
si los británicos se retiraban de Chipre, la isla pasaría a soberanía turca. No
obstante, en 1955, Grecia, Gran Bretaña y Turquía iniciaron las conversaciones
sobre el asunto de Chipre. En 1959, los tres gobiernos alcanzaban finalmente un
acuerdo por el que Chipre pudo el 16 de agosto de 1960 proclamar su
independencia.
6.6.9
|
Periodo de
agitación
|
A finales de 1961, se fundó la
Unión de Centro, una nueva formación política creada a partir de la coalición
de partidos de centro, bajo la dirección de Georgios Papandreu. Cuando
Karamanlís obtuvo la mayoría legislativa en las elecciones generales del 29 de
octubre, el nuevo partido se negó a reconocer al gobierno electo, alegando que
se había ejercido coacción sobre los votantes. La oposición continuó hasta que,
a mediados de abril de 1962, los partidarios de la Unión de Centro se
enfrentaron a la policía griega durante una concentración. Karamanlís advirtió
que si se reproducían nuevos intentos de suscitar desorden, éstos serían
reprimidos. Un año después, la reina Federica y su hija la princesa Irene,
durante su visita a Londres, fueron acosadas por los manifestantes que pedían
la liberación de los presos comunistas y antimonárquicos encarcelados en Grecia
durante la guerra civil. Para evitar que el incidente se repitiera, el primer
ministro Karamanlís se opuso a la visita en verano de la familia real a
Londres. Al ser ignorado, dimitió. Se celebraron nuevas elecciones el 3 de
noviembre y la Unión de Centro obtuvo un estrecho margen que convertía a
Georgios Papandreu en primer ministro. Éste rechazó el apoyo del partido
comunista para gobernar y dimitió un mes más tarde; se convocaron nuevas
elecciones en febrero de 1964 que esta vez otorgaron a la Unión de Centro una
mayoría suficiente para gobernar en solitario, por lo que de nuevo Papandreu se
convirtió en primer ministro.
6.6.10
|
Constantino II
|
Tras la muerte de Pablo I el
6 de marzo de 1964, su hijo subió al trono como Constantino II. En 1965,
el nuevo monarca se vio envuelto en una gran crisis política. Papandreu
soportaba una campaña de la derecha, que acusaba al gobierno de adoptar
posturas débiles respecto de las actividades de los grupos procomunistas en
Grecia y a la repatriación de los nacionales griegos de Rusia y sus satélites
durante la guerra civil. Además, los periódicos de ideología derechista
revelaron la existencia de un grupo armado llamado Aspida (escudo)
compuesto por oficiales de tendencia presuntamente revolucionaria. El gobierno
anunció que eliminaría del ejército toda influencia política y envió un decreto
a Constantino capacitando al primer ministro para hacerse cargo del ministerio
de Defensa. El rey, temiendo que un cambio en el ejército le privara del apoyo
de los oficiales superiores, se negó a firmar el decreto. El 15 de julio de
1965, Papandreu amenazó con dimitir. Incluso antes de que éste lo hiciera, el
rey nombró un nuevo ministro que no obtuvo el respaldo parlamentario. Otros
intentos de formar gobierno fracasaron y finalmente, el 25 de septiembre, el
viceprimer ministro Stefanos Stefanopoulos obtuvo la aprobación del Parlamento.
Después de permanecer en el cargo menos de un año, Stefanopoulos perdió el
apoyo de la Unión Nacional Radical y el 21 de diciembre de 1966 dimitió. Fue sustituido
por Joannis Paraskevopoulos. Mientras, 28 oficiales del ejército acusados de
ser miembros del Aspida y de preparar una conspiración para tomar el
poder fueron juzgados. Andreas Papandreu, hijo del anterior presidente, también
estaba implicado, pero, gracias a su inmunidad parlamentaria, no pudo ser
juzgado. Después del juicio de los oficiales del ejército, de los cuales 15
fueron condenados a prisión, la Unión de Centro, en un intento por proteger a
Andreas Papandreu, introdujo una ley por la que se extendía la inmunidad desde
la disolución del Parlamento hasta la convocatoria de nuevas elecciones. La
Unión Nacional Radical se opuso a la ley, y como resultado de la disputa,
retiró su apoyo al gobierno. El 3 de abril de 1967, Paraskevopoulos fue sustituido
como primer ministro por Panaiotis Kanellopoulos, líder de la Unión Radical.
Kanellopoulos, enfrentado a la inestabilidad interna, disolvió el Parlamento el
14 de abril y convocó nuevas elecciones en mayo.
6.6.11
|
Golpe de Estado del
coronel Papadopoulos
|
El 21 de abril, un grupo de
oficiales del ejército se hizo con el poder. Miles de personas, especialmente
comunistas, fueron arrestadas. Konstandinos Kolias, fiscal jefe del Tribunal
Supremo, fue nombrado primer ministro. La junta militar promulgó una serie de
decretos por los que se dejaban sin efecto las libertades civiles y se imponía
la censura de prensa, se suspendían los partidos políticos y se ilegalizaban un
gran número de organizaciones. Tras un intento fallido en diciembre de expulsar
a la junta, el rey Constantino se exilió a Italia. Entonces, la junta creó un
nuevo gabinete encabezado por el coronel Georgios Papadopoulos. El general
Georgios Zoitakis fue nombrado virrey y regente. El 15 de marzo de 1968,
Papadopoulos presentó el borrador de una nueva Constitución, más tarde revisada
y ratificada por referéndum.
