martes, 4 de septiembre de 2012

países: Filipinas



Filipinas (nombre oficial, Republika ñg Pilipinas, República de Filipinas), república del océano Pacífico occidental, compuesta por las islas Filipinas que forman parte del archipiélago Malayo. Situadas aproximadamente a 1.210 km al este de la costa de Vietnam, las Filipinas están separadas de Taiwan al norte por el estrecho de Luzón. La República limita al este con el océano Pacífico, al sur con el mar de Célebes y al oeste con el mar de la China meridional. El país comprende 7.100 islas, de las cuales sólo 460 tienen más de 2,6 km2 de superficie. Once islas tienen un área superior a 2.590 km2 cada una y contienen la mayoría de la población. Las dos grandes islas del archipiélago son Luzón (104.700 km²), al norte, y Mindanao (94.630 km²), al sur. Las siguen nueve islas consideradas medianas, que son Samar, Negros, Palawan, Panay, Mindoro, Leyte, Cebú, Bohol y Masbate. Estas once islas suponen el 95% de la superficie total de Filipinas que es de 300.000 km² aproximadamente. Manila es la capital y la mayor ciudad de Filipinas.
2
TERRITORIO Y RECURSOS
Las Filipinas son el grupo más septentrional del archipiélago Malayo, con una extensión de aproximadamente 1.850 km de norte a sur entre Borneo y Taiwan, y de 1.127 km de este a oeste. Uno de los principales rasgos del archipiélago es la atomización de islas que tiene. La razón es su situación en una zona de subducción geológica terrestre, en donde la corteza terrestre se hunde y provoca convulsiones en el relieve que dan lugar a la aparición de zonas muy montañosas y profundas fosas submarinas. Así, la mayoría de las islas, de origen volcánico, son cimas de masas montañosas parcialmente sumergidas. En general los sistemas montañosos filipinos se extienden de norte a sur paralelamente a las costas y en muchos lugares bordeándolas. Los terremotos son bastante frecuentes en las islas, y existen aproximadamente 20 volcanes activos.
En las islas más pequeñas, las montañas forman una espina dorsal que constituye su principal rasgo topográfico. Las dos islas mayores, Luzón y Mindanao, tienen un relieve más diverso, con llanuras amplias, y con fértiles valles en el interior. En el norte de Luzón, el valle del río Grande de Cagayán es una llanura de unos 80 km de anchura, rodeada por las montañas de la Sierra Madre al este, la cordillera Central al oeste y Caraballo al sur. Más al sur se encuentra la llanura central, que se extiende desde el golfo de Lingayen hasta la bahía de Manila y laguna de Bay, el mayor lago de Luzón. La llanura está drenada por el río Agno en el norte y por el río Pampanga en el sur. En la costa suroccidental se encuentran los montes Zambales. Luzón tiene una estrecha extensión montañosa en el sureste denominada península de Bicol. El monte Mayon, un volcán activo que entró en erupción en febrero de 1993, se encuentra en esta península, justo al norte de Legaspi. Sin actividad durante unos 600 años, el monte Pinatubo, un volcán localizado en el centro de Luzón, entró en erupción en junio de 1991 y en julio de 1992 otra vez.
En Mindanao, la mayor isla de Filipinas después de Luzón, los montes Diuata bordean la costa del Pacífico y al oeste de ellas se encuentra el río Agusan. En el suroeste de Mindanao hay una gran área deprimida, el valle de Mindanao. Una de las cordilleras del sur de Mindanao contiene el volcán Apo (2.954 m), que es el punto más alto de Filipinas. Las líneas de costa de todas las islas son extremadamente irregulares, con una longitud total de 36.289 kilómetros.
2.1
Ríos
Las principales islas de Filipinas están atravesadas por grandes ríos, algunos de los cuales son navegables. El río más largo de Luzón es el Grande de Cagayán; otros ríos importantes de la isla son el Chico, el Abra, el Pampanga y el Bicol. El río Grande de Mindanao (conocido en su curso alto como el Pulangi) y el Agusan son los ríos más destacados de Mindanao.
2.2
Clima
Las islas Filipinas se encuentra en zona tropical y tienen un promedio de temperatura anual de unos 27 ºC. En general, los valles interiores y los lugares a sotavento son más cálidos que el promedio; lo contrario ocurre con las laderas, las cumbres de las montañas y los lugares a barlovento de las islas con temperaturas inferiores. La precipitación alcanza los 2.030 mm al año en las tierras bajas. En la mayoría de las islas Filipinas la estación lluviosa se produce durante el monzón de verano (desde mayo a noviembre) cuando los vientos soplan del suroeste; la estación seca se desarrolla durante el monzón de invierno (de diciembre a abril) cuando los vientos soplan del noreste. De junio a octubre los tifones (laguíos) llegan a las islas Filipinas, y ocasionalmente causan graves daños.
2.3
Recursos naturales
Las Filipinas son ricas en recursos minerales y forestales. Sus minerales principales son el oro, el cobre, el hierro, el cromo, el manganeso, la sal y el carbón. También se pueden encontrar plata, plomo, mercurio, calizas, petróleo y uranio.
2.4
Flora y fauna
Aproximadamente el 23,9% de la superficie de Filipinas está cubierta por bosque o monte. Entre los árboles destacan el baniano, diferentes variedades de palmeras, árboles de los que se extrae el caucho y muchos árboles autóctonos de maderas muy duras como el apitong, el yacal, el lauan, el camagón, el ipil, el narra blanco y rojo y el mayapis. El bambú y las plantas de la canela, el clavo y la pimienta crecen de forma silvestre, al igual que numerosas especies de orquídeas. Una de las plantas autóctonas más valiosas es el ábaca (o cáñamo de Manila) un yantén cuya fibra se utiliza para hacer cuerdas, textiles y sombreros. Los manglares y las palmeras de nipa crecen en los pantanos costeros, y grandes áreas de las tierras altas están cubiertas por hierbas gruesas de escaso valor para la ganadería. Excepto en el caso de los roedores, comparativamente se encuentran pocas variedades de mamíferos en las islas. Los más importantes son el búfalo de agua domesticado (denominado carabao) varias especies de venados, jabalíes salvajes y domesticados, las mangostas y una especie de ganado vacuno característico. También hay gran número de reptiles y unas 760 especies de aves, incluyendo loros multicolores. En Filipinas hay una gran cantidad de fauna marina en las aguas costeras, particularmente moluscos. Las ostras perlíferas abundan en el archipiélago de las Sulú, en el extremo suroccidental, cuyas perlas son muy famosas.
