martes, 4 de septiembre de 2012

Países: Arabia Saudí



Arabia Saudí (nombre oficial, al-Mamlaka al-’Arabiya as-Sa’udiya, Reino de Arabia Saudí), monarquía de Oriente Próximo que ocupa la mayor parte de la península Arábiga, y que limita al norte con Jordania, Irak y Kuwait; al este con el golfo Pérsico y Qatar; al sureste con los Emiratos Árabes Unidos y Omán; al sur con Yemen, y al oeste con el mar Rojo y el golfo de Aqaba. Las fronteras del sureste y del sur no están bien definidas. Arabia Saudí tiene 2.240.000 km² de superficie. La capital y principal ciudad es Riad.
2
TERRITORIO Y RECURSOS
Aproximadamente más de la mitad de la superficie de Arabia Saudí es desierto: Rub al-Jali, también conocido como el Gran Desierto de Arena o como el Rincón Vacío, se extiende sobre la mayor parte del sureste y más allá de los límites de la frontera meridional. El Rub al-Jali, en gran parte inexplorado, tiene 650.000 km² de superficie. La parte del desierto Sirio que se adentra en el norte de Arabia Saudí y se extiende hacia el sureste es conocida por an-Nafud, una altiplanicie desértica de arena roja que cubre 57.000 km² de superficie. Por otro lado, ad-Dhana es una estrecha prolongación de este desierto que une an-Nafud y el de Rub al-Jali. La región de la meseta central, quebrada al este por una serie de elevaciones, y que se extiende al sur desde an-Nafud, es cruzada por los distintos uadis (wadis) o cursos de agua, la mayor parte del tiempo secos, con la única excepción de la temporada de lluvias. Los límites occidentales de la meseta están delineados por una cadena montañosa que se extiende de noroeste a sureste a lo largo del extremo oriental de las regiones de al-Ḩijāz y Asiria. El punto más alto de Arabia Saudí es Jabal Sawda (3.207 m) y se encuentra en el suroeste del país. Entre esta cadena montañosa, que tiene una altitud de unos 1.220 m de promedio, y el mar Rojo, se encuentra localizada una estrecha planicie costera. En el este y a lo largo del golfo Pérsico se extiende una región baja conocida como al-Hasa que destaca por sus grandes depósitos de petróleo.
2.1
Clima
La mayor parte de Arabia Saudí se caracteriza por el calor extremo y la aridez. La temperatura en Riad en el mes de enero alcanza los 14,4 °C de promedio y en julio de 42 °C. En Jiddah, en los mismos meses, es de 23 °C y 31 °C. La precipitación anual en Riad y Jiddah es de 101 y 81 mm respectivamente de promedio. En el país no existen ríos ni lagos permanentes debido a la aridez general.
2.2
Recursos naturales
Arabia Saudí cuenta con fértiles oasis, muchos de los cuales permiten el establecimiento de pueblos y aldeas, y están esparcidos por los desiertos del país al norte de Rub al-Jali, y con grandes regiones de pastos que se encuentran en ad-Dhana y en la región de la meseta. Los grandes campos petroleros de Arabia Saudí se localizan en las zonas costeras próximas al golfo Pérsico. La vegetación es escasa a causa de la aridez general; hay varios tipos de árboles frutales, entre los que destaca la palmera datilera, y una amplia variedad de cereales y vegetales, que crecen en los oasis y en otros puntos donde hay agua. La fauna autóctona cuenta con especies como la hiena, el zorro, el gato montés, la pantera, el lobo, la gacela, el antílope, el toro salvaje, el íbice, el avestruz, la avutarda, la codorniz y la paloma.
3
TEMAS MEDIOAMBIENTALES
La protección medioambiental es una antigua tradición en la península Arábiga, y ya se conocían reservas especiales mucho antes de la llegada del islam. El respeto por la naturaleza se prescribe en el Corán, el documento que sirve de guía a la monarquía religiosa de Arabia Saudí. Durante el siglo VI, el profeta Mahoma estableció una reserva natural especial, o hema, para el disfrute público, lo que se convirtió en las bases de la conservación moderna de la naturaleza. Actualmente, Arabia Saudí tiene un amplio sistema de zonas protegidas, incluido un parque nacional, las tradicionales hemas y varias clases de zonas de uso especial, que en conjunto comprenden un 37% (2007) del territorio. En las zonas de seguridad militar, en la frontera con Jordania y en el Rub al-Jali oriental, hay importantes zonas protegidas de facto. También se ha establecido cierta protección sobre algunos hábitats marinos sensibles, alejados de las costas.
Arabia Saudí es básicamente un desierto; no posee cubierta forestal, si bien el Gobierno gestiona un programa de reforestación. Aproximadamente el 1,8% (2003) del territorio está cultivado, y el pastoreo de ganado representa la amenaza ambiental más importante para la dispersa vegetación natural. La elevada tasa de crecimiento de la población aumentó la presión sobre los delicados entornos áridos del interior y generó preocupación con respecto a la gestión de los escasos recursos, especialmente del agua. Los acuíferos subterráneos están exhaustos y el Gobierno ha gastado grandes sumas en plantas de desalinización, para suministrar agua potable procesada de manera artificial.
Arabia Saudí es uno de los mayores productores de petróleo y de sus derivados en todo el mundo y sufre por tanto los problemas relacionados con su explotación, como son los derrames de petróleo sobre la tierra y en torno a sus costas. Las marismas y otros hábitats marinos sensibles, especialmente en el golfo Pérsico, se están destruyendo en las últimas décadas debido a la contaminación del petróleo. Son importantes no sólo como hábitats poco comunes sino también como elementos clave en la explotación comercial de los peces y langostinos. La guerra del Golfo Pérsico de 1991 provocó daños catastróficos en varias de estas zonas.
Para ser un país que es mayormente un desierto, Arabia Saudí tiene una biodiversidad aceptablemente rica. El 18% de sus invertebrados, siete de sus nueve anfibios, y todos sus peces autóctonos de agua dulce no se encuentran en ninguna otra parte del mundo. Se estima que hay unas 3.500 especies de vegetales y 77 mamíferos terrestres, 9 de los cuales están en peligro de extinción, son vulnerables o raros. Hay equipos dedicados a estudiar la vida silvestre, pagados por el Gobierno, que están trabajando para aumentar la población de la amenazada avutarda houbara y el oryx de Arabia. Además, existen 155 especies registradas de aves, 17 de las cuales se consideran raras o en peligro de extinción.
Arabia Saudí ratificó el Convenio sobre el Patrimonio de la Humanidad pero aún no ha designado lugares. El país participa en varios acuerdos medioambientales internacionales relativos a los cambios climáticos, residuos peligrosos y capa de ozono. A nivel regional, el país se ha comprometido con la protección cooperativa de los entornos marinos compartidos en el golfo Pérsico, el mar Rojo y el golfo de Adén.
4
POBLACIÓN
La población de Arabia Saudí está compuesta principalmente por árabes (82%). Una minoría importante (13%) la forman yemeníes, y otros pueblos: árabes, africanos y asiáticos, que han estado llegando al país desde la década de 1950 debido a las oportunidades económicas que ofrecía, conforman el 5% restante. Los nómadas de la península Arábiga, conocidos como beduinos, constituyen un menor porcentaje de la población (23%), y el número de agricultores sedentarios ha disminuido. En 2005, el 88% de la población era urbana. La lengua nacional es el árabe. De forma implícita, todos los saudíes son musulmanes. La gran mayoría son suníes, si bien algunos chiitas viven en el este. La secta wahhabí, formada por reformadores que llegaron a Arabia durante el siglo XVIII y que buscaron purificar y simplificar la práctica del islam, ha ejercido una importante influencia entre los suníes del reino.
