Letonia (nombre oficial, Latvijas
Republika, República de Letonia), república situada en el noreste de
Europa, limita al norte con Estonia y el golfo de Riga, un entrante del mar
Báltico, al este con Rusia, al sur con Bielorrusia y Lituania, y al oeste con
el mar Báltico. La superficie de Letonia es de unos 63.700 km². La población
(según estimaciones para 2008) era de 2.245.423 habitantes. Riga, además de ser
la capital y ciudad más importante es también el principal puerto del país.
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TERRITORIO Y
RECURSOS
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El territorio está constituido en su
mayor parte por una llanura poco elevada, que cuenta con algunas alturas moderadas
en el este, la mayor de las cuales apenas supera los 300 m de altitud. En
el paisaje quedan numerosos rastros de antiguas glaciaciones, como lagos,
arroyos, pantanos y turberas. La línea de costa (531 km) es relativamente
rectilínea, con numerosas playas arenosas. El río más importante es el Daugava,
que nace en Rusia. En él se encuentran las principales centrales
hidroeléctricas del país. El 45,5% del territorio de Letonia se encuentra
cubierto por bosques, sobre todo pinos, abetos, abedules y álamos blancos.
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CLIMA
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El clima está dominado por influencias
marinas, aunque en la parte oriental de la república hay condiciones más
continentales, con mayores variaciones climáticas; en el oeste los veranos son más
frescos y los inviernos más suaves. La nieve cubre Letonia de dos a más de
cuatro meses al año. Los veranos son cálidos, con una temperatura media de 25
°C. Son comunes en el país los ciervos, los jabalíes y una gran cantidad de
aves, entre las que se encuentra la cigüeña negra.
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TEMAS
MEDIOAMBIENTALES
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Al igual que la mayoría de las
antiguas repúblicas de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS),
Letonia sufre el nocivo legado medioambiental de décadas de equivocada gestión
ecológica y medioambiental. La política económica soviética favoreció la rápida
creación de industrias pesadas que generan más polución que las industrias
ligeras. El gobierno soviético no aplicó jamás tecnologías de control de las
emisiones y la polución industrial sigue siendo un problema a causa de los
altos costos que generaría la puesta al día o sustitución de las tecnologías e
instalaciones existentes.
Empresas industriales, agrícolas y municipales
han provocado niveles peligrosos de polución del agua. La polución del agua es
especialmente grave en el Dvina Occidental y en el golfo de Riga a causa de la
entrada de las aguas residuales no tratadas de Riga, que no posee una adecuada planta
de tratamiento, y de los desagües industriales de las fábricas que se
encuentran a lo largo del Dvina Occidental y de sus afluentes. Además, los
productos químicos y petrolíferos en las bases militares han contaminado el
suelo y el agua subterránea.
La polución del aire en Letonia es
especialmente fuerte cuando no hay viento y los días están nublados. Los
principales causantes de la polución del aire son el dióxido de azufre, el
amoníaco, el fenol, el formaldehído y los óxidos de nitrógeno. Letonia sufre
elevados niveles de lluvia ácida que han defoliado más de la mitad de los
árboles del país. Además, la extracción de las reservas de turba sigue dañando
los hábitats de flora y fauna. En 2005, el 45,5% de la superficie total del
país estaba arbolado. Los asuntos medioambientales comenzaron a debatirse
públicamente a finales de la década de 1980, como parte del movimiento
independentista de Letonia. El gobierno ha declarado protegido el 13,7% (2007)
de la superficie nacional y ha ratificado acuerdos medioambientales
internacionales relativos a polución del aire, biodiversidad, cambio climático,
especies en peligro de extinción, vertidos peligrosos, protección de la capa de
ozono, polución naval y humedales.
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POBLACIÓN
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El 58% de la población está
integrada por letones, la nacionalidad oficial de la República. Es un pueblo
báltico que habla una lengua indoeuropea relacionada con el lituano. Antes de
que en 1940 fuera anexionada por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas,
suponían tres cuartas partes de la población. La minoría más importante es la
formada por los rusos, 30% de la población, que habitan sobre todo en las áreas
urbanas. Otras minorías presentes son bielorrusos (4%), ucranianos (3%),
polacos (2%) y lituanos (1%). La religión más profesada por los letones es el
luteranismo. También se practican otros cultos, como el catolicismo, en el este
de Letonia.
El grado de urbanización es muy
elevado. El 66% de la población vive en áreas urbanas, y cerca de un tercio de
la misma en Riga, con 735.241 habitantes según estimaciones para 2004. Otras
ciudades importantes son Daugavpils (111.231 habitantes) y Liepāja (86.496
habitantes). Un buen número de ciudades y pequeñas poblaciones se localiza
junto a los ríos, canales y áreas costeras del país. La esperanza de vida al
nacer en 2008 era de 71,9 años. La densidad de población es de 35 habitantes
por kilómetro cuadrado.