2.5
Suelos
Aproximadamente el 35,9% del territorio está cultivado. En las islas septentrionales los suelos son principalmente de origen volcánico; los corales calizos son un importante elemento de los suelos de las islas meridionales. En general los suelos del archipiélago son de pobre calidad.
2.6
Temas medioambientales
Una de las tasas de deforestación más elevadas del mundo -3,50% (1990-1996) por año- es la amenaza más directa sobre la notable biodiversidad de las Filipinas. Entre 1990 y 1995, se perdieron 1,5 millones de hectáreas de suelo boscoso, dando lugar a que los bosques de Filipinas cubran actualmente sólo el 22,7% (1995) de la superficie total del país. A raíz de esta pérdida de ecosistemas, 188 especies animales se encuentran ahora amenazadas por la extinción.
La deforestación continúa debido al crecimiento de la población, la migración a las regiones elevadas de las islas, la tala comercial y la presión por eliminar bosques para obtener más suelo de uso agrícola. El Gobierno no ha restringido la tala hasta fines de la década de 1970 y la tala ilegal atenúa la efectividad de estas restricciones. Los programas de reforestación han tenido un éxito limitado. Con el fin de proteger y restaurar el suelo, el Fondo Mundial para la Flora y Fauna Silvestre ha concretado un intercambio deuda-por-naturaleza con el gobierno filipino, que incluye numerosos proyectos medioambientales y dos parques nacionales. No obstante, sólo el 4,9% (1997) del territorio de las Filipinas está protegido como parque y otras reservas naturales, resultando en un porcentaje muy bajo en comparación con otros países de la región.
La vasta limpieza de los bosques en las Filipinas ha erosionado gravemente el suelo, provocando inundaciones y obstrucción de las vías de agua. La agricultura de tala y quema, utilizada con frecuencia en las tierras recién despejadas, tiende a incrementar la erosión del suelo. Los suelos cultivados de esta manera pueden utilizarse sólo durante unos pocos años antes de que se agoten sus nutrientes y deben ser abandonados.
La grave contaminación del aire es otro problema medioambiental en las Filipinas, principalmente en la ciudad de Manila. La contaminación del agua, provocada en parte por el exceso de limo derivado de la deforestación y la agricultura, amenaza a los ecosistemas ribereños de una importante zona de humedales costeros, incluidos unos enormes pantanos de mangle. La acuicultura -el cultivo controlado de peces y crustáceos- también ha contribuido a este problema.
Los tifones castigan las islas Filipinas durante los meses de verano, y las erupciones volcánicas, como la del monte Pinatubo en 1991, también provocan desastres ocasionales. Tanto los tifones como las erupciones volcánicas pueden provocar deslizamientos de barro que afecten a grandes superficies de suelo agrícola.
Las Filipinas forman parte de tratados internacionales relativos a la biodiversidad, el cambio climático, las especies en peligro de extinción, los residuos peligrosos, los vertidos marinos, los bosques tropicales y los humedales.
3
POBLACIÓN
El término filipino, que originariamente se refería a una persona de descendencia española nacida en las Filipinas y comparable con el término criollo en las colonias hispanoamericanas, se ha aplicado desde el siglo XIX a los malayos cristianizados que constituyen el núcleo de la población filipina.
Los habitantes aborígenes del archipiélago fueron los pigmeos negritos. Durante el periodo prehistórico, los pueblos malayos invadieron las islas en sucesivas oleadas, comenzando aproximadamente en el 200 a.C. Los actuales filipinos, descendientes en su mayoría de los invasores malayos, se dividen según el idioma y la religión. Los más importantes numéricamente son los visaya, que viven en la parte central del archipiélago, y los tagalos, en el centro de Luzón. Los ilokanos, el tercer grupo más importante, habitan en el valle del Grande de Cagayán, en Luzón. Los grupos no malayos más destacados están constituidos por descendientes de españoles y chinos. En la parte meridional del archipiélago (particularmente en el oeste de Mindanao, en el archipiélago de Sulú, y en el sur de la isla de Palawan) hay dos grupos musulmanes, los moros y los samal. Los mestizos (gente de descendencia mixta de filipinos y blancos o chinos) forman una pequeña minoría, aunque importante económica y políticamente.
3.1
Características de la población
La población de Filipinas era de 92.681.453 habitantes en 2008, con una densidad de población de 311 hab/km². Sin embargo, la distribución es desigual: grandes áreas están prácticamente deshabitadas, mientras que otras tienen una densidad de población muy elevada. El país tenía un 63% de población urbana según estimaciones de 2005. La tasa de crecimiento es del 1,73% anual, y la esperanza de vida de 70,8 años de promedio.
3.2
Ciudades principales
Manila tiene una población (2000) de 1.673.000 habitantes, es la capital de Filipinas, el principal puerto del país y un importante centro comercial. La población del área metropolitana de Manila es de 10.352.249 habitantes. Otras ciudades importantes son: Quezón City (2.390.688 habitantes), forma parte del área metropolitana de Manila, y actuó como capital del país desde 1948 hasta 1976; Davao (1.400.000 habitantes), capital provincial y puerto marítimo; Cebú (662.000 habitantes), puerto marítimo y centro comercial de una región agrícola y minera; y Zamboanga (768.762 habitantes), también puerto marítimo.
3.3
Religión
De la población filipina, el 83% son católicos, el 9% protestantes, alrededor de un 5% musulmanes y el resto budistas o de otras creencias.
3.4
Idioma
El idioma oficial de Filipinas es el filipino (antiguamente llamado pilipino) que está basado en el tagalo. El país carece de un idioma común y el inglés se utiliza normalmente en la educación, en la administración y en el comercio. Una minoría de la población habla español, antiguamente idioma oficial. Aproximadamente se hablan en las islas 80 idiomas y dialectos, de los que unos 10, pertenecientes a la familia de las lenguas malayo-polinesias, tienen importancia regional.
3.5
Educación
La educación en Filipinas es gratuita y obligatoria entre los 6 y los 12 años. Aunque en los primeros cursos se enseña el tagalo y se emplean dialectos locales, el inglés es el idioma principal en la enseñanza. El 96,3% de la población adulta sabe leer y escribir.