4.1
Características de la población
La población de Arabia Saudí ascendía en 2008 a 28.161.417 habitantes. La densidad media es de 13 hab/km² aproximadamente. La esperanza media de vida en 2008 era de 78,2 años para las mujeres y de 74 años para los hombres.
4.2
Principales ciudades
La capital de Arabia Saudí es Riad (con una población estimada para 2003 de 5.126.000 habitantes). Otras ciudades importantes son: Jiddah (2.801.481 habitantes según estimaciones para 2004), ciudad portuaria situada en el mar Rojo; La Meca (1.294.168 habitantes según estimaciones para 2004), el centro más importante de peregrinación musulmana; Medina (918.889 habitantes en 2004), ciudad santa y centro cultural del islam, y Dammam (128.000 habitantes), centro petrolero del golfo Pérsico. En la década de 1980, se construyeron dos grandes centros industriales, al-Jubayl, en el golfo Pérsico, y Yanbu‘ al Baḩr, en el mar Rojo, con un gasto estimado de más de 45.000 millones de dólares.
4.3
Educación
La educación en Arabia Saudí es gratuita pero no obligatoria. En 1996, el país tenía 11.506 escuelas primarias, con cerca de 2.308.460 alumnos; por otro lado, había 1.914.465 estudiantes en 6.346 escuelas secundarias. En las últimas décadas, las escuelas de formación de maestros se han establecido con el propósito de reducir la gran dependencia de otros países árabes respecto al profesorado. Entre las instituciones de enseñanza superior se encuentran la Universidad Rey Saud (fundada en 1957), en Riad; la Universidad Islámica de Medina (1961); la Universidad Rey Abd al-’Aziz, en Jiddah (1967); la Universidad Rey Faysal, en Dammam (1975) y la Universidad Umm al-Qura, en La Meca (1979). La Universidad Islámica del Imam Muhammad Ibn Saud, fundada en Riad en 1953, alcanzó categoría universitaria en 1974. Otras tres instituciones de enseñanza superior son el Instituto Técnico (1964) en Riad, la Universidad Rey Fahd de Petróleo y Minerales (1963), en Dhahran, y la Escuela de Estudios Islámicos, fundada en 1933 en La Meca. Hay varios centros de formación religiosa en Riad y en otras ciudades y municipios importantes. La enseñanza de los niveles superiores se imparte también en inglés que, después del árabe, es la lengua más utilizada. En el curso 2002–2003 525.344 alumnos se inscribieron en instituciones de enseñanza superior.
4.4
Bibliotecas y museos
Algunas de las mayores bibliotecas de Arabia Saudí se encuentran en Riad; la biblioteca de la Universidad Rey Saud contiene más de un millón de volúmenes. Las colecciones de materias religiosas se encuentran en las bibliotecas de La Meca y Medina. El Museo de Arqueología y Etnografía, que fue fundado en Riad en 1978, muestra lo más notable de la cultura del país y engloba una amplia variedad de temas.
5
ECONOMÍA
Agricultura y ganadería han sido tradicionalmente las actividades económicas básicas de Arabia Saudí, pero desde el desarrollo de la industria petrolera, el gobierno ha buscado la diversificación de su base industrial y el perfeccionamiento de sus infraestructuras, desarrollando carreteras, aeropuertos, puertos e industria energética. El principal impedimento ha sido la carencia de mano de obra preparada o experta. Con el fuerte incremento de los precios internacionales del crudo, iniciado en 1973, el gobierno se dispuso a transformar su economía de una forma acelerada, casi sin precedentes en la historia moderna. El presupuesto anual para 1994 supuso unos ingresos de 41.500 millones de dólares y unos gastos de 42.600 millones de dólares. El producto interior bruto (cifras del Banco Mundial, 2006) de Arabia Saudí fue de 349.138 millones de dólares. La agricultura y la pesca ocupaban al 5% de la mano de obra en 2002, el comercio y el sector servicios al 74%, y las fábricas e industrias daban trabajo al 21% de la mano de obra.
5.1
Petróleo
La industria petrolera saudí fue fundada en 1938 por la Arabian-American Oil Company (Aramco) cuando se encontró en Dammam un campo de petróleo muy productivo. Aramco era originalmente propiedad de cuatro compañías estadounidenses, pero en 1974 el control de la participación pasó al gobierno saudí. Las grandes reservas del país y el alto nivel de producción de crudo han hecho de Arabia Saudí un importante productor y una voz destacada en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), organismo que tiene mucha influencia sobre el precio del crudo en el mercado internacional. Las reservas de petróleo de Arabia Saudí superan los 250.000 millones de barriles; la producción anual en 2004 era de 3.231.816.700 barriles; su producción creció bruscamente después de que Irak invadiera Kuwait en 1990. En la actualidad, Arabia Saudí es el primer productor de petróleo, seguido de Estados Unidos y la Comunidad de Estados Independientes (CEI); es, además, el primer exportador mundial de crudo. La mayor parte del petróleo se extrae en la zona oriental del país, cerca de la costa, en el golfo Pérsico.
Para facilitar el transporte del petróleo hacia los mercados principales, se completó en 1950 el oleoducto Transarábigo, que lleva el crudo hasta Sidón (o Sayda), en el Líbano, a orillas del mar Mediterráneo. Otro oleoducto que fue terminado a principios de la década de 1980 es el que une los campos petroleros orientales, junto a Buqayq, con el puerto de Yanbu‘ al Baḩr, en el mar Rojo. No obstante, la mayor parte del petróleo continúa siendo exportado a través de los puertos del golfo Pérsico, especialmente de Ras Tanura y de Dammam.
El país también es un destacado productor de gas natural; en 2003 la producción anual era de 60.061 millones de metros cúbicos.
5.2
Planes de desarrollo
En 1975, el gobierno de Arabia Saudí anunciaba un ambicioso plan de desarrollo a cinco años, basado en los continuos ingresos petroleros, que exigía unos gastos de unos 150.000 millones de dólares. La prioridad en el sector industrial se fijó en el desarrollo del sector petroquímico, lo que significaba la construcción de plantas de gas natural licuado y de industrias basadas en el petróleo, y, por otro lado, en la producción de acero y cemento que facilitara las enormes construcciones requeridas por el plan. Un plan de desarrollo ulterior, de 1980 a 1985, exigió unos gastos de 236.000 millones de dólares, y puso especial énfasis en la diversificación de la industria. El plan quinquenal de 1985 a 1990, requirió 277.000 millones de dólares para gastos de desarrollo, pero el continuo debilitamiento del precio del petróleo y la consiguiente disminución de los ingresos por este concepto, obligó al gobierno a ajustar a la baja muchos programas.
5.3
Agricultura
La agricultura es un área prioritaria de desarrollo, ya que Arabia Saudí ha sido durante mucho tiempo un importador de alimentos. La falta de agua ha hecho disminuir en un 1% la superficie destinada a cultivos. Muchos de los técnicos y trabajadores extranjeros que trabajan en el país han sido destinados a proyectos agrícolas.