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ECONOMÍA
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Los sectores principales de la economía son
la industria y las manufacturas, que en 2006 supusieron el 11,80%
respectivamente del producto interior bruto; el PIB fue ese año de 20.116
millones de dólares, lo que suponía una renta per cápita de 8.793,70 dólares
(según datos del Banco Mundial). Letonia es un importante productor de
maquinaria ferroviaria para trenes eléctricos y bienes de consumo como aparatos
de radio y frigoríficos o refrigeradores. Otros productos son acero, alimentos
procesados y textiles (especialmente de lana). El centro regional financiero es
Riga. Hay tres puertos importantes: Riga, Ventspils y Liepāja.
Las principales actividades agropecuarias
son la ganadería y la producción láctea. Entre los cultivos encontramos
cereales, patatas (papas), lino y remolacha azucarera. Tienen importancia
económica las capturas de pescado (151.160 toneladas en 2005), sobre todo de
bacalao y arenque. Letonia es una importante fuente de productos forestales,
como el papel o la madera cortada. Los recursos minerales con que cuenta son
turba, grava, arena y caliza.
Los dirigentes letones promovieron la
independencia económica al abandonar el rublo ruso. El rublo letón, el rublis
(que fue emitido por primera vez en mayo de 1992 como una moneda de transición designada
para compensar la falta de rublos rusos en el país), se convirtió en la moneda
oficial de Letonia en mayo de 1993. Más tarde, ese mismo mes, el lat (la nueva
moneda del país) comenzó a sustituir al rublis como la única legal. En 2006 un
dólar estadounidense equivalía a 0,60 lat.
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GOBIERNO
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La actual República de Letonia es la
sucesora legal de la república independiente del mismo nombre que existió desde
1918 hasta 1940. La Constitución de 1922 es el documento legal supremo
reconocido en el país, aunque en un futuro cercano está previsto realizar
revisiones constitucionales.
La Dieta de Letonia (denominada
Saeima) es un cuerpo unicameral compuesto por 100 miembros, elegidos por
votación popular para periodos de cuatro años. La Dieta elige un presidente que
actúa como jefe del Estado durante cuatro años. Con la aprobación de la Dieta
este presidente nombra al primer ministro y al gobierno, quienes se encargan de
las tareas diarias de gobierno.
Las leyes electorales no reconocían el
derecho al voto a etnias no lituanas, con el fin de restringir la presencia
política de ciudadanos rusos. Así, en 1993, sólo pudieron votar los ciudadanos
de Letonia que lo fueran antes de 1940 y sus descendientes. Otros habitantes
necesitan pasar unos requerimientos de residencia para obtener la ciudadanía y
aprobar un examen de conocimiento del letón. La Saeima aprobó en agosto de 1994
una nueva ley que reconocía a otras etnias sus derechos políticos.
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HISTORIA
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Los pueblos letones se establecieron en
lo que hoy es Letonia durante el siglo IX d.C. Desde el siglo XIII
Letonia ha estado dominada sucesivamente por alemanes, polacos, suecos, daneses
y rusos. Cruzados alemanes comenzaron a convertir al cristianismo a los pueblos
bálticos a comienzos del siglo XIII y desde 1237 hasta 1561 Letonia fue
una parte de Livonia, bajo dominio de los Caballeros Teutónicos. Cuando en 1561
Livonia se fragmentó, Polonia absorbió las provincias de Latgale y Vidzeme al
norte del río Daugava. Las provincias de Kurzeme y Zemgale, al sur y al oeste,
se convirtieron en Curlandia, un ducado independiente bajo control polaco.
Suecia conquistó Riga y Vidzeme en 1621 pero perdió ambas ante Rusia a
comienzos del siglo XVIII. Hacia 1795, después de las sucesivas
reparticiones de Polonia en 1772, 1793 y 1795, Rusia pasó a controlar toda
Letonia.
Aunque a comienzos del siglo XIX
los rusos abolieron la servidumbre en Letonia (existente desde la dominación
alemana) la clase terrateniente alemana y rusa mantuvo un sistema autocrático.
Sin embargo, los letones fueron capaces de trabajar por su completa liberación
a través de asociaciones políticas y culturales. La Revolución Rusa les
proporcionó la oportunidad deseada, y el 18 de noviembre de 1918, Letonia se
proclamó república independiente. Más tarde, las tropas bolcheviques tomaron
Riga y sustituyeron el gobierno letón por un régimen apoyado por los
soviéticos. Después que las tropas aliadas y nacionales expulsaran a las rusas
de Letonia en 1920, un tratado de paz entre Letonia y Rusia estipulaba que esta
última respetaría la soberanía letona.
