Afganistán (nombre oficial, Dowlat-e
Eslami-ye-Afghanestan o Di Afganistan Islami Dawlat, República
Islámica de Afganistán), país del suroeste de Asia que limita al norte con Turkmenistán,
Uzbekistán y Tayikistán; al este con China, el estado indio de Jammu y
Cachemira y Pakistán; al sur con Pakistán y al oeste con Irán.
Afganistán muestra una figura casi elíptica,
con una longitud máxima, de noreste a suroeste, de 1.450 km y una anchura
de 725 km. Tiene 652.225 km² de superficie.
2
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TERRITORIO Y
RECURSOS
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Afganistán ocupa una región de altas
mesetas accidentadas por cadenas montañosas. Es un país predominantemente
montañoso. Tres cuartas partes de su superficie son cordilleras. Las
principales tierras bajas son una serie de valles fluviales en el norte y
varias regiones desérticas al sur y suroeste.
El principal sistema montañoso del país
es el Hindu Kush, que, con sus diversas ramificaciones, se extiende a lo largo
de 1.000 km desde el Pamir, una región de mesetas del noreste. La altitud media
del Hindu Kush es de 7.620 m. Los pasos naturales, que atraviesan las montañas
en varios puntos, facilitan el tránsito dentro del territorio afgano así como
la comunicación con los países vecinos. El único paso en el Hindu Kush por
debajo de 3.000 m es el Shibar (2.987 m), que permite la conexión de
la región de Kabul con la parte septentrional del país. Probablemente el paso
montañoso más conocido es el histórico Jyber, en la frontera noreste, que
atraviesa los montes Sulayman y proporciona un fácil acceso a Pakistán.
2.1
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Hidrografía
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Los principales ríos son el Amu Daria, denominado
en tiempos antiguos Oxus, en el límite con Tayikistán; el Kabul, afluente del
río Indo; el Helmand, el más largo del país, en el sur, y el Hari, en el oeste.
Todos estos ríos, excepto el Kabul, desembocan en pequeños lagos o embalses.
2.2
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Clima
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Las condiciones climáticas muestran grandes
variaciones diarias y estacionales, debido principalmente a la elevada altitud
media de su territorio. Aunque el país está en la zona subtropical, la altitud
condiciona su clima. El invierno es muy frío y el verano, muy caluroso.
Durante el día, las temperaturas
pueden oscilar de 0 a 38 ºC. En verano se han alcanzado, en los valles del
norte, temperaturas de hasta 49 ºC. A mitad del invierno descienden,
normalmente a promedios de -9,5 ºC en las altitudes de 2.000 m en el
Hindu Kush. Kabul, emplazada a 1.795 m de altura sobre el nivel del mar, tiene
inviernos fríos y veranos agradables, aunque se han registrado máximas de 40 ºC
y mínimas de -21 ºC. Jalalabad (585 m) tiene un clima subtropical, mientras que
el de Kandahār (a 1.006 m) es templado.
Afganistán es un país relativamente
seco; la precipitación anual media es de 305 mm, cuya mayor parte se recoge
entre octubre y abril. Las tormentas de arena son frecuentes en los desiertos y
en las llanuras áridas.
2.3
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Recursos naturales
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A pesar del clima árido y del
terreno montañoso, los recursos naturales son en su mayor parte agrícolas.
Existe cierta variedad de depósitos minerales, pero las dificultades del
transporte, las guerras y la carencia de personal especializado y equipo
técnico han obstaculizado la plena explotación de tales recursos. La mayor
parte del gas natural se localiza en el norte. También tiene grandes reservas
de mineral de hierro.
El clima árido y el terreno
montañoso son las principales causas de la pobreza relativa del suelo agrícola.
Los grandes espacios de tierra cultivable en los valles fértiles son el único
recurso natural bien desarrollado en Afganistán.
2.4
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Vegetación
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Las plantas se asemejan a las del Tíbet
y el Himalaya, así como a las de las llanuras y desiertos de Oriente Próximo.
Los bosques de cedro, pino y otras coníferas se encuentran entre 1.800 y
3.700 m de altitud. Como consecuencia de la tala excesiva, los bosques
ocupaban en 2005 solo un 1,3% de la superficie. En las altitudes inferiores se
encuentran arbustos y árboles como el avellano, el pistacho, el fresno o el
enebro. Por debajo de los 900 m, la vegetación es esteparia: bastante
escasa y compuesta sobre todo de hierbas y de algunos arbustos.
Los principales productos del bosque son
resinas y piñones, además de madera y leña.
2.5
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Fauna
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La fauna es similar a la que
habita en la India, Oriente Próximo y Europa. Abundan el dromedario y el
camello bactriano. Los animales autóctonos son la oveja de montaña, el oso, el
íbice, la gacela, el lobo, el chacal, el gato montés, el erizo y el zorro. Los
principales animales domésticos son el ganado bovino, el ovino y el caprino,
además de burros, caballos, mulas y el galgo afgano, una raza de perro de caza.
La raza de ovejas karakul de Afganistán es famosa por su piel. También se
encuentran aves acuáticas, faisanes, codornices y muchas variedades de
pajarillos de campo y sotos de río.
2.6
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Temas
medioambientales
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Afganistán es uno de los países
más pobres del mundo y las distintas guerras han devastado todos los aspectos
de la vida, incluido el medio ambiente. Un informe reciente de la Conferencia
de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (UNCED) reconoció los
problemas socioeconómicos, tales como la pobreza y la salud, junto con los
medioambientales, como los principales del país.
En Afganistán es frecuente el pastoreo
excesivo y la erosión de los suelos, lo que ha provocado que una tercera parte
de la tierra antes cultivable se encuentre ahora abandonada. Además, la
desertización se ha extendido por buena parte del territorio y el proceso de
deforestación se ha acelerado ya que los ciudadanos necesitaban madera para
poder calentarse y cocinar. Debido a la escasez de alimentos se ha sacrificado
la fauna salvaje de algunas regiones. Las guerras y la extrema pobreza han reducido
la biodiversidad del país; según algunos estudios, existían cerca de 100
especies de mamíferos, entre las que se encuentran el leopardo de las nieves,
la saiga y el ciervo bactriano en peligro de extinción, y por lo menos 380
especies de aves, de las que casi 200 se reproducen en este país.
En la década de 1970, Afganistán
recibió ayuda internacional de la ONU y de WWF/Adena para llevar a cabo una
evaluación medioambiental y poner en marcha un plan de conservación. Hasta
1991, dos zonas destinadas a la fauna y la flora salvaje y un parque nacional
seguían estando reconocidas como zonas protegidas, aunque, en realidad, no
recibían prácticamente ninguna protección. Desde entonces hasta 2005 el
abandono de la atención a los problemas medioambientales ha sido considerable
por parte de las autoridades estatales e internacionales. Afganistán forma
parte de los acuerdos internacionales sobre especies en peligro de extinción,
cambios medioambientales, vertido de residuos al mar y prohibición de realizar
ensayos nucleares.