Los productos agrarios más importantes en Arabia Saudí en 2006 (con una producción anual en toneladas) fueron: trigo (2.400.000), sandías (435.000), dátiles (505.000) y tomates (435.000). También destaca la producción de cebada, sorgo, productos lácteos, cebollas, uvas, tomates y cítricos. La ganadería engloba 7.000.000 cabezas de ganado ovino, 2.200.000 de caprino, 352.000 de vacuno y 260.000 camellos.
5.4
Silvicultura y pesca
El carácter desértico del terreno sobre el que se asienta la monarquía Saudí hace que menos del 1% de la superficie de Arabia Saudí está poblada de árboles. En cuanto a la pesca, el camarón es la única especie significativa y se captura en el golfo Pérsico.
5.5
Minería
Aparte del petróleo y de los productos relacionados con éste, los únicos minerales de interés extraídos en Arabia Saudí son caliza, yeso, mármol, arcilla, sal y oro.
5.6
Industria
El sector manufacturero de Arabia Saudí se ha diversificado desde la década de 1970. Los principales productos elaborados son petróleo refinado, compuestos petroquímicos, plásticos, alimentos procesados, vestidos, abonos y cemento. En 2003 el país generaba anualmente alrededor de 145.106 millones de KWh de electricidad, casi toda producida por centrales térmicas.
5.7
Moneda y comercio exterior
La unidad monetaria de Arabia Saudí es el riyal, dividido en 100 halalah (3,77 riyales equivalían en 1997 a 1 dólar estadounidense). Gracias a la seguridad que otorgaba a Arabia Saudí las ventas de petróleo al extranjero, estas exportaciones anuales crecieron rápidamente en la década de 1970, pero descendieron bruscamente en la década de 1980. Las exportaciones nacionales cayeron desde los 111.000 millones de dólares en 1981 hasta los 63.725 millones en 2002, mientras que las importaciones se mantenían en torno a los 36.965 millones de dólares. Las importaciones más significativas son maquinaria, metales, productos metálicos, equipos de transporte, productos alimenticios, textiles y vestidos. Los principales socios comerciales de Arabia Saudí son Estados Unidos, Japón, Francia, Alemania, Corea del Sur y los Países Bajos. El elevado número de peregrinos musulmanes que cada año visita La Meca, lugar de nacimiento del profeta Mahoma, y Medina, la ciudad donde se halla su tumba, ambas localidades situadas en el oeste, gastan considerables cantidades de dinero en Arabia Saudí, alrededor de 2.000 millones de dólares a principios de la década de 1990.
5.8
Transporte
Arabia Saudí tiene una red de transportes en expansión. En 2000 el país contaba con aproximadamente 152.044 km de carreteras, de las que el 31% estaban pavimentadas. Poseía, además, unos 1.020 km de vías de ferrocarril en funcionamiento, de las cuales la que conecta Riad con Dammam es la más importante. Los puertos de Jiddah y Yanbu‘ al Baḩr (en el mar Rojo) y al-Jubayl, Dammam y Ras Tanura (en el golfo Pérsico) son los principales puertos exportadores de petróleo. El gobierno controla y administra la Saudi Arabia Airlines (la compañía aérea nacional), que ofrece vuelos interiores e internacionales. Los aeropuertos más importantes son los de Dhahran, Jiddah y Riad.
5.9
Comunicaciones
Arabia Saudí tiene diez periódicos diarios, tres de los cuales se publican en inglés. El gobierno controla los servicios de difusión de radio y televisión; en 1997 había en uso 6.250.000 aparatos de radio y 5.700.000 televisores, así como 164 teléfonos por cada mil habitantes.
6
GOBIERNO
Arabia Saudí es una monarquía. El gobierno está basado en la sharia, la ley islámica, que es interpretada según el estricto rito Hanbalí por el más antiguo sabio religioso, o ulama. Arabia Saudí no tuvo Constitución escrita hasta marzo de 1992, en que, mediante la promulgación de una serie de reales decretos, se establecieron una serie de derechos, se incrementaron los poderes de los gobiernos provinciales y se dotó al país de un consejo consultivo integrado por noventa miembros designados por el monarca.
6.1
Poder ejecutivo y legislativo
El rey es el jefe de Estado y del gobierno, así como la máxima autoridad religiosa (su título oficial es “guardián de los santos lugares” o “custodio de las santa mezquitas” de La Meca y Medina) de Arabia Saudí. La sucesión de este cargo no es hereditaria, y el príncipe heredero es elegido entre la familia real Saudí por miembros de esta misma familia, en consulta con los dirigentes religiosos y gubernamentales. Normalmente el rey también ejerce como primer ministro del país. La familia real y algunas otras familias importantes controlan la mayor parte de los altos cargos gubernativos. El poder del rey está determinado en parte por su personalidad, y en parte por su relación con las familias más destacadas y con los dirigentes religiosos del país. Arabia Saudí no tiene división de poderes ni partidos políticos. Las leyes son emitidas por el monarca y sus ministros. En 1992, el rey Fahd estableció la Majlis as-Shura (Asamblea Consultiva), cuyos miembros (inicialmente 60, aunque luego esta cifra se vio incrementada) eran elegidos por el soberano y sus asesores.
6.2
Poder judicial
El sistema judicial de Arabia Saudí se basa en la sharia, ley islámica que deriva del Corán (el libro sagrado del islam), y en el Hadit (tradiciones) del profeta Mahoma. Los principales tribunales del país son el Consejo Supremo de Justicia y la Corte de Casación; existen además tribunales generales y tribunales sumarios.
6.3
Gobierno local
Como resultado de la reforma administrativa de 1993, Arabia Saudí quedó dividida en 13 distritos administrativos o provincias, dirigidos por gobernadores designados por asambleas locales de notables. Las grandes ciudades eligen sus propios gobiernos municipales. Los pueblos y las aldeas son gobernados por consejos de ancianos.
6.4
Defensa
Desde mediados de la década de 1960, los gastos de defensa han experimentado un fuerte crecimiento. El país mantiene dos ejércitos independientes. El primero es la Guardia Nacional, o Guardia Blanca, que está formada por miembros de las distintas tribus, organizada siguiendo las normas tradicionales, y que cuenta con unos 57.000 miembros activos. Las Fuerzas Armadas regulares están constituidas por el Ejército de Tierra (68.000 soldados), la Fuerza Aérea (18.000) y la Armada (11.000). Estas fuerzas, entrenadas en parte por asesores extranjeros, están equipadas con moderno armamento.
7
HISTORIA
Arabia fue probablemente el área originaria de los semitas, desde donde, al comenzar el cuarto milenio a.C., se desplazaron hacia Mesopotamia y Palestina. Más adelante serían identificados como asirio-babilónicos, cananeos y amorreos.
7.1
Antigüedad
En el primer milenio a.C., el reino Mineo estaba bien establecido en Asiria y en el sur de al-Ḩijāz, a lo largo de la costa del mar Rojo; su capital fue Karma, o Qarnaw (hoy Sadah, en Yemen). Los mineos eran nómadas y pastores que prácticamente llegaron a controlar el comercio de incienso a través del norte de al-Ḩijāz. Después de que los mineos se retiraran de su plaza en al-Ula en el siglo I a.C., los nabateos establecieron un centro comercial en Medain Salih, un poco más al norte.
