Sufragio, derecho o
privilegio de voto para elegir representantes políticos o bien aprobar o
rechazar una legislación. El sufragio es una institución política que se
remonta a la antigüedad. En las ciudades Estado de Grecia, se esperaba que
todos los hombres libres (los cuales constituían una minoría dentro de la
población) tomasen parte en el gobierno de su ciudad. En Roma se concedía a los
ciudadanos comunes, que recibían el nombre de plebe, el derecho de elegir
tribunos que intercedieran por ellos cuando consideraban que el gobierno los
había tratado de una forma injusta.
La idea de que el
pueblo que se hallaba bajo un gobierno determinado debía contar con la
posibilidad de elegir a sus dirigentes no obtuvo un respaldo importante hasta
los siglos XVII y XVIII, época en que los filósofos de la Ilustración
defendieron que el autogobierno era un derecho natural de todos los seres
humanos y que los gobiernos derivaban sus justos poderes del consentimiento de
los gobernados. Esta idea ha ejercido gran influencia en la concepción moderna
de sufragio, pero no ha desbancado la otra concepción del término, que defiende
que el sufragio es un privilegio político que la ley otorga y que por lo tanto
está sujeto a ciertas limitaciones. Aunque la tendencia de los gobiernos
modernos ha sido liberalizar los requisitos necesarios para el sufragio a
través de reformas electorales, muchos siguen aplicando algunas restricciones
aparte de los lógicos criterios de ciudadanía y límite de edad, que suele
oscilar entre los 18 y los 21 años. En algunos países las mujeres carecen de
derecho al voto. Uno de los requisitos suele ser la alfabetización, y en muchos
países aquellas personas que hayan sido condenadas por un delito grave pierden
sus derechos electorales o se anula su capacidad para desempeñar cargos
públicos.
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