En la década de 1930 Letonia
adoptó una posición neutral que se prolongó hasta el comienzo de la
II Guerra Mundial. El 5 de octubre de 1939, Letonia firmó un tratado de
asistencia mutua con la URSS, y posteriormente un convenio de reparaciones con
Alemania. En junio de 1940, tras la caída de Francia, la URSS acusó a Letonia
de formar (junto a la vecina Estonia) una alianza militar secreta anti
soviética y sus fuerzas ocuparon el país. Se instaló un régimen comunista tras
unas elecciones supervisadas por el Ejército Soviético, y el 5 de agosto de
1940, Letonia se convirtió en una república constituyente de la URSS. Fue
ocupada por Alemania desde 1941 hasta 1945, momento en que pasó a formar parte
de la URSS. La resistencia letona a las medidas administrativas soviéticas,
tales como la colectivización de la agricultura, continuaron durante algún
tiempo, pero hacia 1950 la sovietización era prácticamente completa.
La liberalización política en la URSS
durante los últimos años de la década de 1980 provocó el despertar del
nacionalismo letón. Tras la caída del comunismo y la fragmentación de la URSS
en agosto de 1991, el gobierno soviético reconoció formalmente la independencia
de Letonia, Estonia y Lituania el 6 de septiembre, y las tres fueron admitidas
en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ese mismo mes. Las primeras
elecciones parlamentarias desde la independencia tuvieron lugar en Letonia en
junio de 1993. El nuevo Parlamento eligió a un economista, Guntis Ulmanis, como
presidente, en sustitución de Anatolijs Gorbunovs. Las tropas rusas se
retiraron oficialmente el 31 de agosto de 1994, aunque permaneció un pequeño
contingente de 3.000 personas pertenecientes al personal militar ruso. Un
acuerdo firmado entre ambos países daba derecho a Rusia a utilizar una base de
alerta aérea en Skrunda hasta 1998.
En las elecciones legislativas de
septiembre de 1995 triunfó una coalición de fuerzas de centro izquierda, Samnieks,
cuyo líder, Andris Skele, formó gobierno en diciembre. Skele dimitió en enero
de 1997, pero Ulmanis, después de consultar con la Saeima, le confirmó en el
cargo. La renuncia, en mayo, del ministro de Defensa, Andrejs Krastins, dio
lugar a una serie de investigaciones relativas a casos de corrupción, que
culminó, dos meses más tarde, con la caída del gobierno de Skele. Guntars
Krasts, hasta entonces ministro de Economía, fue invitado a formar gabinete por
Ulmanis. En noviembre de 1997, la Saeima aprobó una enmienda constitucional que
ampliaba de tres a cuatro años la duración del mandato presidencial y de la
legislatura.
En octubre de 1998 los letones
acudieron a las urnas para renovar los 100 escaños del Parlamento y para votar
en un referéndum que debía ratificar la liberalización de la ley de ciudadanía
vigente. El Parlamento saliente, ante la presión de Rusia y de la Organización
para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) aprobó en julio de ese año una
enmienda a la ley de ciudadanía para permitir que los hijos de los rusos
nacidos en la república después de 1991 puedan convertirse en ciudadanos con
plenos derechos. Sin embargo, los partidos de derecha lograron el número de
firmas necesarias que exige la Constitución para obligar a someter esa ley a
referéndum. Los llamamientos de los principales partidos, las amenazas de
sanciones de Moscú y las presiones de la Unión Europea y de la OTAN dieron
resultado: el 53% apoyó las enmiendas a la ley de ciudadanía por las que
pasarían a ser letones los niños rusos nacidos después de la independencia, en
1991, a la vez que se facilitaba al resto la obtención de la nacionalidad.