En la parte oriental del territorio se encontraba Dilmun, situada a orillas del golfo Pérsico y que formaba una entidad política y cultural bien definida. Algunas veces se ha identificado con la isla de Bahrein, aunque controlaba tierras del continente y comerciaba con las zonas interiores de lo que hoy conocemos como Arabia Saudí.
Alejandro III el Magno, rey de Macedonia, planeó conquistar Arabia, lo que quedó frustrado por su prematura muerte en el 323 a.C.; más tarde, los Tolomeos de Egipto establecieron una cabeza de puente en Yenbo, pero sus planes fueron frustrados por los nabateos. El país fue ulteriormente objeto de la lucha por la hegemonía entre etíopes y persas. Hacia el siglo V d.C., La Meca reemplazó en importancia a la ciudad nabatea de Petra.
7.2
El surgimiento del islam
Mahoma, el profeta del islam, nació en La Meca en el 570. Sus enseñanzas fueron muy criticadas por los residentes de la localidad, por lo que Mahoma hubo de huir a Medina (hecho conocido con el nombre de Hégira). En el 630 volvió con sus seguidores y conquistó La Meca, iniciando la rápida expansión del islam a través de Oriente Próximo, cambiando profundamente la historia de la región, que se sometió a las directrices islámicas durante el siglo VII. Sus sucesores continuaron con la conquista y la conversión de todo Oriente Próximo, y así se estableció el califato, primero en Damasco en el 660, y después en Bagdad. El propio hogar de Mahoma fue perdiendo importancia dentro de los límites del califato islámico. Después de 1269, la mayor parte de al-Ḩijāz estaba bajo la soberanía de los mamelucos egipcios. El Imperio otomano obtuvo su control cuando conquistó Egipto en 1517, pero no pudo extender su autoridad hacia el interior. En el siglo XV, se fundó la dinastía Saudí, cerca de la actual Riad, por Muhammad ibn Saud.
7.3
La influencia de los wahhabíes
A mediados del siglo XVIII, el dirigente religioso Muhammad ibn Abd al-Wahhab constituyó su secta fundamentalista y, apoyado por los ejércitos saudíes, el movimiento pronto estableció un Estado árabe en al-Najd. En 1802, los wahhabíes ocuparon La Meca, y aunque más tarde fueron expulsados (1812), no fueron derrotados. Los wahhabíes y los saudíes se retiraron a Riad, donde fundaron su capital en 1824 y desde donde iniciaron la reconquista de la mayor parte del territorio que habían perdido. Después de 1865 la dinastía entró en guerra civil y el reino fue dividido entre varios clanes y los otomanos. Derrotada la familia saudí, escapó al exilio en Kuwait. En 1902, Abd al-’Aziz III ibn Saud reconquistó Riad, y hacia 1906 sus fuerzas controlaron la región de al-Najd. Más tarde, ocupó la región de Hasa (1913), Jabal Shammar (1921), La Meca (1924), Medina (1925) y Asiria (1926), momento en el que se proclamó a sí mismo rey de al-Ḩijāz. En septiembre de 1932, después de la unificación de los territorios conquistados, pasó a designar sus vastos dominios con el nombre de Arabia Saudí.
7.4
El reino de Abd al-’Aziz
Antes de 1938, año en que comenzó la explotación a gran escala de los recursos petroleros de Arabia Saudí, las condiciones socioeconómicas del país diferían poco de las existentes en la antigüedad. Con el incremento de los ingresos procedentes de la industria del petróleo, el rey Abd al-’Aziz desarrolló un amplio programa de modernización, particularmente en zonas con necesidades de abastecimiento de agua, agricultura, industria y sanidad pública. Al mismo tiempo, fortaleció las relaciones con otros estados de Oriente Próximo y adoptó una política de amistad hacia Estados Unidos y Gran Bretaña. Fue defensor de la causa aliada en la II Guerra Mundial, y permitió la construcción de una base estadounidense en Dhahran, pero mantuvo al país oficialmente neutral hasta marzo de 1945, cuando declaró la guerra a Alemania y Japón.
En 1945, Arabia Saudí entró en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y en la Liga Árabe. Se opuso a la creación del Estado de Israel, pero tuvo una intervención discreta durante la guerra de la Liga Árabe contra el Estado judío entre 1948 y 1949. En junio de 1951, Arabia Saudí consintió el uso de la base aérea de Dhahran por parte de Estados Unidos durante otros cinco años en agradecimiento por la ayuda técnica prestada por este país y el permiso para la compra de armas bajo un tratado de asistencia de defensa mutua. En el mes de diciembre, un nuevo acuerdo con la Arabian-American Oil Company (Aramco) proporcionaba a Arabia Saudí el 50% de los beneficios netos de la compañía.
7.5
Periodo de la Guerra fría
El rey Abd al-’Aziz murió el 9 de noviembre de 1953. Fue sucedido por su hijo mayor, Sa'ud ibn 'Abd al-'Aziz, quien abogó por la neutralidad árabe en la Guerra fría. Arabia Saudí se opuso a la Organización del Tratado de Oriente Medio (OTOM), fundada en 1955 por Gran Bretaña, Turquía, Irak, Irán y Pakistán. Los representantes de Arabia Saudí asistieron a la Conferencia de Bandung (Indonesia) celebrada del 18 al 24 de abril de 1955. En octubre de ese año, se firmó un pacto de defensa mutua con Egipto. En el mismo mes, fuerzas dirigidas por los británicos desde el sultanato de Muscat y Omán reconquistaron un oasis en una zona en litigio que había sido ocupado en 1952 por la policía de Arabia Saudí, cuyas protestas ante las Naciones Unidas fueron infructuosas. En noviembre, el rey Saud acordó otorgar un préstamo a Siria de 10 millones de dólares para fines económicos y militares. En agosto de 1956 fue concedido a Egipto otro préstamo de 10 millones de dólares, cuando fueron congelados los fondos egipcios en bancos extranjeros, como consecuencia de la nacionalización del canal de Suez, el 26 de julio; después del ataque conjunto de israelíes, británicos y franceses sobre Egipto en octubre y noviembre, Arabia Saudí rompió relaciones diplomáticas con Gran Bretaña y Francia, y cortó el suministro de petróleo a estos países.
El rey Saud visitó Estados Unidos en enero de 1957; poco después se anunciaba que Estados Unidos vendería armas y concedería otras ayudas suplementarias a Arabia Saudí, a cambio de una prórroga en la autorización del uso de la base aérea de Dhahran. En abril, Arabia Saudí declaraba el golfo de Aqaba como aguas territoriales bajo su soberanía, y anunciaba que podría ser denegado el paso de los barcos israelíes a través de dicho golfo; a pesar de esta declaración, no hubo intentos para impedir el paso de los barcos israelíes. En febrero de 1958, las aguas territoriales de Arabia Saudí fueron ampliadas a doce millas de la costa.
En marzo de 1958, el rey Saud transfirió los poderes legislativo y ejecutivo, tradicionalmente incluidos entre las prerrogativas absolutas del monarca, a su primer ministro, su hermano y príncipe heredero Faysal ibn 'Abd al-'Aziz, si bien mantuvo su derecho a veto. En mayo, un real decreto establecía la formación de un sistema ministerial.