A partir de entonces, el denominado
‘régimen de los coroneles’ continuó en una línea de autoritarismo, arrestando a
cientos de oponentes. Tras investigar las denuncias sobre la utilización de
métodos de torturas con los prisioneros políticos, la Comisión de Derechos
Humanos del Consejo de Europa resolvió que ésa era una ‘práctica ordinaria’ del
gobierno. Grecia abandonó el Consejo antes de que se produjera su expulsión del
mismo. Sin embargo, el gobierno logró en 1970 entablar relaciones más estrechas
con los países comunistas, incluida la República Popular China.
A principios de la década de 1970,
el gobierno restauró algunos de los derechos civiles que la junta había
suspendido al tomar el poder. El 1 de junio de 1973, abolió la monarquía,
proclamó la república y designó a Papadopoulos presidente de la misma hasta
1981. Después de su investidura en agosto, éste otorgó una extensa amnistía
para los delitos políticos y prometió la celebración de elecciones en 1974. Un
gabinete civil tomó posesión en octubre.
6.6.12
|
Caída de la Junta
|
Las revueltas estudiantiles del otoño de
1973 contra el gobierno llevaron al gobierno a decretar de nuevo la ley marcial.
El 25 de noviembre, los militares derrocaron a Papadopoulos, que no había
conseguido mantener el orden, y nombraron al general Phaedon Ghizikis
presidente. El golpe que expulsó al arzobispo Makarios de la presidencia de
Chipre, y la consiguiente invasión turca de la isla, llevaron a la junta a
retirarse en julio de 1974. Ghizikis rescató a Karamanlís de su exilio para
formar el que sería primer gobierno civil desde 1967. Tras las elecciones de
noviembre, Karamanlís, al frente del partido Nueva Democracia, formó un nuevo
gobierno; Ghizikis dimitió en diciembre. El referéndum para restaurar la
monarquía resultó negativo y en junio de 1975 se aprobaba una nueva
Constitución republicana.
6.6.13
|
Renovación de los
lazos con Europa
|
En noviembre de 1977, el gobierno
convocó elecciones generales para decidir la futura entrada de Grecia en la
Comunidad Económica Europea y la tensa relación con Turquía sobre Chipre y los
derechos del petróleo. Ganó el partido Nueva Democracia, aunque sólo obtuvo una
pequeña mayoría en el Parlamento. El Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK),
dirigido por Andreas Papandreu, fue la segunda fuerza parlamentaria.
Tras la crisis de Chipre en 1974,
Grecia retiró sus tropas de la OTAN. Por otra parte, se renegociaron en 1975 y
1976 las condiciones para la presencia continuada de las bases militares
estadounidenses en Grecia y, en 1980, el país volvió a ingresar en la OTAN.
Los principales problemas a los que se
enfrentaba el gobierno en la década de 1980, seguían siendo la inflación y la
disputa con Turquía, pero una pronta solución de ambas parecía poco probable.
Karamanlís abandonó su cargo en mayo de 1980 cuando fue elegido presidente. Fue
sucedido por el ministro de Asuntos Exteriores, Georgios Rallis, también de la
Nueva Democracia, quien, en enero de 1981, presidió la entrada de Grecia en la
Comunidad Económica Europea (hoy, Unión Europea). En las elecciones
parlamentarias del octubre siguiente, el PASOK obtuvo una victoria decisiva y
Papandreu se convirtió en el primer jefe de un gabinete socialista del país. En
marzo de 1985, Khristos Sartzetakis, juez del Tribunal Supremo que tenía el
respaldo del PASOK, fue elegido para suceder a Karamanlís como presidente de la
República.
Papandreu perdió la mayoría parlamentaria
en las elecciones de junio de 1989. Tzannis Tzannetakis, de la Nueva
Democracia, se convirtió en primer ministro en coalición con los comunistas.
Después de un periodo de transición, las elecciones de abril de 1990 dieron
como resultado una mayoría conservadora, en la que el líder de la Nueva
Democracia presidía el gobierno. En octubre de 1993, Papandreu regresó al poder
al ganar el PASOK 170 de los 300 escaños en las elecciones parlamentarias. Las
elecciones presidenciales indirectas tuvieron lugar en marzo de 1995. Kostis
Stefanopoulos, el candidato apoyado por el PASOK, fue elegido nuevo presidente
de Grecia para reemplazar a Karamanlís, que había servido dos mandatos en el
cargo. Por otro lado, en enero de 1996, Costas Simitis sucedió a Andreas
Papandreu como jefe de Gobierno.