3
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POBLACIÓN
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La población, predominantemente rural y
estructurada en tribus y clanes que dominan todos los ámbitos de la vida, se
divide en cuatro grandes grupos étnicos. Los pashto (o pashtunes) forman un 42%
de la población total y se dividen en dos subgrupos: los duranios y los
ghilzais. Los tayikos, de etnia iraní, componen el 27% de la población, y el
resto en su mayoría se compone de uzbekos (9%) y hazaras (9%), además de aimak
(4%), turcos (3%), baluchi (2%) y otros.
La movilidad social ha sido constante
desde la década de 1950. Ha disminuido el papel de la familia patriarcal como
aglutinante de los individuos, y las mujeres se han emancipado en gran medida,
si bien la guerra civil y el régimen integrista instalado tras la misma
provocaron una regresión respecto a estos progresos.
3.1
|
Características de
la población
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Con motivo de la invasión
soviética y la posterior guerra civil, muchos afganos abandonaron el país y se
convirtieron en refugiados en otras naciones limítrofes, especialmente Irán y
Pakistán. En 1993, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados (ACNUR) informó de que en 1992 la población de refugiados más
numerosa del mundo era la de Afganistán, cifrada en aproximadamente 4.500.000
personas, de las que 2.900.000 estaban en Pakistán y 1.500.000 en Irán. En 2002
ACNUR comenzó su programa de repatriaciones. En 2005 ya se habían repatriado
2,5 millones de afganos desde Pakistán y 1,2 millones desde Irán. Unos 150.000
afganos emigraron definitivamente a Estados Unidos, Australia y Europa
En 2001, el 78% de la
población vivía y trabajaba en áreas rurales y unos 2 millones de personas
llevaban una vida nómada. La tasa anual de crecimiento de la población se sitúa
en torno al 5%, aunque deben tenerse en consideración los conflictos bélicos de
los últimos años. La tasa de mortalidad infantil es una de las más altas del
mundo, con 163 muertes por cada 1.000 nacimientos.
Población (2008), 32.738.376 habitantes.
3.2
|
Divisiones
administrativas
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Afganistán se divide en 34 provincias:
Badajshan, Badghis, Baghlan, Balj, Bamian, Daykondi, Farah, Faryab, Ghazni,
Ghor, Helmand, Herāt, Jouzjan, Kabul, Kandahār, Kapisa, Khowst, Kunar, Kondoz,
Laghman, Logar, Nangarhar, Nimruz, Nuristan, Oruzgan, Paktia, Paktika,
Panjshir, Parwan, Samangan, Sar-i-Pul, Tajar, Wardak y Zabul.
La capital del Estado es Kabul, con una
población (según estimaciones para 2005) de 3.000.000 habitantes. Otras
ciudades importantes (estimaciones 2005) son Kandahār (400.000 habitantes),
Mazar-i-Sharif (300.000 habitantes) y Herāt (200.000 habitantes), famosas por
sus numerosas mezquitas, antiguos palacios y demás restos arquitectónicos. Sin
embargo, estas ciudades, al igual que otras muchas otras del país, sufrieron
graves daños durante los distintos conflictos bélicos acaecidos en las últimas
décadas.
3.3
|
Religión
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Más del 99% de los habitantes
de Afganistán son musulmanes, principalmente suníes. El resto, especialmente
los hazaras, son chiitas. Las comunidades minoritarias de judíos, hindúes y
parsis están dispersas por las ciudades. Mazar-i-Sharif es el principal centro
de peregrinación del país.
Una figura importante en la vida religiosa
de Afganistán es el mulah (mulá), líder espiritual y profesor. El mulá
siempre es un hombre y debe ser capaz de recitar el Corán de memoria, aunque no
entienda las palabras o su significado. Dirige el sermón de los viernes y las
oraciones, bodas y funerales. También enseña la doctrina islámica a los niños y
a los adultos. Basado en los principios del Corán, el mulá arbitra muchas de
las disputas locales y aconseja y resuelve los problemas y conflictos de sus
fieles.
3.4
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Lengua
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El pashto y el persa (dari),
divisiones del grupo lingüístico iranio, son las lenguas oficiales. Aunque el
pashto tiene una extensa literatura, el persa se usa en el ámbito cultural y de
negocios y en los documentos oficiales. De los muchos dialectos hablados, el
uzbeko turco, el turcomano y el kirguís son mayoritarios en las regiones
fronterizas.
4
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EDUCACIÓN Y CULTURA
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En Afganistán se pueden distinguir dos
sistemas educativos diferentes. Uno, de carácter religioso, tiene a los mulás como
figuras centrales, en tanto que son los que se encargan de enseñar los
preceptos del Corán así como la lectura, la escritura y el cálculo matemático.
El otro sistema, implantado en 1964, promovía la enseñanza elemental gratuita y
obligatoria para los niños de 7 a 15 años, aunque este objetivo raramente llegó
a alcanzarse. Sólo el 58% de los habitantes mayores de 15 años está
alfabetizado, según estimaciones para 2001. Algunos expertos creen incluso que
esta cifra es demasiado elevada, ya que a finales de ese año el 80% de las
escuelas habían sido destruidas. En 1995, las escuelas primarias tuvieron una
matriculación anual de 1.312.197 alumnos, las secundarias de 512.851, y las
instituciones de enseñanza superior de aproximadamente 10.000. La Universidad
de Kabul, fundada en 1932, fue el principal y más prestigioso centro de
educación superior hasta la guerra civil.
4.1
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Bibliotecas y
museos
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Las escasas bibliotecas importantes se localizaban
en la capital. Gran parte del material conservado en la biblioteca de la
Universidad de Kabul se dispersó durante la guerra. El Museo Nacional de Kabul
(1922), el mayor del país, era el más destacado por su colección de objetos
budistas antiguos. Algunas de sus piezas más valiosas fueron llevadas a la URSS
durante la ocupación soviética; se desconoce su ubicación actual. En 1993, el
museo fue bombardeado y saqueado. El comercio de antigüedades afganas llegó a
ser, durante la década de 1990, una de las actividades ilegales más lucrativas.
Más de 2.700 objetos artísticos que todavía se conservaban en los museos
afganos fueron destruidos en 2000 durante el régimen talibán.
4.2
|
Literatura
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La tradición de la narración oral
continúa viva en Afganistán, en gran parte como resultado del analfabetismo
generalizado. Esta antigua práctica es muy apreciada en la sociedad y sirve
como medio de transmisión de valores y creencias a la vez que como forma de
entretenimiento. La Sociedad Histórica de Afganistán y la Academia de Pashto
publicaban revistas literarias y fomentaban la incorporación de nuevos
escritores, aunque muchos de sus esfuerzos se vieron frenados a raíz de la
guerra civil.