7.6
Relaciones con otros estados de Oriente Próximo
En una conferencia mantenida en Bagdad, entre el 10 y 14 de septiembre de 1960, Arabia Saudí, Irak, Irán, Venezuela y Kuwait fundaron la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para coordinar sus políticas, y ayudar al mantenimiento de los precios del crudo. El 21 de diciembre, Saud retomó el control del gobierno y se nombró a sí mismo primer ministro.
En octubre de 1962, el rey Saud cedió la jefatura de gobierno a Faysal. Mientras tanto, las relaciones entre Egipto y Arabia Saudí se habían deteriorado. Después del triunfo de las fuerzas revolucionarias en Yemen, en septiembre de 1962 aumentó la tensión; Egipto apoyaba al nuevo gobierno republicano, mientras Arabia Saudí daba refugio al derrocado imán yemení y se comprometía a defender sus esfuerzos para recuperar el trono. Los ataques monárquicos contra Yemen desde Arabia Saudí provocaron que aviones egipcios bombardearan ciudades saudíes en noviembre, y Arabia Saudí rompió relaciones diplomáticas con Egipto y movilizó sus Fuerzas Armadas el 3 de enero de 1963.
El príncipe Faysal, que había consolidado su poder e introducido mayores reformas sociales y económicas, sucedió en el trono a Saud el 2 de noviembre de 1964. Designó como su sucesor a su pariente, el príncipe Jalid ibn 'Abd al-'Aziz.
7.7
Conflictos árabe-israelíes
Hacia 1967, a medida que el conflicto árabe-israelí se había ido intensificando como preludio del estallido bélico posterior, conocido como la guerra de los Seis Días, el rey Faysal manifestó su apoyo total al presidente egipcio Gamal Abdel Nasser y envió 20.000 soldados a Jordania para enfrentarse a Israel. El 6 de junio las exportaciones saudíes de petróleo a Estados Unidos y Gran Bretaña fueron suspendidas, pero no hubo ruptura de relaciones diplomáticas; el comercio petrolero fue restablecido después de la derrota árabe en la contienda. Más tarde, en el mismo año, una cumbre árabe obtuvo como resultado la retirada egipcia de Yemen, y Arabia Saudí compensó a Egipto con una importante ayuda económica para aliviar la pérdida de ingresos que le ocasionó el cierre del canal de Suez durante la guerra. El rey Faysal continuó con el llamamiento a la acción panislámica contra Israel y criticó la complicidad estadounidense con Israel, aunque permaneció reacio a articular una posición antioccidental fuerte; así, en 1971, Arabia Saudí y otros cinco estados del golfo Pérsico establecieron un pacto de cinco años con veintitrés compañías petroleras occidentales, entre las que se encontraban diecisiete firmas estadounidenses. En julio de 1970, Arabia Saudí reconoció formalmente al gobierno republicano de Yemen, después de siete años de conflictos fronterizos intermitentes.
Arabia Saudí envió un pequeño número de soldados y armas (especialmente aviones) para ayudar a los países árabes durante la guerra del Yom Kipur en 1973. Como consecuencia de ese conflicto, el gobierno desempeñó un papel destacado en la organización de un breve boicoteo contra los países que habían apoyado a Israel, y en el aumento del precio internacional del petróleo, que se multiplicó por cuatro. Posteriormente, Arabia Saudí tomó posesión de la mayoría accionarial de la compañía Aramco, incrementando de manera espectacular los ingresos estatales, lo que le aportó fondos para un masivo plan de desarrollo económico.
7.8
Fortalecimiento financiero y militar
En marzo de 1975, el rey Faysal fue asesinado por un sobrino y fue sucedido por el príncipe Jalid, su hermanastro. Sin embargo, Jalid no gozaba de buena salud y su hermano, el príncipe heredero Fahd ibn 'Abd al-'Aziz, se hizo con el poder. El país mantuvo su línea conservadora, y su influencia hizo a la OPEP mantener el incremento de los precios, tal y como lo exigían sus países miembros. En 1980, se anunció que el gobierno tomaba el control total del capital de Aramco con efectos retroactivos desde enero de 1976. Muchos de los petrodólares destinados en el país fueron reinvertidos en Occidente o en gastos armamentísticos, pero la inflación interna y el difícil cumplimiento de los programas de desarrollo económico fueron continuos problemas durante esa época.
Arabia Saudí, considerada una fuerza moderada en el conflicto árabe-israelí, se mostró radicalmente opuesta a la política conciliadora del presidente egipcio Anwar al-Sadat hacia Israel en 1977, y después de la firma del tratado de paz entre ambos países en 1979, cortó la ayuda financiera a Egipto y rompió las relaciones diplomáticas con este país. La Revolución Islámica que tuvo lugar ese año en Irán, y la ulterior captura de guerrilleros islamistas en la gran mezquita de La Meca, fueron acontecimientos regionales que sacudieron al gobierno saudí y que le llevaron a establecer un creciente interés en la seguridad interna y en el fortalecimiento de sus Fuerzas Armadas. Para garantizar dicha seguridad, Estados Unidos accedió a vender a los saudíes diversos sistemas aerotransportados de detección y control (AWACS), un convenio que motivó una fuerte oposición por parte de Israel y de sus aliados estadounidenses, que temían un vuelco en el equilibrio militar de Oriente Próximo.
El rey Jalid murió en junio de 1982 y fue sucedido por el príncipe heredero Fahd. En julio de 1987, al menos 400 personas murieron en La Meca, cuando peregrinos chiitas iraníes se enfrentaron con la policía saudí. Asimismo, más de 1.400 peregrinos murieron en julio de 1990 después del pánico causado por un accidente que tuvo lugar en un puente y un túnel.
Por otro lado, la ocupación de Kuwait por Irak en agosto de 1990 tuvo consecuencias militares, políticas y económicas significativas para Arabia Saudí. Para contener la amenaza militar iraquí, el gobierno permitió el despliegue temporal en territorio saudí de cientos de miles de soldados estadounidenses y de tropas aliadas, y las fuerzas saudíes lucharon como parte de la coalición multinacional contra Irak en la guerra del Golfo Pérsico. Mientras tanto, para compensar la pérdida de la aportación petrolera de Irak y Kuwait, Arabia Saudí incrementó de forma importante su propia producción de crudo.
7.9
Tímida apertura política
Las reformas políticas decretadas por el rey Fahd en 1992 establecieron un consejo consultivo, permitieron el establecimiento de una lista de derechos individuales y obligaron a modificar las leyes sucesorias. Los problemas económicos se hicieron patentes en 1993. Estados Unidos insistió en que Arabia Saudí contribuyera con 51.000 millones de dólares a los gastos provocados por el conflicto bélico, a lo que había que agregar el déficit presupuestario con el que ha operado la economía saudí desde 1983 hasta 1993. Los pagos por la guerra y el descenso de los precios del petróleo en la década de 1980 forzaron al gobierno saudí a un recorte en los gastos sociales y de defensa, así como a obtener préstamos en bancos internacionales. A pesar de estos problemas económicos, Arabia Saudí ayudó a evitar un aumento artificial de los precios del crudo en marzo de 1994, pretensión encabezada por Irán. La Asamblea Consultiva establecida por el rey Fahd en 1992, la Majlis as-Shura, se reunió por primera vez en diciembre de 1993.