Un mes después de las elecciones
de octubre de 1998 se formó un gobierno de coalición de tres partidos, a cuyo
frente se encontraba Vilis Kristopans, de la formación centrista Vía Letona. El
Partido Popular obtuvo 24 escaños en la Saeima, pero finalmente, tras
prolongadas negociaciones, no formó parte de la coalición. El primer ministro
saliente, Krasts, fue nombrado viceprimer ministro. En abril de 1999 fue
abolida la pena de muerte, y en julio de ese mismo año, elegida por la cámara,
Vaira Vike-Freiberga se convirtió en la primera mujer que accedía a la jefatura
de Estado en un antiguo país comunista de Europa del Este. Una de las primeras
disposiciones de la presidenta fue vetar un proyecto de ley que iba a convertir
al letón en lengua oficial del Estado (discriminando, por tanto, a la minoría
rusa) y que ya había suscitado protestas desde Rusia y la Unión Europea. Tras
la dimisión de Kristopans, también motivada por el fracaso de su ejecutivo en
la resolución de los crecientes problemas económicos, la jefatura de gobierno
recayó en Skele, quien se comprometió a revisar la ley lingüística. La disputa
surgida en torno a la futura dirección de la Agencia de Privatización Letona,
finalizó con la ruptura de la coalición gubernamental. Se forjó otra y Andris
Berzins, alcalde de Riga, pasó a ser primer ministro. El nuevo equipo
ministerial, integrado por miembros del Partido Popular, Vía Letona, Patria y
Libertad, y Nuevo Partido, fue aprobado por la Saeima a comienzos de mayo de
2000. El panorama político comenzó a cambiar desde finales de ese año, y las
elecciones municipales de marzo de 2001 indicaron el incremento de respaldo a
la oposición de cara a los comicios generales previstos para el 5 de octubre de
2002. En mayo de este año, el Parlamento votó a favor del cambio de la ley que
exigía que los candidatos a diputado hablaran letón. Esta disposición se había
convertido en un obstáculo para la futura adhesión del país a la Unión Europea
(UE); días después, esta organización, con la que Letonia había comenzado a
negociar en 1995 su posible incorporación, fijó en 2004 el año de ingreso en su
seno de este país.
Las antedichas elecciones de octubre de 2002
dieron la victoria al recientemente fundado partido Nueva Era, grupo centrista
que obtuvo 26 escaños y cuyo líder, Einars Repse, accedió al cargo de primer
ministro de un nuevo gobierno de coalición de centro-derecha. El programa
electoral de Repse había tenido como pilares básicos la reducción de impuestos
y el ingreso del país en la OTAN y en la UE. En 2003, Letonia dio los últimos
pasos para incorporarse a esta última: el 16 de abril firmó en Atenas, junto a
otros nueve países, el Tratado de Adhesión a dicha entidad; y el 20 de
septiembre siguiente, se celebró un referéndum en el que el 67% de los votantes
letones dio el “sí” al futuro ingreso del país en la UE.
La ruptura de la coalición
gubernamental, entre enero y febrero de 2004, provocó una crisis en el gabinete
que motivó la dimisión de Repse al mes siguiente, cuando Indulis Emsis (líder
de una alianza de verdes y agraristas) pasó a ser el primer ministro de un
nuevo gobierno de coalición (del que formaron parte los populares). Durante ese
año 2004, Letonia se convirtió en miembro de la OTAN (29 de marzo) y de la UE
(1 de mayo). En diciembre, Aigars Kalvitis, del Partido Popular, sustituyó a
Emsis como primer ministro. El 2 de junio de 2005, la Saeima ratificó el
contenido de la Constitución europea, la llamada a ser Carta Magna de la UE.
El 8 de julio de 2007, tras
su elección parlamentaria el anterior 31 de mayo, Valdis Zatlers sucedió a
Vaira Vike-Freiberga en la presidencia del país. En diciembre de ese año, tras
dimitir Kalvitis, el liberal Ivars Godmanis, miembro de Vía Letona, pasó a
encabezar un nuevo gobierno.
4.3
Minería
Islandia tiene pocos recursos
minerales, así que es difícil su desarrollo rentable. Los minerales de valor
comercial son la arena conclúfera, la perlita, la piedra pómez y la diatomita,
la cual se refina a partir del barro de diatomeas extraído del lago Mývatn.
4.4
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Industria
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Aparte de la transformación del
pescado, las industrias tradicionales son principalmente de pequeña escala y
están ajustadas al mercado interior. Los productos principales son abonos,
ropas, zapatos, jabones y productos químicos. La industria editorial y la
producción de aparatos eléctricos también son importantes. Por otro lado, las
mayores instalaciones orientadas a la exportación que producen diatomita,
aluminio (a partir de bauxita importada) y ferrosilicio se han establecido
desde la década de 1960 por empresas extranjeras gracias a la ventaja que
supone disponer de recursos energéticos baratos.
4.5
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Energía
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Islandia tiene un vasto potencial
energético. Se estima que sólo se ha aprovechado hasta ahora una décima parte
del potencial de energía hidroeléctrica de sus ríos y un 5% de su potencial de
energía geotérmica. El 83,90% de la electricidad se produce en instalaciones
hidroeléctricas. La producción total en 2003 fue de 8.354 millones de KWh,
basada en la capacidad de generación instalada, de más de 1 millón de kW. El
agua caliente de los manantiales se aprovecha para la calefacción de las casas,
el cultivo en invernaderos y para algunas actividades industriales.