4.3
|
Arte, música y
deportes
|
La vida cultural afgana ha girado en
torno a las artes y actividades tradicionales. La joyería de oro y plata,
alfombras de estilo persa y una variedad de diversos productos de piel se hacen
de forma artesanal. La música se manifiesta en cantos, baladas y bailes
populares tradicionales. El attan es el baile tradicional más
característico. Se realiza en un gran círculo con los danzantes dando palmas y
moviendo ágilmente sus pies al compás de la música. Los deportes populares
incluyen el polo, el ghosai, un deporte de equipo similar a la lucha, y
el buzkashi, un juego que usa una res muerta en lugar de una pelota o un
disco que debe ser ubicada en un lugar concreto.
En Afganistán se podían encontrar
ruinas, construcciones arquitectónicas y otras piezas artísticas de gran valor.
Sin embargo, la turbulenta historia reciente del país ha hecho que muchas de
ellas se hayan perdido. En marzo de 2001, por ejemplo, militantes talibanes
destruyeron las dos gigantescas estatuas de Buda excavadas en roca en el
acantilado de Bamiyan hace 1.500 años.
5
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ECONOMÍA
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Afganistán es uno de los países
más pobres del mundo, con una renta per cápita anual estimada de tan sólo 220
dólares, aunque no existen datos fiables tras la guerra de 2001. A mediados de
la década de 1990, tras diez años de ocupación soviética y de la posterior
guerra civil, la economía afgana estaba ya muy deteriorada. En 1962 se
iniciaron una serie de planes quinquenales para el desarrollo de la industria,
la agricultura, la minería, el transporte y los servicios sociales. A finales
de la década de 1970 y durante la de 1980 la economía sufrió un duro golpe por
el enfrentamiento entre las fuerzas militares de la Unión Soviética, que
ocuparon el país, y la resistencia de la guerrilla afgana. Alrededor de 1985,
los gastos anuales del gobierno se estimaron en 650 millones de dólares.
En 1999 la población activa se
estimaba en 10,9 millones de personas. Alrededor del 70% se dedicaba a la
agricultura y la ganadería. Los mayores problemas en el terreno laboral son el
desempleo generalizado y la carencia de trabajadores y funcionarios públicos
cualificados.
5.1
|
Agricultura
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La agricultura es la fuente
principal de ingresos; el país produce por lo general la mayor parte de los
alimentos para satisfacer las necesidades básicas de la población, mientras que
un pequeño excedente se emplea para la exportación. Los cultivos principales
son trigo, maíz, arroz, cebada, hortalizas, varios tipos de frutas y nueces.
Los mayores cultivos industriales son los de semillas de ricino, rubia (usada
para tintes rojos), asafétida (una resina medicinal), tabaco, algodón y
remolacha (betabel). La cría de ganado ovino, la industria ganadera más
importante, origina grandes cantidades de carne, grasas y lana para el consumo
interior, y lana y pieles para exportar. En 2000 había 14.300.000 ovejas. La
piel del karakul es muy apreciada, por lo que la producción extensiva de este
tipo de ganado se incrementó notablemente en la zona norte. La cabaña ganadera
incluye también un número importante de camellos, caballos, burros, vacas,
cabras y aves de corral. Entre los diversos árboles frutales están
melocotoneros o durazneros, perales, manzanos, almendros y nogales. Las
palmeras datileras crecen en la parte sur y los granados y agrios en los
alrededores de Kandahār y Jalalabad. Son abundantes las uvas y melones, de una
calidad excelente y variedad excepcional.
5.2
|
Minería
|
Desde tiempos remotos, los depósitos de oro,
plata, cobre, berilio y lapislázuli han sido explotados en pequeñas cantidades
en las áreas montañosas. También se explotaba el carbón, aunque su producción
en 1999 estaba muy por debajo de la media habitual durante la década anterior.
Los grandes depósitos de gas natural del norte se desarrollaron gracias a la
financiación soviética. El gas empezó a llegar a la Unión Soviética a mediados
de la década de 1980, pero este intercambio terminó en 1989. Otros depósitos,
como mineral de hierro, sulfuro, cromo, cinc y uranio, en gran parte están
todavía sin explotar.
5.3
|
Industria
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Entre las décadas de 1960 y 1980,
la producción industrial se incrementó. Con la apertura en 1965 de una gran
fábrica de lana construida por la República Federal de Alemania, la producción
textil se duplicó. El resto de factorías, localizadas principalmente en Kabul,
eran plantas textiles, que en su mayor parte exportaban sus productos, y de
calzado, plantas de cemento explotadas por el gobierno, una planta de procesado
de frutas, una planta de briquetes de carbón y varias desmotadoras de algodón.
La principal industria doméstica era el tejido de alfombras. Como en los demás
aspectos de la economía afgana, la guerra civil supuso un freno muy importante
para la expansión industrial.
5.4
|
Energía
|
Alrededor del 60% de la
electricidad se produce en instalaciones hidroeléctricas mientras que el resto
se genera en su mayoría en centrales térmicas que usan carbón o derivados del
petróleo. Las grandes presas hidroeléctricas se situaron en los ríos Helmand y
Kabul. En 2003, Afganistán produjo anualmente alrededor de 905 millones de KWh
de electricidad.
5.5
|
Moneda y banca
|
La unidad monetaria es el afgani, que
se divide en 100 puls. Desde 1981 hasta 1996, la tasa oficial de cambio fue
fijada en 50 afganis por 1 dólar estadounidense. Desde 1999 quedó establecida
en 3.000 afganis por 1 dólar, y en la actualidad la cotización del afgani
fluctúa en el mercado. El Banco Central de Afganistán emite todos los billetes,
ejecuta préstamos al gobierno y presta dinero a ciudades y otros bancos. Todos
los bancos privados en Afganistán fueron nacionalizados en 1975.
5.6
|
Comercio
|
En 1999, las exportaciones anuales
ascendieron a 150 millones de dólares y las importaciones supusieron 600
millones de dólares. Entre las principales exportaciones se encuentran gas natural
(42%), frutos secos y nueces (26%), algodón, alfombras y pieles de karakul. La
URSS fue el principal socio comercial de Afganistán antes incluso de la
invasión soviética de 1979, y esa relación se intensificó en la década de 1980.
Hasta mediados de la década de 1990, los principales compradores de los
productos afganos, además de la URSS, fueron Pakistán, Reino Unido, Alemania y
la India. Entre las importaciones se encuentran tejidos, materiales de
construcción, petróleo, ferretería, maquinaria, té y azúcar.
5.7
|
Transporte
|
Los viajes por el interior están
muy limitados por la dificultad del terreno. El país no tiene ferrocarriles y
sus ríos, estrechos y de rápido curso, no son navegables, por lo que se usan
sólo para transportar madera. Los camellos y otros animales de carga se
utilizan en gran medida para el transporte. El país tiene 21.000 km de
carreteras, la mayoría sin asfaltar. Las principales comunican Kabul con las
capitales provinciales. El mejor acceso por carretera a Pakistán es a través
del paso Jyber. El mantenimiento de las carreteras es un problema constante,
principalmente a causa de las violentas avenidas de agua en primavera. La
compañía aérea Bajtar Afghan realizaba vuelos nacionales e internacionales,
aunque su actividad desapareció por la guerra.