Arabia Saudí continuó su particular lucha contra los grupos religiosos fundamentalistas nacionales en 1994, privando a Osama bin Laden de su ciudadanía por apoyar a diversos grupos terroristas. La muerte de 270 peregrinos en un accidente ocurrido en La Meca, el 23 de mayo de 1994, exacerbó las críticas de algunos musulmanes deseosos de cuestionar el puesto de Arabia Saudí como guardián de los santos lugares del islam.
En enero de 1996, tras sufrir una embolia cerebral, el rey Fahd cedió el control de los órganos de gobierno a su hermano y príncipe heredero Abdullah, si bien el 21 de febrero reasumió el poder. El 12 de junio de 2000, los gobiernos de Arabia Saudí y Yemen firmaron un histórico acuerdo que definía de forma definitiva y en toda su extensión, los límites fronterizos, tanto terrestres como marítimos, entre ambos países. En abril de ese mismo año, el gobierno aprobó una nueva legislación reguladora de las inversiones exteriores en territorio saudí.
Durante los primeros años del siglo XXI, fueron cobrando fuerza las voces que demandaban la apertura del inmovilista régimen saudí y el inicio de un proceso democratizador del mismo. Uno de los primeros pasos adelante en este sentido tuvo lugar entre febrero y abril de 2005, cuando tuvieron lugar las primeras elecciones municipales en la historia del país. El 1 de agosto de ese año, falleció Fahd, siendo declarado rey de inmediato su previsto sucesor, Abdullah.

;luch� W?s ; 0� �߯ a entre los hijos del emir llevó al país a agitaciones durante más de una década tras su muerte en 1863. Shere Alí Kan, su tercer hijo y sucesor, despertó la enemistad de los británicos al adoptar una política amigable hacia Rusia en 1878. Al rechazar un segundo ultimátum, en noviembre de 1878 las fuerzas angloindias de nuevo invadieron Afganistán. En el curso del conflicto resultante, conocido como la Segunda Guerra afgana (1878-1879), los afganos sufrieron varios cambios. Kabul fue ocupada en octubre de 1879; Yakub Kan, hijo de Shere Alí, que había ocupado el trono en marzo del año anterior, fue forzado a abdicar y, en 1880, Abd al-Rahman Kan, nieto de Dost Muhammad, se instaló en el trono.
7.3.3
Posteriores relaciones anglo-afganas
El nuevo soberano confirmó la cesión, previamente acordada con los británicos por Yakub Kan, del paso Jyber y otros territorios afganos. Durante su reinado, que duró hasta 1901, Abd al-Rahman Kan arregló las disputas fronterizas con la India y Rusia, creó un ejército permanente y frenó el poder de diversos jefes tribales.
En 1907 durante el reinado de Habibullah Kan, hijo y sucesor de Abd al-Rahman, los gobiernos británico y ruso prometieron respetar la integridad territorial de Afganistán. Habibullah fue asesinado en febrero de 1919. Su hermano, Nasrullah Kan, que le sucedió en el trono durante sólo seis días, fue depuesto por la nobleza afgana en favor de Amanullah Kan, el hijo de Habibullah. Determinado a quitar completamente su país de la esfera de influencia británica, Amanullah declaró la guerra a Gran Bretaña en mayo de 1919. Los británicos, enfrentados a la vez con el creciente Movimiento Indio de Liberación, negociaron un tratado de paz con Afganistán en agosto. Por los términos del mismo (firmado en Rāwalpindi) Gran Bretaña reconoció a Afganistán como Estado soberano e independiente. En 1926 Amanullah Kan cambió su título de emir por el de rey.
7.3.4
Modernización
La popularidad y el prestigio que el rey Amanullah había ganado gracias al trato recibido de los británicos se disiparon pronto. Muy impresionado por los programas de modernización de Irán y Turquía, instituyó una serie de reformas políticas, sociales y religiosas: se instauró un régimen constitucional en 1923, los títulos de la nobleza fueron abolidos, se decretó la educación para las mujeres y otras medidas radicales apuntaban a que la modernización de las instituciones tradicionales se pusiera en vigor. La hostilidad provocada por el programa de reformas del monarca llevó a la rebelión de 1929 y Amanullah abdicó rápidamente y se exilió. Su hermano Inayatullah, que le sucedió, fue destronado por Bacha Sakau, un dirigente rebelde, después de un reinado de tres días. En 1929 el tío de Amanullah, Nadir Shah, apoyado por varios miles de miembros de las tribus, derrotó a los rebeldes y ejecutó a Bacha Sakau y se hizo con el poder.
El nuevo soberano restauró gradualmente el orden en el reino. En 1932 inició un programa de reformas económicas, pero fue asesinado al año siguiente. Su hijo y sucesor, Muhammad Zahir Shah, que sólo tenía 19 años cuando accedió, estuvo dominado durante los 30 años siguientes por sus tíos y primos, particularmente por el príncipe Muhammad Daud Kan. El Gobierno intensificó el programa de modernización iniciado por Nadir Shah y estableció relaciones comerciales con Alemania, Italia y Japón. Zahir Shah proclamó la neutralidad al principio de la II Guerra Mundial en 1939; sin embargo, en 1941, a petición de Gran Bretaña y la Unión Soviética, expulsó del país a más de 200 agentes alemanes e italianos. Los Estados Unidos establecieron relaciones diplomáticas con Afganistán en 1942. En noviembre de 1946 Afganistán ingresó en las Naciones Unidas.
7.4
El litigio de Pashtunistán
El gobierno afgano estuvo especialmente atento a la independencia en 1947 de la India y Pakistán. La incorporación a Pakistán de las áreas tribales de la Frontera del Noroeste, región adyacente poblada mayoritariamente por patanas, suscitó gran interés. Pakistán ignoró las reivindicaciones afganas de celebrar un plebiscito en las áreas tribales sobre la autodeterminación y en represalia, en 1947 Afganistán votó en contra de la admisión de Pakistán en las Naciones Unidas. Las relaciones entre los dos países se hicieron tensas en los siguientes años. Se produjeron esporádicos choques fronterizos entre las fuerzas de Pakistán y las tribus patanas, especialmente después de 1949, cuando éstas, con la aprobación del gobierno afgano, crearon un movimiento con el fin de establecer un Estado independiente que se llamaría Pashtunistán o Patanistán.
Afganistán manifestó su desagrado al acuerdo militar aéreo entre Estados Unidos y Pakistán firmado en 1954. Al año siguiente, el primer ministro soviético Nikolái Alexándrovich Bulganin, en su visita a Afganistán, proclamó su apoyo al Estado de Pashtunistán. A continuación, la URSS y Afganistán emitieron una declaración conjunta en favor de una coexistencia pacífica, el desarme universal y la integración de China en las Naciones Unidas. El gobierno soviético extendió su apoyo técnico a Afganistán.
Las relaciones entre Pakistán y Afganistán mejoraron brevemente durante el final de la década de 1950. En 1961, sin embargo, la disputa de Pashtunistán estalló y no se restauraron las relaciones completamente hasta 1967.
7.5
Gobierno personal de Zahir Shah
En 1963 el rey Zahir retiró a su primo Muhammad Daud, que había sido primer ministro desde 1953, y tomó las riendas del gobierno. Al año siguiente promulgó una nueva Constitución, que aceptaba algunos principios liberales, como celebrar elecciones legislativas: las primeras se celebraron en septiembre de 1965.
Afganistán experimentó grandes dificultades económicas al final de la década de 1960. La situación empeoró después de tres años de sequía, durante la que se estima que murieron de hambre 80.000 personas. En 1973, enviaron ayuda humanitaria la Unión Soviética, los Estados Unidos y China.