4.6
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Moneda y banca
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La unidad monetaria de Islandia es la
króna (corona), que consta de 100 aurar (céntimos). En 2006, 70,20 coronas
equivalían a 1 dólar estadounidense. En 1981 el gobierno introdujo una nueva
corona, equivalente a 100 coronas antiguas. Este cambio formó parte de los
esfuerzos por controlar la inflación, al que siguieron varias devaluaciones de
la corona, durante la década de 1980 y comienzos de la de 1990, la última fue
en 1992. El banco central (1961), propiedad del Estado, emite la moneda. Para
cumplir con los requisitos del mercado interno de la Unión Europea (UE), el
gobierno ha reducido considerablemente los fuertes controles previos sobre el
sector bancario y financiero desde mediados de la década de 1980. Sin embargo,
todavía posee dos de los tres bancos comerciales; los cuatro bancos de
propiedad privada se fusionaron en 1989-1990 para formar Íslandsbanki.
4.7
|
Comercio exterior
|
El valor anual de las
importaciones es normalmente mayor que el de sus exportaciones. En 2004 las
importaciones supusieron unos 3.644 millones de dólares anuales, y las
exportaciones ascendieron a 2.821 millones de dólares. Las principales
importaciones se componen de petróleo refinado, maquinaria, equipos de
transporte, tejidos y ropas, productos químicos, manufacturas básicas y
productos alimenticios. La pesca y los productos pesqueros forman el 80% de los
ingresos anuales por exportación; los metales no ferrosos suponen el 9% del
total. Se realizan relaciones comerciales con Reino Unido, Estados Unidos,
Alemania, Dinamarca, Holanda, Suecia, Francia, Noruega, Italia y Japón.
4.8
|
Transporte y
comunicaciones
|
Islandia tiene 12.972 km de carreteras,
principalmente localizadas en áreas costeras. Sólo 2.682 km están
pavimentados, entre los que se encuentran la mayor parte de la Hringvegur
(carretera de circunvalación) que forma un círculo alrededor de la isla de
1.440 km. En 2004 había 685 vehículos por cada mil habitantes, de los
cuales 601 eran automóviles. La isla no tiene ferrocarriles ni ríos navegables.
El país tiene varios puertos entre los que destacan Akranes, Keflavík,
Reykjavík y Siglufjördur. La compañía Icelandair proporciona el servicio aéreo
interior e internacional.
Se publican 3 periódicos diarios en
Reykjavík y Akureyri, con una tirada diaria de 93.000 ejemplares. El gobierno
posee y administra los servicios telefónicos y telegráficos. El monopolio
estatal sobre las transmisiones de radio y televisión a través del Servicio de
Radiodifusión Nacional Islandés finalizó en 1986; en 1993 estaban en servicio
ocho estaciones o emisoras de radio y un canal de televisión de propiedad
privada. En 1999, el país contaba con 300.000 aparatos de radio y 143.000
televisores.
5
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GOBIERNO
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Islandia se gobierna por la
Constitución que entró en vigor cuando el país obtuvo la plena independencia el
17 de junio de 1944. No tiene fuerzas armadas a excepción de 130 miembros de la
guardia costera, pero es miembro de la Organización del Tratado del Atlántico
Norte (OTAN). En junio de 1993, había 3.000 militares de Estados Unidos en la
base aérea de Keflavík según el acuerdo bilateral firmado en 1951.
5.1
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Poder ejecutivo
|
El jefe del estado de Islandia es
el presidente, que se elige cada cuatro años por sufragio universal por los
habitantes mayores de 18 años. La Constitución confiere el poder ejecutivo al
presidente y a un consejo de ministros, aunque en la práctica es sólo éste
último el que ejerce el poder ejecutivo. Un primer ministro dirige el gabinete,
que es responsable ante el Parlamento.
5.2
|
Poder legislativo
|
El órgano legislativo de Islandia es el
Althing, que se ha reunido casi de continuo desde el 930 d.C., y que pasó
de ser un órgano bicameral a contar con una sola cámara en 1991. Tiene 63
miembros, 54 elegidos para un periodo de cuatro años bajo un sistema de
representación proporcional y 9 asignados a los partidos políticos según sus
resultados electorales.
5.3
|
Partidos políticos
|
Los partidos tradicionales de Islandia, formados
antes de 1930, son el Partido del Progreso (agrario reformista), el Partido de
la Independencia (conservador) y el Partido Popular (socialdemócrata); la
Alianza Popular (de tendencia socialista), se constituyó en 1956. En la década
de 1980 el sistema cuatripartito empezó a resquebrajarse; así, en 1983 se formó
la feminista Alianza de las Mujeres, y en 1987 el Partido de los Ciudadanos,
agrupación disidente del Partido de la Independencia de carácter populista y
existencia efímera.