5.8
|
Comunicaciones
|
En 1999 había 1,3 aparatos
telefónicos en uso por cada 1.000 habitantes. La primera cadena de televisión
afgana, puesta en marcha con ayuda japonesa, comenzó sus emisiones en Kabul en
1978. Cuando los talibanes accedieron al poder, prohibieron la televisión y
cerraron todas las emisoras en funcionamiento. Posteriormente, las emisiones se
reiniciaron una vez que las fuerzas de la Alianza del Norte liberaron Kabul en
2001.
En 1996 existían 270.000 receptores de
televisión, 2.750.000 aparatos de radios y se editaban 12 periódicos con
regularidad.
6
|
GOBIERNO
|
La actual Constitución afgana entró en vigor
en 2004. Garantiza la libertad de culto aunque declara al islam religión
oficial del Estado. También garantiza la igualdad de hombres y mujeres ante la
ley, así como los derechos lingüísticos de las minorías.
Hasta la década de 1960, el rey y
la familia real dominaron el gobierno central afgano. En 1963 fue designado por
primera vez un primer ministro no perteneciente a aquélla. La Constitución
promulgada un año después contemplaba la división de poderes entre el jefe del
ejecutivo y un Parlamento electo; pero, no obstante, bajo la monarquía los
partidos políticos nunca fueron legalizados.
En 1973, un golpe de Estado
dirigido por Muhammad Daud derrocó al rey Zahir, abolió la monarquía y proclamó
la república. Cinco años después, Daud fue igualmente apartado del poder por un
nuevo golpe que instauró un régimen comunista con Noor Muhammad Taraki al
frente. Éste fue asesinado al año siguiente y sustituido por Hafizullah Amin.
En diciembre de 1979, tropas de la Unión Soviética invadieron el país, acabaron
con la vida de Amin e instalaron en la presidencia a Babrak Karmal. En 1987,
este gobierno comunista pro soviético promulgó una nueva Constitución, cuyo
texto establecía que el presidente debería ser elegido por sufragio indirecto
para mandatos de siete años; en virtud de sus términos, Muhammad Najibullah
accedió al cargo de presidente. Aquella Constitución también creó una Asamblea
Nacional (Meli Shura) bicameral (integrada por el Senado y la Cámara de
Representantes). El Partido Democrático Popular de Afganistán (PDPA, comunista)
controlaba de facto el gobierno, pero 50 de los 234 escaños de la Cámara de
Representantes estaban reservados para miembros de los partidos de la
oposición. Tras la retirada de las tropas soviéticas (1989) y la caída del
régimen comunista y del propio Najibullah (1992), el país quedó gobernado por
un consejo provisional. En diciembre de 1992, Burhanuddin Rabbani fue elegido
presidente por un Gran Consejo extraordinario. Aunque su mandato expiraba
oficialmente en diciembre de 1994, continuó en el cargo hasta septiembre de
1996, cuando los talibanes tomaron Kabul y le forzaron al exilio. El nuevo
régimen instaurado por éstos se prolongó hasta noviembre de 2001, cuando las
fuerzas de la Alianza del Norte recuperaron Kabul.
Con la intención de conseguir
crear un gobierno de carácter multiétnico, la Organización de las Naciones
Unidas (ONU) auspició la celebración en Alemania de la que fue denominada
Conferencia Interafgana de Bonn, a la que asistieron delegados de las distintas
corrientes étnicas, religiosas y políticas del país (con excepción de los
talibanes). El 5 de diciembre de 2001 acordaron la formación de un gobierno
interino que en los siguientes seis meses afrontaría la difícil transición
hacia la estabilidad política. Dicho gabinete, presidido por Hamid Karzai, tomó
posesión el 22 de diciembre de ese año. En junio de 2002, la Loya Jirga (Gran
Asamblea) eligió a Karzai jefe del Estado para los siguientes dos años, periodo
en el que su ejecutivo debería preparar al país para la celebración de
elecciones libres y democráticas.
En enero de 2004, fue aprobada la
ya referida nueva Constitución por la que se rige en la actualidad el Estado
afgano. Su articulado establece que el presidente es el jefe del Estado y del
gobierno, así como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. Es elegido por
sufragio directo para un periodo de cinco años y no puede gobernar durante más
de dos mandatos. La Constitución de 2004 fijó una presidencia fuerte, pero
impuso algunas restricciones a la misma; por ejemplo, determinados
nombramientos (como los de ministros gubernamentales y miembros del Tribunal
Supremo) y decisiones políticas están sujetas a la aprobación parlamentaria. En
virtud de la Constitución de 2004, el Parlamento afgano es la Meli Shura (Asamblea
Nacional), de carácter bicameral. La cámara baja es la Wolesi Jirga (Cámara del
Pueblo), integrada por un número de miembros no superior a 250 (estando
reservada una cuarta parte a mujeres) que son elegidos cada cinco años. La
cámara alta es la Meshrano Jirga (Cámara de los Ancianos), integrada por un
representante de cada consejo provincial, un representante de cada consejo de
distrito y un número de designados presidenciales (la mitad de los cuales deben
ser mujeres).
6.1
|
Justicia
|
La Constitución de 1931 estableció la
oficialidad de la religión islámica, y el rito hanafí como fuente de Derecho.
El hanafí, uno de los cuatro sistemas jurisprudenciales del islam suní, se
identifica con la interpretación de la sharia. La Constitución de 1964
fijó que las leyes no podrían contradecir los principios básicos del islam,
pero que estarían sujetas a un proceso legislativo ordinario cuando su
contenido no vulnerase el de la sharia. Esta Constitución incorporó los
jueces religiosos al sistema, pero también sancionó la supremacía de las leyes
civiles. La más alta instancia era el Tribunal Supremo, existiendo tribunales
inferiores en los niveles provincial, municipal y de distrito. Los procesos
podían ser dirimidos en las lenguas de las minorías nacionales, y se crearon
tribunales especiales para juzgar casos de índole política. Tras el golpe de
Estado de 1978 y el cambio gubernamental, se dictaron una serie de decretos
legales para lograr la modernización del sistema jurídico. Estos decretos tuvieron
como objetivo eliminar la usura, las deudas antiguas, y las hipotecas sobre la
tierra, así como el establecimiento de la igualdad de derechos en el matrimonio
y una edad mínima para adquirir este estado. Muchas de estas reformas entraron
en conflicto con múltiples sectores de la población. El advenimiento del
régimen talibán (1996-2001) consagró como norma máxima a la sharia, en
la versión que este grupo tenía de la misma, estricta y rigorista hasta el
punto de convertir en habituales las lapidaciones, las amputaciones o los
ahorcamientos.
La Constitución de 2004 establece que
no puede promulgarse ninguna ley que sea contraria a los principios del islam.
También incluye disposiciones relativas a los derechos humanos y a la igualdad
de derechos de hombres y mujeres ante la ley. La Carta Magna sanciona la
independencia del poder judicial, cuya máxima instancia es el Stera Mahkama
(Tribunal Supremo); sus nueve miembros son nombrados por el presidente con la
aprobación de la Wolesi Jirga.