Según datos de 2000, 12,8 millones de alumnos se inscriben en escuelas primarias y 5,39 millones asisten a las escuelas secundarias. Aproximadamente 2,47 millones de estudiantes están matriculados en las universidades y escuelas universitarias, de las que cabe citar: la Universidad de Filipinas (1908), en Quezón City; la Universidad de Adamson (1932), la Universidad del Este (1946), la Universidad del Lejano Oriente (1928), la Universidad de Feati (1946), y la Universidad de Santo Tomás (1611), todas en Manila; la Universidad de Bicol (1969), en Legaspi; la Universidad de Mindanao (1946), en Davao; la Universidad de San Luis (1911), en Baguio, y la Universidad Suroccidental (1946), en Cebú.
3.6
Cultura
La existencia de un variado número de diferentes idiomas, dialectos y de tradiciones religiosas ha hecho que los filipinos no hayan desarrollado una única cultura nacional. Durante muchos siglos, la evolución de la historia cultural de Filipinas ha tenido una naturaleza local, enriquecida con influencias de China, Malaysia, España y Estados Unidos. Los elementos populares indígenas encontraron expresión en la literatura y en la música, así como en otras formas culturales. Entre los deportes tradicionales se encuentran el arnis, un tipo de esgrima con palos de madera, y el sipa, un juego muy parecido al voleibol, excepto en que los jugadores usan tanto los pies como sus manos y brazos. Las peleas de gallos y el boxeo son muy populares y la influencia cultural estadounidense se aprecia en la popularidad del béisbol y del baloncesto.
Una de las características más notables de la sociedad filipina es la tradición de una fuerte fidelidad familiar. Esto se refleja en la ausencia de instituciones geriátricas, dedicadas a acoger a las personas mayores, y de orfanatos. Desde la época precolonial, las mujeres filipinas tenían elevadas posiciones en la sociedad y, en la actualidad, continúan desempeñando importantes cargos en la vida económica, social y política.
3.6.1
Bibliotecas y museos
Además de las bibliotecas universitarias, las principales bibliotecas del país son la Biblioteca de la Ciudad de Manila, la Biblioteca Nacional y la biblioteca del Instituto de la Ciencia y de Información Tecnológica, todas en Manila. El Museo y la Biblioteca Memorial López, en Pasay, tienen colecciones de pinturas de los principales artistas filipinos, así como las cartas y manuscritos del escritor y patriota José Rizal. El Museo de Santo Tomás, en Manila, tiene las colecciones arqueológicas y de historia natural más destacadas, que ilustran la historia de las islas. El Museo Nacional, en Manila, tiene divisiones de antropología, botánica, geología y zoología, junto a colecciones de arte y un planetario.
3.6.2
Literatura
La literatura filipina anterior a la llegada de los españoles consistía en historias populares de transmisión oral y proverbios que circulaban en los diversos dialectos de las islas. La literatura bajo la influencia española fue en un principio poética y religiosa y se desarrolló posteriormente bajo la influencia estadounidense hacia la narrativa y el teatro. Entre los escritores de Filipinas se encuentran el novelista José Rizal, Francisco Balagtas, poeta y filósofo, José García Villa, poeta y uno de los escritores más destacados en narrativa corta, Carlos P. Rómulo, periodista y diplomático, el poeta y dramaturgo Claro Recto, el poeta, novelista y dramaturgo Nick Joaquín, y Pas Marques Benitz, un escritor de narrativa corta.
3.6.3
Música
El kundiman, una combinación de palabras y música, es único en las islas. Entre los músicos de fama de Filipinas destacan Rodolfo Cornejo, compositor y director musical, Antonino Buenaventura, director musical, y Antonio J. Molina, director musical y compositor. Los bailes populares son también destacados y hay muchos bailes ceremoniales y tradicionales para diferentes ocasiones.
3.6.4
Pintura
Hasta el siglo XIX, la pintura y la escultura de Filipinas estuvieron fuertemente influidas por la Iglesia católica. En la actualidad, la pintura abarca generalmente temas seculares y también hay pintura abstracta. Los artistas más destacados son Juan Luna y Félix Resurrección Hidalgo, cuyos trabajos son de estilo romántico e impresionista, Fernando Amorsolo, conocido por sus paisajes, Fabián de la Rosa, que se especializó en retratos, y Carlos Francisco y Vicente Manansala, ambos muralistas.
4
ECONOMÍA
La economía de Filipinas está dominada por la agricultura, aunque la industria ha experimentado un crecimiento considerable desde 1945. De acuerdo con la Constitución, toda la tierra y el agua son de dominio público y todos los recursos naturales son propiedad del Estado, y sólo los ciudadanos filipinos o las organizaciones controladas por ciudadanos filipinos pueden explotarlos. El acuerdo firmado en 1948 extendió estos derechos de explotación (por un periodo limitado) a los ciudadanos de Estados Unidos que contribuyeron sustancialmente a la economía de Filipinas. El producto interior bruto es de 117.562 millones de dólares, lo que supone una renta per cápita de 1.362,80 dólares. El presupuesto anual estimado para 2006 era de 19.005 millones de dólares de ingresos y de 20.539 millones de dólares de gastos.
4.1
Agricultura
Aproximadamente el 37% de la población activa de Filipinas está ocupada en la agricultura. Los principales cultivos de subsistencia son el arroz, el maíz, la mandioca y las batatas. Los cultivos crematísticos son la copra, la caña de azúcar y el tabaco. Entre las frutas destacan los plátanos, naranjas, mangos, piñas y papayas. En 2006 la producción anual fue de 24,3 millones de t de caña de azúcar, 15,3 millones de t de arroz, 6,08 millones de t de maíz, 1,76 millones de t de mandioca y 38.368 t de tabaco. La cabaña ganadera contaba con 3,36 millones de búfalos de agua, 2,52 millones de vacas, 146 millones de aves de corral, 3,74 millones de cabras (chivos), 230.000 caballos y 13 millones de cerdos.
4.2
Silvicultura y pesca
El bosque cubre 71.620 km². En 2006, la producción anual de madera fue de 15,7 millones de m³. Además, se tala el bambú y la caña para fabricar muebles, cestas y otros productos. La pesca marina es la principal industria. De 4.145.044 toneladas capturadas en 2005, 3.566.713 procedían de la pesca marina; anchoas, atunes, calamares, camarones y cangrejos son las principales especies recogidas. En las islas meridionales hay pesquerías de esponjas.
4.3
Minería
La industria minera es un importante aspecto de la economía filipina. Entre los principales productos se encuentran: oro (35.500 kg en 2004), plata (18.000 kg), cobre (6.000 t) y carbón (2.032.000 toneladas); también se producen cantidades importantes de níquel y sal.