7.6
Proclamación de la República e invasión soviética
En 1968, Zahir Shah propuso la paz a Daud y se creyó que se habían restablecido entre ellos los lazos de amistad. Sin embargo, en julio de 1973 Daud tomó el poder, destronó al rey y proclamó la República de Afganistán. Se aprobó una nueva Constitución a comienzos de 1977, y Daud fue elegido presidente. Estableció un gabinete civil y mantuvo la política de no alineamiento del país. En abril de 1978 Daud murió durante un violento golpe de Estado. Los nuevos gobernantes, organizados en un Consejo Revolucionario dirigido primero por Noor Muhammad Taraki y después por Hafizullah Amin, suspendieron la Constitución e iniciaron un programa de socialismo científico, lo que condujo a la resistencia armada de los musulmanes, especialmente entre las tribus de las montañas.
Incapaces de contener la rebelión, Taraki y Amin solicitaron la ayuda militar de la URSS, a pesar de la cual, la resistencia al gobierno continuó en 1979. En diciembre de ese año, Amin murió tras un nuevo golpe de Estado apoyado por los soviéticos cuyas tropas ocuparon Afganistán. La URSS colocó como presidente a Babrak Karmal, un anterior vicepresidente que había sido expiado y exiliado en 1978. Aunque Karmal intentó activamente apaciguar a los rebeldes, la insurgencia persistió y más de 3 millones de refugiados huyeron al vecino Pakistán. Durante la mitad de la década de 1980, las fuerzas gubernamentales, y unos 118.000 soldados soviéticos defendieron las grandes ciudades y carreteras pero fueron incapaces de desalojar a los rebeldes. En mayo de 1986, probablemente por instigación soviética, Karmal fue reemplazado por Muhammad Najibullah, antiguo jefe de la policía del Estado.
7.7
Guerra civil
Entre mayo de 1988 y febrero de 1989 la URSS retiró todas las tropas, pero la guerra civil continuó. Afganistán dejó de ser un escenario más de la Guerra fría y se convirtió en una pieza fundamental en el tablero de las potencias regionales (Pakistán, India, Irán, Rusia, Uzbekistán) por hacerse con el control de un territorio estratégicamente situado. Najibullah fue depuesto en abril de 1992 y los rebeldes tomaron Kabul. Las facciones rivales acordaron entonces un consejo interino para gobernar Afganistán, con Burhanuddin Rabbani como presidente provisional. En diciembre de 1992, una asamblea especial confirmó, mediante votación, al presidente Rabbani por un periodo de dos años, pero persistió la lucha entre las fuerzas político-militares contendientes.
Tales fuerzas tenían un fuerte componente étnico-religioso: los tayikos, representados por el Jamiat-i-Islami, partido islamista moderado dirigido por Rabbani y Massud; los hazara, musulmanes chiitas, agrupados en torno al Hizb-i- Wahdat, liderado por Alí Mazarí y con el apoyo de Irán; los uzbekos, respaldados por Uzbekistán y encabezados por el Frente Nacional, del general Abdul Rashid Dostum; y, aunque en último lugar, el contingente étnico más importante, los pashtunes, agrupados (hasta el surgimiento de los talibanes en 1994) en el Hizb-i-Islami, grupo islamista radical chiita apoyado por Pakistán y dirigido por Gulbuddin Hekmatyar.
El 17 de junio de 1993, Hekmatyar juró el cargo de primer ministro. El 27 de septiembre de 1993, los líderes de las facciones de la guerrilla acordaron una constitución interina, preludio a las elecciones de 1994. Sin embargo, el 1 de enero de ese año las luchas surgieron en Kabul entre tropas leales al presidente Rabbani y las seguidoras del primer ministro Hekmatyar, apoyado por el antiguo general comunista Dostum. A finales de junio de 1994 la lucha se extendió a otras partes de Afganistán y habían muerto más de 2.500 personas.
7.8
Implantación del régimen talibán
Los talibanes, grupo integrado por estudiantes de teología procedentes del sur del país (de la región de Kandahār) y de etnia pashtún, surgieron con fuerza en agosto de 1994, aprovechando la caótica situación política generada por la lucha entre las facciones en liza. Durante los meses siguientes, avanzaron en dirección a Kabul: entre noviembre de 1994 y enero de 1995 tomaron las ciudades de Kandahār y de Ghazni, y en febrero alcanzaron los alrededores de Kabul. Rechazados por las fuerzas gubernamentales, los talibanes optaron por avanzar hacia el oeste y el este, con el fin de cercar la capital.
A lo largo de 1995 su empuje continuó con fuerza (toma de Herāt), para estabilizarse a comienzos del año siguiente. Fue a finales de septiembre de 1996 cuando procedieron a la conquista de Kabul y al avance hacia el norte, donde se hicieron fuertes las tropas de Dostum y de Massud. Los talibanes procedieron a establecer, allí donde se extendieron, su visión restrictiva del islam: radical separación de sexos en público, prohibición a las mujeres de ocupar un puesto de trabajo, persecución de actividades consideradas ‘impías’ (salas de juego, consumo de bebidas) y modificación de la legislación penal para aplicar leyes más severas, entre otras.
En mayo de 1997 los talibanes organizaron una ofensiva contra las fuerzas situadas en el septentrional valle del Panshir, si bien no consiguieron conquistarlo en su totalidad. A la catástrofe humanitaria ocasionada por la guerra se añadió, en febrero de 1998, la de los terremotos que sacudieron el norte del país, y que causaron más de 5.000 muertos. En agosto de ese año tuvo lugar un ataque aéreo estadounidense contra instalaciones afganas como respuesta a los atentados producidos a comienzos de ese mes contra las embajadas norteamericanas de Nairobi (Kenia) y Dar es-Salaam (Tanzania), en los que fallecieron cerca de 300 personas, y en los cuales parecía estar implicado el millonario saudí Osama bin Laden, fundador y líder de la red terrorista Al-Qaeda que se refugiaba en Afganistán. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas anunció el 15 de noviembre de 1999, seis meses después de que Estados Unidos hiciera lo propio, la imposición de sanciones contra el régimen talibán a raíz de que éste rechazara entregar a Bin Laden para su procesamiento judicial. La resolución acarreaba la congelación de los bienes de los talibanes en el extranjero y la prohibición de los vuelos internacionales de sus compañías aéreas.
7.9
Fin del régimen talibán
El aislamiento talibán se agravó después de los atentados terroristas sufridos por Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001 (el derrumbamiento de las torres gemelas del World Trade Center de Nueva York y de parte del Pentágono causaron miles de muertes). El presidente estadounidense George W. Bush forjó una amplia coalición internacional contra el terrorismo y dispuso una ofensiva militar, la Operación Libertad Duradera, cuyo primer objetivo era la entrega por parte de Afganistán de Bin Laden, a quien se acusaba de ser el responsable de los atentados. De forma simultánea, la oposición interna afgana se vertebraba en dos ejes. Por un lado, la Alianza del Norte (el conjunto de milicias y guerrillas antes en pugna, que combatía de forma unificada desde 1996 a los talibanes), rebautizada Frente Unido y liderada por Muhammad Fahim Khan (tras el asesinato de Massud), representaba el brazo militar del gobierno afgano en el exilio, presidido por Rabbani y reconocido como legítimo por la comunidad internacional. Por otro, el ex monarca Muhammad Zahir Shah, quien desde su exilio en Italia parecía una de las opciones más factibles para protagonizar la transición política subsiguiente a una hipotética caída del gobierno rigorista.