6.2
|
Gobierno local
|
Como ya se ha dicho, Afganistán
se divide en 31 provincias, que a su vez se subdividen en distritos y
subdistritos. Cada provincia es administrada por un gobernador, que es
designado por el gobierno central. No obstante, la práctica ausencia de control
central en el país, como consecuencia de los distintos conflictos bélicos, dio
como resultado que, a comienzos del siglo XXI, los diferentes “señores de la
guerra” y jefes provinciales ejerzan un absoluto dominio en sus áreas de
influencia.
6.3
|
Salud y bienestar
social
|
Con anterioridad al régimen talibán, el
gobierno incrementó sus esfuerzos para mejorar el bienestar de los habitantes,
y puso en marcha un programa de medicina preventiva contra enfermedades
contagiosas. Sin embargo, las condiciones de salud continúan siendo precarias
debido a la situación bélica, la mortalidad infantil es alta (155 fallecidos
por cada 1.000 nacidos vivos en 2008)y la esperanza media de vida en 2008 era
de 44 años para los hombres y de 44,4 años para las mujeres.
6.4
|
Defensa
|
En 2004 el conjunto de las Fuerzas
Armadas contaba con 27.000 soldados. Todos los hombres entre los 15 y los 55
años podían ser reclutados durante un periodo de tres o más años.
7
|
HISTORIA
|
La primeras referencias históricas de
Afganistán datan del siglo VI a.C., cuando formó parte del Imperio persa de los
aqueménidas. Junto con el resto de éste, la región fue dominada alrededor del
330 a.C., por Alejandro Magno. Tras su muerte en el 323 a.C., la
mayor parte de la región cayó bajo el dominio del general de Alejandro Seleuco
I Nicátor y más tarde bajo el del rey indio Chandragupta. A continuación se
estableció otra dinastía griega en Bactriana (norte de Afganistán) y fundó un Estado
que permaneció desde el 256 a.C. hasta el 130 a.C. El estado
greco-bactriano se rindió a un grupo de nómadas iraníes denominados sakas y
después a los kushans, que adoptaron el budismo. En los siglos III y
IV d.C., los sasánidas persas invadieron el país desde el oeste. Los
eftalitas, o hunos blancos, tenían en gran parte el control de Afganistán
cuando los victoriosos árabes arrasaron la región a mediados del
siglo VII.
7.1
|
Primeras dinastías
musulmanas
|
La invasión árabe afectó a Afganistán probablemente
de forma más decisiva que cualquier otra influencia extranjera. En los siglos
posteriores, por ello, el islam se convirtió en la religión dominante y el
control político árabe fue sustituido por el dominio iraní y turco. El completo
predominio turco en el área se estableció al final del siglo X y
principios del siglo XI gracias al sultán musulmán Mahmud de Ghazni. En
consecuencia la cultura islámica logró cotas brillantes bajo la dinastía ghuri
afgana o iraní (1148-1215). Los ghúridas extendieron gradualmente su dominio
hacia el norte de la India, pero fueron arrollados por las hordas procedentes
del Norte del conquistador mongol Gengis Kan, hacia 1220. La mayor parte del
país quedó bajo control mongol hasta cerca del siglo XIV, en que otro invasor
mongol, Tamerlán, se apoderó del norte de Afganistán. Entre los más notables
sucesores de Tamerlán estuvo Babur, fundador de la dinastía mongol de la India,
que conquistó Kabul alrededor del 1504. Más tarde, en el siglo XVI, los
safawíes de Irán y los uzbekos del norte realizaron incursiones en la región.
Los iranios y los mongoles sucesores de Babur sofocaron continuas revueltas de
afganos.
7.2
|
Creación del Estado
afgano
|
Durante el siglo XVII los afganos autóctonos
empezaron a incrementar su poder. La tribu ghilzai conquistó la capital irania
de Ispahan en 1722. Más tarde, Nadir Sha, que en 1738 restableció la autoridad
iraní sobre casi todo Afganistán, emprendió una violenta contraofensiva iraní.
Nadir fue asesinado en 1747, y entonces los jefes afganos eligieron a uno de
sus generales, un miembro de la tribu abdalí llamado Ahmad Sha, como
gobernante. A Ahmad Sha se le conoció como Durri-i-Dauran (Perla de la
Época). Los abdalíes fueron conocidos en adelante como los duranios. Ahmad Sha
agrandó sustancialmente su reino, adquiriendo el este de Irán, Beluchistán,
Cachemira y parte del Punjab. El emirato se desintegró, sin embargo, bajo los
sucesivos gobernantes de su dinastía, cayendo en 1818. Luego sobrevino un
periodo anárquico en todo el país. En 1826 Dost Muhammad Kan, miembro de una
notable familia afgana, tomó el control del este de Afganistán, asumiendo en
1835 el título de emir.
7.3
|
Conflictos con Gran
Bretaña
|
Entretanto, Dost Muhammad había llamado a
las autoridades coloniales británicas en la India para proteger el territorio
afgano reclamado en el Punjab. Cuando los británicos rechazaron su llamada,
pidió ayuda a Rusia.
7.3.1
|
Primera Guerra
afgana
|
Ante el temor a que la esfera
rusa de influencia se extendiera a las fronteras indias, el gobernador general
británico en la India, George Eden, conde de Auckland, se presentó a Dost
Muhammad con un ultimátum que solicitaba la expulsión de un delegado ruso en
Kabul. Rechazados los requerimientos británicos, en marzo de 1838 el ejército
angloindio invadió Afganistán, desencadenando la Primera Guerra Afgana
(1838-1842). Al encontrar una oposición poco efectiva, los invasores capturaron
Kandahār en abril de 1839 y Ghazni en julio. Cuando Kabul cayó en agosto, Shah
Shuja, un nieto de Ahmad Sha, se instaló en el trono afgano en lugar de Dost
Muhammad, que él mismo entregó a los británicos.
El 2 de noviembre de 1841,
Akbar Kan, un hijo de Dost Muhammad, encabezó con éxito un levantamiento contra
Shah Shuja y las guarniciones afgano-indias del país. Una expedición de castigo
angloindia reforzó las guarniciones durante un breve periodo, pero en diciembre
de 1842 los británicos hubieron de abandonar finalmente el país. Dost Muhammad
fue entonces liberado de su encarcelamiento y recobró su trono.
Las relaciones entre Afganistán y los
británicos continuaron tensas hasta 1855, momento en que Dost Muhammad
determinó un acuerdo de paz con el gobernador de la India.
7.3.2
|
Segunda Guerra
afgana
|
La lucha fratricida entre los hijos del
emir llevó al país a agitaciones durante más de una década tras su muerte en
1863. Shere Alí Kan, su tercer hijo y sucesor, despertó la enemistad de los británicos
al adoptar una política amigable hacia Rusia en 1878. Al rechazar un segundo
ultimátum, en noviembre de 1878 las fuerzas angloindias de nuevo invadieron
Afganistán. En el curso del conflicto resultante, conocido como la Segunda
Guerra afgana (1878-1879), los afganos sufrieron varios cambios. Kabul fue
ocupada en octubre de 1879; Yakub Kan, hijo de Shere Alí, que había ocupado el
trono en marzo del año anterior, fue forzado a abdicar y, en 1880, Abd
al-Rahman Kan, nieto de Dost Muhammad, se instaló en el trono.
