jueves, 1 de agosto de 2013

Países en vías de desarrollo


Países en vías de desarrollo, término amplio en el que se engloba al conjunto de países en los que, debido a distintas carencias estructurales, una parte importante de su población vive en situación de pobreza, no teniendo acceso a unas condiciones mínimas alimenticias, de salud, educación, vivienda y/o servicios básicos. La definición de país en vías de desarrollo vendría a adaptar, al paso del tiempo, la de ‘país del tercer mundo’, concepto que se acuñó durante la Guerra fría, cuando dos bloques hegemónicos opuestos, el bloque occidental liderado por Estados Unidos (Primer Mundo) y el de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y sus aliados (Segundo Mundo), parecían dominar la política internacional. Dentro de este modelo bipolar, el Tercer Mundo lo componían los países menos desarrollados en materia económica y tecnológica (que no pertenecieran a ningún bloque). Pese a que dentro de este concepto se agrupaban países con desigual nivel de desarrollo, y muy diversos desde el punto de vista político, religioso y cultural, los estados del Tercer Mundo contaban con ciertos rasgos característicos: una proporción importante de su población viviendo bajo el umbral de la pobreza; dependencia económica del exterior; participación secundaria en un sistema internacional dominado por los bloques occidental y soviético; y, en el caso de los países asiáticos y africanos, acceso reciente a la independencia política.
Dentro de la Asamblea General de Naciones Unidas gran parte de los estados del llamado Tercer Mundo se agruparon en torno al ‘movimiento de países no alineados’ con el fin de articular y potenciar demandas comunes (lucha contra el colonialismo y el imperialismo, desarrollo socio-económico de sus pueblos, entre otras), constituyendo un grupo organizado, con una política y un voto consensuado entre sus componentes. Los cambios políticos y económicos que aceleraron el colapso del bloque soviético en la década de 1990 hicieron que el término (Tercer Mundo) fuera menos apropiado para referirse a este conjunto de países. Otro término que se ha utilizado tradicionalmente es el de ‘países subdesarrollados’, pero esta expresión parece poco adecuada por tener asociadas connotaciones negativas.
Si bien no hay un acuerdo sobre el indicador a usar para clasificar a los ‘países en vías de desarrollo’, el más acertado parece ser el índice de desarrollo humano (IDH) del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que incluye tres elementos: expectativa de vida al nacer; producto interior bruto (PIB) per cápita y el grado de instrucción (combinación de la tasa de alfabetismo y el índice de escolarización). No obstante, dentro de este amplio grupo encontramos países como México, Brasil o la India, con un asentado aparato económico, industrial y científico y con un IDH medio/alto (dentro de la definición del PNUD), por su grado de avance relativo (no desprovisto de grandes disparidades interiores). Los países de este grupo de avanzada son denominados también ‘Estados emergentes’. A su vez, en el lado opuesto, nos encontramos estados mucho más atrasados en términos de ingresos, desarrollo humano, vulnerabilidad económica y alimenticia. Naciones Unidas ha creado el término ‘Estados menos desarrollados’ para englobar a estos países y poder enfocar con más éxito su atención y necesidades. Con este fin se creó en diciembre de 2001 la Oficina del Alto Representante para los Estados Menos Desarrollados. A pesar de esta enorme divergencia, se podría señalar como característica común a los países en vías de desarrollo el rezago en términos de desarrollo humano de un segmento importante de su población, característica que en la gran mayoría de los casos va unida a un alto nivel de desigualdad social y a una debilidad institucional e inestabilidad política. En torno a las dos terceras partes de la población mundial habita en países en vías de desarrollo (mayoritariamente en Latinoamérica, África y Asia).



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