5.4
|
Gobierno local
|
La unidad local básica es el municipio,
gobernado por un consejo electo. En 1992 Islandia tenía 197 municipios, de los
que 31 son ciudades. Las elecciones en áreas urbanas son por representación
proporcional; en los municipios rurales por simple mayoría.
5.5
|
Poder judicial
|
El tribunal superior de Islandia es el
Tribunal Supremo, formado por un juez principal y otros siete jueces elegidos
por el presidente. En 1992 la jurisdicción de casos civiles y criminales se transfirieron
desde los juzgados provinciales a ocho nuevos tribunales de distrito, que
separan la magistratura del enjuiciamiento. Además de los tribunales de
distrito existen tribunales especiales.
6
|
HISTORIA
|
Algunos monjes irlandeses llegaron a
Islandia antes del 800 d.C., pero la isla estuvo básicamente sin colonizar
hasta el 870. El vikingo noruego Ingolfr Arnalson y su mujer fueron los
primeros colonizadores permanentes, estableciéndose en Reykjavík en el 874.
Durante los siguientes 60 años, otros colonizadores llegaron a la isla
principalmente desde Noruega, pero también de otros países nórdicos y de las
islas Británicas. Hacia el 930, y paralela a la independencia, se desarrolló el
Althing, asamblea de hombres libres, que actuó como órgano de gobierno.
6.1
|
Estado acéfalo
|
El régimen establecido carecía de autoridad
ejecutiva o jefe de Estado. Los poderes legislativo y judicial eran ejercidos por
el Althing, pero la aplicación era responsabilidad de la parte agraviada, a
veces asistido por los godi, poderosos jefes religiosos que en la
práctica constituían la clase dirigente. Sin embargo, el Estado prosperó
durante más de 300 años. El terreno tenía recursos abundantes de pesca, focas y
aves, y suficiente terreno de cultivo. Los comerciantes islandeses mantuvieron
relaciones comerciales con Escandinavia, el continente europeo y las Islas
Británicas, y la cultura floreció en una edad de oro que produjo el gran
conjunto de literatura medieval islandesa. A finales del siglo X los islandeses
colonizaron Groenlandia, y a comienzos del siglo XI, según la tradición, Leif
Ericson, llegó al continente americano, denominando Vinland a las costas
avistadas, pero el intento de colonización se frustró.
El cristianismo fue adoptado en el
siglo X y en el 1000 d.C., el Althing decidió la conversión forzosa de
todos los islandeses. Esta aparición de la Iglesia desestabilizó la autoridad
secular; en primer lugar, socavó la antigua estructura de poder dominada por el
Althing y además supuso la irrupción de potencias extranjeras que apoyaron a la
Iglesia en su pugna con los poderes seculares. Islandia estuvo bajo la
archidiócesis de Nidaros (hoy Trondheim), en Noruega y en 1262 el rey Haakon IV
el Viejo de Noruega se aprovechó de la situación interna del país y fue
reconocido como rey por los islandeses.
6.2
|
Decadencia
|
El dominio noruego trajo consigo una
fuerte decadencia de las fortunas islandesas, tendencia que se mantuvo cuando
Islandia (entonces dependencia noruega), acompañó a ésta en su unión en 1380 a
Dinamarca, que buscaba expandir su navegación y comercio, y no quiso que el
lucrativo comercio de pescado islandés tuviera como destino Inglaterra o
Alemania, los dos países que tenían el mayor interés en la isla. De forma
gradual, la corona danesa redujo sus actividades comerciales en Islandia, y
hacia mediados del siglo XVI había expulsado a casi todos los comerciantes
extranjeros. Al mismo tiempo, Dinamarca interfirió progresivamente en otras
esferas de la vida islandesa. Desde 1540 se impuso el luteranismo en la isla, a
pesar de la fuerte resistencia, que se mantuvo hasta la ejecución sin juicio
del obispo católico, Jón Arason, y dos de sus hijos en 1550. En 1602 se
estableció el monopolio danés sobre el comercio de Islandia. Desde esa fecha
hasta 1787, se permitió el comercio con Islandia sólo a los comerciantes con
licencia, la cual era concedida exclusivamente por la corona. Como
consecuencia, los precios de los artículos de primera necesidad, como grano,
madera y productos de metal subieron vertiginosamente, mientras los productos
islandeses (en su mayoría pesca y lana) eran infravalorados a causa de que sus
precios eran fijados por los mismos comerciantes. A largo plazo, el sistema de
opresión económica redujo a Islandia a la miseria.