7.3.3
|
Posteriores
relaciones anglo-afganas
|
El nuevo soberano confirmó la cesión,
previamente acordada con los británicos por Yakub Kan, del paso Jyber y otros territorios
afganos. Durante su reinado, que duró hasta 1901, Abd al-Rahman Kan arregló las
disputas fronterizas con la India y Rusia, creó un ejército permanente y frenó
el poder de diversos jefes tribales.
En 1907 durante el reinado de
Habibullah Kan, hijo y sucesor de Abd al-Rahman, los gobiernos británico y ruso
prometieron respetar la integridad territorial de Afganistán. Habibullah fue
asesinado en febrero de 1919. Su hermano, Nasrullah Kan, que le sucedió en el
trono durante sólo seis días, fue depuesto por la nobleza afgana en favor de
Amanullah Kan, el hijo de Habibullah. Determinado a quitar completamente su
país de la esfera de influencia británica, Amanullah declaró la guerra a Gran
Bretaña en mayo de 1919. Los británicos, enfrentados a la vez con el creciente
Movimiento Indio de Liberación, negociaron un tratado de paz con Afganistán en
agosto. Por los términos del mismo (firmado en Rāwalpindi) Gran Bretaña
reconoció a Afganistán como Estado soberano e independiente. En 1926 Amanullah
Kan cambió su título de emir por el de rey.
7.3.4
|
Modernización
|
La popularidad y el prestigio que
el rey Amanullah había ganado gracias al trato recibido de los británicos se
disiparon pronto. Muy impresionado por los programas de modernización de Irán y
Turquía, instituyó una serie de reformas políticas, sociales y religiosas: se
instauró un régimen constitucional en 1923, los títulos de la nobleza fueron
abolidos, se decretó la educación para las mujeres y otras medidas radicales
apuntaban a que la modernización de las instituciones tradicionales se pusiera
en vigor. La hostilidad provocada por el programa de reformas del monarca llevó
a la rebelión de 1929 y Amanullah abdicó rápidamente y se exilió. Su hermano
Inayatullah, que le sucedió, fue destronado por Bacha Sakau, un dirigente
rebelde, después de un reinado de tres días. En 1929 el tío de Amanullah, Nadir
Shah, apoyado por varios miles de miembros de las tribus, derrotó a los rebeldes
y ejecutó a Bacha Sakau y se hizo con el poder.
El nuevo soberano restauró gradualmente
el orden en el reino. En 1932 inició un programa de reformas económicas, pero
fue asesinado al año siguiente. Su hijo y sucesor, Muhammad Zahir Shah, que
sólo tenía 19 años cuando accedió, estuvo dominado durante los 30 años
siguientes por sus tíos y primos, particularmente por el príncipe Muhammad Daud
Kan. El Gobierno intensificó el programa de modernización iniciado por Nadir
Shah y estableció relaciones comerciales con Alemania, Italia y Japón. Zahir
Shah proclamó la neutralidad al principio de la II Guerra Mundial en 1939;
sin embargo, en 1941, a petición de Gran Bretaña y la Unión Soviética, expulsó
del país a más de 200 agentes alemanes e italianos. Los Estados Unidos
establecieron relaciones diplomáticas con Afganistán en 1942. En noviembre de
1946 Afganistán ingresó en las Naciones Unidas.
7.4
|
El litigio de
Pashtunistán
|
El gobierno afgano estuvo especialmente
atento a la independencia en 1947 de la India y Pakistán. La incorporación a
Pakistán de las áreas tribales de la Frontera del Noroeste, región adyacente
poblada mayoritariamente por patanas, suscitó gran interés. Pakistán ignoró las
reivindicaciones afganas de celebrar un plebiscito en las áreas tribales sobre
la autodeterminación y en represalia, en 1947 Afganistán votó en contra de la
admisión de Pakistán en las Naciones Unidas. Las relaciones entre los dos
países se hicieron tensas en los siguientes años. Se produjeron esporádicos
choques fronterizos entre las fuerzas de Pakistán y las tribus patanas,
especialmente después de 1949, cuando éstas, con la aprobación del gobierno
afgano, crearon un movimiento con el fin de establecer un Estado independiente que
se llamaría Pashtunistán o Patanistán.
Afganistán manifestó su desagrado al acuerdo
militar aéreo entre Estados Unidos y Pakistán firmado en 1954. Al año
siguiente, el primer ministro soviético Nikolái Alexándrovich Bulganin, en su
visita a Afganistán, proclamó su apoyo al Estado de Pashtunistán. A
continuación, la URSS y Afganistán emitieron una declaración conjunta en favor
de una coexistencia pacífica, el desarme universal y la integración de China en
las Naciones Unidas. El gobierno soviético extendió su apoyo técnico a
Afganistán.
Las relaciones entre Pakistán y
Afganistán mejoraron brevemente durante el final de la década de 1950. En 1961,
sin embargo, la disputa de Pashtunistán estalló y no se restauraron las
relaciones completamente hasta 1967.
7.5
|
Gobierno personal
de Zahir Shah
|
En 1963 el rey Zahir retiró a
su primo Muhammad Daud, que había sido primer ministro desde 1953, y tomó las
riendas del gobierno. Al año siguiente promulgó una nueva Constitución, que
aceptaba algunos principios liberales, como celebrar elecciones legislativas:
las primeras se celebraron en septiembre de 1965.
Afganistán experimentó grandes dificultades
económicas al final de la década de 1960. La situación empeoró después de tres
años de sequía, durante la que se estima que murieron de hambre 80.000
personas. En 1973, enviaron ayuda humanitaria la Unión Soviética, los Estados
Unidos y China.
7.6
|
Proclamación de la
República e invasión soviética
|
En 1968, Zahir Shah propuso la paz
a Daud y se creyó que se habían restablecido entre ellos los lazos de amistad.
Sin embargo, en julio de 1973 Daud tomó el poder, destronó al rey y proclamó la
República de Afganistán. Se aprobó una nueva Constitución a comienzos de 1977,
y Daud fue elegido presidente. Estableció un gabinete civil y mantuvo la
política de no alineamiento del país. En abril de 1978 Daud murió durante un
violento golpe de Estado. Los nuevos gobernantes, organizados en un Consejo
Revolucionario dirigido primero por Noor Muhammad Taraki y después por
Hafizullah Amin, suspendieron la Constitución e iniciaron un programa de
socialismo científico, lo que condujo a la resistencia armada de los
musulmanes, especialmente entre las tribus de las montañas.