4.4
Industria
El sector industrial ha experimentado un fuerte crecimiento desde la década de 1950. Los alimentos elaborados, los textiles, los productos tabacaleros y otros bienes perecederos, constituyen el mayor porcentaje de producción industrial. Sin embargo, la producción de artículos duraderos, especialmente muebles, artículos eléctricos y electrónicos, maquinaria no eléctrica y equipamiento de transportes han proporcionado importantes ingresos. Otros productos a destacar son el petróleo refinado, los productos químicos, los materiales de construcción y la ropa. En 1990, entre la fabricación de los principales productos se incluyeron 1,7 millones de t de azúcar sin refinar, 6,4 millones de t de cemento y 71.500 millones de cigarrillos.
4.5
Energía
En 2003 la producción eléctrica era de 47.823 millones de KWh. Aproximadamente el 15,90% de la electricidad se genera en instalaciones hidroeléctricas, el 19,70% proviene de recursos geotérmicos, y el resto se produce en centrales térmicas quemando petróleo refinado o carbón. En la década de 1980 se planearon varios proyectos hidroeléctricos para reducir el gasto de las importaciones de petróleo.
4.6
Moneda y banca
La unidad monetaria es el peso filipino, que se divide en 100 centavos (51,30 pesos equivalían a 1 dólar estadounidense en 2006). El Banco Central de Filipinas (1949) es el único que posee el control del crédito y de la emisión de moneda. Además, 33 bancos comerciales, 44 bancos de desarrollo privado y otras 20 instituciones bancarias cubren las necesidades del país.
4.7
Comercio exterior
Filipinas tiene una balanza comercial deficitaria; en 2003 las importaciones anuales fueron de 39.543 millones de dólares y las exportaciones de 36.231 millones de dólares. Las principales importaciones son petróleo, maquinaria, equipamiento de transportes, metales, productos químicos, alimentos y textiles. Las exportaciones más destacadas son componentes eléctricos y electrónicos, aceite de coco, minerales metálicos, ropa, azúcar sin refinar, copra, plátanos, mariscos, piña enlatada, troncos y maderas. Sus principales socios comerciales son Estados Unidos, Japón, Singapur, Hong Kong, Taiwan, Gran Bretaña, Alemania, Arabia Saudí y Malaysia. Filipinas también es miembro de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN).
4.8
Transporte
A pesar de la dificultad del terreno, Filipinas tiene una red de carreteras con 200.037 km, de las que el 14% están pavimentadas. Sólo existe ferrocarril en Luzón. Las líneas aéreas nacionales están monopolizadas en la Philippine Airlines (PAL) y el principal aeropuerto internacional es el de Manila. El país tiene muchos puertos marítimos, entre los que destacan los de Manila, Cebú, Iloilo y Zamboanga.
4.9
Comunicaciones
Existen 82 periódicos diarios, la mayoría publicados en Manila. El People's Journal y el People Tonight tienen una amplia difusión. La mayoría de los periódicos se editan en inglés y en tagalo. El país tiene un extenso sistema de radiodifusión; en 2000 se utilizaban aproximadamente 12 millones de aparatos de radio y 11 millones de televisiones. Filipinas cuenta con 41 teléfonos y 45 equipos informáticos en uso por cada mil habitantes.
4.10
Empleo
En 2006 la población activa de Filipinas era de 38,4 millones de personas; el 37% trabajaba en la agricultura y el 15% en la industria. De una cifra estimada de 4,9 millones de trabajadores que eran miembros de sindicatos, alrededor de 3,8 millones pertenecían a organizaciones afiliadas al Congreso de Sindicatos de Filipinas.
5
GOBIERNO
El referéndum nacional de febrero de 1987 ratificó una nueva Constitución.
5.1
Poder ejecutivo
La cabeza del Estado y jefe del ejecutivo de Filipinas es un presidente, elegido por sufragio directo universal por un único periodo de seis años. El vicepresidente puede permanecer en el cargo hasta dos mandatos sucesivos de seis años.
5.2
Poder legislativo
De acuerdo con la Constitución de 1987, el cuerpo legislativo bicameral, denominado Congreso, está formado por un Senado constituido por 24 miembros (con un mandato de seis años) y una Cámara de Representantes integrada por un máximo de 260 miembros, que permanecen en su cargo durante un periodo de tres años.
5.3
Poder judicial
La máxima autoridad judicial de Filipinas es el Tribunal Supremo, compuesto por un presidente y 14 magistrados asociados, todos ellos elegidos por el presidente del país. Otros cuerpos judiciales son el Tribunal de Apelación, los tribunales de primera instancia y los tribunales municipales.
5.4
Divisiones administrativas y gobierno local
El territorio de Filipinas se divide en 13 regiones administrativas (Bicol, Valle del Cagayán, Caraga, Ilocos, Luzón Central, Mindanao Central, Mindanao Meridional, Mindanao Occidental, Mindanao Septentrional, Tagalog Meridional, Visayas Central, Visayas Occidental y Visayas Oriental), 2 regiones autónomas (Cordillera y Mindanao Musulmana) y la región de Capital Nacional. Las regiones están, a su vez, divididas en 76 provincias, cada una dirigida por un gobernador. Las provincias se subdividen en un total de 60 ciudades, más de 1.500 municipalidades y miles de entidades locales de ámbito inferior.
5.5
Partidos políticos
Los partidos que se presentaron a las elecciones presidenciales de febrero de 1986 fueron la Organización Democrática Nacionalista Unida (Unido), una coalición de 12 partidos, el Nuevo Movimiento Social (KBL), y el Partido Democrático Filipino (PDP-Laban). Los candidatos del Unido y del PDP fueron, respectivamente, Corazón Aquino y Salvador Laurel, y el Nuevo Movimiento Social apoyó a Ferdinand Marcos y a Arturo Tolentino. En las elecciones de mayo de 1987, los oponentes de Aquino hicieron campaña bajo la bandera de la Gran Alianza para la Democracia. En las elecciones presidenciales de 1992, los partidos políticos de Lakas ng Edsa y la Unión Nacional de Cristianos Demócratas (NUCD) apoyaron a Fidel Ramos, que ganó las elecciones. Los principales grupos que concurrieron a las elecciones presidenciales en mayo de 1998 fueron Labang ng Makabayang Masang Pilipino (LAMMP), coalición dirigida por Joseph Estrada, el Lakas-NUCD-UMPD-Kampi, coalición respaldada por el entonces presidente Ramos, el Partido Liberal, Acción Democrática y el Partido Popular de la Reforma. La primera de las coaliciones fue la triunfadora. El sistema de partidos vigente en Filipinas desde 1986 ha dado lugar a la existencia de una gran cantidad de agrupaciones electorales, muchas de las cuales funcionan en realidad más como organizaciones creadas para promover la figura de sus fundadores que como bloques ideológicos.