6.3
|
Autocracia
|
En 1661, el rey Federico III
implantó la monarquía absoluta en Dinamarca y Noruega; al año siguiente los
dirigentes islandeses se vieron forzados, bajo amenaza de intervención armada,
a aceptar tal régimen. Se sucedieron con rapidez la derogación de los poderes
legislativos del Althing y la supresión de su función judicial. El país quedó
despojado de todo poder político.
Durante el siglo XVIII, Islandia
alcanzó el umbral de su decadencia. Se estima que al final de la época de
colonización, en el 930, vivían entre 60.000 y 90.000 personas en el país; en
los primeros años del siglo XVIII, cuando se realizó el primer censo
nacional, la población había descendido a 50.000 habitantes. Una serie de
desastres (entre las que se cuentan una epidemia de viruela entre 1707 y 1709,
las hambrunas de mediados de siglo y la erupción del volcán Laki en 1783)
redujo la población a unos 35.000 habitantes, la mayor parte empobrecidos.
Dinamarca contempló seriamente la posibilidad de evacuar a los islandeses
supervivientes a las tierras baldías de la península de Jutlandia.
6.4
|
Momento crucial
|
Desde mediados del siglo XVIII,
sin embargo, la situación empezó a cambiar. Poco después de mitad del siglo un
funcionario islandés estableció algunas industrias domésticas en Reykjavík, que
por aquel entonces sólo estaba constituido por un grupo de cabañas. Aunque su
esfuerzo fracasó finalmente, inspiró otros intentos que mejoraron las
condiciones del país. El primer signo tangible de tal evolución fue la
modificación del monopolio comercial en 1787, al permitirse el comercio con
cualquier súbdito danés.
Aunque el siglo XIX comenzó con la
supresión de funciones del Althing, finalmente se convirtió en la edad del
resurgimiento islandés. Los movimientos revolucionarios en el continente
europeo forzaron a un cambio político en Dinamarca, y pronto los islandeses
también empezaron a exigir con fuerza sus derechos nacionales. En este
conflicto tuvo un papel destacado el político Jón Sigurdsson, hoy venerado como
héroe nacional. El Althing fue restablecido en 1843, el comercio quedó abierto
a todas las naciones en 1854, y 20 años después se promulgó una Constitución,
que otorgaba al Althing el control parcial sobre la economía nacional.
6.5
|
Progreso rápido
|
Hasta este momento la economía
islandesa había seguido siendo básicamente medieval, pero con la autoridad
financiera establecida dentro del país, empezó a modernizarse a un paso
relativamente rápido. Al mismo tiempo, el conflicto por la independencia continuaba;
en 1904 Islandia alcanzó el autogobierno, y en 1918 fue finalmente reconocida
como un Estado independiente, solo unido nominalmente a la corona danesa,
aunque Dinamarca conservara de hecho el control de la política exterior. Según
este Tratado de Unión, cualquiera de los dos Estados tenía el derecho a revocar
el acuerdo transcurridos 25 años. Durante el periodo de entreguerras nacieron
los modernos partidos políticos y se hicieron progresos significativos, a pesar
de los años de escasez que supuso la Gran Depresión, durante la década de 1930,
que también afectó a Islandia.
Cuando Dinamarca fue ocupada por la
Alemania nacionalsocialista en 1940, Islandia quedó aislada. Un mes después la
isla fue ocupada, en esta ocasión por las tropas británicas. En mayo de 1941 el
gobierno islandés nombró a Sveinn Bjornsson, un antiguo ministro islandés en
Dinamarca, como regente.
El Tratado de Unión finalizó en
1943 y, ante la imposibilidad de renegociarlo, los islandeses decidieron actuar
unilateralmente para no renovarlo. En un plebiscito celebrado a comienzos de
1944, con una participación del 98,6% de los electores, el 97,3% votó romper
con todos los lazos que unían a Islandia con Dinamarca, tras lo cual se
proclamó la República de Islandia en Thingvöllur el 17 de junio de 1944, con
Sveinn Bjornsson como primer presidente.
6.6
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Libre pero ocupada
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Paradójicamente, Islandia celebró su liberación
final del dominio extranjero mientras estaba todavía ocupada por otra potencia
exterior. En 1941 el gobierno islandés había sido presionado por Gran Bretaña y
Estados Unidos para que aceptara la presencia de fuerzas estadounidenses en su
territorio hasta que finalizara la II Guerra Mundial. Sin embargo,
contrario a las obligaciones contractuales adquiridas, Estados Unidos no retiró
sus fuerzas al final de la guerra. En su lugar, el gobierno estadounidense
solicitó bases militares permanentes en el país, aunque esto fue rechazado.