Incapaces de contener la rebelión, Taraki y
Amin solicitaron la ayuda militar de la URSS, a pesar de la cual, la
resistencia al gobierno continuó en 1979. En diciembre de ese año, Amin murió
tras un nuevo golpe de Estado apoyado por los soviéticos cuyas tropas ocuparon
Afganistán. La URSS colocó como presidente a Babrak Karmal, un anterior
vicepresidente que había sido expiado y exiliado en 1978. Aunque Karmal intentó
activamente apaciguar a los rebeldes, la insurgencia persistió y más de 3
millones de refugiados huyeron al vecino Pakistán. Durante la mitad de la
década de 1980, las fuerzas gubernamentales, y unos 118.000 soldados soviéticos
defendieron las grandes ciudades y carreteras pero fueron incapaces de
desalojar a los rebeldes. En mayo de 1986, probablemente por instigación
soviética, Karmal fue reemplazado por Muhammad Najibullah, antiguo jefe de la
policía del Estado.
7.7
|
Guerra civil
|
Entre mayo de 1988 y febrero
de 1989 la URSS retiró todas las tropas, pero la guerra civil continuó.
Afganistán dejó de ser un escenario más de la Guerra fría y se convirtió en una
pieza fundamental en el tablero de las potencias regionales (Pakistán, India,
Irán, Rusia, Uzbekistán) por hacerse con el control de un territorio
estratégicamente situado. Najibullah fue depuesto en abril de 1992 y los
rebeldes tomaron Kabul. Las facciones rivales acordaron entonces un consejo
interino para gobernar Afganistán, con Burhanuddin Rabbani como presidente
provisional. En diciembre de 1992, una asamblea especial confirmó, mediante votación,
al presidente Rabbani por un periodo de dos años, pero persistió la lucha entre
las fuerzas político-militares contendientes.
Tales fuerzas tenían un fuerte
componente étnico-religioso: los tayikos, representados por el Jamiat-i-Islami,
partido islamista moderado dirigido por Rabbani y Massud; los hazara,
musulmanes chiitas, agrupados en torno al Hizb-i- Wahdat, liderado por Alí
Mazarí y con el apoyo de Irán; los uzbekos, respaldados por Uzbekistán y
encabezados por el Frente Nacional, del general Abdul Rashid Dostum; y, aunque
en último lugar, el contingente étnico más importante, los pashtunes, agrupados
(hasta el surgimiento de los talibanes en 1994) en el Hizb-i-Islami, grupo
islamista radical chiita apoyado por Pakistán y dirigido por Gulbuddin Hekmatyar.
El 17 de junio de 1993,
Hekmatyar juró el cargo de primer ministro. El 27 de septiembre de 1993, los
líderes de las facciones de la guerrilla acordaron una constitución interina,
preludio a las elecciones de 1994. Sin embargo, el 1 de enero de ese año las
luchas surgieron en Kabul entre tropas leales al presidente Rabbani y las
seguidoras del primer ministro Hekmatyar, apoyado por el antiguo general
comunista Dostum. A finales de junio de 1994 la lucha se extendió a otras
partes de Afganistán y habían muerto más de 2.500 personas.
7.8
|
Implantación del
régimen talibán
|
Los talibanes, grupo integrado por
estudiantes de teología procedentes del sur del país (de la región de Kandahār)
y de etnia pashtún, surgieron con fuerza en agosto de 1994, aprovechando la
caótica situación política generada por la lucha entre las facciones en liza.
Durante los meses siguientes, avanzaron en dirección a Kabul: entre noviembre
de 1994 y enero de 1995 tomaron las ciudades de Kandahār y de Ghazni, y en
febrero alcanzaron los alrededores de Kabul. Rechazados por las fuerzas
gubernamentales, los talibanes optaron por avanzar hacia el oeste y el este,
con el fin de cercar la capital.
A lo largo de 1995 su empuje
continuó con fuerza (toma de Herāt), para estabilizarse a comienzos del año
siguiente. Fue a finales de septiembre de 1996 cuando procedieron a la
conquista de Kabul y al avance hacia el norte, donde se hicieron fuertes las
tropas de Dostum y de Massud. Los talibanes procedieron a establecer, allí
donde se extendieron, su visión restrictiva del islam: radical separación de
sexos en público, prohibición a las mujeres de ocupar un puesto de trabajo,
persecución de actividades consideradas ‘impías’ (salas de juego, consumo de
bebidas) y modificación de la legislación penal para aplicar leyes más severas,
entre otras.
En mayo de 1997 los talibanes
organizaron una ofensiva contra las fuerzas situadas en el septentrional valle
del Panshir, si bien no consiguieron conquistarlo en su totalidad. A la
catástrofe humanitaria ocasionada por la guerra se añadió, en febrero de 1998,
la de los terremotos que sacudieron el norte del país, y que causaron más de
5.000 muertos. En agosto de ese año tuvo lugar un ataque aéreo estadounidense
contra instalaciones afganas como respuesta a los atentados producidos a
comienzos de ese mes contra las embajadas norteamericanas de Nairobi (Kenia) y
Dar es-Salaam (Tanzania), en los que fallecieron cerca de 300 personas, y en
los cuales parecía estar implicado el millonario saudí Osama bin Laden,
fundador y líder de la red terrorista Al-Qaeda que se refugiaba en Afganistán.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas anunció el 15 de noviembre de 1999,
seis meses después de que Estados Unidos hiciera lo propio, la imposición de
sanciones contra el régimen talibán a raíz de que éste rechazara entregar a Bin
Laden para su procesamiento judicial. La resolución acarreaba la congelación de
los bienes de los talibanes en el extranjero y la prohibición de los vuelos
internacionales de sus compañías aéreas.
7.9
|
Fin del régimen
talibán
|
El aislamiento talibán se agravó después de
los atentados terroristas sufridos por Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001
(el derrumbamiento de las torres gemelas del World Trade Center de Nueva York y
de parte del Pentágono causaron miles de muertes). El presidente estadounidense
George W. Bush forjó una amplia coalición internacional contra el terrorismo y
dispuso una ofensiva militar, la Operación Libertad Duradera, cuyo primer
objetivo era la entrega por parte de Afganistán de Bin Laden, a quien se
acusaba de ser el responsable de los atentados. De forma simultánea, la
oposición interna afgana se vertebraba en dos ejes. Por un lado, la Alianza del
Norte (el conjunto de milicias y guerrillas antes en pugna, que combatía de
forma unificada desde 1996 a los talibanes), rebautizada Frente Unido y
liderada por Muhammad Fahim Khan (tras el asesinato de Massud), representaba el
brazo militar del gobierno afgano en el exilio, presidido por Rabbani y
reconocido como legítimo por la comunidad internacional. Por otro, el ex
monarca Muhammad Zahir Shah, quien desde su exilio en Italia parecía una de las
opciones más factibles para protagonizar la transición política subsiguiente a
una hipotética caída del gobierno rigorista.