5.6
Salud y bienestar social
La mayoría de las ciudades de Filipinas tienen modernas instalaciones sanitarias, pero las áreas rurales carecen de ellas. El país tenía en 2004 un médico por cada 860 habitantes. El gobierno administra un programa de jubilación y de seguros de vida para los trabajadores.
5.7
Defensa
En 2004 las Fuerzas Armadas contaban con un Ejército de tierra de 66.000 miembros, una Armada de 24.000 y una Fuerza Aérea de 16.000 soldados.
6
HISTORIA
Se cree que los primeros pobladores de la islas Filipinas llegaron de China y del archipiélago malayo hace unos 250.000 años, durante el paleolítico, pero se mantuvieron pocos habitantes hasta la época en la que las islas fueron descubiertas. Más tarde, otros pueblos migraron a las islas (entre ellos los pigmeos negritos) que probablemente llegaron hace aproximadamente 25.000 años. Unos 10.000 años después, le siguió un pueblo mongoloide procedente del sureste de Asia. Se cree que todos ellos llegaron a las islas a través de un puente de tierra que ya no existe. Durante los años 7000 al 2000 a.C., las islas recibieron grandes grupos de gente procedentes de las actuales regiones de China y Vietnam. Sin embargo, las grandes migraciones a las islas probablemente se dieron después del siglo III a.C. Los pueblos de la península Malaya y del archipiélago indonesio fueron los últimos en llegar. Estos inmigrantes trajeron con ellos herramientas de hierro y una tecnología avanzada para fabricar vidrio, industria de lacería y tintes para tejidos.
6.1
Influencias culturales
En el siglo V d.C. una mezcla de culturas dio como resultado una nueva civilización filipina. Comerciantes procedentes de lugares tan lejanos como India se convirtieron en visitantes frecuentes de las islas. Las influencias del Próximo Oriente, de la India y de China trajeron muchos cambios en la economía y en la vida social. Se empezaron a desarrollar varias industrias primarias —minería, metalurgia, explotación forestal— y se introdujeron el oro y las monedas como sistema de cambio comercial. En el siglo XII, el poderoso reino de Sri Vijaya, con base en Sumatra, aportó una influencia considerable a Filipinas. A principios del siglo XIII, el islam se extendió por las islas meridionales del archipiélago y se estableció firmemente en ellas. La dinastía china Ming mantuvo relaciones comerciales y diplomáticas con las islas a lo largo del siglo XV.
6.2
Colonización europea
Los europeos llegaron a las islas por primera vez en marzo de 1521, cuando el navegante portugués Fernando de Magallanes arribó a Filipinas durante su intento de dar la vuelta al mundo al servicio de España. Al mes siguiente, Magallanes murió en la isla de Mactan, cerca de la isla de Cebú, cuando intentaba imponer la soberanía española al jefe local, Lapu-Lapu. La derrota de los españoles acabó con la autoridad que Magallanes había ambicionado establecer. Lapu-Lapu está considerado héroe popular nacional por su exitosa oposición al mandato español.
Portugal, que ya poseía las cercanas Molucas, disputó la reivindicación española de las islas, apelando al Tratado de Tordesillas de 1494, en el que se reservaba el hemisferio oriental a la colonización portuguesa. Sin embargo, en 1542, una expedición militar reafirmó las pretensiones españolas y llamó al archipiélago islas Filipinas, en honor al heredero real, y más tarde rey, Felipe II.
La primera expedición española en lograr resultados duraderos estuvo encabezada por Miguel López de Legazpi, que desembarcó en 1564. Legazpi aumentó gradualmente el poder español sobre las islas y, en 1572, estableció Manila como centro administrativo. Después de 1580, año en el que el rey Felipe se convirtió también en rey de Portugal, se eliminaron las diferencias territoriales con los portugueses.
6.2.1
Conversión al cristianismo
Representantes de varias órdenes religiosas católicas, como los agustinos, los dominicos, los franciscanos y los jesuitas, llegaron a las islas inmediatamente después del éxito de la expedición de Legazpi. Las conversiones fueron rápidas, la coacción mezclada con el esplendor ceremonial de los ritos católicos causó temor y admiración a los pueblos nativos. El trabajo de los misioneros fue de gran importancia para el establecimiento del gobierno español y fue fundamental para los propios filipinos, pues una religión común hizo que disminuyeran sus diferencias culturales. Las órdenes monásticas con el paso del tiempo aseguraron la posesión de grandes extensiones de tierra y llegaron a tener una gran riqueza y poder político.
6.2.2
El desafío a España
Otras naciones europeas, a finales del siglo XVI, intentaron establecerse en Filipinas. Marineros ingleses, como sir Francis Drake en 1579, persiguieron a los barcos españoles que servían de enlace entre las islas y los territorios del Imperio español. Más tarde, los holandeses empezaron a desarrollar un imperialismo activo en Oriente, realizaron incursiones en las islas y apresaron barcos comerciales no solamente españoles, sino también chinos, portugueses y japoneses. Los ataques holandeses cesaron gradualmente después de 1662, fecha en la que los Países Bajos ocuparon las ricas islas Molucas. A raíz de la caída del poder español en Hispanoamérica, durante la década de 1820, las Filipinas se pusieron directamente bajo control administrativo de Madrid. Sin embargo, en esos tiempos el nacionalismo filipino estaba poco desarrollado y las islas permanecieron relativamente tranquilas hasta finales del siglo XIX.
6.3
Resistencia indígena
En 1892 varias sociedades secretas se organizaron para actuar contra las autoridades españolas. La principal era la Liga Filipina, fundada por José Rizal en 1891. Rizal fue ejecutado en 1896 por las autoridades españolas a pesar de su moderación política, se convirtió en un mártir para su nación. La organización radical Katipunan (en tagalo, asociación), propugnaba alcanzar independencia a través de una revolución abierta. La existencia de la Katipunan fue revelada a los oficiales españoles el 19 de agosto de 1896, y el 26 de agosto, los insurrectos comenzaron la lucha armada.