Tras la división de Yugoslavia en
1991, la república yugoslava de Macedonia, en la frontera norte de Grecia,
declaró su independencia y obtuvo el reconocimiento de las Naciones Unidas bajo
el nombre de Ex-República Yugoslava de Macedonia. Estos cambios provocaron un
enfrentamiento directo con Grecia, cuyo gobierno se oponía al nombre y símbolos
del nuevo estado, sosteniendo que eran propios del histórico reino de
Macedonia. La administración macedónica alegó que el nuevo país era un Estado
Moderno en el que la mayoría de los habitantes eslavos se consideraban
macedonios y que no albergaba pretensiones sobre la región griega del norte de
Macedonia. La disputa terminó con el bloqueo económico de la Ex-República
Yugoslava de Macedonia por parte de Grecia a principios de 1994. Esto
contribuyó a la desestabilización de la frágil república, mientras que la
mediación internacional no consiguió resolver la disputa. Gracias a la
mediación internacional, los ministros de Asuntos Exteriores de Grecia y la
Ex-República Yugoslava de Macedonia firmaron un acuerdo provisional sobre
relaciones mutuas, en el que se reconocían las fronteras existentes y se
establecían vínculos diplomáticos. Grecia levantó el embargo impuesto, y la
Ex-República Yugoslava de Macedonia eliminó de su bandera el escudo adoptado
tras la independencia, el Sol de Vergina, y que los griegos consideraban
patrimonio suyo. Las negociaciones continuaron con el fin de determinar el
nombre oficial de la antigua república yugoslava.
Grecia también se involucró en las
disputas con Albania tras la caída del régimen comunista en ese país. El
conflicto reavivó la cuestión de la minoría griega existente en Albania.
Mientras que Atenas proclamaba que esta población estaba sujeta a persecuciones,
el gobierno albanés aseguró que los círculos nacionalistas de Grecia estaban
provocando la crisis y buscaban anexionar las regiones del sur de Albania,
conocidas en Grecia como Epiro Norte. En ese ambiente de tensión, las tropas
griegas abrieron fuego contra refugiados albaneses, miles de trabajadores
ilegales albaneses fueron expulsados de Grecia y cinco líderes de minorías
griegas en Albania, acusados de espionaje y tráfico de armas, fueron
encarcelados. En marzo de 1995 la policía griega arrestó a miembros de un grupo
terrorista de ideología ultraderechista, el Frente de Liberación de Epiro
Norte, cuyos miembros reivindicaron el asesinato de varios soldados albaneses.
Estos arrestos fueron vistos como un intento por reducir la tensión con Albania.
Durante el conflicto bélico que se
desencadenó a raíz de la crisis de Kosovo, las autoridades griegas mantuvieron
una actitud equidistante: en tanto que miembro de la OTAN, el gobierno colaboró
con los países de la Alianza en su estrategia contra el régimen de Slobodan
Milosevic; pero en tanto que nación vecina de Serbia, con la que de manera
tradicional ha mantenido fuertes vínculos (ambos países tienen poblaciones
mayoritariamente cristianas ortodoxas), intentó alcanzar una solución negociada
que garantizara la coexistencia pacífica en la región.
Stefanopoulos fue reelegido mayoritariamente
presidente de la República por los miembros del Parlamento, el 8 de febrero de
2000. Un mes más tarde, el PASOK, con el 43,7% de los votos emitidos, obtuvo
una victoria mínima que, no obstante, dado el sistema electoral griego, le
permitió alcanzar la mayoría absoluta y a Costas Simitis mantenerse al frente
del gobierno. Por su parte, la conservadora Nueva Democracia logró el 42,7% de
los sufragios.
La hegemonía socialista vio su fin tras los
comicios del 7 de marzo de 2004. En ellos, el PASOK, ahora liderado por el
ministro de Asuntos Exteriores, Yorgos Papandreu (hijo de Andreas Papandreu),
fue derrotado por Nueva Democracia, cuyo candidato, Costas Karamanlís, sucedió
a Simitis en la jefatura del gobierno tres días después. En febrero de 2005, el
Parlamento eligió presidente del país a Karolos Papoulias, el cual tomó
posesión del cargo, sustituyendo a Kostis Stefanopoulos, el 12 de marzo. El 19
de abril de ese mismo año, la cámara aprobó por mayoría absoluta el texto de la
Constitución europea, emanada el año anterior, y se convirtió en uno de los
primeros países que ratificaba la llamada a ser Carta Magna de la Unión
Europea.
La sociedad griega vivió trágicos momentos
en el verano de 2007. Como consecuencia de los millares de incendios forestales
declarados entre junio y agosto en diversas zonas (especialmente damnificada
resultó la península del Peloponeso), el país padeció una situación
catástrófica que, amén de las más de 600.000 hectáreas de terreno calcinadas,
tuvo un elevado coste humano (más de 60 víctimas mortales a finales de agosto y
gran número de personas que perdieron sus hogares). Estos acontecimientos
generaron aceradas críticas al ejecutivo de Karamanlís, acusado de ineficacia
en la gestión de la crisis. Pese al desgaste sufrido por el gobierno como
consecuencia de estos hechos, en las elecciones legislativas del 16 de
septiembre de ese año, la victoria fue para Nueva Democracia, que obtuvo 152
escaños (por 102 del PASOK), lo que permitió a Karamanlís conformar un nuevo
gabinete.
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