Dada la resistencia talibán a entregar
a Bin Laden, fuerzas estadounidenses y británicas iniciaron el 7 de octubre de
2001 el bombardeo de objetivos estratégicos afganos. Durante el siguiente mes
de noviembre, la Alianza del Norte, definitivamente respaldada por la coalición
internacional, aceleró su ofensiva terrestre, ocupó de forma sucesiva las
principales ciudades del país (Mazar-i-Sharif, Pulaj-i-Jamri, Tāloqān,
Qala-i-Nau, Bāmiān, Kondoz, Herāt, Jalalabad y Kabul), y pasó a dominar dos
terceras partes del territorio de Afganistán. Así, los talibanes conservaron
tan sólo el control de algunas provincias del sur y centraron todos sus
esfuerzos en resistir desde su principal baluarte, Kandahār. Paralelamente al
avance de la Alianza, a los bombardeos aéreos aliados y al paulatino repliegue
talibán, fuerzas estadounidenses iniciaron en el espacio meridional del país
las operaciones de búsqueda sobre el terreno de Bin Laden. En el marco de esta
nueva fase de la Operación Libertad Duradera, la infantería de Marina de
Estados Unidos se hizo presente en las cercanías de Kandahār. Esta ciudad se
rindió finalmente el 6 de diciembre, pero dado que el mulah Mohammed
Omar y Bin Laden permanecían en paradero desconocido, las operaciones bélicas
prosiguieron, trasladándose al que se presumía era su lugar de refugio, la
montañosa región de Tora Bora donde aún luchaban numerosos miembros de
Al-Qaeda. La resistencia de Tora Bora concluyó el 16 de diciembre, pero Omar y
Bin Laden continuaron desaparecidos.
7.10
|
La reconstrucción y
reorganización del Estado
|
En el plano diplomático, el 27 de
noviembre de 2001 comenzó en Bonn (Alemania) la que fue llamada Conferencia Interafgana,
a la que asistieron delegados de las principales fuerzas políticas de
Afganistán (excepción hecha de los talibanes): la Alianza del Norte (con el
presidente en el exilio, Rabbani, como cabeza visible) y los denominados Grupo
de Roma (vinculado al antiguo monarca Zahir Shah), Proceso de Chipre y Asamblea
de Peshawār. La reunión, auspiciada por la ONU, pretendía establecer un marco
político que garantizara el subsiguiente proceso de pacificación y
democratización del país. Esta cumbre, que tuvo que superar las diferencias
existentes entre las distintas corrientes presentes, finalizó el 5 de
diciembre. De ella emanó un gobierno provisional, presidido por el pashtún
Hamid karzai, que ejercería el poder ejecutivo durante seis meses. Quedaba
previsto que, trascurrido este periodo, se convocaría la Loya Jirga (o Gran
Asamblea, la tradicional institución afgana que reúne a los distintos jefes
tribales) para designar un nuevo gobierno, cuyo mandato se prolongaría durante
dos años, plazo en el que tendrían lugar elecciones libres. Asimismo, en Bonn
se acordó el despliegue de una fuerza internacional de paz vinculada a la ONU,
la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF, en sus siglas en
inglés), que pasó a estar dirigida por la OTAN en agosto de 2003.
Según lo previsto, en junio de 2002 se
reunió la Loya Jirga, y en su transcurso Karzai fue elegido para desempeñar la
presidencia del país hasta la celebración de elecciones. Previamente habían
renunciado a la posibilidad de ejercerla tanto el ex monarca Muhammad Zahir,
como el ex presidente Rabbani. No obstante, en el desarrollo de la Asamblea
fueron palpables las grandes dificultades que entrañaría el camino hacia la
paz, dada la división existente entre los diversos grupos étnicos afganos. De
hecho, el 6 de julio siguiente fue asesinado Abdul Qadir, vicepresidente y
ministro de Obras Públicas del nuevo gobierno. Asimismo, los primeros pasos del
proceso de normalización se vieron alterados por episodios de violencia como
los acaecidos el 5 de septiembre de ese mismo año, cuando se produjo en
Kandahār un atentado contra la vida de Karzai, del que éste salió ileso, horas
después de que un coche bomba causara numerosas muertes en Kabul. Durante la
denominada II Conferencia de Bonn, desarrollada en diciembre, Karzai declaró su
intención de formar un Ejército nacional y procurar el desarme de los señores
de la guerra regionales. En ese mismo mes celebró una reunión en Kabul, con
representantes de los gobiernos vecinos de China, Irán, Pakistán, Tayikistán,
Turkmenistán y Uzbekistán, de la que emanó una declaración por la que cada uno
de los estados asistentes aceptaba el compromiso común de respetar la
integridad y soberanía de los otros.
En noviembre de 2003, dos años después
de la caída de los talibanes, la comisión encargada de la redacción de una
carta magna para el país presentó ante Karzai el proyecto constitucional que
habría de ser debatido en la Loya Jirga. Este borrador contemplaba la
definición del Estado afgano como una república islámica democrática, garante
de los derechos fundamentales de todos sus ciudadanos. Finalmente, la
Constitución fue aprobada por la Loya Jirga en enero de 2004.
El siguiente hito en el proceso de
reconstrucción democrática del Estado era la celebración de elecciones
presidenciales y legislativas. La inseguridad e inestabilidad aún imperantes en
el país (especialmente patente en focos de resistencia talibán y en regiones
dominadas por señores de la guerra), así como la dificultad para
configurar el censo electoral, motivaron que esa esperada cita con las urnas
sufriera diversos aplazamientos. Finalmente, el 9 de octubre de 2004, la
ciudadanía afgana pudo decidir quién sería el presidente de la República
durante los siguientes cinco años (las elecciones legislativas quedaron
pospuestas para 2005). Los comicios tuvieron una elevada participación
(aproximadamente, el 70% del electorado) y la legitimidad de sus resultados fue
avalada por los observadores internacionales de la ONU, la Unión Europea (UE) y
la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Concurrieron 18 candidatos, siendo el más votado Karzai, el cual recibió el
55,4% de los sufragios. Sus principales rivales fueron el tayiko Yunus Qanuni,
uno de los líderes de la Alianza del Norte y ministro de Educación en el
gobierno provisional de Karzai, que recabó el 16,3%; el hazara Hayi Muhammad
Mohaqiq (11,6%), y el uzbeko Abdul Rashid Dostum (10%). Dado que la candidatura
de Karzai fue respaldada por más del 50% de los votos, no fue necesaria la convocatoria
de una segunda vuelta electoral, por lo que el que había sido presidente
provisional del país desde junio de 2002, pudo jurar su cargo como jefe del
Estado el 7 de diciembre siguiente. Karzai designó días después a su gobierno
y, en marzo de 2005, nombró comandante en jefe del Estado Mayor a Abdul Rashid
Dostum.
Por su parte, y tras sufrir
nuevos aplazamientos, los comicios para elegir a los integrantes de la cámara
baja de la nueva Asamblea Nacional se celebraron finalmente el 18 de septiembre
de 2005; asimismo, en diciembre, Karzai nombró a los miembros de la cámara alta
que le permitía la Constitución. Así, el 19 de diciembre de 2005, quedaba
oficialmente constituido el primer Parlamento del país elegido democráticamente
en más de tres décadas. El nuevo poder legislativo representaba a un amplio
espectro de los grupos y facciones políticas del país.
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