Bajo la dirección de Emilio Aguinaldo, jefe de las fuerzas rebeldes, las insurrecciones tuvieron éxito al principio. Sin embargo, los refuerzos provenientes de España, dirigidos por el general Camilo Polavieja aplastaron la rebelión a principios de 1897 y, en agosto de ese año, Aguinaldo y el gobernador militar español el general Fernando Primo de Rivera (que había sustituido a Polavieja) firmaron el Pacto de Biac-na-bató, por el que los españoles garantizaban que realizarían reformas en el plazo de tres años. El pacto suponía la salida de los dirigentes filipinos de las islas a cambio de una cantidad de dinero y Aguinaldo se marchó a Hong Kong con sus compañeros. El comienzo de la guerra Hispano-estadounidense, que estalló el 21 de abril de 1898, aceleró los acontecimientos: el 1 de mayo, la flota de los Estados Unidos derrotó a la española en la batalla de Cavite, en la bahía de Manila.
6.4
El gobierno de los Estados Unidos
Tras la derrota española, Aguinaldo volvió a las islas el 19 de mayo y proclamó la república independiente de Filipinas. Sin embargo, según los términos del Tratado de París (10 de diciembre de 1898), España se vio obligada a ceder el archipiélago a Estados Unidos a cambio de 20 millones de dólares, y el 21 de diciembre éstos proclamaron el inicio de un gobierno militar estadounidense. Aguinaldo y sus colaboradores se negaron a reconocer la dominación estadounidense. En Malolos, en Luzón central, se estableció un gobierno provisional filipino el 23 de enero de 1899. La tensión se incrementó, y el 4 de febrero comenzaron las hostilidades en Manila cuando una patrulla filipina provocó un incendio en un cuartel estadounidense. Las tropas de Estados Unidos derrotaron a los insurrectos, por lo que en noviembre de 1899 los filipinos volvieron a las actividades guerrilleras. Aguinaldo fue capturado el 23 de marzo de 1901 y prestó juramento de lealtad a los Estados Unidos en abril, pero continuaron las luchas esporádicas durante otro año, lo que hizo que se mantuviera un ejército de ocupación de 150.000 hombres.
Al finalizarse la insurrección en 1902, el gobierno civil estadounidense reemplazó a la autoridad militar y el 4 de julio de 1902, William Howard Taft, posterior presidente de los Estados Unidos, se convirtió en el primer gobernador civil. La Constitución Filipina de 1902 estipulaba el establecimiento de un sistema bicameral y, cinco años después, el 6 de octubre de 1907, la asamblea filipina abrió la primera sesión, con una cámara baja elegida y la cámara alta cuyos miembros fueron nombrados por los estadounidenses.
6.4.1
Actuaciones políticas cambiantes
La política estadounidense pronto comenzó a influir en el curso de los acontecimientos en las islas. Taft y sus sucesores inmediatos no estaban dispuestos a delegar mucha autoridad a los filipinos. Con la elección de Woodrow Wilson como presidente de Estados Unidos en 1912, se adoptó una nueva política. En 1916 la Ley Jones instituyó un Senado electo y prometió la independencia definitiva. Sin embargo, estas actitudes se frenaron con la elección de Warren G. Harding como presidente estadounidense en 1920. Harding, en 1921, nombró una comisión para investigar la situación política y económica de las islas. Poco después, el general Leonard Wood, director de la comisión, fue nombrado gobernador general. En su informe, la comisión declaró que la independencia inmediata podría ser 'una traición al pueblo filipino'. Wood, apoyándose en los dictámenes de la comisión, se opuso amargamente a los filipinos independentistas, entre los que se encontraban Manuel Luis Quezón, presidente del Senado filipino, Sergio Osmeña, presidente de la Cámara de los Representantes antes de 1922, y Manuel Roxas y Acuña, presidente después de esa fecha.
6.4.2
Gobierno autónomo
Con la elección de Franklin D. Roosevelt en 1932 como presidente estadounidense, la política oficial cambió de nuevo. El 13 de enero de 1933, el Congreso de los Estados Unidos aprobó la Ley Howes-Cutting que garantizaba la independencia filipina en el plazo de 12 años, aunque Estados Unidos se reservaría bases militares y navales e impondrían tarifas y cuotas a las exportaciones filipinas. Los filipinos rechazaron la ley. Dirigido por Quezón, el Senado filipino defendió una nueva ley y consiguió el apoyo del presidente Roosevelt. La Ley Tydings-McDuffie, aprobada en 1934, garantizaba la independencia absoluta y completa en 1946 y, mientras tanto, se autorizaba un gobierno autónomo supervisado por los Estados Unidos, pero con un presidente filipino elegido por votación nacional y una Constitución. El presidente Roosevelt aceptó la Constitución, y el pueblo filipino la ratificó en el plebiscito del 14 de mayo. El gobierno autónomo se estableció formalmente el 15 de noviembre, con Quezón como primer presidente. En 1941 fue reelegido.
6.4.3
II Guerra Mundial
Los aviones japoneses atacaron Filipinas el 8 de diciembre de 1941 (un día después del ataque japonés a la base estadounidense de Pearl Harbor) y dos semanas más tarde comenzó una invasión a gran escala que permitió a los japoneses entrar en Manila el 30 de diciembre. Posteriormente fueron derrotadas las tropas estadounidenses refugiadas en Batan y en la isla de Corregidor. Las promesas niponas de crear una república filipina teóricamente independiente hizo que contaran con el apoyo de dirigentes filipinos, como Emilio Aguinaldo y José Laurel, nombrado presidente del gobierno independiente, proclamado en octubre de 1943. La posterior ocupación y el desarrollo bélico causó la destrucción de las islas que soportaron la actividad de guerrillas comunistas, opuestas a cualquier tipo de imperialismo, y la contra ofensiva estadounidense. Tras el triunfo en la batalla naval del golfo de Leyte, en octubre de 1944, los ejércitos estadounidenses volvieron a Filipinas bajo el mando del general Douglas MacArthur, que había sido comandante militar en las islas antes del ataque japonés. El 2 de septiembre de 1945 los japoneses se rindieron oficialmente.
Quezón murió en 1944 y le sucedió Sergio Osmeña, su vicepresidente. El gobierno volvió a Manila en 1945, y el 23 de abril de 1946, Roxas fue elegido presidente, con Elpidio Quirino como vicepresidente. Para ayudar a la rehabilitación de las islas, los Estados Unidos establecieron relaciones comerciales preferenciales y concedieron a las islas varios cientos de millones de dólares en concepto de ayuda para su rehabilitación y como compensación por los daños de guerra.