Dada la resistencia talibán a entregar a Bin Laden, fuerzas estadounidenses y británicas iniciaron el 7 de octubre de 2001 el bombardeo de objetivos estratégicos afganos. Durante el siguiente mes de noviembre, la Alianza del Norte, definitivamente respaldada por la coalición internacional, aceleró su ofensiva terrestre, ocupó de forma sucesiva las principales ciudades del país (Mazar-i-Sharif, Pulaj-i-Jamri, Tāloqān, Qala-i-Nau, Bāmiān, Kondoz, Herāt, Jalalabad y Kabul), y pasó a dominar dos terceras partes del territorio de Afganistán. Así, los talibanes conservaron tan sólo el control de algunas provincias del sur y centraron todos sus esfuerzos en resistir desde su principal baluarte, Kandahār. Paralelamente al avance de la Alianza, a los bombardeos aéreos aliados y al paulatino repliegue talibán, fuerzas estadounidenses iniciaron en el espacio meridional del país las operaciones de búsqueda sobre el terreno de Bin Laden. En el marco de esta nueva fase de la Operación Libertad Duradera, la infantería de Marina de Estados Unidos se hizo presente en las cercanías de Kandahār. Esta ciudad se rindió finalmente el 6 de diciembre, pero dado que el mulah Mohammed Omar y Bin Laden permanecían en paradero desconocido, las operaciones bélicas prosiguieron, trasladándose al que se presumía era su lugar de refugio, la montañosa región de Tora Bora donde aún luchaban numerosos miembros de Al-Qaeda. La resistencia de Tora Bora concluyó el 16 de diciembre, pero Omar y Bin Laden continuaron desaparecidos.
7.10
La reconstrucción y reorganización del Estado
En el plano diplomático, el 27 de noviembre de 2001 comenzó en Bonn (Alemania) la que fue llamada Conferencia Interafgana, a la que asistieron delegados de las principales fuerzas políticas de Afganistán (excepción hecha de los talibanes): la Alianza del Norte (con el presidente en el exilio, Rabbani, como cabeza visible) y los denominados Grupo de Roma (vinculado al antiguo monarca Zahir Shah), Proceso de Chipre y Asamblea de Peshawār. La reunión, auspiciada por la ONU, pretendía establecer un marco político que garantizara el subsiguiente proceso de pacificación y democratización del país. Esta cumbre, que tuvo que superar las diferencias existentes entre las distintas corrientes presentes, finalizó el 5 de diciembre. De ella emanó un gobierno provisional, presidido por el pashtún Hamid karzai, que ejercería el poder ejecutivo durante seis meses. Quedaba previsto que, trascurrido este periodo, se convocaría la Loya Jirga (o Gran Asamblea, la tradicional institución afgana que reúne a los distintos jefes tribales) para designar un nuevo gobierno, cuyo mandato se prolongaría durante dos años, plazo en el que tendrían lugar elecciones libres. Asimismo, en Bonn se acordó el despliegue de una fuerza internacional de paz vinculada a la ONU, la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF, en sus siglas en inglés), que pasó a estar dirigida por la OTAN en agosto de 2003.
Según lo previsto, en junio de 2002 se reunió la Loya Jirga, y en su transcurso Karzai fue elegido para desempeñar la presidencia del país hasta la celebración de elecciones. Previamente habían renunciado a la posibilidad de ejercerla tanto el ex monarca Muhammad Zahir, como el ex presidente Rabbani. No obstante, en el desarrollo de la Asamblea fueron palpables las grandes dificultades que entrañaría el camino hacia la paz, dada la división existente entre los diversos grupos étnicos afganos. De hecho, el 6 de julio siguiente fue asesinado Abdul Qadir, vicepresidente y ministro de Obras Públicas del nuevo gobierno. Asimismo, los primeros pasos del proceso de normalización se vieron alterados por episodios de violencia como los acaecidos el 5 de septiembre de ese mismo año, cuando se produjo en Kandahār un atentado contra la vida de Karzai, del que éste salió ileso, horas después de que un coche bomba causara numerosas muertes en Kabul. Durante la denominada II Conferencia de Bonn, desarrollada en diciembre, Karzai declaró su intención de formar un Ejército nacional y procurar el desarme de los señores de la guerra regionales. En ese mismo mes celebró una reunión en Kabul, con representantes de los gobiernos vecinos de China, Irán, Pakistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, de la que emanó una declaración por la que cada uno de los estados asistentes aceptaba el compromiso común de respetar la integridad y soberanía de los otros.
En noviembre de 2003, dos años después de la caída de los talibanes, la comisión encargada de la redacción de una carta magna para el país presentó ante Karzai el proyecto constitucional que habría de ser debatido en la Loya Jirga. Este borrador contemplaba la definición del Estado afgano como una república islámica democrática, garante de los derechos fundamentales de todos sus ciudadanos. Finalmente, la Constitución fue aprobada por la Loya Jirga en enero de 2004.
El siguiente hito en el proceso de reconstrucción democrática del Estado era la celebración de elecciones presidenciales y legislativas. La inseguridad e inestabilidad aún imperantes en el país (especialmente patente en focos de resistencia talibán y en regiones dominadas por señores de la guerra), así como la dificultad para configurar el censo electoral, motivaron que esa esperada cita con las urnas sufriera diversos aplazamientos. Finalmente, el 9 de octubre de 2004, la ciudadanía afgana pudo decidir quién sería el presidente de la República durante los siguientes cinco años (las elecciones legislativas quedaron pospuestas para 2005). Los comicios tuvieron una elevada participación (aproximadamente, el 70% del electorado) y la legitimidad de sus resultados fue avalada por los observadores internacionales de la ONU, la Unión Europea (UE) y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Concurrieron 18 candidatos, siendo el más votado Karzai, el cual recibió el 55,4% de los sufragios. Sus principales rivales fueron el tayiko Yunus Qanuni, uno de los líderes de la Alianza del Norte y ministro de Educación en el gobierno provisional de Karzai, que recabó el 16,3%; el hazara Hayi Muhammad Mohaqiq (11,6%), y el uzbeko Abdul Rashid Dostum (10%). Dado que la candidatura de Karzai fue respaldada por más del 50% de los votos, no fue necesaria la convocatoria de una segunda vuelta electoral, por lo que el que había sido presidente provisional del país desde junio de 2002, pudo jurar su cargo como jefe del Estado el 7 de diciembre siguiente. Karzai designó días después a su gobierno y, en marzo de 2005, nombró comandante en jefe del Estado Mayor a Abdul Rashid Dostum.
Por su parte, y tras sufrir nuevos aplazamientos, los comicios para elegir a los integrantes de la cámara baja de la nueva Asamblea Nacional se celebraron finalmente el 18 de septiembre de 2005; asimismo, en diciembre, Karzai nombró a los miembros de la cámara alta que le permitía la Constitución. Así, el 19 de diciembre de 2005, quedaba oficialmente constituido el primer Parlamento del país elegido democráticamente en más de tres décadas. El nuevo poder legislativo representaba a un amplio espectro de los grupos y facciones políticas del país.

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