En 1946 se alcanzó un compromiso
que permitía a Estados Unidos el control del aeropuerto de Keflavík durante
seis años y medio. Sin embargo, en 1949, Islandia se convirtió en miembro
fundador de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y en 1951,
durante la Guerra de Corea, Estados Unidos consiguió permiso para estacionar
tropas en el país, esta vez al amparo de la OTAN. La presencia militar
estadounidense, ininterrumpida desde 1941, ha dividido a la opinión pública de
Islandia, pese a su incondicional apoyo a las democracias occidentales. En
1985, el Althing aprobó por unanimidad una resolución que prohibía la entrada
de armas nucleares en territorio islandés.
Una segunda cuestión planteada desde la
II Guerra Mundial ha implicado a otra democracia occidental, Gran Bretaña.
El deseo por proteger los bancos de pesca y los puestos de trabajo llevó a
Islandia a extender sus aguas territoriales desde las 4 hasta las 12 millas
náuticas (de 7 a 22 km) en 1964 y 50 millas náuticas (93 km) en 1972.
El gobierno británico respondió con el envío de barcos de guerra para proteger
sus barcos de arrastre en las aguas conflictivas; el resultado fueron la dos
primeras guerras del Bacalao que duraron hasta 1973 cuando ambas partes
llegaron a un acuerdo temporal sobre los límites pesqueros. Un mes antes de que
expirara, en octubre de 1975, Islandia extendió el límite hasta las 200 millas
náuticas (370 km). El fracaso para alcanzar un nuevo acuerdo dio origen en
noviembre de 1975 a la tercera y más seria guerra del Bacalao.
En 1976, Islandia rompió temporalmente
relaciones diplomáticas con Gran Bretaña, lo que supuso la primera ruptura
diplomática entre dos países pertenecientes a la OTAN. Al final los británicos
aceptaron el nuevo límite y la retirada de sus barcos de arrastre en diciembre
de 1976 tras largas negociaciones.
El problema económico islandés más grave ha
sido la inflación derivada de los altos salarios y la fluctuación de los
precios del pescado en el mercado mundial. Desde comienzos de la década de 1980
alcanzó una tasa anual del 38% anual, que forzó la devaluación de la corona
islandesa y la introducción de una serie de medidas de austeridad. La inflación
se redujo al 20% en el periodo 1985-1989. Hacia 1993, la inflación sólo
alcanzaba un 4%. Los islandeses disfrutan de un nivel de vida que se encuentra
entre los más altos del mundo. La política islandesa se ha caracterizado desde
1918 por los gobiernos de coalición. Las elecciones legislativas de 1991 dieron
el triunfo a una coalición entre el Partido de la Independencia y el Partido
Popular, que acordaron nombrar primer ministro al líder del primero, David
Oddsson.
La presidenta islandesa, Vigdís
Finnbogadóttir, la primera mujer en el mundo que se convirtió en jefe de Estado
por sufragio universal, fue elegida por vez primera en la década de 1980. Se
mantuvo en el cargo hasta junio de 1996, cuando unas nuevas elecciones
presidenciales dieron la victoria a Ólafur Ragnar Grímsson, de la izquierdista
Alianza Popular. En 2000, el Parlamento concedió un nuevo mandato a Grímsson,
el cual fue reelegido en 2004 por los islandeses para permanecer en el cargo
durante otros cuatro años.
En los comicios legislativos celebrados
en mayo de 1999 la coalición gobernante de centro-derecha revalidó su mayoría.
El conservador Partido de la Independencia, del primer ministro David Oddsson,
obtuvo 26 escaños. En segundo lugar quedaron los socialdemócratas, con 17. De
esta forma, Oddsson inició su tercer mandato consecutivo, pese a que el otro
integrante de la coalición, el liberal Partido del Progreso, vio reducidos a 12
sus representantes en el Parlamento. Una vez expirada la legislatura, que se
caracterizó por el crecimiento económico, en mayo de 2003 los islandeses
volvieron a las urnas. Aunque con menor respaldo que cuatro años antes, la
formación más votada fue de nuevo el Partido de la Independencia (22
diputados). Su socio gubernamental, el Partido del Progreso, conservó sus 12
escaños, lo que permitiría repetir la coalición saliente, con Oddsson al frente
del ejecutivo, pese al incremento del voto socialdemócrata (20 escaños). En
septiembre de 2004, Oddsson fue reemplazado por el líder del Partido del
Progreso, Halldór Ásgrímsson, en virtud del acuerdo alcanzado por ambas
formaciones para rotar la jefatura de gobierno.
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