6.5
El establecimiento de la República
La República de Filipinas se proclamó oficialmente el 4 de julio de 1946. Además del problema de la reconstrucción material del país, el nuevo Estado tuvo que enfrentarse con luchas internas. En Luzón central, el Hukbalahaps (o huks) un grupo comunista guerrillero que actuó contra los japoneses, organizó un gobierno rebelde con sus propios órganos militares, civiles y administrativos. Demandaban la colectivización de las tierras de cultivo y la abolición del arrendamiento agrícola, e hicieron de Luzón su plaza fuerte.
La cooperación filipina con los Estados Unidos se convirtió en la tónica de la política de posguerra. En 1947 se arrendaron bases militares a Estados Unidos por un periodo de 99 años, acortado a 25 años en 1959. Un plebiscito celebrado en marzo de 1948 ratificó una enmienda a la Constitución filipina que daba a los ciudadanos estadounidenses iguales derechos económicos que a los filipinos. El vicepresidente Quirino, que pasó a ser el presidente en funciones a la muerte, en abril de 1948, del presidente Roxas, triunfó en las elecciones de 1949. En 1949 y en 1950 la rebelión de los huks cobró mayor importancia.
El gobierno entabló negociaciones de paz con Japón en septiembre de 1951, pero las conversaciones se suspendieron a principios de 1952 debido a las demandas filipinas de 8.000 millones de dólares por daños de guerra. Pendiente de la indemnización, la legislatura filipina se negó a ratificar el tratado de paz.
6.6
El mandato de Magsaysay
En 1953 el gobierno intentó infructuosamente alcanzar un acuerdo con los rebeldes huks. En las elecciones presidenciales, celebradas el 10 de noviembre, el antiguo ministro de Defensa Ramón Magsaysay consiguió imponerse a Quirino. Su actitud enérgica contra los huks frenó la expansión de los rebeldes, aunque no se suprimió completamente.
El Congreso aprobó, el 11 de agosto de 1955, una ley que autorizaba al presidente Magsaysay a deshacer los estados de mayor extensión y distribuir la tierra entre los arrendatarios agrarios. El 6 de septiembre Filipinas y Estados Unidos llegaron a un acuerdo comercial por el que se autorizaba la entrada de inversiones privadas estadounidenses en empresas filipinas.
A mediados de la década de 1950, Estados Unidos y Filipinas establecieron la propiedad conjunta de las bases militares estadounidenses en las islas. El Senado filipino también ratificó el tratado de paz con Japón y se acordó cifrar en 800 millones de dólares las reparaciones japonesas.
Magsaysay murió el 17 de marzo de 1957 en un accidente aéreo y al día siguiente el vicepresidente Carlos P. García juró el cargo de presidente. En junio se declaró ilegal al Partido Comunista, y se estableció la pena de muerte para los miembros activos del partido, pero garantizaba una plena amnistía si se rendían en los 30 días posteriores a su promulgación. Alrededor de 1.400 miembros del movimiento Huk se acogieron a esa amnistía. García fue elegido presidente posteriormente y Diosdado Macapagal, candidato del opositor Partido Liberal, fue elegido vicepresidente. Macapagal fue elegido presidente en 1965, pero en las elecciones de 1965 perdió en favor del candidato nacionalista, Ferdinand Marcos.
6.7
El régimen de Marcos
El rápido desarrollo económico trajo la prosperidad durante el primer periodo del mandato de Marcos y fue reelegido en 1969. Sin embargo, su segundo mandato fue conflictivo por el malestar social, provocado por su apoyo a la política de Estados Unidos en Vietnam. A principios de la década de 1970, dos fuerzas diferentes, el Nuevo Ejército Popular (comunista) y el Frente Moro de Liberación Nacional (un movimiento musulmán separatista en el sur) volvieron a la guerra de guerrillas para enfrentarse al gobierno. Esta situación sirvió de excusa para la declaración de la ley marcial en 1972. Se disolvió el Congreso, fueron arrestados los dirigentes de la oposición y se impuso una estricta censura. Después de eso, Marcos gobernó por decreto ley.
En enero de 1973 se promulgó una nueva Constitución, cuyas disposiciones transitorias garantizaban a Marcos continuar gobernando con poderes absolutos y las elecciones se pospusieron indefinidamente; en su lugar, el presidente buscó el apoyo popular de sus actos en repetidos referendos. En 1977 y en 1978 hubo cierta relajación, pero la inquietud entre la población (en especial entre la jerarquía eclesiástica) creció. En 1980, varios grupos opuestos se unieron para demandar el fin de la ley marcial y las guerrillas urbanas llevaron a cabo una serie de atentados en Manila.
El presidente Marcos derogó la ley marcial en 1981. Las elecciones presidenciales se celebraron en junio y Marcos consiguió un nuevo mandato de seis años. Sin embargo, la oposición a su gobierno siguió aumentando. En 1983 el dirigente de la oposición, Benigno Aquino, fue asesinado. Se culpó a una conspiración militar del asesinato, pero los acusados fueron absueltos después. Marcos convocó elecciones presidenciales en febrero de 1986; su principal oponente era la viuda de Aquino, Corazón. Los informes que mostraban que Marcos había ganado fraudulentamente fueron tan evidentes que Marcos tuvo que abandonar el país; se estableció temporalmente en Hawaii y se llevó consigo, según ciertas acusaciones, grandes cantidades de riquezas ganadas de forma ilegal.
6.8
Democracia en Filipinas
Aquino se convirtió en la presidenta y consiguió la promulgación de una nueva Constitución en febrero de 1987. Aunque obtuvo el apoyo en las elecciones legislativas de mayo, la presión militar, junto al descontento popular por la lenta evolución de la reforma económica, continuaron amenazando su gobierno. Las fuerzas de las bases de Estados Unidos ayudaron al Ejército del gobierno filipino a sofocar un intento de golpe de Estado en diciembre de 1989. En 1991, los daños ocasionados por la erupción del monte Pinatubo en Luzón central hicieron que los Estados Unidos abandonaran la base aérea de Clark; el Senado filipino se negó a renovar el contrato de la única base que les quedaba a los Estados Unidos en la bahía de Subic, y así se cerró en noviembre de 1992. Por primera vez en su historia, el país se enfrenta a un futuro sin la protección económica y militar de Estados Unidos. A pesar de no haber tenido un desarrollo económico como sus vecinos del Lejano Oriente y de la permanencia de las guerrillas comunistas y musulmanas, el sistema democrático parece firmemente establecido. Aquino, incapacitada por la Constitución para presentarse a un segundo mandato, optó por apoyar en las elecciones presidenciales de mayo de 1992 a su ministro de Defensa, Fidel Ramos, quien, tras ganar por un estrecho margen a su rival, se convirtió en el primer presidente no católico de Filipinas.
Ramos llevó a cabo un ambicioso programa de reformas económicas. Los ciudadanos tuvieron ocasión de demostrar su respaldo a los planes del nuevo presidente en las elecciones legislativas de 1995, en las que los candidatos de los partidos políticos que sustentaban a Ramos (NUCD, Lakas, PDP-Laban) obtuvieron la mayor parte de los escaños en liza.
Por lo que se refiere a la violencia política, durante la primera mitad de la década de 1990 se asistió a un incremento de la actividad guerrillera en el sur de Filipinas llevada a cabo por fuerzas separatistas musulmanas. En septiembre de 1996 el gobierno alcanzó un acuerdo de paz con uno de los grupos rebeldes más importantes, el Frente Moro de Liberación Nacional. Mediante el acuerdo se estableció la Zona Especial para la Paz y el Desarrollo (SZPD en sus siglas en inglés), que englobaba las 14 provincias en las que se divide la conflictiva isla de Mindanao. El acuerdo incluía asistencia económica con el fin de lograr el desarrollo de una de las regiones más pobres del archipiélago. Otros grupos rebeldes, como el Frente Nacional Democrático o el Frente Moro Islámico de Liberación, mantuvieron su resistencia armada al gobierno filipino, pese a que durante 1997 y 1998 ambas partes habían logrado acuerdos parciales para iniciar las conversaciones de paz.
En 1997 se asistió a la tentativa, por parte de los seguidores de Ramos, encaminada a enmendar la Constitución filipina para así permitir que el presidente del país lograra un segundo mandato consecutivo. Corazón Aquino y el cardenal Jaime Sin, que había tenido un gran ascendente sobre el Movimiento del Poder Popular —que había provocado la caída de Marcos en 1986— denunciaron los intentos de modificación constitucional. Ante la creciente oposición manifestada por miles de ciudadanos a través de protestas callejeras, Ramos y la coalición gobernante optaron por apoyar a José de Venecia, presidente la Cámara de Representantes, en las elecciones presidenciales celebradas en mayo de 1998. No obstante, los comicios fueron ganados por Joseph Estrada, vicepresidente durante el mandato de Ramos y antiguo actor y director cinematográfico, que tomó posesión del cargo en julio de ese año.
El Frente Moro Islámico de Liberación, y Abu Sayyaf (grupo radical que pretendía la secesión de Mindanao y su conversión en una república islámica), incrementaron a partir de abril de 2000 su actividad terrorista con una campaña de secuestros a gran escala en las islas de Basilán y Joló que agravó la crisis en que se veía inmerso el gobierno de Estrada. En octubre de 2000, Luis Singson, gobernador de Ilocos, denunció que el presidente había recibido importantes sumas de dinero procedentes del jueteng (un juego ilegal) y de una empresa a cambio de favores fiscales; la cámara baja promovió y aprobó la incoación del proceso de destitución presidencial, iniciado en diciembre en el Senado bajo las acusaciones de corrupción, soborno y vulneración de la Constitución. De forma simultánea, las manifestaciones pidiendo la renuncia de Estrada se sucedieron, fomentadas por sectores de la coalición que sostenían su gobierno (muy especialmente la vicepresidenta Gloria Macapagal Arroyo, hija de Diosdado Macapagal), por los ex presidentes Corazón Aquino y Fidel Ramos, y por la Iglesia católica (a través de Jaime Sin). Esta presión popular, la dimisión en bloque de su gobierno y la progresiva pérdida de apoyo en los entornos político y militar, forzaron a Estrada a dimitir el 20 de enero de 2001. Ese mismo día juró como presidenta de la República Macapagal Arroyo, quien vio reforzada su situación en las elecciones legislativas celebradas en el siguiente mes de mayo, cuando los candidatos que ella apoyaba pasaron a controlar la cámara alta.
Muy poco después de acceder a la presidencia, Gloria Macapagal suspendió las operaciones bélicas contra el Frente Moro Islámico de Liberación y abordó una política de reconciliación entre el gobierno y esta organización. En agosto de 2001 ambas partes firmaron un acuerdo de alto el fuego, que sirvió de preludio a una serie de negociaciones de paz en las que Malaysia actuó como intermediario. En cambio, el nuevo ejecutivo continuó ejerciendo medidas militares contra Abu Sayyaf, protagonista de numerosas acciones terroristas. En julio de 2002, un contingente militar de Estados Unidos pasó a colaborar con el Ejército de Filipinas en la lucha contra Abu Sayyaf (el gobierno de George W. Bush consideraba que podía mantener algún tipo de vínculos con la red terrorista internacional de Osama bin Laden). La violencia resurgió con fuerza en octubre de 2002, mes en el que el país se vio sacudido por una oleada de cruentos atentados con bomba que fueron atribuidos al radicalismo islámico. En julio de 2003, aproximadamente 300 militares se encerraron en un centro comercial de Manila, realizando fuertes acusaciones contra el gobierno de Gloria Macapagal; aunque no tuvo consecuencias, el motín mostró el clima de creciente inestabilidad. Asimismo, en diciembre de 2003, ante el incremento de secuestros en el país, la presidenta restableció la pena de muerte (que ella misma había suspendido indefinidamente en octubre de 2002).
En las elecciones presidenciales que tuvieron lugar el 10 de mayo de 2004, se impuso Gloria Macapagal; su principal opositor en las urnas fue el actor Fernando Poe, quien denunció las presuntas irregularidades que se habrían cometido en el proceso electoral. La presidenta anunció que sus principales objetivos durante los siguientes seis años serían combatir la pobreza y alcanzar la reconciliación nacional. Una nueva grave crisis política se abrió en julio de 2005, al retirarse el Partido Liberal de la coalición gubernamental y, a continuación, dimitir diversos ministros que reclamaron la renuncia de Macapagal Arroyo, involucrada en sendos casos de fraude electoral y corrupción. Sin embargo, la presidenta decidió conformar un nuevo gobierno. En febrero de 2006, Macapagal Arroyo declaró el estado de emergencia nacional luego de afirmar que se había desbaratado un intento de golpe de Estado. En junio de ese mismo año, la presidenta firmó la disposición legal, previamente aprobada en el Parlamento, que abolía la pena de muerte. A finales de noviembre de 2007, un grupo de militares protagonizó una nueva intentona para lograr la dimisión de una presidenta cada vez más cercada por las acusaciones de corrupción sobre su gestión.

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